Comunicación Foro por Otra Escuela IRES 2015

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APORTACIONES EDUCATIVAS A LOS PROGRAMAS MUNICIPA- LES DE CANDIDATURAS CIUDADANAS Foro por Otra Escuela de Sevilla Introducción En el encuentro del año pasado nos planteamos intervenir en el proceso de convergencia social y política que se está dando en nuestro país, aportando la visión que tenemos de la escuela y del cambio que ésta necesita. El documento “La Escuela que Proponemos” trataba de sintetizar, fun- damentalmente en el ámbito del modelo pedagógico, y a partir del posicionamiento crítico que ex- presamos en el Manifiesto Pedagógico No es Verdad, los elementos esenciales y en positivo de dicho cambio. Sin embargo, la experiencia que hemos vivido en el Foro por Otra Escuela al implicarnos de mane- ra más o menos directa, según cada persona, en la experiencia municipal y ciudadana de Gane- mos Sevilla nos ha obligado a plantearnos aspectos y dimensiones del cambio escolar en las que nunca antes habíamos entrado de forma tan directa, al menos de manera colectiva. Algo parecido ha ocurrido con el proceso de elaboración del documento de bases para una Nueva Ley Educativa en el que en diferentes momentos hemos ido participado personas pertenecientes a la Red Ires. También en este caso hemos tenido que reflexionar sobre dimensiones de la escuela que quere- mos y que proponemos que superan el ámbito de la pedagogía del aula y del centro. Esto nos debe llevar a “re-plantearnos” de manera más explícita y colectiva algo que ya sabíamos, pero que con frecuencia veníamos obviando, y es que, inevitablemente, al entrar en el ámbito de la lucha social y política por la educación pública, tenemos que pronunciarnos sobre dos dimensiones interrelacionadas del cambio de la escuela: el que tiene más que ver con el Modelo Educativo (donde cobran sentido debates sobre lo central y lo municipal, lo legislativo y lo real, lo curricular y lo organizativo, lo público y lo privado, lo escolar y lo extraescolar, incluso sobre asuntos tan espe- cíficos como el absentismo escolar o el mantenimiento de los centros), y el que tiene más que ver con el Modelo Pedagógico, en el que desde la Red Ires hemos venido definiendo históricamente un tipo de enseñanza-aprendizaje y de desarrollo profesional que promueva un aprendizaje rele- vante, investigativo y liberador, tanto en estudiantes como en docentes. La cuestión más interesan- te y significativa aquí es que ambas dimensiones se interrelacionan fuertemente, de manera que un modelo pedagógico alternativo nos lleva a una determinada mirada sobre el modelo educativo a construir y, al contrario, un determinado modelo educativo potencia o restringe la capacidad de impulsar los modelos pedagógicos que nosotros, y otros, queremos impulsar. Pero hay algo más. La experiencia en al ámbito de lo municipal nos ha recordado de forma muy clara que también es necesario buscar las interrelaciones coherentes y mutuamente potenciadoras de lo escolar y lo pedagógico con el Modelo de Transformación Socio-Político. Un determinado programa de intervención política, y su estrategia de implementación, tiene detrás una pedagogía, es decir una determinadaza concepción de cómo las personas cambian, participan y construyen o no conocimiento y praxis compartida. También, siguiendo la estela de Freire, una pedagogía libe- radora tiene un correlato ideológico y político trascendente. Es decir, no hay una política sin una pedagogía (o antipedagogía) que la sustente y no hay una pedagogía sin consecuencias políticas. Si a esto añadimos que la escuela y su contexto social pueden ser una espacio privilegiado, ejem- plarizante y concreto en el que se experimenten y construyan estas influencias tendremos los in- gredientes de un apasionante reto para nuestra Red. Valgan las líneas que siguen como primeras propuestas para un programa político-pedagógico y ciudadano de transformación municipal.

