Cómo hablar con nuestros hijos sobre la muerte

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Nuestros propios sentimientos, creencias y actitudes sobre la muerte o pérdida de seres queridos se transmiten al niño, tanto si Inten- tamos como si no camuflar nuestros verda- deros sentimientos. La manera en que habla- mos y compartimos nuestras experiencias con el niño, puede ser lo que más recuerde. Teléfono: 925.23.22.52 / 925.23.44.85 Fax:: 925.23.44.85 Correo: 45005574.cee @ edu.jccm.es C.P.E.E. “CIUDAD DE TOLEDO” C/ Río Fresnedoso, 16-18 45007 TOLEDO ESCUELA DE FAMILIAS CURSO 2011-12 COMO HABLAR CON NUESTROS HIJOS ACERCA DE LA MUERTE ¿DEBEN LOS NIÑOS ASISTIR A LOS FUNERALES O VISITAR A PERSONAS MUY ENFERMAS? La decisión de si debe o no un niño visitar a una persona gravemente enferma o asistir al funeral depende de la edad del niño y de su capacidad para entender la situación, su re- lación con la persona que se está muriendo o que ha muerto y, lo que es más importante, si quiere o no asistir. A un niño jamás se le debe obligar o hacer que se sienta culpable por no querer participar (o por no sentirse cómodo con la idea de asistir al velatorio). Si quiere asistir y es posible, el niño debe ser acompa- ñado por un adulto que mantenga la calma y que pueda dar atención y responder a sus preguntas. Un niño al que se le permite visitar a una per- sona muy grave o asistir a un funeral tiene que estar preparado para lo que va a ver y escuchar. Alguien previamente debe infor- marle del aspecto que puede tener la perso- na enferma o fallecida, y del ambiente que se va a respirar en ese lugar. MAYO 2012

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Nuestros propios sentimientos, creencias y

actitudes sobre la muerte o pérdida de seres

queridos se transmiten al niño, tanto si Inten-

tamos como si no camuflar nuestros verda-

deros sentimientos. La manera en que habla-

mos y compartimos nuestras experiencias

con el niño, puede ser lo que más recuerde.

Teléfono: 925.23.22.52 / 925.23.44.85

Fax:: 925.23.44.85

Correo: 45005574.cee @ edu.jccm.es

C.P.E.E. “CIUDAD DE TOLEDO”

C/ Río Fresnedoso, 16-18 45007 TOLEDO

ESCUELA DE FAMILIAS

CURSO 2011-12

COMO HABLAR

CON NUESTROS

HIJOS ACERCA DE

LA MUERTE

¿DEBEN LOS NIÑOS ASISTIR A LOS FUNERALES O

VISITAR A PERSONAS MUY ENFERMAS?

La decisión de si debe o no un niño visitar a

una persona gravemente enferma o asistir al

funeral depende de la edad del niño y de su

capacidad para entender la situación, su re-

lación con la persona que se está muriendo o

que ha muerto y, lo que es más importante, si

quiere o no asistir. A un niño jamás se le debe

obligar o hacer que se sienta culpable por no

querer participar (o por no sentirse cómodo

con la idea de asistir al velatorio). Si quiere

asistir y es posible, el niño debe ser acompa-

ñado por un adulto que mantenga la calma

y que pueda dar atención y responder a sus

preguntas.

Un niño al que se le permite visitar a una per-

sona muy grave o asistir a un funeral tiene

que estar preparado para lo que va a ver y

escuchar. Alguien previamente debe infor-

marle del aspecto que puede tener la perso-

na enferma o fallecida, y del ambiente que se

va a respirar en ese lugar.

MAYO 2012

El fallecimiento de un ser querido es un hecho

que nos produce consternación. Por eso en

ocasiones pensamos que lo mejor es ocultar el

tema de la muerte a nuestros hijos para evitar-

les sufrimiento. Pero si de verdad queremos

ayudarles, debemos hablarles de ello, para

poderles brindar información, consuelo y com-

prensión. Y de paso podemos enterarnos de lo

que ellos saben, lo que desconocen, y si tienen

ideas equivocadas, temores o preocupacio-

nes.

LO PRIMERO QUE HAY QUE TENER EN CUENTA

Es fundamental adaptarnos a la edad mental

de nuestro hijo, conociendo su manera de en-

tender la muerte con arreglo a su nivel de de-

sarrollo cognitivo:

Entre 0 y 2 años se percibe la muerte co-

mo abandono o separación. No existe la

comprensión abstracta del concepto.

De 2 a 6 años existe la creencia de que

la muerte es reversible. También la puede

considerar como un castigo.

Entre los 6 y los 11 años se va entendien-

do la relación causa-efecto de la muerte

y su carácter irreversible.

A partir de los 11 años se comprende el

concepto real, irreversible e inevitable de

la muerte. Se produce una reflexión abs-

tracta y filosófiica.

En las primeras etapas es conveniente dejarles

claro que la persona no va a volver, que solo

permanecerá en nuestro recuerdo. Y por su-

puesto, que ni él ni nadie es culpable de su

muerte.

COMO HABLAR CON NUESTROS HIJOS ACERCA DE LA MUERTE

ALGUNOS CONSEJOS PARA ABORDARLO

EVITAR USAR PALABRAS CONFUSAS

Expresiones como “ hemos perdido al abue-

lo” o “el tío está dormido para siempre” ,

puede generar en el niño temor a que le

pierdan a él, o plantear problemas para irse

a dormir. Hay que explicar que la persona

murió o falleció. Que su cuerpo, cansado o

enfermo, dejó de funcionar.

DARLE TIEMPO Y OPORTUNIDADES PARA EX-

PRESAR SUS SENTIMIENTOS

Conviene permitirnos y permitirles las mani-

festaciones de tristeza y llanto. La muerte

conlleva un tiempo de duelo necesario, y no

se debe ocultar ni negar la expresión de es-

tas y otras emociones negativas (miedo, en-

fado, ira…) Podemos ayudarles a canalizar el do-

lor a través de un dibujo, una música agradable,

o mirando juntos la foto “del abuelo”.

OBSERVAR SUS REACCIONES Y COMPORTAMIENTO

Podrían aumentar sus rabietas o berrinches, estar

más irritables o agresivos. También puede produ-

cirse un exceso de apego al adulto conocido, así

como conductas regresivas que ya tenía supera-

das, como chuparse el dedo o hacerse pis. No

hay que castigar estos comportamientos, y sí en-

tender que será algo temporal. Podemos ayudar-

les a expresarse de formas alternativas a través

de la pintura, la arena, las canciones, el movi-

miento, las fotografías...

PERMITIRLE REALIZAR ALGUN RITUAL

Los rituales ayudan a asumir los acontecimientos.

En todas las culturas existen rituales alrededor de

la muerte. Pensar en algún ritual que el niño pue-

da realizar y le haga aceptar la situación con

más serenidad. Por ejemplo plantar un árbol en

honor de la persona fallecida, hacerle un dibujo,

realizar un pequeño álbum con algunas de sus

fotos, lanzar globos al aire para despedirlo, escri-

birle un mensaje en una botella y enviarlo al

mar…

TRANQUILIZARLE ANTE SUS TEMORES

Es muy probable que le surjan dudas y miedos

sobre la posible muerte de sus padres o de sí mis-

mo. Hay que explicarle que estareis ahí para cui-

dar de él aún durante mucho tiempo, y darle se-

guridad aclarando que tanto él como vosotros

estais muy sanos y aún os queda mucho por vivir.