Comandos britanicos
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A modo de prefacio, vamos a empezar incluyendo la traducción del artículo de la
wikipedia inglesa, para luego continuar con información más específica.
Comandos británicos
Los comandos británicos fueron creados por el Ejército en junio de 1940, durante la
Segunda guerra mundial, con el objetivo de convertirse en una fuerza de incursión bien
armada pero no regimental, que debía emplear tácticas tanto convencionales como
irregulares para asaltar, trastocar y reconocer al enemigo en en continente europeo y
Escandinavia.
Por lo general, al principio fuerzas relativamente pequeñas llevaban a cabo las
incursiones, éstas se realizaban por la noche y eran de corta duración. Posteriormente,
las operaciones crecieron en complejidad y tamaño. Los comandos recibían formación
y operaban en un completo secreto, y producían un efecto desmoralizador sobre las
fuerzas costeras alemanas, mientras adquirían gran fama entre el público británico,
comparable a la conseguida por los pilotos de caza, que raya en el mito. Al avanzar el
curso de la guerra, los comandos operaron cada vez más con la función de tropas de
choque, (a veces las formaciones llegaban a ser similares a una brigada), y en
ocasiones junto con la infantería.
Formación
Siguiendo las instrucciones de Sir Winston Churchill para formar una fuerza de
incursión “para matar y retirarse”, concebida como un medio cuyo objetivo era
continuar la guerra contra la Alemania Nazi tras la evacuación de la mayor parte de la
Fuerza Expedicionaria Británica en Dunquerque. El teniente coronel Dudley Clarke (de
la Artillería Real) presentó un plan para la creación de la nueva fuerza mientras
prestaba servicio como asistente militar de general Sir John Dill, el jefe del Estado
Mayor General del Imperio. Redactó su propuesta el 5 de junio de 1940, sólo dos días
después de la evacuación, y éste fue aprobado en una reunión entre Dill y Churchill el
8 de junio. El departamento M.O.9 de la Oficina de Guerra, (War Office), se creó al día
siguiente para que se dedicase a este cometido. El M.O.9 continuó fomentando la idea
de los commandos hasta que fue disuelto con la creación de la organización conocida
como “Operaciones Combinadas” (Combined Operations en inglés), que agrupaba las
operaciones de las tres armas de Ejército Británico. Siguiendo las órdenes de Churchill,
las unidades debían ser armadas con el equipamiento más moderno y debían estar
preparadas para lanzar un ataque a la menor oportunidad.
En 1940, se solicitaron voluntarios, que debían formar parte del Ejército, dentro de
algunas formaciones británicas, y hombres procedentes de las disueltas Compañías
Divisionales Independientes, originalmente formadas a partir de las divisiones del
Ejército Territorial (Territorial Army), que habían estado prestando servicio en Noruega.
Reclutamientos posteriores tuvieron luegar en varios teatros de operaciones entre
ciudadanos extranjeros que se habían unidoa a los Aliados. En el año 1942, el
Almirantazgo permitió la búsqueda de voluntarios en la División Real de Marines (Royal
Marines Division), y el primer Comando Real de Marines, nº 40, se formó a mitad de
febrero. Durante el mismo año, también se buscaron voluntarios en el Cuerpo de
Policía Británico. Alrededor de 400 hombres superaron el entrenamiento de los
comandos, y fueron asignados a varios batallones.
Dudley Clarke propuso el hombre “Comando” por las operaciones de incursión y asalto
llevadas a cabo por el Comando Boer durante la Guerra de los Boers. A pesar de que a
Churchill le gustaba el nombre, algunos altos oficiales del Ejército Británico preferían el
término “servicio especial”, y ambos términos coexistieron hasta la última fase de la
guerra.
Cada Comando consistía en un cuartel general más diez pelotones de 50 hombres,
cada uno de los cuales incluía tres oficiales (algo que cambió en 1941, cuando se
organizaron seis secciones de 65 hombres por cada Comando). Se formaron alrededor
de 30 unidades de comandos durante la guerra dentro del Ejército, los Marines Reales,
la Royal Navy y la RAF, junto con otras unidades de Fuerzas Especiales. Los Comandos
del Ejército y de los Marines Reales se organizaron finalmente en cuatro brigadas.
Al principio, cada comando era responsible de la selección y entrenamiento de sus
hombres y oficiales. Las tropas de comandos recibían una paga extra con la que tenían
que procurarse alojamiento en Gran Bretaña. Su entranmiento consistía en ejercicios
físicos, supervivencia, orientación, combate cuerpo a cuerpo, asesinato silencioso,
señalización, asaltos anfibios, mnejo de vehículos, armas (incluyendo las armas
menores capturadas al enemigo) y demolición. Muchos oficiales, suboficiales, e
instructores asistieron a varios cursos impartidos en el Centro de Entrnamiento
Especial, de todas las fuerzas, en Lochailort, Escocia. El organismo de Operaciones
Combinadas también estableció en las Highlands escocesas, más concretamente en
Inveraray, un importante centro de entrenamiento anfibio, y en 1942 creó un Centro de
Entranmiento específico para comandos en Achnacarry, cerca de Spean Bridge. Todo el
entrenamiento de campo se llevaba a cabo con munición real.
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/British_Commandos
Saludos cordiales
Arri
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Erich Hartmann
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Mensajepor Erich Hartmann » Dom Jun 08, 2008 12:31 am
He aquí una traducción íntegra mía del artículo The Art of Silent Killing - WWII British
Commando Style' por William L. Cassidy. Que yo sepa, no puede encontrarse on-line. El
artículo narra una etapa específica de la formación de los comandos, a mi juicio la más
interesante. Que lo disfruten.
El arte del asesinato silencioso
El estilo de los comandos británicos en la Segunda guerra Mundial
Por William S. Cassidy
La historia del poco convencional entrenamiento de guerra británico, en el período que
abarcan los años 1938 y 1945, es una epopeya que al escribirse requeriría muchos
volúmenes y aún así sería imposible narrar esta historia plenamente: los programas
fueron tan inmensos, tan concienzudamente detallados y tan secretos que los
historiadores se encuentran actualmente con que necesariamente tienen que
consolarse con meros esquemas, porque la mayoría de la historia se ha perdido.
