Clarice Lispector - Sólo Para Mujeres

8/10/2019 Clarice Lispector - Slo Para Mujeres

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CLARICE LISPECTOR

SLO PARA MUJERESConsejos, recetas y secretos

Traduccin del portugus deElena Losada

Libros del Tiempo Ediciones Siruela


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CONSEJOS


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Apariencia: todo tiene remedio

Eres moralmente tan anticuada que consideras la va-nidad femenina una frivolidad? Ya deberas saber que lasmujeres quieren sentirse guapas para sentirse amadas. Yquerer sentirse amada no es una frivolidad.

Si piensas que has nacido as y que no tiene remedio,ten la seguridad de que ests desistiendo de algo muy im-portante: de tu propia capacidad de atraer. Quieres saberalgo? La obesidad tiene remedio. El pelo sin vida tieneremedio. Una cara sin gracia tiene remedio. Todo tiene re-

medio.La solucin? La solucin es no ser una mujer desanima-da y triste. Y la otra solucin es tener como objetivo ser tmisma, pero ms atractiva, y no alcanzar un tipo de bellezaque nunca podra ser el tuyo.

Para no parecer boba

Nunca leste de pequea el cuento de una princesamuy guapa pero que por la maldicin de un hada mala


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no poda abrir la boca sin que le saliesen sapos, lagartos yratones?

Pues la manera moderna de que salgan sapos y cule-

bras de la linda boca de una joven es decir muchas tonte-ras con los labios perfectamente maquillados. Pero esto nosucede por la maldicin de un hada mala, sino por ignoran-cia, por falta de cultura. Una de esas princesas modernas,al escuchar una conversacin sobre Hemingway, pregunt:Cul es la ltima pelcula que ha hecho?.

Leer es una costumbre que todo el mundo debera tener.No queremos decir con eso que todos lean cosas difciles.

Incluso una revista bien informada y bien leda puede seruna fuente de cultura que al menos evite sapos y culebras.

Se puede amar sin admirar?

Se puede dar un amor natural, comn. Se puede sentirpena por una persona o atraccin fsica hacia ella y enga-arse pensando que esa reaccin es amor. Pero para queexista el amor real es necesario admirar alguna cosa en lo en ella. Theodore Reik cree que el amor slo es posiblecuando atribuyes un valor ms alto al otro que a ti mismo,cuando ves en ella o en l una personalidad que, por lomenos en algn sentido, es superior a la tuya.

Fotografiamos para ti. La excntrica

La vida no es cine, y es muy difcil usar la excentrici-dad. La excentricidad es un deseo desesperado de agradar.El instinto de las mujeres las avisa de hasta dnde puedenllegar en su deseo de agradar. Has pensado alguna vez enel esfuerzo enorme que la excentricidad exige de una mu-

jer? Casi un esfuerzo fsico para mantener algo antinatural.Despus de algunas horas se ve en el rostro de la excntricasu enorme cansancio, sus ganas de volver a casa


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Qu es la excentricidad? De manera general, la exage-racin. A los hombres les gusta el perfume? La excntricase baa en perfumes El escote es bonito? Ella entonces

se desnuda. Entrar con seguridad en una sala es elegan-te? Entonces vamos a hacer una entrada teatral. La natu-ralidad es agradable? Entonces vamos a fingir naturalidadconfundindola con la vulgaridad. A los hombres les gus-ta el compaerismo? Entonces vamos a beber como unhombre, a decir palabrotas y a demostrar que estamos porencima de esa cosa ridcula que es una mujer educada. Laexcentricidad es un esfuerzo que termina en tristeza.

Hora y tiempo para todo

Por qu hay mujeres que nunca se acuerdan de mirarel reloj cuando van a salir? Por eso es normal verlas, porla maana temprano, camino de la oficina, ya cargadas depinturas, joyas y perfumes, ostentando vistosos atuendos.No notan el ridculo que hacen. Otras, exagerando lo quepretenden que sea su sencillez, se presentan en cualquierlugar, en horario nocturno, a veces incluso en reuniones encasas particulares, con sandalias, faldas y blusas deportivas,cuando no con pantalones y los peinados menos indicados.

Una mujer elegante no hace esto. Para sta el lugar yla hora son factores importantes para la tarea de vestirse

bien y presentarse bien. Tan importantes como la edaden relacin con la moda, el maquillaje y el peinado.Si no quieres ser objeto de crticas irnicas, de risitas,

antes de empezar a arreglarte, antes de elegir el peinado yel vestido que vas a llevar, mrate primero a ti misma: Quedad aparento?. Despus tu tipo: No estar un poco gor-da (o delgada) para llevar esto?. Despus el reloj. Todoesto, claro, despus de haber decidido si vas a un lugar don-

de se exige ropa deportiva o traje de vestir.


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Quien mucho agrada, desagrada

Nunca he odo este proverbio, creo que acabo de in-

ventarlo. Pero vas a ver cmo este proverbio, inventado ono, se aplica a las personas que conoces: las que quierenagradar a cualquier precio. Entonces se vuelven encanta-doras. Intentan adivinar los mnimos deseos de los otros.Intentan elogiar de cualquier forma. Empiezan tambina mostrar que se sacrifican a cada momento. Este tipo en-cantador pesa en el alma de los dems. En una palabra:desagrada.

Si se consigue ser uno mismo y estar a gusto, se permitea los otros ser ellos mismos y estar a gusto.

Los espejos del alma

Desde la ms remota antigedad, los ojos han servido detema para poemas, ensayos, proverbios, leyendas, etctera.Los de Cleopatra (que se los maquillaba mucho, como laselegantes modernas) eran tan clebres como su nariz y de-ben de haber desempeado tambin un papel importanteen el cambio de destino de la humanidad.

