Circular 15 Impacto Luterano

8
Circular #15 «Por eso te hice pedazos, por medio de los profetas» (Oseas 6,5) A todas las familias. Me alegra estar una vez más con todos ustedes, especialmente en octubre. Para la Iglesia, este mes está dedicado a las misiones precisamente porque coincide con el mes del descubrimiento de América, lo que representó hasta hace un siglo el reto más grande para la evangelización. Imagínense toparse con seres humanos y territorios nunca antes vistos. Además, tanto la cultura como el lenguaje representaban ya de por sí todo un desafío por descubrir. No es de extrañar que las grandes órdenes religiosas del pasado se hayan quedado fascinadas ante tal espectáculo. Así tenemos a los franciscanos, dominicos, agustinos, jesuitas, mercedarios, carmelitas, y otros más, que sin duda maduraron enormemente en el arte de evangelizar y misionar. No sorprende que si hoy conocemos los idiomas originales de por aquí (náhuatl, maya, otomí, tzotzil, quiché, etc.) fue gracias a la labor misionera de aquellos días. También no sorprende tampoco que muchos oficios y artes transmitidas por aquellos misioneros perduren hasta la fecha (como es el caso de la zona michoacana donde estuvo Vasco de Quiroga, o las miniciudades comunitarias de los jesuitas en Paraguay). Curiosamente, en torno a los años del descubrimiento de América, del otro lado del mundo estaba ocurriendo otro acontecimiento sin precedentes. De hecho, este 31 de octubre se cumplirán 498 años de la primera protesta formal de uno de los personajes más decisivos de la historia: Martin Lutero. Corría el año 1517; en nuestro continente apenas se estaba gestando la ocupación y conquista total de México; pero en Alemania un monje agustino se atrevió a hacer lo que unos cuantos personajes antes que él ya habían hecho: protestar. Es por ello que, con motivo de tal aniversario, y como un aporte para el mes de las misiones, deseo expresarles algunos puntos que considero el impacto luterano. Es decir, a raíz del movimiento de protesta iniciado por este alemán, ¿cuál es su legado? Y especialmente, ¿cuáles son sus mayores cuestionamientos hacia la fe católica? La exposición será muy similar a la circular #13, no profundizando en aspectos históricos sino en puntos generales que considero de gran relevancia, especialmente 1

description

Breve reflexión en torno a la vida y obra del reformador Lutero

Transcript of Circular 15 Impacto Luterano

Page 1: Circular 15 Impacto Luterano

Circular #15

«Por eso te hice pedazos,por medio de los profetas»

(Oseas 6,5)

A todas las familias.

Me alegra estar una vez más con todos ustedes, especialmente en octubre. Para la Iglesia, este mes está dedicado a las misiones precisamente porque coincide con el mes del descubrimiento de América, lo que representó hasta hace un siglo el reto más grande para la evangelización. Imagínense toparse con seres humanos y territorios nunca antes vistos. Además, tanto la cultura como el lenguaje representaban ya de por sí todo un desafío por descubrir. No es de extrañar que las grandes órdenes religiosas del pasado se hayan quedado fascinadas ante tal espectáculo. Así tenemos a los franciscanos, dominicos, agustinos, jesuitas, mercedarios, carmelitas, y otros más, que sin duda maduraron enormemente en el arte de evangelizar y misionar. No sorprende que si hoy conocemos los idiomas originales de por aquí (náhuatl, maya, otomí, tzotzil, quiché, etc.) fue gracias a la labor misionera de aquellos días. También no sorprende tampoco que muchos oficios y artes transmitidas por aquellos misioneros perduren hasta la fecha (como es el caso de la zona michoacana donde estuvo Vasco de Quiroga, o las miniciudades comunitarias de los jesuitas en Paraguay).

Curiosamente, en torno a los años del descubrimiento de América, del otro lado del mundo estaba ocurriendo otro acontecimiento sin precedentes. De hecho, este 31 de octubre se cumplirán 498 años de la primera protesta formal de uno de los personajes más decisivos de la historia: Martin Lutero. Corría el año 1517; en nuestro continente apenas se estaba gestando la ocupación y conquista total de México; pero en Alemania un monje agustino se atrevió a hacer lo que unos cuantos personajes antes que él ya habían hecho: protestar.

