CM - lamariposacubana.files.wordpress.com · Esas son las reglas del juego, te gusten o no te...

16
cuerpos humanos, patrias inhumanas 14 15 pág. opinión de celulares, sistemas operativos y otros demonios furia androide los mejores primeros diez años (primera parte) 12 pág. eventos deporte se privilegia la canción estadísticas de bateadores en sus primeras diez series nacionales voces populares 13 pág. 11 10 el mayordomo del embajador inglés NÚMERO • ISSN: 1999-8090 • $2.00 • • mayo 2015 • 85 pág. pág. pág. 2 6-7 4-5 rihanna opinión gente editorial ESTIMADOS LECTORES: Casi a las puertas del ve- rano, proponemos algunas reflexiones para calentar- nos, además, la cabeza: qué pensamos nosotros de Rihanna y qué piensa ella de nosotros; por qué nos convertimos en servidores de los móviles androides reflexión a propósito de su visita a la habana de oficio fotógrafo Serie Nacional, y recuentos de figuras pasadas. Raúl Ferrer, un poeta olvidado, nos visita en su centenario. En fin, queremos compartir un buen rato en fami- lia, donde no falten, como siempre, recetas de cocina, humor y buenos consejos. Gracias por su visita. CM y no al revés; qué es una bandera, qué es un símbo- lo… Conversamos con un hombre acostumbrado a fotografiar el mundo, y no a ser fotografiado, pero dejamos que hablen sus imágenes. Y opinamos de pe- lota, ¿cuándo no?, con estadísticas de la más reciente © internet © cortesía del entrevistado © internet © cubadebate © ismael francisco © zardoyas ismael francisco miradas de un fotorreportero

Transcript of CM - lamariposacubana.files.wordpress.com · Esas son las reglas del juego, te gusten o no te...

cuerpos humanos, patrias inhumanas 14

15pág.

opiniónde celulares,

sistemas operativosy otros demonios

furiaandroide

los mejores primeros diez años (primera parte)

12pág.

eventos

deporte

se privilegia la canción

estadísticas de bateadores en sus primeras diez series nacionales

vocespopulares13

pág.

11

10

el mayordomo del embajador inglés

NÚMERO

• ISSN: 1999-8090 • $2.00 •

• mayo 2015 •

85pág.

pág.

pág.

2

6-7

4-5rihannaopinión

gente

e d i t o r i a lEstimados lEctorEs: Casi a las puertas del ve- rano, proponemos algunas reflexiones para calentar-nos, además, la cabeza: qué pensamos nosotros de Rihanna y qué piensa ella de nosotros; por qué nos convertimos en servidores de los móviles androides

reflexión a propósito de su visita a la habana

de oficiofotógrafo

Serie Nacional, y recuentos de figuras pasadas. Raúl Ferrer, un poeta olvidado, nos visita en su centenario. En fin, queremos compartir un buen rato en fami-lia, donde no falten, como siempre, recetas de cocina, humor y buenos consejos. Gracias por su visita. CM

y no al revés; qué es una bandera, qué es un símbo-lo… Conversamos con un hombre acostumbrado a fotografiar el mundo, y no a ser fotografiado, pero dejamos que hablen sus imágenes. Y opinamos de pe-lota, ¿cuándo no?, con estadísticas de la más reciente

© in

tern

et

© c

orte

sía

del

entr

evis

tad

o

© internet© cubadebate

© ismael francisco

© zardoyas

ismaelfrancisco

miradas de unfotorreportero

© in

tern

et

OpiN

ióN

2

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

YurIS NórIDOTomado de CubaSí

Casi toda la prensa en Cuba y buena parte de los grandes medios internacio-nales se hicieron eco de la visita de Ri-hanna. La cantante barbadense vino para hacer una sesión de fotos con la gran Annie Leibovitz.

Bien mirado, más importante, más contundente, más relevante para la cul-tura es la obra de la fotógrafa Annie Leibovitz que toda la discografía de Ri-hanna. Pero aquí casi nadie conoce a Lei-bovitz y casi todo el mundo por lo menos ha escuchado hablar de Rihanna.

Esas son las reglas del juego, te gusten o no te gusten. Eso lo sabe Ri-hanna y lo sabe Annie Leibovitz. Si Annie Leibovitz, medio despeinada y sin maquillaje, camina por el Prado a las once de la mañana, nadie se va a de-tener a fotografiarla. Pensarán que es una turista más, una turista cualquiera.

Pero Rihanna es otra cosa. Rihanna hace videos clips. Vende discos. Está en la televisión, en nuestra televisión. Está en el paquete. Está en las portadas de las revis-tas «de afuera» que puedes hojear mien-tras esperas el turno para que te corten el cabello. Rihanna es una estrella. Es más,

es una estrella estadounidense, aunque haya nacido en Barbados. Es un referente universal gracias al gran aparato promo-cional de la cultura de masas. Desde el punto de vista comercial, Rihanna es una marca, como lo es la McDonald’s o Coca Cola. Mueve millones.

Obviamente, si Rihanna se pasea por La Habana va a causar conmoción. No todos los días uno puede tocar a un íco-no universal de la música y la moda. Y digan lo que digan ciertos voceros, Cuba no está de espaldas al mundo. Aquí desde hace mucho tiempo que conoce-mos a Madonna.

En cantar, lo que es cantar, Rihanna no es de las mejores. Convengamos en que canta correctamente. Bailando tampoco es que deje a nadie boquiabier-to. Estoy seguro de que muchas de las bailarinas que le hacen coro en sus pre-sentaciones son mejores bailarinas que ella. Convengamos en que baila correcta-mente. Convengamos, de paso, en que es muy linda. Pero tan lindas o más lindas que ella también las hay por ahí.

Rihanna es un conjunto. Funciona como funciona un producto. Exacta-mente, como un producto. Rihanna es un producto. Sin ofender. Para ser un

buen producto también hace falta talen-to y carisma.

A juzgar por su comportamiento en La Habana, por la manera en que rompió los protocolos de seguridad y se mezcló con la gente, Rihanna tiene don de gente, es simpática, sabe cómo caer bien.

Y es buena posando para las fotogra-fías. Ha sido portada de las más glamo-rosas revistas en el mundo. Aunque bueno, en ese ámbito tan importante como la modelo es la fotógrafa. Yo les aseguro que Annie Leibovitz me hace lucir muy bien a mí.

Eso es todo. Nadie debe asombrar-se por la reacción del público, del aje-treo y las multitudes a su paso. Pero es-pero que nadie se escandalice cuando yo diga que en esta ciudad tiene que haber unas cuantas mujeres que can-tan mejor que Rihanna, que bailan mejor que Rihanna y que son hasta más fotogénicas que Rihanna.

No quiero echar un jarro de agua fría. Todos los aplausos del mundo para la estrella. Pero al César lo que es del César. Ojalá que todos los que vitorean a Rihanna tuvieran bien claro que hay mundo más allá de Hollywood, Los Án-geles y Nueva York.

Está claro que Rihanna no va a poner en crisis la cultura cubana. Ni ella, ni todas las que vengan detrás de ella. Aunque sí es posible que algunos inclu-yan a la estrellas como Rihanna en sus planes de minar «la identidad nacional».

Pero sí convendría tener las cosas bien claras: Rihanna es sencillamente una cantante famosa que nos visita. Una entre tantas que vendrán, tiempo al tiempo. El privilegio es mutuo: somos privilegiados porque nos visite de la misma manera en que ella es privilegia-da por visitarnos.

Ya sé que muchos sueñan con gran-des conciertos, con escalas en giras mun-diales, con lujosas alfombras rojas… Pero creo que esos, por el momento, seguirán siendo sueños. La Habana no integrará por el momento los grandes circuitos de la cultura pop universal. Por una sencilla razón: este es un país pobre.

Lo que les interesa ahora a Rihanna, a Annie Leibovitz, a la revista que les en-cargó la sesión, a las disqueras y a todo el entramado pirotécnico del entreteni-miento es la imagen que se han hecho de esta ciudad y su gente. Una imagen, claro, que tiene referentes bien concretos.

Para Vanity Fair, La Habana es una ciudad hermosa, medio en ruinas, ro-mántica y pasional, llena de contrastes y colores, recorrida por antiguos carros americanos.

Eso, Rihanna ha venido a Cuba a montarse en un almendrón, que es lo que ahora mismo vende. Pronto verán las fotos, serán fabulosas. Ya les dije que la Leibovitz es una fotógrafa para respetar. CM

Rihanna se monta en un almendrón

© in

tern

et

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

3

inc

lu

ye

po

em

as d

e..

.

A. A. G.

Varias instituCiones cubanas cele-bran por estos días el centenario de Raúl Ferrer, quien a falta de otro apelativo capaz de abarcar todo lo que él significa, solo puede ser llamado Maestro. Poeta, pedagogo, luchador social, dirigente sindical, militante comunista, diplomá-tico, promotor cultural, campechano, hombre de pueblo, Raúl Ferrer perte-nece a esa estirpe de creador raigal en la que los dones naturales llegan a ser la prolongación orgánica de una voca-ción que, en su caso, se proyecta im-pregnada hasta la médula por hondos sentimientos de justicia. Nacido en Me-neses, Yaguajay, el 4 de mayo de 1915, su nombre está asociado a lo mejor de la tradición pedagógica cubana. Con una legendaria trayectoria como maestro en escuelitas pobres durante los duros años de la seudo república, en él tiene la es-cuela rural cubana uno de sus más her-mosos símbolos. Perseguido, fichado y encarcelado en varias ocasiones por su activismo en las luchas obreras y en la organización y movilización de los maes-tros cubanos contra los regímenes corruptos de entonces, al triunfo de la Revolución puso toda su experiencia, prestigio y entusiasmo al servicio de la monumental obra educacional que dio inició con la Campaña de Alfabetización, de la cual fue uno de sus más señalados organizadores. Sus versos, muchos de los cuales nacieron animados por una explícita vocación didáctica, lo retratan de cuerpo entero: sencillo, transparente, intranquilo, vital. Dueño de una singu-lar musicalidad y de una extraordinaria habilidad para la composición de estro-fas regulares rimadas (especialmente de romances y décimas), su obra destaca dentro de nuestra poesía popular como uno de sus más altos y elaborados expo-nentes. Lo esencial de su labor poética, buena parte de la cual está aún dispersa por periódicos y revistas, quedó recogi-

INCLUYE POEMAS DE...

Raúl Ferrer

© a

rch

ivo

· GUAJIRA FIEL ·

Ver la guajirita aquellay prendarme, todo fuecomo tomarme un caféen la taza de una estrella.Quise enamorarla y ella,fresca como un alelídijo: salga por ahí,yo solo guardo esta mielpara mi guajiro fielque es el Indio Naborí.

Malhaya la negra horade la noche peregrinaque encontré una campesinade voz tan arrulladora.Malhaya su tentadoraliviandad de colibrí.— Usted no me engaña a mí,ya yo tengo quien me engañe,me ilusione y me regañecon el Indio Naborí.

— Mira que es una fortunala que vengo a regalarte.—Vaya a cantar a otra partey deje en paz la montuna.Y no me ofrezca la luna,que la luna ya la videshecha en ajonjolícuando en el arroyo juega,con la voz que más me llega:la del Indio Naborí.

—Y ni un beso antes de irme?— ¡Bese al verde y ya me besa!— ¡Quiero hacerte una promesa,paloma, tienes que oírme!Y juro que el golpe firmecon que se tumba un jiquíen el corazón sentícuando me gritó con ira:—¡Soy la décima guajira,y mi novio es Naborí!

· CAMINOS DE LA LUNA ·

A Carlos Corzo, amigo inolvidable

Como un arriero de las mariposas podrás pasar en gracia el monte espeso cuando regreses limpio / desde todas las cosas, ¡y ya no te preocupe más que eso!

Podrás cruzar en luz con la gacela el leve canevá de la fortuna, cuando perder el sol ya no te duela, dueño de los caminos de la luna.

Cuando te batas con el pueblo / en cualquier parte y ganes la medalla de la herida, podrás entrar en las espigas donde el arte cuaja un verano más para la vida.

Y mientras cante tu martillo de poeta cincelando en el hombre la alegría, ¡verás que hasta la piedra te interpreta y que se torna piedra tu poesía! CM

· ROMANCE DE LA NIÑA MALA ·

A mis alumnos del Central Narcisa

Un vecino del ingeniodice que Dorita es mala.Para probarlo me cuenta que es arisca y malcriaday que cien veces al día todo el batey la regaña.

Que a la hija de un colono le dio ayer una pedraday que a la del mayoralle puso roja la cara, sabe Dios con qué razonespor nosotros ignoradas.

Que de los cinco, tres días está ausente en la semana, y los dos que a duras penas asiste, llega atrasada.

Que si la visten de limpioal poco rato su bata está rota o está sucia; que va siempre despeinada,que no estudia la lección y nunca sabe la tabla.Que el sábado y el domingo se pierde en las guardarrayas persiguiendo tomeguines y recogiendo guayabas…

Y yo respondo: Vecino–vecino de mala entraña–¿quién puede decir que sea, por eso, mi niña mala?

