Clases sociales

Laura María Pérez ÁlvarezMaría Belén Bautista MárquezElia Piedra RegueroJesús Carrasco JaraJose María de Mingo RegidorMaría del Carmen Nieto

A lo largo de estas páginas realizaremos una crítica en la que trataremos de estudiar el papel de las clases sociales en el arte, pero antes de comenzar con el estudio de dicha investigación, es importante explicar su significado, así como su historia.

Los componentes de una clase social tienen una característica común que los une de manera social y económica. Esta característica puede estar relacionada con su poder adquisitivo o “económico”, con la función productiva o “social” o con la posición dentro de la burocracia. Los vínculos que enlazan a los distintos individuos de una misma clase social pueden generarse a partir de los intereses u objetivos que estos individuos consideran comunes a ellos y que refuerzan la solidaridad interpersonal. Independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, la formación de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean mutuamente dependientes a un marco social mayor.El sistema de clases provoca una jerarquización de la sociedad en función de los ingresos, riquezas y acceso a recursos materiales. No obstante, una clase social no es un grupo cerrado, de manera que un individuo perteneciente a una clase social en un momento determinado puede pasar a otra clase social distinta. El sistema de clases es típico en la estratificación de las sociedades de Europa en los siglos XVII y XI y está íntimamente relacionado con el sistema productivo. También otras sociedades no igualitarias mantienen este sistema de clases, en el que no existe igualdad de acceso a los recursos.

Ahora bien, nuestro objetivo es estudiar el arte como producto de la sociedad humana, analizando los distintos componentes sociales que concurren en el origen y la difusión de la obra artística. Es por ello, que tenemos que tener en cuenta la sociología y la psicología del arte.

La sociología es una ciencia multidisciplinar que para ser analizada recurre a diversas disciplinas como la cultura, la política, la economía y demás ciencias sociales que influyan en el devenir de la sociedad. Entre los objetos de estudio de la sociología del arte se encuentran varios factores que intervienen desde un punto de vista social en

Enric Sanjaume (2009) Fotografía que refleja el lujo y la pobreza

la creación artística como la situación social del artista o la estructura sociocultural del público al que va dirigido.

La psicología del arte estudia los fenómenos de la creación y la apreciación artística desde una perspectiva psicológica, pues el arte es una manifestación humana.

Consideramos que el arte, como fenómeno de la conducta humana, puede servir como base de análisis de las sociedades y de las diferencias que existen dentro de ella. Sin embargo, a veces, esas obras no son reflejo de la sociedad, motivo por el cual tiene sentido la presente crítica.

Durante muchos años, la ostentosidad, las riquezas, hombres y mujeres de poder…eran con frecuencia representados en obras pictóricas, esculturas, etc. ¿Pero representaban la realidad del momento? ¿La sociedad estaba compuesta por gente con dicho poder? La respuesta a estas preguntas es claramente negativa, sólo representaban a una pequeña parte de la población. Sin embargo, eran los que tenían poder económico y los que contrataban a los artistas. En estos casos, las imágenes no nos cuentan todos los pormenores de épocas en la que la mayoría de la población era pobre.

Incluso en civilizaciones antiguas podemos ser partícipes de esas grandes diferencias, en el caso de los egipcios por ejemplo, las pirámides estaban llenas de tesoros, con camas de oro sólido y piedras preciosas ¿era acaso eso representante de los millares y millares de operarios y esclavos que una a una cargaron las piedras con las que alzaron las pirámides? De hecho, sólo las personas que se creían respetables tomaron previsiones para su vida de ultratumba ordenando la construcción de tan costosas sepulturas. ¿Y por qué en sus pinturas el señor era representado en tamaño mucho mayor que a sus criados, e incluso que a su propia mujer?

Dioses o atletas victoriosos griegos de mármol y bronce, todos de sobresaliente belleza y perfección ¿hay muchas estatuas de los esclavos, por ejemplo? Bustos de emperadores romanos, columnas con representaciones gloriosas conseguidas en sus conquistas, nos mostraban lo que querían mostrar.

