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COMPONENTE REGIONAL DE PROGRAMA
2013-2016 PARA MESOAMÉRICA
CON LA INICIATIVA CARIBE
Borrador
01 de marzo del 2012
COMPONENTE REGIONAL DE PROGRAMA 2013-2016 PARA MESOAMÉRICA CON LA INICIATIVA CARIBE
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COMPONENT REGIONALESE PROGRAMA 2013-2016
PARA MESOAMÉRICA CON LA INICIATIVA CARIBE
Índice
Siglas y Acrónimos
1. Antecedentes y Perspectiva Regional
2. Camino hacia un nuevo Programa 2013 - 2016
2.1 Alcance del Programa Mundial 2013-16 de IUCN
2.2 Elaboración del Componente Regional de Programa 2013-2016
3. Análisis de Situación Regional (Resumen)
3.1 Factores subyacentes al cambio
3.2 Estado, condiciones y tendencias
3.3 Procesos políticos y actores principales
4. Áreas de Programa: Resultados esperados y programación regional
4.1 Área de Programa 1: Valorar y Conservar la Naturaleza
4.2 Área de Programa 2: Gobernanza efectiva y equitativa del uso de la naturaleza
4.3 Área de Programa 3: Desplegar soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos
del cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo socio-económico
4.4 Resultados Esperados y Metas Regionales para 2013-2016
5. Anexos
A. Relación entre Resultados Regionales y los Resultados Mundiales y las Metas Aichi
B. “IUCN Caribbean Initiative: Programme for 2009-2012”
C. Análisis de Situación Regional para Centro América y el Caribe
D. “A Situation Analysis for the Wider Caribbean”
E. Análisis de Situación para México
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Siglas y Acrónimos
AGC Áreas Geográficas de Concentración
CDB Convenio sobre Diversidad Biológica
CEC Comisión de Educación y Comunicación (UICN)
CEESP Comisión de Políticas Ambientales, Sociales y Económicas (UICN)
CEL Comisión de Legislación Ambiental (UICN)
CEM Comisión de Manejo de Ecosistemas (UICN)
CITES Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres
CBM Corredor Biológico Mesoamericano
CMAR Corredor Marino del Pacifico Este Tropical
CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
CONANP Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
ECADERT Estrategia Centro Americana de Desarrollo Rural Territorial
ERAS Estrategia Regional Agro-ambiental
FIP Programa de Incentivos Forestales
FLEGT Aplicación de ley de bosques, gobernanza y Comercio
GIRH Gestión Integrada de Recursos Hídricos
GRUDESCO Grupo para el Desarrollo Estratégico y Corporativo del Programa Regional
OMPI Organización Mundial de Propiedad Intelectual
ONG Organización No Gubernamental
ORMA-IC Oficina Regional de Mesoamérica y la Iniciativa Caribe, de UICN
PSA Pago por Servicios Ambientales
RAMSAR Convenio sobre Humedales de Importancia Internacional
REDD Reducción de las emisiones de la deforestación y degradación forestal
SAM Sistema Arrecifal Mesoamericano
SSC Comisión de Sobrevivencia de Especies (UICN)
TEEB La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad
UICN Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
WCPA Comisión Mundial de Áreas Protegidas (UICN)
WHC Comisión de Patrimonio Mundial
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1. Antecedentes y Perspectiva Regional
La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) es una organización conservacionista preocupada por la
diversidad de la vida y cuya principal área de conocimiento radica en los hábitats de las especies y la
gestión de los ecosistemas. A través de nuestro trabajo en todo el mundo, hemos aprendido que la
conservación es vital para lograr avanzar en muchos otros campos. De igual manera, para la gestión
exitosa de la biodiversidad se requiere acuerdos sólidos de gobernanza en torno a los recursos naturales y
los ecosistemas que proveen bienes y servicios esenciales para el bienestar humano. Décadas de trabajo
nos han demostrado que podemos ayudar a reducir la pobreza asegurando que la naturaleza continúe
suministrando a las poblaciones más vulnerables los recursos que tanto necesitan, en tanto que los
recursos gestionados en forma sostenible pueden ser clave para el crecimiento y el desarrollo y,
ciertamente, más allá de la reducción de la pobreza, para el beneficio de la humanidad,
independientemente de la condición económica. Con esto, hemos aprendido también que los beneficios
de la conservación y del desarrollo sostenible se maximizan, si en estos procesos se garantiza el pleno
ejercicio de los derechos ciudadanos y colectivos que vienen consignados en múltiples acuerdos
internacionales y nacionales.
Fomentamos la participación y acción social a favor de la biodiversidad, proporcionando el conocimiento
y las herramientas requeridas para empoderar a los interesados directos en su uso y aplicación. Es así
como aportamos a mejorar las políticas, leyes, instrumentos e instituciones que trabajan en pos de
conservar y utilizar sosteniblemente los recursos naturales. En Mesoamérica1 y el Caribe, UICN ha
aprendido que los recursos naturales gestionados en forma sostenible y participativa apoyan
comunidades pacíficas. Después de décadas de guerra civil en Centro América, los temas ambientales han
unido a las sociedades mesoamericanas alrededor de objetivos y aspiraciones comunes para un futuro
sostenible.
Para el período 2009-2012, el Programa de la UICN -Forjando un Futuro Sostenible- fue sustentado en
evidencia sólida y en la evaluación de realidades políticas: la necesidad de trabajar para vincular la salud
de los ecosistemas y el bienestar humano y aportar una perspectiva ambiental al logro de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, del Plan de Implementación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, y
de las Metas 2010 de Biodiversidad para reducir la tasa de pérdida de biodiversidad.
En nuestra región, la UICN preparó y desarrolló un Programa para el período 2009-2012 que abarcó los
principales retos de ese momento. Entre sus contenidos estuvo: un nuevo pacto y agenda para la vida
entre los diversos actores y sectores del desarrollo y la conservación en la región; el reconocimiento y
fortalecimiento de nuevos modelos de gobernanza, alianzas y plataformas multi-actores para el manejo
de los recursos naturales; la promoción de nuevas normativas y herramientas para el manejo de los
recursos naturales; la evaluación y gestión ambiental; la promoción de derechos y el fortalecimiento de
las capacidades de incidencia de pueblos indígenas, afro-descendientes y comunidades locales; así como
la mitigación, adaptación y reducción de la vulnerabilidad al cambio climático.
1 Mesoamérica, bajo la definición de región estatutaria de UICN, comprende los 7 países de Centro América (Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y México. El término Centro América se usa indistintamente de América Central.
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Pese a estos avances, persisten las amenazas -generalizadas y emergentes- a la sostenibilidad del
desarrollo en Mesoamérica y el Caribe, en razón de la creciente vulnerabilidad social y la degradación
ambiental progresiva en un contexto de ambiciosa expansión económica y de cambio ambiental global.
Sabemos que debemos enfrentar el cambio climático si deseamos proteger la biodiversidad y la vida de
las personas que dependen de ella, y también reconocemos el potencial de la biodiversidad para ayudar a
mitigar o adaptarse a los efectos del calentamiento global. La UICN pretende abordar los desafíos del
cambio ambiental global fortaleciendo acuerdos de gobernanza local y fomentando medidas de
adaptación a nivel de ecosistemas y paisajes clave.
Para el período 2013-2016, se presenta un contexto global particularmente complejo que afectará
indiscutiblemente nuestra región de forma particular. Los resultados de la Conferencia de Río +20 en el
2012, el Congreso Mundial de Conservación a realizarse en Jeju- Corea también en 2012, así como las
Conferencias de la Partes que realizarán varias convenciones internacionales, junto con la evaluación de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio, serán los principales referentes del próximo cuatrienio para la
Unión, donde las acciones a desarrollarse deberán refrendar una visión centrada en una conservación
que, a la vez, garantice el equilibrio de los ecosistemas vitales para la vida, y permita compartir los
beneficios del uso de la naturaleza de forma más justa y equitativa, así como enfrentar los ya conocidos y
todavía por conocer retos del cambio climático.
Ahora más que nunca, la Unión se ha planteado la necesidad de integrar con fuerza las potencialidades de
sus integrantes - el Secretariado, la Membrecía y las Comisiones - frente a los enormes retos ambientales
que los unen. Actuando de manera urgente, eficaz y técnicamente sustentada, se deben convergir
acciones para el mantenimiento de los ecosistemas fundamentales del planeta, de los que depende
nuestro sustento y desarrollo. La región de Centroamérica, México y el Caribe no es la excepción en este
noble esfuerzo.
