“El siglo XX, en efecto, ha sido el siglo de las grandes guerras y de las grandes masacres desde el Estado. Fenómenos como el nazismo, el fascismo y el estalinismo, entre otros, son emblemáticos al respecto. Ellos dieron lugar a prácticas donde la muerte fue planificada fría y científicamente y, adicinalmente, racionalizada y justificada mediante ideologías diversas.” (Luis Corvalán, (2003). La tesis sobre la conspiración universal del mal absoluto como recurso de la violencia extrema desde el Estado, Mapocho: nº 53, primer semestre, 2003, pág 233)

“Sólo la estirpe aria podría ser considerada como representante de la primera categoría” (Adolfo HitlerMi Lzcchn, B. Aires, Ed. Moderna, s/f, pá. 101.)

Hitler de hecho represent6 una solucidn decisionista fiente al cuadro que describe. Es decir, postuló una respuesta basada en la fuerza frente a las amenazas que percibe sobre Alemania. (Luis Corvalán, (2003). La tesis sobre la conspiración universal del mal absoluto como recurso de la violencia extrema desde el Estado, Mapocho: nº 53, primer semestre, 2003, pág 245)

La tendencia a conformarse con medidas anodinas constituye el sintoma de la decadencia interna, a la cual seguirá tarde o temprano el desastre nacional”( Adolfo Hitler, op. cit., pag. 93.)

No hay duda de que la condición preliminar indispensable para luchar por la libertad, contra el extranjero, consiste en suprimir las causas de nuestro desastre, destruyendo a los que se benefician de él,” (Adolfo Hitler, op. cit., pig. 210.)

“fue el instante de atacar a la traidora secta formada por los envenenadores judíos de nuestra naci6n. Entonces... debi6 el gobierno con firme determinaci6n y sin misericordia extirpar de cuajo a los que excitaban a la opini6n pública en contra de la nacionalidad ... En los momentos en que caían en el campo de batalla los mejores, los que permanecieron en la lo menos, haber suprimido la ponzoña” (Adolfo Hitler, op, cit, pág. 63)

“El movimiento nacional socialista debe procurar que, en nuestro país por lo menos, se acabe con el sañudo enemigo y que la pugna contra el mismo sea como una antorcha que ilumine un período menos lóbego para otras naciones también, y beneficie a la humanidad aria en su lucha por la vida” (Adolfo Hitler, op. cit., pig. 220.)

“En efecto, destruir a los judios equivaldria a cumplir mandatos superiores de la naturaleza y de la divinidad. Seria la ley natural la que consagra la primacia de la raza aria y, por tanto, el sometimiento o destrucci6n de los débiles. La naturaleza no acepta el triunfo de estos últimos sobre los primeros. Ello forzosamente equivaldría la destrucci6n de la cultura” (Luis Corvalán, (2003). La tesis sobre la conspiración universal del mal absoluto como recurso de la violencia extrema desde el Estado, Mapocho: nº 53, primer semestre, 2003, pág 246)

“si el judio conquistara, con la ayuda del credo marxista, las naciones de este mundo, su corona seria la guirnalda fúnebre de la raza humana y el planeta volveria a girar en el espacio despoblado como lo hacia

millones de años atrás ... La naturaleza eterna sabe vengar en forma inexorable cualquier usurpación de

sus dominios... De aqui que yo -agrega- me crea en el deber de obrar en el sentido del Todopoderoso Creador: a1 combatir a los judios, cumplo la tarea del Señor” (Adolfo Hitler, op. Cit., pág. 26-27.)