Competitividad Cesar Ulloa Tapia
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Una mirada a la competitividad1
César Ulloa Tapia
Ecuatoriano. Magíster en Ciencias Internacionales, Magíster en Gerencia Cultural,
Licenciado en Comunicación Social. Docente universitario de pre grado y postgrado,
asesor y consultor en comunicación. Ha escrito artículos y ensayos en revistas
especializadas de la región andina y en diarios de Ecuador y Latinoamérica, asimismo
los libros Comunicación, cultura y desarrollo (Ed. CIESPAL, 2007) y Apuntes de
Comunicación (Ed. UTPL, 2006).
¿Qué se entiende por competitividad?
Cuando se habla de competitividad hay dos vías más próximas de asociación. Una, en la
que se corre el riesgo de reducir la amplitud del fenómeno a la esfera económica, donde
los protagonistas de la cadena productiva generan ideas y prácticas con la finalidad de
bajar los costos de los productos y servicios, aumentar la productividad y mejorar la
calidad en procesos de fabricación, venta, comercialización y difusión en pro de ganar y
consolidar un espacio en los mercados nacional e internacional; mientras que hay una
segunda asociación de competitividad que implica todo aquello que complementa a lo
económico (y es la que se desarrollará con mayor amplitud en esta investigación
) y
significa el conjunto de requisitos básicos políticos, económicos, científicos,
tecnológicos, sociales y culturales que permiten a los países la generación de la riqueza
y el ingreso para su mejor redistribución, en un escenario de globalización.
En este sentido, cabe resaltar que no es posible propiciar la competitividad de un país si
no se cumple con los siguientes requisitos básicos. En el ámbito político, se identifican,
entre otros, la estabilidad y la gobernabilidad, un sistema eficiente de partidos políticos
e instituciones, la consecución de acuerdos mínimos entre los actores del Estado para
diseñar y ejecutar a mediano y largo plazos planes que involucren el crecimiento,
desarrollo y competitividad (acuerdos entre los sectores público, privado, académico y
laboral), la consolidación de un Estado Social de Derecho, la seguridad jurídica y el
combate a la corrupción, factores que serán desarrollados de manera más amplia,
independiente y con sus respectivas interrelaciones.
En el ámbito económico, la competitividad, depende de políticas macro y micro-
económicas que coadyuven al incremento de las inversiones, haya menores rubros de
endeudamiento interno y externo, se diseñen y ejecuten presupuestos equilibrados, se
controle la inflación, se propicie una política fiscal disciplinada, se diseñe y ejecute un
marco legal de competitividad y se auspicie el comercio exterior, entre las más
importantes.
Respecto de los ámbitos educativo, científico y tecnológico es imprescindible
mencionar que se ha demostrado que los países con mayores inversiones en estos rubros
tienen mayores posibilidades de crecimiento, desarrollo y competitividad, por lo cual es
necesario explicar de qué manera han influido éstos en la realidad del Ecuador; mientras
que también resulta ineludible explicar el rol de la cultura en la consolidación de la
1 Este ensayo es un extracto de la tesis Ecuador: retos y perspectivas de competitividad
en globalización, desarrollada por el autor para la obtención del título de Magíster en Ciencias
Internacionales por la Universidad Central del Ecuador, en enero de 2010.
En el capítulo se alude al esquema que propone Rodrigo Villamizar.
competitividad, puesto que ésta en algunos países, como se explicará adelante, es un
elemento esencial de las sociedades.
Sobre la base de esta perspectiva de competitividad, Michael Porter manifiesta que:
“Casi todo importa para la competitividad. Importan las escuelas, importan las
carreteras, importan los mercados financieros e importa la sofisticación de los
clientes. Estos y otros aspectos de las circunstancias de un país están
profundamente arraigados en sus instituciones, habitantes y cultura. Esto es lo
que hace que mejorar la competitividad sea un reto tan especial, porque no
existe ninguna política o medida que por sí sola pueda crear la competitividad,
sino que deben haber muchas mejoras en muchos ámbitos distintos, mejoras que
inevitablemente tardan en dar fruto”.2
Para comprender el concepto de competitividad de manera más amplia se hará alusión a
los aportes de Rodrigo Villamizar, cientificista social colombiano, quien dice, que:
La competitividad se logra:
Bajo una “combinación adecuada de unos elementos básicos que genera la
posibilidad de producir eficientemente. Pero esto sólo se logra incorporando
tecnología aplicada a los procesos de producción. La transferencia de tecnología
es el primero, no el segundo, de los elementos que intervienen en este proceso.