Teniendo esto en cuenta, dirigimos ahora nuestra atención hacia un extracto de un
informe sobre un programa de guerra poco convencional, dirigido en el Centro de
entrenamiento especial de Lochailort, Invernesshire, Escocia, de 1940 a 1942. El
programa en cuestión es el legendario curso de asesinato silencioso, ideado por W. E.
Fairbairn y E. A. Sykes y ofertado a los agentes secretos americanos y británicos, y a
los comandos británicos.
Para aquellos que estén interesados en historias burocráticas, recomendamos el libro
de F. Spencer Chapman “The Jungle is neutral” que aporta un informe básico sobre la
fundación en la primavera de 1940 del STS Lochailort. También se pueden encontrar
referencias a la escuela en el volumen del propio autor"Quick or Dead", donde se
hacen apuntes particulares sobre el programa de instrucción de la escuela sobre el uso
de armas cortas en el combate en espacios cerrados.
No obstante, por los propósitos del presente trabajo, estamos tan preocupados por el
cómo y el quién del STS de Lochailort (fue fundado por los hermanos Stirling, “Mad
Mike” Calvert y otros, con la bendición de la Dirección de Inteligencia Militar) como por
los detalles del Curso de Asesinato Silencioso.
Conforme a la “Guía para Instructores de asesinato silencioso”, el curso en sí mismo
estaba:
“... diseñado para enseñar cómo luchar y matar sin tener que usar armas de
fuego. Desde que el curso incluye el uso de navajas, el término “combate sin
armas” no sería teóricamente correcto. Por lo tanto se ha elegido “Asesinato
silencioso” como la descripción más precisa”
Tras un duro comienzo, durante el cual los potenciales candidatos eran expuestos a
unas pruebas físicas inimaginablemente difíciles, aquellos que aguantaban eran
invitados a leer una carta entregada por veteranos de la Policía Municipal de Shanghai
curtidos en la batalla, especialmente reclutados por Fairbairn y Sykes para usarlos
como instructores. Por fortuna el texto ha llegado hasta nuestros días y se reproduce
aquí en su totalidad, ya que puede transmitirnos algo del espíritu de aquella época:
“Este sistema de combate ha sido diseñado para usarse cuando hayas perdido
tus armas de fuego, algo que nunca debes hacer, o cuando el uso de armas de
fuego está desaconsejado por el riesgo de hacer saltar las alarmas.
Antes o después, la mayoría de vosotros probablemente ya habréis aprendido
los rudimentos del boxeo, bajo las reglas de Queensberry. Este entrenamiento
era útil, porque os enseñó a pensar y a moveros con rapidez y a golpear con
fuerza. El reglamento de Queensberry enumera bajo el encabezamiento de
"sucios" algunos buenos blancos que un boxeador no sabría defender.
Sin embargo, el asunto que nos ocupa no es el deporte, sino la GUERRA. Tu
propósito es matar a tu oponente lo más rápidamente posible. Por lo general, un
prisionero es un estorbo y un foco de peligro, particularmente si no dispones de
armas. De manera que debes olvidar las reglas de Queensberry y las "tácticas
sucias”. Puede que suene cruel, pero lo es aún más tomarse más tiempo del
necesario a la hora de matar a tu oponente. Las llamadas “tácticas sucias” te
ayudarán a matar mucho más rápido. Por lo tanto, ataca los puntos más débiles
de tu enemigo. Él hará lo mismo si tiene la ocasión.
En este punto el lector hacía una dramática pausa para observar los rostros de los
demás presentes en la sala. En alguno de ellos podía encontrar la sonrisa de
satisfacción del que ya sabía algo del tema. En otros, la leve sonrisa y la frente
sudorosa propias de alguien que no sabe nada de nada y que, para sus adentros, trata
de calmarse.
Ha habido muchos boxeadores y luchadores famosos que ganaron sus
combates utilizando sus llaves o golpes favoritos. La razón es que ellos habían
perfeccionado tanto esos golpes y llaves tan particulares que muy pocos podían
resistirlos: Esto debes aplicártelo. Si te tomas la molestia de perfeccionar un
método de ataque, serás un enemigo más temible que si llegas a ser bueno en
lo métodos que ya has visto.
Ya que este curso de instrucción está diseñado para enseñarte a matar, es
evidente que sus métodos son peligrosos. Tu objetivo aquí es aprender, no
dañar; no tendrás más méritos si por ejemplo le rompes la nariz a tu
compañero. Por lo tanto, a la hora de aprender y practicar, deberás evitar
riesgos de cualquier tipo. Nunca debes hacer caso omiso de la señal de
rendición (los dos golpes en tu propio cuero, el de tu compañero o en el suelo).
Es una señal tras la que deberás detenerte al instante, una regla que nunca
deberás romper.
Por lo general, en el silencio posterior a esta lectura, aparecía un destello mefistofélico
en los ojos del instructor, hacía que toda la clase se pusiera de pie formando un
semicírculo tras él. Evaluaba cuál de los presentes era el más grande, y el de aspecto
más duro y le lanzaba un desafío que hace al final de la guerra ya había conseguido el
estatus de cliché: ¡Ven hacia mí, hijo! Un segundo después la clase entera estallaba en
carcajadas cuando el contrincante terminaba sacando brillo al suelo con sus cuartos
traseros, en una posición indecorosa. Fairbairn convirtió esta práctica en estándar para
que los instructores derribaran, ahogaran y patearan al mayor número de miembros
posibles en cada clase. Obviamente, aquellos alumnos que podían enseñar a los
profesores eran apartados y recibían un trato especial. Durante los días siguientes, un
ingenioso instructor en el arte del asesinato silencioso, anteriormente sargento en el
Escuadrón Antidisturbios de Shanghai, saludaba a sus alumnos mientras colgaba
cabeza abajo de la rama de un árbol. “No puedo decir que parezcáis tan peligrosos
desde aquí”, solía decir, tras los cual dejaba fuera de combate a uno de los sonrientes
observadores mediante una patada y un puñetazo propinados mientras saltaba desde
su rama.