Es por ello que, con motivo de tal aniversario, y como un aporte para el mes de las misiones, deseo expresarles algunos puntos que considero el impacto luterano. Es decir, a raíz del movimiento de protesta iniciado por este alemán, ¿cuál es su legado? Y especialmente, ¿cuáles son sus mayores cuestionamientos hacia la fe católica? La exposición será muy similar a la circular #13, no profundizando en aspectos históricos sino en puntos generales que considero de gran relevancia, especialmente para todos aquellos que deseen ser misioneros: la revolución luterana es un parteaguas que no podrán ni deberán ignorar. Así pues, comencemos.

Libertad de expresión.

Si hay algo que caracterice típicamente a Lutero es sin duda la afinidad y libertad para expresar su más sincero parecer sobre ciertos aspectos que estaban amenazando con reducir la fe de aquel entonces. Ciertamente él no fue el único que se atrevió a emitir sus disgustos; ya en el pasado Valdo, Ockham, Wiclef, y otros más ya percibían que ciertas cosas dentro de la Iglesia debían reformarse pero que era además necesario denunciarlas abiertamente para provocar el cambio tan esperado.

Con Lutero, debido a su formación teológica, podía percibir ciertas circunstancias que impedían notablemente la vivencia de la fe en libertad. Recordemos el caso de la compra-venta de indulgencias, un buen número de presbíteros y obispos ignorantes y concubinarios, y una generalizada ignorancia en el pueblo católico sobre lo esencial en la fe, especialmente su alejamiento de la Sagrada Escritura. ¿Qué hacer al respecto? ¿Con quién quejarse? ¿Me harán caso? ¿Qué consecuencias habrá si hablo? Quizás estas y

1

Page 2: Circular 15 Impacto Luterano

otras preguntas debieron cruzarse por la mente de este agustino, y no era para menos. De haber sido tomado con mala intención, habría estado solo ante posibles represalias.

Aún así no se calló. Habló, predicó, escribió, debatió, defendió, encaró lo que debía encarar, y otras cosas más. Aunque sea criticable su pensamiento en numerosos aspectos, es innegable que era un hombre valiente que a pesar de las circunstancias optó por ser fiel a sus convicciones. Ejercida correctamente esta cualidad, en la Sagrada Escritura queda reportada como profetismo, ese carisma para anunciar la salvación y denunciar el pecado. En efecto, ya en los grandes profetas del Antiguo Testamento es posible ver la mordaz crítica que estos hombres lanzaban hacia una religiosidad ignorante y al culto vacío; igualmente la idolatría quedaba ridiculizada y los crímenes y pecados de los pastores de Israel evidenciados: esa libertad para expresar el pensamiento de Dios quedó para siempre consignada en la Biblia como Palabra de Dios.

Lo mismo sucedería en el Nuevo Testamento: Juan Bautista, los Apóstoles, discípulos y el mismo Jesucristo ejercerían esta libertad para comunicar el Evangelio al mismo tiempo que, según la relación íntima con Dios y tras una observación minuciosa de la realidad, podían denunciar el pecado que obstaculizaba la Voluntad de Dios. La Iglesia naciente en eso también se distinguiría: gran parte de los Padres de la Iglesia fueron de alguna manera profetas de su tiempo contribuyendo notablemente a la continua reforma de la Iglesia.

No es casual que la mayoría de personas santas que nos precedieron en la Iglesia, en su momento se hayan enfrentado a la realidad misma que, como verdaderos profetas, miraban directo a la cara hasta sus últimas consecuencias, y por lo mismo se hayan visto envueltos en toda clase de resistencias, persecuciones, incomprensiones y hasta el homicidio.

Los últimos dos siglos también fueron enormemente fructíferos en cuanto a verdaderos profetas que, junto a su preparación teológica, conducirían hacia la reforma de la Iglesia manifestada en el Concilio Vaticano II. Sería muy extenso mencionar a todos ellos, pero basta con decir que uno está aún con vida: Joseph Ratzinger, mejor conocido ahora como Benedicto XVI, un verdadero profeta que hasta la fecha expresa con libertad el Evangelio de Cristo de manera tal que el universo ateo y antireligioso no encuentra forma de refutarlo: habla con la verdad.

