Concierto navideÐo en la NezahualcÒyotl segÙn la Òptica de Gilberto Guevara Niebla ·...

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Viernes 14 de diciembre de 2018 EL UNIVERSAL E14 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Rafael López [email protected] Concierto navideño en la Nezahualcóyotl La Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la UNAM, dirigida por Gustavo Rivera Weber, el tenor Alan Pingarrón y el Coro del Conservatorio Nacional de Música, interpretarán un concierto navideño con música de Bach, Händel, Mozart, Schubert y Eduardo Andrade Moncada, entre otros, el 16 de diciembre, a las 18:00 horas, en la Sala Nezahualcóyotl, en el Centro Cultural Universitario. ESPECIAL Gran polémica por experimento genético A propósito del caso del genetista chino He Jiankui, ahora expulsa- do de la Universidad de Hong Kong por haber llevado a cabo un experimento con embriones hu- manos, Félix Recillas Targa, direc- tor del Instituto de Fisiología Ce- lular de la UNAM, consideró que dicho experimento es inadmisible porque los embriones estaban sa- nos y fueron modificados genéti- camente, lo cual causó una muta- ción en el gen CCR5 para que las niñas que nacieron a partir de ellos fueran resistentes a una infección por el virus de inmunodeficiencia humana que tiene su padre. Obsesión por el crecimiento continuo y perpetuo Según Luca Ferrari, científico del Centro de Geociencias de la UNAM, la obsesión de la humani- dad por el crecimiento continuo y perpetuo, que ha sido posible gra- cias a las grandes cantidades de energía barata que obtiene a partir de los combustibles fósiles, es una enfermedad general cuyo síntoma es el cambio climático. “El sistema humano se ha expandido dramá- ticamente y ha alterado los siste- mas ecológicos, de los que depen- demos para nuestra superviven- cia. No podemos crecer infinita- mente en un planeta finito, y es- tamos llegando a sus límites.” ESPECIAL El 68, según la óptica de Gilberto Guevara Niebla El entonces delegado de la Facultad de Ciencias de la UNAM ante el CNH fue uno de los principales líderes del movimiento estudiantil que cimbró a la sociedad mexicana A propósito de la reciente apa- rición de su libro 1968 explica- do a los jóvenes , Gilberto Gue- vara Niebla, delegado de la Fa- cultad de Ciencias de la UNAM ante el Consejo Nacional de Huelga (CNH) du- rante el movimiento estudiantil de ese año, con- sidera que éste tuvo una serie de consecuencias políticas de muy diversa índole y un desenlace tan traumático que, por lo mismo, es pertinente no olvidarlo. Sobre los motivos que lo impulsaron a escribir su versión de ese capítulo de la historia nacional, el ex líder estudiantil y hoy funcionario de la Secretaría de Educación Pública señala: “Uno de ellos tiene que ver con mi convicción de que es precisamente el pasado el que puede dar herramientas para edificar el presente y per- filar el futuro. Otro motivo fue constatar que los jóvenes de ahora cuentan con poca información de lo sucedido hace 50 años y que viven con una gran prisa, obsesionados con el presente, y des- cuidan el pasado. Pero, sin duda, la motivación principal la encontré en la estrecha relación con mis alumnos de la licenciatura y el posgrado de Pedagogía de la UNAM; con ellos surgió la idea de escribir este libro.” Por lo que se refiere al origen del movimiento estudiantil del 68, Guevara Niebla habla de las dos teorías que siguen manejándose hasta la fe- cha: que fue espontáneo, por un lado, y que fue consecuencia de una provocación, por el otro. “Las dos teorías tienen fundamentos. Aún hoy resulta difícil entender cómo a raíz de un pleito callejero intrascendente suscitado el 22 de julio en la plaza de La Ciudadela, el ejército in- tervino el 30 de julio, de manera injustificada, en San Ildefonso. Los chamacos se pelearon en la calle con los granaderos, pero era un asunto po- licíaco. Días después llegaron los soldados a ‘to- mar’ las preparatorias 1 y 2, así como la Voca- cional 5. Esa intervención ilógica del ejército ha- ce pensar en la provocación. Es posible que sí la haya habido, cómo no; pero lo cierto es que esa intervención generó una respuesta auténtica tanto del rector de la UNAM, Javier Barros Sie- rra, como de los estudiantes.” Provocadores Desde un principio, Guevara Niebla y sus com- pañeros percibieron que la intervención militar era brutal. Ahora bien, al tratar de identificar a los provocadores y a los agentes encubiertos del ejército y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos que tal vez actuaban dentro del movimiento pa- ra desvirtuarlo y presentarlo como violento, hi- cieron un descubrimiento durante el mitin del 5 de agosto en el Zócalo, justamente cuando Só- crates Amado Campos Lemus, delegado de la Escuela Superior de Economía del IPN ante el CNH, tomó la palabra. “Apenas lo escuchamos, nos dimos cuenta de que, en contraste con el discurso de los otros oradores, el de Sócrates era radical: práctica- mente estaba llamando a las armas. Él