Como Volver Poderosa Tu Conexion Con Lo Espiritual

Pilar Rodríguez-Castillos

Como volver Poderosa

tu Conexión con lo Espiritual

sin Perder la Vida en el Intento

Cómo volver poderosa tu conexión con lo espiritual sin perder la Vida en el intento

[email protected] www.licestu.com

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DERECHOS DE AUTOR

El presente trabajo está protegido por los Derechos de Autor vigentes en

cualquier parte del mundo, por lo que queda estrictamente prohibido la

reproducción total o parcial, así como el fotocopiado y plagio por cualquier

medio, ya se electrónico, digital, fotográfico, etc. sin previa autorización o

conocimiento de los autores. Todo aquel que incurra en cualquier situación

de esta índole podrá ser acreedor a las sanciones legales y económicas

respectivas para cada caso y en cada legislación vigente, del país del que se

trate, con respecto a los derechos de autor.

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algún fragmento de esta obra.



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A mis padres por la Vida.

A mis hijas por ser como son.

A mi compañero de vida por nuestra historia.

Y a todos mis maestros

incluidos los que me causaron dolor

ayudándome así a ser tal como soy.

Pilar



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ACLARACIÓN

Estamos partiendo de la premisa básica, sistémica, de que la espiritualidad

requiere también conexión con la realidad.

De otro modo en lugar de conexión con el aspecto intangible de la vida,

estamos realizando un movimiento contrario a la Vida.

Un movimiento de Muerte.

La solución es buscar herramientas

o ayudas que nos permitan

mantenernos equidistantes entre la

conexión con lo intangible de la

realidad, y la conexión con la

fuerza de la realidad física.

En el Liceo trabajamos con

herramientas que se potencian una

a la otra, y que suman en este

objetivo de conexión y Pleno

Bienestar, sin necesidad de

renunciar a nada.

Este ebook está orientado a

complementar y a divulgar los

conceptos fundamentales del

trabajo que realizamos día a día con los alumnos y consultantes en el Liceo

de Estudios sobre Disciplinas de la Energías

http://www.licestu.com/




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SOBRE LA AUTORA

Pilar Rodríguez-Castillos es Terapeuta, Consteladora, y Profesora del

Método Reiki con formación Sistémica, PNL, Arquetipos, y Análisis

Transaccional.

Ha creado un método de trabajo individual que integra estas y otras

disciplinas de la terapia breve que pone a disposición de la Buena Ayuda de

aquellas personas que intuyen que tienen una Fuerza y un Potencial mayor,

pero que no consiguen sintonizar con ellos, para ayudarles a conseguir en el

menor tiempo posible el acceso a una mayor sintonía con su propia Alegría

de Vivir, su Fuerza, y su Realización Personal.

Actualmente dirige el Liceo de Estudios sobre Disciplinas de la Energía en

Madrid en donde ofrece formación y seminarios del Método Reiki, ofrece

Talleres de Constelaciones Familiares, y atiende su consulta privada.

Puedes ver testimonios de alumnos y consultantes en el apartado “Para ti”

de la web del Liceo:

www.licestu.com Al Servicio de la Buena Ayuda

www.licestu.com



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“Imagina una sola y eterna tortuga en el inmenso océano, que sólo saca la

cabeza a la superficie una vez cada un millón de años.

Imagina ahora un aro de madera flotando a la deriva sobre las aguas del

inmenso océano durante un millón de años también.

Pues más difícil aún que la posibilidad de que la tortuga al emerger

introduzca suavemente la cabeza en el centro del aro de madera sobre el

mar… así es haber obtenido tú la forma humana”.

(Enseñanza Budista)



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A MANERA DE PRÓLOGO

Llegar a determinados niveles de comprensión sobre la Vida y sobre mi

misma ha sido un proceso largo y en ocasiones muy duro… y de momento,

por fortuna, inacabado.

Bien pronto al comienzo de mi viaje descubrí que tenía la maravillosa

maldición de ser una mujer fuerte, algo que condicionaría desde el principio

todas mis elecciones… y por lo tanto mis relaciones, mi paisaje interno, y mi

historia personal.

Ser una mujer fuerte no es igual que ser una mujer recia.

A veces lo segundo no me habría venido mal, pero es real que no lo he sido

nunca… ahora: de lo que sí tengo la firme convicción es de haber tenido

desde el principio una capacidad sobrehumana de afrontamiento que me

permitió transformar mi vida (que fácilmente podría haber sido lineal y vacía

de contenido) en una especie de yincana excitante y maravillosa.

Recibir el gran regalo de la Vida ya es suficiente regalo como para sentirme

honrada y acariciada por el Destino… pero en realidad esto fue solamente el

principio. Porque luego como un goteo incesante pude disfrutar aún de

muchos regalos increíbles, como ser instruida en meditación por mi propio

padre, que era artista, y criarme en un entorno de música, literatura, política,

libertad, reflexión y creatividad en el que se valoraba por sobre todas las

cosas la empatía, y la capacidad de conexión con los demás.

Más adelante la vida me permitió también comprender tempranamente el

abandono, la muerte, la soledad, la traición y la tristeza.

Pero mientras todas estas lecciones me llegaban una a una, la meditación me

permitió tener siempre a donde regresar, cualesquiera que fueran mis

circunstancias en la Vida. Gracias a ella para mí no hubo miedo en el

silencio, y pude ver que el silencio no era vacío.

-“La naturaleza no admite el vacío”, me dijo mi padre un día con su voz

grave y llena de ternura, “entonces, cuando miras hacia dentro en silencio no

es como un abismo, sino como desplegar las alas y emprender el vuelo”.

Así aprendí que el recogimiento era un portal, que el silencio era la mirada

de mi ser profundo, y que la soledad simplemente era una proyección de mis

carencias.



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Durante muchos años creí que era llamada a ser artista.

Escribí canciones, grabé algunos trabajos, y descubrí que cada día me

ofendía un poco más que algunos me consideraran un simple

entretenimiento. Íntimamente mi búsqueda a través de las canciones, era la

de proporcionar motivos de reflexión y peldaños para el crecimiento interior

a quienes se consideraran buscadores… o mucho mejor si los había:

encontradores.

Me consta que algunas personas recibieron algo de aquello, pero a medida

que fui descubriendo herramientas como el Método Reiki, las Constelaciones

Familiares Sistémicas la Programación Neurolinguística, el Análisis

Transaccional, Arquetipos Junguianos… me fui internando en un universo

que me confirmaba muchas de mis fuertes intuiciones sobre mi papel en el

mundo.

Hasta que una noche, subiendo la escalinata en el Teatro Lara de Madrid, en

donde presenté un trabajo del que me siento feliz y orgullosa, me vino un

pensamiento claro y contundente:

-“Es la última vez”.

Y allí canté mis canciones despidiéndome, en complicidad conmigo misma,

y por última vez.

Hasta entonces había vivido a caballo entre mi consulta, mis cursos y mis

ensayos… y de pronto la balanza se inclinó, y comprendí que era importante

que me dedicara por entero a la Buena Ayuda.