Asegurando flujos de conocimiento, capacitación y maquinaria se pasa a una
fase intermedia en la que la eficiencia en la producción más la reducción de
costos y las mejoras en calidad, diseño, materiales, empaque, comercialización,
gerencia, etc., hacen más productivo al país. Sólo si se da la combinación de
mayor productividad y menores costos de producción se obtiene –en la tercera
fase- un nivel suficiente de competitividad. De no seguirse así la secuencia, se
puede llegar a ser productivo sin ser competitivo. Y es sólo alcanzo la fase de
competitividad como puede aspirar un país a exportar en forma estable y
permanente. Desde luego, siempre y cuando que las fases uno y dos (tecnología
y productividad) se consoliden y mantengan en forma continua y permanente.
Todo esto para alcanzar el fin último de los procesos económicos de producción
que es elevar el nivel de vida de la población.3
Es decir, la competitividad se logra cuando los países saben complementar diversos
elementos y factores económicos, políticos, tecnológicos, sociales y culturales. Para
ejemplificar el escenario, en el cual se encuentran éstos vale resaltar que hay una mayor
productividad en donde las materias primas, los recursos, la mano de obra calificada, la
2 Porter, Michael, ¿Qué es la competitividad?, IESE Business School - Centro Anselmo Rubiralta de
Globalización y Estrategia, Universidad de Navarra, ene-abril 2005,
http://www.iese.edu/es/ad/AnselmoRubiralta/Apuntes/Competitividad_es.html 3 Villamizar, Rodrigo, Op. Cit., pp. 3-4. (Los subrayado son del autor de la tesis).
Una mirada similar es compartida por la Secretaría Nacional de Planificación del Ecuador, cuando en el
Resumen Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010, dice: “El aumento de las importaciones y
exportaciones no necesariamente significa un abaratamiento de los costos ni un aumento de la
competitividad de la producción nacional remanente, pues son otros factores los que crean tal
competitividad (credibilidad de las instituciones, paz social basada en un efectivo avance en la justicia
para todos, calidad y pertinencia de la educación, un adecuado sistema de ciencia y tecnología, regulación
de los mercados, etc.)”. Es decir, la competitividad va más allá de políticas de liberalización del comercio
y el mercado.
tecnología (conocimiento y hardware), las leyes, la seguridad jurídica, el clima de
negocios, la estabilidad política, entre varios elementos, son mejores que en otros
lugares. La economía, por lo tanto, está en todas partes y moviéndose de un lugar a otro.
Para muestra el siguiente ejemplo:
“Para prever la sorprendente geografía del mañana –incluidos la localización de
empleos de salarios altos, propiedad inmobiliaria de primera, oportunidades
empresariales, riqueza y poder-, es necesario entender otro punto clave: no solo
estamos cambiando el dónde de la riqueza, sino también el porqué, los criterios
por los que valoramos los lugares. Y ello aún cambia más el dónde”4, como
manifiesta Alvin Toffler.
Un gran porcentaje de los cambios que han alterado la cadena de producción tradicional
tiene que ver con tres factores, los cuales determinan la competitividad de cada país:
a) El criterio de la riqueza es otro y diferente al del siglo XX.
b) Hay una evolución constante y vertiginosa de la ciencia, la técnica y la
tecnología.
c) El sistema económico y político, denominado como globalización,
introdujo reglas del juego en todo el mundo, bajo dinámicas de
interacción e interdependencia ineludibles entre los países, ya que lo que
sucede en un lugar afecta a otro como dominó. Un caso palpable de ello,
es la crisis económica global del 2009 originada en EE.UU., y
diseminada por todo el mundo.
Para comprender los requisitos de la competitividad, cabe decir que la humanidad, en
palabras de varios cientificistas sociales como Alvin y Heidi Toffler, pasó dos eras
(olas), la agrícola e industrial, en donde los productos de consumo masivo y otros
tangibles determinaban el intercambio, comercio y mercado entre los países a otra era
(ola) que tiene como eje de la riqueza el conocimiento, los intangibles, las soluciones
científicas, técnicas y tecnológicas que permiten optimizar y potenciar el uso de los
recursos, transformar los procesos administrativos, financieros, bancarios y educativos
con el uso de aplicaciones informáticas; generar alternativas de intercambio y movilidad
de la información en todos los órdenes, gracias a las Tecnologías de la Información y la
Comunicación (TIC) y las telecomunicaciones.