era un tipo desaforado, pero hablaba de manera arti- culada, hay que decirlo. Desde ese momento, Raúl Álvarez Garín (delegado de la Escuela de Físico-Matemáticas del IPN ante el CNH) y yo dijimos: ‘Parece policía’.” En opinión de Guevara Niebla, la provocación sí existió y dio lugar a una respuesta auténtica de los universitarios y politécnicos; luego, de manera espontánea, éstos se organizaron. “Y cuando digo ‘de manera espontánea’, quie- ro decir que ningún grupo o partido político es- taba guiando el movimiento. Era más bien una insurgencia espontánea.” Se ha dicho que el verdadero disparador del movimiento del 68 fue la violación de la auto- nomía universitaria. Al respecto, el ex líder es- tudiantil comenta: “Cuando el ejército derribó de un bazucazo la puerta de la Preparatoria 1, surgió una ola de indignación entre los universitarios. Todos reaccionamos ante esa barbaridad. En realidad, al interrumpir las actividades normales de la UNAM, el ejército violó el principio universi- tario de autonomía; pero no sólo eso: también atropelló los valores de la UNAM: la libertad, la inteligencia, la razón. Todo eso provocó un sis- mo social que hizo reaccionar al rector Barros Sierra frente al presidente Díaz Ordaz, lo cual representó un acto de valor civil único, con po- cos precedentes.” Para Guevara Niebla, el rector Barros Sierra siempre fue una persona admirable, aun desde antes del 68. “Era un hombre alto, afable, vigoroso, con un trato extraordinario con los jóvenes. Cuando lle- gábamos a su oficina en actitud desafiante, nos dejaba impresionados con sus palabras. Demos- tró un gran valor cívico al desafiar al presidente luego de la agresión a la Preparatoria 1. No nos engañemos: en aquella época, nadie que no fue- ra el presidente podía decidir tal cosa.” Violencia terrorífica La vida de todos y cada uno de los jóvenes que participaron en el movimiento estudiantil del 68 y, sobre todo, de los que fueron detenidos, torturados y encarcelados se vio afectada bru- talmente. Guevara Niebla reflexiona sobre este p u n to : “Recuperarse de los hechos de la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco y del trauma de ha- ber sido detenido, torturado y encarcelado ha sido difícil. La solución violenta que se le aplicó al movimiento fue terrorífica, nadie la esperaba. A unos los envió a la tumba; a otros nos envió al Campo Militar Número Uno, a la cárcel. Que nos quitaran tres años de nuestra vida tuvo un efecto traumático tremendo en mí y en mis compañero s.” El movimiento estudiantil del 68 fue un ejer- cicio liberador, juvenil, democrático, alegre y fes- tivo. Sin embargo, con la masacre de Tlatelolco se le ocasionó un trauma a la sociedad mexicana que ha marcado la historia política del país. El ex líder estudiantil hace un balance final: “A partir del movimiento del 68, la gente se politizó, pero mal, porque cuando se le aplasta con tal energía, lo que se obtiene de ella es amar- gura y rechazo a la democracia, a la ley y al Es- tado. Así, surgieron cientos de movimientos so- ciales. Por todas partes —en la Ciudad de Mé- xico, Ciudad Nezahualcóyotl, Monterrey, Gua- dalajara, Torreón, Chihuahua…— se encontra- ban activistas del 68, trabajando con los obreros y campesinos. Ese activismo no se ha detenido en 50 años; es una actividad política signada por el movimiento del 68 que todavía desdeña los procedimientos democráticos. Asimismo, a ini- ciativa de los gobernantes, se impulsó la reforma electoral de 1977 que establece, hasta la fecha, la posibilidad de tener elecciones libres y creíbles, como las del pasado 1 de julio. Si se pone aten- ción, son dos procesos: uno de politización po- pular y otro, en las esferas gubernamentales, de cambio hacia la democracia. Lo que aún no te- nemos es cultura democrática. Se realizan elec- ciones, pero no se respeta la ley, más bien se le desprecia. Hay violencia, pero no sólo la del cri- men organizado, de los delincuentes, sino tam- bién la de los ciudadanos que no valoran la ley. De modo que lo que nos falta es cultura demo- crática, es decir, nos falta formar ciudadanos. Ésta es mi conclusión.” b “A partir del movimiento del 68, la gente se politizó, pero mal, porque cuando se le aplasta con tal energía, lo que se obtiene de ella es amargura y rechazo a la democracia, a la ley y al Estado” GILBERTO GUEVARA NIEBLA Libro de bolsillo bbb 1968 explicado a los jóvenes, de Gil- berto Guevara Niebla (Fondo de Cultura Económica), tiene un formato de libro de bolsillo y apenas 126 páginas divididas en 21 capítulos subtitulados, en las que se hace una relación de hechos del movi- miento que cimbró a la sociedad mexi- cana de entonces. “Soy profesor y casi siempre escribo con la idea de presentar los argumentos articulados para lograr que el alumno tenga una mejor comprensión de lo que le e”, indica Guevara Niebla, quien es doc- tor en Educación por el Instituto de Edu- cación de la Universidad de Londres, I n g l a te r r a . JUAN ANTONIO LÓPEZ El ex líder universitario.