Si hubieras visto lo íntimo de su vida y de su alma como la ha visto el maestro, ¡qué diferente pensaras!Verdad que siempre está ausente; pero si viene, no falta entre sus manitas breves un ramo de rosas blancas para poner al Martí que tengo en mitad del aula.

Con quien no tenga meriendaparte a gusto su naranja.Si cantamos al salir,se oye su voz la más alta:su voz que es limpia y alegrecomo arpegio de guitarra.

Y cuando explico Aritméticale resulta tan abstracta,que de flores y banderasme llena toda la página.Y prefiere en los recreoscuando juegan a «las casas»jugar con Luisa, la única niña negra de mi aula.A veces le llama Luisa, a veces le dice hermana.Y cuentan los que lo saben, que en aquella tarde amarga en que no vino el maestro,era la que más lloraba.

Cuando se premie el cariño y lo rebelde del alma.Cuando se entienda la risay se le cante a la gracia.Cuando la justicia rompaentre mi pueblo su marcha y el tierno botón de un niño sea una flor en la esperanza, habrá que poner al pecho de mi niña una medalla,aunque el batey maliciosome le dé tan mala fama, y tú –mi pobre vecino– no entiendas una palabra.

da en los volúmenes El romancillo de las cosas negras y otros poemas escolares (1957) y Viajero sin retorno (Ediciones UNIÓN, 1978). En 1990 la editorial Gente Nueva publicó, con prólogo de Félix Pita Rodríguez, una hermosa edición de sus versos para niños y jóvenes titulada El retorno del maestro. Con el título Raúl Ferrer. Poesía pedagó-gica, se publicó recientemente por ini-ciativa de la Asociación de Pedagogos de Cuba, bajo el sello de la Editorial Pueblo y Educación, una amplia selec-ción de su obra poética. Con similar propósito, una compilación de su poe-sía, seleccionada y prologada por el poeta Ramón Luis Herrera titulada Yo batallo y todo pasa, que incluye una mi-nuciosa cronología de su vida, está próxima a publicarse por la editorial Luminaria de Sancti Spíritus. Orgullo de Yaguajay, que lo declaró Hijo Ilus-tre, y donde se le recuerda con renova-do cariño, lo evocó su amigo el escritor Enrique Núñez Rodríguez cuando despidió su duelo el 13 de enero de 1993, fecha en que sus restos fueron depositados en el Panteón de la CTC del Cementerio de Colón: «Para hablar del hombre me faltan las pala-bras; para hablar del poeta no tengo las metáforas; para hablar del comu-nista, no me alcanzan los méritos; para hablar del maestro, me sobra la ternura (…) De su escuelita del Central «Narci-sa» salió hacia el aula inmensa de la pa-tria en la Campaña de Alfabetización y se ganó el derecho de descansar cerca de Rafael María de Mendive, Félix Va-rela, Lázaro Peña, que fue también su maestro. No puedo imaginármelo in-móvil. Me parece verlo andando por los gastados caminos del Yigre, Mayajigua, Camaján o Carbó, saludando alegre-mente por las calles de su Yaguajay en-trañable, mientras camina hacia su vie-ja casa de libros y amor. De libros y de amor su vida misma (…)».

gENtE

4

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

MELISSA COrDErO NOvO

El fotógrafo va como si fuera / una mano de Dios, un elegido. /

Impávido. Inclemente. No se altera (…). El fotógrafo sabe que lo espera /

la soledad, la risa o el olvido. / Y una mujer con ojos de madera. /

Y un espejo de vidrio envilecido.Alexis Díaz-Pimienta

Ismael FrancIsco González Arceo pa-rece un hombre común. Lleva pegado al cuerpo una cámara y varios lentes. Bajo el obturador guarda, disfrazado, el momento exacto; entonces va, sin permiso, a robarse las realidades. Cuando las devuelve, ya nada es igual.

Digo Bayamo para desgarrar el reposo del tiempo. Ahora la vista se extravía. Gotas de sudor corren despacio por el rostro. Reclina el asiento y las emociones saltan impacientes. «Es la familia, la raíz. Pocos amigos. A veces uno pierde la continuidad y no sabe bien de dónde es, porque dices que eres de Bayamo y cuando caminas por sus calles nadie te cono-ce; y en La Habana te sientes un oriental. Pero la familia siempre queda: los tíos, las tías, los abuelos, los padres; eso es Bayamo».

¿Eres el artista de la familia?¿En la familia?, ¿artista? Sí, el único.

Bueno, mi papá y yo, porque él también es fotógrafo. Hay un ingeniero, y los demás son casi todos cuentapropistas.

Algún pasaje de tu niñez que haya influi-do en tu sensibilidad como artista visual.

Recuerdo cuando tenía ocho o nueve años, mi papá fue a Angola por primera vez a trabajar como fotógrafo. Me trajo de regalo una foto: una niña con una muñeca en la espalda. Mi pri-mer recuerdo de comunicación con una imagen fue esa foto, siempre la tengo en la mente, la he querido mucho.

Antes que tu papá te regalara la primera cámara, ¿ya pensabas en la fotografía?

Pensaba en la fotografía… Mira, no sé, jugaba con las cámaras, lo recuerdo bien, las tenía como juguetes; pero pre-fería el rodeo y los toros más que una cámara.

¿Qué semejanzas existen entre querer ser vaquero y ser fotógrafo?

La realidad es que siempre busco apoyo en el rodeo. De niño me alejé de las vacas y los toros porque tenía mie-do, pero ahora, después que soy fotógrafo, he regresado hasta ellos y me he expuesto más que antes. Es algo muy interesante porque tengo que estar pendiente del tra-bajo y de la protección de mi vida. Eso me ayuda, y lo hago con frecuencia.

La primera fotografía que publicas es precisamente de un rodeo. ¿Cuánto de frus-tración y realización hubo en ese hecho?

Cuando tomé esa primera fotografía yo tenía diez años, fue en el Parque Le-nin, donde se desarrollaba la quinta tem-porada nacional de rodeo. Yo quería ser vaquero. No podía, pero recorrí toda la Isla siendo una especie de mascota del equipo Orientales. Era un vaquero más, pero no montaba toros. Mi papá no me dejaba llevar la cámara a los recorridos, pero al Parque Lenin sí. Entonces me

fui con Raúl López, un fotógrafo, y mientras él estaba subido en una cerca, yo, haciéndome el hombrecito, entré a la pista y tomé fotos allí. Esas fotografías para mí tienen un valor increíble. Y sí, fue frustrante desde el punto de vista que admiraba a esos hombres, su valen-tía, pero tuve que refugiarme en la cá-mara para poder estar ahí.

¿Crees que un fotógrafo nace o se crea? ¿Cuánto de una y otra cosa?

Yo creo que nace y se crea. Las dos cosas, porque se puede nacer fotógrafo y llegar hasta un punto donde eso ya no es suficiente, y entonces necesitas hacer-te fotógrafo. Es como alcanzar la mayo-ría de edad. Hay que respetar la fotogra-fía, y respetarla ya es un poco más que nacer con ella, hay que estudiarla, hay que prepararse.

la vida en el lenteComienzas a trabajar con apenas dieci-

siete años en el diario Granma, pero no preci-samente como fotógrafo.

Comienzo a trabajar de ayudante de impresora. Yo tenía que limpiar la tinta de las rotativas y dejar todo listo cuando se acabara la tirada del periódico. Aquellas rotativas tenían tres pisos de al-tura, y yo me llenaba de tinta, de churre, de grasa. También calibraba los rodillos, y después me costaba mucho trabajo quitarme la tinta negra y roja de Granma de la piel. Ahí empecé, y empe-cé a conocer ese mundo, y a amar la pro-fesión de impresor. Tener diecisiete años y trabajar con personas de tanta expe-riencia, disciplina laboral y pasión por el oficio, me ayudó sobremanera. En aque-lla época, para un impresor o un perio-dista, lo más importante del mundo era que el periódico saliera. Y Granma era un diario, y las máquinas llegaron a tirar un millón de ejemplares, y empezabas a tra-bajar a las diez de la noche y terminabas al otro día a las cinco de la tarde. Aquello era despampanante.

¿Fue esa una de las épocas más difíciles de tu vida?

Sí, fue una época muy difícil, pero bonita. Difícil porque dejé todo lo que hasta ese momento había sido para mí una utopía y empecé a darle un rumbo a mi vida. Luego de un año salí de las má-quinas y comencé a trabajar como aprendiz de laboratorio de fotografía, pero sin salario porque no había plaza. Fue complicado. Me molestaba mucho trabajar los domingos y, además, en Granma no había almuerzo los domin-gos. Eso fue muy duro, era un castigo doble.

Tal vez por eso no puede dejar de reír. Ismael sabe que el Capitán Mendoza, como él lo llama, le enseñó mucho más que a vivir. Sabe que la tinta de las rotativas fue la mejor savia, el perfecto abono; entonces despertó. Dos años más, sin salario, trabajando bajo toda exigencia, le valió la genuflexión del jefe de aquel barco: estudiar periodismo y una plaza como laboratorista de fotografía fue-ron el premio. Ismael también sabe que los retos nunca han sabido a gloria, y que a golpes se moldea el acero y el carácter. Enton-

ces el Capitán le dio la última tarea: incorpo-rarse a una microbrigada, sin derecho a casa, y a la construcción de las obras de los Pana-mericanos. Todo lo hizo al mismo tiempo.

¿Cómo fue tu primera experiencia como reportero durante los Juegos Panamericanos de La Habana, 1991?

Para mí fue un gran reconocimiento que me acreditaran para los Juegos Pa-namericanos sin ser todavía fotorrepor-tero. Y aunque tuve que hacer doble el trabajo, no me importó, para mí fue la gloria. Los juegos fueron una locura. Empezaba a trabajar a las ocho de la mañana, terminaba a las seis de la tarde, y a las siete comenzaba mi turno de laboratorio, que se extendía hasta las dos o las tres de la madrugada. Asistí a muchas fiestas y comidas, incluido el primer día. Fue curioso: todos los fotó-grafos acreditados estaban en la inaugu-ración, y llamaron urgente al periódico porque necesitaban un reportero en el Bucán para cubrir una cena oficial que ofrecían a Fidel. El único que no estaba en la inauguración, porque estaba en mi turno de laboratorio, era yo. Liborio me dio su cámara y me envió para allá. Allí estaba Fidel Castro, Mario Vázquez Raña, ex presidente de la organización deportiva panamericana, Juan Antonio Samaranch, Presidente del Comité Olím-pico Internacional, Ted Turner, fundador de la cadena de televisión CNN y Jane Fonda. Fue una experiencia muy bonita y enriquecedora.

La crisis de los balseros, el regreso de los restos del Che…

Ojalá esos sucesos ocurrieran ahora. No creo que hiciera las cosas mal, pero sí pude haber hecho mucho más. El año 1994 fue muy convulso. Uno no estaba ajeno a la realidad que vivía, y de una forma u otra, afectó aquel estrés y la crudeza de los acontecimientos. Pien-so que fue un privilegio salir a trabajar cuando la apertura del Mariel, hay fotos que las miro ahora y todavía me dan miedo. Pero en aquel tiempo yo aún no tenía un dominio técnico bien formado para enfrentar esas situaciones, lo hice como pude. Me hubiera gustado haber tenido un poco más de preparación.

El Che, 1997. Ya en ese año tenía un poco más de experiencia. No te digo que no me sorprendió la cobertura del re-greso de los restos del Che, es que todo fue una sorpresa. No se sabía lo que iba a pasar, no había organización de ningún tipo, y todo ocurrió sobre la marcha. Los compañeros que fueron conmigo no pudieron descender del avión, incluido Ramiro Valdés. Yo salí solo, a enfrentarme a lo que viniera, y tuve que hacer mis fotos. No sé cuántos periodistas habían en un pedacito de calle, por encima de mí volaba el dinero, volaban grabadoras, volaban cámaras, pagaban cien y doscientos pesos por una foto. Yo estaba en una posición favora-ble pero fotografiaba entre dos policías antimotines, y entre sus escudos y las motos. Lo más complicado fue volver al avión. Tuve un encuentro muy fuerte con la policía en plena pista porque no

me querían dejar subir. Eso estaba pre-visto de todas maneras, que yo no pu-diera regresar en ese vuelo y tuviera que volver a La Paz para tomar otro a La Ha-bana. Pero yo quería llegar a Cuba junto con el Che, y lo conseguí.

Recuerdo que cuando llegamos a la base de San Antonio, allí estaba Fidel. Yo quería estar presente en el acto, pero no estaba acreditado. Lo estaba para Bo-livia, pero no para La Habana, y no, no pude entrar. Yo vine con el Che en el avión, pero no pude ver a Fidel. Eso me dolió mucho. Pero aquella fue una experiencia increíble, y ese año fue defi-nitorio para mí desde el punto de vista de alcanzar confianza y respeto. Me busqué muchos problemas con los vete-ranos por ir a Bolivia, yo estoy convenci-do que ellos también se merecían ir, que todos los cubanos se merecían estar en Bolivia. Solo traté de hacer mi trabajo lo mejor que pude.