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Comunicación del Foro por Otra Escuela de Sevilla al encuentro de la Red IRES 2015. Granada 15-17 de mayo

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  • APORTACIONES EDUCATIVAS A LOS PROGRAMAS MUNICIPA-LES DE CANDIDATURAS CIUDADANAS

    Foro por Otra Escuela de Sevilla

    Introduccin En el encuentro del ao pasado nos planteamos intervenir en el proceso de convergencia social y poltica que se est dando en nuestro pas, aportando la visin que tenemos de la escuela y del cambio que sta necesita. El documento La Escuela que Proponemos trataba de sintetizar, fun-damentalmente en el mbito del modelo pedaggico, y a partir del posicionamiento crtico que ex-presamos en el Manifiesto Pedaggico No es Verdad, los elementos esenciales y en positivo de dicho cambio. Sin embargo, la experiencia que hemos vivido en el Foro por Otra Escuela al implicarnos de mane-ra ms o menos directa, segn cada persona, en la experiencia municipal y ciudadana de Gane-mos Sevilla nos ha obligado a plantearnos aspectos y dimensiones del cambio escolar en las que nunca antes habamos entrado de forma tan directa, al menos de manera colectiva. Algo parecido ha ocurrido con el proceso de elaboracin del documento de bases para una Nueva Ley Educativa en el que en diferentes momentos hemos ido participado personas pertenecientes a la Red Ires. Tambin en este caso hemos tenido que reflexionar sobre dimensiones de la escuela que quere-mos y que proponemos que superan el mbito de la pedagoga del aula y del centro. Esto nos debe llevar a re-plantearnos de manera ms explcita y colectiva algo que ya sabamos, pero que con frecuencia venamos obviando, y es que, inevitablemente, al entrar en el mbito de la lucha social y poltica por la educacin pblica, tenemos que pronunciarnos sobre dos dimensiones interrelacionadas del cambio de la escuela: el que tiene ms que ver con el Modelo Educativo (donde cobran sentido debates sobre lo central y lo municipal, lo legislativo y lo real, lo curricular y lo organizativo, lo pblico y lo privado, lo escolar y lo extraescolar, incluso sobre asuntos tan espe-cficos como el absentismo escolar o el mantenimiento de los centros), y el que tiene ms que ver con el Modelo Pedaggico, en el que desde la Red Ires hemos venido definiendo histricamente un tipo de enseanza-aprendizaje y de desarrollo profesional que promueva un aprendizaje rele-vante, investigativo y liberador, tanto en estudiantes como en docentes. La cuestin ms interesan-te y significativa aqu es que ambas dimensiones se interrelacionan fuertemente, de manera que un modelo pedaggico alternativo nos lleva a una determinada mirada sobre el modelo educativo a construir y, al contrario, un determinado modelo educativo potencia o restringe la capacidad de impulsar los modelos pedaggicos que nosotros, y otros, queremos impulsar. Pero hay algo ms. La experiencia en al mbito de lo municipal nos ha recordado de forma muy clara que tambin es necesario buscar las interrelaciones coherentes y mutuamente potenciadoras de lo escolar y lo pedaggico con el Modelo de Transformacin Socio-Poltico. Un determinado programa de intervencin poltica, y su estrategia de implementacin, tiene detrs una pedagoga, es decir una determinadaza concepcin de cmo las personas cambian, participan y construyen o no conocimiento y praxis compartida. Tambin, siguiendo la estela de Freire, una pedagoga libe-radora tiene un correlato ideolgico y poltico trascendente. Es decir, no hay una poltica sin una pedagoga (o antipedagoga) que la sustente y no hay una pedagoga sin consecuencias polticas. Si a esto aadimos que la escuela y su contexto social pueden ser una espacio privilegiado, ejem-plarizante y concreto en el que se experimenten y construyan estas influencias tendremos los in-gredientes de un apasionante reto para nuestra Red. Valgan las lneas que siguen como primeras propuestas para un programa poltico-pedaggico y ciudadano de transformacin municipal.

