CHONTALEÑA

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CHONTALEA___________________________________________________

Quien afirma que no se puede hacer un libro de la vida, basado en cada experiencia de la que podamos aprender, la vida es esto, el contenido de cada libro, es LA HISTORIA NO CONTADA, no es el sueo solamente de cada escritor, en cada lnea est dispersa cada fortaleza, cada debilidad, cada alegra, cada tristeza sumergida en las manos de quien desliza la pluma y el tintero, antes el lapicero, hoy el teclado de la computadora. Es lo que muestro en estas lneas, en las que en cada instante te vas a sumergir como si estas en el momento, viviendo la poca.

EL PRINCIPIO DE UNA HISTORIA

Eran aos difciles en la Nicaragua de 1966, se respiraban los aires de la guerra, se hablaba de una lucha clandestina que se enalteca en un movimiento de pueblo agitado en las calles. En cada rincn de Nicaragua, ms all el revolotear de pjaros emigrantes de acero perseguan la inocencia patritica del Nicaragense en estos aos de transformacin social, aun cuando Nicaragua se encontraba en los dolores de parto de una guerra anunciada, no dejaba de manifestarse la realidad vivida en cada familia Nicaragense, la historia nica jams contada. Una historia que empieza en un pueblito de los tantos que tiene este pas de Maribios y Chorotegas, all en la Costa Atlntica, en Zelaya central. El Rama, as se llama actualmente, en estos aos era un pueblo rido sin mucho comercio de vida, una calle central lo representaba donde Vivian las familias ms notable como la familia Pineda, los Martnez, Los Zelaya Omier y los Asiticos que haban llevado sus tiendas y eran las que ms prevalecan, como la famosa tienda de los Chow, claro haban otras ms. La nica gran diversin era el famoso Cine Carolina que se abarrotaba de gente cuando presentaban las pelculas de Bruce Lee y Jackie Chan o aquellas pelculas de terror en la niebla y furia de Titanes, la gente del pueblo acuda desde temprano a comprar los boletos para ver impactados hasta en los pasillos del cine y sentados en el suelo la novedad del momento, ese cine si se llenaba. Tambin estaba el Gimnasio donde llegaban los conjuntos ms renombrados de los pueblos vecinos y que tocaban la sensacin de la poca como Los Clark de len o los rockets de Managua o los Fredys que se lucan con las canciones que le llenaban el alma a sus pobladores de romanticismo y que bailaban pegaditos a como lo hacemos los nicas, pues quiero decirles que las canciones abrazadas a como se llamaron en este tiempo, las bailamos pegaditos, bien pegaditos y retorcindonos que es una barbaridad. En los barrios de la ribera del Gran Rio Escondido, vivan las familias ms pobres, entre ellas la Familia Daz, una familia como tantas otras. Una mujer de tez morena, de baja estatura y de andar muy ligero, llevaba el sostn de aquel hogar, todos la llamaban Doa Meche, con ella vivan sus cuatro hijas, muy conocidas en el pueblo, la segunda, de ellas Matilde, alta, blanca y muy osada, con dos hijas que eran su orgullo, Carmela, la ms alegre y dada al amor, todos en el pueblo la vean de pies a cabeza en su andar tan alocado, Gabriela, de baja estatura, piel lavada y siempre amando a quien no era, era la ms tmida de todas, tambin haba concebido a una pequea que era su orgullo aunque el orgullo fuera, lo que ms le faltaba a esta familia y Denia la ms joven de todas, una juventud radiante y un cuerpo envidiable, en sus rasgos mestizos se esconda una diosa, era la ms amada de Doa Meche y la que ms disfrutaba de su libertad. Sin embargo estaba la primera Chavala, aquella que haba dejado el nido materno a temprana edad, por las grandes dificultades en que vivan sus papas, esta haba tomado la decisin de irse con el primer hombre que hablo a su odo. Auxiliadora, as se llamaba, una chavala de