Aunque de esto hace varios años, supongo que entonces comenzó a gestarse

el Liceo de Estudios sobre Disciplinas de la Energía, que con la ayuda de un

grupo de alumnos y seguidores pusimos en pie en Madrid en marzo del año

2014.

En fin… entonces… éste pequeño librillo que me he empeñado en preparar

para ti, tiene como objetivo primordial hacerte ver que el desarrollo espiritual

es tan importante como para que, el hecho de mirar o no mirar en esa

dirección, sea posiblemente una de las condicionantes más profundas a la

hora de tener una vida llena de significado y fuerza… o no sentirse tocado

por la Vida.




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Esto es un hecho que muchos han comprobado antes que yo, como suele

decir Bert Hellinger.

Pero del mismo modo que es algo fundamental el aspecto espiritual de la

vida, también es crucial conectar con su aspecto físico, visible, tangible…

para poder colocarte en la cúspide de tus posibilidades a todos los niveles

posibles

Cómo me dedico a trabajar con mujeres, y me interesa especialmente la

germinación de una Mujer Nueva conectada, decidida, creativa y poderosa,

mi principal trabajo es detectar potenciales interferencias y hacerlas

evidentes para que tú las puedas neutralizar con mi ayuda.

Y dos de las interferencias comunes en las mujeres que conozco a nivel

personal o profesional, son las siguientes:

• La creencia de tener que optar entre ser “realista” o “espiritual”, o

• El pensamiento mágico infantil de que ser espiritual es negarse

absolutamente a cualquier relación con la realidad tangible.

La primera proviene, según he visto, de la profunda necesidad femenina de

partirse en dos en un mundo aún de hombres, y desarrollarse a nivel

profesional con códigos masculinos, perspectivas masculinas, y fuerza

masculina.

Todas aquellas mujeres a las que he visto vivir esta disyuntiva, y elegir esta

opción, tarde o temprano se han sentido solas, decepcionadas, debilitadas y

heridas.

La segunda proviene de la intuición de que lo femenino y lo espiritual están

profundamente imbricados. Esto es absolutamente cierto. Pero la intuición,

la conexión, la sensibilidad… la capacidad de detectar disonancias puede ser

una herramienta poderosa (si estás ordenada y conectada)… o un arma en

manos de un niño de dos años… (si no lo estás).

En fin: ambas son interferencias, en cualquier caso, porque no contemplan

la posibilidad de conciliar con los opuestos para abrazar la totalidad, evitando

demediarse… o lo que es peor: excluir alguna parte de ti misma.

Entonces: me encantaría que este pequeño regalo que te ofrezco te

proporcione una nueva perspectiva sobre ti misma y sobre tus

posibilidades…



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una perspectiva amplia, panorámica, poderosa… y que te sirva para despertar

una nueva Fuerza en tu interior, porque esto te podría permitir moverte hacia

un nivel de comprensión más profundo e iniciar un proceso de recolocación

y sanación de tus relaciones, de tu paisaje interior y de tu historia personal.

Y así podrías empezar a diseñar una nueva vida a tu medida, llena de fuerza

y de conexión, y en sintonía con la Vida y con tu Destino.

Si esto ocurriera, a través de ti yo estaría haciendo honor a las

comprensiones, los maestros, y la Fuerza que la Vida me ha regalado a través

de mis Padres, de mi Sistema Familiar y del Orden del Universo.

Espero que sirva.

Que tengas un feliz presente.

Pilar Rodríguez-Castillos



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Si siempre te proteges

Y sientes que lo nuevo

Puede “mancharte”

Quizás estés viviendo

En blanco y negro

Mientras añoras con fervor

Que el color regrese a tu vida.

EL PODER DE LA CONEXIÓN CON LO ESPIRITUAL

Eran las cuatro de la tarde y yo no había ido a trabajar. Estaba sola en casa,

tumbada en un sofá, dolorida, con el abdomen muy inflamado y viviendo

todo con una gran angustia porque no conseguía solucionar mis problemas

de salud. Tenía un mioma de nueve centímetros y medio de diámetro, una

tremenda anemia, y profusas hemorragias que duraban, algunas veces, hasta

20 días.

Un mioma no es algo que mate a nadie, ya me lo habían explicado los

médicos… pero yo me preguntaba cuánta sangre se puede perder sin que el

organismo colapse, cuánto dolor se podía soportar ininterrumpidamente sin

volverse uno un animal feroz… y cuánta más calidad de vida se puede perder

sin que alguien vea que el sufrimiento tiene un límite y la incertidumbre

también.

Ese día en particular no tenía ninguna hemorragia, pero estaba a punto de

llegar el momento de tenerla.

Sonó el teléfono y me levanté con dificultad, porque cuando el mioma estaba

muy inflamado de alguna manera afectaba a mi nervio ciático, y apenas podía

caminar sin grandes sufrimientos. Cogí el teléfono y era alguien de la familia

con quien siempre me ha resultado difícil la comunicación. No quería

comentar nada sobre mi salud, y tampoco del otro lado nadie me preguntó

sobre ello.

La conversación subió de tono, como siempre ocurría por entonces con mi

hija, y finalmente ambas perdimos los nervios y me colgó.



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Al colgar mi teléfono sentí como el dolor se multiplicaba en mi vientre, y

sentí como la sangre brotaba y se deslizaba por mis pantalones

espectacularmente. Sentí miedo, estaba sola, me ayudé con mi respiración

para relajarme antes de hacer nada más. Tenía 35 años.

Pero… ¿Por qué te cuento esto que es tan personal?

Pues mira: en aquel entonces yo ya estaba iniciada en Reiki. Realmente había

participado de un seminario de Nivel I de apenas dos horas en una pequeña

tienda en los alrededores de la Puerta del Sol hacía algunos años… y aunque

durante algún tiempo me había dado mis sesiones a diario, luego las había

ido espaciando hasta olvidarlas del todo.

Aquella tarde, luego de recomponerme un poco, me tumbé en la cama a

reposar y recordé que las sesiones de Reiki solían aliviarme los dolores de

cabeza, y que muchas veces había bajado la fiebre a mis hijas con él.

También me ayudaban a dormir, y combinadas con la meditación

trascendental, que practico desde hace casi 40 años, me hacían sentir más

profundamente conectada.

Sin embargo en aquel momento me sentía incapaz de utilizarlo en mi misma.

Luego de unos momentos de respiración consciente para asimilar el dolor me

arrastré hasta la cocina, preparé té, y fui a sentarme frente a mi ordenador

para buscar un poco de información sobre el Método Reiki porque algo me

decía que me podía ayudar.

Encontré una web que me pareció bastante fiable, así que me registré, y

expliqué en un foro abierto lo que me estaba pasando. Para mi sorpresa

rápidamente algunas personas se ofrecieron para mandarme una sesión a

distancia. Alguien me dijo que me relajara, y no hiciera nada más. Lo hice,

algo incrédula, y sin darme cuenta de pronto me quedé dormida.

Al despertarme seguía bastante inflamada pero el dolor había desaparecido.