Tuviste la oportunidad de exponer junto a los fotógrafos más destacados de la Isla, ¿cuánto te aportó en lo personal y profesional esa cercanía con figuras como Korda, Liborio, Salas y Corrales?

Todo partió de un 1ro de mayo dedi-cado al Che. Cuando terminó el desfile nos pidieron una fotografía a cada uno de los fotógrafos que habíamos estado allí. Yo envié la mía, pero no tenía idea de qué se trataba. Sucedía que Liborio, Korda, Corrales y Salas iban a hacer una exposición sobre el Che y seleccionarían la mejor imagen de los que habíamos es-tado en la Plaza aquel día para que inte-grara la muestra. Finalmente escogie-ron mi foto, y participé en esa primera exhibición en el memorial José Martí. Fue un honor grandísimo. A partir de ahí la curadora de la exposición me lo-calizó y me pidió alrededor de diez foto-grafías para exponer junto a Liborio, Salas, Korda y Corrales en Londres por espacio de un año en una galería fija. Fue algo trascendental, me aportó mu-chísimo y marcó mi carrera.

¿Cuáles han sido los momentos más difí-ciles de fotografiar tanto dentro como fuera de Cuba?

Los más difíciles han sido los que encierran desgracias humanas. Eso siempre me ha golpeado. El año 1998 en Nicaragua fue desastroso. El huracán Mitch acabó allí. Yo tomé algunas foto-grafías que después de procesadas no he vuelto a mirar. Fue espeluznante. Me marcó mucho. Los huracanes aquí en Cuba también. La Isla de la Juventud me traumatizó, fue muy deprimente. Esas son el tipo de fotos que aunque muchos crean que uno se siente estimulado al hacerlas, no es así. Es muy difícil, porque uno no sabe hasta qué punto una persona que está pasando por un momento tan crítico asimile las fotos como un gesto de solidaridad o como una burla. A veces se crean unos silen-cios espantosos, las personas te miran y no dicen nada, y tú fotografiando, y no sabes cómo romper el hielo, cómo ac-tuar, qué decir. Es muy, muy, muy difícil establecer algún tipo de diálogo, mas

ismael francisco

Él también pudo ser Jacques Daguerre©

cor

tesí

a de

l en

trev

ista

do

5

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

gENtE

uno que no llega con una teja ni con un pedazo de pan para ayudar a los damni-ficados. También me resultan difíciles las cosas de «rosca», las que uno hace porque tiene que hacerlas. Por eso siem-pre trato de salirme de la «rosca», inven-tar. Me es muy complicado trabajar por mandato.

¿Y los más felices?Yo recuerdo mi primera cobertura

internacional como un momento muy feliz. Éramos un grupo de jóvenes muy sanos y todo fue muy lindo. Y aun-que no tenía la trascendencia de los res-tos del Che, y no fue algo que te marcara desde el punto de vista histórico, fue muy significativo desde el humano; por la solidaridad, por el ambiente tan feliz que se logró en esa aventura en México. Otro momento feliz fue trabajar junto a mi padre en la cobertura del 26 de julio en Guantánamo, en el año 1995. Fue muy lindo, porque no se me había dado nunca, y creo que hicimos un buen equipo. Fue algo feliz, fue así.

¿Cuánto te aportó trabajar junto a tu padre?

Lo que más me aportó es que el viejo es mi principal crítico, el mayor, y eso me encanta. Todas las tardes cuando lle-gábamos a casa nos sentábamos en el patio para hacer un resumen del tra-bajo del día. Entonces yo le contaba acer-ca de las fotos que había hecho, y él sin mirarlas me hacía los señalamientos. Era increíble. Y nunca me hizo creerme que era bueno, ni me dio ningún tipo de privilegio. Nada.

los colores del horizonteEn el año 2000 dejas de trabajar en

Granma y encuentra nuevas luces como fotógrafo en Prensa Latina. En el 2007 obtie-nes la mención en el concurso mundial de fo-tografía de agencias de noticias en Estepona, España ¿qué valor tienen los premios para ti?, ¿son el estímulo para enfrentar el trabajo con más rigor?

Te soy sincero: creo que los premios tienen más reconocimiento para la gente que para uno mismo. Yo lo veo así, para mí no tienen ningún valor. Y es que solo cuando las personas saben que tú ganas-te un premio te miran y se fijan en tu tra-bajo. Por eso no me gusta participar en concursos, mi concurso y mi premio es publicar y que vean mis fotos. Me gusta más estudiar los concursos, soy un ratón, siempre miro lo que la gente envía a los certámenes. Eso sí lo disfruto mu-chísimo, no es criticar al jurado, no es ser jurado, sino descubrir lo que la gente en-tiende que es bueno o malo.

Lo de Estepona sucedió porque mi ex presidente me dijo un día: «Ismael, necesito que en diez minutos envíes tres fotos a esta dirección de correo electrónico, yo mañana estoy saliendo para España y no puedo llegar sin fotos de Prensa Latina». Yo me senté en la computadora y las tres primeras fotos que encontré fueron las tres primeras

fotos que mandé para Estepona. Me ol-vidé totalmente de aquello, y a la sema-na recibí la noticia del premio. Y más que sentirme elogiado me dediqué a buscar los criterios y el por qué mi fo-tografía había ganado. Encontré razo-namientos muy interesantes y descubrí que el premio estaba encaminado a en-contrar la belleza en la fotografía de prensa. A partir de ahí me propuse, ya de manera más consciente, embellecer la noticia. Ese fue el mayor premio que alcancé en ese concurso: darme cuenta de qué estaba pasando y qué debía ha-cer. Desde entonces creo que mis foto-grafías han cambiado bastante.

Dime tres fotografías tuyas que te vengan a la mente ahora mismo.

Hay fotos que no se me escapan de la mente. Una es la de dos niños en la Isla de la Juventud luego de un huracán; estaban sentados en una cama y la casa es- taba sin techo. Eso me partió el alma. Otra es una fotografía que le hice a mi abuelo cuando cumplió cien años. Mi abuelo me enseñó a jugar pelota, estuvo muy vinculado, y yo siempre quise hacer-le un retrato de verdad y no había podido, lo logré a sus cien años. Y la tercera es una que le tomé a Fidel Castro con el machete de Antonio Maceo en Santiago de Cuba, el 1ro de enero de 1995.

¿Lo que te falta por fotografiar?Hay sucesos que ocurren y despier-

tan en uno muchos deseos de trabajar. El año pasado fue para mí decepcionan-te desde ese punto de vista. Yo estaba alistado para salir para Honduras cuan-do el golpe de estado y finalmente no me autorizaron a ir. A mí me hubiera gustado estar allí. Sentí necesidad de de-nunciar lo que pasaba, y quería hacerlo. Con Haití me sucedió igual, estaba todo listo y tampoco pudo ser. Entonces creo que me falta una no, muchísimas fotos por hacer; además porque considero que todo es importante, y todo merece la pena ser fotografiado.

¿Tu fotógrafo?, ¿tu foto?Hay varios fotógrafos. Respeto y

sigo el trabajo de algunos que considero que son realmente clásicos. Extranjeros: Oded Balilty, Ramón Espinosa y Javier Galeano. Y en Cuba los ya jubilados Fer-nando Lezcano y Pedro Beruvides, y el fallecido Ahmed Velásquez.

¿Mi foto? El Pulitzer de Balilty. Esa foto la hubiera querido hacer yo, es lo más grande que he visto en expresión, ¡está todo tan bien puesto en esa imagen! Para mí es mágica.

¿Cuánto lleva una fotografía de intui-ción, cuánto de conocimiento técnico y cuánto de casualidad?

Tiene de todo. Y yo diría que más que intuición debe tener preparación. Un fotógrafo de prensa que no sepa qué está pasando en el mundo, qué es noti-cia de su país en el mundo, y salga para la calle sin conocer esas cosas, puede perder muchas fotografías. Por tanto, es muy necesaria la preparación, la infor-mación y el dominio técnico, pues uno

puede tener millones de ideas y no po-der hacer nada. Eso es frustrante.

Creo que hay muchas personas con carencias técnicas haciendo fotografía de prensa. Se lanzan a hacer fotos que a veces quedan bien, y a veces mal. Un fo-tógrafo de prensa sale a trabajar a como dé lugar, y si la posición que alcanzó fue a contraluz, eso no puede ser un impe-dimento para lograr la imagen. Hay que estar preparado para hacer la mejor fo-tografía en las peores condiciones.

¿Crees que el espectador agradece o le da valor a tus fotos?

Creo que la gente sí lo agradece, y aunque muchas veces no llegue a saber lo que piensan, creo que sí, le dan valor. Pero para mí es mucho más importante que las personas tengan la posibilidad de ver mi trabajo; yo estoy tranquilo cuando traspaso la barrera mediática y me posiciono.

¿Qué debe poseer un profesional, además de talento, para sobresalir?

Un profesional debe estudiar todos los días, y de la fotografía, tiene que ver fotos todos los días. Yo estoy seguro que si hacemos una encuesta desde Guantánamo hasta Pinar del Río, po-cos fotógrafos saben cuáles fueron las veinticinco mejores fotos de prensa de ayer en el mundo. Simplemente porque no les interesa.

Se dice que el genio hace lo que puede y el talento lo que quiere. ¿Qué hace Ismael, lo que puede o lo que quiere?

Ismael trata de hacer lo que puede, y muchas veces hace lo que quiere. Pero otras veces ni hace lo que puede, ni hace lo que quiere. Pero me siento un fotó-grafo muy libre, privilegiado, con la au-tonomía total para hacer las cosas que yo quiera. Eso me satisface mucho.

Según Martín Keene, «un fotógrafo tiene una butaca de primera fila en la historia». La cámara puede ser testigo de una Revolución que afecte a un país –incluso al mundo– o consignando las ideas y venidas de una co-munidad local». ¿Qué significa haber estado presente en tantos momentos trascendentales del país?

Ha sido una escuela, una enseñan-za diaria. ¡Nosotros somos tan privile-giados! Lo mismo podemos estar hoy en un evento científico donde se discu-ten cosas muy trascendentales, o con el hombre que mejor cosecha los ajos en este país, o con el amor de otro que tie-ne un proyecto comunitario en las montañas. Lo que intento explicarte es que es un privilegio poder participar en cosas así y ver de todo. Es haber par-ticipado en momentos grandes de la pelota, en instantes decisivos de la Re-volución, en elecciones, y en disímiles lugares que uno a veces no se imagina. Creo que de todo sale una enseñanza, una ayuda, una reflexión. Y te digo, los periodistas de medios nacionales, y so-bre todo los fotorreporteros, tienen un gran privilegio. Estar y estar, no es es-tar aislado de la realidad y de lo que está pasan-do, sino estar y estar.

¿Fotografiar a Fidel?Fidel siempre me dio confianza.

Nunca tuve miedo al diálogo, pues mucha gente se acobardaba y tenían pá-nico si él les hablaba. Siempre dije que nunca le iba a mentir, y cada vez que me preguntó respondí lo que pensaba. Y me preguntó cosas simples, por ejem-plo: si tenía hambre, y le dije que sí, y es que era verdad que tenía hambre. Nun-ca me presioné, no sé bien por qué, tuve la virtud de alcanzar lo que en mi crite-rio es una de las claves para el éxito de cualquier profesional: nivel de concen-tración en el trabajo. En ese momento yo no estoy ni para tomar café, ni para el chiste, ni para reírme del que está al lado mío, en ese momento concentro mis cinco sentidos en fotografiarlo y lo-grar lo que yo quiero en momentos de-terminados.

Estudié su personalidad ampliamen-te, llegué a reconocer cuando estaba mo-lesto, cuando estaba feliz, cuando no es-taba en el lugar, cuando le estaba importando poco lo que estaba pasan-do. Pero nunca me sentí nervioso, al contrario, me agradaba que él llegara, que me sorprendiera en una actividad, eso para mí no era un problema. Sucede también que yo desde niño estaba viendo a Fidel, y eso fue muy importan-te. Yo me crié en Granma, y Fidel visita-ba casi a diario el periódico, lo vi mu-chas veces, hablé con él, para mí no era un extraño. Desde que tengo uso de ra-zón tengo recuerdos de Fidel.

el vuelo de la luz¿Cómo valora la foto de prensa actual en

los medios nacionales?Para mí la fotografía de prensa en los

medios nacionales no existe, así de fácil, porque no existe la prensa. Entonces, ¿dónde tú vas a desarrollar la fotografía si no tienes periódico?, ¿en dos periódi-cos diarios que hacen lo mismo, que cubren las mismas cosas, que además tienen ocho páginas y son en blanco y negro? Creo que podríamos mejorar muchísimo si aunáramos fuerzas y pa-pel, y a Granma, Trabajadores y Juventud Rebelde lo hiciéramos un solo periódico donde se pudiesen desarrollar muchas más cosas, incluida la fotografía.