En otras palabras, la tercera ola de la que habla en forma especial, Alvin Toffler,
produjo, “una revolución de la riqueza” marcada por el avance del conocimiento, la
ciencia y la tecnología, introduciendo en la competitividad un nuevo elemento: el
conocimiento.
La competitividad es mucho más que el imaginario común. Bajo estas características,
los países deben cumplir una serie de acciones permanentes para mejorar su posición en
el contexto mundial y consolidar una cultura de mejoramiento continuo en los diversos
sectores de la sociedad.
4 Toffler, La revolución de la riqueza, Op. Cit., p. 117.
Índice de Competitividad Global (ICG)
La relación entre los elementos político, económico, educativo, científico y tecnológico
y su desempeño en cada país han permitido la creación del Índice de Competitividad
Global (ICG), siendo uno de los más importantes en la actualidad, puesto que es un
parámetro para conocer cómo, en qué lugar, de qué manera y sobre la base de qué
criterios unos países son más/menos competitivos que otros. “La forma como están
estructurados estos indicadores permite determinar los aspectos destacables de los
países analizados, por lo que se lo puede considerar un importante instrumento de apoyo
para examinar las fortalezas y debilidades de las naciones, determinar áreas a desarrollar
y planificar estrategias de crecimiento”5. El puesto que ocupa un país en el ICG permite
la creación de un imaginario internacional en materia de atracción de inversiones,
gobernabilidad, seguridad jurídica y ciudadana, credibilidad, calidad de las políticas de
Estado, entre otras arriba ya mencionadas.
El ICG es promovido por el Foro Económico Mundial. “Se construye con una
combinación de “datos duros” (DD), que son datos económicos y sociales públicos
disponibles para cada una de las economías estudiadas, y “datos blandos” (DB), que son
los resultados de la Encuesta a Ejecutivos de Empresas Líderes (EEEL) hechas en los
países estudiados. El número de países de este informe es de 125 y el número de
empresarios entrevistados en todo el mundo es de 11.000”, según el informe del 2006-
2007.
Entre los indicadores que permiten la articulación del ICG se encuentran: a) la apertura
comercial, b) gobierno y política fiscal, c) indicadores financieros, d) infraestructura, e)
indicadores tecnológicos, f) indicadores de dirección, g) indicadores del mercado
laboral e instituciones. A estos indicadores, desde el año 2000 se han incluido otros
ítems como los índices de creatividad económica, financiero e internacional. Por otra
parte, el ICG incluye “la tecnología como la clave del crecimiento económico sostenido
y las implicaciones que los temas sobre medio-ambiente generan en el desarrollo”6.
Cada uno de estos componentes que permiten medir la competitividad de un país serán
desarrollados a lo largo de la investigación, además que se complementan con los
desarrollos teóricos desde diversas aristas económica, política, social, educativa,
tecnológica y cultural que se plantean en esta tesis.
“El informe del ICG de 2008 amplió su cobertura geográfica al incluir cuatro países
más que en 2007, Brunei Darussalam, Costa de Marfil, Ghana y Malawi, pero excluyó
Uzbekistán por falta de información, pasando así de 131 a 134 países evaluados”.
5 Panchana, Pilar, 2001, Informe Indicadores de Competitividad: Ecuador, Documentos de trabajo
Corporación Andina de Fomento (CAF), p. iii. 6 Op. Cit., p. 3. Índice Global de Competitividad 2008-2009 Foro Económico Mundial, en:
http://72.52.156.225/Estudio.aspx?Estudio=indice-competitividad
A manera de referencia, este es la posición de los países en la actualidad:
Fuente: Índice Global de Competitividad 2008-2009, Foro Económico Mundial.
Como se puede observar, ningún país de América Latina se encuentra entre los 20
países más competitivos, ni siquiera Brasil considerado como una de las economías
emergentes más importantes o Chile, candidato con enormes posibilidades de entrar al
grupo de los desarrollados en las próximas dos décadas debido a sus niveles progresivos
de crecimiento, desarrollo y competitividad registrados en los últimos 20 años.
Entre los 20 países más competitivos están los miembros del G7: EE.UU., Alemania,
Francia, Canadá, Reino Unido, Francia, quedándose únicamente fuera Italia. Asimismo,
entre los más competitivos se ubican los países más desarrollados, como: Islandia,
Suecia, Suiza, Noruega, Japón, Australia, Canadá, EEE.UU., Francia, Finlandia y
Dinamarca7. Dicho en otros términos: crecimiento y desarrollo económicos van de la
mano de la competitividad. De ahí, la importancia de estudiar este fenómeno. Pero, ¿qué
lugar ocupan los países de América Latina dentro de este contexto?