2. Camino hacia un nuevo Programa 2013-2016
2.1 Alcance del Programa Mundial 2013-16 de IUCN:
(i) Evolución del Programa Mundial
Cada cuatro años, la UICN lleva a cabo un importante ejercicio participativo de planificación para revalorar
e identificar su nicho y definir un conjunto de resultados previstos, diseñado para guiar la inversión de los
fondos y el desarrollo de su cartera de proyectos durante el periodo en cuestión. El período intersesional
de 2013-16 corresponde al período entre el Congreso de Conservación Mundial de 2012 en Jeju, Corea, y
el Congreso Mundial de Conservación de 2016. Como se indica en los estatutos de la UICN (sección 2 del
Reglamento), los miembros de la UICN examinarán y aprobarán el Programa Global de UICN en el
Congreso Mundial de Conservación de Jeju, en 2012.
El Programa Mundial de UICN 2013-16 es un marco de áreas principales de programas y resultados al que
contribuyen las Comisiones, las regiones y los programas temáticos mundiales de UICN. Se basa en la
Visión de UICN: un mundo justo que valora y conserva la naturaleza y coloca énfasis en:
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Proceso continuo de planificación, monitoreo y reporte mediante un sistema basado en
resultados, vinculando el Programa y la cartera de proyectos;
Medir y demostrar los resultados alcanzados, en términos de conservación e influencia en
políticas;
Profundizar el compromiso de implementar Un sólo Programa, para hacer mejor uso de las
contribuciones de los Miembros, Comisiones y Secretaría;
Comunicar los resultados a los que la UICN ha contribuido, de manera convincente, comprensible
y creativa;
Aprovechar el trabajo de la Unión en contribución a la literatura científica.
Las decisiones 74/C/25 y 75/C/24 del Consejo de UICN han permitido que el proceso de planificación
comience con un marco de programación que de continuidad al Programa precedente (2009-12),
fortaleciéndolo con algunos temas clave en lo siguiente:
Una simplificación de la estructura del programa (de cinco áreas de programa a tres, y de 12
resultados globales a tres);
Un mayor énfasis en soluciones basadas en la naturaleza para los desafíos mundiales en nuestro
trabajo sobre el cambio climático, la seguridad alimentaria y los aspectos del desarrollo social y
económico;
Una reorientación de las áreas del programa de energía y de economía verde para trabajar en
soluciones basadas en la naturaleza para el desarrollo económico y social;
Introducción de indicadores de resultados globales y de indicadores de impacto comunes;
Alineamiento con el Plan Estratégico 2011-2020 del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), en
apoyo al cumplimiento mundial de las nuevas Metas de Biodiversidad 2020 (Metas Aichi).
El Plan Estratégico del CDB fue adoptado en Nagoya, Japón, en octubre 2010 para alentar a todos sus
miembros a tomar medidas para enfrentar la severa pérdida de biodiversidad, elemento que sostiene el
funcionamiento de los ecosistemas. El plan cuenta con una Visión, una Misión, cinco Objetivos
Estratégicos, y 20 Metas - conocidas como “Metas Aichi” - a cumplirse al año 2020.
La visión del Plan Estratégico es un mundo en el que "vivamos en armonía con la naturaleza”, en el que
“para 2050, la diversidad biológica se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo
los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para
todos”. Esa visión está claramente alineada con la visión de la UICN: un mundo justo que valora y conserva
la naturaleza. Comparando esas dos visiones, no es difícil reconocer que el trabajo de la UICN apoya el
Plan Estratégico del CDB.
Las áreas del nuevo Programa Mundial 2013-2016, que se resumen en la figura 1, están igualmente
intencionadas para aportar a la implementación del CDB. Consisten en tres áreas de igual importancia
para lograr el cometido de UICN:
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Valoración y Conservación de la Naturaleza - Área de Programa 1: Bajo esta Área, UICN desarrollará y
utilizará su conocimiento de clase mundial sobre la biodiversidad y sus herramientas asociadas y normas
de planificación, para influir en la política y la acción sobre el terreno.
Gobernanza efectiva y equitativa del uso de la naturaleza - Área de Programa 2: Bajo esta Área, UICN
consolidará su experiencia de trabajo con personas e instituciones, para hacer frente a las decisiones
públicas y privadas sobre la naturaleza y los ecosistemas, que afectan a la biodiversidad y los medios de
subsistencia. Esto conducirá a un conjunto de principios, normas e instrumentos sobre derechos,
responsabilidades y gobernanza, y una mayor equidad relativa a la naturaleza.
Desplegando soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar desafíos mundiales: clima, alimentos,
desarrollo socio-económico – Área de Programa 3: Esta Área es acerca de la aplicación del conocimiento
de la UICN sobre el desarrollo. Lograr la resiliencia de la naturaleza es fundamental para la recuperación
social y económica, e igualmente para un desarrollo sostenible.
Figura 1: Marco del Programa de la UICN 2013-16
Las dos primeras Áreas de Programa, representan el corazón del trabajo de la UICN. Son esenciales para la
conservación de la biodiversidad y para influir en los procesos económicos, sociales y políticos que
determinan la pérdida de biodiversidad, manejo de ecosistemas, medios de vida basados en la naturaleza
y derechos y responsabilidades para la naturaleza.
Con la tercera Área, el programa se centra en soluciones basadas en la naturaleza como fortaleza especial
de la UICN, no porque la naturaleza proporciona las soluciones únicas, sino porque esta especialización
permite a la UICN, en colaboración con otros, abordar una amplia gama de desafíos globales del
desarrollo. Las soluciones basadas en la naturaleza ofrecen múltiples beneficios simultáneamente y
también de manera eficiente. Esta área del Programa se concentra inicialmente en soluciones basadas en
Gobernanza efectiva y
equitativa del uso de la
naturaleza
Desplegar soluciones basadas en la naturaleza ante los
desafíos mundiales del: clima, alimentos,
desarrollo
Valorar y conservar la naturaleza
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la naturaleza para el cambio climático (incluyendo la reducción del riesgo de desastres), la seguridad
alimentaria y el desarrollo económico y social, pero en el transcurso del Programa de cuatro años se
explorarán oportunidades para ampliar este enfoque a sectores como salud y energía.
En efecto, el marco simplificado del Programa que ilustra la figura 1, muestra el trabajo integrado de la
UICN en la naturaleza, que pasa desde el profundo conocimiento de la biodiversidad, a través de la
gestión equitativa del uso de la naturaleza, a las soluciones prácticas para la gente y la naturaleza y de allí
a la valoración y la conservación de la naturaleza. Este ciclo articulador de Conocimientos -> Políticas ->
Acción también se refleja dentro de cada una de las tres áreas de Programa.
Este nuevo Programa Mundial se considera el más ambicioso nunca lanzado por UICN. Los resultados
globales que busca alcanzar deben traducirse en impactos concretos y medibles sobre la biodiversidad,
comprobando así la capacidad de la Unión de lograr cambios sustantivos (vale decir mejoras) en el estado
de la biodiversidad. Como nueva característica de este Programa, cada Área de Programa debe demostrar
su impacto al cumplir cuatro años de gestión, mediante un indicador de impacto común. La manera en
que los resultados regionales propuestos en este Componente de Programa se alinean con estos
indicadores de impacto y los Resultados Globales asociados, se resume en Anexo A.
(ii) Definición de “Un Solo Programa”
La UICN promueve un “enfoque integrado” o de “Un solo Programa" que avala y busca impulsar el trabajo
colaborativo dentro de la Unión, es decir entre el Secretariado, los miembros y las Comisiones. Al
adoptarse la Resolución N° 4.001, luego del Congreso Mundial de Conservación de Barcelona (2008), se
comenzó a utilizar el concepto de "Un solo Programa" con miras a potenciar los resultados de los
Programas intersesionales de la UICN.
Paso siguiente el Consejo de UICN elaboró una "Declaración de liderazgo" que fue aprobada durante su
76ª reunión en mayo del 2011 y que se dio a conocer como “la Carta de Un Solo Programa”. La Carta insta
a la Secretaría, a las Comisiones y a los Comités Nacionales y Regionales a trabajar juntos para desarrollar
e implementar el Programa de la UICN, e invita a los miembros a participar en su implementación en tanto
que sus prioridades organizativas y sus capacidades sean compatibles con el Programa2. Por tanto, la
declaración de Un Solo Programa supone un compromiso, basado en la articulación coherente y
armoniosa entre los tres pilares de la Unión, con el propósito fundamental de capitalizar las capacidades
de los constituyentes y obtener así resultados de conservación mucho más efectivos y eficientes.
Mediante la colaboración no sólo se espera fortalecer los pilares de la Unión, sino también crear sinergias
de manera de vincular recursos y responsabilidades a resultados específicos del programa de trabajo de
UICN.