¿Qué temas prefieres fotografiar?Me gusta todo, me gusta fotografiarlo

todo. Soy enemigo de la especialización. Necesito, profesionalmente, no hacer las mismas cosas todos los días, porque en-tonces se me crea un conflicto”.

Un consejo para aquellos que se inicianEstudiar. No caer en la autocompla-

cencia de creerse los mejores del mundo. Tener paciencia. Arrimarse a los que saben. Y con mucha modestia tratar de llegar y saber por qué se llegó.

¿Cómo te gustaría que trascendiera tu obra?

No, no me gustaría, porque eso me parece que va a ser después de muerto.

Un epitafioYo no pido más, que ser un buen

recuerdo alguna vez. CM

© c

orte

sía

del

entr

evis

tad

o

MAYO 2015

fo

to

rr

ep

or

ta

je

Abakuá:

fotos: ISMAEL frANCISCO

Miradas de un fotorreportero

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

7

fo

to

rr

ep

or

ta

jeMiradas de un fotorreportero

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

Tomado del libro Cuba Sí, de René de la Nuez

8

hu

mo

r

EN EL MEDIO DE LA CALLE

A CArGO DE aRES Y zaRDOYaS

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

Tomado del libro A punta de punto, de Alexis Durán

hu

mo

r

9

NúME

rO 85,

Mayo

2015

EN EL MEDIODE LA CALLE

Cuerpos humanos, patrias inhumanas

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

10

le

ct

ur

as

SANTIAGO ALbA rICOEspecial para LA CALLE DEL MEDIO

Fantaseemos un poCo. Si pudiése-mos crear un país, ¿qué necesitaríamos? Territorio. Gente. Un nombre. Un go-bierno. Una bandera. Una moneda. Un pasaporte. Estos siete elementos, como «ingredientes» indisociables de un País, parecen equivalentes, pero no lo son. Digamos que el nombre, el gobierno, la bandera, la moneda y el pasaporte son expresiones metonímicas de la Nación: se representan mutuamente sin salir jamás de la idea abstracta corporizada a través de ellos. «España» es un nombre y también un pronombre, porque pre-tende «sustituir» a 44 millones de suje-tos. Es, por tanto, una idea y un cuerpo. La moneda, por ejemplo, no vale nada sin el nombre que la respalda, pero tiene tanto cuerpo que es sin duda –como ya analizó Marx– el objeto prio-ritario de lo que llamamos «fetichismo»: a través del dinero adoramos todos los cuerpos que podemos adquirir con él. El caso de la bandera es igualmente re-velador.

La bandera emana directamente del nombre España como prueba tautológi-ca de su existencia. Como sabemos, antes del nacimiento de los Estados Nación, las banderas se usaban como instrumentos de intervención concreta: para hacer señas –eran enseñas– o para señalar en una batalla el lugar donde debía reunirse el ejército. Es la Nación la que convierte la bandera en una re-presentación metonímica cuyo único mensaje es la existencia misma de la Nación que representa. Pero es hasta tal punto un cuerpo que en casi todas las legislaciones nacionales existe el de-lito de «ultraje a la bandera»: al tiempo que escribo estas líneas leo, por ejem-plo, que en Egipto una bailarina del vientre ha sido condenada a seis meses de cárcel por envolver su cuerpo en la bandera egipcia mientras bailaba semi-desnuda una danza oriental. Elocuente choque entre dos cuerpos –uno de carne, otro de tela– que, a ojos de la Nación, equivale a una violación.

A diferencia de lo que ocurre con los otros elementos, el territorio y la pobla-ción no son emanaciones del nombre «España» ni han sido incluidos en él a través del lenguaje. El territorio ha sido conquistado y es conservado mediante un ejército, lo que indica sin duda su an-terioridad material respecto del naci-miento del Estado-Nación. Un territorio no es necesariamente una nación, aunque todos los territorios estén hoy dentro de las fronteras nacionales de al-gún país. Lo mismo ocurre con la gente. La gente existe desde mucho antes de que surjan en Europa los Estados-Na-ción, cuya fundación, en algunos casos, es muy reciente. Pensemos, por ejemplo, en Italia o Alemania, dos bebés con menos de dos siglos de vida, por no ha-blar de algunos países árabes, como Kuwait, creado de manera artificial, como todos, en los años sesenta del

siglo xx, o de Israel, que existe única-mente desde 1948. En la Edad Media –recuerda Michael Billig– ningún habi-tante de Europa hubiera comprendido la pregunta sobre la nacionalidad, entre otras cosas, porque ni siquiera hubiera compartido la lengua de los que suelen hacer las preguntas. Todavía hoy, en el Irak destrozado por los EE.UU. y el Es-tado Islámico, muchos de sus habitantes se reconocen más bien en su «tribu»: son identificados y ellos se identifican como Shammar o Joumaili o Joubouri y no co-mo «iraquíes». No se hace un hombre de la misma manera ni al mismo tiempo que se hace un «español». En definitiva, somos «gente» antes y por otros motivos y, si los españoles somos también «es- pañoles» es solo porque tenemos un pasaporte español. La relación, diga-mos, entre los cuerpos y la nación, es metafórica y su conector es, además de una lengua común, un documento en el que «España» reconoce nuestra españo-lidad; es decir, reconoce que somos algo más que «gente» o «seres humanos» re-sidentes en un cuerpo individual.

El caso del pasaporte es particular-mente interesante. Es, como la moneda, una emanación de la autoridad fiducia-ria de la Nación emisora, pero es también la conexión entre esos dos ór-denes paralelos unidos de manera arbi-traria: los cuerpos y los nombres. El pa-saporte no es un papel, es un gancho que conecta de manera arbitraria un «yo» individual y un «nosotros» metoní-mico; una metáfora cuya injusticia nos pasa habitualmente desapercibida. Pen-semos, por ejemplo, en los inmigrantes en general y concretamente en esos mi-les que han muerto este año en el Medi-terráneo, ese «mar del medio» –el mu-tawasit en árabe– que separa a los europeos de los seres humanos o, si se prefiere, a los europeos de los indivi-duos, porque esa es la verdadera fronte-ra. No nos hagamos ilusiones. ¿Por qué un español puede viajar a Dakar en tres horas y pagando 300 euros mientras que un senegalés tiene que emplear cuatro años, pagar 3 000 euros o más y jugarse además la vida? La diferencia es que un español es un español y un senegalés so-lo un ser humano; la diferencia es que un español es un «nosotros» com-plejo y un senegalés solo un individuo concreto. La diferencia es un pasaporte. Los que no tienen pasaporte, los que son únicamente humanos, los que son ellos mismos –individuos puros no in-cluidos en ningún nosotros– están ente-ramente privados de protección y de de-rechos. Como subrayaba Hannah Arendt hablando de los apátridas de la Segunda Guerra Mundial, los que son solo humanos no tienen derechos hu-manos, son, diría el filósofo Giorgio Agamben, «sagrados», es decir, execra-bles, y por eso mismo están expuestos a todas las violencias y todos los despre-cios. No nos engañemos.

Los europeos tendemos a pensar nuestra diferencia nacional al margen del pasaporte, como una cuestión de va-

somos naturalmente españoles o fran-ceses o estadounidenses. No forma-mos parte de esos relatos sino en virtud de una decisión arbitraria exte-rior que nos pone en relación con ellos. Mientras eso siga siendo así, los únicos que no estarán protegidos por los Derechos Humanos serán precisa-mente los seres humanos. Por eso mis-mo la fragilidad radical de los inmi-grantes, exterioridad pura que ninguna metáfora protege y muchas desprecian, está demandando la construcción de un pasaje no arbitrario del «yo» al «no-sotros», un pasaje que no dependa de la fortuna o la arbitrariedad metafóri-ca y que incluya, por tanto, a todos los individuos por igual. Mientras el mar-co de la Nación siga decidiendo las co-nexiones es imperativo reformular en-teramente el carácter de las relaciones inter-nacionales. Pero mientras el mar-co de las exclusiones e integraciones siga siendo el mercado capitalista, nin-guna ley internacional y ningún catá-logo de Derechos Humanos podrán protegernos de verdad. CM

lores y civilización en la que la «indivi-dualidad» –frente al «comunitarismo» de los otros pueblos– señalaría de ma-nera natural nuestra superioridad. Es todo lo contrario. Si confrontamos tu-rismo y migración, es decir, los despla-zamientos desde Europa y hacia Euro-pa, reparamos enseguida en que los viajeros individuales son los emigran-tes: los turistas viajan en grupo y además protegidos por el «nosotros» na-cional, mientras que los africanos que arrojan el pasaporte al mar para que no puedan devolverlos a un país que los re-chaza, están solos y no llevan consigo otra cosa que su cuerpo desnudo.

¿Cómo se hace un país? Con territo-rio, bandera, dinero, pasaporte, gobier-no. ¿Cómo se hace un ser humano? Qui-tándole todas estas cosas. La trágica vulnerabilidad de los inmigrantes de-muestra que la relación de los cuerpos individuales con «España» (o con «Francia» o con «EE.UU.») es metafóri-ca. Los cuerpos –sin los cuales no se puede construir un país– no son mo-nedas ni banderas ni pasaportes. No

© z

ard

oyas

El mayordomo del embajador inglés

Cuerpos humanos, patrias inhumanas

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

11

le

ct

ur

as

JOrGE WEJEbE CObO

el aristóCrata inglés Sir Hughe Knatchbull-Hugessen, a sus sesenta años gozaba de la confianza del Primer Ministro Winston Churchill, como em-bajador del imperio británico en Tur-quía durante la Segunda Guerra Mun-dial, sin embargo, su inclinación a los dilatados baños y dependencia de pastillas para dormir puso a su país y a las fuerzas aliadas al borde del mayor desastre de toda su historia en el deci-sivo año 1944, al convertirse en el cen-tro de una de las más importantes his-torias de espionaje del siglo xx.

Elyesa Bazna, su mayordomo, con quien se asociaría su destino para siem-pre, era natural de la ciudad de Kosovo y su juventud coincidió con los difíciles años previos a la II Guerra Mundial, entre constantes avatares por salir ade-lante en su precaria existencia, casi siempre de fracaso en fracaso como fo-tógrafo, chofer, mecánico, cantante y criado de los diplomáticos extranjeros en la capital turca.

Los odios raciales y los intereses geopolíticos de las grandes potencias que coincidían en la neutral Turquía du-rante los años de la contienda bélica conformaron para Bazna un entorno poco propicio para que desarrollara fi-delidad por alguna bandera y sí una gran ambición por lograr su sueño de ser rico y dueño de una mansión con vistas al Mar Negro, que le hiciera olvi-dar su humilde origen.

Al parecer, su suerte iba a cambiar cuando consiguió trabajo en las embaja-das de Yugoslavia, Estados Unidos y Ale-mania en Turquía, y por último, en la re-presentación de Gran Bretaña, gracias a que hablaba alemán, francés y croata, era habilidoso, sabía tratar a sus amos con adulación y daba la impresión de ser un insignificante empleado que pasaba inadvertido ante sus poderosos emplea-dores e igual para los servicios de segu-ridad de esas representaciones, ya que no fue reclutado por iniciativa de ningu-na organización de inteligencia extran-jera que tan activamente actuaban en esos años, y solo por propia iniciativa decidió asumir el riesgo de espiar para quien más le pagara.

Desde que comenzó a laborar en la sede inglesa como mayordomo de Sir Hugh Knatchbull-Hugessen, en 1943, es-tudió las costumbres cotidianas de su jefe, quien tenía horas fijas para el traba-jo, tomar el té, las cenas y la asistencia a reuniones y actividades del protocolo.

El embajador solo quebraba las me-didas de seguridad cuando disfrutaba de sus largos baños, dejando sus perte-nencias al cuidado del complaciente criado. Llevaba a su residencia aledaña

a la embajada documentos secretos para leerlos en la cama después de tomar fuertes dosis de somníferos para conciliar el sueño. Los legajos perma-necían en la habitación hasta la maña-na siguiente y eran fotografiados con una pequeña cámara Leika por el ma-yordomo cerca de la cama donde dormía profundamente el confiado di-plomático, con lo cual fue acumulando cientos de cuartillas de información de gran importancia.

Además, los baños diarios del em-bajador, preparados con esmero por Bazna con adecuada temperatura del agua y sales perfumadas, le brindaban otra oportunidad de hacer su trabajo de espía y quizás fueron aprovechados por este para tomar huellas y reprodu-cir las llaves de la caja fuerte y los male-tines donde se guardaban los docu-mentos confidenciales.

El 26 de octubre de 1943 se dirigió a Albert Jenke, Consejero de la sede ale-mana, y le propuso venderle la informa-

ción que tenía acumulada, en la que incluyó una lista de los agentes secre-tos ingleses en Turquía. Después de unos días de espera su propuesta fue aceptada y se le asignó el seudónimo de Cicerón, con el que se inició como agente del Ministerio de Relaciones Ex-teriores alemán, encabezado por Joachin Ribbentrop.

Desde entonces, Cicerón entregó a los alemanes los más importantes se-cretos del imperio británico y los alia-dos durante la guerra, incluyendo las ac-tas de las reuniones entre los ministros del exterior de la URSS, Inglaterra y EE.UU. sobre la colaboración militar entre esos países y la invasión anglo norteamericana a Europa en 1944, entre otros asuntos.