Con la llegada de la cristiandad se fueron construyendo lugares de culto que poco a poco fueron decorándose más y más, manifestándose de ese modo el poder que la iglesia iba consiguiendo en la sociedad. Sin embargo, la palabra decorar puede inducir a error pues todo cuanto perteneciera a la iglesia tenía su función concreta y respondía a una idea especifica relacionada con la fe y el adoctrinamiento de la misma. Las imágenes que formaban parte de las paredes de la iglesia vivían en el espíritu de las personas con mayor intensidad que las palabras. Eran narraciones para un pueblo, que en su mayoría, era analfabeto. Un pueblo pobre que no tenía más derechos que trabajar y para el cual, era la iglesia no solo lugar de culto sino también de adoctrinamiento.

Los artistas trabajaban normalmente condicionados por el dinero que necesitaban para vivir. Muchos de ellos no eran procedentes de familias pudientes por lo que siempre se ajotaban a lo que les demandaban aquellos quienes podían pagar sus obras de arte.

Más tarde con la aparición de nuevos estilos artísticos en los que se pretendía salvar esas diferencias y mostrar la realidad (realismo, costumbrismo…) y con la inclusión de la fotografía y el cine es más fácil de encontrar muestras de todos los tipos de sociedades existentes y hacernos a la idea de que las diferencias sociales y culturales

no sólo existen ahora sino que han existido continuamente en la historia de nuestro mundo.

Entre las corrientes artísticas, existen dos que reflejan la autenticidad de nuestro estudio, el costumbrismo y el realismo. A continuación se detalla relacionándolas entre sí.

Costumbrista

Un movimiento artístico en el que las obras de arte adquieren el carácter de exposición de los usos y costumbres sociales es el costumbrismo. Podemos hablar tanto de cuadros, como de historietas como de novelas costumbristas, es decir, la tendencia costumbrista tiene lugar en todas las artes, siendo el folclore a menudo una forma de costumbrismo. Temporalmente, el movimiento costumbrista tiene cabida en cualquier época, se presenta de manera transversal a lo largo del tiempo, aunque es más habitual hablar de costumbrismo para los autores a partir del siglo XIX.

El movimiento costumbrista está íntimamente relacionado con el realismo; sin embargo, mientas que el realismo analiza los usos y costumbres que relata, la tendencia costumbrista no lo hace. De esta manera, el costumbrismo se puede considerar con un mero retrato sin opiniones de esas costumbres. Debido a este motivo, para referirnos a cualquiera de estas manifestaciones y no solamente a las pictóricas hablamos de cuadros costumbristas.

Camille Pissarro Silvestro Lega

Realismo

La corriente realista pretende conseguir representar el mundo del momento de una manera verídica, objetiva e imparcial. El realismo no puede idealizar. Su fuente de inspiración es la realidad. No existe ningún tipo de belleza preconcebida. La única belleza válida es la que suministra la realidad, y el artista lo que debe hacer es reproducir esta realidad sin embellecerla ni alterarla. Consiguió su máxima expresión en Francia en la mitad del siglo XIX y se ha extendido a todos los campos de la creación humana: pinturas, escultura, literatura, etc… Los artistas realistas dejaron a un lado los temas sobrenaturales y mágicos y se centraron en temas de la vida cotidiana. Los cambios que los condujeron hacia la representación de la realidad fueron los terribles problemas sociales de la industrialización: trabajo para niños y mujeres, jornadas laborales interminables, el desencanto con los estímulos revolucionarios de la sociedad en general.

Jean François Mollet

Representación de la alta sociedad disfrutando de un día frente a campesinado

Gustave Courbet

A

continuación trataremos el tema desde diferentes perspectivas. Podemos hacer una clasificación básica de las clases sociales diferenciando entre clase alta, media y baja. A

partir de esta clasificación vamos a desarrollar una crítica paralela de los movimientos artísticos mencionados y los tres tipos de clases sociales.