  • 1. Las eco-escuelas. Hacia una ciudad que reduzca el consumo de recursos, los reutilice, repare y recicle, empezando por los mbitos pblicos y particularmente, por su importancia estratgica, impulsando autnticas eco-escuelas. 1.1. Programa de conversin gradual de los centros educativos en escuelas ecolgicas y sostenibles a travs de la autosuficiencia energtica (paneles solares), tratamiento ecolgico de los residuos, ahorro del agua, creacin de huertos y jardines ecolgicos participativos y educativos, etc. Dicho proceso de conversin deber ser desarrollado y evaluado de manera participativa por toda la comunidad educativa del centro, dando especial protagonismo a los propios estudiantes. As, habr que poner en marcha procesos en los que se haga una eco-auditora del centro y se pro-pongan medidas para mejorar su sostenibilidad. Dentro de lo posible, estas actuaciones debern estar coordinadas con la gestin participativa de los presupuestos escolares, y constituirn en s mismas un potente programa educativo. 1.2. Descentralizacin hacia los distritos de los servicios escolares de conservacin, mante-nimiento, limpieza, monitores/as, etc., apoyando, en los casos en que intervenga la iniciativa priva-da, las microempresas y cooperativas de carcter social. Esta descentralizacin permitir una rela-cin ms estrecha e inmediata de los servicios municipales con las necesidades de las escuelas y los barrios en que estn enclavadas, haciendo que los recursos lleguen antes y de un modo ms eficaz y econmico a los centros educativos. 2. Una ciudad educadora Hacia una ciudad con espacios y programas formativos para todas las personas. Bien preparada para pasear y convivir, con un uso ldico y formativo de su patrimonio cultural y ambiental. 2.1. La situacin de Sevilla como ciudad educadora: - Escaso cumplimiento de los Principios de la Carta de Ciudades Educadoras, como: la formacin a lo largo de la vida, el fomento de la calidad de vida, la participacin ciudadana crtica, la educa-cin en la diversidad, la justicia y la equidad social. - Escaso cumplimiento de determinados Principios de la Convencin de los Derechos del nio (menores de 18 aos), como: el derecho a ser escuchados cuando se tome una decisin que les afecte, a reunirse con otros y a asociarse para expresar sus opiniones, en este caso en relacin a la vida y al gobierno de la ciudad. - Escaso cumplimiento de los Principios de la Red Internacional de la Ciudad de los nios, como: autonoma de movimiento por la ciudad, la participacin en la regulacin del espacio urbano, las nias y los nios en la cabeza de los adultos. Lo mismo se podra decir del cumplimiento en rela-cin a la red de Ciudades Amigas de la Infancia. - Escaso cumplimiento de la Convencin sobre los Derechos de las personas con diversidad fun-cional, como lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que los centros educativos presenten barreras importantes tanto en sus accesos como en sus instalaciones. 2.2. La poltica del ayuntamiento de Sevilla sobre educacin: - Fortalezas: A pesar de la ley de racionalizacin y sostenibilidad de la Administracin local, gracias

  • a los trabajadores del ayuntamiento se mantiene la mayora de los 25 programas educativos de-pendientes del Servicio de Educacin y los 20 de otros servicios municipales. Tambin la perte-nencia de Sevilla a la red de Ciudades Educadoras. - Recursos: Un grupo de tcnicos y funcionarios comprometidos con el modelo de ciudad educado-ra que trata de mantener las actuaciones educativas. Un presupuesto actual de 250.000 euros en lo relativo slo a los 25 programas del Servicio de Educacin. - Debilidades: Disminucin del personal y los recursos econmicos. Falta de coherencia y fragmen-tacin en los 45 programas educativos. Ausencia de un Proyecto Educativo de Ciudad coherente con la Carta de Ciudades Educadoras que d sentido a las actuaciones educativas municipales y rentabilice los recursos disponibles. 