Pero Cicerón llegaría más lejos y ob-tuvo una síntesis del plan del futuro desembarco en Normandía denomi- nado «Overlord», el secreto mejor guar-dado de la alianza antifascista durante la II Guerra Mundial, y del que depen-

día la vida de cientos de miles de solda-dos norteamericanos, ingleses y cana-diences que se aprestaban a desembarcar en Francia en una zona donde los ale-manes no los esperaban.

El Primer Ministro Winston Chur-chill enviaba esos sensibles documentos a su embajador en Ankara porque conside-raba que su experimentado diplomático los utilizaría para convencer a los turcos de sumarse a la alianza contra Hitler en los Balcanes, sumando un millón de sol-dados otomanos para reafirmar los inte-reses ingleses en la región. Además, la en-trada de Turquía a la guerra fortalecería la propuesta inglesa a los EE.UU. de inva-dir por esa zona en 1944 y abrir el segun-do frente en Europa, a fin de llegar prime-ro junto con los norteamericanos a Alemania y liberar parte de Europa Occi-dental, para evitar que la URSS tomara esa región y estableciera regímenes socia-listas después de la guerra.

El presidente norteamericano Fran- klin D. Roossevelt discrepó de la pro-puesta de Churchill porque considera-ba que en esa campaña se multiplicarían las bajas de soldados norteamericanos para apuntalar los intereses ingleses y, además, no compartía del todo la vi-sión anticomunista para el futuro de Europa de su colega inglés.

No obstante, el esfuerzo británico en Ankara fue infructuoso. Solo en abril de 1945, pocas semanas antes de la rendi-ción alemana el 8 de mayo, Turquía entró en la guerra más de manera sim-bólica que con fines prácticos.

Cicerón recibió más de 300 mil libras esterlinas por sus informaciones, aunque Hitler no creyó, en junio de 1944, que eran reales los datos, los califi-có de «desinformación inglesa» y no mo-vió sus fuerzas hacia Normandía, donde hubieran podido causar numerosas pér-didas a los invasores el 6 de junio.

También las pugnas entre la Gestapo, de Ernest Kaltenbrunner, y el servicio de inteligencia de Joachin Ribbentrop, que oficialmente reclutó a Cicerón, contribu-yeron a que se desestimaran las informa-ciones del espía, al descalificarse entre sí el trabajo de uno y otro organismo. No obstante, ambos líderes nazis ocuparían los puestos iniciales para ser ahorcados después del juicio de Nuremberg, en 1946, por crímenes contra la humanidad.

En Inglaterra, Sir Hugh Knatchbull-Hugessen fue impugnado, en la década del ’50 ante el parlamento, por sus desli-ces en el cargo de embajador en Turquía y se retiró de la política.

El espía abandonó su cargo en 1944 temiendo por su vida, cuando una joven empleada en la sede alemana en Tur-quía, de origen alemán, desapareció y resultó ser una agente de la inteligencia norteamericana, quien probablemente conocía la identidad de Cicerón.

No logró sus sueños de juventud, porque la mayoría de las libras esterli-nas con que le pagaron los nazis eran falsas y se convirtieron en papel sin valor después de la guerra. En la década de ‘50 se atrevió a solicitar infructuosa-mente al gobierno de la República Fede-ral Alemana que lo recompensaran por sus servicios al nazismo.

Tuvo suerte y no fue condenado por su actividad ilegal, pudo escribir sus me-morias y sirvió de fuente a libros de es-pionaje durante la II Guerra Mundial. Si Hitler hubiera creído en sus informes, de seguro hubiera terminado en la horca al igual que sus jefes, pero a los ochenta y nueve años, el mayordomo Elyesa Baz-na, el agente Cicerón, murió en 1970, en la ciudad de Munich, Alemania. CM

© a

res

12

OpiN

ióN

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

Alejandro Falcón ¡En Cuba y ahora!

© z

ard

oyas

YISELL rODríGuEz MILáN

4.4.2, esa es la versión de An-droid de mi teléfono que, para ser sinceros, no es la gran cosa. Es de marca dudosa, no pagué por él los precios exorbitantes que ahora están de moda y tiene sobre sí un raro estigma, propio de estos tiempos en que la venta de celulares por la iz-quierda resulta un buen nego-cio y un termómetro social: mi móvil es chino.

Tener un móvil chino, para quienes se mueven en algunos escenarios escolares, en la calle y en ciertos círculos profesiona-les, evidencia dos característi-cas de sus portadores, especial-mente de aquellos que gustan de usarlos en cada pasillo, para-da de guaguas, reunión y con-versación.

La primera es que tiene «poco» dinero, porque «no vale igual una copia china que un original» –te dicen los (re)ven-dedores– y eso, socialmente, parece tener un costo: cierto tipo de exclusión poco relevan-te si se admite que en la Isla es ínfima la cantidad de personas que pudieran pagarse un origi-nal. La segunda es que, de todas formas, tiene un «teléfono Android». Disfrutar de este sis-tema operativo, aunque no se tenga línea, se ha convertido en un asunto de notoriedad entre los consumidores de la tecnolo-gía. Con ellos, el comparar un móvil con otro, intercambiar aplicaciones, compartir archi-vos por bluetooth, jugar, enviar mensajes multimedia, etc., pasó de ser la forma de conexión so-cial primaria que empezamos a «descubrir» a partir del 2008 –cuando se autorizó la venta de líneas a los cubanos– para con-vertirse en una necesidad de consumo.

Uno no ansía lo que poco conoce, pero el siglo xxi y la globalización cultural andan haciendo de las suyas en Cuba. No hay carteles ni spots anun-ciando los privilegios sociales de un smartphone y, aun así, los niños y adolescentes piden a sus padres que le regalen uno si aprueban los exámenes, si pasan el año, si obtienen la carrera, si se portan bien...

Quizás muchos, si creyeran en Reyes Magos, les pedirían un tablet para jugar y ver series, o negociarían el diente caído con el Ratón Pérez para ver si les trae de Panamá o Ecuador al-gún móvil barato… «pero que sea Android». Sus padres pa-gan.

No demonizo los celulares. Tengo un amigo, adicto a su te-léfono, que hace cuatro años salvó la vida de un grupo de personas cuando se volcó la Yutong en que viajaba de Las Tunas a La Habana. ¿Cómo?

Usando su móvil para infor-mar.

Unos meses atrás yo misma hice, gracias a un celular, una entrevista que siempre recorda-ré. Fue a uno de los médicos cu-banos que cumplía misión en África atendiendo a los enfer-mos de ébola. Él me respondía desde su móvil, lentamente, quizás usando un solo dedo para evitar errores en el resba-ladizo teclado de Android que, a propósito, le hacía sugeren-cias de corrección.

Estar conectados resulta una necesidad social con la que el país tiene una deuda que no solo abarca el alto precio de las líneas y las llamadas, sino también la posibilidad de usarlo para co-nectarnos a Internet. Pero eso sería motivo de otro artículo.

El problema en este caso es que, más allá de las «apps» para encontrar restaurantes y los dobles «checks» de la men-sajería, los móviles nos han cambiado la vida y nos impo-nen nuevas dinámicas de con-sumo por las que no debería-mos dejarnos tragar.

Lo que te pierdes si no tienes Android, por ejemplo, parece importar demasiado. Hasta hace unos años bastaba con tener «un telefonito» cual-quiera para llamar y enviar mensajes. Ahora ese telefonito –digamos, un Alcatel de 25 CUC– es el primer paso en una larga carrera que llevará a gas-tar más de lo que tienes por lo que dicen que es mejor.

Primero –te dirás a ti mis-mo– será por necesidad. Tu te-lefonito no tiene una buena cá-mara, no soporta el correo Nauta, pasas trabajo con el te-clado y no sintoniza las emiso-ras. Es hora de invertir.

Con el equivalente al sala-rio completo de tres meses comprarás uno mejorcito. Pero difícilmente será Android. En Etecsa, por ejemplo, un móvil con ese sistema operativo cues-ta más de 100 CUC. Pronostico que durarás poco con la nueva adquisición.

La presión social, «imper-ceptible», si así lo quieres creer, te inducirá a buscar esta vez un celular táctil (que es lo que se usa) y práctico (nadie lo puede negar) en el que puedas copiar mapas, directorios, enciclope-dias, navegadores, linternas, edi-tores de fotos y videos, repro-ductores de música y otros muchos programas y juegos que antes solo era posible usar en las computadoras. Aprenderás a vivir al tanto de lo último y su-frirás si no puedes actualizar el sistema con la última versión sa-cada al mercado por Google –dicen en varias páginas web que Android es un buen expo-

Furia androide nente de lo que llaman obsoles-cencia programada–.

Y con este sistema operati-vo tendrás, además, otras rega-lías. Una de ellas es que serás vigilado por la Agencia de Se-guridad Nacional (NSA) de Estados Unidos y el Cuartel Ge-neral de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ) de Ingla- terra, con acceso a los datos de los usuarios de dispositivos An-droid.

En enero de 2014, The Guar-dian reveló que ambas agencias de inteligencia interceptaban in-formación personal a través de Internet, redes sociales y aplica-ciones populares como Angry Birds, que recopilan informa-ción para temas comerciales y de publicidad. La NSA y el GCHQ insisten en que cumplen con las leyes nacionales e inter-nacionales. Ya veremos…

Antes, de estudiante, cuan-do escuchaba algo parecido a «Android» el término me remi-tía a los androides, robots que imitando la apariencia y la con-ducta humana pueblan algunos famosos libros de ciencia ficción. Perdí el sueño con unas historias de Isaac Asimov que leía en el único sitio de la casa donde se mantenía prendida la luz hasta la madrugada: el baño. El hombre bicentenario, en especial, me desveló.

Ahora, como a muchas otras personas, me roba horas (y no solo nocturnas) la necesidad de revisar el correo en todo momento (aun cuando me gaste un saldo siempre al lími-te), de revisar los sms, de jugar aunque no tenga ganas, de lim-piarle la pantalla, de tocar el teléfono solo para saber que es-tá ahí y no se me «ha ido corriendo», sí, corriendo, como aquellos días en que solo usaba ese dichoso aparatico porque me hacía falta. CM

android• Android es un sistema

operativo basado en el núcleo Linux.

• Tiene un modelo de desarrollo de código abierto y soporta plataformas ARM, x86, MIPS, IBM, Power.

• Su lanzó al mercado el 23 de septiembre de 2008.

• El primer teléfono disponible para ejecutarlo fue el HTC Dream.

• Fue desarrollado por la Android Inc. En 2005 Google compró esa empresa.

• Los programas están escritos en el lenguaje de programación Java.

• Siempre ha sido altamente personalizable.

• Los dispositivos Nexus son los usados para estrenar sus nuevas versiones.

• El nombre de Android (androide) alude a la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick.

• Se estima la existencia de un millón de aplicaciones (y creciendo…) para este sistema operativo.

• Aproximadamente 1 millón 500 mil teléfonos móviles con Android se activan diariamente.

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

13

ev

en

to

sEn esta cuarta edición llega Jorge

Drexler por primera vez a la mayor de las Antillas, con una obra sólida, mezcla de sonoridades y de maneras de hacer, que da al traste con la postmodernidad más burda y comercial a través de una singular intertextualidad que favorecen la reflexión del hombre frente a sí y a su destino.

Se cuenta con que Andy Montáñez regrese a casa, no para hacer bailar al público cubano, sino para hacerlo recor-dar a Fernando Álvarez, uno de los más reconocidos boleristas del patio. Con su más reciente producción discográfica Sueño, al estilo jazzístico, Andy Mon- tañez recreará una época que hizo his-toria y que es referente obligado de mo-dos de hacer en estos días.

Un poco más de dos décadas sepa-ran el encuentro de Tania Libertad con el público cubano, y esta distancia que-dará saldada cuando en octubre las cor-tinas del Teatro Mella queden descorri-

IvóN PEñALvEr

es Común que en los días que corren se hable del rescate de géneros poco di-fundidos, de expresiones musicales apenas conocidas por las jóvenes gene-raciones, de la necesidad de confluir maneras de hacer en torno a manifesta-ciones musicales menos favorecidas a nivel mediático. Lo cierto es que, en me-dio de tales reflexiones, aparece en Cu-ba un encuentro que nace alrededor de la canción, uno de los géneros que, si bien ha distinguido la cultura musical de la Isla, no ocupa ya los lugares cime-ros que siempre ha merecido.

Los por qué pueden ser diversos, y lo que sí parece ser es que la canción para algunos ocupa el rincón de los recuer-dos, para otros un punto de referencia histórico, y no faltan los que la emplean para buscar nuevas sonoridades y fusio-nes, mientras los más obstinados colo-can un ojo acucioso sobre el género, conscientes de que sobre ella siempre hay que volver siempre.