Fuente: ÍNDICE GLOBAL DE COMPETITIVIDAD 2008-2009 FORO ECONÓMICO MUNDIAL.
Pese a que no se profundizará en este ítem sobre las razones que inciden en la
competitividad de los países, Chile se encuentra en el mejor lujar, pues ocupa el puesto
28 y le sigue muy lejos Puerto Rico en el puesto 41 y Panamá, en el 58. Brasil, aunque
7 Índice de Desarrollo Humano, 2008-2009.
se haya consolidado en los últimos años como una economía emergente, no obstante, su
lugar es el 64.
Elementos que determinan la competitividad de los países
Para comprender cuáles son los elementos que intervienen en la competitividad en un
contexto de globalización, se desarrollará, explicará y complementará con varios aportes
de carácter interdisciplinario el esquema propuesto en el capítulo 1 (Esquema de
globalización) de autoría de Rodrigo Villamizar con la finalidad de conformar una
explicación integral del fenómeno y validar las hipótesis de la investigación, que ya se
señalaron en el primer ítem de este capítulo.
Fuente: Rodrigo Villamizar, Lecciones de los países del Asia-Pacífico para Colombia.
Como se puede ver en el Gráfico 1, Rodrigo Villamizar propone el cumplimiento de
requisitos básicos, tres fases y dos objetivos dentro del proceso de desarrollo que deben
llevar a cabo los países para que puedan insertarse en la globalización. La fase final
corresponde a la competitividad, de ahí la importancia de ir explicando qué factores
inciden hasta llegar a ésta, bajo el apoyo de algunos ejemplos de lo que ocurrió en
varios países de Europa y del Asia del Pacífico (A-P).
En primera instancia, Villamizar habla de cumplir con una serie de requisitos básicos
para iniciar el proceso. Menciona, entre ellos, la mano de obra calificada, el buen
ambiente de negocios, la infraestructura física y el mercado de capitales.
Luego de haber cumplido los requisitos básicos, un país debe iniciar con la primera fase
que comprende la tecnológica, en el sentido de cumplir con lo que el autor denomina
transferencia de tecnología (blanda y dura), financiación, subsidios e investigación y
desarrollo (I+D). De manera seguida, se continúa con la segunda fase que implica
aumentar la productividad y disminuir los costos, y pasar a la fase tercera de
competitividad, donde se genera la comercialización. Cabe reiterar que para llegar a la
tercera fase es necesario cumplir los requisitos básicos y crear las condiciones para que
se cumplan las tres fases.
Cumplidas estas dos etapas del esquema, se puede pensar en la consecución de dos
objetivos. Uno de carácter primario que tiene relación directa con exportar en mayor
cantidad y calidad para dar paso al segundo objetivo o superior, que se relaciona con
mejorar los ingresos y provocar una mejor distribución de éstos en pro de mejorar los
niveles de vida de la población del país que haya adoptado este esquema. Sin embargo,
es indispensable señalar que este esquema no se constituye en la única fórmula, sino que
más bien es una alternativa que es complementada y desarrollada con otros aportes
transdisciplinarios a lo largo de la investigación.
Cuando se hace alusión a cada uno de los requisitos básicos, habría que entender que
hay una serie de factores que intervienen en cada uno, según la contribución del
investigador de esta tesis.
Buen ambiente de negocios
Cuando se habla de Buen ambiente de negocios, la idea fuerza no se reduce al papel que
juegan las empresas, los empresarios, la sociedad y el Gobierno en la dinamización de la
economía, el comercio y el mercado, sino que éste aspecto tiene relación más bien con
las condiciones políticas, económicas, educativas, tecnológicas, de servicios e
infraestructura y sociales que se deben crear en un país para que éste pueda ser
competitivo, es decir generar contextos de competencia al interior como al exterior. De
ahí, que Buen ambiente de negocios implica el análisis del papel que juega la política
en temas de estabilidad, gobernabilidad, papel de los partidos políticos, el Estado social
de Derecho, la lucha contra la corrupción y la generación de acuerdos entre los
diferentes actores de la sociedad.