2.3. Propuestas programticas: 2.3.1. Elaboracin participativa del Proyecto Educativo de Sevilla en cumplimiento de la car-ta de ciudades educadoras. Sevilla puede ser, y muy ventajosamente, una "ciudad educadora"; tienes espacios adecuados, recursos, historia, patrimonio, tiene una trayectoria de actividades educativas innovadoras. Resulta indispensable definir en qu y cmo quiere la ciudad ser educado-ra; no es lo mismo pretender educar a la ciudadana sevillana en la autocomplacencia de ser la gloriosa ciudad que fue (y seguir colgados de esa ensoacin) que educar en la idea de que Sevilla es un espacio comn de sus ciudadanas y ciudadanos, de todas las edades y condiciones. Desarrollar esta idea implica disear, de forma participativa, un buen "Proyecto Educativo de Ciu-dad" y los correspondientes "Proyectos Educativos de Distrito", tomando ejemplo de interesantes experiencias existentes en Catalua y otras comunidades autnomas. Este Proyecto educativo se elaborara a partir de unas primeras ideas-base propuestas a partir de lo recogido en este progra-ma y se completara mediante una dinmica asamblearia (especialmente con aportaciones de las comunidades de los centros escolares y la participacin vecinal en los distritos). Cada ao se revi-sara y actualizara manteniendo un cuerpo fundamental y se le dara la mxima difusin para que fuera realmente funcional y estuviera al servicio de la ciudadana. En el diseo y desarrollo del Proyecto Educativo de Ciudad se pueden distinguir, metodolgica-mente, tres aspectos: a) los recursos urbanos disponibles (espacios educadores), b) los grandes modelos de actividades formativas (programas educadores) y c) las acciones tendentes a fomentar la participacin creativa y solidaria. a) En cuanto a los espacios educadores, se podran distinguir tres: - El propio espacio de la ciudad, como mbito de la vida y de las actividades de "todos" los ciuda-danos y ciudadanas, intentando romper la norma bsica de privacidad que parece regir el funcio-namiento urbano, y potenciando lo comn. La ciudad es de todos y todas y "el derecho a la ciu-dad" ha de ser reivindicado como un derecho bsico. - Los centros educativos, de todos los tipos y niveles, que constituiran el soporte y, al mismo tiem-po, el destino de muchas de las actividades que se realicen. - Las diversas instancias que pueden tener algn tipo de funcin o posibilidad educativa no formal, como los museos, edificios histricos, instituciones culturales, parques y jardines, espacios con identidad ciudadana peculiar (como las barriadas obreras... y no slo el casco histrico "represen-tativo", los huertos sociales ecolgicos urbanos que se desarrollan especficamente ms adelante, los espacios interbloques), etc. Todos estos lugares pueden tener interesantes funciones educa-tivas y formativas superadoras de la clsica adquisicin de un mero "barniz cultural". b) En cuanto a los programas educadores, se tratara de promover y ofrecer un elenco de activi-dades educativas transversales que tuvieran una coherencia y un enfoque definido, renunciando a

  • la multiplicacin de actividades dispersas y sin verdadera potencialidad educativa. En principio, las actividades de inters se podran nuclear en torno a algunos (no muchos) grandes programas: - Alfabetizacin (en un amplio sentido, incluyendo la alfabetizacin "cientfica y tecnolgica", como divulgacin y familiarizacin con la ciencia y los medios tecnolgicos en vinculacin con la vida cotidiana, por ejemplo). - Educacin para una ciudadana participativa y solidaria. - Educacin ambiental. - Educacin patrimonial. - Educacin para la igualdad de gnero. - Educacin para una vida saludable, desde un punto de vista fsico, emocional y social. - Educacin para el respeto a la diversidad. Sin duda, la colaboracin con otras instituciones relacionadas con la educacin sera indispensa-ble; as, por ejemplo, con los Centros del Profesorado o la propia Delegacin Provincial de Educa-cin. c) En relacin con las acciones participativas, creativas y solidarias, tanto el diseo de estos programas como su aplicacin y desarrollo habran de hacerse con una lgica de participacin "habitual", implicando a los/as posibles destinatarios/as y otorgndoles la autonoma necesaria para que "hicieran suyos" estos proyectos. En esa lnea, habra que promover la propuesta de