Sobre ese presupuesto nace el En-cuentro de Voces Populares, presidido por la reconocida intérprete cubana Ar-gelia Fragoso, un trabajo que organiza VP Producciones, su oficina en Cuba, en coordinación con el Instituto de la Mú-sica, el Centro Nacional de la Música Po-pular y Producciones Colibrí

Parafraseando a la Maestra Argelia Fragoso, no se trata de rescatar, y mucho menos de descubrir un género que por sí solo se dimensiona, sino de defen-der y de preservar un buen decir que por esos caminos azarosos de la desvia-ción real de las cosas va quedando atrás, sin sentido.

Haciendo un poco de historia, Arge-lia Fragoso impartió, en 2011, un taller de Canto Popular con instrumentistas que cursaban estudios en el Conserva-torio Amadeo Roldan, y a ellos los acer-có al mundo de la canción popular. La experiencia, que por entonces se mos-traba únicamente experimental, culmi-nó en un concierto en el Museo Nacio-nal de Bellas Artes, donde se produjo un recorrido por la canción cubana e his-panoamericana. Esta experiencia mos-tró que había un marcado desconoci-miento en el ámbito de la interpretación y de un repertorio que podría ser salva-ble, pero para ello habría que hacer un trabajo sostenido y recuperar el tiempo perdido. Hoy el objetivo de ese taller de aproximar a los jóvenes a un universo musical amplio y heterogéneo es la pre-misa del espacio. «Entre Nosotros», que cada primer miércoles de mes la une a jóvenes exponentes en torno a la can-ción, es una de las fortalezas de lo que será la cuarta edición del Encuentro de Voces Populares, un evento que privile-gia al género y a sus cultores.

Una de las actividades colaterales de esta edición serán los Talleres de Canto Popular para mayores de dieciocho años, con o sin ninguna experiencia musical, que será uno de los engranajes principa-

les de este evento que, desde su creación, ha traído a artistas de amplio reconoci-miento internacional, muchos de los cua-les visitan por primera vez la Isla.

El Encuentro de Voces Populares tra-ta de resignificar la canción popular des-de cualquier latitud, con reglas y técni-cas propias de interpretación que tienen que ver con la génesis misma de las na-ciones. Figuras como Totó La Momposi-na, ídolo del folclor colombiano, Lila Downs, dueña de un personal estilo en el folclor mexicano, Susana Baca, diva de los pies desnudos y cubierta de la im-pronta afroperuana, y una Maridalia Hernández que se desbordó de meren-gue, bachata y sones, le han concedido al evento la magia genuina de lo raigal y ha dejado abierta la brecha para que este no sea solo un encuentro de la canción fol-clórica, pues ha permitido al público cu-bano conocer el singular estilo del grupo de pop-rock Amaral, entre los más reco-nocidos del Viejo Continente.

das para hacer un recorrido por sus temas más antológicos.

Cantantes jóvenes cubanos junto a otros más experimentados tendrán la oportunidad de compartir los Jardines del Teatro Mella a modo de descargas, y de ese modo, estas «Voces en el Jardín» rendirán homenaje al género musical por excelencia. Y es que de eso se trata el Encuentro de Voces Populares, una pro-puesta diferente para hurgar en los re-cintos diversos de la canción, un género que tiene la posibilidad de reacomodar-se a formatos diversos, a sonoridades más experimentales y a un amplio aba-nico de temas. En cualquier caso, sus orí-genes provienen de esa extraña y cóm-plice relación entre texto, intérprete y receptor, tal vez esa primaria y elemental razón le dé fuerzas suficientes al En-cuentro de Voces Populares, liderado por Argelia Fragoso, que del 28 de sep-tiembre al 4 de octubre hará soplar vien-tos nuevos que privilegien la canción. CM

Voces Populares privilegia la canción

© in

tern

et

H. rOMO SIGLEr

en el número 81 de LA CALLE, de enero del 2015, el lector Al-

fredo Marín, del municipio espirituano de Yaguajay,

expresó su admiración por el pelotero Yulies-ki Gourriel, solicitan-do al mismo tiempo las estadísticas de las primeras diez Series Nacionales de Alfredo Des-

dEpORtE

14

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

paigne, con el propósito de esta-blecer una comparación, en igual período, entre los guaris-mos del toletero granmense y los del antesalista que viste en la actualidad el uniforme indus-trialista.

Marín, confesaba, se inspiró en el trabajo que LA CALLE publi-có en el número 40, correspon-diente a agosto del 2011, en el que analizamos el desempeño du-rante la década inicial del vuelta-bajero Omar el «Niño» Linares y

el segundo hijo de Lourdes Gourriel y Olga Lidia Castillo.

Para complacerlo, conscien-tes de que se trata de un asunto que interesa a buena parte de los aficionados del patio, le ofre-ceremos, en dos artículos, un examen detallado no solo de la actuación de dichas estrellas sino de otras muchas lumina-rias, que con su accionar en los diamantes de todo el archipié-lago –y allende los mares, aun-que no nos detengamos ahora

en el quehacer internacional– prestigiaron en el pasado y dan brillo en el presente al béisbol antillano.

Esta primera entrega la de-dicaremos a escrutar el desem-peño de trece peloteros que, bá-sicamente desde el retorno del bate de madera a nuestros even-tos domésticos –luego de la in-corporación de los profesiona-les en los Panamericanos de Winnipeg ‘99– han deleitado a la afición con sus sobresalientes

Los mejores primeros diez años (I)

AHMED PérEz MOrEJóN

DesDe hace varIas sema-nas un sinnúmero de apasionados del béisbol, que se cuentan por millones en Cuba y en la mayoría de las naciones de Latinoamérica y el Caribe, nos han pedido que de-mos a conocer breves semblanzas de jugadores icónicos de la pelota en nuestro país y en otras latitudes. Al hacerlo comenzamos la sección «Leyendas en el diamante», me-diante la cual regularmente, siem-pre que la impronta de sondear la realidad deportiva lo permita, nos acercaremos a peloteros cuyo lega-do perdura. Nos sumamos así al empeño de diferentes espacios tele-visivos, radiales y de la prensa plana por mantener latente la rica historia de un deporte que sig-nifica para los cubanos un sello identitario. Escogeremos, en cada caso, similar cantidad de figu-ras legendarias nacidas en La Mayor de las Antillas y extra frontera.

Martín Dihigo. Hijo del sargento del Ejército Libertador de la Guerra de Inde-pendencia, Benito Di-higo, y de Margarita Llanos, fue un extracla-se capaz de concentrar so-bre sí los ojos de los aficionados y la prensa especializada donde

quiera que calzó sus spikes. En Cuba, Estados Unidos o México recibió la reverencia de quienes se complacieron con su destre-za sin par dentro de los terre-nos, al extremo de estar inclui-do en los Salones de la Fama de estas naciones. Este jugador excepcional nació en los pre-dios del ingenio Jesús María (Ci-dra), del actual municipio de Li-monar, Matanzas, el 25 de mayo de 1906, y falleció casi a los 65 años, el 19 de mayo de 1971 en el poblado cienfueguero de Cru-ces. Con relación a su ingreso a Cooperstown, este se produjo el 8 de agosto de 1977, cuando fi-nalmente se colocó el nicho y la vitrina correspondiente a su fi-gura, si bien había sido electo desde el 3 de febrero.

De esta manera «El Maes-tro» se convirtió en el quin-

to extranjero de todos los tiempos, y el segun-do latino, detrás del también fuera de se-rie Roberto Clemen-te, condición a la que en acto de justicia fueron elevados, en el 2006, José de la Cari-

dad Méndez y Cristó-bal Torriente. Para tener

una dimensión de su as-cendencia entre las dos líneas de cal, más que mencionar sus estadísticas con ribetes dora-dos, vale la pena recordar el tes-timonio de varias figuras igual-

mente prominentes que lo conocieron. Una de ellas, el mítico atleta norteamericano Leroy «Satchel» Paige, expresó: «Dihigo es el pelotero más completo al que me he enfren-tado en las Ligas Negras. Era una estrella en cada posición. Tenía unas manos fuertes, se-guras, gran velocidad, pero so-bre todo, gracia para jugar a la pelota. Por algo, al confeccio-narse el equipo negro «Todos Estrellas» de todos los tiempos, hubo que crearle una plaza especial y denominarlo como el más versátil (utility) por su facilidad para jugar las nueve posiciones». Por su parte, otro extraordinario jugador norte-americano de aquellos tiempos como Monte Irvin, manifestó: «Nunca vi un jugador mejor que Martín Dihigo, él era un hombre física y moralmente grande. Tenía cerca de dos me-tros de estatura, con piernas y brazos largos y un peso de unos cien kilos bien repartidos en un cuerpo de enormes cualidades atléticas. La naturaleza le había diseñado exprofeso para ser un gran atleta».

Con relación a José de la Caridad Méndez Báez, que nació en la ciudad de Cárdenas, el 19 de marzo de 1887, hay que señalar que fue un serpentine-ro de altísimos quilates que cau-tivó a todos los que lo vieron en el montículo. Sobre él pronun-

ció su célebre frase, al mismo tiempo pletórica de racismo, el manager de los Gigantes de New York, Joe Mac Graw: «Es un pitcher extraordinario, qui-siera tenerlo en mi equipo, lástima que sea negro (…) un Diamante Ne-gro».

Sus demostracio-nes son imposibles de resumir en breves lí-neas, pero al menos comentaremos tres de las más descollantes. La primera de ellas la protagonizó propinán-dole –entre el 15 de noviem-bre y el 3 de diciembre de 1908–, 25 entradas consecutivas sin permitir anotaciones (con dos lechadas y siete innings en fun-ción de relevo incluidos) a los Rojos de Cincinnati. En esa so-berbia actuación les recetó a los visitantes 24 ponches, quienes a su vez solo pudieron «arrancar-le» 8 hits y 3 bases por bola. Si le aplicásemos a dicho performan-ce el coeficiente WHIP, el resul-tado sería un estupendo 0,44, en verdad estratosférico conside-rando que en el presente todo lo que esté por debajo de 1,20 es de primerísimo orden. La segunda ocurrió cuando en dos salidas, el 13 y el 18 de diciembre de 1910 derrotó 5x2 y 7x5 al estelar ser-pentinero zurdo Ed Plank de los Atléticos de Filadelfia, cam-peones mundiales de ese año.

Para que se tenga una idea de la calidad de Plank, debemos apuntar que ingresó al Hall de la Fama en 1946. Otra faena que incrementó su reputación fue

cuando, en el mes de no-viembre, apenas unas

semanas antes de la sonrisa en el choque con los monarcas de la Serie Mundial, ponchó en los terre-nos del Almendares Park al símbolo de los Tigres de Detroit, Ty

Cobb «El Melocotón de Georgia», champion bate

en 1907, 1908 y 1909, y el de mayor average (367) de todos los tiempos en Grandes Ligas. Trá-gicamente, el 31 de octubre de 1928, a los 41 años, en la pobreza absoluta y enfermo de tubercu-losis, murió Méndez en La Ha-bana, recibiendo sepultura en una fosa común del Cemen-terio de Colón, hasta que por gestión del periodista Pepe Con-te, tiempo después, fue traslada-do al panteón familiar de este.

De George Herman Ruth todos los calificativos que se em-pleen corren el riesgo de quedar pequeños a la hora de reflejar su excepcional demostración como pelotero. El grandulón, nacido el 6 de febrero de 1895 en Balti-more, se aburrió de dar estaca-zos espectaculares a lo largo de las 22 campañas en las que in-tervino, seis de ellas con los

