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    elExtremoSurDE LA PATAGONIA

    EL EXTREMO SUR DE LA PATAGONIA

    es una publicacin de Editorial Revuelto

    Magallanes. Propietario: Cristian Aliaga.

    Francia 731, Comodoro Rivadavia, Chubut.

    Tel. (0297) 155098191

    e-mail: [email protected]

    Registro en trmite.

    Correspondencia exclusivamente a:

    Casilla de Correo N 246 (9000)

    Comodoro Rivadavia, Chubut, Argentina.

    EL EXTREMO SUR DE LA PATAGONIA SET IEMBRE-OCTUBRE DE 2009 SEGUNDA EPOCA AO I I N 22 EDITORES: CR IST IAN AL IAGA - ANDRES CURSARO

    N22c o n f i n e s A R T E Y C U L T U R A D E S D E L A P A T A G O N I A

    JORGE

    BOCCANERA

    HAY GENTEQUE NO SECOMPROMETENI CONLA PROPIAIMAGINACIN

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    HERTA MLLER

    EL PAISAJEDE LOSDESPOSEDOS

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    OSVALDOLAMBO

    RGH

    INIDEL EXILIOAL CINISMO2

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    OSVALDOL

    AMB

    ORGHINI

    DELEXILIOALCINISMO

    Como es el caso de muchos escritores argentinos del siglo veinte, OsvaldoLamborghini (Buenos Aires 1940-Barcelona 1985), pas parte de su vidaen el exilio, y muri en el anonimato en Barcelona despus de varios aosfuera de su pas natal. Sostenemos en este ensayo que la obra deLamborghini nos obliga a repensar la posibilidad del exilio comoposicionamiento investigativo y artstico. Muchos tericos, por ejemploAdorno, Said y Eagleton, plantean el exilio intelectual como productivoen trminos artsticos, positivo en el sentido moral, subversivo en elcampo poltico, y loable en trminos ticos.

    Proponemos que tal representacindel exilio, explicado por Darko Su-vin (2005) en un artculo reciente,basada etimolgica y lgicamen-te en la salida involuntaria del in-

    dividuo por razones polticas de un pas o patria aqu siente una adhesin sentimental, depende de laexistencia de y pertenencia a una nacin. La mez-cla de actitudes agresivas e indiferentes que demues-tra Lamborghini hacia la nacin, su compromisocon la libre expresin ms escandalosa, y su cues-tionamiento del sentido comn poltico y moral,ofrecen una posicin intelectual alejada de lo queest identificada en la teora del exilio. Esta posi-cin demuestra ciertas semejanzas al Cinismo cl-sico, o kinismuspara utilizar el trmino favorecidopor Sloterdijk, en particular su concepto del ciuda-dano del universo, o kosmopolits. Lamborghiniocupa una posicin que titula vida de hotel (tr-mino apropiado de las memorias de autor de Mar-tn Fierro, Jos Hernndez), en vez de la calle, lamesa de la cafetera, o la casa privada, los tpicostopoi del exiliado. Esta posicin borra los trazos

    nacionales del exilio en la obra de Lamborghini,pero simultneamente ofrece un espacio para lainclusin de elementos literarios y plebeyos de ca-rcter internacional, que traspasan fronteras y cues-tionan la pertenencia del sujeto a una nacin. Ensu vida de hotel, Lamborghini a la vez se retiradel mundo y deviene un Cnico ciudadano del mun-do, y emprende una crtica hecha posible por suvisin muy particular del exilio. De este modo elsitio que ocupa Lamborghini fuera de la Argentinaes de una proliferacin perversa e internacional deobjetos del deseo.

    En el exilio, Lamborghini encuentra habitacio-nes de hotel srdidas y otros aislados no-lugares,para utilizar el trmino de Marc Aug, donde puedeexperimentar con el placer perverso y sus ataquescontra la nacin, y existe una uniformidad notable

    en actitud entre sus poemas pre- y pos-exilio, encontradiccin de lo que uno podra llegar a esperarde un poeta que abandona su pas natal. Propone-mos que la obra de Lamborghini plantea dos pre-guntas: primero qu ocurre si antes uno no habapertenecido, y por ende no tena una nacin comoobjeto deseado?; y segundo, que seran las conse-cuencias de la existencia de un sitio que permita lareconcepcin del pertenecer, segn la eleccinesttica del individuo.

    El poema Aceite de colza seala el exilio deLamborghini en Catalua, y es, por eso, un exce-lente punto de partida para investigaciones de suobra en el exilio.

    ACEITE DE COLZA

    Jeta morada, culo verde.

    Cmo dice el corazn,esto dicho en Val, Valverde?Ostias! Estamos en Espaa:

    Espaa, la imbcil.Ahora, slo poemas divertidos,slo el ridculodespus de la terrorfica

    prdida de la lengua.Espaa:

    Espaa, la imbcil.ostras?vosotras? (vos, ostras?)En catalunya Trancat en lugar de Cerrado:Closed, please, Closed ydnt cry for me Argentina (?)

    (debe haber algo peor todavaque ser un canallay, encima, boludo)inteligente: poco

    El ocano Atlntico es una/inmensidad irreversibleNo harn jams un mundo estos pueblitos[]Espaa es una mentira, no un mito.Espaa es vil, como toda desgracia.[]De los sueos

    De la mitad del mundo.De Viena invadida por los Nazisy de Buenos Aires:Buenos Aires.Espaa aqu. Es aqu:la nostalgia del significante.

    (Lamborghini 2004 357-60 [1982])

    El exiliadodesagradable Lamborghini es uno de los exiliados menos agra-dables, y no hace ningn esfuerzo para retratar asus nuevos anfitriones en trminos favorables. Elpoema abre con dos insultos, jeta morada, culoverde, y su ttulo hace referencia a uno de los acon-tecimientos ms escandalosos de los aos inmedia-tamente posteriores a la dictadura de Franco, enconcreto, la venta de aceite de colza contaminadocon qumicos y que caus la muerte de 700 perso-nas y envenen a 60.000 en la primera mitad de1981. El poema entonces propone una visin deEspaa como atrasada, arrogante, ni siquiera unanacin, es decir, crticas mordaces para la nuevaEspaa, consolidada en su constitucin democrti-ca de 1978.

    En su contenido temtico y sus referencias cul-turales el aceite de colza de su ttulo, el empleo depalabras en cataln, y rasgos de castellano peninsu-lar Aceite de colza s reconoce un cambio deposicin geogrfica, en concreto su mudanza a Bar-celona en 1982. As Lamborghini juega con dosposiciones: el exiliado sorprendido por su nuevaposicin, como en la curiosidad que expresa en elprimer verso de la segunda estrofa, ostras?, o elintento fallido de escribir en cataln que se encuen-tra en Trancat (cerrado en cataln sera tan-cat); y la misma actitud de burla y agresin de susprimeros poemas. La vida de hotel le ofrece unespacio en forma de caparazn o caracol para suescritura y perversin que es, a la vez, anti-nacio-nal, inter-nacional, y, en cierto sentido, supra-na-cional, una burbuja para el Cnico como observa-dor y ciudadano del universo.