El curso básico de asesinato silencioso, tal y como estaba diseñado en julio de 1942,
estaba dividido en seis sesiones progresivas. La Sección I versaba sobre los golpes
propinados con la parte distal de la mano. En ella se explicaba que el efecto de
semejantes golpes depende de la velocidad con que se propinan, en contraposición al
peso que hay tras ellos. Se advertía a los alumnos de que debían golpear con la palma
de la mano hacia abajo, el pulgar hacia arriba y con la mano totalmente tensa. El
objetivo de este método era concentrar la fuerza del golpe en una zona reducida,
aproximadamente a medio camino entre la base del dedo meñique y la muñeca.
Las prácticas se realizaban en muñecos, especialmente dispuestos para simular la
resistencia ejercida por un cuerpo humano. Se hacía hincapié en 6 objetivos:
1). La parte posterior del cuello, directamente en la espina dorsal o en uno de sus
lados.
2). Desde el caballete de la nariz hacia la base de la garganta.
3). En cualquiera de los dos lados de la cabeza y la garganta, desde la base de la
garganta hacia la sien.
4). En la parte superior del brazo.
5). En el antebrazo.
6). En el área renal.
Los instructores siempre señalaban que con semejantes golpes es posible matar,
paralizar, fracturar huesos, y aparte de todo eso, causarle graves heridas al oponente.
Una vez que se dominaba la Sección I, los alumnos eran introducidos en los misterios
de la Sección II, que incluía paradas, golpes en la barbilla, el uso de la rodilla, la cabeza
y el codo, y también golpes con la punta de los dedos. Al final de este bloque de
instrucción, los alumnos eran alineados y se les informaba enérgicamente:
… de que nunca debían ir al suelo durante una pelea, siempre que pudieran evitarlo.
En caso de que no, deberían levantarse lo más pronto posible. Mientras un hombre
está matando a su oponente en el suelo, los amigos de este último pueden venir y
partirle la crisma al atacante.
… de que si su conocimiento de la materia se reduce a las Secciones I y II, se habrán
convertido en hombres extremadamente peligrosos, incluso para adversarios muy bien
entrenados, pero sólo si ellos atacaban primero y continuaban atacando. (Énfasis
original de los instructores en este punto).
La Sección III versaba sobre cómo liberarse de agarres por parte del adversario. Los
instructores mostraban a los alumnos cómo escapar de agarres con una o dos manos
en la muñeca, el pelo, el cuello, la parte delantera o trasera del cuerpo, y también de
agarres de tipo policial. Se les explicaba que la esencia de de toda liberación bien
hecha consistía en ser instintivo, contar con una velocidad similar a la de un rayo, un
hábil juego de piernas y un ataque inmediato.
En la Sección IV se trataban los detalles del combate simultáneo contra varias
personas. Tras la teoría, se invitaba a los alumnos a participar en prácticas
extremadamente rigurosas en un ring de boxeo especialmente habilitado. Seis
maniquíes se hallaban dispuestos en torno al alumno, para simular haber sido rodeado
por supuestos agresores. Al darse la orden, el alumno comenzaba a pelear con los
maniquíes al azar, empleando todo tipo de golpes con las manos, los pies, las rodillas,
los codos y la cabeza, desde cualquier posición. Después el alumno abandonaba el
cuadrilátero a toda velocidad, como si lo estuviesen persiguiendo. “Nunca debe
olvidarse”, decía la guía de Asesinato Silencioso, “que el objetivo es salir cuando antes
del lugar, y no luchar más de lo estrictamente necesario.”
La Sección V estaba dedicada al famoso curso de Fairbairn sobre el uso del cuchillo de
combate Fairbairn-Sykes. Los estudiantes aprendían el manejo del cuchillo, cómo
pasarlo de una mano a la otra, cómo clavarlo y cómo usar la mano que quedaba libre
para fintar y defenderse. Tras practicar esta clase de rudimentos, los alumnos
aprendían el mejor método para acuchillar, y se les entregaba un breve texto que
narraba cómo llevar y ocultar el cuchillo. La instrucción sobre el uso del cuchillo era el
punto álgido de todo el entrenamiento y se enseñaba a los alumnos desde el principio
a apreciar el carácter uno del cuchillo de combate Fairbairn-Sykes:
El cuchillo es un arma silenciosa y mortal que puede ser ocultada fácilmente y
contra la cual, cuando las manos de un experto la manejan, no existen defensas
seguras, con la excepción de las armas de fuego o la huida como alma que lleva
el Diablo.
La Sección VI trataba sobre “ayuda útil para ocasiones y necesidades especiales.” Bajo
este título, los instructores incluían el asesinato sin armas de centinelas, el asesinato
con el cuchillo de centinelas, una pequeña llave conocida como “el dislocador de
columna”, las diferentes formas de desarmar a alguien, la búsqueda, traslado y
protección de prisioneros, el método básico para romper un brazo y la forma re agarrar
a alguien retorciéndole el brazo.
Tras finalizar las seis secciones, se ofrecía un curso avanzado, en caso de que hubiera
tiempo y los alumnos hubieran superado el básico satisfactoriamente, o si la asignación
deseada de personal especializado así lo exigía. El curso avanzado incluía agarres y
golpes arcanos que habían sido perfeccionados en Shanghai, métodos de
estrangulación, el modo más preciso de estrujar los testículos de un hombre, y el uso
de otros instrumentos de gran utilidad, como la porra, la cuchilla de una maquinilla de
afeitar o una simple caja de cerillas.
El curso de Asesinato Silencioso, tanto básico como avanzado, tal y como los hemos
detallado aquí, comenzó a principios del verano de 1940 y de vez en cuando gozó de la
atención personal de W.E. Fairbairn y E.A. Skyes hasta el mes de febrero de 1942,
aproximandamente. En ese mes, el Depósito de Comandos, más tarde el Centro de
Entrenamiento Básico para Comandos, fue establecido por el Major-General J.C. Haydon
en Achnacarry, a unos cuantos kilómetros de distancia de Lochailort, y puso al mando
al teniente coronel Charles E. Vaughan. Poco después, cuando el entrenamiento ya
estaba en marcha en Achnacarry, Fairbairn centró su atención en las necesidades del
Campo X para Operaciones Especiales, en Canadá, y, más tarde, en la Oficina de
Servicios Estratégicos, Área B-5, situado en Maryland, Estados Unidos. Skyes, por su
parte, dedicó sus esfuerzos al servicio como instructor residente del STS XXI, o Arisaig
House, un centro de entrenamiento perteneciente al SOE, situado a pocos kilómetros
de Lochailort.