CLASES BAJAS

La clase baja está definida por un alto nivel de pobreza y carencias. Una de las principales características con las que cuentan es que sólo disponen de su trabajo para poder vivir. Gracias a la historia, y más concretamente en el caso que estamos estudiando, a la historia del arte, podemos ser partícipes de la existencia de esta clase social, de los trabajos tan duros que realizaban y de las malas condiciones de vida que padecían en comparación con los altos cargos. También gracias a la historia podemos hablar de las clases más desfavorecidas, pero de diferentes épocas.

Una característica esencial de la sociedad egipcia fue su fuerte estratificación y la existencia de estamentos sociales claramente definidos. Al igual que en Mesopotamia, en la cúspide de la pirámide social de Egipto se encontraba el faraón y sus familiares, entre los cuales se contaban las múltiples esposas de los reyes, luego venía la corte del faraón que era formada por los sacerdotes, los funcionarios estatales y los servidores personales del faraón; entre los funcionarios se contaban los escribas, quienes eran los encargados de llevar las cuentas del reino a través de un sistema de escritura. Las clases más bajas en Egipto estaban formadas por los artesanos cuya gran mayoría trabajaba para el faraón y los nobles fabricando los templos y decorando las casas, los muebles y las tumbas. Los canteros cuyo trabajo era duro y poco considerado, estaba en lo más bajo de la escala artesanal, siendo muchos de los canteros prisioneros de guerra. Los mineros tenían todavía un trabajo más duro. Dentro del grupo de los agricultores, el cabeza de familia trabajaba la tierra, llevando un arado de madera del que tiraba una pareja de bueyes dirigidos por un niño, y detrás el resto de la familia sembraba el grano, proporcionado por los almacenes del Estado y en el último peldaño, estaba ocupado por los esclavos, cuya condición se debía a diversos factores como por nacimiento, por delitos, por deudas y como botín de guerra con resultado victorioso (nubios, libios...). Las grandes obras públicas se construían con mano de obra esclava, que por lo general se conseguía mediante levas que se hacían en periodos de crecidas del Nilo. Pero gracias a estas pinturas que tan bien se conservan, podemos ser partícipes de la forma de esta clase social y de los trabajos tan duros que realizaban y de las malas condiciones de vida que padecían en comparación con los altos cargos.Normalmente en ellas, se encuentra una perspectiva jerárquica, es decir, los personajes principales son representados a mayor escala. Las figuras más importantes eran más grandes que las de los demás personajes, y mostraban actitudes hieráticas, ausencia de

expresividad, signo de respeto. El tamaño tenía relación directa con su importancia social, así vemos que el faraón es el más alto en las escenas familiares, donde sus mujeres, niños o esclavos son más pequeños; a su vez, el faraón es más pequeño en presencia de los dioses los cuales son grandes e incluso gigantescos.

La rica variedad de símbolos y signos del arte egipcio se reflejan en pinturas y relieves estas manifestaciones representan creencias religiosas, escenas de cacería, cultivo, ofrendas fúnebres o escenas de la vida cotidiana.

Junto a ellas aparecen inscripciones jeroglíficas, que integradas a la composición explican el tema tratado. Los motivos y jeroglíficos se alternan en franjas horizontales o verticales. En la pintura y en el relieve egipcios la imagen y la escritura están estrechamente complementadas que una sin la otra lucirían incompletas.

Los egipcios se sirvieron de la pintura desde las primeras dinastías no solo para decorar las cámaras sepulcrales sino para conseguir mayor realismo en las estatuas y bajorrelieves, en las momias y ataúdes, y para embellecimiento de las vasijas y de los rollos de papiro.

La función de la pintura, al igual que la escultura y la momificación, era preservar la imagen del difunto y sus posesiones para que su alma pudiera pervivir para siempre.

¿Qué pasa con una de las clases más populares?¿Qué pasa con el campesinado, que ha sido representado en infinidad de obras de arte?

Durante el siglo XIX las estructuras agrarias se mantuvieron con fuerza a pesar del proceso de urbanización.

Sus condiciones de vida no mejoraron y generaron un constante flujo migratorio a las ciudades industriales, donde fueron transformados en mano de obra sin cualificar, mal remunerados y víctimas del hacinamiento urbanístico.