    Anti-lgico

    e irrespetuoso Seales geogrficas aparecen con frecuencia eneste poema, por ejemplo Valverde (cerca de Bar-celona), catalunya (que pierde su mayscula ini-cial) y Espaa misma. Simultneamente, hay re-ferencias a los cambios lingsticos que marcan lasdiferencias entre naciones: Ostias!, por ejem-plo, es un improperio peninsular mal escrito y engeneral rara vez escuchado en el habla de los Ar-gentinos. Lamborghini parece sugerir que habr uncambio en su potica y temtica cuando anunciasolo poemas divertidos ahora; esto se relacionacon la terrorfica | prdida de la lengua que sepodra vincular con el trauma del exilio. Pero dos

    elementos deben hacernos vacilar antes de leer elpoema como tpico producto del autor en el exilio:en primer lugar, no hay, estrictamente, una prdi-da de lengua en el traslado desde la Argentina aEspaa, ya que los dos pases hablan variedadesde castellano, entre otros idiomas; en segundo lu-gar, la agresiva actitud de Lamborghini para conEspaa no ofrece diferencias notables de la actituddemostrada hacia la Argentina, y es de ningunamanera caracterstica de la poesa festiva sugeridapor la frase poemas divertidos. El enfoque deLamborghini es anti-lgico y irrespetuoso; por lotanto la cita incorrecta de Tim Rice, el libretista deAndrew Lloyd-Webber, dnt cry for me Argenti-na. La cita funciona en distintos niveles: primero,irnicamente toma la cumbre de kitsch o mal gustoy clis como modelo para la elega del exilio; se-gundo, enfoca la Argentina desde una perspectiva

    doblemente extranjera: un exiliado citando las pa-labras de un extranjero; y finalmente, est mal enla lengua extranjera, y por eso, como Trancatsubraya a propsito la asimilacin incorrecta delexiliado a su estado como extranjero: un intento desubrayar la torpeza del exiliado, pero al mismo tiem-po una muestra de indiferencia hacia esta mismatorpeza. Simultneamente, la inclusin de palabrasen ingls, en particular Closed y please pone

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    de relieve la importancia del turismo en la capitalcatalana, y la importancia del ingls en toda Espa-a, otra amenaza a la unidad nacional. Parece quelos indicadores de la pluralidad lingstica y la pe-netrabilidad de las fronteras que Lamborghini ha-ba detectado en la Argentina, se encuentran exa-gerados y agravados en Espaa. Su fracaso comobuen exiliado culmina en otro insulto contra Es-paa, estos pueblitos, mofa que recalca la divi-sin de Espaa en distintos grupos lingsticos y

    culturales: para Lamborghini, Espaa representauna ilusin y una mentira. En vez de causar trau-ma, el exilio sencillamente ofrece un sitio para susdiatribas.

    La soledad,la prdida El solitario verso de la tercera estrofa, que ex-presa la imposibilidad de recruzar el Atlntico, po-dra ser visto como contradiccin de todo lo que

    da en Espaa una ruptura, sino tambin que su pro-pia existencia como argentino se predica en el mis-mo viaje al revs. En Barcelona entonces se puededecir que demuestra Lamborghini lo siguiente: elpapel clave de los espaoles, italianos y otros eu-ropeos en la construccin de la Argentina, comocolonizadores y el otro; la funcin de la Argenti-na y el nuevo mundo en general en la identidad es-paola y catalana; adems, y an ms radical, quelo nacional es por necesidad extranjero: y en con-

    clusin, que la nacin no importa. Por eso se puedesostener que Lamborghini crea la siguiente posi-cin potica: fuera de la Argentina, exiliado, rei-do con Espaa, que no puede volver, pero al mismotiempo tiene acceso a elementos argentinos cuandoy como quiera. La posicin cudruple de subyuga-cin y retraimiento meridional, occidental, delnuevo mundo, en exilio ofrece un sitio desde don-de se puede lanzar un ataque contra el poderosoanfitrin septentrional, oriental, y del viejo mundo.An ms, podramos sugerir que se borra la nacin

    Cagarseen el exilio Una seccin de otro de los ltimos poemas deLamborghini subraya la complejidad de la posicindel exilio y el exiliado en su obra

    Me cago en el exilio clarono soy taradani nada

    tiene de rarono voy a aguantarme atlnticahasta atenazando nalgascomo esta vaca rubia virginia estampadescargar la popa en inodoros pampas

    (Lamborghini 2004: 518 [1985])

    Aqu Lamborghini explora y complica la pre-sentacin del exilio. La frase me cago en el exi-lio tiene doble funcin: primero, demuestra la es-tridente negacin de Lamborghini frente a las tpi-cas expectativas de la obra de un escritor exiliado;para Lamborghini, el exilio no tiene importancia,como no tiene importancia la nacin, y por ende nitraumatiza ni inspira, como diramos nosotros losingleses, I dont give shit. Pero al mismo tiem-po, el exilio representa el sitio dnde Lamborghinise caga, una cagada que da placer en su obraentera. La eufemstica frase, descargar la popa,demuestra un internacionalismo perverso: defecar,con una referencia nutica, apto para describir losviajes ocenicos de un exiliado; los inodoros pam-pas simultneamente nos llevan de Espaa a laArgentina, como la referencia a Virginia: no so-lamente el nombre de un tabaco, sino tambin unaraza de vacas tpica de las pampas argentinas. Porlo tanto, el acto de defecar como placer ofrece elvnculo geogrfico a travs de las fronteras y el vn-culo temporal entre el antes y despus del exilio. Elplacer perverso es otra vez el vnculo que traspasalas fronteras. Como se sabe, el enfoque de Lam-borghini en el placer sexual es uno que privilegiala defecacin y la penetracin anal como formasde placer; el exilio entonces ofrece otro sitio o opor-

    tunidad para estas mismas formas de placer. La fra-se me cago representa el placer no-genital, y sin-gnero que tiene tanta importancia en sus primerospoemas, y que reaparece como una caractersticadel exilio. Quizs por eso ocupa Lamborghini eneste poema una posicin gramaticalmente femeni-na, como otro intento de interrumpir las estructu-ras sociales, de emprender relaciones interperso-nales que nieguen la identidad personal, y de com-prometerse a actos sexuales y de placer que no re-quieren la persona o el yo, en particular la pose-sin de un nombre propio o el pronombre personalindicado en trminos de nmero, persona y gnero.De forma parecida a lo que sugiere Leo Bersani ensu lectura de las obras de Andr Gide y Jean Ge-net, la obra de Lamborghini replantea las relacio-nes entre los seres humanos, para que tanto la na-cin como la persona dejen de ocupar una posicinde importancia.