baja estatura y con el candor en las venas, su inocencia era la de una chinguina que an no conoca la vida que le esperaba all afuera. Cuando se fue su papa el hombre que ms amaba y quien haba estado enfermo por mucho tiempo, le dio un beso largo en el cachete abrazndola fuertemente, era su confidente y aquella noche no la detuvo, pues saba que esa era su despedida. Para doa meche no era de gran importancia si ella se iba, sus hermanas lo eran todo para ella y eso la haca feliz. Auxiliadora tomo sus pocas mudadas que tena y las meti en un salveque y esa noche se fue con el telegrafista del pueblo, un hombre de mundo y con una edad que lo deca todo, el tiempo fue cruel y aquel amor de cuentos de Axiliadora, tambin se esfumo, la chavala era primeriza, tuvo su primer chign bajo la sombra de la tristeza, aquel hombre maltrataba su vida y la golpeaba constantemente, la dejaba hasta dos das bajo un techo encerrada con candados y a veces sin alimento, mientras tanto, l llegaba una y otra vez alcoholizado y sufra da a da el sentir de un sexo violento sin una caricia al menos, sus dieciocho aos le exigan ser amada por alguien, pero se haba equivocado, aquel hombre solo era su condena. Sus pocos aos le exigieron ver la vida con la realidad y enfrentarla de gran manera. Auxiliadora sumergida en su inocencia de joven campesina, ni tiempo tuvo a su llegada de conocer la ciudad, pues fue directo al cuartucho donde la meti Cipriano Meja, as se haca llamar aquel hombre en el cual confi, al dejar a su familia. Al nacer su primer hijo, le puso como era la costumbre, el nombre del papa del chavalito Ciprianito Meja, aunque ya hubiera otros tantos en cada pueblo resaltando el nombre airado del telegrafista. En aquellos aos los telegrafistas en Nicaragua vivan aqu y all pues era un trabajo inestable, Auxiliadora conoci en el transcurso de cada viaje, cada pueblito donde era llevada, aunque llegaba a conocer solo lo que vea de reojo, pues Cipriano la haca fijar la vista en un solo punto sin volver la vista a otro lado siempre que iban en el bus, un fuerte pellizco la haca impulsarse dolorosamente y aquellas palabras zumbaban en su cabeza cada que se montaba ala ruta ERTE QUE ESTES MIRANDO A CUALQUIER HIJUEPUTA, PORQUE TE CACHIMBEO DELANTE DE LA GENTE, NADA TENES QUE ESTAR VIENDO A LOS LADOS, PORQUE NADA SE TE HA PERDIDO Aquellas palabras, ms que una frase eran una oracin que deba ser aprendida, su mirada solo tena una direccin, el rostro de su pequeo hijo que cubra con un trozo de manta abrazndolo para darse fuerza en aquella vida que haba escogido. auxiliadora sucumbi y en su alma tomo fuerzas desde adentro despus de tres largos aos en una monotona impregnada, que no la dejaba encontrarse a s misma. El tiempo avanzaba, su hijo ya daba los primeros pasos y balbuceaba cada palabrita, aquella tarde que el alma le llego al cuerpo, el chiguincito jugaba en el pequeo patio, correteando al cachorro, un pequeo perrito come cuando hay, que llevaba la sangre de los perros indios, flacos y hocicosos de los pueblos rurales, en su travesura, propia de los primeros aos hacia girar entre volteretas al pequeo canino que lloraba al comps de un aullido, cerca del viejo cuarto de arriendo, donde haba pasado los ltimos meses, un lavandero, una cocina de fogn para calentar la poca comida que generalmente eran frijoles con una porra de pltanos cuadrados era lo que la acompaaba y que calmaba el hambre de aquella casa, un viejo escusado se hallaba cerca del tabln que serva de pared para que auxiliadora no viera al que iba y vena por la trocha de la vieja casa, el pequeo corra y jugaba al comps del charco que respingaba cada gota en su rostro de infante, su curiosidad llego ms lejos pues la puerta de un cuarto que para l era desconocido estaba entreabierto, esconder al cachorro del lobo hambriento