(iii) Un nuevo Modelo de Negocios para UICN
Adicional a la medición a nivel global de resultados, el nuevo Programa exhibe otra característica
novedosa intencionada como cambio sistémico que redunda en mejorar su eficacia y eficiencia de
implementación, incorporando una visión de negocios que complemente la visión ambiental de la Unión.
El Consejo de UICN ha considerado que para una implementación más estratégica del Programa 2013-
2 Extracto de la presentación de la Consejera, Zuleika Pinzón, VIII Foro Regional de Miembros de Mesoamérica y el Caribe, Oct 2011.
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2016, la UICN necesita un nuevo modelo de negocios para recaudar recursos para este ambicioso
programa y para el propio desarrollo de la Unión. El modelo de negocios propuesto tiene cuatro líneas de
acción (señaladas abajo), cada una asociada con el cumplimento de resultados y la rendición de cuentas
ante los donantes y contribuyentes que apoyan y valoran la labor de UICN:
1) Entregando productos de conocimiento de la UICN;
2) Proporcionando resultados sobre el terreno;
3) Fortaleciendo la política y gobernanza ambiental; y
4) Involucrando y apalancando a la Unión.
Con estas líneas de negocios, UICN espera situarse mejor para acceder a la Ayuda Oficial al Desarrollo y a
buscar nuevas fuentes de ingresos, especialmente para sus productos de conocimiento y potencialmente
nuevos servicios que pueden mejorar la gobernanza ambiental mundial. Este nuevo modelo de negocios
mundial considera las nuevas realidades de la cooperación internacional y se utilizará en todas las
regiones, principalmente para guiar la movilización de fondos que contribuya al cumplimiento del
Programa 2013-16.
2.2 Elaboración del Componente Regional de Programa 2013-2016:
La preparación de los miembros, el Secretariado y las Comisiones de esta región para enfrentar este
nuevo periodo (2013-2016), ha requerido sin duda, de la experiencia y aporte de todos, la revisión del
camino seguido hasta ahora, y la definición de un sendero claro y acordado en consenso. El trabajo de la
UICN en esta región del mundo cubre los 7 países de Centroamérica (Belice, Guatemala, Honduras, El
Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá) junto con México, e incluye la Iniciativa Caribe que abarca los 35
países del Gran Caribe y sus territorios independientes.
La Iniciativa Caribe (Anexo B) es un esfuerzo relativamente reciente de la UICN y consiste en una
programación específica (inicialmente para 2009-2012) que se enfoca en el Caribe insular, una zona que
posee una biodiversidad única y en la cual la conservación y la gestión de los recursos naturales son el
núcleo de los temas críticos del desarrollo sostenible. La Iniciativa fue impulsada inicialmente por los
miembros caribeños de la UICN, y luego adoptada en el 2008 durante el Congreso Mundial para la
Conservación de la UICN en Barcelona. Al asumir la responsabilidad por la Iniciativa Caribe, la Oficina
Regional para Mesoamérica (ORMA) de la UICN, basada en Costa Rica, pasó a llamarse «Oficina Regional
para Mesoamérica y la Iniciativa Caribe» (ORMA-IC), ampliando así su espectro de acción y prioridades, su
membrecía y base constituyente, y con ello, sus elementos de Programa.
La UICN tiene actualmente en Mesoamérica y el Caribe, 107 miembros que suman 8,92% del total global y
representan un conjunto de 4 Estados Miembros, 4 Organismos gubernamentales, Organismos no-
gubernamentales nacionales (93) e internacionales (5) y un afiliado. Están además representadas en esta
región, a través de casi 500 expertos, las seis 6 Comisiones de la Unión: Comisión de Sobrevivencia de
Especies (SSC), Comisión de Legislación Ambiental (CEL), Comisión de Políticas Ambientales, Sociales y
Económicas (CEESP), Comisión de Educación y Comunicación (CEC), la Comisión Mundial de Áreas
Protegidas (WCPA) y la Comisión de Manejo de Ecosistemas (CEM), que reúnen a más de 11.000 expertos
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activos con vasto conocimiento científico e incidencia en los temas y prioridades que impulsa cada
comisión.
La elaboración del Programa de la Unión ha sido un proceso complejo que ha implicado la integración de
los intereses y desafíos de cada uno de sus constituyentes en un marco común y global de planificación.
De forma tal que durante el año 2011, este proceso desplegó diversos mecanismos participativos de
consulta que desembocaron en las consultas dentro de los Foros Regional de Conservación que se
realizaron en todo el mundo, con el fin de enriquecer la propuesta global con las visiones de las regiones.
A continuación se describen los procesos, insumos e instancias de planificación más relevantes para esta
región que comprende las regiones de Mesoamérica (México y Centro América) y el Caribe, y que han
conducido a la elaboración del Componente Regional de Programa para Mesoamérica y a la revisión de la
Iniciativa Caribe y preparación de un Plan de Trabajo para oriente la implementación de la Iniciativa para
el periodo 2013-2016.
(i) GRUDESCO:
A partir de constituyentes del Comité Regional Mesoamericano fue conformado un grupo de trabajo
denominado GRUDESCO (Grupo para el Desarrollo Estratégico y Corporativo del Programa Regional).
Desde su constitución en el año 1999, junto con ORMA-IC como Secretaría Regional de la UICN, este
Grupo se ha encargado de apoyar la preparación de los Foros Regionales (el último tuvo lugar en Octubre
del 2011 en Santo Domingo, República Dominicana - ver abajo) y los Programas Regionales, brindando
insumos y perspectivas de trabajo como puntos de convergencia y trabajo coordinado de representantes
de los tres pilares de la UICN (Miembros - Comisiones - Secretaría). Así durante el año 2011 el Grupo
realizó un conjunto de consultas y reuniones con la incorporación también en su seno de representantes
del recién constituido Comité Regional del Caribe.
(ii) Revisión del Programa Mundial 2013-2016:
La primera versión borrador del Programa Mundial estuvo públicamente disponible entre Mayo y
Noviembre del 2011, y contenía aún cinco Áreas de Programa y un alcance mayor a la actual versión con
más desglose en lo que concernía los desafíos globales. Luego de someterla a consulta por distintos
medios, entre ellos los Foros Regionales de Conservación (incluyendo el de Mesoamérica y el Caribe) y de
tomarse en cuenta los comentarios recibidos de todos los pilares de la Unión, esta versión fue
reformulada3. La versión a ser llevada a aprobación al próximo Congreso Mundial de Conservación
(Septiembre del 2012, en Jeju) fue primero presentada al Consejo de UICN en Noviembre del 2011 y
finalmente aceptada en Febrero del 2012. Este nuevo Programa no sólo ofrece un paraguas y una guía
para la formulación de los “componentes” de Programa para Mesoamérica y para el Caribe, sino que es
igualmente el referente para los demás componentes del Programa Mundial que incluyen los programas
globales temáticos, otros programas regionales, y programas y planes nacionales en existencia.
3 La distinción entre Área Central y Área Temática fue eliminada y las tres áreas restantes del Programa fueron consolidadas en una sola
(“Implementar soluciones basadas en la naturaleza para los desafíos globales: Clima, Alimentos y Desarrollo Socio-Económico”), lo que en efecto enfatiza la especialización de la UICN respecto a soluciones basada en la naturaleza y simplifica el marco del Programa.
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(iii) Análisis de Situación Regional:
Con apoyo de la CEESP y del GRUDESCO, durante el año 2011 se elaboró un Análisis de Situación Regional
como fase fundamental para definir el Programa Regional 2013-2016 y punto de entrada para vislumbrar
la amplia lista de asuntos que éste podría atender. Más que un análisis exhaustivo, se desarrolló como un
análisis instrumental para la planificación que brindará elementos actualizados de la realidad socio-
política y ambiental (estado, condiciones y tendencias) de la región de Centro América, México y el Caribe,
a la luz de los temas principales del Programa Mundial. En este análisis se integró por primera vez al
Caribe junto a Centro América; el documento resultante, que se encuentra en Anexo C, fue sometido a
consulta con el GRUDESCO, luego con todos los miembros de la región y finalmente ante el VIII Foro
Regional de Miembros. Para el Caribe existe además, desde 2008, un análisis de situación propio y más
detallado que se incluye aquí como Anexo D y que ofrece una visión general de las características y
tendencias ambientales y socio-políticas de la región, así como sus futuros retos y oportunidades, que
siguen vigentes al día de hoy. En el caso de México, el Comité de Miembros de UICN de dicho país generó
un análisis de situación individual que se presenta en Anexo E. La sección 3 (abajo) ofrece un resumen de
este conjunto de análisis para la región.