    En conclusin, entonces, sostendramos que es-tos poemas del exilio (entre comillas) Lamborghi-niano se aprovechan de tropos que provienen delCinismo clsico:

    The Cynics were renowned not only for beingfrank and direct (e.g. for barking and waggingtheir tails), or for their skill at distinguishing bet-ween friends and enemies (in their case, those ca-pable of philosophising and those who were not),but, above all, for their way of living in public likedogs, shamelessly indifferent to the most entren-ched social norms. Their deliberate rejection of sha-me, the cornerstone of traditional Greek morality,authorised them to engage in modes of life that scan-dalised their society but that they regarded as na-tural. Their radical idea of freedom to use any

    place for any purpose made the insulting canineepithet so appropriate to our philosophers that theydefiantly claimed it as a metaphor for their novelphilosophical stance. Or so the story goes. (1996:4-5)

    Digenes de Sinope, el Cnico, era otro exilia-do, expulsado de su ciudad de origen por el delito

    hemos dicho hasta este punto, ya que seala la so-ledad del exiliado separado de una patria mejora-da por ausencia, como las canciones de CarlosGardel, quien segn sus aficionados cada da cantamejor, aunque, o porque, muri hace setenta aos.Se podra sostener que el verso de Lamborghinirepresenta una clara expresin de la prdida quesufre el exiliado, del trauma del exilio, y que partires, en fin, perder. Por esa razn, el Atlntico serairreversible ya que en el acto de abandonar, de sa-lir, se pierde algo, y el exiliado sigue anhelando supatria ausente. Pero al contrario, mantendramos

    que Lamborghini nos obliga a tomar otro paso: siel Atlntico es irreversible, si no hay vuelta atrs,lo curioso es que elementos Argentinos tpicamen-te Argentinos, adems estn todava disponiblespara Lamborghini en el exilio, en particular susarmas para insultar y escandalizar. Esto le obligaal lector a recordar la importancia de corrientestransatlnticas en dos direcciones, y que no sola-mente implican su partida de la Argentina y llega-

    en la obra de Lamborghini, reemplazada por unaproliferacin de smbolos internacionales relacio-nados por la poltica, la cultura popular y plebeya,y la perversin sexual.

    Qu podra significar entonces el ltimo ver-so, nostalgia del significante? Nostalgia, desdela invencin del trmino para describir la melan-cola, hasta enfermedad, que sufren soldados en si-tuaciones de combate lejos de su pas, ha sido du-rante aos una condicin casi sinnima con el exi-lio. Esta nostalgia, sin embargo, no es una nostal-gia del hogar, ni de la patria, es decir la morria

    como lo llaman los espaoles, ni nostalgia del pa-sado, implcito en el empleo moderno del trmino,sino nostalgia del significante. Nostalgia del sig-nificante recalca la insistencia de Lamborghini enel carcter lingstico y por eso construido y vo-luntario de la nacin y la nacionalidad. ParaLamborghini, la nostalgia existe solamente en lalengua, ya que est aqu dnde ocurren o existen lanacionalidad y la nacin. contina en pgina 4 >>>>

    Osvaldo Lamborghini.

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    EL MERCADO ES UN GRAN CCTEL DE FRIVOLIDAD Y AUTORITARISMO,ASEGURA EL AUTOR DE PALMA REAL. UN DILOGO SOBRE LAINFLUENCIA DE GELMAN, EL LINAJE DE LAS VANGUARDIAS Y LA

    JORGEHAYGENTEQUENOSECOMPROMETENICONLAPROPIAIMAGINACIN

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    ENTREVISTA DECRISTIAN ALIAGA

    Especial para Confines El Extremo Sur

    ul es tu reflexin sobre el lugarque ocupa la poesa en la socie-dad, y sobre el valor simblicoque tiene a pesar de las imposi-ciones del mercado.

    La poesa siempre ha tenido una gran circulacin,porque no se la puede circunscribir al libro. Est enel habla popular, en el grafitti, en las cartas, en lascanciones. Hay mucha circulacin, sobre todo en-tre los jvenes. Es el lugar en que se puede salir delos formatos rgidos y discursos homogneos. Sepuede encontrar all el movimiento, la imaginacin,las preguntas que escarban buscando ms, la reci-procidad de las cosas, el misterio, la aventura. Creoque hay una reserva all.

    En qu sentido se ha modificado el vnculo de lagente con la poesa durante las ltimas dcadas? Se dice a veces que la poesa se ha alejado de lagente. Yo creo que es la gente, en esta versin re-concentrada del individualismo, la que se ha aleja-do de la poesa. La poesa necesita del movimiento,del ir hacia el otro, de la reciprocidad. Es el lugar dela celebracin, del encuentro, del dilogo, de lasideas, de la percepcin. Y, sobre todo, de la imagi-nacin. Como deca Cardoza y Aragn, con miimaginacin pongo en movimiento otra imagina-cin. Hay que salir de ese lamento permanente deque la poesa no se vende, de que es la cenicienta deno s qu. Y tambin de esa idea del poeta siempreabandonado, despojado. No podemos dejar de ver,claro, que el mercado marca tendencias, imponereglas y se aduea de espacios en donde deberancircular las ideas. El mercado es un gran cctel defrivolidad y autoritarismo.

    Esa relacin crtica con el mercado hace que losjvenes se acerquen a la poesa desde otra pers-pectiva. Por supuesto, porque les da un voz, una respira-cin, una manera de pararse frente al mundo, unamanera de buscarse ellos mismos. Y eso la gentejoven lo necesita. Si nos atenemos a la poesa lati-noamericana, siempre hay grandes reservas, Eso esbueno. Para m, lo nuevo est en lo que todava noconocemos de lo que pas. Poetas que todava no seconocen y que van saliendo a la luz. Cuando losnicaragenses revelan por ejemplo al poeta vanguar-dista Joaqun Paso o a Salomn de La Selva. Sontesoros invaluables.