También la angustia dentro de mi pecho había desaparecido. Y lo más

importante: para mi asombro la hemorragia, que siempre había sido

imparable una vez iniciada… aunque no había desaparecido…se había

reducido muchísimo.

Fue antes que nada una gran alegría y un alivio enorme para mi mente que

estaba sitiada por el dolor tan acuciante.


http://www.senderoreiki.com/



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Quizás estás pensando que escribo esto para decirte que mágicamente me

curé de mis males a través de una sesión de Reiki a distancia. Pero no. No

fue así.

Reiki no me curó. Yo tenía demasiado para que sanar fuera tan fácil.

Tenía mucho que comprender sobre la vida, sobre mi misma, y sobre lo que

me estaba diciendo la energía con estos síntomas insoportables.

Pero a través del trabajo con el Método Reiki yo misma me fui convirtiendo

en la aliada que necesitaba en el proceso de mi curación… obtuve la fuerza

que me permitió gestionar la situación… y la seguridad para afrontar mis

miedos e inseguridades… que eran en realidad enemigos mucho más

temibles que las creencias limitantes de los médicos que veía.

Para esta lucha que duró casi un año, necesitaba paciencia, fuerza, seguridad,

estabilidad, conexión profunda…

De otro modo habría sido imposible soportarlo. Y el Método Reiki me ofreció

todo esto a manos llenas.

Lo que ocurrió fue lo siguiente:

Mientras buscaba un médico sensible que comprendiera mi punto de vista,

decidí asistir a un seminario de fin de semana de Nivel II de Reiki, para poder

tener más herramientas que las muy básicas de las que disponía. Allí descubrí

un universo que en cierta forma me era familiar y que me reconectaba con la

que había sido mi búsqueda desde niña.

Gracias a aquel seminario los síntomas se hicieron más llevaderos… y yo ya

pude disponer de algunas herramientas para poder trabajar sobre mi misma

y sobre mis síntomas.

Después de muchas citas a ciegas con ginecólogos que no comprendían mi

deseo de permanecer entera, finalmente apareció un simpático médico

indiscutiblemente dispuesto a extirpar sólo el mioma (te lo recomiendo: se

llama Juan José Lopez Galián y es un médico sensible, atento y encantador

que me cambió la vida. Si necesitas un buen ginecólogo búscalo y ve de mi

parte).

Y lo hizo así tal y como me lo prometió.

Sólo hubo algo que se salió de sus cálculos: mi tiempo de recuperación.




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Porque con las continuas sesiones de Reiki antes y después de la

intervención, mi postoperatorio se redujo exactamente a la mitad, y a pesar

de que mi útero estaba realmente ¨muy despeinado¨… a los tres días pude

regresar andando muy despacito a casa.

También estaba previsto que volvería a tener problemas de este tipo (de

hecho ya había pasado antes por este problema y tenía todas las garantías de

que se repetiría). Sin embargo nunca ocurrió.

Ahora ya conozco las causas profundas de lo que me estaba pasando, pero

entonces solo sabía que era un problema con mis estrógenos.

Con el tiempo supe un poco sobre el eje hormonal femenino, que está

sometido a la acción indirecta de muchos factores que pueden alterar su

funcionamiento normal (como por ejemplo factores psicológicos como el

estrés)… o, desde otras perspectivas, algunas de las causas sistémicas.

En resumen: a través del Método Reiki trabajé sobre mi misma, sobre las

causas de lo que me estaba pasando, sobre mi relación con la vida y con mis

seres queridos, sobre mi pasado, mis traumas y mis circunstancias.

Fue un proceso profundo, conmovedor, enriquecedor y removedor. Incluso

algunas veces pienso en aquellos días de autodescubrimiento con una cierta

nostalgia.

Ahora veo que si yo hubiera sabido lo que sé ahora la operación no habría

sido necesaria… pero no porque hiciese desaparecer el mioma con magia…

sino porque este mioma no habría sido necesario para hacerme ver lo que

necesitaba ver.

Aquel fue un proceso tan apasionante, que en cuanto me adentré en él supe

que tenía que dedicar mi vida entera a guiar a otros en sus propios procesos.

Y así lo hice: por eso dedico mi vida a la ayuda.

Te he contado esto para revelarte algo que me habría gustado descubrir a mí

antes de llegar a enfermar tanto:

Si algo te duele en el alma, en el cuerpo, en la vida, y te sientes confusa y sin

respuestas es que la energía tiene un mensaje importante que necesitas

desvelar.

Cuanto antes escuches este mensaje de tu energía, antes desaparecerá, sea

cual sea, el dolor.




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Realmente no necesitas que tu cuerpo se llegue a deteriorar para dialogar

con la energía: cuando el mensaje llega a manifestarse en el cuerpo es que

lleva mucho tiempo siendo ignorado.

Así que bastaría con buscar el equilibrio antes de que nada de esto tenga que

ocurrir.

Aquí necesitamos tener claro un concepto importante…

¿QUÉ ES UN SÍNTOMA?

“Tenga cuidado con las cosas pequeñas.

Su ausencia o presencia pueden cambiarlo todo”.

Cuando hablamos de síntomas la mayoría de las personas piensan en dolor

físico. Tan lejos hemos llegado en nuestra desconexión, que prácticamente

ninguna persona piensa que cuando llega el dolor físico… es porque todos

los demás síntomas han sido ignorados durante mucho tiempo.

Pero la realidad es que cualquier indicador de falta de bienestar ya es un

síntoma.

Para que nos quede claro: si no te sientes alegre y creativa… estás frente a

un síntoma… y este síntoma tiene un significado concreto.

Las opciones son: comprender el lenguaje con el que te habla la energía… o

buscar cuanto antes una herramienta que te ayude comprender lo que te pasa.

Yo te recomiendo el Método Reiki, desde luego. Pero ten en cuenta que yo

no puedo hacer más ni menos por tres motivos.

El primero es porque a mí me cambió la vida por completo… el segundo es

porque es un camino seguro hacia una gran autonomía a todos los niveles…y

el tercero es porque he sido testigo del cambio profundo de la vida de cientos

de personas a lo largo de los últimos años.

Entonces: si hay un síntoma incomprensible del que no te puedes liberar,

piensa en el Método Reiki como un camino hacia tu armonía interior.

A fin de cuentas fue pensado por su creador para que la mayor cantidad

posible de personas pudieran acceder al Pleno Bienestar….




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y ten en cuenta que la única condición y ¨don¨ que necesitas tener para

disfrutar de sus beneficios, ya sea como paciente o como alumno, es el don

de pertenecer al género humano.



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LA PRIORIDAD ES ASENTIR

La persona conectada está conectada con el Sí

Y a través del Sí se conecta con la Vida tal como es

Y consigo misma tal como es

En general no queremos aceptar que la vida incluye todo: lo que deseamos

vivir y lo que no deseamos. En este sentido, y en muchos otros para qué

negarlo, tenemos un problema… porque hemos llegado a estar tan a merced

de la mente, que pensamos que podemos tener bajo control todos los niveles

de la realidad.

