Ciclo C

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Ciclo C II Domingo de Cuarema 24 de febrero 2013 La “Música callada” (1’48) de Mompou nos hace sentir que Jesús nos “ilumina y nos salva” (s26)

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Ciclo C

II Domingo de Cuarema24 de febrero 2013

La “Música callada” (1’48) de Mompou nos hace sentir que Jesús nos “ilumina y nos salva” (s26)

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Gn 15,5-12, 17-18 5 Después lo llevó afuera y le dijo: –Levanta tus ojos al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas. Y añadió: –Así será tu descendencia.6 Creyó Abrán al Señor, y el Señor lo anotó en su haber.7 Después le dijo el Señor: –Yo soy el Señor que te sacó de Ur de los caldeos para darte esta tierra en posesión. 8 Abrán le preguntó: –Señor, Señor, ¿cómo sabré que voy a poseerla?9 El Señor le respondió: –Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.10 Trajo él todos estos animales, los partió por la mitad y puso una mitad frente a la otra; pero las aves no las partió. 11 Las aves rapaces empezaron a lanzarse sobre los cadáveres, pero Abrán las espantaba. 12 Cuando el sol iba a ponerse, cayó un sueño pesado sobre Abrán y un gran terror se apoderó de él.17 Cuando se puso el sol, cayeron densas tinieblas, y entre los animales partidos pasó un horno humeante y una antorcha de fuego. 18 Aquel día hizo el Señor una alianza con Abrán en estos términos:–A tu descendencia le daré esta tierra, desde el torrente de Egipto hasta el gran río, el Eufrates.Cuenta, si puedes, las

estrellas

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Salmo 26 El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?.temeré?.El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará El Señor es mi fortaleza, ¿quién me hará temblar?.temblar?.

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El Señor es mi luz y mi salvación.

Escucha, Señor, mi clamor;Escucha, Señor, mi clamor;ten piedad de mí, atiéndeme.ten piedad de mí, atiéndeme.Me dice el corazón: “Busca su rostro”.Me dice el corazón: “Busca su rostro”.

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El Señor es mi luz y mi salvación.

Sí, tu rostro, Señor, es lo que busco,Sí, tu rostro, Señor, es lo que busco,no me ocultes tu rostro, no rechaces a tu siervo;no me ocultes tu rostro, no rechaces a tu siervo; Tú eres mi auxilio.Tú eres mi auxilio.

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El Señor es mi luz y mi salvación.

Espero gozar los bienes del Espero gozar los bienes del Señor Señor en la tierra de los vivos.en la tierra de los vivos.Espera en el Señor, sé fuerte;Espera en el Señor, sé fuerte;ten ánimo, espera en el Señor.ten ánimo, espera en el Señor.

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Fl 3, 17-4,1 17 Imitad mi ejemplo, hermanos, y fijaos en quienes me han tomado como norma de conducta. 18 Pues como ya os advertí muchas veces, y ahora tengo que recordároslo con lágrimas en los ojos, muchos de los que están entre vosotros son enemigos de la cruz de Cristo. 19 Su paradero es la perdición; su dios, el vientre; se enorgullecen de lo que debería avergonzarlos y sólo piensan en las cosas de la tierra. 20 Nosotros, en cambio, tenemos nuestra ciudadanía en los cielos, de donde esperamos como salvador a Jesucristo, el Señor. 21 Él transformará nuestro mísero cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene para someter todas las cosas.4 1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, vosotros que sois mi gozo y mi corona, manteneos firmes en el Señor, queridos.

Interior Basílica de la Transfiguración

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Aclamación Mateo 17, 5

En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre:Este en mi Hijo,el amado: ecuchadle.

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Lucas 9, 28b-3628 Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte para orar. 29 Mientras oraba, cambió el aspecto de su rostro y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandeciente. 30 En esto aparecieron conversando con él dos hombres. Eran Moisés y Elías, 31 que, resplandecientes de gloria, hablaban del éxodo que Jesús había de consumar en Jerusalén. 32 Pedro y sus compañeros, aunque estaban cargados de sueño, se mantuvieron despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos que estaban con él. 33 Cuando éstos se retiraban, Pedro dijo a Jesús:–Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.Pedro no sabía lo que decía. 34 Mientras estaba hablando, vino una nube y los cubrió; y se asustaron al entrar en la nube. 35 de la nube salió una voz que decía:–Este es mi Hijo elegido; escuchadlo.Este es mi Hijo elegido; escuchadlo.36 Mientras sonaba la voz, Jesús se quedó solo. Ellos guardaron silencio y no contaron a nadie por entonces nada de lo que habían visto.

Monte Tabor. Basílica de la Transfiguración. Recuerda las tres tiendas