    En qu aspectos modific tu percepcin de la

    poesa latinoamericana la experiencia del exilioa partir de 1976? Obtuviste el premio Casa delas Amricas en Cuba poco tiempo antes de quecomience la dictadura en Argentina. Cmo in-cidi ese hecho? Cuando comenz la dictadura yo era muy joven.Para alguien que est en formacin, el exilio es di-ferente al de aquellos que deben afrontarlo en unaedad de madurez. Me fui por tierra en un viaje que

    Jorge Boccanera (Baha Blanca, 1952)vivi 16 aos en el exilio, entre Mxico

    y Centroamrica. Es uno de los poetasms destacados de su generacin, y suobra ha sido traducida al ingls, francs,italiano y otros idiomas. Ha publicadotextos de crnica y de ensayo. En 1976obtuvo el Premio Casa de las Amricasde Cuba y un ao despus el PremioNacional de Poesa Joven de Mxico.Dict clases de literatura y periodismoen la Universidad de Costa Rica y en laUniversidad Nacional de Lomas deZamora (Argentina). Fue jefe deredaccin de los semanarios CrisisdeArgentina, Pluralde Mxico yAportesde Costa Rica, y editor del suplemento

    cultural Forjade la Universidad deCosta Rica. Actualmente reside entreBanfield (Buenos Aires) y Costa Rica.Trabaja en la agencia de noticias Tlam,dirige la Ctedra de PoesaLatinoamericana de la UniversidadNacional de San Martn y es director dela revista cultural Nmada. Varios desus textos han sido convertidos en letrasde canciones por artistas como MercedesSosa, Alejandro del Prado, Lilia Vera,Ral Carnota, Silvio Rodrguez y LittoNebbia. En 1976 recibi el PremioCasa de las Amricas (Cuba) y elPremio Nacional de Poesa Joven deMxico. Su libro ms reciente,PalmaReal, recibi el Premio Casa de Amricade Poesa Americana.Public, entre otros libros de poesa,Espantapjaros Suicidas(1974),Noticias de una Mujer Cualquiera(1976), Contrasea (1976), Poemas delTamao de una Naranja (1979),Msicade Fagot y Piernas de Victoria(1979),Los Ojos del Pjaro Quemado(1980),Polvo para Morder(1986),Marimba(1986), Sordomuda (1992) yBestias enun hotel de paso(2000). Tambin esautor de los libros de crnica y ensayongeles trotamundos,Malas Compaasy Entrelneas; y de las obras de teatro

    Arrabal Amargoy Perro sobre Perro.En dilogo con Confines-El ExtremoSur, Boccanera repasa su aprendizaje enel exilio, el linaje de la gran poesalatinomericana y sus preferencias comolector; y opina sobre la influencia deGelman y las relaciones entre poesa ymercado.

    TRADICINDE LA GRANPOESA DEAMRICA

    LATINA

    de adulterar la moneda. Este gesto ocupauna posicin central en la filosofa de losCnicos, ya que forma parte de un cuestio-namiento fundamental de todos los valoresy usos contemporneos, vistos como traicinde superiores leyes naturales. Los Cnicosbuscaban libertad de los trastornos senti-mentales (apatheia) e independencia delmundo externo (autarkeia). Por eso, Dige-nes se declar en su famosa paradoja a-po-lis (sin ciudad), a-oikos(sin casa) y kosmo-polites (ciudadano del universo). Estos pa-sos permitieron que el Cnico participase enparrhesia (libre expresin), pudiese rerse sinmiedo y provocar, en particular con com-portamiento sin vergenza para escandali-zar a sus interlocutores, por ejemplo, lamasturbacin en la va pblica, o la inges-tin de carne cruda.

    En la obra de Lamborghini, el exilio fun-ciona como una proliferacin de smbolos ysignos (nter)nacionales que cruzan y pene-tran fronteras y lmites internacionales. Esnuestra percepcin que esto se relaciona conla nocin paradjica que tenan los Cnicosdel ciudadano del universo, en la cual el

    universo sustituye la identidad nacional pero dentro del no-lugar especfico de lavida de hotel Lamborghiniana, donde elpoeta ofrece el exceso nacional, en particu-lar de smbolos y semejanzas, sean lings-ticos, sexuales o polticos. La posicin quetoma Lamborghini ofrece una revisin delciudadano del universo en el Cinismo clsi-co: en vez de salir para ocupar la posicinde una figura pblica en la ciudad, Lamborg-hini es el Cnico que rehsa salir de su tonelo pithos la posicin paradjica de uno quedeviene ciudadano del universo por retirar-se de partes especficas de l, mientras haceconstante referencia a smbolos internacio-nalesEste texto es una versin de un artculo ms extenso, en

    ingls, editado en Journal of Latin American Cultural Stu-dies, 15.3 (dic 2006), bajo el ttulo "Now/here is Everywhe-re: Exile and Cynicism in the Verse of Osvaldo Lamborghi-ni". Una versin preliminar fue presentada en el congreso

    ABRALIC, Ro de Janeiro (Brasil), 2006.

    Ben Bolliges docente de la Universidad de Leeds, ReinoUnido. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Londrescon una tesis sobre la poesa de Nstor Perlongher. Sus in-vestigaciones se centran en la relacin entre poesa y polti-ca, y ha publicado numerosos ensayos en revistas acadmi-cas sobre el tema. Su libro Nstor Perlongherha sido edita-do en 2008 por University of Wales Press. Actualmente tra-baja en un proyecto sobre las poticas de la resistencia, en elque se exploran experiencias tan diversas como la argentinay la saharaui. En 2007, coordin con Pablo San Martn laedicin de la antologa 31. A Bilingual Anthology of Saha-rawi Resistance Poetry in Spanish. Espacio Hudson anun-cia la publicacin deLos colores de la espera. Poesa saha-raui,y Bajo la luna publicar en 2010 su nuevo libro deensayos sobre poesa argentina.

    Bibliografa.Libros y artculos.Adorno, Theodor. 1974 [1951].Minima Moralia. Reflec-tions on the Damaged Life. trad. E.F.N. Jephcott. Londres:NLB.Aug, Marc. 1995. Non-places. Introduction to the An-thropology of Supermodernity, trad. J. Howe. Londres/Nue-va York: Verso.Bersani, Leo. 1995. Homos. Cambridge, MA/Londres:Harvard University Press.. & U. Dutoit. 2004. Forms of Being. Cinema, Aesthe-tics and Subjectivity. Londres: BFI.Bracht Branham, R. & M-O Gonlet-Caz (eds). 1996. TheCynics. The Cynic Movement in Antiquity and its Legacy.Berkeley, CA/Londres: University of California Press.Eagleton, Terry. 1970. Exiles and migres. Studies in Mo-dern Literature. Londres: Chatto & Windus.Hernndez, Jos. 1999 [1872/1879].Martn Fierro. Bar-celona: Edicomunicacin.Lamborghini, Osvaldo. 2004. Poemas 1969-1985. Bue-nos Aires: Sudamericana.Said, Edward.W. 1993a. Culture and Imperialism. Nue-vaYork: Alfred A. Knopf.. 1993b. Intellectual Exile: Expatriates and Marginals,Grand Street47, pp113-124. 1984. Reflections on Exile, Granta13, pp 157-72Sloterdijk, Peter. 1988 [1987]. Critique of Cynical Rea-son. trad. M. Eldred. Londres: Verso.Suvin, Darko. 2005. Displaced Persons, New Left Re-view 31, pp.107-123.En InternetFoucault, Michel. 1983. Discourse and Truth: the Pro-blematization of Parrhesia. http://www.foucault.info/docu-ments/parrhesia/ [descargado 7 julio 2006]

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    BOCCANERA

    dur siete meses hasta llegar a Mxico. Ese viajeme ense mucho. A medida que recorra el conti-nente iba aprendiendo no slo su poesa, sino su his-toria, su gente. Me llegaban tambin los olores, lamsica, la vida de la gente. El premio me ayud aacentuar un camino de denuncia frente a lo que ocu-rra en el pas. Asist por ejemplo al nico congresode escritores latinoamericanos que se hizo en Pana-m durante el gobierno de (Omar) Torrijos, dondepude denunciar lo que estaba pasando.