Pienso que la mejor manera de garantizarnos grandes dolores y frustraciones,

es emborracharnos de la arrogancia del control.

La verdad parece ser que no controlamos nada de nada: solamente estamos

destinados a presenciar y crear… y cualquier otra aspiración nos aleja más o

menos dulcemente de nuestro objetivo primordial.

En la vida por cada momento acorde a nuestras fantasías de perfección, hay

un momento exactamente opuesto. Esto no es un castigo por los buenos

momentos: forma parte del movimiento compensatorio de la energía que es

inexorable.

Entonces cuando vives un momento de euforia tienes garantizado lo

contrario en más o menos breve tiempo.

Lo curioso es que por esa arrogancia del control, intentamos no ver lo que

no nos apetece: intentamos postergarlo, negarlo, nos alejamos para intentar

no participar, y lo transformamos en nuestra mente en algo diferente de lo

que es.

A los seres humanos nos encanta creer que controlamos la realidad. Y cuando

nos vienen a decir que “nosotros creamos la realidad”, nos encanta creer que

tenemos algún tipo de poder oculto, trascendental, diferenciador,

espectacular… Pero no se trata de eso.



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Creamos nuestra realidad con nuestros actos visibles o invisibles, incluidos

nuestros pensamientos más inconfesables, porque todo aquello en lo que

participamos tiene consecuencias. Es decir: la consecuencia de nuestros

actos e intenciones… es la realidad que nosotros creamos.

Nos encanta creer que si repetimos muchas veces una frase, crearemos

realidad. Pero no es así como funciona.

Lo que crea realidad, es lo que somos. Así que trabajar sobre lo que somos,

es lo que mejorará las consecuencias… es decir: la realidad resultante de

nuestros actos e intenciones.

Y allí es a donde queremos llegar con la propuesta de este primer artículo del

Blog del Liceo.

Para facilitar su comprensión vamos a usar un ejemplo.

Imagina frente a ti a tu padre con muchos años. Quizás tu padre tiene ya

muchos años o quizás tengas que moverte hacia adelante en el tiempo.

En cualquier caso los padres suelen ser mayores.

Ahora imagina o evoca que en ciertas circunstancias le reprendes por ser más

lento de lo que esperas en hacer alguna cosa, o en reaccionar a alguna otra…

tal vez al conducir, o al caminar. Quizás ya ha ocurrido.

Le dices “¡venga que no tenemos todo el día!”. Tu padre lo encaja con

paciencia y con cierta melancolía.

Esta es una zona oscura que no quieres ver. No quieres ver que envejece, que

se acerca a la muerte, que su cuerpo y su mente están cansados.

No se lo quieres consentir.

Entonces ahora te voy pedir que evoques a ese padre joven, creativo, fuerte,

lúcido, atractivo que un día tuviste… ¿lo recuerdas? ¿recuerdas su fuerza y

su disponibilidad para la vida? ¿recuerdas su voz y la fuerza en su mirada?

Aquel padre y este son el mismo, y éste es el momento de aceptar todas sus

etapas: las de la fuerza… y las de la creciente vulnerabilidad.

Ahora voy a pedirte que te imagines a ti de mayor.

Imagina que evocas a tu padre, que ya se habrá ido, cuando un hijo te pide

que te apresures y ya no puedes ir tan rápido.



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Escucha como te dice “Mamá… pareces tonta. ¡Muévete que nos dan la

uvas!”… y deja que te llegue lo que sientes.

Quédate un momento más allí y ahora imagina que recuerdas a tu padre, y a

ti haciendo lo mismo con él sin querer ver que ya no puede ir tan rápido.

Quizás te gustaría volver y ser paciente, amorosa, cálida, comprensiva con

él… en lugar de negar que ha envejecido.

Este es el momento en que puedes darte cuenta de que sí, tú creas la realidad.

Y si aceptaste los buenos tiempos, aceptar los tiempos más tristes, hará de ti

una persona más feliz y plena.

Porque lo serás cuando recuerdes que le dijiste con una sonrisa: “No te

preocupes, papá. Tómate tu tiempo. Y si tienen que esperar… que esperen”.



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PERO… ¿Y CUÁNDO ES DIFÍCIL ASENTIR?

Mientras busques el agradecimiento y la aprobación

no estás conectada con tu objetivo primordial,

sino con los objetivos a corto plazo de tu pequeño ego.

A veces te encuentras con personas que declaran no poder cambiar su vida.

Ciertamente se engañan a sí mismas, pero también es cierto que están en su

completo derecho. ¿Por qué iba a ser obligatorio querer cambiar?

Quizás estés pensando en decirme que si tu vida es un completo desastre, no

haces más que sufrir, te sientes acosada por las circunstancias y tu cuadro de

emociones es como un cuadro surrealista… pues claro que es necesario

cambiar algo. Y yo estaría de acuerdo contigo, pero… no es obligatorio. Es

una decisión personal.

Mira, algunas personas se significan con todos sus malestares.

He aprendido, dado que con frecuencia me he visto rodeada de personas así,

que el ego toma muchas formas, y una de ellas es el significarse con el

malestar. Por procesos que ahora no vienen a cuento, muchas veces las

personas simplemente encuentran en el dolor una manera de conseguir dos

cosas: ser vistas, y ser acunadas.

Es un sistema que sin duda no es maduro, pero la realidad es que muchas

personas encuentran que hay algún tipo de beneficio en él, y lo adoptan.

De manera que, cuando alguien les pregunta “¿Cómo estás?”, tienen una

interminable y penosa historia que contar.

Ayer sin ir más lejos estaba en la tienda comprando unas aceitunas para el

aperitivo y delante de mí una señora le estaba contando a la dependienta

todos sus terribles síntomas digestivos, las pruebas que le habían hecho, y

los alimentos que el médico le había recomendado no comer. Estaba

indignada porque ahora no podría tomar huevos… y la pobre dependienta,

viendo que la cola crecía, no tenía más remedio que aguantar el temporal.

Y no, no era una señora demasiado mayor. Tendría poco más que mi edad, esto es, excepcionalmente joven.



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Al volver a casa con mis aceitunas venía pensando en las acciones egoístas

que nos pueden llevar a poner en marcha nuestro ego… porque si aquella

señora hubiera aceptado su realidad tal como es (evidentemente se sentía

bastante sola) no habría sometido a diez personas a una espera innecesaria,

ni a la dependienta a todo aquel estrés innecesario.

Este es un típico ejemplo de una persona que:

Está en el estado Niño del Yo, y por lo tanto

Está sitiada por el Ego, y por tanto…

Siente su vida como algo desprovisto de significado, algo inaceptable, por lo

que…

Le otorga significado a través del relato de sus diagnósticos, y malestares.

Por supuesto hay un gran dolor detrás de todo esto. Dolor, soledad, sensación

de insignificancia….

Quién lo sabe a ciencia cierta.

El caso es que la persona que actúa así está utilizando una estrategia que no

le conviene, porque cuanto más la perfeccione, más sola se sentirá… en parte

porque la reacción de los demás será “huir a la de tres, que viene la señora

de los malestares”. Así, la desdichada verá confirmado el rechazo de los

demás, y su propia insignificancia…. cuando con toda seguridad, es una

persona muy válida y con mucho amor que ofrecer.