La moda actual insensata en tantos aspectos, al menospor lo que se refiere a los ojos, demuestra haber compren-dido su importancia para destacar la belleza de un rostro.

En efecto, nunca ha habido tanto refinamiento en el ma-quillaje de los ojos como ahora. Su forma es subrayada yalargada con trazos de lpiz; el rmel, que hasta hace bienpoco tiempo se limitaba al negro y al marrn, hoy se en-cuentra en los ms variados matices de verde, azul, violetao gris, y un muestrario de sombras para ojos recuerda lapaleta de un pintor abstracto.

Pero no slo eso. Recientemente en Pars han salido som-

bras doradas y plateadas para la noche. Y Josephine Baker,la famosa cantante y bailarina caf au lait, ha lanzado lamoda de pegarse sobre cada prpado una pequea piedra


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preciosa. De esta manera, cualquiera que quiera tomarseesa molestia (un trabajo casi de orfebre) podr exhibir unamirada refulgente...

En cuanto a las pestaas postizas, en otro tiempo usadasslo por las actrices en el escenario o en la pantalla, su usose est difundiendo cada vez ms, incluso de da.

Para que los ojos sean bellos, no basta, sin embargo, quesean grandes, que tengan un color especial o que estn ma-quillados con cuidado. Es necesario que en ellos haya algoms. Porque, al ser los espejos del alma, deben reflejardulzura, comprensin, inteligencia.

En resumen, ms importante que los ojos es la mirada.

El paraguas-sombrilla

Nuestras abuelas consideraban la sombrilla un elementode coquetera. Adems, nadie quera manchar con el soluna piel radiantemente blanca. Hoy preferimos el broncea-do en verano, pero podemos usar la gracia de un paraguasdecorado, estampado y alegre como una sombrilla. Sobretodo porque las lluvias de verano son lluvias alegres

Quien no tiene rostro

Hay mujeres de quienes podramos decir: no tienen ros-tro. Realmente es as, pues su fisonoma est sumergidade tal manera, con rasgos indecisos y colores apagados, querecuerdan un cuadro slo esbozado y nunca terminado.

Despierta un rostro apagado

Sabras crear, sobre un rostro apagado, tu verdaderorostro? Despertar la expresin? Subrayar los rasgos? Darsal y gracia a una fisonoma dormida?


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Sabes, por ejemplo, encender en una mirada mortecinauna leve llama de vivacidad?

Supongamos que eres rubia o que, a pesar de ser cas-

taa, tienes aquellos ojos medio apagados que a veces seven en las rubias. No es necesario abusar del maquillaje.Primer trabajo: sombras, destinadas a definir, acentuar ysubrayar (sin sobrecargar) la forma del prpado. Despus:con trazos del lpiz apropiado subraya la lnea de las pesta-as superiores y acenta la lnea inferior, a partir del centrodel prpado en direccin al ngulo externo del ojo. Y, paraacabar, rmel en las pestaas y lpiz en las cejas (para igua-

larlas y acentuar su forma).

A quin debes imitar?

sa es la cuestin: debes imitarte a ti misma. Es decir: tutrabajo es descubrir en tu propio rostro la mujer que serassi fueses ms atractiva, ms personal, ms inconfundible.Cuando creas tu rostro, tenindote a ti misma como base,tu alegra es la de un descubrimiento, la de una revelacin.

Estar ocupada

Si te sobra demasiado tiempo, hasta el punto de conocer

una de las peores cosas de la vida el tedio, piensa en estasposibles ocupaciones:Explotar las aptitudes con las que has nacido o las que

has adquirido y que podran desarrollarse.Hacer de algunas de tus aptitudes un medio de trabajo

regular, remunerado.Aplicar tu bondad a servir a cuantos la necesiten.En vez de comprar todas las cosas que t o tu familia

necesitis, hazlas t misma.


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La casa propia aumenta la felicidad?

Tener una casa en propiedad, donde pueda hacer mejo-

ras y cambiarla a su gusto, es el sueo de toda mujer. Conraras excepciones, una esposa preferir una casa propiaa un coche. Un hogar si la casa es propia aumenta lasensacin de seguridad de una esposa y da al hombre unasatisfaccin muy parecida a la del deber cumplido ante sufamilia. Saber que los suyos tendrn un techo, que l les hadado a costa de su sudor y de su sufrimiento, contribuyea reforzar el carcter ya formado de un hombre. Estrecha

los lazos y naturalmente contribuye mucho a la felicidadcompleta de una pareja. Decimos contribuye, porque unacasa por s sola no da la felicidad a nadie, pero ayuda a en-contrar o a reforzar la felicidad existente.

Aciertan las parejas que hacen sacrificios enormes paraadquirir su casa, porque en la lucha en comn y en las pri-

vaciones de pequeos placeres y alegras, se encuentran ma-duros para la vida y ms dispuestos a comprenderse mejor.

La carrera para llegar a la hora

La puntualidad es una costumbre que descansa. Si estssiempre corriendo para llegar a la hora, estars en continuoestado de tensin.

Saber que llegas a la hora te dar una sensacin de cal-ma y de seguridad. Pero mira lo que sucede cuando de re-pente miras el reloj y descubres que llegars muy tarde. Elpequesimo shockhace que tenses los msculos.

Quien llega siempre tarde, paga, sin saberlo, un precio:una constante, aunque leve, insatisfaccin consigo misma.

Por no hablar del cansancio que da tanto correr paraapagar el fuego. Y sin hablar del aspecto jadeante y desa-

gradable para los otros.Y todo eso porque algunos minutos no te parecieron im-

portantes y de repente te parecen importantsimos

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