    De qu manera te form esa situacin, esa erran-cia y esa posibilidad de conocer de cerca otrasliteraturas? Fueron muchos aos de andar por ah compar-tiendo cosas. Hice notas en la sierra peruana con

    grupos de teatro que montaban obras en quechua,en galpones donde cardaban lana; anduve con un

    teatro de tteres recorriendo Ecuador. En Costa Ricame encontr con los exiliados nicaragenses y par-ticip de unas jornadas con Gioconda Belli y Ser-gio Ramrez, que diriga la editorial de UCA, y co-noc a Manlio Argueta, poeta salvadoreo amigode Roque Dalton. Estuve en contacto con muchagente de la vanguardia en ese momento que estabaviva, como Jos Coronel Urtecho. En Cuba conoca Jos Zacaras Tallet y a Nicols Guilln. Tambina Javier Abril, el amigo de Vallejo. En Panam aRogelio Sinn, otro vanguardista.

    Cmo fue tu larga experiencia mexicana? En Mxico compil seis antologas de poesa lati-noamericana, que an hoy circulan. Me permitie-ron volcar buena parte de la experiencia que haba

    recogido en estos viajes iniciados en el 76 y quetienen que ver con la poesa que est metida en la

    vida. Latinoamrica es una cantera de voces. Re-vistas como Repertorio Americano, que dirigiJoaqun Garca Monje en Costa Rica a partir de losprimeros aos del siglo XX, por ejemplo. GarcaMonje public los primeros poemas de GabrielaMistral, a Alfonsina Storni; era como un faro deAmrica Latina. Convoc a grandes poetas comoPablo de Rokha, durante ms de 30 aos.

    Cmo ves la incidencia de Gelman sobre la poe-sa en castellano? Cmo es tu relacin personalcon l actualmente? La otra vez Gelman dijo, con respecto de m:Nosotros somos los tipos que ms nos vemos me-nos. La poesa de Gelman tiene distintas etapas yha incidido de distintas maneras en distintas geo-grafas y pocas.

    A m me parece importante en la medida quehan sido importantes los poetas fundadores. Comodice Yurkievich de Vallejo, Huidobro y Girondo.En el sentido de que, ms que hacer una escuela,ms que adherir a los ismos que llegaban de Eu-ropa, los discutieron, los reformularon, polemiza-ron y no adhirieron a ninguna ortodoxia. El caso deCardoza y Aragn habiendo conocido a los surrea-listas, por ejemplo. Y lo que nos legan es un espa-cio de libertad. Su mensaje es que hay que echarmano a todo lo que nos sirva.

    Cules son los mayores aportes de Gelman? Hay poetas que abren puertas. Gelman es uno deellos, por el estilo con que utiliza ciertos recursos.El cruce de discursos, los prstamos el modo ex-traordinario en que toma otros elementos y los reuti-

    Jorge Boccanera.

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    liza en su poesa. El juego de identidad es muyfuerte en la poesa de Gelman; los cambios de tono,las libertades que se toma an en el uso de la irona,las torsiones del lenguaje. Desde ese punto de vistaes muy interesante. Una poesa que va cambiandode libro a libro, que procesa distintos temas, dondelo poltico tiene una impronta fuerte pero tambinla bsqueda de lo formal.

    Cmo surgi la idea de ser bigrafo de Gelman? Yo comenc el libro sobre Gelman en el exilio, yme llev muchos aos. Me gust hacerlo. Me sirvitambin para hablar de otros poetas, de la poesa enLatinoamrica. Recuerdo que cuando le envi elborrador para que lo lea me llam y me dijo: Aho-ra ya no me siento solo. Me lo deca por la maneraene, segn mi manera de contar esa historia, l estaacompaado de otros poetas que yo convoqu parailustrar algunas caractersticas de su poesa.

    Qu rasgos observs en la poesa argentina quese escribe en estos tiempos? Como lector, siempre me interesa que la poesase sostenga en particularidades, que tenga un mun-do o un pequeo mundo a desarrollar. Prefiero unpequeo mundo a desarrollar que no un mundo de-sarrollado sobre lo convencional o previsible. Me

    gustan mucho los mundos personales que alientan apensar, que sugieren, que son originales, sostenidosen el ritmo, con buen lenguaje. Que haya una im-pronta personal, que el autor est comprometido conlo que dice. El compromiso no tiene que ver slocon lo poltico. Hay gente que no se compromete nicon la propia imaginacin. La poesa es asumirse.No es cuestin de publicar un librito, invitar a dos otres amigos y decir que uno es poeta.

    Me interesan mucho tambin esos mundos queme traen paisajes que no conozco. Por ejemplo, enla Patagonia, la poesa de Ariel Williams. Es un mun-do muy llamativo, con imgenes personales.

    Busco ver en la poesa los smbolos que tiene elpoeta, cmo los traslada, qu correspondencias hayen su poesa, una textura, una manera de respirar.Como deca el poeta cubano Eliseo Diego: que ten-ga el peso de la intensidad.

    Cul es espritu que sustenta tu nueva obra,Palma Real? Empec Palma real en 1995, visitando zonasde montaa y de selva en Amrica Central, sobretodo en Costa Rica. En esos lugares encontr dndemeter las obsesiones. Ese lugar donde hablaban lospjaros, los reptiles, fue la piedra de toque. Es unlibro sobre los viajes en donde cada paso es unapregunta, es un todo encaramado.

    Me llamaron mucho la atencin dos carteles enMonteverde, Costa Rica un lugar de difcil accesoy donde llueve siempre: uno deca deja slo tushuellas y el otro escucha, huele, mira. El prime-ro, una forma muy interesante de decir que no tiresbasura. El segundo escucha, mira, huele porqueen la selva es difcil ver, si uno no vive ah se pierdelo mejor, porque todo est camuflado, disimulado.

    Lo que digo es que la selva no es algo que creciall, es que la selva est imaginando, eso es lo quenosotros vemos. Su forma de crecer es imaginar. Escomo una pequea metafsica. Encontr un lugarpara hacerme las preguntas que nos hacemos todos:la fugacidad, el movimiento.