Pero bueno, sigamos con Lutero. Ante un sistema eclesial que no fue capaz de escucharle con atención, y sin la disponibilidad para que Lutero asumiera sus errores, la inminente respuesta fue la división, algo totalmente contrario al espíritu del Evangelio. Pero, qué más se podía hacer. Al no haber disponibilidad para la escucha lo único que tienes al alcance es o la renuncia silenciosa, o permanecer pero con la carga de la injusticia. Quizás esta haya sido la experiencia de muchos de ustedes o de sus conocidos: ante alguna injusticia padecida y a falta de un organismo como el de Derechos Humanos, simplemente o aguantaron o se fueron para jamás volver a la Iglesia. Y es que aunque el mismo Derecho Canónico en el libro II estén consignados los derechos de los laicos, éstos sufren constantes atropellos y abusos que parecieran ser uno de los principales obstáculos para la credibilidad de la Iglesia ante el mundo.

Por ello, el primer legado de Lutero sería crear la conciencia crítica del cristiano; es decir, que a raíz de la fe bíblica se conceda el derecho y la libertad a expresar disparidades, quejas y sugerencias con tal mirar al bien de la Iglesia. Esa fue la convicción inicial de Lutero: contribuir para dibujarle un nuevo rostro. Lamentablemente este malentendido terminó en una división que sería la madre de casi todo el protestantismo actual.

2

Page 3: Circular 15 Impacto Luterano

Así que hoy, si alguno de ustedes desea ser misionero, no se olvide que en el campo de batalla se encontrarán con un sinfín de objeciones y ataques hacia la fe católica que nace de la libertad de expresión de los no-católicos. Entonces sería bueno comenzar por revalorizar lo nuestro y desde nuestra libertad de ser católicos evangelizar sin miedos ni obstáculos. Me temo que para esto hay que tener madera de pastor y profeta, pues la misión es muy exigente y arriesgada, por lo que se requiere más que buenas intenciones para hacer frente a la división y los ataques anticatólicos provocados por Lutero. La demagogia y el populismo, o sea, decirle a la gente lo que quiere oír, es traición a la misión y a la libertad de expresión misma. Si el compromiso del misionero católico está con la verdad, ya no puede darse el lujo de predicar verdades a medias ni de hacerse de la vista gorda ante las dificultades que se presentan al interno de la Iglesia. Lutero pudo haberlo hecho, pero el orgullo y la decepción pudieron más que él.

Por eso, si alguno de ustedes está sufriendo alguna injusticia dentro de la Iglesia, en primer lugar le invito a no dejar de orar por los injustos, y a no precipitarse a tomar la decisión de abandonar la fe católica. Esta es la Verdadera Iglesia de Cristo, pero la formamos muchísimos pecadores que a veces hacemos tropezar a los demás y les impedimos el encuentro con el Señor. Esta es tu casa, así que no tienes porqué abandonarla; pero eso sí, prepárate mejor en la fe, profundiza y conoce tus derechos por medio de la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia expresado en el Derecho Canónico (especialmente el libro II). Y también trata de ofrecer tus padecimientos e injusticias a favor de la Iglesia, para que cada vez progresemos en la conversión (ver Colosenses 1,24). Pero por favor, no optes por la división y la protesta silenciosa. No estás solo en esto, y no todos son iguales entre los católicos: aquí existen un sinfín de personas extraordinarias que están dispuestas a tenderte una mano. Así que no hay que desanimarse ante este mal presente, ni hay que tomar la actitud luterana radical.

Retorno a las Escrituras.

El siguiente legado luterano por supuesto que es el re-descubrimiento del mundo bíblico como fuente de vida para la fe de los cristianos. Gracias a la traducción que hizo contribuyó a la conformación futura del lenguaje alemán así como lo conocemos hoy, muy similar a lo que lograron los hermanos Cirilo y Metodio con los eslavos o Woúlfila con los bárbaros godos.