acti-vidades y proyectos por parte de colegios, grupos y colectivos sociales, asociaciones vecinales y juveniles, etc., buscando la insercin de esas iniciativas en el marco de programas vigentes. Algu-nos ejemplos de estas acciones pueden ser: - Internet pata todas las personas, con puntos de acceso municipal, comunitarios, etc. - Promocin y subvencin del asociacionismo y la cooperacin en general y sobre todo entre los jvenes, facilitando locales y medios, especialmente en los centros escolares y teniendo muy en cuenta la cooperacin intergeneracional (huertos escolares y sociales, conocimiento del patrimo-nio, exposiciones, actividades musicales, etc.). - Estimular proyectos de intercambio, visitas, etc. entre el mundo de la empresa, los profesionales y los centros educativos, para fomentar el conocimiento mutuo y la orientacin profesional. - Promover iniciativas relacionadas con la creacin de medios de comunicacin participativos y ms concretamente la creacin de un festival de cine infantil y juvenil. - Dar mayor relevancia a los juegos deportivos municipales. 2.3.2. El Proyecto Educativo de Ciudad debe concebir a Sevilla como una "Ciudad de los nios y nias", lo que significa tener en cuenta su voz, as como sus necesidades y propuestas en todas las actuaciones municipales de forma que stas se conviertan en la referencia para construir un modelo de ciudad que responda mejor a las necesidades de todos sus habitantes. Para conseguir y garantizar que esta visin se convierta en factor imprescindible en el desarrollo de las distintas polticas municipales, el Centro Municipal de Innovacin y Dinamizacin Educa-tiva (CMIDE) ser el responsable de que todas las reas municipales incorporen esta perspectiva, siendo intermediario entre la voz de los nios/as y las dependencias municipales. Para conocer qu piensan los nios y jvenes sobre la ciudad, el barrio o su propio centro educati-vo, desde el CEMIDE se desarrollar un programa de participacin "La Escuela, el Barrio y la Ciu-dad que queremos", que tendra dos mbitos de desarrollo: uno formativo, basado en que la nica manera de aprender a participar es participando; otro poltico para que la perspectiva de los nios y adolescentes sea tenida en cuenta en las polticas municipales.

  • El programa de participacin implicara la creacin de Consejos de los nios, las nias y los adolescentes, con tres mbitos de actuacin: escolar, de barrio/distrito y municipal, como rganos de participacin real. Las propuestas podran contar con su participacin directa para llevarlas a cabo, pudiendo ser vistos los resultados directamente. Todo ello tambin en la perspec-tiva de fortalecer las escuelas como mbitos de democracia (escuelas democrticas). Por ltimo, se ampliar el programa de Caminos escolares, que pretende facilitar que el alumna-do acuda andando o en bicicleta al centro educativo. Con la participacin de toda la comunidad educativa (profesorado, alumnado y familias), se elaborar un diagnstico de movilidad, a partir del cual sea posible determinar los itinerarios ms utilizados y ms adecuados para acudir al centro educativo y cules no son utilizados, por las barreras e inconvenientes que presentan. Se trata de recuperar para los escolares el recorrido de casa al centro educativo como un espacio de convi-vencia, autonoma y aprendizaje, mejorando los accesos, eliminando las barreras arquitectnicas y urbansticas, aumentando la seguridad y disminuyendo los problemas de trfico y de contamina-cin ambiental. 2.3.3. Programa de huertos sociales ecolgicos urbanos El movimiento de huertos sociales urbanos tiene una presencia importante en Sevilla y ha sido duramente castigado por el ayuntamiento actual. Es necesario impulsar un programa especfico para este tipo de espacios para el fortalecimiento de redes ciudadanas de intercambio y de au-toabastecimiento, que podran ser un germen del nuevo modelo de organizacin territorial, eco-nmica y de uso de los recursos. Al mismo tiempo estos espacios pueden tener una clara funcin educativa para la ciudadana, en relacin con: - Las funciones diversas y complementarias que pueden tener los espacios urbanos (integracin de la actividad productiva y el autoconsumo con actividades de carcter social, educativo, compensa-torio, cultural, ldico, teraputico, etc.). - La autonoma, la participacin y el trabajo cooperativo (gestin vecinal de los huertos), as como la idea de actuacin comunitaria intergeneracional e intercultural. -El cuidado, respeto y conservacin del medio socio-natural, fomentando la conservacin de la biodiversidad de las plantas comestibles (especies hortcolas tradicionales) frente al monopolio de la agricultura industrial. - Una vida saludable y un consumo responsable. - Un modelo de actividad humana no contaminante, basada en el aprovechamiento y ahorro de recursos para un futuro de baja energa y en prcticas agrcolas del tipo de la permacultura o la agricultura orgnica. - La recuperacin de espacios urbanos baldos que se integren en la red de enclaves verdes de la ciudad, buscando la integracin de lo rural con lo urbano. 3. Una ciudad compensadora Hacia una ciudad que lucha contra la exclusin social y escolar 3.1. Fortalecimiento de los medios en servicios sociales. Los Servicios Sociales Comunitarios y los Equipos de Tratamiento Familiar trabajan con personas, no con usuarios. Las familias que son derivadas desde los centros educativos o acuden directamente a estos servicios necesitan que el personal que les atienda sea sensible a sus necesidades y est altamente cualificado para asumir-

  • las. Los tcnicos de estos servicios han de tener una estabilidad en sus puestos de trabajo y han de ser suficientes, para vincularse adecuadamente a las personas con las que trabajan y para par-ticipar plenamente de los proyectos y procesos que se desarrollan en cada barrio. 3.2. Programas integrales de distrito de lucha contra el absentismo y la exclusin, atendien-do a las peculiaridades sociales y culturales de cada distrito y barrio. La lucha contra la exclusin social pasa indefectiblemente por incorporar a nios y nias a procesos educativos, se den o no en la escuela. En este sentido, que la ciudad sea integralmente educadora garantiza un acceso a la vida social que no necesariamente ha de partir de un centro escolar. No obstante, es en la escuela donde se dan los primeros pasos hacia el mundo social y donde se accede a las herramientas que favorecen la inclusin presente y futura de nios, nias y sus familias. La escuela ha de estar pre-parada para ello; las comunidades educativas han de estar formadas, concienciadas y seriamente comprometidas en compensar las desigualdades que nuestro modelo socioeconmico genera, porque el absentismo y la exclusin no es un problema individual sino contextual y sistmico, en la lnea de autnticas "comunidades de aprendizaje. Todo esto implica que: - Los centros y las actividades deben ser accesibles para todos. Las actividades deben progra-marse con criterios inclusivos. - Su profesorado ha de ser experto en inclusin social, absentismo escolar, atencin a la diversi-dad, coeducacin, innovacin educativa, poltica social y municipal... Dicha formacin ha de res-ponder al contexto en que se encuentra el centro, para ofrecerse a toda la comunidad y al barrio como una herramienta de primer orden. - Las comunidades educativas han de trascender las paredes de los centros escolares, participan-do colectivamente en actuaciones integrales para todo el barrio. - Los equipos directivos de los centros deben movilizarse ante la administracin pblica para con-solidar claustros expertos y comprometidos con el proyecto que en cada centro-barrio se emprenda (la excesiva movilidad del profesorado limita y obstaculiza la ejecucin de proyectos que, en mate-ria de inclusin social, requieren un esfuerzo a largo plazo). Para dar respuesta a todo ello, necesitamos fortalecer y ampliar las competencias de las Comisio-nes Municipales de Absentismo e Inclusin Social para que los servicios sociales, las entidades y asociaciones pro-inclusin, ONG, equipos docentes, familias y delegados de la CEJA (Consejera de Educacin de la Junta de Andaluca) trabajen conjuntamente en el diagnstico de la situacin de la inclusin social de nios y nias en los distritos