    Cmo describiras tus mtodos como poeta? Yo corrijo mucho y soy lento, no resuelvo fcil.Cuando entro en el clima del poema, a la tempera-tura del poema, en ese momento no puedo salirmerpidamente. Pero no tomo la correccin como unaamonestacin. Yo lo corrijo porque est bien. Elpoema se trabaja como una suerte de meloda, semanejan personajes, intensidades, ritmos. Ese es eltrabajo para m ms interesante de la poesa. El es-tar metido ah dentro. Yo siento que le estoy ha-blando al poema. En un momento uno se calla y el

    que habla es el poema.La poesa viaja independientemente de uno. Lo

    interesante es eso. Est en el aire. Hace un tiempome encontr con una poeta de Hungra, Eva Toth, yle coment que haba escrito un poema sobre el poetahngaro Atila Joseph en mi libro Contrasea. Assupe que ella haba traducido el poema y que se habahecho una cancin que era popular. Me enter 20aos despus

    I

    La selva est hecha a lpiz, punta finasobre papeles rotos, garabatos que se alzan en elaire y cajitas de msica y el oso perezoso.Una lgrima verde rueda sobre la lengua del jaguar.Tierra tatuada, selvacon la palma en el centro que en un aire de reinadespliega su penacho, su cabellera de hilos,

    su serena ebriedad.

    Abajo, el viento junta restos del universo.

    V

    Yo respiro la selva, no lo ves pero yo la respiroy voy sujeto al humo de su cuerpo.El vapor de sus nombres sube por las caeras deesta ciudad vieja.Y respiro su sangre.Aspiro la arboleda y es de un trago,/con borbotones,pelos de animal y cscaras de fruta descompuesta.Cosas que fueron otras se deshacen/en el plateado de lanoche.

    Son estrellas podridas que acunan/con aullidos, con unfilo vidrioso y una piedra que duele/a cualquier tacto.Vivo en esa caverna sin paredes.Entre sus inscripciones lo enmaraado tiene rostroy los perfumes gozan su fugacidad eterna.Tambin en mi noche de cemento te respiro.Agua insolente cruza debajo de mi almohada.

    X

    La selva es lo inminente, eso que est pordesencadenarse.Es lluvia detenida. Espuma a punto de plumaje.Urgencia.

    Estar y devenir en una misma boca.Lo que se viene. Pronta. Y se va a desatar.Telegramas que ruedan por el aire.

    Mi oficio es recibir eso que vive de anunciarse.Ser la rama de aquello que no se posa nunca.

    XV

    El hombre, ruina de s mismo,foto movida, zapato en el pie equivocado,Harapo de su alma, inventa partes de la selva conmadera que roba de la selva. Construye un atadcon la madera de un violn.Sus ciudades son trampas, fbricas de veneno,siembra de soledades.

    XXIV

    Ni crece, ni se expande la selva.Nunca se multiplica.Nunca asciende la selva,vivede imaginar al tiempo.Todo el tiempo.

    XXXI(El violinista Jacobo Fijman entra al bosque)

    De bruces, de cruces, el ambulantese dibuja a s mismo con carbonillas rotas.Clavado en el pecho de/un dios indiferente, arrasalo que pinta, come de esos despojos.

    Vive de lo que quema. No hay respiro,/solo palaciosde ceniza que recupera su caligrafa.Prncipe en desamparo abomina del cuerpo,arguye que Dios pesa. Destruye sus pinturas?

    Molino rojo hundido en la hojarasca, interrogaa su sombra:La soledad es un Dios?Tanto pesa esa nada?El hospicio del mundo le retir el saludo.Carga la bolsa de los huesos/por el desierto de su cuerpo.

    XXXVIII

    Centellea, entre las mandbulas del diablo,/una brizna

    de hierba, seales del derrumbe.

    Lo siento entre las vsceras/como un ala de filos, silbosde sucumbir.

    Ciego frente a la Palma Real, ignora/que ella es muchassi abraza, corre, gira por la espuma del goce.

    Hay un bosque quemado en el centro/de mi juventud.Son treinta mil esos sueos talados.

    Quiero urgencia y memoriacuando el horror enjuague su rostro en el follaje.

    Que nadie ofenda al bosque.Palma cortada es holocausto.

    XLIV

    El colibr garganta brillante, dice:El color blanco es una selva que nadie suea.La ranita dorada dice: Siempre estamos/despiertos.Las aves del pantano dicen: Los opuestos/se envancartas rotas, se dedican linternas herrumbradas, sebuscan para decirse adis.El pjaro sombrilla dice: Para juntarse/los amantes,uno de los dos muere.Los cuervos de voz spera, dicen: El rbol

    /del aullidoda corazones rojos.El zopilote rey blanco y mudo- piensa/mientras planeasobre los hormigueros gigantes:Lo que no es selva es pobre mundo.Luego, todos se callan.Nieva.

    JORGE BOCCANERA /

    BANFIELD(BUENOS AIRES)ESPECIAL PARA CONFINES - EES

    PALMAREALPOEMAS

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    Academia sueca califica a la escritora como unacronista del da a da durante la dictadura, quesufri el miedo durante su infancia en Rumania ydej un impresionante testimonio de aquellos aosen sus obras.

    Desde comienzos de los 90 y con la traduccinde sus obras a ms de 20 idiomas, Mller se ha con-solidado como una de las autoras ms importantes

    del panorama literario internacional.La escritora, que vive en Berln desde 1987,

    naci en Nytzkydorf (Rumania) en 1953 en una fa-milia de la minora alemana. Muchos alemanes re-sidentes en territorio rumano fueron deportados a laUnin Sovitica, como le ocurri a la madre deMller, que pas cinco aos en un campo de trabajoen la actual Ucrania.

    Esa experiencia ha quedado retratada en Ate-

    mschaukel (2009), su ltima novela, un intento pordesentraar lo que se esconda detrs del silenciode su madre y de otros muchos rumanos-alemanesde su generacin que no se atrevan a hablar de supoca en la URSS.

    La novela, calificada por algunos crticos de obramaestra, tiene por protagonista a Leo, un chico de17 aos que cuenta el infierno de cinco aos quepas en un campo de trabajo sovitico.

    El muchacho est acompaado por su ngel delhambre, que lo tiene agarrado del cuello constan-temente: Quera comer despacio, porque queradisfrutar ms tiempo de la sopa. Pero mi hambreestaba sentado como un perro delante del plato y sela tomaba, narra en la obra.

    La novela se basa en charlas de Mller con anti-

    guos deportados y en especial, en los textos auto-biogrficos del escritor rumano Oskar Pastior, quemuri inesperadamente en 2006 antes de poder re-cibir el Premio Georg Buchner y con el que Mllerproyectaba publicar un libro.

    La escritora asume en sta y otras obras la pesa-da carga de elaborar en forma literaria las experien-cias extremas de otros: el hambre permanente enmedio del trabajo forzado y el cautiverio por perte-

    necer a una minora tnica.El xito de Atems-

    chaukel reforz la candi-datura de la autora residen-te en Berln, que hasta en-tonces figuraba poco en lasquinielas de favoritos alNobel.