No obstante, el curso de Lochailort sirvió de modelo para todos los cursos que le
siguieron, tanto los del Centro en Entrenamiento Básico para Comandos, como para los
de las Escuelas Especiales de Entrenamiento del SOE. De una forma o de otra, el curso
se impartió (aunque no necesariamente en Lochailort) a personal procedente de las
Compañía Británica Independientes 1 hasta la 11, a los Comandos Británicos 1 hasta el
11, al Comando 30, posteriormente la 30ª Unidad de Inteligencia de Asalto o del
Almirantazgo; al Comando 62, a la 1ª Fuerza de Incursión a pequeña escala, a
elementos de las Compañías Independientes Australianas, a elementos pertenecientes
al SOE, OSS, y a muchas otras unidades de elite británicas y americanas. De hecho,
podría decirse que Fairbairn y Skyes entrenaron a todo el cuerpo de instructores de las
fuerzas especiales anglo-americanas durante la Segunda guerra mundial.
La evolución de material de Lochailort desde Gran Bretaña a América es
particularmente interesante. A principios de 1942, el OSS asignó al entonces teniente
Rex Applegate al STS de Lochailort, donde recibió un curso impartido por E.A. Skyes.
Poco después, Applegate regresó a los Estados Unidos, donde, en coordinación con
Fairbairn, estableció un curso de instrucción sobre el Asesinato Silencioso en el área B-
5 del OSS, la primera escuela especializada en inteligencia de los Estados Unidos. Al
comparar los dos cursos, el británico y el americano, puede comprobarse que casi no
hay ninguna diferencia, prueba evidente de que los primeros agentes secretos
estadounidenses recibieron una formación basada en el modelo británico.
Tampoco debe desdeñarse el hecho de que buena parte del curso de Lochaolort fue
incorporado en su inmortal libro de Rex Applegate "Kill or Get Killed", algo que le ayudó
a ganar su más que merecida fama como el estudio más completo sobre el combate
cuerpo a cuerpo que jamás se ha escrito.
A través del libro "Kill or Get Killed", la doctrina de Lochailort, adaptada por Applegate,
ha llegado hasta una amplia audiencia. De hecho, la mayoría, si no todos, los
programas que imparten las fuerzas armadas, las agencias de investigación y de
inteligencia federal incluyen parte de sus métodos. Lo mismo podría decirse de un
número considerable de departamentos de policía, tanto a nivel local como nacional, y
también algunas agencias extranjeras, que se han beneficiado de los entrenamientos
británicos o estadounidenses.
A pesar de su de sangrienta designación, el curso original sobre el Asesinato Silencioso,
único en su día, como parece que fue, demuestra ser hoy en día una habilidosa e
inteligente exposición de técnicas cuya eficacia estaba más que probada. Esto no
minimiza la importancia del curso de ninguna manera, todo lo contrario: estos
conocimientos sirven para resaltar el rasgo más atractivo del curso.
El rasgo del que hablamos puede resumirse bajo el título de “tradición”. Al pensar en
semejante concepto, relacionado con el combate cuerpo a cuerpo, uno lo relaciona
automáticamente con las tradiciones de Asia. No obstante, al hacerlo, omite el hecho
de que existe una tradición occidental tan válida en todos sus aspectos como la
existente en Asia.
Las técnicas mostradas en el curso original de Asesinato Silencioso, y, recientemente
mostradas en nuestros días, deben su creación al anterior trabajo de W.E. Fairbairn en
las calles de Shanghai. Desde sus inicios, fueron diseñadas como artes marciales
típicamente occidentales, unas técnicas mediante las que el mundo anglosajón podía
luchar y vencer a los sistemas orientales. Estas técnicas fueron refinadas en el
encarnizado laboratorio que resultó ser la Segunda guerra mundial, y han llegado hasta
nuestros días más o menos intactas. Dejando la denominación al margen (podemos
llamarlas simplemente “técnicas para el combate mano a mano”, o darles el dramático
título de “asesinato silencioso”), de todas formas tenemos que reconocerlas como lo
que son, y no son otra cosa que una expresión de cómo hemos llegado a percibir el
combate personal: la primera “reserva” angloamericana de la tradición marcial.
Saludos cordiales
Arri
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Álvaro
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Mensajepor Álvaro » Mar Jun 10, 2008 1:01 am
Interesantísimo artículo, Erich Hartmann, gracias por compartirlo. Saludos.…y ahora ellos estarán diciendo ¡***, es el Hijoputa de Patton otra vez! Y sí, es el Hijoputa de Patton, que ha vuelto. (George Smith Patton)
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 3:14 am
Comandos Británicos
Saludos cordiales,
Quisiera agregar un poco mas de información a este extraordinario post del amigo
Erich.
Comenzamos.
Tabla De insignias (Parches) de Tela de las Distintas Unidades Comandos:
Comandos:
Fuente: GUIDO, ROSIGNOLI. Army Badges And Isignia Of World War 2. Blandford Press
Ltd, Primera Edición .1972.Pág.16
Efectivo con Distintivo del Tercer Batallón de Comandos:
Efectivo con la insignia de Comandos Operaciones Combinadas, insignia Alas de
paracaidista y la insignia del comando al que pertenece, año 1941.
Insignias del Cuerpo de comandos de la Marina Real:
Fuente: LEROY, THOMPSON. British Commandos in Action. Squadron/Signal
Publications, inc. 1987. pag. 3, 19 y 31.NORMATIVA DEL FORO
Arri
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 4:10 am
Los Comandos
Generalidades
El comando es ese hombre que por sus cualidades y entrenamiento forma parte de un
grupo de soldados capaces de enfrentarse a las misiones más difíciles.
El entrenamiento físico, duro y continuado hace de el un atleta preparado para
cualquier esfuerzo. Su formación técnica va mucho más lejos que la de cualquier otro
soldado, adiestrándole en el manejo de numerosos tipos de armas, explosivos,
vehículos e incluso sistemas de comunicaciones. Hasta su mente preparada; ha de
saber vencer la tensión, dominar el miedo, lograr la suficiente agilidad mental para
salir de cualquier situación y cumplir su objetivo.