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Viernes 14 de diciembre de 2018 EL UNIVERSALE14 CU LT U R A

PROYECTO UNAM Texto: Rafael Lópezrl o p e z g @h o t m a i l.c o m

Concierto navideño en la NezahualcóyotlLa Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata de la UNAM, dirigida porGustavo Rivera Weber, el tenor Alan Pingarrón y el Coro del ConservatorioNacional de Música, interpretarán un concierto navideño con música deBach, Händel, Mozart, Schubert y Eduardo Andrade Moncada, entre otros,el 16 de diciembre, a las 18:00 horas, en la Sala Nezahualcóyotl, en el CentroCultural Universitario.

E S P E

C I A L Gran polémica

por experimentog e n é ti coA propósito del caso del genetistachino He Jiankui, ahora expulsa-do de la Universidad de HongKong por haber llevado a cabo unexperimento con embriones hu-manos, Félix Recillas Targa, direc-tor del Instituto de Fisiología Ce-lular de la UNAM, consideró quedicho experimento es inadmisibleporque los embriones estaban sa-nos y fueron modificados genéti-camente, lo cual causó una muta-ción en el gen CCR5 para que lasniñas que nacieron a partir de ellosfueran resistentes a una infecciónpor el virus de inmunodeficienciahumana que tiene su padre.

Obsesión porel crecimientocontinuo y perpetuoSegún Luca Ferrari, científico delCentro de Geociencias de laUNAM, la obsesión de la humani-dad por el crecimiento continuo yperpetuo, que ha sido posible gra-cias a las grandes cantidades deenergía barata que obtiene a partirde los combustibles fósiles, es unaenfermedad general cuyo síntomaes el cambio climático. “El sistemahumano se ha expandido dramá-ticamente y ha alterado los siste-mas ecológicos, de los que depen-demos para nuestra superviven-cia. No podemos crecer infinita-mente en un planeta finito, y es-tamos llegando a sus límites.”