    El primer encontronazode Mller con el gobierno

    de su pas natal lleg en1979, cuando fue despedi-da de su trabajo como tra-ductora en una fbrica pornegarse a colaborar con laSecuritate, el servicio se-creto de la Rumania comu-nista, que sigui acosndo-la a partir de entonces.

    Su primer libro, Nie-derungen (En tierras ba-jas) tambin fue motivo deconflicto: el manuscrito re-pos durante cuatro aos enla editorial antes de poderpublicarse censurado, en1982.

    Tanto en este librocomo en el posteriorDruckender Tango, M-ller retrata la vida en un pe-queo pueblo germanoha-blante y la corrupcin, la in-tolerancia y la opresin queen l encuentra.

    Eso le vali la crtica dela prensa rumana, todo locontrario de lo que ocurrien Alemania, donde Niede-rungen recibi en 1984 elpremio Aspekte, al mejordebut en lengua alemanadel ao.

    Tres aos ms tarde,Mller emigr a Alemania

    con su esposo, el escritorRichard Wagner, y all haseguido desarrollando sucarrera, con novelas comoDer Fuchs war damalsschon der Jager (La pieldel zorro) y Herztier(La bestia del corazn),donde relata, en forma de-tallista, la vida cotidiana enuna dictadura estancada.

    Con la llegada del nue-vo milenio public el librode ensayos El rey se incli-na y mata (Der Konigverneigt sich und ttet,2003) y dos aos despus

    sali a la venta Die blas-sen Herren mit den Mokka-

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    PAISAJEDELOS

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    HERTA MLLER RECIBE EL PREMIO NOBEL POR UNA

    OBRA ATRAVESADA POR LA DICTADURA Y EL

    DESARRAIGO. LA AUTORA PADECI LA DICTADURA

    DE CEAUSESCU, SE EXILI EN ALEMANIA Y

    CONSTRUY UNA MIRADA IRNICA Y RESISTENTE

    tassen, donde realiza un collage de texto e imge-nes.

    La escritora ya ha recibido numerosas distincio-nes, entre ellas los premios Kleist y Joseph-Breitba-ch, el premio Wurth de Literatura Europea y en 2006el premio de Literatura Walter-Hasenclever.

    Miembro desde 1995 de la Academia Alemanade la Lengua y de la Poesa, ha desarrollado tam-bin una carrera docente como profesora invitadaen varias universidades como Hamburgo, Swanseay Zurich.

    Cotidianeidady poltica Herta Mller define la literatura como un espejo

    de la cotidianeidad y, por ende, de la poltica por-que la poltica entra en la vida cotidiana y, aunqueno se convierta precisamente en sta, ella misma esficcin.

    La escritora considera que slo se puede escri-bir literatura a partir de lo vivido, de la experienciay sustenta esa afirmacin en un ejemplo impactan-

    R

    REDACCIN DE CONFINES-EESComodoro Rivadavia

    esulta evidente que el jurado delNobel ha resuelto dejar de ladonuevamente a los candidatos fa-voritos como Philip Roth, AmosOz o Vargas Llosa. El fallo de la

    contratapa >>>>

    La escritora rumano-alemana Herta Mller fue galardonada con e l Premio Nobel deLiteratura por una obra que dibuja los paisajes de los desposedos con la concentracinde la poesa y la objetividad de la prosa, segn el fallo difundido por la Academia Suecaen Estocolmo el pasado 8 de octubre. Narradora del desamparo y voz de las minorasalemanas en los pases del centro de Europa, Mller se convirti en la undcima mujer enrecibir el Nobel de Literatura, dos aos despus de Doris Lessing y cinco ms que laanterior premiada en lengua alemana, la austriaca Elfriede Jelinek. La designacin deMller supone reconocer a una autora que encarna en buena parte el destino de lasminoras alemanas en los pases del centro de Europa que, tras el fin de la SegundaGuerra Mundial, en muchas ocasiones tuvieron que pagar por partida doble las culpas delnazismo. Mller ha centrado su obra en la tragedia de vivir en un rgimen dictatorial ensu caso, el del rumano Ceausescu, y el de la inmigracin, vivida por ella cuandoabandon Rumania para afincarse definitivamente en Berln.

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    te: Nunca he escrito sobre un interrogatorio de lapolica secreta, pero despus de haber pasado porcincuenta de stos, s de qu hablara si lo hiciese.

    En un reportaje publicado el 18 de junio de 2008por la revista Crtica, editada por la UniversidadAutnoma de Puebla, en Mxico, la novelista y poe-tisa seal que la literatura es algo totalmente arti-ficial porque justamente, para captar realidades,debe ser artificial.

    Explic que en su obra trabajo con esta artifi-cialidad y naturalmente con cada truco y con todoslos medios para captar lo ms posible de una frase,una persona, una situacin, y seal tambin quela mitologa, la supersticin o lo arcaico son tam-bin poesa porque la supersticin es la poesa delas gentes sencillas y posee algo de fascinante.

    De ah que encaje fcil en la literatura. La lite-ratura no es lo nico potico. La vida tambin espotica. El mero hecho de escribir literatura no nosconvierte en personas especiales, sostuvo.

    La autora reconoce que en casi todo lo que losescritores hacen dependen de la mirada de la genteque no escribe literatura. Esas personas son nues-tro material y con ese material hacemos algo. Noposeemos nada especial, propio. A lo sumo, pode-mos armar algo a partir de lo que vemos, y segn lo

    bien o mal que lo armemos, tanto mejor o peor ser.En la msica no ocurre nada diferente con los soni-dos. O en las artes plsticas, sostuvo.

    La novelista explic tambin por qu buena partede su obra tiene que ver con lo que vivi durante losaos de la dictadura de Nicolau Ceacescu.

    Quienes han vivido bajo dictaduras han tenidoque aprender que la literatura tiene que ver con larealidad y que cumple una tarea, aunque no lo pre-tenda porque describe realidades, realidades in-ventadas, y con ello interviene en la vida de quienesleen esos libros.

    No es necesario vivir en un pas para describiralguno de sus aspectos, contar alguna de sus histo-rias, afirm y cit a Gabriel Garca Mrquez, consus Cien aos de soledad, porque Macondo era param Nitzkydorf, un pueblucho similar con muchasoledad dentro. O aquel pramo en El otoo del pa-

    triarca.No en balde, algunos pases sudamericanos

    estaban tambin marcados por dictaduras. Biogra-fas parecidas llevan a cosas parecidas que luego teasaltan y dejan enseguida fascinada.

    En las dictaduras todo est muy desnudo, supropsito principal es cercenar la libertad y el pen-samiento, sintetiz. Quieren prohibir la libertad,impedir que surja la idea de libertad. La funcin deesas fronteras es daar a las personas, destruirlaspsquicamente, domarlas y hacerlas dependientes delmiedo, asegur.

