Ester era una pintora bastante talentosa, sus cuadros eran muy bien cotizados y ya empezaba a

hacerse famosa. Ella decía que sus pinturas mostraban su estado de ánimo al momento de pintarlos. Sin embargo, todos sus cuadros eran llenos de colorido, resplandecientes, alegres.

Cualquiera pensaría que siempre estaba de buen humor, eso era envidiable.

No había ni una sola

pintura en que predominara el gris o el negro, no

había ni un solo paisaje

sombrío ni un retrato en que

se viera un rostro triste.

Alguien se atrevió a hacer un comentario a Ester:- Disculpe, ¿acaso usted nunca está de mal humor? ¿nunca se siente triste?, es que usted dice que sus cuadros reflejan su estado de ánimo al pintarlos, pero todos muestran mucha alegría, son muy coloridos, expresan una vida plena.

- La verdad es que a veces no me siento muy contenta, a veces me enojo, también me siento triste y en esos

momentos, pinto- La persona que la abordara

para hacerle esa pregunta se

sintió algo confundida- Pero, continuó Ester- la pintura

hace milagros en mi persona. A medida que voy haciendo danzar el pincel sobre el lienzo, mi corazón hace lo mismo, empieza a

danzar dentro de mí.

- La verdad es que a veces no me siento muy contenta, a veces me enojo, también me siento triste y en esos

momentos, pinto- La persona que la abordara

para hacerle esa pregunta se

sintió algo confundida- Pero, continuó Ester- la pintura

hace milagros en mi persona. A medida que voy haciendo danzar el pincel sobre el lienzo, mi corazón hace lo mismo, empieza a

danzar dentro de mí.

Poco a poco, la tristeza o el enojo se van alejando y esas pinceladas

grises que en un principio tracé, se van llenando de

color en mi imaginación y mis manos obedecen a lo que hay en mi

mente.

Poco a poco, la tristeza o el enojo se van alejando y esas pinceladas

grises que en un principio tracé, se van llenando de

color en mi imaginación y mis manos obedecen a lo que hay en mi

mente.

En la pintura, si no nos gusta un color, lo podemos tapar con otro, así es que siempre que mi tristeza me hace pintar

paisajes grises, a medida que mi humor va cambiando, los voy llenando de color, por eso es que entre mis cuadros no hay

ninguno que refleje tristeza.

En la pintura, si no nos gusta un color, lo podemos tapar con otro, así es que siempre que mi tristeza me hace pintar

paisajes grises, a medida que mi humor va cambiando, los voy llenando de color, por eso es que entre mis cuadros no hay

ninguno que refleje tristeza.

Nuestro rostro puede ser como un cuadro que muestra un paisaje triste o un paisaje alegre. A través de la vida,

vamos pintando sobre nuestro rostro paisajes en todos los tonos. Se dice que cuando estamos deprimidas, tristes,

decepcionadas, lo vemos todo gris o si nos está yendo mal, todo lo vemos negro.

Nuestro rostro puede ser como un cuadro que muestra un paisaje triste o un paisaje alegre. A través de la vida,

vamos pintando sobre nuestro rostro paisajes en todos los tonos. Se dice que cuando estamos deprimidas, tristes,

decepcionadas, lo vemos todo gris o si nos está yendo mal, todo lo vemos negro.

No hay maquillaje que oculte nuestro estado de ánimo. Ni

el labial más brillante, puede

hacer que nuestro rostro se ilumine si

estamos tristes. Muchas veces

dejamos que las circunstancias

decidan de qué color pintaremos nuestro paisaje cada día.

Esto no debe ser así, no debemos dejar

que las circunstancias sean

las que pinten nuestros días.

No hay maquillaje que oculte nuestro estado de ánimo. Ni

el labial más brillante, puede

hacer que nuestro rostro se ilumine si

estamos tristes. Muchas veces

dejamos que las circunstancias

decidan de qué color pintaremos nuestro paisaje cada día.

Esto no debe ser así, no debemos dejar

que las circunstancias sean

las que pinten nuestros días.

La pintora decía que al comenzar a pintar, sentía que

la tristeza y el enojo

huían de ella y los colores volvían a sus pinturas. Ella tenía un aliciente,

su gusto por la pintura.

La pintora decía que al comenzar a pintar, sentía que

la tristeza y el enojo

huían de ella y los colores volvían a sus pinturas. Ella tenía un aliciente,

su gusto por la pintura.

Puede ser que tú no sepas pintar y pienses que esto no tiene nada que ver contigo.

Puede ser que cuando te sientes así, pienses que no hay nada en el mundo que haga cambiar los colores de tu

paisaje interior.

Puede ser que tú no sepas pintar y pienses que esto no tiene nada que ver contigo.

Puede ser que cuando te sientes así, pienses que no hay nada en el mundo que haga cambiar los colores de tu

paisaje interior.

Pero existe un pintor que puede pintar los colores más hermosos en tu vida. Y nadie puede hacerlo como El,

porque El es el Creador mismo de todos los colores del arcoiris.

Pero existe un pintor que puede pintar los colores más hermosos en tu vida. Y nadie puede hacerlo como El,

porque El es el Creador mismo de todos los colores del arcoiris.

Entrégale tu soledad al Gran Maestro,

entrégale tu tristeza, tu desilusión,

entrégale tu corazón destrozado. El sabe restaurar las grietas de ese corazón roto, dando pinceladas de

consuelo y esperanza sobre él.

Entrégale tu soledad al Gran Maestro,

entrégale tu tristeza, tu desilusión,

entrégale tu corazón destrozado. El sabe restaurar las grietas de ese corazón roto, dando pinceladas de

consuelo y esperanza sobre él.

Y lo mejor de todo es que El pinta con colores indelebles. Los colores de la soledad, de la tristeza, del desamor y

aun más, los del odio y el rencor, afean el rostro humano, pero más aún su corazón. Permite que Dios pinte colores

nuevos en ti, colores luminosos, llenos de vida. Sé un lienzo en blanco cada mañana, para que el Gran Maestro

pinte tu día de amor.

Y lo mejor de todo es que El pinta con colores indelebles. Los colores de la soledad, de la tristeza, del desamor y

aun más, los del odio y el rencor, afean el rostro humano, pero más aún su corazón. Permite que Dios pinte colores

nuevos en ti, colores luminosos, llenos de vida. Sé un lienzo en blanco cada mañana, para que el Gran Maestro

pinte tu día de amor.

El puede pintar sobre tu rostro una gran sonrisa, donde

antes había lágrimas.

El puede cambiar tus días grises en

días llenos de colorido, de gozo y

de paz.

El puede pintar sobre tu rostro una gran sonrisa, donde

antes había lágrimas.

El puede cambiar tus días grises en

días llenos de colorido, de gozo y

de paz.

Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza.

Salmos 62:5

Sólo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza.

Salmos 62:5