(iv) VIII Foro Regional de Miembros:
La ORMA-IC convoca cada 4 años el Foro Regional de Miembros de UICN para los países de Mesoamérica,
y ahora también para el Caribe. Con miras al nuevo ciclo intersesional, el último encuentro tuvo lugar del
5 y 7 de Octubre del 2011, en Santo Domingo, República Dominicana. Acudieron más de 100
organizaciones, expertos y Consejeros, al igual que representantes de la Secretaría y de las Comisiones de
UICN, para dar a conocer y discutir asuntos estratégicos y temáticos relacionados con el nuevo Programa
Mundial y con la gobernanza de la Unión. La relatoría del VIII Foro Regional de Miembros 2011 está
disponible en: http://www.iucn.org/es/sobre/union/secretaria/oficinas/mesoamerica/foro_regional/
De las discusiones realizadas en el VIII Foro Regional, resultaron dos importantes insumos para la
confección del Programa Regional: (a) una revisión de la primera versión del Programa Mundial que
produjo numerosos comentarios, aportes y reflexiones; y (b) una consideración de los temas prioritarios
para la región que sirvió para orientar la definición de los resultados a los que pudiera aspirar el Programa
Regional. En los anexos de la relatoría del Foro se recogen aquellos temas priorizados por la membrecía
de México, Centro América y el Caribe.
(v) Iniciativa Caribe:
La Iniciativa Caribe (Anexo B) cuenta con una programación separada, con un conjunto de resultados
enfocados en la situación y los intereses de la región, bajo la perspectiva del Programa Mundial 2009-2012
de UICN. En el año 2011 la Iniciativa Caribe fue sometida a una evaluación externa. Desde entonces, la
Iniciativa está pasando por un proceso de consulta y actualización para priorizar las temáticas y
necesidades de la región en función del actual Programa Mundial 2013-2016. Esto se está realizando
tomando como base los resultados de la evaluación así como los contenidos del primer Programa de
Trabajo de la Iniciativa Caribe 2009-2012. De esta manera se busca dar refuerzo y continuidad a los
esfuerzos ya iniciados en el Caribe, construyendo sobre el trabajo de definición de resultados esperados,
posicionamiento de la UICN y fortalecimiento de la membrecía, logrado en el periodo anterior. Un nuevo
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Plan de Trabajo 2013-2016 a la luz de la Iniciativa Caribe revisada, está siendo elaborado durante el 2012
con participación de los miembros de UICN del Caribe.
(vi) Contribución a las Metas Aichi del CDB:
Los resultados propuestos para el Programa Mundial 2013-2016 de la UICN juegan un papel importante
en alcanzar los cinco objetivos del Plan Estratégico del CDB:
Abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad mediante la incorporación de la biodiversidad en todos los ámbitos gubernamentales y de la sociedad
Reducir las presiones directas sobre la biodiversidad y promover el uso sostenible
Mejorar el estado de la biodiversidad protegiendo los ecosistemas, las especies y la diversidad genética
Aumentar los beneficios para todos de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos
Mejorar la implementación a través de la planificación participativa, la gestión del conocimiento y el desarrollo de capacidades
El Programa Mundial de UICN no sólo hace hincapié en la relación con el Plan Estratégico, sino que
plantea monitorear específicamente su contribución a dicho Plan a través de indicadores para medir el
progreso hacia el logro de las Metas Aichi. Además, cada componente programático de la Unión debe
desarrollar metas para articular específicamente su contribución a las metas individuales del Plan
Estratégico del CDB, y en monitorear su progreso, dichos “componentes de Programa” también
informarán sobre su contribución hacia las Metas Aichi.
En consideración de lo anterior, y con el fin de mostrar la relevancia de los resultados regionales
propuestos para el Componente de Programa para Mesoamérica, junto a la Iniciativa Caribe, se resume en
el Anexo A la relación que existe entre los Resultados Regionales y los Resultados Mundiales, los impactos
globales esperados, y las Metas Aichi del CDB con las que mayor cercanía tienen los Resultados
Regionales.
3. Análisis de Situación Regional (Resumen)
El análisis de la situación regional (presentado en detalle en Anexos C, D y E) pone al día información
relevante y logra que temas emergentes sean discutidos y analizados frente a un contexto ambiental,
cultural, social, económico y político cambiante e impredecible, en la región de Mesoamérica y el Caribe,
para así proyectarlos al periodo 2013 al 2016.
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3.1 Factores subyacentes al cambio:
Varios son los factores que deben de ser considerados en el presente contexto. Los principales factores
subyacentes al cambio identificados son la demografía, la tecnología, la situación energética y la política e
institucionalidad actual. En términos demográficos: una creciente población joven y un alto índice de
migración (interna y externa); en lo económico y social: un crecimiento económico pujante, marcado por
una fuerte expansión en las industrias extractivas y energéticas, pero con enormes desigualdades sociales
que suman a miles de personas en la pobreza cada año; en el ámbito político: democracias e instituciones
con un marco legal que favorece la conservación ambiental pero que requiere fortalecer su aplicación,
capacidad de respuesta y presupuesto para cumplir a cabalidad con la implementación de las normas y
políticas en este campo, el acceso a la información, participación y justicia en materia ambiental. Este
nuevo contexto de situación hace imprescindible el replanteamiento del abordaje estratégico para los
temas ambientales vinculados al desarrollo.
3.2 Estado, condiciones y tendencias:
(i) Conservar y valorar la biodiversidad:
En los últimos años se observa en Mesoamérica el desarrollo de esquemas territoriales para la protección
y el resguardo de la biodiversidad, de sus variados ecosistemas y de los valiosos bienes y servicios
ambientales que estos generan para la población y para el conjunto de los seres vivos. Pese a representar
solo 2% del superficie del mundo, la región Mesoamericana posee alrededor del 12% de la riqueza
biológica del planeta. En ella se encuentra la segunda barrera de arrecifes más importante del mundo, y el
8% de los manglares remanentes de la tierra. En la actualidad, más del 26% del territorio Centroamericano
está bajo alguna categoría de protección4; buena parte de esta superficie se sobrepone con los territorios
de pueblos indígenas y afro-descendientes. En México la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP) administra 174 áreas protegidas de carácter federal, lo que corresponde a más de 19,8
millones de hectáreas o 7,79% de la superficie terrestre del país5. Este esfuerzo de conservación in situ, ha
estado acompañado de avances importantes en la legislación ambiental en casi todos los países de la
región. No obstante, las capacidades institucionales para garantizar la conservación de este patrimonio
todavía no son las ideales, y varios ecosistemas están prácticamente desprotegidos.
Sobre la pérdida de biodiversidad, diversos estudios muestran que se ha dado de una manera más
drástica en los últimos años. Por ejemplo; en un estudio se identificó que la pérdida de biodiversidad en
Centroamérica ha sido de un 52% y en el territorio mexicano se han extinto un total de 56 especies6. Esas
pérdidas se deben a acciones relacionadas con el uso del suelo, infraestructura de carreteras,
fragmentación de áreas naturales y variabilidad climática. El Caribe, por su parte, integra una región
costera con muchos hábitats naturales críticos, especies y actividades humanas ligadas y concentradas en
esa zona. Pese a que el valor ecológico y económico de estas zonas costeras es muy alto y reconocido
4 El Estado de la Región, 2011, referenciado en el Anexo A.
5 Ver: CONANP, SEMARNAT, Gobierno Federal de México “Que hacemos”: www.conanp.gob.mx y Bezaury-Creel, J., D. Gutiérrez Carbonell et al.
2009. Áreas naturales protegidas y desarrollo social en México, en Capital natural de México, vol. II: Estado de conservación y tendencias de cambio. CONABIO, México, pp. 385-431. 6 Ver Estado de la Región (2011) y Baena, M.L., G. Halffter et al. 2008. Extinción de especies, en Capital natural de México, vol. I: Conocimiento
actual de la biodiversidad. CONABIO, México, pp. 263-282.
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14
ahora por los sectores económicos y de conservación, muchas comunidades costeras continúan siendo
muy pobres y dependientes de los recursos costeros.
Aunque existe abundancia del recurso hídrico en la región continental, se mantienen las amenazas
relacionadas con el mal manejo del recurso y disponibilidad, la inequidad en la distribución, la
sobreexplotación y el impacto de las condiciones del cambio climático. La data demográfica indica que, en
2010, todos los países de la región centroamericana (salvo Guatemala7) tenían más del 58% de sus
poblaciones en ciudades. Del mismo modo, extensas áreas urbanas concentran la población de la mayoría
de los estados mexicanos, donde se consume hasta el doble de agua que en ciudades calificadas como
‘sustentables’. El consumo de energía es otra fuerza de presión que va en aumento en México y que afecta a
los espacios naturales ante la necesidad de obtener una mayor oferta de energía. Estos son hechos
fundamentales que afectarán la disponibilidad de recursos hídricos en la región para suplir la demanda
doméstica. El Caribe demuestra igualmente una disminuida disponibilidad, y creciente contaminación y
demanda, que dejan en una situación crítica a sus recursos hídricos.