En sí, Lutero demostró que buena parte de los creyentes de aquella época estaban alejados de la Escritura y que por ello eran presas fáciles de la superstición y de la idolatría , entre otras cosas. Es por esta razón que este agustino es movido a traducir al lenguaje local la Biblia para que los fieles sencillos pudieran acceder a ella. Algo similar hicieron los monjes benedictinos Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, traduciendo inicialmente los 73 libros bíblicos al español clásico.

En la Iglesia, las traducciones a nuestros respectivos idiomas se distribuyeron con total libertad a partir del siglo pasado, con resultados sin precedentes: mucha gente ha cambiado de vida a raíz del encuentro con la Palabra. Por eso Lutero y todos los que le siguieron notaron perfectamente que el acercamiento a las Escrituras provoca un giro total en la vida del que se acerca con fe.

Es por ello que, para el que desea ser misionero, debe estar consciente que hoy ya no se puede ir a evangelizar sin la Biblia. Ya muchos protestantes se nos han adelantado en cuanto a difundirla. Lo que se requeriría hoy es que el misionero ayude a que la Biblia se lea adecuadamente apelando a la Iglesia de la cual surgió, pues el separar a la Palabra de Dios del Catolicismo significa mutilarla, dejarla incompleta, y así se convierte en presa fácil de las interpretaciones personales arbitrarias que la hacen decir lo que no dice.

3

Page 4: Circular 15 Impacto Luterano

Así que cuidado: hoy no se puede pretender tener vocación al sacerdocio y al matrimonio sin haber leído la Biblia. De dar el paso sin confrontarse con la Sagrada Escritura será fuente de muchas decepciones y sinsabores de la propia vocación.

Y me temo que la situación al tiempo de Lutero aún está lejos de terminar, pues si hoy a pesar de los medios de comunicación existentes, más del 80% de nuestros hermanos católicos desconoce la Biblia: el resultado es una enorme masa católica sin ningún interés por Cristo y su Evangelio . La fiesta patronal en este sentido jamás suplirá al encuentro con la Palabra de Dios.

En resumen, podríamos decir que el aporte luterano en este aspecto es confrontar todo con la Escritura; es decir, ver qué dice la Biblia al respecto en todo el quéhacer cristiano, y ante las dificultades y desafíos, poder recurrir a ella para encontrar la inspiración de Dios y actuar en consecuencia.

Reivindicación del laicado.

Este es quizás uno de sus legados más importantes y que cambió para siempre la forma de concebir a la Iglesia. En efecto, con Lutero comienza una revalorización del papel de los laicos en orden a la salvación. Con el pensamiento luterano nació la concepción de que todo miembro de Cristo es misionero y con el deber de comunicar su fe cristiana, y vivirla hasta sus últimas consecuencias. Aquí puede notarse la diferencia entre los países mayormente católicos de los mayormente protestantes: los índices de corrupción son mucho más altos en los países mayormente católicos. ¡Qué curioso!

Además, sutilmente Lutero fue evidenciando que al sobrevalorizar la dignidad sacerdotal se llegaba a la división entre éstos y los laicos. Un enorme muro los separaba. Entonces ya no se notaba así al Pueblo de Dios sino a una estructura piramidal que imitaba al sistema de gobierno de los reyes, en donde hay una clara distinción entre señores y vasallos.

Pues bien, Lutero intenta derribar este modelo y pone su atención en el laico que normalmente estaba alejado del Libro Sagrado. Es aquí donde comienza la obra por la superación y desarrollo de la persona por medio de la fe: al fin los laicos podían saborear los tesoros bíblicos sin miedo a que se les reprimiera. Algo similar ocurrió con Valdo unos cien años antes que Lutero. Era un laico que experimentó una auténtica conversión a raíz de la lectura del Evangelio; y tanto fue su deseo de comunicar esta experiencia que empezó a predicar por las calles y a deshacerse de sus bienes para darlo a los pobres: estaba luchando por su liberación espiritual. Cuando decide pedir permiso a la Iglesia para seguir con su actividad apostólica itinerante, simplemente no fue escuchado. Se le impusieron varias trabas, que a final de cuentas no logró que le dieran el banderazo de arranque a su obra. Pudo haber sido el fundador de una comunidad de misioneros fervorosos, pero el proyecto fracasó por las negativas eclesiásticas, tanto que a la muerte de Valdo, sus seguidores después llamados valdenses decidirían continuar de manera clandestina con la predicación, hasta llegar a abrazar el protestantismo y pasarían a ser la primera iglesia evangélica italiana cuyos miembros actualmente rebasan los veintemil. Lamentablemente los valdenses decidieron dar un paso atrás en la fe católica y hasta la fecha no se ha logrado una reconciliación plena. No los hemos recuperado. Parece que Lutero vivió en carne propia lo mismo.