Pero está atrapada en un falso significado, que le aportan una historia que

contar.

Si esta mujer tomara acción y se decidiera a sanar su vida, es muy posible

que se sintiera abochornada por su actitud anterior. Pero también es muy

posible que rápidamente comprendiera que a la mayoría de las personas no

les interesa demasiado lo que ve de las otras personas.

Porque a las personas nos interesan nuestros asuntos más que ninguna otra

cosa en el mundo.



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Esto le permitiría ver que nadie la ha escuchado demasiado, por lo que podría

cambiar, y nadie le tomaría en cuenta lo anterior.

Lo que está claro es que si no cambia, es porque no está disponible para

afrontar su vida tal como es. Y tú y yo sabemos muy bien lo que pasa cuando

las personas intentan saltarse esta parte.

Mejor dicho: sabemos lo que no pasa.

Entonces, y a cuento de esto venía todo lo anterior… ¿Qué pasa cuando

simplemente no estás dispuesta a cambiar?… Pues…. ¡no pasa nada de nada!

Sigues con tu dolor, sea emocional, físico o relacional, y nada cambia en

ningún caso.

En realidad si hay un cambio, siempre es para peor… porque las personas

que no quieren estar bien, suelen ser un lastre para las que si quieren vivir,

realizarse y ser felices.

El resultado puede ser entonces: amargar la vida de sus seres queridos,

complicar la vida de los desconocidos, y verse excluida en algunos casos, en

distintos niveles, por ambos.

En realidad es más o menos como evitar el dolor de afrontar la realidad, y

pagar el precio del dolor continuo durante el resto de la vida para no hacerlo.

Es un mal negocio ¿verdad? Yo también lo pienso, sí…

Pues ni te imaginas la cantidad de personas que llevan a cabo negocios de

este estilo.

Y luego están las otras: las valientes, las que quieren vivir una vida plena,

las que están dispuestas al peligro.

Son pocas es cierto, pero son las que están dispuestas a comprender, afrontar

y avanzar.



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¿NECESITAS UN RESET?

LA MEDITACIÓN COMO CAMINO

Si lo que quieres es fortalecer tu autonomía Ten la seguridad

de que tendrás que renunciar a algo.

Será algo muy importante, Pero que también pesa mucho

Y que por eso no te deja avanzar.

Puede ser alguien, o una creencia O un simple esquema mental.

Da igual.

Si lo detectas y eliminas ahora

Aparecerán tu destreza y tu fuerza.

Por su propia naturaleza la mente humana tiende a complicarle la vida al

humano que corresponda.

Esto ocurre porque le hemos permitido ponerse al mando… y como su

objetivo primordial es resolver problemas, cuando no los hay, los crea para

poder resolverlos.

Con la mente al mando lo que en realidad hacemos es ir malviviendo,

perdiendo vibración y al mismo tiempo equilibrio interno… lo cual se refleja

en nuestras relaciones y nuestras circunstancias, por supuesto.

Finalmente, abrumados por tantas proyecciones, necesitamos

desesperadamente tomar un respiro y replantearnos las cosas. Pero no

sabemos reconocer esta necesidad y lo que hacemos es intentar, con la ayuda

de nuestra aburrida amiga mente, resolver problemas que están por encima

de su capacidad de resolución.Si solamente pudiéramos hacer un reset, el

reordenamiento se establecería solo y sin problemas.



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Pero claro, esto no se puede… ¿o sí se puede? Se puede, en realidad… pero

no sabemos cómo hacerlo.

Siempre pensamos que la reflexión ayuda, pero… ¿cómo puede ayudar la

reflexión que parte de una mente desordenada y agotada? El único camino

es detenerse y reestablecer la conexión.

Con esto quiero decir que para reordenarnos no necesitamos hacer nada…

de hecho… ¡¡¡por favor no hagas nada!!! Hacer es el gran verbo generador

de desorden… ¿Qué puedes hacer si no sabes a dónde ir o lo que te pasa?

¿No crees que es una manera infantil de intentar resolver cualquier asunto?

Lo que necesitas es detenerte.

Lo que necesitas es reiniciarte.

Lo que necesitas es conectar.

La meditación es siempre la respuesta para esto. “Todos somos portales hacia

un mar de consciencia plural infinita”

Aquí la acción adecuada es alejarse de la arrogancia de pensar que lo puedes

controlar todo, y ponerse en manos del Orden del Universo.

Medita. Integra la meditación a tu vida.

No necesitas rasurarte la cabeza, deshacerte de tus bienes materiales y

retirarte al Himalaya.

Todo lo que no es mente es meditación, así que dedica tu tiempo a sentir el

presente. Puedes meditar incluso mientras pelas patatas o mientras abres una

caja de puré deshidratado… mientras te duchas o practicas sexo.

La meditación no es sagrada, no es acción externa, no es nada visible. Se

puede vivir en meditación. Una copa de vino sabe mejor en meditación.

Todas las disciplinas de crecimiento personal y sanación profunda tienen un

fuerte vínculo con la meditación. Es el punto de partida de todo, porque a

través de la presencia y la conexión que te ofrece la meditación, te instalas

en el estado Adulto. El único estado de absoluta conexión con la vida tal

como es… y desde el único estado desde el que es posible el abordaje de un

proceso real de sanación de tu vida.



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Una perspectiva conectada es el punto de partida de todo.

Después, entonces sí, busca soluciones, ayuda, libros, métodos. Pero no

antes. Antes perderás tiempo… y a menudo dinero.

¿Qué no es fácil?

Bueno…

Al menos no has dicho que es muy difícil.

Porque cuando alguien me dice que algo vinculado al crecimiento personal

es difícil, siempre le respondo lo mismo:

“No es difícil… es que no quieres”



25

MIRAR HACIA LA VIDA

Sólo existen

2 direcciones:

Hacia la Vida

O Hacia la Muerte.

¿Hacia dónde señalan

tus preferencias, tus actos

Tus emociones

Y tus elecciones?

A veces en la mitad del día, de la noche (o de la vida) una emoción fría,

densa, confusa hace que te pese el pecho, la espalda, la garganta… y te

cuesta, en mayor o menor medida, encontrar algún sentido real a la vida.

Te gustaría que esa sensación desapareciera de tu presente ahora mismo… e

intentas no mirarla, y coger fuerza para avanzar.

Respiras, empujas y te mueves, intentando ser la de siempre.

Intentas creer que nada pasa, y seguir con tu vida como solía ser cuando todo

estaba bien.

Sin embargo te equivocas al intentar ignorar lo que está ocurriendo porque

tu cuadro de emociones es una herramienta fiable de la que dispones para

saber cuál es tu nivel vibracional en este momento.

No es la única en realidad, pero sin manejar ninguna disciplina que te pueda

ayudar, como puede ser el Método Reiki, es la referencia más rápida de la

que puedes echar mano para empezar a encontrar respuestas.