Los campesinos siguieron constituyendo la mayor parte de la población. Continuaron inmersos en la tradición, el inmovilismo, las creencias religiosas y el rechazo a las nuevas ideas políticas, ya fuese el liberalismo o el socialismo. También se

resistieron a las nuevas prácticas económicas. Eso sin embargo, no impidió su asimilación a las nuevas formas capitalistas de producción y su conversión en obreros asalariados rurales. Desaparecieron los vínculos legales que los había atado a sus señores (servidumbre), algo que aconteció en algunos países muy tardíamente.

En el seno de este grupo podemos detectar dos realidades distintas:

1ª Los campesinos propietarios de tierras, relativamente numerosos en occidente, que se beneficiaron de las reformas liberales y se convirtieron en propietarios agrarios.

 2ª Los jornaleros no propietarios, cuyo número fue especialmente elevado en zonas del Mediterráneo (Italia, España) y el oriente europeo (Rusia, Polonia). Muchos hubieron de emigrar y, con frecuencia, se adhirieron a doctrinas revolucionarias vinculadas al anarquismo.

Millet fue uno de los pintores que más pintó a esta clase social

¿Y España, y sus clases sociales?

La escultura y la pintura, menos dependientes de la situación económica, no se vieron afectadas negativamente por el empobrecimiento de la nación en el siglo XVII. Ambas se convirtieron en intérpretes de una religión profundamente vivida por la sociedad española de la época, desde los reyes hasta las clases más humildes.

La pintura disfrutó de la protección de los monarcas y de la nobleza, aunque sus respectivos encargos estuvieron frecuentemente relacionados con lo religioso, que imperaba en la vida española del XVII. Por consiguiente no es extraño que los sectores eclesiásticos fueran los principales clientes de pintores y escultores, aunque estos últimos sufrieron en mayor medida la merma de capacidad económica de este estamento, viendo su actividad generalmente ligada a ambientes más populares que la pintura. Monasterios, parroquias y, sobre todo, cofradías de clérigos y seglares fueron

Descanso a mediodía Espigadoras

los principales impulsores de la escultura, que careció asimismo del mecenazgo real y privado, tan importante durante el Renacimiento, sin que esta circunstancia afectara a la calidad y a la creatividad de los artistas. De lo anteriormente expuesto se desprende que la Corona, la Iglesia y la nobleza fueron los principales clientes de los artistas, que apenas trabajaron para la burguesía, clase con escaso poder adquisitivo e incluso casi inexistente en la sociedad española del siglo XVII, que estaba rígidamente jerarquizada. Los estamentos aristocrático y eclesiástico eran los más adinerados e influyentes, y además los únicos claramente definidos. El menosprecio del comercio y del trabajo manual no sólo contribuyó al hundimiento económico del país, sino que también impidió el desarrollo de la clase media, por lo que la sociedad de la época presentaba una marcada división entre las privilegiadas y minoritarias clases altas y una numerosa y empobrecida clase baja, integrada principalmente por trabajadores agrícolas y urbanos que vivían con desesperanza las difíciles condiciones de su existencia, de las que no tenían posibilidad de escapar. En este panorama económico y social los artistas, en general, disfrutaban de una modesta posición económica y de escaso reconocimiento social, salvo algunas excepciones como es el caso de Velázquez. Sometidos a los sistemas gremiales y considerados como artesanos, los arquitectos, escultores y pintores, sobre todo estos últimos, lucharon por elevar su condición social, defendiendo el carácter noble y liberal de su actividad, con el propósito también de evitar los impuestos que gravaban los trabajos mecánicos.

Esta era, a grandes rasgos, la situación política, económica, religiosa y social de la España del XVII. Las circunstancias, en principio, parecían no favorecer el desarrollo del arte y de la cultura. Sin embargo, las letras y el arte españoles alcanzaron en esta etapa uno de los momentos más sobresalientes de su historia. Fue el llamado Siglo de Oro, único por su riqueza creadora y también porque nació y se desarrolló dando testimonio del sentir de un pueblo, lo que permitió que el arte poseyera, por primera vez en España, una expresión puramente nacional.