Además, si hoy se concibe el papel del laico a partir de su dignidad de hijo de Dios por medio del Bautismo, ejerciendo su sacerdocio común, en gran medida se debe al cuestionamiento luterano al respecto. Para él era claro que el laico tenía un lugar especial dentro de la Iglesia y que debía respetarse

4

Page 5: Circular 15 Impacto Luterano

puesto que el Espíritu Santo también habita en él, dotándole de dones que le capacitan para acercarse a la Sagrada Escritura.

Hoy ya puede verse que los laicos cada vez van llevando adelante la evangelización hasta los lugares más insólitos. Si se llegó a esto fue en parte gracias al cuestionamiento luterano. Así que si hoy desean ser misioneros deben saber que se debe optar por los laicos pues sin ellos no se logrará nada; hay que luchar por su superación continua por que tengan cada vez más protagonismo en su vida de fe. ¡Ya basta de tratarlos como eternos niños ignorantes! También ellos pueden pensar y resolver problemas, incluso hasta mejor que muchos presbíteros. ¡Este es el siglo de los laicos! ¡Aprovechémoslo! Que no se repitan más los errores del pasado.

Misión sin fronteras.

Un último legado de este monje agustino sería sin duda el sentar las bases para una evangelización global cuyo impacto esté medido por la Palabra de Dios. Si todos los que se acercan a la Sagrada Escritura experimentan un cambio total de vida, no es posible que se lo guarden para ellos mismos: deben compartirlo con el mundo. Es así que en el mundo protestante en todas sus ramas posibles, casi el 80% de sus miembros se saben y se sienten misioneros que cuentan con el auxilio del Espíritu Santo para predicar hasta los confines de la tierra.

No ha habido lugar, valle, zona, país, ciudad, que ellos no hayan pisado. Se les puede ver hoy en medio de conflictos armados, o en las selvas más oscuras, escalando las cimas más peligrosas, con el afán de convertir el mundo a Cristo. Este celo apostólico debería pertenecernos, pero la pereza mental nos ha impedido hacer muchas cosas. No siempre ayuda que estemos cómodos y sin que nos persigan: nos empezamos a enfriar en la fe. La misión entonces no debe tener fronteras; esto para que lo tengan en cuenta los futuros misioneros católicos. Su campo de acción está en las calles, mercados, plazas, buses, y en todo lugar.

Conclusión.

¿Qué más decir? Después de todo este rollo simplemente digamos que sin la intervención de Lutero, muchas cosas serían distintas ahora dentro de la Iglesia. Quizás por eso dicen por ahí que Dios escribe derecho en renglones torcidos. Pues esto se cumple con Lutero. Hay veces que necesitamos de un contrincante fuerte para sacudir los cimientos de lo que creemos para que lo valoremos y lo profundicemos. Así que tras 498 años de la protesta luterana ciertamente que la Iglesia logró reformarse, y sigue haciéndolo. ¡Reformémonos también nosotros! El cambio y el nuevo rostro de Iglesia se logrará en la medida en que tomemos en serio nuestro papel en la Iglesia y aprovechando los elementos positivos que Lutero sembró para la posteridad.

¡Gracias sean dadas al Señor por la rebelión de Lutero! De no haber sucedido, hubiera costado mucho trabajo despertar a este Gigante dormido, nuestra Santa Madre Iglesia. Nos vemos pronto, y gracias por su atención esmerada y paciente.

Con afecto y dedicación.Héctor Joel Arenas Blanco.

Ixtapaluca, Edo. Méx., a 7 de octubre de 2015. Memoria de Nuestra Señora del Rosario.

5