CONCEPTO+DE+NORMALIDAD+Y+ANORMALIDAD+PSÍQUICA
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CONCEPTO DE NORMALIDAD Y ANORMALIDAD PSÍQUICA
Autora: PS. María Isabel Mardones Gutiérrez.
Una definición de “Anormalidad Psíquica”, requiere, como tarea previa,
precisar el concepto subordinante de “normalidad”.una valorativa o teológica, y la otra,
empírico estadística.
El enfoque teológico supone un cierto arquetipo ideal de hombre y considera
“anormal”, a todo aquel que se desvíe del modelo El concepto empírico-estadístico,
incluye, dentro de la “normalidad”, a quienes presentan el conjunto de cualidades,
poseídas por la mayoría de los seres humanos, siendo, “anormales”, por lo tanto,
aquellos que se alejan significativamente de la tendencia central.
Ambos enfoques son problemáticos. El criterio valorativo, planteado de la
manera recién expuesta, entrega el juicio sobre la “normalidad”, a la opinión subjetiva
de un determinado investigador, lo que hace prácticamente imposible su uso en la
investigación científica (exceso de criterios diversos, incomparabilidad de los
resultados, etc). El criterio estadístico, por su parte, se ve afectado por factores
culturales: lo que se considera “normal”, por la frecuencia, en una cultura dada, puede
considerarse “anormal” en otra. Además, la utilización indiscriminada de las medidas
de tendencia central puede llevar a considerar “normales” fenómenos que a todas luces
no lo sean: El clásico ejemplo de las caries dentales, citado por Jaspers.
Como un modo de resolver las dificultades que surgen al analizar en detalle
los criterios valorativos y objetivos, Roa (1981), propone: La “normalidad” o
“anormalidad” de un individuo, no puede ser decidida en última instancia, ni por reglas
del promedio estadístico, ni por normas valorativas, sino por normas que derivan de un
concepto fenomenológico de hombre. Este concepto, ve en él un cierto número de
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propiedades agrupadas en un orden y apoyadas mutuamente entre sí, de tal manera que
cada una contribuye al mejor desarrollo de las otras y recibe, a su vez, un apoyo
similar.
Lo “anormal”, no es entonces, el grado expresivo exorbitante alcanzado por
una propiedad determinada, sino la medida en que perturba el desenvolvimiento de las
otras.
La “normalidad”, por consiguiente, no puede ser comprendida en abstracto.
Depende, más bien, de las normas culturales, las expectativas y valores de la sociedad,
sesgos profesionales, diferencias raciales e incluso, del clima político imperante que
puede limitar o ampliar la tolerancia frente a una “desviación psíquica”