Quizá se trate con todo ello alcanzar una utópica perfección, “el arma humana”.
Por que los comandos?
Los comandos, fuerzas especiales, boinas verdes , etc; se pueden denominar de
distintas formas, según el país o ejercito al que pertenezcan, pero son en suma esos
hombres que deben realizar misiones especiales, que todo un cuerpo de ejercito no
podría llevar a cabo y que una docena de hombres pueden solventar.
Los objetivos del comando son innumerables; volar un puente, eliminar determinado
elemento o enemigo, obtener información o incluso infiltrarse tras las líneas contrarias
y crear confusión en las comunicaciones y abastecimientos.
Por supuesto que la preparación y las armas de que disponga un miembro de las
fuerzas especiales o comandos de un ejercito no serán las mismas que las dentro
ejercito, pero en ambos casos se utilizan algunas técnicas muy parecidas y armas no
estandarizadas en sus respectivos ejércitos.
Ver sin ser vistos
El factor sorpresa suele representar un inestimable aliado en las acciones de los grupos
especiales. Independientemente de elegir el lugar y el momento idóneo para realizar
una misión, los elementos del comando utilizan la técnica del enmascaramiento hasta
en sus últimos grados.
Es famosa y característica la imagen del comando con la cara y manos ennegrecidas
por el betún o el tizne de un corcho quemado, técnicas utilizadas para operaciones
nocturnas
Comandos Británicos preparándose antes de una incursión nocturna :
Sin embargo, no es solo durante la noche cuando estos hombres han de actual, por lo
que durante operaciones diurnas la indumentaria ha de parecerse lo mas posible al
entorno que les rodea.
Patrulla del comando N.9, en un bosque en la zona de anzio 1944:
El enmascaramiento consiste en hacer lo menos visible al comando, confundiéndole
con el entorno, el camuflaje precisa de tomar la mayor cantidad de características del
entorno para lograr el mayor mimetismo posible, alcanzando el fundamental factor
sorpresa en la acción de un comando.
Con ello se mejora el efecto óptico al eliminar o disimular las líneas regulares del
cuerpo, logrando pasar por inadvertido al comando en distancias increíblemente
cortas.
Cuando no se dispone del camuflaje apropiado, el comando llega a cubrirse totalmente
de barro para que, una ves seco y ayudado de ramas y hojas, iguale su apariencia a la
naturaleza que le rodea.
Indudablemente el camuflaje fue y es, un recurso fundamental para los comandos.
Junio, 1944. El Brigadier Peter young imparte instrucciones de colocación en
una zona a dos francotiradores comandos:
Tirador Selecto
En el entrenamiento de los comandos las practicas de tiro tienen, como es lógico, una
gran relevancia y de estos hombres elegidos se escogerán los tiradores selectos,
elementos que infiltrados en las líneas enemigas realizarían misiones muy
importantes.
Con solamente uno o dos de estos tiradores de elite toda una unidad enemiga puede
perder su eficacia. El efecto psicológico de ser atacados constantemente con mayor o
menor efectividad pero sin saber de donde proviene el ataque, resultaba ser eficaz
para debilitar la moral del enemigo muchas veces más que un asalto de gran escala.
El empleo de francotiradores para eliminar determinados individuos de peso en una
unidad enemiga causaba ciertamente efectos desmoralizadores , pero también , estos
hombres eran empleados para brindar apoyo preciso de fuego en asaltos de sus
propias unidades, así como entorpecer las comunicaciones y el aprovisionamiento del
enemigo, incluso poner fuera de servicio armas y equipos enemigos al eliminar a sus
servidores.
Por supuesto las armas que empleaban los tiradores selectos de los comandos eran
escogidas por su precisión y eficacia probada, reajustadas y siempre o casi siempre
provistas de visores telescopicos.
Tiradores selectos de los comandos británicos usando el rifle Standard por
excelencia Enfield:
Fuente de todas las imágenes
LEROY, THOMPSON. British Commandos in Action. Squadron/Signal Publications, inc.
1987.
Otra Fuente consultada de texto
ENCICLOPEDIA. Armas de fuego. (Art. Los Comandos. Pag 305-310) Ediciones Nueva
Lente & Hobby Press s.a.1983Última edición por von Neurath el Mié Jul 02, 2008 12:01 am, editado 1 vez en total.
NORMATIVA DEL FOROArri
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 4:12 am
El arma blanca
El cuchillo es inseparable compañero para los comandos; los miembros de las fuerzas
especiales reciben con el un exhaustivo entrenamiento, es el arma con que podrán
llevar a cabo misiones en las que las armas de fuego, aun con silenciador, no pueden
emplearse.
Comandos entrenando con el Fairbairn, primer modelo:
Acto de entrega de cuchillos o dagas para los comandos:
Los modelos:
Primer modelo
Segundo modelo, usado con mayor frecuencia a partir de 1942
Un efectivo comando ubicando su arma en una de las varias posiciones en las
que se portaban estos cuchillos:
Tercer modelo usado ya en el año 1945:
Otra singular pero muy utilitaria arma de los comandos:
Fuente de todas las imágenes
LEROY, THOMPSON. British Commandos in Action. Squadron/Signal Publications, inc.
1987.
Otra Fuente consultada de texto
ENCICLOPEDIA. Armas de fuego. (Art. Los Comandos. Pag 305-310) Ediciones Nueva
Lente & Hobby Press s.a.1983
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 11:14 pm
Las armas de los comandos
Dentro de la dotación de armas de los comandos británicos se incluyen armas que no
son de uso reglamentario por las fuerzas armadas, el entrenamiento en armas debía
abarcar una multitudinaria selección de armas inclusive las del enemigo, no es extraño
ver a un comando usando un sub-fusil Mp-40 o una luger por ejemplo, los comandos
estaban dotados del fiable y preciso rifle Lee Enfield en calibre 303 British. En todas
sus variantes, sin embargo su colección de armas eran bastante extensa, en donde
resalta su favoritismo por el sub-fusil norteamericano Thompson, pese a ser pesado y
voluminoso era mas fiable en comparación al sub-fusil Sten, y la munición que usaba el
45 ACP, lo hacia indudablemente mas eficaz.
Una breve muestra del armamento usado por los comandos:
Efectivos comandos revisan sus rifles Enfield:
Oficial de los comandos británicos usando una luger de artillería (cañón largo, cargador
de tambor):
Ametralladora ligera Bren:
El subfusil Sten:
El favorito Thompson (se usaron las dos versiones):
Armas cortas:
Fuente de todas las imágenes
LEROY, THOMPSON. British Commandos in Action. Squadron/Signal Publications, inc.