CLASES MEDIAS

La existencia de la clase media se remonta a la sociedad británica del siglo XVIII. Esta clase se hace más evidente cuando la separación social es más notoria debido a factores como la autoridad, la abundancia, dinero y trabajo, lo que daba un diferente sentido de vida, religión, educación y cultura para cada parte de la sociedad. En Europa, la clase media comenzaría su desarrollo de la mano de la Revolución industrial, a comienzos del siglo XIX. Aunque reducida al principio, las progresivas mejoras y el progreso económico la fueron ampliando; sin embargo, seguía estando integrada por personas de cierto nivel educativo (médicos, ingenieros, abogados,...), y que desarrollaban oficios no manuales. La clase media moderna surge en el siglo XX, inicialmente en Estados Unidos. Las nuevas industrias como la del automóvil de Ford comenzaron a aplicar novedosas técnicas de producción que permitían reducir sobremanera los costes de los automóviles al tiempo que posibilitaban el pago de salarios mayores a los obreros de las fábricas.

600. Símbolo de la clase media en España en los 50La aplicación de las teorías económicas keynesianas tras la Segunda Guerra

Mundial crearon el concepto de estado del bienestar, orientado hacia la clase media, que pasaría a dominar el panorama del mundo capitalista hasta comienzos del siglo XXI. Así pues, podemos dividir en varias partes a este estamento de la sociedad, ya que no es la misma clase media la de principios de s. XIX que la actual. Aunque en realidad, la clase media siempre existió, en el antiguo Egipto, por ejemplo, la formaban médicos, escribas, soldados, etc.

Escriba egipcio Médico egipcio

En la Edad Media, no existía una clase media como tal, pero si se observan rasgos de personas libre-comerciantes, prestamistas y artesanos de un nivel económico medio.

Prestamistas de la Edad Media

La aparición de la clase media supone la desaparición de las comandas de obras de arte. Esta nueva clase no sólo no compra arte, sino que ve a los artistas como impostores. Por tanto, los artistas deberán buscar temas que les atraigan y muchos deberán debatirse entre pintar lo que ellos quieren pero morir de hambre, o, pintar según los convencionalismos lo que otros elijan. Hasta ahora, la tarea del pintor era representar con la mejor técnica posible el tema que se le encargaba. Ahora surgirán múltiples dilemas.La Revolución francesa, las guerras napoleónicas que azotan Europa y la Crisis interna de los sistemas de Antiguo Régimen provocan la pérdida de la fe en la Razón. Como reacción, aparece una nueva sensibilidad que se caracteriza por conceder un valor primordial al sentimiento, la exaltación de las pasiones, la intuición, la libertad imaginativa y al individuo. El romanticismo es, ante todo, una manera de sentir.

Flanqueando a la alegoría de la Libertad aparecen con sus atributos las diversas clases sociales que participan en la revolución: Los obreros y campesinos desarrapados y la burguesía con chistera y levita. El artista no es imparcial en su militancia social, de ahí que sea el burgués quien está más cerca de la alegoría femenina defendiéndola con decisión.

Delacroix: La Libertad guiando al pueblo

Por otro lado y en colación con lo anterior, Gombrich dice que mientras artistas como Caravaggio o Miguel Ángel no tenían problemas en escoger lo que pintaban porque ya se les decía, a partir del siglo XIX los pintores se veían perdidos por no saber qué pintar. Aparece la clase media, que no encarga obras. Entonces,¿Qué pintar para llamar su atención?Durante el s. XIX asistimos a cambios importantes del mundo del arte, se pasará de una pintura realista a otra impresionista que abrirá las puertas de todos los cambios posteriores.Así, tras el transcurso del S. XIX aparecen estilos nuevos como el romanticismo, realismo pictórico, impresionismo y post impresionismo.