E S P E

C I A L

El 68, según laóptica de GilbertoGuevara NieblaEl entonces delegado dela Facultad de Ciencias dela UNAM ante el CNH fueuno de los principaleslíderes del movimientoestudiantil que cimbró ala sociedad mexicana

A propósito de la reciente apa-rición de su libro 1968 explica-do a los jóvenes, Gilberto Gue-vara Niebla, delegado de la Fa-cultad de Ciencias de la UNAM

ante el Consejo Nacional de Huelga (CNH) du-rante el movimiento estudiantil de ese año, con-sidera que éste tuvo una serie de consecuenciaspolíticas de muy diversa índole y un desenlacetan traumático que, por lo mismo, es pertinenteno olvidarlo.

Sobre los motivos que lo impulsaron a escribirsu versión de ese capítulo de la historia nacional,el ex líder estudiantil y hoy funcionario de laSecretaría de Educación Pública señala:

“Uno de ellos tiene que ver con mi convicciónde que es precisamente el pasado el que puededar herramientas para edificar el presente y per-filar el futuro. Otro motivo fue constatar que losjóvenes de ahora cuentan con poca informaciónde lo sucedido hace 50 años y que viven con unagran prisa, obsesionados con el presente, y des-cuidan el pasado. Pero, sin duda, la motivaciónprincipal la encontré en la estrecha relación conmis alumnos de la licenciatura y el posgrado dePedagogía de la UNAM; con ellos surgió la ideade escribir este libro.”

Por lo que se refiere al origen del movimientoestudiantil del 68, Guevara Niebla habla de lasdos teorías que siguen manejándose hasta la fe-cha: que fue espontáneo, por un lado, y que fueconsecuencia de una provocación, por el otro.

“Las dos teorías tienen fundamentos. Aúnhoy resulta difícil entender cómo a raíz de unpleito callejero intrascendente suscitado el 22 dejulio en la plaza de La Ciudadela, el ejército in-tervino el 30 de julio, de manera injustificada, enSan Ildefonso. Los chamacos se pelearon en lacalle con los granaderos, pero era un asunto po-licíaco. Días después llegaron los soldados a ‘to -mar ’ las preparatorias 1 y 2, así como la Voca-cional 5. Esa intervención ilógica del ejército ha-ce pensar en la provocación. Es posible que sí lahaya habido, cómo no; pero lo cierto es que esaintervención generó una respuesta auténticatanto del rector de la UNAM, Javier Barros Sie-rra, como de los estudiantes.”

P rovo ca d o resDesde un principio, Guevara Niebla y sus com-pañeros percibieron que la intervención militarera brutal. Ahora bien, al tratar de identificar alos provocadores y a los agentes encubiertos delejército y de la Agencia Central de Inteligencia(CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidosque tal vez actuaban dentro del movimiento pa-ra desvirtuarlo y presentarlo como violento, hi-cieron un descubrimiento durante el mitin del5 de agosto en el Zócalo, justamente cuando Só-crates Amado Campos Lemus, delegado de laEscuela Superior de Economía del IPN ante elCNH, tomó la palabra.

“Apenas lo escuchamos, nos dimos cuenta deque, en contraste con el discurso de los otrosoradores, el de Sócrates era radical: práctica-mente estaba llamando a las armas. Él era untipo desaforado, pero hablaba de manera arti-culada, hay que decirlo. Desde ese momento,

Raúl Álvarez Garín (delegado de la Escuela deFísico-Matemáticas del IPN ante el CNH) y yodijimos: ‘Parece policía’.”

En opinión de Guevara Niebla, la provocaciónsí existió y dio lugar a una respuesta auténticade los universitarios y politécnicos; luego, demanera espontánea, éstos se organizaron.

“Y cuando digo ‘de manera espontánea’, quie-ro decir que ningún grupo o partido político es-taba guiando el movimiento. Era más bien unainsurgencia espontánea.”

Se ha dicho que el verdadero disparador delmovimiento del 68 fue la violación de la auto-nomía universitaria. Al respecto, el ex líder es-tudiantil comenta:

“Cuando el ejército derribó de un bazucazo lapuerta de la Preparatoria 1, surgió una ola deindignación entre los universitarios. Todosreaccionamos ante esa barbaridad. En realidad,al interrumpir las actividades normales de la

UNAM, el ejército violó el principio universi-tario de autonomía; pero no sólo eso: tambiénatropelló los valores de la UNAM: la libertad, lainteligencia, la razón. Todo eso provocó un sis-mo social que hizo reaccionar al rector BarrosSierra frente al presidente Díaz Ordaz, lo cualrepresentó un acto de valor civil único, con po-cos precedentes.”