Leyendas en el diamante

martín dihigo

Tabla 10 primeras Series NacionalesJUGADORES PerÍOdo SN JJ BIOPE OPS AVEP PROD FP PA OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR T.Ext TB SLU BR CR %BR CI SH SF DB BB SO BB/SO BD CP CPA CIPA VEIV %CIPAYulieski Gourriel Castillo 41-50 992 759 1 011 432 380 1,78 260 415 4 313 3 724 798 1 251 336 228 56 210 494 2 221 596 105 33 76,09 829 5 49 77 458 337 1,36 107 1 417 1 465 407 195 27,78Alfredo Despaigne Rodríguez 44-53 880 754 1 092 453 375 1,86 298 448 3 829 3 192 672 1 103 346 214 19 234 467 2 057 644 60 35 63,16 759 4 22 94 517 438 1,18 77 1 197 1 373 368 190 26,80Alexei Bell Quintero 41-50 823 651 965 421 398 1,72 231 413 2 979 2 545 565 818 321 158 32 122 312 1 406 552 104 36 74,29 570 6 20 68 340 418 0,81 37 1 013 1 123 325 103 28,94Michel Enriquez Tamayo 37-46 872 615 991 422 332 1,48 173 455 3 974 3 342 674 1 214 363 242 15 102 359 1 792 536 28 46 37,84 538 14 30 99 489 296 1,65 108 1 110 1 258 321 127 25,52Frederich Cepeda Cruz 37-46 914 598 1 000 413 328 1,67 216 461 3 970 3 107 613 1 004 323 186 34 139 359 1 675 539 24 28 46,15 545 15 24 47 772 465 1,66 77 1 019 1 206 264 131 21,89Joan Carlos Pedroso Brooks 37-46 866 577 973 404 331 1,75 233 430 3 558 2 972 560 920 310 152 16 170 338 1 614 543 16 27 37,21 595 5 30 168 483 605 0,80 73 985 1 194 277 150 23,20Yoandry Urgellés Cobas 39-48 786 552 931 401 334 1,47 159 432 3 262 2 755 518 937 340 182 22 71 275 1 376 499 70 37 65,42 474 18 26 35 428 456 0,94 73 921 1 097 299 124 27,26Giorvis Duvergel Rojas 39-48 833 539 887 374 278 1,45 147 411 3 643 3 149 588 1 036 329 152 26 86 264 1 498 476 112 85 56,85 374 29 16 34 415 356 1,17 64 876 982 232 105 23,63Yorelvis Charles Martínez 36-46 706 518 879 372 285 1,50 163 391 2 881 2 551 402 830 325 126 24 80 230 1 244 488 37 35 51,39 405 17 24 61 228 315 0,72 79 727 887 240 106 27,06Yoelvis Fiss Morales 40-49 833 495 873 371 310 1,72 217 355 3 383 3 064 525 922 301 132 42 150 324 1 588 518 68 44 60,71 576 8 34 71 206 530 0,39 46 951 1 248 314 118 25,16Donal Duarte Hernández 41-50 946 485 841 361 286 1,42 131 394 4 100 3 549 633 1 120 316 161 31 81 273 1 586 447 69 63 52,27 463 44 29 50 428 395 1,08 116 1 015 1 040 246 92 23,65Yoandi Garlobo Romay 36-45 787 472 882 376 295 1,46 150 404 3 101 2 689 456 881 328 139 30 68 237 1 284 478 31 31 50,00 406 27 24 37 324 342 0,95 94 794 1 068 268 106 25,09Osmani Urrutia Ramírez 33-42 614 471 894 377 265 1,37 129 417 2 350 2 066 259 718 348 89 10 53 152 986 477 10 23 30,30 342 9 17 48 210 216 0,97 72 548 849 237 93 27,92Leyenda:JJ: Juegos Jugados BIOPE: Bateo Integral y Oportuno Para el Equipo o Average de Oportunidad, Integralidad o Utiidad OPS: Porciento de Embasado AVEP: Average Plus OBP: Porciento de Embasado SLU: Sluggins PROD: Productividad FP: Factor Poder PA: Poder Aislado CB: Comparecencias al Bate VB: Veces al Bate CA: Carreras Anotadas H: Hits AVE: Average 2B: Dobles 3B: Triples HR: Jonrones TB: Total de Bases SLU: SlugGinGS BR: Bases Robadas CR: Cogido Robando CI: Carreras Impulsadas SH: Sacrificios SF: Flies de

josé de la caridad méndez bá

ez

potencialidades desde que incursionaron en nuestro torneo mayor.

En un próximo tra-bajo contemplaremos los resultados de gi-gantes de todos los tiempos como Li-nares, Kinde-lán y Víctor durante sus dos quin-quenios de arrancada. CM

escríbanos a: Calle 21 no. 406, Vedado, La Habana, Cuba. cp 10400. email: [email protected]@gmail.com

15

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

la

esQ

uin

ac

al

ien

te

Amigos periodistas es-pecializados de la pren-sa impresa y digital.

A nivel de nuestra población existe una confusión que no ayu-da en ningún sentido: la de creer que todos los creadores cubanos de las artes visuales, por el solo hecho de serlo, poseen altos ran-gos de ganancias eco-nómicas, y que, sobre todo los que cuentan con sólido currículo y obra reconocida, son prácticamente ricos.

Sería muy saluda-ble que ustedes y la di-rección del órgano de prensa donde se desen-vuelven, puedan acla-rar que eso no es así, puesto que en Cuba no

basta con ser un artista de esa esfera para ya tener abiertos todos los caminos del merca-do, en un país que no posee amplio coleccionismo nacio-nal, donde la vida en general no es barata, donde los nego-ciantes particulares de arte son mínimos e informales o asumen representación de lo externo, y en el cual las ga-lerías y empresas comerciales estatales de plástica respon-den solo a ciertas solicitudes de clientes y no suelen gestio-nar ventas –de modo prácti-co– para la mayoría de los pro-fesionales del arte con calidad y autenticidad. Debe decirse también que dentro del pano-rama estético nacional hay nombres con aportes a la cul-tura nacional, que no por ello tienen mantenidas ventas y ni-veles financieros apreciables.

Existen profesionales de calibre en condiciones de ga-nancias muy esporádicas o situación monetaria pau- pérrima. Esto los identifica con los sectores pobres que hoy crecen dentro de las nue-vas desigualdades nacidas dentro del país.

Un trabajo de ustedes en ese sentido «pondría los pun-tos sobre las íes», y nos ayu-daría a todos: a los producto-res, especialistas, ejecutivos e instituciones del arte y de la cultura. La verdad siempre es de gran utilidad

También los invito, desde el próximo 22 de mayo, para que asistan al proyecto multi-disciplinario «Cambiar la máscara», que he concebido gracias a la comprensión y el apoyo del Consejo Nacional de Artes Plásticas, en la Bóve-da D1 de la Fortaleza de la Cabaña, como parte de ese abarcador «mosaico» de la imaginación artística nues-tra que será «Zona Franca».

Los abrazos de un exco-lega,

LóPEz OLIvA

los l

eCto

res o

pina

nactuaciones. Incluimos múlti-ples estadísticas, que casi siem-pre se ignoran, con el objetivo de propiciar un análisis más completo.

Únicamente resaltaremos –convencidos de que cada lector arribará a conclusiones propias una vez estudiada la tabla– que son precisamente Yulieski y Despaigne los dos jugadores que han alcanzado mayor esta-tura en sus primeras diez déca-das dentro de los terrenos. El «Caballo de los caballos», ade-más de su inigualable capaci-dad para despachar las esféri-

cas sobre las cercas de cada parque, acumula dígitos de en-sueño en coeficientes como Slu-gging, Average Plus, Factor Po-der, Poder Aislado y OPS. El marcado con los dorsales 10 y 01 exhibe foja en el decenio de apertura, sencillamente feno-menal, al punto que encabeza de manera global prácticamen-te todos los casilleros. Es de otra galaxia en cualquier béisbol ate-sorar casi 500 extrabases y pro-ducir más de 1400 carreras en menos de un millar de desafíos. Bell, Michel y Cepeda enseña-ron igualmente sus tremendas

Medias Rojas de Boston, una con los Bravos de la misma ciu-dad –con cuyo uniforme se reti-ró en 1935–, y quince con los Yankees de Nueva York. Para que tengamos una dimensión de lo sostenido de su desempe-ño, apuntaré que en nueve opor-tunidades empujó más de 135 carreras, el máximo en 1921, con 171, producto esencialmen-te de sus 59 cuadrangulares.

También consiguió en nueve ocasiones la increíble hazaña de superar los 700 puntos de slugging, incluyendo dos años con más de 800; en 1921 con 847 y en 1922 con 846. Es el único de los slugguers encumbrados que bateó más de 200 inatrapables en una temporada, cuando en 1921 obtuvo 204, en 1923 elevó la cifra a 205, y en 1924 registró 200 incogibles. En cuatro ediciones compiló un average por encima de 370, específicamente en 1920 (376), en 1921 (378), en 1923 (393) y (378) en 1924. Co-mo serpentinero ganó 94 partidos, con solo 46 derrotas, para exce-lente promedio de 671. Su efectividad igualmente resultó brillante con 2,28 carreras limpias per-mitidas por encuentro. En 1 221,1 entradas re-galó 441 boletos y recetó 488 ponches. Su índice WHIP de 1,16 –apenas le conectaron 974 indiscutibles– es de los más impresionantes de todos los tiempos. Su ascendencia con el uniforme de los «Mulos de Manhattan» es tal, que lidera ocho departamentos ofensivos en la historia del mítico club.

Nadie supera al «Bambino», de-fendiendo la franela de los Yankees, entre otros rubros, en OBP, OPS, slugging y cuadrangu-lares, ya que de los 714 conecta-dos en su larga carrera atlética despachó 659 vuelacercas con esa franquicia. Es igualmente uno de los poquísimos jugado-res de todas las épocas en la MLB, capaz de culminar la tem-porada conectando un cuadran-gular cada menos de diez turnos oficiales. Ruth logró la hazaña en 1920, 1921 y 1927. De igual ma-nera es, desde el ángulo históri-co, el de slugging superior, con 690, y el de más OPS, con 1 164. Así mismo es segundo en OBP, con 474, y tercero en extrabases con 1 356, detrás de Hank Aa-ron, que exhibe 1 477, y Barry Bonds, con 1 440. El «Bambino», con su dorsal número 3, es se-gundo en carreras producidas, con 3 673, teniendo exclusiva-

mente delante a Aaron, con 3 716. Ambos peloteros pi-

saron el plato en 2 174 oportunidades, aun-que el tope aquí per-tenece a Bonds con 2 227. En impulsadas Ruth consiguió 2 213 por 2 297 de Hank. Vale decir que ellos

son los únicos con más de 2 000 anotadas y

carreras propulsadas ha-cia la registradora; algo que

Ruth obtuvo con 3 965 turnos menos que Aaron, pues Babe se cuadró en home 8 399 veces, por 12 364 Hank. George Herman Ruth murió en 1948.

Theodore Samuel Williams, o sencillamente Ted Williams, también acumuló dígitos impre-

sionantes, entre los que sobre-salen sus 521 jonrones. En la campaña de 1941, defen-diendo como siempre el uniforme de los Me-dias Rojas de Boston, obtuvo la corona de los bateadores, com-pilando 406 y con-virtiéndose con ello en el último en reba-sar, en aquellos cir-cuitos, la barrera de los 400 puntos. Esa tar-de final de la campaña la dirección de su equipo no deseaba colocarlo en el roster, para que su average no bajara de las cuatro centenas. Al llegar Williams al plato, el receptor de los Atléticos de Filadelfia le dijo que no le regalarían nada. Per-catándose de esto el umpire le comentó a Ted: «No se mantiene tu cifra mágica si estas tenso en home». Al concluir la doble fae-na fue tal la maestría del insig-ne bateador, que acumuló seis incogibles en los ocho turnos en el rectángulo, elevando así la puntuación a 406. Williams creía que repetiría la proeza en ediciones futuras. Nadie puede recriminarle por no haberlo he-cho, ya que en estos años tam-poco le fue dada la heroicidad a ningún otro hombre. El mítico jardinero de la franela 9 es tam-bién el de mayor OBP de cual-quier época, con 482. En slug-ging y OPS escolta a Ruth, con 634 y 1115, respectivamente. Su promedio de 344 es el cuarto de todos los tiempos. Tiene la me-jor relación entre transferencias y ponches con 2,85, combinando la increíble cifra de 2019 bases por bolas y solo 709 outs sin

hacer contacto con la pelota. Wi-lliams irrumpió en la pelota ma-

yor en 1939 antes de cum-plir los 21 años, pues

había nacido el 30 de agosto de 1918, en San Diego. Desde su pri-mera temporada mostró credenciales de altos quilates pro-mediando 327, con 145 impulsadas, 131

anotadas y 86 extra-bases (44 2B; 11 3B y 31

HR). En 1960 jugó con la maestría acostumbrada su

decimonovena campaña –para esa fecha cargaba con 42 años sobre sus hombros–, todas con los Red Sox, compilando 316 de average, con 29 bambinazos y 72 remolques. En nueve ocasiones empujó más de 100 carreras, ocho de ellas de manera conse-cutiva. En 1949 disparó la mayor cantidad de inatrapables de su carrera con 194. Su average de-fensivo de 974 en el jardín iz-quierdo es igualmente relevan-te. Seleccionado en 16 ocasiones para el Juego de Estrellas, aca-paró además la corona de bateo en seis oportunidades. En 1946 y 1949 fue electo Jugador Más Va-lioso de la Liga Americana. En-tre 1943 y 1945 no jugó por su participación como aviador de la Marina durante la II Guerra Mundial. En 1952 y 1953 también estuvo ausente, por intervenir en la Guerra de Corea. Alcanzó el Salón de la Fama en 1966. A su retiro escribió varios libros so-bre la pesca y el bateo como ciencia. Falleció, de un paro car-díaco, el 5 de julio del 2002 en la Florida. CM