(ii) Distribuir justa y equitativamente los beneficios de la naturaleza para el bienestar humano:
El aumento de población sumado a patrones de consumo y el aumento en la demanda de recursos
naturales y servicios ambientales, son aspectos estructurales que representan sin duda una importante
presión y cambio ambiental en el mediano y largo plazo. En México, se ha notado que al disminuir los
servicios de los ecosistemas incrementan los riesgos sanitarios, geológicos e hidro-meteorológicos, los
incendios y la erosión. Además, las condiciones desiguales que existen en la región, tanto en aspectos
económicos como en las condiciones de acceso para el uso de los recursos naturales, dificultan la
conservación y la mejora de las condiciones de vida. Sin equidad en la distribución de beneficios derivados
del “desarrollo económico” y la conservación de la biodiversidad, es difícil pensar en una región
fortalecida en su seguridad ambiental y social. Otro reto es la falta del acceso a servicios básicos. En
Centroamérica dos tercios de la población no cuentan con servicio de saneamiento y más de 7,8 millones
no reciben servicio eléctrico en sus hogares. Hay poco acceso a fuentes limpias y tecnologías eficientes y
baratas que reduzcan los impactos en la salud. Finalmente, hay inseguridad en la región y el narcotráfico y
el crimen cada vez más organizado están controlando amplias zonas geográficas lo que impide el acceso y
usos de muchas áreas por la población, y por supuesto dificulta la buena gobernanza. En varios países se
consideran los actos de corrupción un obstáculo a la conservación y a la distribución justa y equitativa de los
recursos naturales, como ejemplifica un caso ocurrido en México en 2008 con un juez que decretó desafectar
552 hectáreas de un área protegida.
(iii) Enfrentar el cambio climático bajo un enfoque basado en la naturaleza:
Centroamérica y el Caribe se constituyen en el “punto caliente” (hotspot) más prominente de los trópicos
del planeta. En la región los efectos del cambio climático se manifiestan en: cambios en la estacionalidad
de la precipitación; aumento en la proporción de las tormentas, inundaciones y huracanes; cambios en la
temperatura y la precipitación (y con ello, en los períodos de sequía) que podrían afectar gravemente el
nivel de vegetación; y un aumento en temperaturas marinas con un consiguiente efecto de elevación del
7 En Guatemala, se produjo en 2005 un punto de inflexión que dio paso al predominio de la población urbana sobre la rural.
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nivel del mar. Para el 2050 los modelos en México proyectan patrones climáticos donde cerca de la mitad
del país sufrirá algún tipo de cambio, con más del 20% de la superficie cambiando a climas más secos y
cálidos, con un consecuente aumento en el estrés hídrico. Sobre estos temas, merece especial atención la
región del Caribe, donde las islas, zonas costeras bajas y territorios insulares son vulnerables al cambio
climático por su grado de exposición y limitada capacidad de adaptación. La posibilidad de que se eleve el
nivel del mar, lo cual conduce a la erosión de las costas, inundaciones, aumento del nivel freático,
intrusión de agua salina y pérdida de propiedades, es motivo de una gran preocupación. Reconociendo la
vulnerabilidad de la región, todos los países han ratificado su adhesión a la Convención Marco de Cambio
Climático de las Naciones Unidas (CMNUCC) y han avanzado en el desarrollo de políticas sobre cambio
climático, aunque está apenas iniciando la instrumentalización de las mismas.
(iv) Manejar los ecosistemas para la seguridad alimentaria:
La dependencia de la región a la importación de alimentos y las alzas en el precio internacional de la
comida, amenaza la disponibilidad y el acceso de la población pobre de Mesoamérica y el Caribe a la
alimentación básica. La población mexicana que sufre carencia social en el acceso a la alimentación, paso
de 21,7% en 2008, a 24,9% en 2010. A eso se suma la identificación de Centroamérica entre las doce
regiones del mundo con mayores problemas de seguridad alimentaria ante la variabilidad climática8. Hay
que considerar también el comercio de biocombustibles como etanol o biodiesel que afecta los países
centroamericanos ya que estos monocultivos influyen sobre el uso de la tierra que se desplaza a favor de
cultivos a escala industrial no-alimentarios. El uso de cultivos genéticamente modificados representa otra
presión en este escenario, por cuanto muchos sectores consideran su presencia en la región -autorizada o
no, a pequeña o gran escala- una amenaza. Los conflictos socio-ambientales, asociados a derechos de
propiedad y cambios de uso de suelo a favor de mega-proyectos, también pueden impactar sobre la
seguridad alimentaria. El trabajo en seguridad alimentaria deberá de considerar y reconocer la
importancia cultural y ambiental de las comunidades rurales, fortaleciendo así la viabilidad de los recursos
naturales y los sistemas ecológicos de los que dependen también los sistemas de producción de alimentos
futuros.
(v) Hacia una economía verde y humana:
Para lograr avances en Mesoamérica y el Caribe en la transición hacia un modelo económico verde y más
“humano” se debe primeramente reconocer el valor del ambiente. Es una realidad que ningún proceso
económico puede ocurrir al margen de los servicios que prestan los ecosistemas. Muchos también abogan
que la economía debería estar al servicio de las personas y no al inverso. La importancia del aporte de las
economías locales, los encadenamientos productivos y la interacción entre el sector de la economía social
y el sector privado organizado también tiene que incluirse en el camino hacia una economía más solidaria,
justa e inclusiva. Los emprendimientos sociales tienen un gran potencial en la región para lograr cambios y
beneficios de largo plazo. En México, la estrategia aceptada por el sector privado para vincular lo
ambiental a la cultura empresarial, ha sido el movimiento de la Responsabilidad Social Empresarial. Sin
embargo, existe una gran disparidad en la actuación de las empresas que participan y obtienen el
8 Ver: Corrales Lenín (2011) Impactos del cambio climático para Centroamérica, Cambio Climático y zonas marino-costeras, citado en el Cuarto
Informe Estado de la Región
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distintivo de ser una empresa socialmente responsable. La región requiere además de cambios
importantes en las políticas económicas, el modelo de desarrollo y en los patrones de consumo. El tema
de los incentivos, no solo económicos sino también sociales, tomará la agenda de discusión en los
próximos años. De igual modo, se requiere urgentemente el diseño y puesta en marcha de instrumentos
financieros y fiscales innovadores que incorporen lo ambiental en los principales sectores económicos.
3.3 Procesos políticos y actores principales:
No es casual que la actuación del programa 2009-2012 de UICN en esta región haya estado fuertemente
centrada en la creación de incidencia política. A menudo los procesos políticos nacionales y regionales se
ven influenciados desde el nivel global, o incluso prácticas regionales llegan a influenciar políticas
internacionales. La UICN puede influenciar el cambio de política en temas de conservación en
Mesoamérica y el Caribe, a los distintos niveles de gobernanza como lo es a nivel global, regional,
nacional, transfronterizo y local, con especial énfasis en este último, donde transcurren finalmente los
cambios ambientales. Para un trabajo de este tipo es esencial entender las realidades políticas de los
países de la región. En México por ejemplo, existe un marco normativo ambiental amplio con una gran
cantidad de actores, autoridades e instrumentos, a veces con superposición entre las regulaciones que
crea confusión. Superar la ineficiencia burocrática es un reto importante para México junto con recolectar
suficientes datos para poder evaluar y mejorar sus normas jurídicas relacionadas con el medio ambiente.
Igualmente, el tema ambiental se enfrenta en general con una institucionalidad débil y poco coordinada.
En la mayoría de la región, se observa que las entidades públicas responsables del manejo y protección de la
naturaleza, no cuentan con suficientes recursos (humanos, de logística y presupuestarios) para cumplir con
sus mandatos. Crear capacidades en organismos públicos y civiles para diseñar, ejecutar, monitorear y
evaluar políticas ambientales, que incluyan la transferencia de tecnología e instrumentos de
financiamiento, sigue siendo, sin lugar a duda, uno de los principales retos en la región.
En Mesoamérica y el Caribe, los principales grupos de actores interesados en la protección del ambiente y
los recursos naturales y el desarrollo, a los cuales UICN pretende influir en sus acciones o en sus
mecanismos de gobernanza, incluyen organizaciones gubernamentales y no gubernamentales como
organizaciones sin fines de lucro, gobiernos locales, municipales y centrales, y empresas privadas. Se
pueden sumar también las iglesias, los sindicatos, el sector de la academia, y los pueblos indígenas y afro-
descendientes. Las plataformas o redes multisectoriales que reúnen a los sectores gubernamentales con
las organizaciones de base y las instituciones sociales son de especial interés. Es importante señalar
también que el apoyo de los miembros de UICN es primordial para el cumplimiento del Programa
Regional. Más de 100 miembros de UICN en la región, que incluyen Estados, ONGs nacionales e
internacionales y centros académicos, pueden brindar aportes diferenciados por medio de una
participación activa, desde su propio ámbito.