Estabilidad y gobernabilidad políticas
Un buen ambiente de negocios, por ejemplo, sería el resultado de la relación que hay
entre las instancias política y económica, desde los siguientes aspectos:
Gráfico 2
Buen ambiente de negocios: relación entre política y economía
Esfera política Esfera económica = Fuente y elaboración: César Ulloa Tapia.
Dentro de la esfera política, los países deben cumplir las siguientes condiciones para
insertarse en la globalización e ir afianzando los niveles de competitividad:
a) Estabilidad y gobernabilidad políticas.
b) Estabilidad económica.
c) Sistema eficiente de partidos y organizaciones políticas
d) Fomentar un Estado Social de Derecho y seguridad jurídica
e) Combatir la corrupción.
f) Acuerdos mínimos entre los actores del Estado para dictar políticas a mediano y
largo plazos sobre temas de crecimiento, desarrollo y competitividad. Los
acuerdos entre los sectores público, privado, académico y laboral son claves.
La fragilidad e incumplimiento de estos requisitos representa un escollo, si un país
intenta insertarse en la globalización y, por ende, conseguir mejores y mayores niveles
de competitividad, ya que la carencia de una superestructura política eficiente
contribuye a que no se definan bien las reglas del juego económico y legal y, por ende,
no se respeten éstas, asimismo que exista ausencia o poca participación de los diferentes
actores cuando se trata de construir políticas de Estado a mediano y largo plazos.
Tampoco predomina el imperio de la ley si no se respeta el marco jurídico y se
confunden las políticas de Estado con medidas gubernamentales transitorias, que –en
muchos de los casos- son, únicamente, válidas mientras dura un régimen, pues cuando
se posesiona otro mandatario es propenso a cambiar las reglas del juego institucional,
administrativo, político, económico y de relaciones internacionales.
Estabilidad política y
gobernabilidad.
Sistema eficiente de partidos.
Acuerdos mínimos entre los
actores del Estado
Estado Social de Derecho y
Seguridad Jurídica
Cultura anticorrupción
Baja inflación
Alta inversión
Bajo endeudamiento
Presupuesto equilibrado
Un
bu
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de
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os
En el mundo hay un sinnúmero de casos que demuestran que uno de los pasos para salir
de la pobreza, mejorar los niveles de desarrollo y conseguir óptimos niveles de
competitividad va de la mano del manejo político. Uno de los defensores de esta tesis es
el premio Nobel de Economía, Amartya Sen. Se ha dicho de manera reiterada, dentro de
este contexto, que las inversiones extranjeras se van de los países donde las reglas del
juego político son inestables. De ahí, la importancia de esta esfera.
La gobernabilidad “entraña varios elementos de diversa naturaleza que
concurren a afianzar las tareas de gobierno: imperio de la ley, confiabilidad en
los tribunales y judicaturas llamados a aplicarla, seguridad jurídica, consistencia
de las instituciones públicas, prestigio de la autoridad, unidad y credibilidad del
gobierno, estabilidad política, cohesión social, conducta positiva de los medios
de comunicación, comportamiento sensato de las fuerzas de oposición y otros
factores”8.
Como se puede colegir, la competitividad es la complementariedad de varios elementos
y variables de carácter político, económico, social y cultural de los países, de ahí que la
responsabilidad de cada uno sea saber identificar cómo potenciar cada uno y su relación
con los demás, dentro de un escenario global que exige no perder ni un segundo.
Bibliografía
Borja, Rodrigo, 2007, Sociedad, cultura y derecho, Ed. Planeta, Quito.
Índice de Desarrollo Humano, 2008-2009.
Índice Global de Competitividad 2008-2009 Foro Económico Mundial
Panchana, Pilar, 2001, Informe Indicadores de Competitividad: Ecuador,
Documentos de trabajo Corporación Andina de Fomento (CAF).
Porter, Michael, ¿Qué es la competitividad?, IESE Business School - Centro
Anselmo Rubiralta de Globalización y Estrategia, Universidad de Navarra, ene-
abril 2005,
http://www.iese.edu/es/ad/AnselmoRubiralta/Apuntes/Competitividad_es.html
Toffler, Alvin, 2006, La revolución de la riqueza, Ed. Debate, Barcelona.
___________, 1999, El shock del futuro, Ed. Sudamericana, 1era edición
pocket, Barcelona.
Villamizar, Rodrigo, 1995, Lecciones de los países del Asia-Pacífico para
Colombia, Ed. Norma, Bogotá.
8 Borja, Enciclopedia de la Política, Op. Cit., pp. 667-668.