Tabla 10 primeras Series NacionalesJUGADORES PerÍOdo SN JJ BIOPE OPS AVEP PROD FP PA OBP CB VB C H AVE 2B 3B HR T.Ext TB SLU BR CR %BR CI SH SF DB BB SO BB/SO BD CP CPA CIPA VEIV %CIPAYulieski Gourriel Castillo 41-50 992 759 1 011 432 380 1,78 260 415 4 313 3 724 798 1 251 336 228 56 210 494 2 221 596 105 33 76,09 829 5 49 77 458 337 1,36 107 1 417 1 465 407 195 27,78Alfredo Despaigne Rodríguez 44-53 880 754 1 092 453 375 1,86 298 448 3 829 3 192 672 1 103 346 214 19 234 467 2 057 644 60 35 63,16 759 4 22 94 517 438 1,18 77 1 197 1 373 368 190 26,80Alexei Bell Quintero 41-50 823 651 965 421 398 1,72 231 413 2 979 2 545 565 818 321 158 32 122 312 1 406 552 104 36 74,29 570 6 20 68 340 418 0,81 37 1 013 1 123 325 103 28,94Michel Enriquez Tamayo 37-46 872 615 991 422 332 1,48 173 455 3 974 3 342 674 1 214 363 242 15 102 359 1 792 536 28 46 37,84 538 14 30 99 489 296 1,65 108 1 110 1 258 321 127 25,52Frederich Cepeda Cruz 37-46 914 598 1 000 413 328 1,67 216 461 3 970 3 107 613 1 004 323 186 34 139 359 1 675 539 24 28 46,15 545 15 24 47 772 465 1,66 77 1 019 1 206 264 131 21,89Joan Carlos Pedroso Brooks 37-46 866 577 973 404 331 1,75 233 430 3 558 2 972 560 920 310 152 16 170 338 1 614 543 16 27 37,21 595 5 30 168 483 605 0,80 73 985 1 194 277 150 23,20Yoandry Urgellés Cobas 39-48 786 552 931 401 334 1,47 159 432 3 262 2 755 518 937 340 182 22 71 275 1 376 499 70 37 65,42 474 18 26 35 428 456 0,94 73 921 1 097 299 124 27,26Giorvis Duvergel Rojas 39-48 833 539 887 374 278 1,45 147 411 3 643 3 149 588 1 036 329 152 26 86 264 1 498 476 112 85 56,85 374 29 16 34 415 356 1,17 64 876 982 232 105 23,63Yorelvis Charles Martínez 36-46 706 518 879 372 285 1,50 163 391 2 881 2 551 402 830 325 126 24 80 230 1 244 488 37 35 51,39 405 17 24 61 228 315 0,72 79 727 887 240 106 27,06Yoelvis Fiss Morales 40-49 833 495 873 371 310 1,72 217 355 3 383 3 064 525 922 301 132 42 150 324 1 588 518 68 44 60,71 576 8 34 71 206 530 0,39 46 951 1 248 314 118 25,16Donal Duarte Hernández 41-50 946 485 841 361 286 1,42 131 394 4 100 3 549 633 1 120 316 161 31 81 273 1 586 447 69 63 52,27 463 44 29 50 428 395 1,08 116 1 015 1 040 246 92 23,65Yoandi Garlobo Romay 36-45 787 472 882 376 295 1,46 150 404 3 101 2 689 456 881 328 139 30 68 237 1 284 478 31 31 50,00 406 27 24 37 324 342 0,95 94 794 1 068 268 106 25,09Osmani Urrutia Ramírez 33-42 614 471 894 377 265 1,37 129 417 2 350 2 066 259 718 348 89 10 53 152 986 477 10 23 30,30 342 9 17 48 210 216 0,97 72 548 849 237 93 27,92

Sacrificio DB: Pelotazos BB: Base por Bolas BI: Base intencional SO: Ponches BD: Bateo para Doble Play CP: Carreras Producidas CPx J: Carreras Producidas por Juego CPA: Corredores en Posición Anotadora CIPA: Corredores Impulsados en Posición Anotadora %CIPA: Por Ciento de Corredores Impulsados en Posición Anotadora VIEV: Veces que Impulsa el Empate o la Ventaja CPA, CIPA y VEIV corresponden al desempeño solo en Series Nacionales

a n

uEs

tro

s lE

cto

rEs:

Las

per

sona

s, n

atur

ales

o ju

rídi

cas,

inte

resa

das

en s

uscr

ibir

se a

LA

CALL

E DE

L MED

IO, d

eber

án d

irig

irse

a la

s D

irec

cion

es P

rovi

ncia

les

de C

orre

os d

e C

uba

para

form

aliz

ar la

sol

icit

ud. D

eben

por

tar

su c

arne

t de

iden

tida

d y

real

izar

el p

ago

por

adel

anta

do d

e lo

s nú

mer

os d

e la

rev

ista

que

des

een

cont

rata

r. L

os in

tere

sado

s q

ue n

o re

sida

n en

los

mun

icip

ios

cabe

cera

pue

den

llam

ar p

or te

léfo

no a

la D

irec

ción

Pro

vinc

ial d

e C

orre

os p

ara

reci

bir

info

rmac

ión

del p

roce

dim

ient

o a

segu

ir.

josé de la caridad méndez bá

ez

george herman ruth

theodore samuel w

illia

ms

vEGETALES AL vAPOr

CALAbAzA AL vAPOr

··

········

··········

berenjenazanahoria

aceiteajo

cebollasalsa china

vinagrevino seco

azúcar morenosal

calabazacebolla

ajocebollinocol picada

aceitepuré de tomate

vino secoazúcar moreno

sal

1 unidad mediana2 unidades medianas2 cucharadas5 dientes1 unidad grande½ cucharadita1 cucharada1 cucharada 1 cucharadita½ cucharadita

1 tajada1 unidad grande5 dientes1 macito4 tazas2 cucharadas2 cucharadas2 cucharadas 1 cucharadita½ cucharadita

· e l a b o r a c i ó n ·Cortar la berenjena y la zanahoria en rodajas ¶ Cocinarlas al vapor y escurrirlas ¶ Aparte, saltear el ajo picado fino y la cebolla cortada en medialunas ¶ Añadir la salsa china, el vinagre, el vino seco y el azúcar ¶ Puntear de sal y dejar reducir ¶ Servir los vegetales con la salsa por encima. nota: Para la cocción al vapor se debe poner un po-co de agua en el fondo de la cazuela, aislar los ali-mentos mediante una rejilla y tapar. Si se cocina con una olla a presión se acortan los tiempos de cocción.

· e l a b o r a c i ó n ·Cortar la calabaza en cuadros y la cebolla en medialunas, picar el ajo y el cebollino fino ¶ Cocinar al vapor la calabaza y la col; escurrir-las ¶ Aparte, saltear el ajo y la cebolla ¶ Añadir el puré de tomate, el vino seco y el azúcar ¶ Puntear de sal y dejar reducir ¶ Añadir el ce-bollino y retirar del calor ¶ Servir los vegetales con la salsa por encima.

· i n g r e d i e n t e s ·pa r a c u a t r o r a c i o n e s

· i n g r e d i e n t e s ·pa r a c u a t r o r a c i o n e s

LA COCCIóN AL vAPOrCOMEr EN CASA

OH, YES!intérprete: DIGNA GuErrA y COrO ENTrEvOCESProducciones Colibrí, 2014

16

propuestasmusiCales

LA CALLEDEL MEDIOMAYO 2015

A cargo de AILEr PérEz, IJOrkI MOrALES y CArMEN SOuTO

MAL TIEMPOautores: ruLY HErrErA y YASSEr HErrErAintérpretes: ruLY HErrErACD Mal tiempoProducciones Colibrí, 2014

rOCk STAr autor: CArLOS DíAz intérpretes: QvA LIbrE ft. DAvID bLANCOCD La psicodélica estelarbis Music, 2014

brINDEMOSautor: ANGEL ArCE y JOSSEL CALvEIrO intérprete: AYMEE NuvIOLACD first class to HavanaWorldwide Enterteinment, 2014

LO HAréautor: EDDY ruIz PINEDAintérprete: DANGEr ft. MAJELACD en producciónDanger’s Every Moment Inc., 2015

DESCubrIrTE A TIautor: POLITO IbáñEzintérprete: POLITO IbáñEzCD De las manos y los piesbis Music, 2014

te

ma

s

Tú NO QuIErES ESOintérprete: AMILCAr PérEz «TEGOu»Dir.: DAvID JuLIA y TEGOu

video clip

dis

co

PEñA DE ACEITuNA SIN HuESO, todos los domingos, 7 pm, en el Centro Cultural fresa y Chocolate (Calle 23 No. 1166 entre 10 y 12, El vedado)

espacio

directorenrique ubieta gómez

jefa de redacciónyuliat danay acosta

diseño10kzardoyas

correcciónamanda fleites

fotografíasm.v.g.ismael francisco

colaboradoresa.a.g.santiago alba ricomelissa cordero novoijorki moralesyuris nóridoivón peñalver

ailer pérezahmed pérez morejónh. romo siglercarmen souto anidomadelaine vázquez gálvezjorge wejebe cobo

direccióncalle 21 no. 406, vedado, la habana, cuba. cp 10400.

[email protected]@gmail.com

impresiónempresa de artes gráficas federico engels

MADELAINE vázQuEz GáLvEz

el interés por la cocción al vapor crece en la población. La venta de ollas y rejillas vaporeras en nuestros merca-dos ha suscitado el aumento de esa práctica no tan habitual en nuestra co-cina, y su difusión resultará en una no-table ganancia para las personas que deseen comer sano y con calidad.

La cocción al vapor consiste en co-locar los alimentos en un medio donde el elemento transmisor del calor es el vapor de agua. Para ello, en una olla o recipiente apropiado, se pone a hervir el líquido, se colocan los alimentos en una rejilla que los aísla del medio acuo-so, se tapa de manera que se mantenga la hermeticidad y se deja cocinar hasta el ablandamiento. Si este modo de cocción se aplica en una olla a presión, se reducen notablemente los tiempos de elaboración térmica.

Cuando se cocinan los alimentos mediante esta técnica, las fibras se tornan blandas, la albúmina se coagu-la, el almidón se hincha y se torna sua-ve, y la glucosa y las sales minerales se conservan de forma favorable. Las sus-tancias colorantes o pigmentos no se disuelven en el vapor, por lo que se conserva el color natural del producto. Las ventajas de la cocción al vapor son evidentes, pues no resulta necesaria la adición de elementos gra-sos, además de la conservación óptima de los nutrientes. Por otra parte, los in-dicadores de textura, aroma y sabor también resultan superiores si los com-paramos con otras técnicas de cocción.

Aunque en Occidente la cocción al vapor en sus inicios se limitaba a las verduras, el arroz y algunos pocos alimentos, en la actualidad se ha exten-dido a otros productos, como los pes-cados y las carnes tiernas y magras. En el caso de los vegetales de hojas verdes, como las espinacas y las acelgas, no se aconseja la aplicación de esta técnica, debido a que pierden color y sabor.

Los recipientes más utilizados son las ollas convencionales, con una rejilla que permita la separación del alimento del líquido emisor del calor. Es imprescindible el uso de ta-pas herméticas, preferiblemente que impidan que el vapor condensado caiga sobre los alimentos. También se utilizan «vaporeras» a alta pre-sión, marmitas de doble piso que se dividen por una rejilla, aparatos de vapor eléctricos con termostato y con varios recipientes para colocar los alimentos por separado, entre otros. En la cocina profesional y doméstica se usan los hornos de vapor, los que ofrecen una cocción homogénea y un sistema de regulación electrónica del vapor, que propicia una óptima pre-paración de los alimentos.

Para el éxito de esta cocción se deben seguir las recomendaciones si-guientes:

• Es conveniente salpimentar o ade-rezar las piezas previamente.

va

ria

do

s• El agua empleada para la cocción

puede estar aromatizada con vino y hierbas frescas.

• Como elemento líquido se utilizan también caldos de pescado, verdu-ras o carne.

• Los alimentos se cortan en lonjas delgadas y de forma uniforme, de manera que se cocinen en un mismo intervalo de tiempo y por orden de dureza.

• Los alimentos cocinados al vapor deben estar frescos.

• Estar atentos a la utilización del re-cipiente adecuado.

• Procurar que los alimentos no ha-gan contacto con el agua.

La cocción al vapor también se apli-ca para la obtención de algunos extrac-tos y productos alimenticios. Por ejem-plo, en la extracción de la esencia del clavo de olor. El aroma del clavo es fuerte y penetrante, con un peculiar sabor a picante; con la aplicación del vapor y otros procedimientos se logra extraer su esencia, que se utiliza con fines terapéuticos (como antiséptico y

rnps: 0583

analgésico local), y en la industria alimentaria, como elemento saborizan-te. Este método también se aplica a la cúrcuma, ingrediente básico del pol-vo curry. Para ello sus rizomas se so-meten a la acción del vapor y se dese-can, y luego se utilizan en forma de polvo o enteros.

Otro ejemplo importante resulta el arroz precocido o vaporizado. En este caso su grano se somete a la extracción del pericarpio o capa externa, bajo la acción del vapor y la presión. Este mé-todo garantiza una mayor conserva-ción de los nutrientes del arroz y una adecuada manipulación culinaria.

La cocción al vapor permite de- sarrollar una cocina imaginativa, ya que podemos aderezar nuestros alimentos de variadas formas, o acom-pañarlos con salsas diversas, dejando que la alquimia culinaria haga el resto. Por las múltiples ventajas que ofrece este sencillo y creciente modo de coci-nar los alimentos, se debe considerar su aplicación más cotidiana en aras de ganar en calidad y salud en nuestra ali-mentación. CM

85mayo2015

NÚMERO