y en la elaboracin y ejecucin de programas integrales de distrito para el tratamiento del absentismo escolar y la exclusin de forma individuali-zada pero vinculada al contexto, favoreciendo la formacin del profesorado en las problemticas que cada barrio presenta, desarrollando programas educativos y culturales vecinales, que impulsen acciones dentro y fuera del barrio, evitando el modelo gueto-segregacin, promoviendo la partici-pacin activa de entidades y ONG para la implementacin de proyectos de educacin para el desa-rrollo, tanto a nivel formal (escuelas) como informal (barrios) y creando espacios y tiempos para la formacin de las familias, empoderndolas en relacin con el futuro educativo de sus hijos e hijas. El ayuntamiento aportar personal de apoyo en algunas actuaciones para asegurar la participacin de todos los nios y nias. 3.3. Creacin de las Oficinas de Espacios Escolares de distrito. De estas oficinas dependern las necesidades de mantenimiento e infraestructura de los centros y la modificacin de los espa-cios de los mismos tomando como base criterios pedaggicos y didcticos. Estos criterios se de-ben basar en la superacin de la compartimentacin y segregacin, primando la creacin de espa-cios flexibles que favorezcan las interacciones. Tambin podran asumir la informacin y orienta-cin a la ciudadana en relacin a la solicitud de plazas escolares.

  • 4. Una ciudad inteligente Hacia una ciudad de escuelas abiertas e innovadoras. Recuperacin del CMIDE (Centro Municipal de Dinamizacin e Innovacin Educativa), como se ha recogido anteriormente. En los primeros gobiernos democrticos municipales se cre en Sevilla el Centro Municipal de Dinamizacin e Innovacin educativa. El CMIDE puso en marcha un conjun-to de itinerarios ciudadanos y de materiales para fomentar el conocimiento de Sevilla desde un punto de vista ambiental, cultural y patrimonial. Estas acciones llevaban un complemento formativo para los docentes implicados y una propuesta de trabajo previo y posterior en el aula como forma de promover el cambio en las prcticas cotidianas en la perspectiva de un modelo de enseanza-aprendizaje basado en la investigacin de los estudiantes. El CMIDE que proponemos hoy tendra los siguientes objetivos: - Promover el desarrollo de los principios de la Carta de las Ciudades Educadoras y los programas formativos transversales mencionados anteriormente. - Promover las iniciativas propias del movimiento de La ciudad de las nias y nios. - Impulsar un programa de apoyo a la innovacin educativa de los docentes sevillanos basado en "ciclos de mejora" de la prctica de aula, siguiendo la lgica de disear, experimentar y evaluar cambios basados en los aportes de la investigacin educativa. En ese sentido, se promovern equipos de trabajo con profesorado de nivel no universitario y profesorado universitario experto en formacin del profesorado. - Puesta en marcha del programa de interaccin escuela-barrios, en el doble sentido de entrada de las familias y los barrios en los centros y de salida de los docentes y estudiantes a conocer y trabajar con las realidades y problemas del contexto. - Fomento de planes de participacin, innovacin y democratizacin de los centros, poniendo en valor e impulsando el funcionamiento del Consejo de Coordinacin Educativa y de la figura del representante municipal en los consejos escolares, incluso fomentando su participacin en los equipos tcnicos de coordinacin pedaggica y en los Equipos de Orientacin Educativa. Se trata de elegir personas con el perfil adecuado para impulsar estos planes y de coordinarlos tanto en el distrito como en el municipio, buscando el flujo de informacin entre ste y los centros escolares. 5. Objetivos que es necesario destacar en un programa divulgativo 5.1. Programa de escuelas ecolgicas y sostenibles (autnticas eco-escuelas). 5.2. Proyectos educativos de Ciudad y de Distritos. 5.3. Sevilla "Ciudad de los nios y nias". 5.4. Programas integrales de distrito de lucha contra el absentismo y la exclusin. 5.5. Huertos sociales ecolgicos urbanos. 5.6. Plan de formacin del profesorado basado en la innovacin educativa.