    Apenas11 mujeres En los ms de cien aos de historia del PremioNobel de Literatura solamente fueron distinguidas11 mujeres, incluyendo a la reciente ganadora Her-ta Mller. sta es la lista de las ganadoras: 1909Selma Lagerlof (1858-1940), sueca. 1926Grazia Deledda (1871-1936), italiana. 1928Sigrid Undset (1882-1949), noruega. 1938Pearl S. Buck (1892-1973), estadounidense. 1945Gabriela Mistral (1889-1957), chilena. 1966Nelly Sachs (1891-1970), juda de origen alemn.Luego adopt la ciudadana sueca. Obtuvo elpremio junto con el israel Samual Josef Agnon. 1991

    Nadine Gordimer (nacida en 1923), sudafricana. 1993Toni Morrison (nacida en 1931), estadounidense. 1996Wislawa Szymborska (nacida en 1923), polaca. 2004Elfriede Jelinek (nacida en 1946), austraca. 2009Herta Mller (nacida en 1953), alemana

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    LA AGUJA

    An hay luz en casa del carpintero. Windisch sedetiene. El cristal de la ventana reluce. Refleja lacalle. Refleja los rboles. La imagen atraviesa lacortina.

    Penetra en la habitacin por entre los ramilletesde encaje. Junto a la estufa de azulejos hay una tapade atad apoyada en la pared. Aguarda la muerte dela vieja Kroner. Su nombre est escrito sobre ella.Pese a los muebles, la habitacin parece vaca entretanta claridad.

    El carpintero est sentado en una silla de espal-das a la mesa. Su mujer, de pie ante l, se ha puestoun camisn de dormir a rayas. Tiene una aguja en la

    mano. De la aguja cuelga un hilo gris. El carpinterotiene el dedo ndice estirado hacia ella. Con la pun-ta de la aguja, su mujer le quita una astilla de lacarne.

    El dedo sangra. El carpintero lo contrae. Lamujer deja caer la aguja. Baja los prpados y re. Elcarpintero le mete la mano bajo el camisn. Se lolevanta. Las rayas se enroscan. El carpintero reco-rre los senos de su mujer con el dedo sangrante. Lossenos son grandes. Tiemblan. El hilo gris cuelga enla pata de la silla. La aguja se balancea con la puntahacia abajo.

    J unto a la tapa del atad est la cama. La almo-hada es de damasco, con lunares grandes y peque-os. La cama est tendida. La sbana es blanca, y elcubrecama tambin. La lechuza pasa volando antela ventana. Con un largo aletazo recorre el cristal.Su vuelo es crispado.

    Bajo la luz oblicua, la lechuza se duplica. Incli-nada, la mujer va de un lado a otro ante la mesa. Elcarpintero le mete la mano entre las piernas. Lamujer mira la aguja que cuelga. La coge. El hilo sebalancea. La mujer deja resbalar su mano por elcuerpo. Cierra los ojos. Abre la boca. El carpinterola lleva a la cama cogida por la mueca. Tira suspantalones sobre la silla. El calzoncillo parece unremiendo blanco entre las perneras. La mujer alzalos muslos y dobla las rodillas. Su vientre es de pas-ta. Sus piernas forman una especie de bastidor blancosobre la sbana. Encima de la cabecera cuelga unafoto en un marco negro. La madre del carpinteroapoya su pauelo de cabeza contra el ala del som-brero de su esposo. En el cristal hay una mancha.Sobre la barbilla de la madre, que sonre desde lafoto. Sonre ya prxima a la muerte. A un ao esca-

    so. Sonre hacia una habitacin situada pared pormedio.

    La rueda del pozo gira porque la luna es enormey bebe agua. Porque el viento se enreda entre susrayos. El saco est hmedo. Cuelga sobre la ruedatrasera como un cuerpo dormido. Como un muer-to cuelga detrs de m este saco, piensa Windisch.

    Windisch siente su sexo tieso y contumaz pega-do al muslo.

    HERTA MLLER /

    TEXTOS TRADUCCIONES DEJUAN JOS DEL SOLAR

    La madre del carpintero se ha enfriado, pien-sa Windisch De El hombre es un gran faisn en el mundo ,Siruela, 1992.

    LA ORACIN FNEBREEn la estacin, los parientes avanzaban junto al

    tren humeante. A cada paso agitaban el paso levan-tado y hacan seas.

    Un joven estaba de pie tras la ventanilla del tren.El cristal le llegaba hasta debajo de los brazos. Sos-tena un ramillete ajado de flores blancas a la alturadel pecho. Tena la cara rgida.

    Una mujer joven sala de la estacin con un niode aspecto inexpresivo. La mujer tena una joroba.

    El tren iba a la guerra.

    Apagu el televisor.

    Pap yaca en su atad en medio de la habita-cin. De las paredes colgaban tantas fotos que ya nise vea la pared.

    En una de ellas pap era la mitad de grande quela silla a la cual se aferraba.

    Llevaba un vestido y sus piernas torcidas esta-ban llenas de pliegues adiposos. Su cabeza, sin pelo,tena forma de pera.

    En otra foto apareca en traje de novio. Slo sele vea la mitad del pecho. La otra mitad era un ra-millete ajado de flores blancas que mam tena enla mano. Sus cabezas estaban tan cerca una de laotra que los lbulos de sus orejas se tocaban.

    En otra foto se vea a pap ante una valla, rectocomo un huso. Bajo sus zapatos altos haba nieve.La nieve era tan blanca que pap quedaba en el va-co. Estaba saludando con la mano levantada sobrela cabeza. En el cuello de su chaqueta haba unasrunas.

    En la foto de al lado pap llevaba una azada alhombre. Detrs de l, una planta de maz se erguahacia el cielo. Pap tena un sombrero puesto. Elsombrero daba una sombra ancha y ocultaba la carade pap.

    En la siguiente foto, pap iba sentado al volantede un camin. El camin estaba cargado de reses.Cada semana pap transportaba reses al mataderode la ciudad. Pap tena una cara afilada, de rasgosduros.

    En todas las fotos quedaba congelado en mediode un gesto. En todas las fotos pareca no saber nadams. Pero pap siempre saba ms. Por eso todaslas fotos eran falsas. Y todas esas fotos falsas, contodas esas caras falsas, haban enfriado la habita-cin.

    Quise levantarme de la silla, pero el vestido seme haba congelado en la madera. Mi vestido era

    transparente y negro. Cruja cuando me mova. Melevant y le toqu la cara a pap. Estaba ms fraque los dems objetos de la habitacin. Fuera eraverano. Las moscas, al volar, dejaban caer sus lar-vas. El pueblo se extenda bordeando el ancho ca-mino de arena. Un camino caliente, ocre, que le cal-cinaba a uno los ojos con su brilloDe En tierras bajas, Siruela, 1990.

    Herta Mller.