En el siglo XX los valores establecidos desde hacía siglos se alteran. El artista, inmerso en estos cambios, se sitúa en una nueva dimensión y la innovación en todos los

campos de la expresión artística define esta etapa. Es importante tener en cuenta la fecundidad del arte contemporáneo, que provoca la aparición de corrientes yuxtapuestas, a veces de efímera duración, reflejo de los cambios acontecidos y de la gran capacidad creadora del hombre

CLASES ALTAS

La clase alta es aquella que está formada por las personas con mayor riqueza y poder junto a un alto grado de influencia en la económica y la política del país en el que residen y sobretodo, asociada a mayores privilegios, pues la posición política y social en la que se encuentran inmersos se lo permite.

Al igual que la clase baja y media, el concepto de clase alta o clase privilegiada como tal, surgió mucho más tarde de lo que realmente existió. Pues siempre ha habido personas con más poder que otras.

Podemos remontarnos a Egipto, por ejemplo, donde en las imágenes y representaciones que nos dejaron esta antigua civilización se pueden apreciar las grandes diferencias sociales que existían en la época. La sociedad egipcia estaba estructurada por grupos y el grupo que formaba parte de la clase más alta estaba compuesto por el faraón y su familia en primer lugar, a continuación los altos funcionarios tanto de la administración como del ejército y en última instancia, los sacerdotes.

El faraón era la figura clave sobre la que giraba la sociedad y en sus manos se concentraba todo el poder, era dueño del poder absoluto. Así nos lo muestra las grandes obras que en su nombre se hicieron, aunque fueran desarrolladas por manos de las clases sociales más bajas, fueron encargadas por y para los miembros de la clase más alta. Las pirámides, son un claro ejemplo de ello, su función consistía en contener la “esencia” del rey por toda la eternidad. Además, como nombramos en la introducción, las pirámides estaban llenas de tesoros y elementos valiosos pertenecientes a estas personas y que se llevaban con ellos, incluso después de muertos.

Ajenatón con la corona Doble,el látigo y el cayado

,En la pintura Egipcia el faraón era representado en tamaño mayor demostrando así su superioridad frente a sus criados, e incluso a su propia mujer. En Grecia, la clase alta estaba representada por los ciudadanos que eran libres y los únicos que poseían derechos políticos. Quedan algunas esculturas que los representan. Sin embargo, la pintura griega está casi desaparecida. Busto de un hoplita, (Museo arqueológico de Esparta).

En Roma fue costumbre llevar imágenes de los antepasados, moldeadas en cera, en las procesiones funerarias, pues tal y como pensaban en Egipto, creyeron que en la imagen se conservaba el alma de las personas. Cuando Roma se convirtió en un imperio, el busto del emperador se hizo muy relevante. De ese modo, conocemos los rostros de Pompeyo, Nerón, Tito, Vespasiano y Augusto como si los hubiéramos conocido pues no había en ellos intentos halagadores, se representaban tal y como eran, a diferencia del arte griego.

Busto del emperador Vespasiano

Los romanos también trataron de proclamar sus victorias y dar detalles de sus campañas triunfantes en las que quedara constancia de sus logros y de sus papeles de héroes. Como es el caso, de la columna del emperador Trajano que se encuentra en Roma. Con la llegada del cristianismo, una de las clases sociales que va adquiriendo poco a poco mayor valor es la de la iglesia. Sus lugares de culto eran lugares de adoctrinamiento de la población, en su mayoría analfabeta.

Aproximadamente en el siglo XII, eran las iglesias, edificios de piedra de estructura considerable, posiblemente los únicos edificios altos de los alrededores. Su campanario era la señal para los que se acercaban de lejos. En ello, podemos percibir su importancia y el contraste abrumador que existía entre la vida de aquellos feligreses, con sus pequeñas viviendas primitivas y humildes y el elevado edificio con campanario que contenía tantas riquezas en pinturas y tallas. ¿Era esa verdaderamente la imagen que la iglesia pretendía dar?

Pirámides de Keops, Kefrén y Mykerinos Máscara de la momia del faraón Tutankhamon

No sólo se adoctrinaba a la población mediante las palabras de curas o sacerdotes, sino que además las imágenes y las representaciones eran una forma más de llegar al pueblo. De la iglesia nos han llegado hasta hoy innumerables obras de arte valiosísimas que no tienen mucho de representación de las sociedades de las que proceden.