1987.
Otra Fuente consultada de texto
ENCICLOPEDIA. Armas de fuego. (Art. Los Comandos. Pág. 305-310) Ediciones Nueva
Lente & Hobby Press s.a.1983
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 11:48 pm
Entrenamiento a toda prueba
La sorpresa, el mimetismo, el silencio, la oscuridad y hasta el factor psicológico son
determinantes en la actuación de un comando , para lograr la versatilidad se requiere
de un riguroso entrenamiento, en el manejo de explosivos, el dominio de las artes
marciales, la destreza con el cuchillo y un largísimo etcétera que podría abarcar desde
el paracaidismo al equipo de inmersión, son técnicas que aprendían los comandos
británicos para poder llevar a cabo, aquellas misiones especiales que solo ellos podían
realizar.
Comandos Británicos en la rutina diaria de ejercicio físico:
Entrenamiento de alpinismo en montañas escocesas:
La cooperación mutua en un asalto:
Secuencia de entrenamiento en lucha cuerpo a cuerpo:
Ante terrenos y condiciones extremas:
Fuente de todas las imágenes
LEROY, THOMPSON. British Commandos in Action. Squadron/Signal Publications, inc.
1987.NORMATIVA DEL FORO
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Mensajepor von Neurath » Mar Jul 01, 2008 11:53 pm
Las Primeras Incursiones de los Comandos
Las Primeras Incursiones de los Comandos
Gran Bretaña, Francia y Noruega (junio de 1940 –diciembre 1941)
Por: Peter Young, General de Brigada.
Enciclopedia. Así fue la segunda guerra mundial. Editorial anesa- noguer-rizzoli.1972.p
370 a 379.
A fines de 1941 la situación de los aliados atravesaba su fase más desfavorable: en
todos los frentes de batalla los ejércitos del eje mantenían o mejoraban sus posiciones.
Pero a partir de las primeras semanas después de la conquista de Europa occidental,
en 1940, gran bretaña había comenzado a hostigar a los alemanes en el continente
mediante incursiones de comandos, cuya acción se basaba en la regla de “ataca y
desaparece”. A pesar del escepticismo, e inclusote la hostilidad de Whitehall, el valor
estratégico de los éxitos obtenidos por los comandos en las islas lofoten y en Vaags
fue, proporcionalmente, muy superior a los daños que en realidad causaron. En efecto,
el alto mando alemán se vio desde entonces obligado a dedicar a simples actividades
de guarnición y a la defensa de la costa unidades muy valiosas, que por lo tanto, no
pudieron participar en las batallas decisivas del frente oriental.
Las Primeras Incursiones
1940
23-24 de junio: primera incursión británica en la costa francesa, cerca de Boulogne.
14-15 de julio: fracasa una incursión de comandos en Guernsey.
1941
4 de marzo: la primera incursión en gran escala, cuyo objetivo era las islas Lofonten,
consigue un éxito completo al sorprender a los alemanes.
22 de junio: Alemania invade Rusia. Urge instigar constantemente a los alemanes en el
oeste para distraer parte de las fuerzas que podrían luchar en el frente oriental.
25 de agosto – 3 de septiembre: Fuerzas aliadas desembarcan en Spitzbergen;
inutilizan las minas de carbón y evacuan la población rusa y noruega.
2 de octubre: se inicia la ofensiva alemana para la conquista de Moscú.
10 de octubre: Mountbatten sustituye a Keyes como jefe de las operaciones
combinadas.
5-6 de diciembre: La ofensiva alemana contra Moscú entra en un compás de espera;
comienza la contraofensiva soviética.
7 de diciembre: Peral Harbor, Japón y estados unidos entran en guerra.
27 de diciembre: la gran operación de comando contra la isla de Vaags sorprende
totalmente a las defensas costeras.
Después de la caída de Francia en 1940, los medios de que disponía gran bretaña para
responder a los ataques del eje eran a todas luces insuficientes: el mando de
bombarderos de la RAF empezaba a reunir sus efectivos: las home force (unidades del
Ejercito territorial británico) no podían pensar aun en pasar a la ofensiva, y se limitaban
en preparar día y noche en preparar obras de defensa, para el caso de que hitler
decidiera poner en practica el plan de invasión.
En estas circunstancias fue cuando churchill y sus consejeros decidieron adoptar la
activa táctica de las incursiones, que condujo a la formación de los comandos.
El interés del primer ministro por esta idea se revela en una anotación suya del 18 de
junio de 1940: “De las unidades existentes se deberían destacar unos 20.000 hombres,
por lo menos, a fin de formar con ellos unas fuerzas especiales de asalto, verdaderos
“leopardos” preparados para saltar sobre cualquier pequeño contingente de
desembarco procedente del mar o del cielo”.
Por una afortunada casualidad, un hábil y experto oficial, el teniente coronel Dudley
Clarke, estaba examinando por su cuenta y desde hacia tiempo el mismo problema.
Clarke estaba convencido de que fuerzas ligeras, móviles y decididas podían efectuar
incursiones o actual tras las líneas del enemigo con resultados muy superiores a su
fuerza numérica. ¿Acaso los guerrilleros españoles de la época de Napoleón no habían
obligado a los franceses a usar decenas de miles de hombres para defender su
retaguardia?
Clarke expuso su idea al General Sir Jhon Hill, quien se mostró completamente de
acuerdo, y sin dilación alguna la sometió al juicio de churchill el día 5 de junio.
El sentido común modero en esta ocasión el conocido carácter batallador de churchill,
quien estableció que las fuerzas de incursión no recibirían en dotación armas que
fuesen esenciales para las home forces; ello significaba que la calidad de los hombres
enrolados debía compensar la posible falta de armas adecuadas, lo que constituía por
si mismo un elemento suficiente para neutralizar muchas dificultades, haciendo que los
hombres de los comandos fuesen no solo voluntarios, sino también individuos
seleccionados.