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4. Áreas de Programa: Resultados esperados y programación regional
Esta sección da a conocer los planteamientos y retos de trabajo de UICN en esta región, a través del
Componente de Programa para Mesoamérica y de la Iniciativa Caribe, en respuesta al Programa Mundial
de UICN y a la situación imperante en la región. Aplicando los enfoques y principios antes descritos, se
coloca énfasis en la obtención de resultados que sean viables, de impacto, y que permitan aprovechar el
nicho y los aprendizajes de ORMA-CI, así como avanzar hacia su objetivo de largo plazo en la región
durante el periodo intersesional 2013 a 2016.
4.1 Área de Programa 1: Valorar y Conservar la Naturaleza:
Como se ha identificado en el Análisis de Situación Regional para Mesoamérica y el Caribe, la región, igual
al resto del mundo, tiene grandes desafíos en cuanto a valorar y conservar la naturaleza. A pesar de su
alta riqueza de biodiversidad, y del hecho que más que 25% está bajo alguna categoría de protección, hay
una alta pérdida de biodiversidad y poca capacidad para manejar las áreas protegidas. Además, el análisis
de la región hace hincapié en la necesidad de mejorar la protección en áreas costeras, específicamente en
el Caribe donde las poblaciones costeras están muy vulnerables a los cambios debidos a la variabilidad
climática.
La región enfrentará esos desafíos a través de la primera área del su Componente Regional de Programa.
Se plantea evitar o reducir la pérdida de biodiversidad a través de un manejo más efectivo y una mejor
planificación, aplicando herramientas, normas y estándares de conservación y uso sostenible de la
biodiversidad. Se buscará alcanzar un uso más eficiente y sostenible de los recursos naturales. Los sub-
resultados del Componente Regional de Programa se alinean bien con el Área Programática 1 del
Programa Mundial “Valorar y Conservar la Naturaleza” y contribuyen al impacto que busca el programa
mundial: Con un mejor manejo de los ecosistemas y una mejor gobernanza en la región, se logra una
reducción en la pérdida de biodiversidad y mejora el estatus de conservación de especies y ecosistemas.
4.2 Área de Programa 2: Gobernanza efectiva y equitativa del uso de la naturaleza
El análisis de la región señala cuarto obstáculos principales, con referencia a una distribución equitativa de
los beneficios de la naturaleza: El aumento de población, las condiciones desiguales, la falta del acceso a
servicios básicos, y la inseguridad en la región. El análisis señala que uno de los elementos más
importantes de resiliencia social de la región, es su vasto capital social y diversidad cultural. El
Componente de Programa de la region encara estos desafíos, enfocándose en conservación basada en
derechos para contribuir a una distribución más justa y equitativa de los beneficios derivados de los
recursos naturales. Las metas presentadas en el Componente Regional de Programa también hacen
énfasis en la integración de los derechos de los pueblos indígenas y afro-descendientes, y en la
importancia de la participación de la sociedad civil, fortaleciendo así los elementos de resiliencia ya
presente en la región. Con sus resultados, el Componente Regional de Programa también hace frente a las
condiciones de inseguridad en la región y a los conflictos de uso que son comunes en torno a recursos de
gran valor. Trabajando en el tema de medios de vida de las comunidades, se ayuda a combatir la pobreza,
COMPONENTE REGIONAL DE PROGRAMA 2013-2016 PARA MESOAMÉRICA CON LA INICIATIVA CARIBE
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que contribuye directamente a disminuir la criminalidad. Promover el desarrollo de capacidades y
experiencias locales y la participación de las comunidades en la toma de decisiones, así como el
reconocimiento de la gobernanza comunitaria o local, aportará a la creación de condiciones más
equitativas.
Los sub-resultados presentados aquí participan directamente en alcanzar el impacto que propone el
Programa Mundial. Basado en la buena gobernanza y un enfoque basado en derechos, la conservación
efectiva, justa y equitativa puede proporcionar beneficios tangibles y sostenibles en los medios de vida de
las personas. La situación en Mesoamérica tiene una particularidad relacionada con la situación de
inseguridad que no se ve reflejada en el Programa Mundial. Como menciona el análisis de la región, el
control de narcotraficantes de grandes área con alto valor de biodiversidad, es un reto particular de esta
región. El Componente Regional de Programa trata tangencialmente con esa situación, proponiendo
valorar la diversidad y promover los medios de vida. Si se consigue una mejor gobernanza y el respeto de
los derechos, se conseguirá sin duda el impacto deseado de lograr una mayor contribución los ingresos del
hogar a partir de recursos naturales gestionados de manera sostenible.
4.3 Área de Programa 3: Desplegar soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del
cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo socio-económico
El análisis de la región resalta tanto a Centroamérica como al Caribe como altamente vulnerables al
cambio climático, dada la poca planificación del territorio y la débil gestión de los riesgos. Además, la
región es una de las 12 regiones del mundo con mayores problemas de seguridad alimentaria9, donde el
recurso hídrico y el acceso al agua están fuertemente amenazados, y donde se enfrenta el reto de
balancear los aspectos económicos con otros de igual interés e importancia, como son los aspectos
sociales y culturales que brindan, más que precio, valor a los recursos naturales.
El Componente Regional de Programa se propone enfrentar estos retos, particularmente al nivel de las
comunidades vulnerables pero también con sectores público y privado, aplicando conocimientos,
herramientas y acuerdos que promuevan soluciones locales basadas en los ecosistemas para reforzar la
mitigación y adaptación al cambio climático y la seguridad alimentaria. Asimismo, haciendo énfasis no
solo en incidir en políticas y gobernanzas a todos los niveles, pero también en trabajar con
emprendimientos privados y en la valorización y financiamiento del “capital natural”, el Componente de
Programa de la región asegurará conseguir resultados correspondientes a mejorar el desarrollo socio-
económico. Conforme al Área de Programa 3 del Programa Mundial, los sub-resultados regionales hacen
una contribución importante hacia la promoción de soluciones locales basadas en la naturaleza así como
cambios a nivel de políticas y del sector privado para enfrentar desafíos comunes a los países en vías de
desarrollo, y así demostrar mejores tendencias en los beneficios que las personas derivan de determinados
servicios ecosistémicos.
9 Ver: Corrales Lenín (2011) Impactos del cambio climático para Centroamérica, Cambio Climático y zonas marino-costeras, citado en el Cuarto Informe Estado de la Región
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4.4 Resultados y Metas Regionales para 2013-2016:
Con la finalidad de representar su matriz de planificación de forma armonizada y unificada, de acuerdo al
enfoque adoptado de “Un sólo Programa”, la UICN ha dispuesto que todos los componentes de programa
(regionales o temáticos) muestren sus resultados esperados para el periodo en cuestión, con una
estructura de marco lógico de resultados, en línea con y en contribución a los resultados globales.
Apostando a un número acotado de resultados, seguido de una breve justificación derivada del análisis de
situación regional, consecutivamente se identifican los medios necesarios para lograr los resultados, de
acuerdo a la “Propuesta de Valor” de la Unión. Además, se concretan los supuestos que subyacen la
obtención de los resultados así como metas específicas para expresar cada resultado en ámbitos de
trabajo concretos. A continuación, se presenta la matriz de resultados esperados para el período 2013-
2016 a partir del Componente Regional de Programa de ORMA-IC.
1. Valorar y conservar la biodiversidad
Resultado Regional 1. Supuestos clave
1. La aplicación de herramientas, normas y estándares de conservación y uso sostenible de la biodiversidad, promueven una mejor planificación y mayor efectividad de manejo para ayudar a evitar o reducir la pérdida de biodiversidad en la región.
Existe demanda y voluntad de los actores regionales, nacionales y territoriales para aplicar normas, estándares y herramientas de conservación, y se concuerda en la premisa de que mejorando el manejo de un ecosistema se puede mejorar el estado de conservación de la biodiversidad allí presente, o al menos contribuir a evitar su mayor deterioro.