Entonces, tomemos en cuenta solamente 5 emociones básicas: amor,

alegría, tristeza, miedo e ira y déjame enseñarte como aprovechar la

información que te ofrece tu cuadro de emociones para avanzar hacia el

Pleno Bienestar.

Lo primero que puedes hacer es exhalar suavemente tres o cuatro veces.

Hazlo ahora mismo, y mientras lo haces permite que tu mirada revise la

siguiente lista y se detenga sobre la que más te apetece que predomine en tu

vida:




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amor

alegría

tristeza

miedo

ira

¿Ya lo tienes claro?

De acuerdo: no necesito ser ninguna iluminada para saber que hay dos

grupos: las que te apetecen y las que no te apetecen para nada. ¿He acertado?

Y seguramente no me equivoco si te digo que has elegido el amor como la

que más te apetece… has mirado hacia la alegría, y has vuelto a mirar la

palabra amor.

Y entonces quizás has pensado que una trae a la otra, así que no has tenido

problemas en elegir una sola.

Creo que has elegido el amor ¿he acertado?…

Vale, esto es algo muy humano: a no ser que haya algún bloqueo o trauma

importante el sentimiento de amor suele ser el preferido para todas las

personas.

Entonces, si este ha sido tu razonamiento es evidente que tienes muchas

cosas claras. Porque aunque no lo creas hay muchas personas que piensan

que amor y tristeza, o amor y miedo, o amor e ira pueden ir de la mano. Pero

lo cierto es que no.

Lo cierto es que el amor es, además de la vibración más alta de la que

disponemos en la vida, una emoción enormemente independiente y fuerte,

que no necesita de ninguna otra vibración para estar en conexión con la vida.

De hecho ni siquiera necesitas a alguien a quien amar para estar en sintonía

con la emoción de amor: es una forma de mirar la vida.

Es símplemente una frecuencia vibracional, un campo de energía, con el que

puedes elegir sintonizar o no.

Con la alegría pasa más de lo mismo. Ciertamente en donde está el amor

inevitablemente anda rondando la alegría: tienen buena sintonía. Aunque

ambas son independientes.

Bien entonces ahora me gustaría que siguieras pendiente de tu exhalación

mientras evalúas el grado de sintonía que tienes hoy con todas estas

emociones.



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Puedes coger un lápiz y escribir esta pequeña lista de emociones, y junto a

cada una de ellas colocar un número, del 1 al 10 por ejemplo, siendo 1

mínima presencia y 10 una presencia absoluta, junto a cada una de ellas.

Tómate el tiempo para hacerlo ahora.

No, no vale hacerlo mentalmente.

Escríbelo.

Hazlo ahora.

Es importante.

Bueno, ahora que ya tienes tu lista, puede ser algo como esto (tú tendrás tus

propios números):

amor …. 3

alegría ….2

tristeza….5

miedo….7

ira…6

Por favor recuerda que estar en sintonía con el amor no tiene nada que ver

con tener gente que te quiere o a la que quieres. Todo el mundo tiene a

alguien…

Atención porque es muy posible que hayas hecho alguna trampa con tal de

no aceptar cierto aspecto de tu paisaje interior, por eso sería muy bueno que

en este momento revisaras tu lista otra vez con la conciencia de que este es

un trabajo completamente privado del que nadie va a saber nada si tú no

quieres.

Aquí la clave es la sinceridad absoluta. Estás sola contigo misma y con tus

emociones, de modo que si trucas los números sólo te engañas a ti misma…

y ni siquiera eso.

Vuelve a echar un vistazo a tu lista ahora y afronta el grado de presencia de

cada una de estas emociones en tu día a día, por ejemplo, en los últimos tres

meses… ¿en qué grado están presentes en vida? ¿en qué grado cada una de

ellas es tu compañera de viaje? ¿en qué grado condicionan tus decisiones,

tus relaciones, y la forma en que te mueves en la vida?



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¿Ahora sí ya lo tienes? Vale, entonces vas a sumar por un lado amor +

alegría, y por otro tristeza+ miedo + ira

En cuanto tengas tus números, seguimos.

En la lista de ejemplo que te he puesto en rojo arriba amor + alegría= 5 y

tristeza+ miedo + ira= 18.

Esto significa que la sintonía de esa persona hipotética con las emociones

de baja vibración casi cuadriplica su sintonía con las emociones indicadoras

de vibración alta.

Esta persona, que espero que no se parezca en nada a ti, más que viviendo ha

de estar arrastrando la vida.

Una persona que tuviera estos números tendrá problemas con sus relaciones,

se sentirá sola e incomprendida, enfadada, probablemente confusa y desde

luego nada realizada. ¡Menuda vida sería la suya!

El ideal desde luego sería algo como amor + alegría= 20 y tristeza+ miedo

+ ira= 0.

Si este es tu caso ¡enhorabuena! ¡Estás en el Pleno Bienestar!

Por supuesto, las personas siempre tenemos oscilaciones: la tristeza, miedo

e ira existen en nuestro cuadro de emociones, y de vez en cuando

aparecerán.

Del mismo modo que si amor y alegría están un poco por debajo del máximo,

tampoco pasa nada… aunque te animo a intentar conseguir la mayor sintonía

posible con estas vibraciones porque esta sintonía mejora tu calidad de vida,

tu fuerza, tu salud física, tus relaciones…

Ahora bien: lo crucial es que puedas ver que las emociones de baja vibración

aparecen como respuesta a situaciones reales, concretas, visibles.

Cuando estas emociones están presentes de forma continuada, como una

música de fondo, sin razón aparente, es que nos están señalando un conflicto.

Y ahí es cuando queda claro que necesitamos algún tipo de ayuda para ver

lo que es necesario.

Muchas veces algunas sesiones de Reiki con un terapeuta avanzado puede

ser suficiente para que los números cambien, porque tras la sesión, al

elevarse la vibración, la sintonía con una sensación de amor y de alegría

hacen que cambie el enfoque de la realidad… aunque quizás si los números

son muy radicales necesites otro tipo de apoyo.




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En definitiva, lo importante es que por mal que te encuentres tomes

consciencia de que puedes estar bien, de que mereces estar bien, y de que

estar bien es tu naturaleza.

Lo trascendental es que sepas que sentirse asustado, atemorizado o enfadado

constantemente no tiene justificación.

No importan nada tus argumentos: incluso un duelo puede gestionarse desde

el amor, y aunque la alegría estará bajo mínimos o en ocasiones ausente en

un caso de duelo, tu vibración puede ser bastante alta si consigues sustraerte

del miedo y/o de la ira.

Nada, y léelo bien: nada justifica renunciar a la Vida: ni siquiera una pérdida

muy grande, porque la mayor honra que podemos ofrecer a quienes amamos

es despedirles con amor, y no con ira o con miedo.

De manera que si las cuentas no te salen, busca ayuda rápidamente.

Prueba cosas, haz lo necesario.

Recuerda que desde una vibración baja las personas no pueden ver las

soluciones porque las soluciones están siempre en un nivel superior de

comprensión… y los niveles superiores de comprensión están en un nivel

vibratorio más alto también.