Las home force no se vieron demasiado afectadas por esta decisión, ya que se sacaron
muy pocos hombres de cada unidad o destacamento. Por ejemplo, a la División 4, que
había combatido en Francia y Bélgica, tan solo se le pidió que proporcionara un
contingente de tres oficiales y 46 soldados. Afortunadamente, había elementos de
primer orden en las compañías autónomas, que se habían formado retirando hombres
de los batallones territoriales para operar en noruega (donde, en realidad, no se les
había empleado en incursiones, sino en combates normales de infantería); con
hombres pertenecientes a estas compañías se constituyeron los comandos 1 y 2.
En total se formaron – todos ellos en junio de 1940- doce comandos compuestos por
soldados ingleses; solo uno (el N. 10) se formo con soldados aliados (belgas,
holandeses, franceses, noruegos y hasta alemanes), y entro en acción hasta el mes de
enero de 1942.
Ciertamente que en 1940 había en Inglaterra algunos batallones de infantería de
primer orden; pero seria erróneo considerar que, seleccionando algunos de estos
batallones para dedicarlos a las incursiones se habrían obtenido resultados análogos a
los conseguidos formando destacamentos especiales de comandos. Con guerra
relámpago o sin ella, el Ejército británico aun se resentía demasiado de la influencia de
los métodos del adiestramiento de la primera guerra mundial, métodos que no tenían
en cuenta las características especiales del segundo conflicto.
Por otra parte, a diferencia de lo que ocurría en Egipto y en la India, el número de
soldados alistados de largo tiempo en los batallones territoriales era muy bajo en Gran
bretaña: con frecuencia no pasaba del 25%, mientras que el resto de los batallones
estaba compuesto por reservistas o jóvenes reclutas. Asimismo, en los batallones
territoriales había causado una impresión grave y negativa la decisión de dividirlos en
dos para proporcionar los cuadros de las nuevas unidades.
Otro aspecto de la cuestión era que la edad media de los oficiales oscilaba alrededor
de los 45-48 años, y esta era una edad demasiado avanzada para hombres que
tendrían que preparar, dirigir e incluso tomar parte activa en incursiones peligrosas.
Por lo tanto, era indispensable contar con hombres, ideas y métodos nuevos, si se
deseaba que la táctica de las incursiones diese resultados positivos. Las palabras clave
en el campo práctico debían ser “velocidad” y “sorpresa” y se tenían que abolir los
lentos avances en orden de combates por tierra e nadie.
Continuara... NORMATIVA DEL FORO
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Mensajepor von Neurath » Mié Jul 02, 2008 7:22 am
Los primeros comandos
El termino “comando” era completamente nuevo en el Ejercito ingles, si bien estas
unidades ya se habían empleado en otras guerras. Durante la guerra anglo-boer (1899-
1902), la unidad base de las fuerzas boers fue el comando, y mas tarde, tras la caída
de pretoria, cuando los tenaces boers recurrieron a la táctica de la guerrilla, la palabra
comando se hizo familiar. Winston churchill, quien por cierto fue hecho prisionero en
aquellos tiempos por unos de tales comandos, considero que este nombre se adaptaba
muy bien a los “leopardos” que quería crear. Sin embargo, fue Dudley Clarke quien
más insistió en la conveniencia de adoptar dicho nombre.
La formación de los comandos se llevo a cabo con sorprendente rapidez. Primero se
seleccionaron oficiales superiores de una generación mas joven que la que, en 1940,
ocupaba los puestos de mando en el Ejercito ingles; después se les dejo en completa
libertad para elegir a los oficiales que estarían bajo sus ordenes.
El Ministerio de la Guerra había enviado con anterioridad, a todos los puestos de
mando del reino unido, una circular en la que solicitaban voluntarios para un servicio
especial de carácter arriesgado, sin precisar más. Se exigían soldados perfectamente
adiestrados, de constitución robusta, que supieran nadar y no se mareasen. “Valor,
resistencia física, espíritu de iniciativa, ingenio, dinamismo, precisión en el tiro,
confianza en sus propias capacidades y un espíritu bélico agresivo”: estos eran los
requisitos necesarios. Por si fuera poco, se advertía a los potenciales voluntarios que
tendrían que “acostumbrarse a un horario mas largo, a mayor cantidad de trabajo, a un
descanso menor que los demás soldados, y a hacerse experto en todos los aspectos
militares de la exploración: capacidad de proceder furtivamente y de observar y de
referir todo lo que pasase en los alrededores; de moverse en cualquier tipo de terreno
de día y de noche, silenciosamente y sin dejarse ver. Y finalmente, a vivir fuera del país
durante un periodo de tiempo considerable”.
Los oficiales escogidos se lanzaron entonces a una vertiginosa labor para seleccionar a
sus propios hombres. Indudablemente, los métodos de selección, como las fuentes que
proporcionaban los voluntarios, fueron muy diversos. Muchos grupos se formaron casi
exclusivamente con Territoriales, otros se seleccionaron de la brigada de guaridas.
Resulta difícil describir la composición de una unidad típica. Una de ellas, el Grupo H
del comando N.3, estaba compuesta por hombres procedentes de la División 4, que
había combatido en las filas del BEF (British Expeditionary Force, Cuerpo
Expedicionario británico) en Francia y Bélgica, y aunque tal ves se la pueda considerar
como poco excepcional, esta unidad puede servir para dar una idea del tipo de
hombres que los oficiales buscaban.
Casi todos los componentes del Grupo H habían estado en Dunkerque. Pocos eran los
soldados de reemplazo: la mayor parte eran reservistas que permanecieron siete años
bajo las armas y a los que se había vuelto a llamar en 1939. Gran numero de ellos
presto servicio en la India o en Palestina y, por lo general, se hallaban aun en plena
juventud, pues el promedio de edad oscilaba alrededor de los 26 años. En conjunto
formaban un buen grupo de “duros”. Por ejemplo, el sirviente de morteros Eaton era un
experto en lucha libre y además había sido policía; Albert Durling participo en muchos
combates de boxeo en el Ejercito de la India. Predominaban los tiradores escogidos, los
boxeadores y los futbolistas. Aunque el reglamento era bastante “generoso” respecto
al nombramiento de suboficiales, los oficiales de esta fuerza prefirieron esperar, para
poder elegir como suboficiales a los hombres que tuvieran una actuación mas
destacada.