Justificación Una región con una alta riqueza de biodiversidad que representa el 12% de la riqueza biológica del planeta, se enfrenta a una creciente pérdida de la biodiversidad, por cambios de uso de suelos, fragmentación de ecosistemas y desarrollo de infraestructura, entre otras amenazas. Por lo que hay que reducir las presiones sobre la biodiversidad y promover su uso sostenible, para mejorar la resiliencia de los sistemas naturales, protegiendo los hábitats de las especies y la conectividad de los ecosistemas. Las áreas bajo alguna categoría de protección suman cerca del 23% de los territorios Mesoamericano y Caribeño. Sin embargo, las Áreas Protegidas no abarcan todos los ecosistemas necesarios; varios ecosistemas están prácticamente desprotegidos (ej. los territorios costero-marinos) y mucha de la biodiversidad de alto valor se encuentra fuera de las Áreas Protegidas, en paisajes intervenidos, de usos múltiples y productivos. Las especies en peligro de extinción siguen en aumento, y las capacidades institucionales son insuficientes para garantizar la conservación. Por otro lado, hacen falta más mecanismos y prácticas para mitigar la creciente pérdida o sub-utilización de cobertura forestal apropiada y el manejo insostenible de los recursos hídricos, entre otras amenazas, y además generar buenas políticas y gobernanza ambiental que permitan su conservación y uso sostenible. Si bien las Áreas Protegidas siguen siendo uno de los mejores mecanismos de conservación in situ, aún se requiere fortalecer su gobernanza y manejo participativo para salvaguardar tanto la biodiversidad como los medios de vida de las personas que viven en o cerca de éstas. Si no son atendidas las necesidades de las comunidades locales, no se lograrán los objetivos de conservación. El rendimiento de los países en cuanto a su cumplimiento de los Convenios internacionales y Acuerdos Multilaterales Ambientales que han suscrito, tanto en temas de biodiversidad, como de cambio climático, degradación de suelos, e incluso propiedad intelectual, sigue dejando mucho que desear. Sigue haciendo falta una mayor capacidad de gestión y planificación, de toma de decisión en base a información verídica y crítica, y de integración de la sociedad civil y académica, para lograr decisiones más democráticas, oportunas y orientadas por consideraciones técnicas y científicas.
Medios principales (*) Metas/sub-resultados
Convocar a los grupos de interés a los procesos de toma de decisiones.
1.1 El manejo participativo es promovido para la conservación y uso sostenible de áreas prioritarias de biodiversidad10, en al menos 3 países de Mesoamérica.
10
Las áreas prioritarias de biodiversidad, son aquellas que un país, localidad o proyecto defina como tal principalmente por sus características de biodiversidad y también por la importancia estratégica (ecológica,
económica, social, etc.) de los servicios ecosistémicos que brinda dicha área, así como factores de vulnerabilidad socio-ambiental. Estas áreas pueden estar comprendidas dentro de un Área Geográfica de Concentración (AGC). Según definición de ORMA, las AGC se caracterizan por su valor de biodiversidad, su vulnerabilidad social y sus plataformas de gobernanza, e incluyen: Áreas Protegidas, áreas naturales y comunitarias, y zonas costero-marinas, cuencas -incluyendo cuencas transfronterizas, humedales, entre otros ecosistemas claves.
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Desarrollo de capacidades para participar en la toma de decisiones; para influencia e implementación de políticas; para utilizar la ciencia, productos de conocimiento y herramientas; y para la aplicación de normas relacionadas a la conservación y sus dimensiones de equidad y derechos.
Definición de normas o estándares que pueden influir en la política y las buenas prácticas de conservación.
Desarrollar políticas (incluye sus instrumentos y/o ajustes de política).
Producción de nueva ciencia y conocimientos; validación o refinamiento de productos de conocimientos o herramientas.
1.2 La gestión integrada de recursos naturales11 forma parte de los procesos de planificación local y/o nacional, y lleva a un uso más sostenible de los recursos, en al menos 2 países de Mesoamérica.
1.3 Medidas que favorecen la restauración, uso sostenible y/o conectividad del paisaje12 generan lecciones aprendidas y conocimientos sobre las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad, en al menos 2 países de Mesoamérica.
1.4 El estado de conservación o de amenaza de los ecosistemas y las especies cuenta con mayor información y difusión, en al menos 2 países de Mesoamérica.
1.5 La aplicación de herramientas, normas y estándares de conservación y uso sostenible de la biodiversidad aporta a la implementación de las Convenciones internacionales de Patrimonio Mundial (WHC), Ramsar y Diversidad Biológica (CBD) en al menos 3 países de Mesoamérica.
1.6 La gestión del conocimiento sobre conservación y uso sostenible de la biodiversidad es fortalecida, para al menos 6 países de Mesoamérica.
1.7 La conservación y valoración de la biodiversidad es fortalecida en el Caribe a través de la implementación de la Iniciativa Caribe.
11
Incluye recursos terrestres, dulceacuícolas y marinos 12
Incluye paisajes tanto costero-marinos como terrestres
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2. Gobernanza efectiva y equitativa del uso de la naturaleza
Resultado Regional 2. Supuestos clave
2. La buena gobernanza de los recursos naturales mediante la aplicación del enfoque de conservación basado en derechos, contribuye a una distribución más justa y equitativa de los beneficios derivados de la naturaleza en la región.
Supone la voluntad política y la capacidad institucional de los actores regionales, nacionales, locales y territoriales para trabajar en pos de la distribución justa y equitativa de los beneficios y costos asociados a la conservación de la biodiversidad, y de la aplicación del enfoque basado en derechos en la gestión ambiental.
Justificación La pobreza creciente afecta más del 40% de la población de Mesoamérica y el Caribe en un esquema desigualdad en la distribución del ingreso. La alta vulnerabilidad socio-ambiental y exclusión social en un contexto de deficiente acceso a los servicios básicos (más de 7.8 millones de personas no reciben servicio eléctrico en sus hogares) contrasta con la exacerbación de patrones insostenibles de consumo. Un valioso patrimonio multicultural como elemento importante de resiliencia social y de generación de conocimiento sobre el entorno socio-ambiental, particularmente expresado por los pueblos indígenas y afro-descendientes, está amenazado por la extrema pobreza y la progresiva pérdida de identidad cultural y saberes ancestrales y el riesgo de transculturación. El aumento de las industrias extractivas, el monocultivo en áreas extensas y los grandes proyectos de energía son algunos aspectos relacionados al aparente crecimiento económico de algunos países de la región que añade tremendas tensiones al ambiente natural y social. A medida que crecen la población, la economía y la urbanización, las principales amenazas al ambiente también incluyen la sobreexplotación los bosques, la pérdida de tierras fértiles, contaminación del agua y del aire, erosión del suelo debida a prácticas agrícolas insostenibles, pérdida de biodiversidad y daños ambientales por la minería. Existe además un debilitamiento de la autoridad legítima de los Estados como articulador social, y el creciente crimen organizado y corrupción están tendiendo a generar violencia social, inseguridad ciudadana y desarticulación social. La integración regional se encuentra debilitada. A esto se suman problemas con el reconocimiento de los derechos territoriales y la tenencia y acceso inequitativo a la tierra, especialmente por parte de pueblos indígenas y comunidades campesinas; estos problemas se contrastan con un aumento de concesiones a la industria extractiva y energética. A medida que aumentan la demanda y las presiones sobre los recursos naturales, aumentan los conflictos de uso y acceso. Mecanismos de gobernanza ambiental local, que reconocen la distribución justa y equitativa tanto de los costos como los beneficios de la conservación, en especial en áreas de conservación comunitaria y territorios indígenas, están emergiendo y pueden ser promovidos con mayor fuerza. El enfoque de conservación basado en derechos reconoce el aporte a la conservación y uso sostenible de la biodiversidad que hacen los pueblos indígenas y las comunidades locales, por medio de las normas, conocimientos y prácticas tradicionales que aplican en sus territorios. El manejo integrado de ecosistemas y la gobernanza comunitaria /local pueden ofrecer una respuesta, pero para ser efectivo, debe reconocer y capitalizar el papel central que juegan las comunidades vulnerables y sus formas de sobrevivencia (medios de vida) como usuarios de la biodiversidad.
Medios principales (*) Metas/sub-resultados
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Desarrollar políticas (incluyendo sus instrumentos y/o ajustes de política).
Desarrollo de capacidades para participar en la toma de decisiones; para influencia e implementación de políticas; y para la aplicación de normas relacionadas a la conservación y sus dimensiones de equidad y derechos.
Definición de normas o estándares que pueden influir en la política y las buenas prácticas.
Convocar a los grupos de interés, a los procesos de toma de decisiones.
2.1 La gobernanza comunitaria o local es fortalecida en zonas13 de alta vulnerabilidad social y ambiental, y reconocida por autoridades indígenas, locales y/o nacionales en al menos 2 países de Mesoamérica.
2.2 Los derechos de los pueblos indígenas y afro-descendientes son posicionados dentro del contexto nacional relativo a la CMNUCC, el CBD (incluyendo el Protocolo de Nagoya) o la OMPI, en al menos 2 países de Mesoamérica.