Para Guevara Niebla, el rector Barros Sierrasiempre fue una persona admirable, aun desdeantes del 68.

“Era un hombre alto, afable, vigoroso, con untrato extraordinario con los jóvenes. Cuando lle-gábamos a su oficina en actitud desafiante, nosdejaba impresionados con sus palabras. Demos-tró un gran valor cívico al desafiar al presidenteluego de la agresión a la Preparatoria 1. No nosengañemos: en aquella época, nadie que no fue-ra el presidente podía decidir tal cosa.”

Violencia terroríficaLa vida de todos y cada uno de los jóvenes queparticiparon en el movimiento estudiantil del68 y, sobre todo, de los que fueron detenidos,torturados y encarcelados se vio afectada bru-talmente. Guevara Niebla reflexiona sobre estep u n to :

“Recuperarse de los hechos de la Plaza de lasTres Culturas, en Tlatelolco y del trauma de ha-ber sido detenido, torturado y encarcelado hasido difícil. La solución violenta que se le aplicóal movimiento fue terrorífica, nadie la esperaba.A unos los envió a la tumba; a otros nos envióal Campo Militar Número Uno, a la cárcel. Quenos quitaran tres años de nuestra vida tuvo unefecto traumático tremendo en mí y en miscompañero s.”

El movimiento estudiantil del 68 fue un ejer-cicio liberador, juvenil, democrático, alegre y fes-tivo. Sin embargo, con la masacre de Tlatelolcose le ocasionó un trauma a la sociedad mexicanaque ha marcado la historia política del país. Elex líder estudiantil hace un balance final:

“A partir del movimiento del 68, la gente sepolitizó, pero mal, porque cuando se le aplastacon tal energía, lo que se obtiene de ella es amar-gura y rechazo a la democracia, a la ley y al Es-tado. Así, surgieron cientos de movimientos so-ciales. Por todas partes —en la Ciudad de Mé-xico, Ciudad Nezahualcóyotl, Monterrey, Gua-dalajara, Torreón, Chihuahua…— se encontra-ban activistas del 68, trabajando con los obrerosy campesinos. Ese activismo no se ha detenidoen 50 años; es una actividad política signada porel movimiento del 68 que todavía desdeña losprocedimientos democráticos. Asimismo, a ini-ciativa de los gobernantes, se impulsó la reformaelectoral de 1977 que establece, hasta la fecha, laposibilidad de tener elecciones libres y creíbles,como las del pasado 1 de julio. Si se pone aten-ción, son dos procesos: uno de politización po-pular y otro, en las esferas gubernamentales, decambio hacia la democracia. Lo que aún no te-nemos es cultura democrática. Se realizan elec-ciones, pero no se respeta la ley, más bien se ledesprecia. Hay violencia, pero no sólo la del cri-men organizado, de los delincuentes, sino tam-bién la de los ciudadanos que no valoran la ley.De modo que lo que nos falta es cultura demo-crática, es decir, nos falta formar ciudadanos.Ésta es mi conclusión.” b

“A partir del movimiento del 68,la gente se politizó, pero mal,porque cuando se le aplasta contal energía, lo que se obtiene deella es amargura y rechazo a lademocracia, a la ley y al Estado”GILBERTO GUEVARA NIEBLA

Libro de bolsillobbb 1968 explicado a los jóvenes, de Gil-berto Guevara Niebla (Fondo de CulturaEconómica), tiene un formato de libro debolsillo y apenas 126 páginas divididas en21 capítulos subtitulados, en las que sehace una relación de hechos del movi-miento que cimbró a la sociedad mexi-cana de entonces.

“Soy profesor y casi siempre escribocon la idea de presentar los argumentosarticulados para lograr que el alumnotenga una mejor comprensión de lo quele e”, indica Guevara Niebla, quien es doc-tor en Educación por el Instituto de Edu-cación de la Universidad de Londres,I n g l a te r r a .

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El ex líder universitario.