Entonces no te encomiendes a la suerte, y mueve ficha. Es importante.

Toma nota de que acción es vida: por lo que si tomas acción y trabajas desde

el interior… inevitablemente ganas.



30

TRABAJAR DESDE EL INTERIOR

¿A dónde vamos tan de prisa,

si el lugar donde pertenecemos

está dentro de nosotros mismos?

Hay muchas disciplinas apropiadas para iniciar un camino de crecimiento

interior, pero ninguna es adecuada si te centras en las formas y no el fondo.

Creo que esto hace la diferencia.

Yo ni siquiera elegí que fuera el Método Reiki: en realidad pienso que el

Método Reiki de alguna manera me eligió a mí.

Si me lo permites voy a contarte como el Método Reiki llegó a mi vida para

quedarse, y por qué lo considero un método honorable a la vez que eficaz.

Mi primer acercamiento al Arte del Reiki, tal como le llamaba su creador

Sensei Mikao Usui, fue a través de un curso de apenas dos horas en el que la

maestra me explicó muy pocas cosas y, luego de la iniciación, me mandó a

casa un poco atontada y llena de preguntas sin respuesta.



31

Como antigua practicante de meditación fui capaz de darme cuenta de que

aquello no había sido un ritual vacío, y aunque me preguntaba muchas cosas,

pronto con la práctica descubrí que efectivamente no estaba perdiendo la

cabeza: la canalización se volvía más potente y sorprendente con la práctica,

y yo me sentía diferente… aunque sin poder explicar muy bien cómo.

De hecho la sensación al salir de aquella breve charla y la sintonización

posterior no me gustó realmente mucho. Era una sensación de tipo “sí, pero

no… no sé yo…”

(Si eres como yo una persona que necesita comprender sus procesos, quizás

conozcas esa sensación).

Bien, desde entonces hasta hoy, han pasado cerca de 15 años y ya no tengo

dudas sobre la gran maravilla que ha resultado ser en mi vida el Método

Reiki. Ha cambiado mi vida y me ha ayudado a darle sentido ayudando a

otros a cambiar para mejor la suya.

Sin embargo la gran fuerza con que este método impulsó mi conexión con la

Vida no provino de aquel curso tan breve ni de la sintonización o

iniciación… sino de comprensiones posteriores sobre las metas de su

creador, sobre su cultura y su época, y sobre todo sobre la energía.

Para todo eso necesité más que lecturas sobre el Método Reiki (me he

rendido ante la evidencia de que la mayoría son más bien vacías), y armarme

de mucha paciencia para reconstruirlo todo desde sus bases para poderlo

comprender y transmitir.

Y finalmente aceptar que moriré sin comprenderlo todo porque esto no es

posible.

Pero aún con todas las limitaciones hay algo que me hace sentir bastante

realizada y es la forma en que los resultados obtenidos por mis alumnos en

sí mismos se han vuelto más impactantes y reales, en la medida en que les

he podido transmitir comprensiones a medida que me han ido llegado.

Todo empezó cuando comprendí que la canalización de energía era algo

secundario, hermoso y lleno de fuerza pero secundario, si el alumno

renunciaba a modificar ciertos esquemas mentales, y no se abría a introducir

conceptos nuevos en su vida como los que proporciona la Inyología en

relación con el Movimiento Compensatorio.






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En occidente explicamos esto de formas diferentes, porque en occidente

necesitamos una teoría para cada concepto que en oriente está incorporado

culturalmente desde hace siglos.

En occidente la física cuántica nos habla por ejemplo de “polaridades”. Pero

finalmente todo lleva a lo mismo: la energía se crea por la unión de dos

opuestos que al conciliar o abrazarse, crean una explosión de fuerza en

movimiento.

Para entenderlo sólo tienes que evocar una reconciliación, cualquiera, y verás

lo que se ha movido en ti cuando esto ha ocurrido.

Entonces: los occidentales creamos teorías para comprender, y luego olvidar.

Nos arrastran las modas.

Por eso la fuerza nos llega por casualidad, pero mayormente nos debilitamos

a cada paso que damos.

No es una opinión personal: sin determinadas comprensiones el Método

Reiki se queda en “Reiki” a secas.

Y finalmente las personas hablan de “energía Reiki” como si la energía

pudiera ser diferente si le cambias el nombre.

Además, como no aprendemos más que creencias que se deforman en la

transmisión, poco a poco vamos comprendiendo menos y menos. Y ahora

estamos en un punto muy triste en el que cuando una persona habla del

Método Reiki, percibe miradas aviesas y comentarios que entristecen a los

iniciados más serios y comprometidos con este Método.

Una iniciación es una experiencia dulce e intensa, pero no te convierte en un

iniciado si al salir del seminario sigues excluyendo, juzgando, significándote

con tu propio ego, y siendo víctima de tu propia arrogancia.

El Método Reiki es en gran medida un Método de Crecimiento Personal, al

menos ha de serlo para un alumno occidental porque en occidente llevamos

mucho tiempo con el norte en el sur.

Tenemos que reaprenderlo todo sobre nuestra propia naturaleza energética,

luego aprender a gestionar esa naturaleza, e integrar todo esto en nuestra vida

y en la vida de los que nos rodean.

Tenemos que dejar de decir que la baja energía de los demás nos afecta

porque somos muy sensibles y especiales, y aceptar que nuestra vibración

afecta a los demás, a todos, siempre.




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Entonces, aprender el Método Reiki puede ser de dos formas: versión light,

o mediante un profundo trabajo interior.

Yo apoyo cien por cien tu libertad de elección.

Sin embargo por experiencia sé muy bien que sin un cambio en el nivel de

comprensión no obtendrás ningún cambio duradero.

Y sin honrar tu propia naturaleza y tu lugar en el mundo, no obtendrás más

que cuentas de colores sin ningún valor… y la consiguiente pérdida de

tiempo de tu vida, cuyo valor sí es incalculable.




34

ATENCIÓN: LA SANACIÓN

INDIVIDUAL NO EXISTE

Un día ya no quedarán testigos de nuestro paso

por el mundo,

Y aún ese día nuestra energía estará en

movimiento en los genes de descendientes

completamente desconocidos para nosotros.

Cada vez que una persona adquiere una nueva comprensión, algo cambia en

su sistema energético. Es instantáneo y el cambio es permanente.

A veces, cuando una persona está abierta y permeable, la modificación es

completamente espectacular: todo a su alrededor se modifica.

Y en su interior también. Lo sé porque lo veo cada día, pero también lo sé

porque lo he experimentado en mí.

Pero una de las grandes interferencias del ego occidental a la hora de Sanar

su Vida y alcanzar el Pleno Bienestar es la creencia limitante de que los

procesos son individuales. Para explicarte esto también voy a echar mano de

una historia personal.

Un mes de abril pocos días después de mi cumpleaños recibí una llamada

terrible de mi hermano Federico en la que me anunciaba que tenía cáncer en

los pulmones y en las suprarrenales.