2.3 Medidas que fomentan la recuperación, uso sostenible y conectividad de los ecosistemas14 aportan a mejorar los medios de vida de las comunidades locales, en al menos 2 países de Mesoamérica.
2.4 La participación de la sociedad civil en la gobernanza y toma de decisiones sobre los recursos naturales es fortalecida en pos de la distribución justa y equitativa de beneficios, en al menos 6 países de Mesoamérica.
2.5 La gobernanza de los recursos naturales, con un enfoque de derechos, es fortalecida en el Caribe mediante la implementación de la Iniciativa Caribe.
3. Desplegar soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo
socio-económico
Resultado Regional 3.1 Supuestos clave
3.1. En la región se aplican conocimientos, herramientas y acuerdos que promueven las soluciones locales basadas en la naturaleza para enfrentar el cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo socio-económico.
Se asume que los conocimientos y herramientas a ser aplicados serán suficientes y apropiados para responder a los desafíos ambientales locales, e igualmente, que existe voluntad y capacidad de los actores locales para integrar soluciones basadas en la naturaleza en sus prácticas.
13
Incluyen por ejemplo micro-cuencas o cuencas donde exista vulnerabilidad social y conflictos de uso en torno al agua, o zonas boscosas con poblaciones pobres y marginadas donde existe una fuerte presión de deforestación. 14
Incluyen tanto ecosistemas costero-marinos como terrestres
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Justificación Mesoamérica y el Caribe son de las regiones tropicales con más alta vulnerabilidad ante el cambio climático, asociada a una planificación territorial deficiente, una débil gestión de los riesgos climáticos, una alta exposición al incremento del nivel del mar y una limitada capacidad de adaptación. Cambios en la estacionalidad y los patrones de la precipitación lluviosa implican presiones adicionales a la gestión de los recursos hídricos y de los ecosistemas boscosos y agrícolas. En cuanto a problemas de seguridad alimentaria, la región es identificada como una de las doce regiones del mundo con problemas asociados. La dependencia de la importación de alimentos, el aumento de los precios y del combustible sumado a la reducción de las remesas familiares, confirma la alta vulnerabilidad social y la creciente amenaza al aseguramiento de medios de vida sostenibles para la población que enfrenta la región. En materia de desarrollo, el crecimiento económico de la región está fuertemente basado en las exportaciones y concesiones sobre recursos naturales, y en el turismo, lo que está repercutiendo en dar menor prioridad a las necesidades de desarrollo local o rural frente a las grandes oportunidades empresariales. La alta dependencia en la agricultura de subsistencia, la pesca artesanal y la provisión de mano de obra como medios de subsistencia ofrece no obstante una oportunidad de trabajar con las comunidades vulnerables en fortalecer el emprendimiento social, las mejores prácticas, y la gestión del riesgo ambiental, para así lograr el desarrollo socio-económico en la escala local.
Medios principales (*) Metas/sub-resultados
Creación de capacidad para utilizar la ciencia, productos de conocimiento y herramientas; para participar en la toma de decisiones; para influencia e implementación de políticas; y para la aplicación de normas relacionadas a la conservación y sus dimensiones de equidad y derechos.
Convocar a los grupos de interés, a los procesos de toma de decisiones.
Validación o refinamiento de productos de conocimientos o herramientas.
3.1.1 Medidas basadas en ecosistemas para la mitigación del cambio climático (incluyendo REDD+) son adoptadas por comunidades locales, en al menos 3 países de Mesoamérica.
3.1.2 Buenas prácticas de adaptación15 basada en ecosistemas son adoptadas por grupos vulnerables16 para afrontar el riesgo ante el cambio climático, en al menos 3 países de Mesoamérica.
3.1.3 El enfoque ecosistémico es incorporado en las prácticas productivas17 de comunidades locales y vulnerables, para aportar a la seguridad alimentaria y las oportunidades de desarrollo local, en al menos 3 países de Mesoamérica.
3.1.4 La adaptación al cambio climático basada en los ecosistemas y a nivel de las comunidades es fortalecida en el Caribe a través de la implementación de la Iniciativa Caribe.
15
Incluye por ejemplo buenas prácticas de manejo integrado y articulado de cuencas hidrográficas y zonas costero-marinas para la adaptación al cambio climático (marco conceptual R2R-AMA). 16
Incluye principalmente pueblos indígenas, pueblos afro-descendientes, mujeres, comunidades agrícolas y forestales, y comunidades costeras y pesqueras. 17
Incluye las prácticas agrícolas, forestales, y de uso de leña
COMPONENTE REGIONAL DE PROGRAMA 2013-2016 PARA MESOAMÉRICA CON LA INICIATIVA CARIBE
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3. Desplegar soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo
socio-económico
Resultado Regional 3.2 Supuestos clave
3.2. En la región, los sectores público y privado reconocen e incorporan las soluciones basadas en la naturaleza para fortalecer sus acciones ante el cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo socio-económico.
Se espera que mediante un mejor entendimiento del valor de los servicios ecosistémicos y su contribución al desarrollo nacional, haya voluntad para tomar decisiones que incorporen las soluciones basadas en la naturaleza en las políticas y prácticas respectivas.
Justificación La región ha ratificado su adhesión a la Convención Marco de Cambio Climático (CMNUCC) y se avanza en un conjunto de políticas para la mitigación y la adaptación, sin embargo poco articuladas y armonizadas sectorialmente. Las economías de la región continúan integrándose a la economía global, de tal forma que el impacto de los mercados internacionales, incluye el aumento de la recesión mundial, la especulación financiera y la consecuente desmejora de la distribución de los ingresos. Pese al prometedor crecimiento económico visto en la región, existe un aún incipiente reconocimiento por parte del sector privado, de la importancia que revisten los servicios económicos para su propia provisión de bienes y servicios. Como corolario, la desigualdad social en la región es razón por la cual, la pobreza no retrocede o lo hace con mucha lentitud, aun en países donde la economía crece aparentemente con mucha rapidez. Por ello, se hace cada vez más urgente un trabajo más colaborativo entre los sectores público y privado, y un fortalecimiento en el diseño y aplicación de políticas y mecanismos financieros, con participación de los privados, que vayan en beneficio tanto de la salud de los ecosistemas como de las personas que de ellos dependen.
Medios principales (*) Metas/sub-resultados
Desarrollar políticas (incluyendo sus instrumentos y/o ajustes de política).
Desarrollo de capacidades para influencia e implementación de políticas; y para utilizar la ciencia, productos de conocimiento y herramientas.
Definición de normas o estándares que pueden influir en la política y las buenas
3.2.1 Las soluciones basadas en la naturaleza son incorporadas en políticas nacionales de desarrollo o de cambio climático para al menos 2 países de Mesoamérica, y/o en políticas regionales.
3.2.2 Las soluciones basadas en la naturaleza son reconocidas y valoradas por actores de los sectores público y privado como aportes al desarrollo socio-económico, en al menos 2 países de Mesoamérica.
3.2.3 La recuperación, uso sostenible y conservación del capital natural, es incentivada y puesta en práctica por medio de mecanismos de inversión económica, en al menos 3 países de Mesoamérica.
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prácticas.
Convocar a los grupos de interés, a los procesos de toma de decisiones.
3.2.4 La adopción de soluciones basadas en la naturaleza es promovida en el Caribe a través de la implementación de la Iniciativa Caribe.
(*) Los medios para lograr cualquier resultado, son una combinación del “nicho” (o propuesta de valor) de la Unión con una fuerte dosis de creación de
capacidad. En cada columna se incluyen únicamente aquellos medios más relevantes para el logro de cada resultado específico, aunque el trabajo de
IUCN contempla varios prototipos de medios:
• Producción de nueva ciencia; validación o refinamiento de productos de conocimientos o herramientas;
• Creación de capacidad para utilizar la ciencia, productos de conocimiento y herramientas;
• Convocar a los grupos de interés, a los procesos de toma de decisiones;
• Desarrollo de capacidades de los grupos de interés para participar en la toma de decisiones;
• Desarrollar políticas necesarias a diferentes niveles (por ejemplo, creación de marcos de política nacional para aplicar acuerdos internacionales);
• Desarrollo de capacidades para influencia e implementación de políticas;
• Definición de normas o estándares que pueden influir en la política y las buenas prácticas;
• Desarrollo de capacidades para la aplicación de normas relacionadas a la conservación, especialmente las dimensiones de equidad y derechos.
Anexos
A. Relación entre Resultados Regionales y los Resultados Mundiales y las Metas Aichi
B. “IUCN Caribbean Initiative: Programme for 2009-2012”
C. Análisis de Situación Regional para Centro América y el Caribe
D. “A Situation Analysis for the Wider Caribbean”
E. Análisis de Situación para México