Muchos eran los regimientos representados en los comandos. Solo en el citado Grupo H
había hombres de los de Bedfordshire y Hertfordshire, fusileros de Lancashire, East
Surrey, infantería ligera Duke of Cornwall, Black Wacth y Northamptonshire, artilleros,
ingenieros y personal de varios servicios.
En el soldado ingles esta muy arraigado el espíritu del regimiento; pero
afortunadamente, ello no suscito ningún problema serio en el Grupo H. Entre los
hombres no existían rivalidades, sino tan solo un sano espíritu de emulación. Si los
fusileros de Lancashire estaban siempre dispuestos a vanagloriarse de sus
predecesores, que en Gallipoli habían conquistado “seis Victorias Cross antes del
desayuno” (precisamente en el mismo tipo de operaciones para las que estaban
adiestrados ahora), los otros no lo estaban menos a rebatirles su presunción.
Con hombres como aquellos, que en su mayor parte habían pasado ya siete u ocho
años bajo las armas, el problema de la disciplina prácticamente no existía. Se
albergaban en casas particulares, en lugar de hacerlo en cuarteles, privilegio que nadie
se atrevía a tomar demasiado a la ligera por temor al único castigo que podían
imponerles. En efecto, RTU (Returned to Unit, devuelto a su unidad) fue desde el
principio una sigla muy temida por todo soldado de los comandos; los pequeños
castigos y las fastidiosas sanciones estaban “pasadas de moda”. No cabe duda de que
algunos grupos pasaron por una fase del tipo de “Oeste Salvaje”, debido quizás a la
arbitrariedad de los métodos de selección; pero ya se sabe que toda organización tiene
sus “dificultades de crecimiento”. En los comandos, estas dificultades se superaron
gracias a una intensa dedicación y con un profundo deseo de perfeccionamiento. Casi
todos aquellos hombres habían entrado en los comandos animados por el mismo
espíritu de Geoffrey Appleyard, un hombre que antes de morir ganaría dos
condecoraciones al valor: una DSO (Distiguished Service Order) y una MC (Military
Cross) con una barra. Sus palabras son harto elocuentes: “Es el mejor trabajo que se
puede hacer en el Ejercito, una labor que, si se hace bien, puede resultar enormemente
útil… Nada de burocracia; nada de papelotes. Solo simples operaciones cuyo éxito
depende principalmente del individuo y de los hombres que se han elegido para llevar
a cabo juntos el trabajo… Es algo revolucionario”.
Continuara... NORMATIVA DEL FORO
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Audie Murphy
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Mensajepor Audie Murphy » Jue Jul 17, 2008 12:25 am
la RAF apoyó muchas veces tales operaciones de los comandos en Noruega como
táctica de diversión para desorientar a la la Luftwaffe como demuestra esta lámina,
Blenheims bombardean el aeródromo de Herdla el 27 diciembre 1941 o luchan contra
cazas germanos durante la operación Archery
Operation Colossus fue la primera acción aerotransportada inglesa en la guerra,
conducida en febrero 1941 para volar el acueducto italiano de Tragino. Con voluntarios
de la Commando unit, No. 2 Commando, 38 hombres fueron seleccionados para la
acción y nombrados como X Troop. Todos menos uno fueron capturados, el italiano
Fortunato Picchi que servía bajo identidad francesa fue torturado y asesinado por las
Camisas Negras
http://www.paradata.org.uk/events/tragi ... n-colossus
https://en.wikipedia.org/wiki/Operation_Colossus
Men of ‘L’ Squadron SBS (Special Boat Squadron) investigate the ruins of the Acropolis
in Athens, 13-14 October 44
Corporal Aubrey of the SBS (Special Boat Service) sharpens his fighting knife as he
prepares for combat.
fuente http://ww2today.com/wp-content/uploads/ ... oldier.jpgÚltima edición por Audie Murphy el Jue Sep 24, 2009 3:17 pm, editado 2 veces en total.
"El mal existe cuando las personas buenas no hacen lo que es correcto"
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no nos olbidemos del titan
Mensajepor n2bazoka » Vie Jul 25, 2008 12:26 am
no se olviden de wilson churchil , el exelnte estratega que siempre llevo al ejercito
ingle a la victoria , apesar de sus derrotas ( EL Alamein como una magnifica victoria o
la ofenciva de el bulto en belgica, tambien el desembarco de las palyas francesas de
normandia en la cual participaron ingleses , americanos y canadienses )Los heroes no son personas con superpoderes , sino gente que tan solo dedica un momento de su vida para ayudar a otras - n2bazoka -
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me olvidava
Mensajepor n2bazoka » Vie Jul 25, 2008 12:30 am
el cuerpo especial britanico , el que mencionan en esta ocacion ¿ estuvo en la toma de
berlin?Los heroes no son personas con superpoderes , sino gente que tan solo dedica un momento de su vida para ayudar a otras - n2bazoka -
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Re: no nos olbidemos del titan
Mensajepor Akeno » Vie Jul 25, 2008 5:57 pm
n2bazoka escribió:no se olviden de wilson churchil , el exelnte estratega que siempre llevo
al ejercito ingle a la victoria , apesar de sus derrotas
Que no se nos olvide citar la gran visión estrategia del Sr. Churchill al enviar al Prince
of Wales y al Repulse a Singapur para enfrentarse a la flota imperial japonesa. Así les
fue...
Y eso que las cuestiones de la Armada eran su fuerte, que si no...
Mejor dejemos al viejo Churchill y prosigamos con los comandos, por favor.
A la fuente citada por von Neurath, añadiría el libro: Asalto desde el mar: los
comandos británicos durante la Segunda Guerra Mundial. Peter Young.
Inédita Editores, 2007.
Sinopsis escribió:Memorias del que llegaría a ser jefe de la 1ª Brigada de Comandos al final
de la Segunda Guerra Mundial y posteriormente General de Brigada. Comenzando con su
incorporación al 3º Comando y sus acciones en Noruega, Dieppe, Sicilia,desembarco de
Normandía, para terminar la guerra en Birmania.