se le vino a su cabecita, esconderlo en la cueva oscura fue la mayor de sus ideas, el grito ahogado de un animal entre llantos, llamo la atencin de auxiliadora que lo tomo entre sus brazos, cuando en ese momento llegaba Cipriano: Que es ese chillido vos dijo con aquella fuerza incontrolada. El rostro de auxiliadora se descompuso a lo inmediato y aferro a su pecho al pequeo, enfrentando a su paso un rostro coleriento, Cipriano arrebato al pequeo de sus brazos mientras lo vea Este jodido es un vago, ahora lo voy a echar en el escusado para que aprenda, hijueputa vas a ver porque echaste al perro, es que no sabas que iba a ser cusuquero y me lo matastes y vos desgraciada me las vas a pagar. Un llanto ahogado por la desesperacin sali del pecho de auxiliadora, quien tomo aquella fuerza por mucho tiempo escondida, cerca muy cerca de sus pies, una raja de lea peda a gritos ser tomada, Cipriano tomo en sus brazos al pequeo sin importarle que llevaba su nombre y su sangre, se dispona a tirarlo en el escusado, pero un golpe en la nuca le impidi cometer tal barbarie, por primera vez auxiliadora haba sido ella misma, se acerc lentamente al cuerpo, tomando al pequeo que lloraba inconsolable, Cipriano solo dorma despus del fuerte golpe, una idea cruzo la mente de auxiliadora alzo sus ojos al cielo y cerro lentamente sus manos, tomo los pocos vestidos que tena y sali por una puerta que le indicaba la libertad de su vida si quera vivir, agarro su vientre, unas lgrimas rodaban por su rostro, su prximo hijo estaba por nacer, pero haba dado un paso, se haba liberado de aquel hombre, no saba porque lo haba amado tanto si solo sufrimiento haba tenido, aquella noche tomo el primer bus al Rama all estaba su familia, haca mucho tiempo no saba nada de ellos, por vez primera recorri un paisaje en la oscuridad de la noche y que pareci bello a sus ojos, no tena a alguien retorciendo su brazo y dicindole al odo que mirara solo para abajo, era libre de verdad, un dolor agudo removi sus entraas que aumentaba en el silencio durante muchas horas, el parto se adelantaba auxiliadora estaba por parir en el asiento del Bus, las personas que viajaban, notaron el dolor en su mirada y pidieron al chofer que buscara un hospital, junto a ella una anciana vea asustada el rostro de la joven y dijo en medio de aquel dolor: Anciana: no se preocupe seora me quedare con usted, vivo cerca de aquDio las gracias, sonriendo entre el dolor, en ese momento saba que dios estaba all.Dnde estamos? Dijo En la Libertad chontales seora! dijo la anciana. Aquella noche naci su segundo hijo, en realidad una nia que envolvi con su manto de amargura y de felicidad a la vez, pero ms felicidad de saberse all sola pero libre. La tarde del da siguiente llego a su pueblo, aun con el dolor impregnado por un parto, recorriendo con la mirada la vieja choza de sus padres, un tumulto de gente yaca rodendola, unos ojos la vieron a lo lejos y unos brazos la rodearon en el silencio hasta decir poco despus:Meche: Como estas hija? Presta, te llevo esa maleta Unas lgrimas salieron en silencio, Auxiliadora aferrada a una nueva esperanza apretaba el brazo de su pequeo hijo, solo dijo:auxiliadora: Como esta mamaDoa Meche la vio entristecida, observo al pequeo que iba a su lado y tomo en silencio a la recin nacida Venga nio, como esta, venga mi muchachita Pandora: y que pasa que esta toda esa gente mama? La vio a los ojos con una mirada totalmente fnebreMeche: Es tu papa hija, tu papa Muri anoche, estaba mal hace rato y no haca ms que llamarte, lo estamos velando hii.. Doa meche solt un llanto incontenible, la mirada de auxiliadora se alej en el vaco, ya no tena ms lgrimas, estaba seca por dentro, su papa haba sido alguien importante para ella, el dolor de perderlo se aferraba a otro ms grande, el haber parido otro hijo............