En el renacimiento italiano por ejemplo, los Medici o los Uffizi que eran familias de renombre en Italia, miembros de la clase más privilegiada, encargaron muchas obras de arte para sus mausoleos, sepulcros o sus propias tumbas, en contraste con la mayoría de la población que les rodeaba, disponían de lugares donde descansarían para siempre con más lujo de lo que cualquier persona de las clases más desfavorecidas pudieran llegar a soñar.

En la época del antiguo régimen, junto a la iglesia, la nobleza y la monarquía ocuparon los lugares más privilegiados. Donde la autoridad real era superior a ninguna otra. Como quisieron hacer constancia de su valor y la importancia de su existencia, muchas casas reales por ejemplo, solicitaron que se pintaran retratos ilustres sobre ellos, donde aparecen ataviados de forma lujosa.

La familia de Carlos V de GoyaPor esa época se pusieron de moda los retratos y la mayoría de las personas

pudientes, aquellos que se lo podían permitir, quisieron que su presencia permaneciese para siempre y como no existía aún la fotografía, la pintura era una buena forma para captar rostros pero sólo una pequeña parte de la sociedad podía acceder a ella.

Desde hace mucho tiempo se han estructurado arquetipos, se ha dividido a la sociedad en partes desiguales (“los ricos, los pobres y los de en medio”), pero nos preguntamos, si somos “una sociedad”, ¿era necesario encasillarnos en un lugar, por el simple hecho de tener o no dinero, patrimonio, bienes...? Si somos una sociedad, la cual funciona en conjunto, no por separado, ¿por qué no hacer una división?

Si remontamos a los tiempos pasados, ya se observaba que al avanzar en el tiempo, por ejemplo en la civilización egipcia, la nobleza y los altos funcionarios adquirieron parte de las riquezas, lo que posibilitó que aquellos sujetos con una más

holgada posición económica pudieran también acceder a obras artísticas que por lo general eran destinadas al servicio funerario, dada la importancia del culto al Más allá.

Para finalizar el trabajo y según su seguimiento, son varios los autores observados que ya anteriormente pintaban sus obras reflejando en sus lienzos los diferentes “status”. Por ejemplo, La Libertad guiando al pueblo es un cuadro pintado por Eugène Delacroix en 1830, donde el espectador sólo tiene dos posibilidades, el unirse a la masa, o el ser arrasado por ella. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella.

Asimismo, destacando que el cuadro posee una estructura en forma de pirámide con los muertos por la libertad en la base y la libertad en la cima sosteniendo en la mano derecha la bandera tricolor y en la mano izquierda un rifle. Este hecho, representa la pirámide de la clase social .

Por otra parte, usan contrastes de luces y sombras; así como el uso de tonalidades clásicas y tenues mostrando un claro predominio de la gama del ocre y parda, tanto para la atmósfera del cuadro como para la vestimenta. De esta forma también representan las distinciones de las clases sociales.

Un ejemplo sería la diferencia del cuadro “La vieja friendo huevos” de Velázquez, con otra obra suya, “Las Meninas”.

En la primera obra se observa la anciana (tercer estado), sus útiles y huevos

fritos, dejando oscuro el resto, fondo y niño. Por el contrario, el tema principal del segundo cuadro es la infanta Margarita de Austria (la aristocracia), en el que se ha buscado una buena perspectiva de luz y espacio.

Así, podemos encontrarnos numerosas obras que reflejan a las clases sociales más altas y otras asociadas a las más vulnerables, siguiendo en cada caso un estilo distinto y bien diferenciado. Siempre han existido clases sociales pero no en todas las épocas nos han reflejado la realidad a través de sus obras de arte.

BIBLIOGRAFÍA

www.wikipedia.com

Palomero Páramo, J. (1996): Historia del arte, Madrid, Algaida.

Gombrich, E.H. (1995): La historia del arte contada por E.H Gombrich, Madrid, Debate