Comunidades Altiplánicas de Bolivia conservan Su Música

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Comunidades altiplánicas conservan su historia y tradición a partir de la música Desde sus inicios, la música como el lenguaje han jugado un papel muy importante en el desarrollo de todas las comunidades del altiplano del departamento de La Paz, convirtiéndose en una forma de describir y relatar el mundo y los hechos, para luego dar testimonio a las futuras generaciones de manera funcional y de socialización dentro de sus rituales, explicó el etnólogo Javier Molina. En este contexto, la música se ha utilizado no sólo para la descripción sino que desde siempre a acompañando la vida diaria de los habitantes, que en algunos lugares aún está regida por el ciclo ritual agrícola, que marca el ritmo de la vida no sólo del hombre sino de todo aquello que tiene vida incluida la música, los instrumentos y la ejecución de los mismos. "La música, dentro de la comunidad, no es vista desde un punto estético y de consumo, sino como parte de los acontecimientos importantes en los que todos participan y tienen un lugar o una función, y es por eso que existe un instrumento para cada época y un ritmo para cada ocasión", señaló el etnomusicólogo Filemón Quispe. La música tiene una época que corresponde a las diferentes épocas del calendario agrícola, como las tarkas, pinquillos, mohoseños, ocarinas o todo aquel que tenga "pico" (boquilla), pertenecen al "Jallu pacha", época de lluvias o época de la mujer, por representar la fertilidad de la tierra y de la cosecha, razón por la que los bailarines y músicos se adornan con flores y frutos.

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Comunidades altiplnicas conservan su historia y tradicin a partir de la msicaDesde sus inicios, la msica como el lenguaje han jugado un papel muy importante en el desarrollo de todas las comunidades del altiplano del departamento de La Paz, convirtindose en una forma de describir y relatar el mundo y los hechos, para luego dar testimonio a las futuras generaciones de manera funcional y de socializacin dentro de sus rituales, explic el etnlogo Javier Molina.

En este contexto, la msica se ha utilizado no slo para la descripcin sino que desde siempre a acompaando la vida diaria de los habitantes, que en algunos lugares an est regida por el ciclo ritual agrcola, que marca el ritmo de la vida no slo del hombre sino de todo aquello que tiene vida incluida la msica, los instrumentos y la ejecucin de los mismos.

"La msica, dentro de la comunidad, no es vista desde un punto esttico y de consumo, sino como parte de los acontecimientos importantes en los que todos participan y tienen un lugar o una funcin, y es por eso que existe un instrumento para cada poca y un ritmo para cada ocasin", seal el etnomusiclogo Filemn Quispe.

La msica tiene una poca que corresponde a las diferentes pocas del calendario agrcola, como las tarkas, pinquillos, mohoseos, ocarinas o todo aquel que tenga "pico" (boquilla), pertenecen al "Jallu pacha", poca de lluvias o poca de la mujer, por representar la fertilidad de la tierra y de la cosecha, razn por la que los bailarines y msicos se adornan con flores y frutos.

Esta poca tambin es la de la formacin de parejas nuevas, que comienza con Todos Santos, tiempo en el que se hace el cambio de instrumentos y msica, para melodas ms festivas con las que los jvenes se conocen.

Son varias las festividades que son acompaadas de msica y que describen en su interpretacin y su danza una ritual, y se transmiten de generacin en generacin. Una de las ms conocidas es el Anata que conocemos como carnaval, donde tocan tarkas y mohoseadas, donde los bailarines y msicos estn adornados con flores. Representa el afloramiento de las siembras y la cosecha de las mismas, los pinquillos tienen otras caractersticas y acompaan a la formacin de nuevas parejas de jvenes que se conocen en esta fiesta. Luego de la cosecha acompaara tambin la reparticin de nuevas tierras a los nuevos matrimonios, manifest Quispe.

Entre otros ejemplos, est la Phuna que es caracterstica de Copacabana, donde los jvenes hacen competencias entre comunidades, esta se da con el primer fruto o la primera flor de la papa que es challada en los mismos surcos, por lo que en representacin del ritual, este ritmo se baila en filas de uno, simulando el paso por los surcos.

Tambin en Puerto Prez se ve el Chayaway Anata que se da y coincide con la challa de los ganados y las tierras. Los ahijados van a visitar a sus padrinos con esta msica, con una tonada exclusivamente social. Al igual que waycheos que suenan despus de la cosecha, por abril, anuncian una nueva distribucin de las tierras.

Estas ceremonias, en los ltimos aos, ha tomado otro color, ya que antes por la forma de produccin, se redistribua la tierra para que una parcela descanse mientras otra produca, sin embargo ahora la tierra produce todo el tiempo, as que se ha perdido parte de la ritualidad y con esto tambin ciertas melodas", manifest el recopilador de msica tnica, Eulogio Yari.

De la misma forma, con la fiesta de 3 de Mayo o de la Cruz del Sur comienza el descanso de la tierra y con ellos la poca seca o poca del varn, donde se cambiara de instrumentos, por aquellos que estn hechos de caa, como el siku o las quenas.

"Se interpretan los instrumentos de tubos abiertos, la noche de tres de mayo es una de las ms importantes, hay msicas en todas las comunidades, en Charazani estn los kantus, ritmo cadencioso que se identifica por su armona de quintas paralelas y sincopa, en la provincia Camacho tenemos el sikuri mayor o sikuris de italaque", manifest Yari.

Segn el investigador fuera del departamento de La Paz se tiene una de las fiestas ms importantes de la poca seca en el norte de Potos, la del tinku o encuentro en la que las comunidades salen con msica de jula jula, sikuras y roleanos, que desatar una pelea entre comunidades, donde se da el robo de las muchachas, quienes tendrn cintas de colores y espejos en su sombrero para encandilar a los hombres.

Muchas de estas festividades han ido desapareciendo con el desarrollo de las comunidades y sus nuevas formas de economa, que han dejado de lado la agricultura, sin embargo, por su transmisin han migrado hacia las ciudades cambiando su ritualidad.