Mi hermano era un hombre fuerte y digno, y me lo contó con calma y

madurez, pero por el tono de su voz me di cuenta de que no esperaba vivir

demasiado.

Por amor a sus hijas se sometió a un tratamiento muy duro, que en cuanto se

suspendió dio muestras de haber sido ineficaz.

Entonces, después de una dura batalla y mucho sufrimiento, una noche de

enero mi sobrina pequeña me llamó por la noche para decirme que había

tenido una crisis muy grande y que se le había suministrado un gramo de

morfina… y ahora solamente tocaba esperar que todo terminara de un

momento a otro.

Algunos días antes habíamos tenido una conversación telefónica, en la que

vislumbré que ya no tenía ganas de luchar.



35

Luego ya no le llamé, porque el estado de sus pulmones le hacía difícil la

conversación, tenía severas crisis de tos, y asumí que debía permitirle vivir

sus procesos sin la presión de explicar sus síntomas.

Entonces, angustiada, le pregunté lo más naturalmente que pude:

-Hermano… ¿qué puedo hacer?

Y él con una voz llena de ternura me dijo:

-Seguir siendo mi hermana.

Luego nos despedimos, y aunque no dijimos nada, quedó claro que era

posiblemente la última vez que hablábamos.

La noche en que esperábamos su partida la pasé en gran medida despierta,

consciente de que no podía llegar a tiempo a verle por mucho que corriera, y

que me tocaba esperar que sonara el teléfono.

Por la mañana el cansancio me venció y me quedé dormida, y a las 11 menos

cuarto me desperté sobresaltada, con una sensación física tremenda. Fue

como si una mano se hubiera metido en mi pecho y me hubiera arrancado

“algo” del corazón. Por un momento me faltó el aire.

E inmediatamente lo supe: “Ha muerto”.

Diez minutos después sonaba el teléfono y era mi sobrina para decirme que

todo había terminado hacía unos pocos minutos.

Exactamente a las 11 menos cuarto.

Esa misma mañana me di cuenta de que nada podía pasar en la familia sin

que todas las fichas se descolocaran en el tablero y comenzara un nuevo

movimiento de orden.

Me llevó varios meses superar el duelo, y fue el trabajo sistémico lo que me

ayudó a avanzar otra vez hacia la Vida: para mí fue crucial comprender que

la energía del sistema cambia de estados, pero siempre se mantiene reunida.

El Sistema Familiar es un gran campo de energía, regido por unas pocas

leyes, cambiante en apariencia pero cuya estructura se modifica muy poco:

cuando alguien se va, lo que no haya resuelto se reparte en una especie de

“herencia sistémica” que a los que quedan les toca asumir.

Entonces cuando sanas, por mucho que creas que es algo privado, en realidad

se trata de algo que afecta a todos los que te rodean…



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Y también a toda la energía del sistema familiar en distinta medida.

Creer que la sanación es individual es una idea occidental. Los occidentales

somos tan omnipotentes, egóticos e infantiles… que necesitamos crear una

teoría sistémica.

Los orientales no lo han necesitado nunca y para mostrártelo voy a transcribir

para ti una hermosa metáfora a través de una leyenda tradicional India que

puedes leer a continuación:

SI DAÑAS, ME DAÑAS

“Parvati es una de las diosas más amorosas, benevolentes y misericordiosas

del panteón hindú. Es la consorte de Siva y se manifiesta como

extraordinariamente compasiva.

Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De

regreso a casa, Kartikeya corrió hasta su madre para darle un beso. Pero, al

aproximarse al bello rostro de la diosa, se dio cuenta de que esta tenía un

arañazo en la mejilla.

-Madre -dijo Kartikeya sorprendido-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha

sucedido?



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Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su

querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:

-Se trata de un arañazo hecho con tus uñas.

-Pero, madre -se apresuró a decir el joven Kartikeya-, yo jamás osaría

dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida

madre.

Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la benevolente

diosa Parvati.

-Hijo mío -dijo-, ¿acaso has olvidado que esta misma mañana arañaste a una

gata?

-Así fue, madre -repuso Kartikeya.

-Pues, hijo mío ¿es que no sabes que nada existe en este mundo excepto yo?

¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas

arañando a mí misma”.

Tomado del libro

“101 cuentos tradicionales de la India”

de Ramiro Calle



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A MANERA DE EPÍLOGO

Hay muchos caminos para aproximarse a la espiritualidad, pero uno sólo para

quedarse: tomar la vida en su totalidad, sin excluir nada ni de nosotros mismos,

ni de nuestro destino, ni de los demás.

La espiritualidad no es más que uno de los rostros de la realidad: tanto si intentas

utilizarla para evadirte, como si la rechazas, tu vida pierde fuerza porque en tu

desorden la alejas.

¿Recuerdas la enseñanza budista de la tortuga eterna y el aro de madera? Es un

gran honor y una gran suerte estar en la Vida, y por eso, siendo que tienes esta

gran oportunidad, si no la reverencias, la ofendes.

Verdaderamente no necesitas transformarte en espiritual: porque lo eres. A

nadie se le ocurre intentar transformarse en tangible ¿verdad? Eso es más fácil,

parece ser, de este lado del mundo y del tiempo.

Pero lo cierto es que las cosas más importantes de tu vida forman parte del

aspecto invisible de la vida. ¿ya lo has pensado?

El amor, la conciliación, la creación, el objetivo primordial… son invisibles,

pero nadie diría que por serlo no marcan tu vida y la mueven más que cualquier

otra cosa tangible.

Entonces, si lo que quieres es vivir en armonía y alcanzar el Pleno Bienestar…

necesitas estar igual de conectada al aspecto tangible de la Vida… que a su

aspecto incorpóreo. Porque en definitiva, nuestra experiencia no es más que el

contraste entre ambas polaridades.

Todas nuestras confusiones, nuestras pasiones, y nuestra gran peripecia

anónima en la vida… provienen del contraste entre lo físico y lo invisible. Entre

lo profundo y lo superficial.

El Pleno Bienestar se encuentra en el fiat lux de la experiencia: en esa franja

entre definida e indefinida que separa la luz de la sombra.

Allí está trazado el camino. Un camino infinito, al servicio de la Vida.

Por tu Pleno Bienestar, espero que quieras reflexionar sobre esto.



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CONTENIDO

A manera de Prólogo (pág.6).

El Poder de la conexión

con lo espiritual (Pág.10).

La Prioridad es asentir (Pág.16).

Pero…¿Y cuándo es difícil asentir? (Pág.19)

¿Necesitas un Reset?

La meditación como camino (Pág.22).

Mirar hacia la Vida (Pág.25).

Trabajar desde el interior (Pág.30).

Atención: la sanación individual

no existe (Pág.34).

A manera de Epílogo (Pág.38).



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Imagen de Portada: “Caminando” de Virginia Canal Rodrigo http://canalderesonancias.com/

Fotografía presentación: Krystel Thaler

Publicado por Liceo de Estudios Sobre Disciplinas de la Energía Calle Ardemans 52 (L) – Madrid, España Contacto: (+34) 913 555 210/910029374

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