Conrad, Joseph. El Copartícipe Secreto

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  • 7/25/2019 Conrad, Joseph. El Copartcipe Secreto

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    Joseph Conrad

    EL COPARTCIPE SECRETO

    Ttulo original:

    THE SECRET SHARER

    Traduccin: !uria Cla"er

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    A mi derecha haba una serie de caas de pesca similares aun enrevesado sistema de alambradas de bambes,semisumergidas, que no sabemos cmo dividan el reino de lospeces tropicales y que, por su aspecto, parecan abandonadas parasiempre por una tribu de pescadores nmadas que hubiera huido alotro lado del ocano; ya que ah no era visible el ms mnimorastro de vida humana A la i!quierda, un con"unto de islotesdespoblados #que haca pensar en muros de piedra, torres,

    $uertes en ruinas# $i"aba sus cimientos en un mar a!ul que see%tenda ante mis o"os $irme y quieto, como si $uera de plomo;hasta el surco de lu! que irradiaba el sol poniente resplandecabrillante y liso, sin ese centellear que pone al descubierto el msleve movimiento & cuando me volv para despedir con la mirada alremolcador que ya nos haba de"ado $uera de la barra, me $i" en lalnea recta de la costa, cuyo per$il se $unda con el reposado mar enper$ecta y misteriosa unin, inimitable tra!o, entre pardu!co ya!ulado, ba"o la bveda del cielo 'an inapreciables como los islotesmarinos, dos reducidos matorrales #bordeando la nica manchade esa e%tensin inmaculada# preludiaban la desembocadura delro (einam, que acabbamos de de"ar en esa primera y preventivaetapa de nuestro via"e de regreso; algo ms le"os, tierra adentro,una espesura densa y muy alta, la arboleda que rodea la granpagoda de )a*nam, permita un descanso a la mirada en su vano

    a$n por e%plorar el montono hori!onte Algunos destellos deplata, diseminados, sealaban las !onas escabrosas del gran ro+en la ms pr%ima, an sobre la barra, de pronto, el remolcadorque navegaba hacia la costa se perdi de vista #casco, chimenea ymstiles# como si la tierra imperturbable lo hubiera tragado sinagitaciones ni es$uer!os Atentamente, segu con la mirada cmo ladesvada nube de humo daba vueltas sobre la llanura segn losdesignios de la corriente y, cada ve! ms $rgil y le"ana, se perditras la colina de la gran pagoda ntonces me encontr, solo en elbarco, en la cabecera del -ol$o de .iam

    /omen!aba un largo via"e; la nave, mientras el sol de laltima tarde proyectaba hacia el este las sombras de sus mstiles,$lotaba en la e%tensa quietud &o estaba en el puente A bordo,todo permaneca en silencio y nada se mova, nada se agitaba enlos alrededores+ ni un bote en el agua, ni un p"aro en el aire, ni

    una nube en el cielo 0urante esta pausa e%nime, a la espera deuna larga travesa, parecamos tantear nuestra capacidad ante tanardua empresa, de cuyo cumplimiento dependan ambase%istencias #la ma y la de la nave# y que, ausente todo testigohumano, slo tendra al cielo y al mar como "ueces y espectadores

    a atms$era resplandeciente di$icultaba la visin, y slo unave! que se haba puesto el sol mis o"os errantes pudierondetenerse en el risco ms alto del islote principal para advertir algo

    que $lotaba, solemne, en la per$ecta soledad a marea de lassombras creca lentamente; y de pronto, como sucede en eltrpico, un en"ambre de estrellas investig la tierra tenebrosa,mientras yo, que segua contemplando, apoyaba la mano en labatayola como si del hombro de un amigo se tratara )ero, alsentirme observado por esa multitud de astros, mi entraable yserena unin con la nave se disip Al mismo tiempo empe!aron asonar rumores molestos, voces y pasos; el mayordomo, hombre deespritu a$anoso y muy solcito, apareci en el puente principal; unacampailla tintine a popa, apremiante

    n la cocina, muy bien alumbrada, mis dos o$iciales me

    esperaban "unto a la mesa para cenar 2nmediatamente nossentamos y, mientras le serva a mi primer o$icial, le coment+

    #3.e ha $i"ado que hay un buque anclado entre las islas40escubr los mstiles sobre el risco, al ponerse el sol

    5ruscamente, irgui su sencillo rostro, poblado por hirsutaspatillas, y pro$iri sus habituales e%clamaciones+

    #65endito sea 0ios, seor7 68o me diga7(i segundo o$icial era un "oven rubio muy callado y, a mi

    "uicio, demasiado serio para su edad; pero en cuanto nuestros o"osse encontraron percib un leve temblor en sus labios 0esvi lamirada 0esde luego que no era mi intencin provocar bromas abordo 0e todas $ormas, debo aclarar, que apenas conoca a miso$iciales 9aca escasamente quince das que, como consecuenciade ciertos hechos que slo son de mi incumbencia, me habanasignado el mando As que tampoco conoca muy bien a la

    tripulacin llos haban convivido a bordo durante unos dieciochomeses, por lo tanto yo era el nico e%trao .ealo estacircunstancia porque es de particular importancia en mi relato (icondicin de intruso era lo que ms me preocupaba; porque si hede ser sincero, la verdad es que tambin ante m mismo me sentacomo un intruso &o era #a e%cepcin del segundo o$icial# el ms"oven de a bordo, y nunca haba sometido mi responsabilidad aseme"ante prueba; trataba, pues, de dar por descontada la aptitudde los otros 5astaba con que estuvieran a la altura de su tarea;pero me intrigaba saber si, en realidad, yo sera $iel a esapersonalidad ideal que todo hombre respeta en secreto

    ntretanto, el primer o$icial, haciendo uso mani$iesto de suso"os redondos y de sus tremendas patillas, intentaba elaborar unateora acerca del barco anclado ra su peculiar caractersticasometer todo a un minucioso e%amen staba dotado de una

    mente laboriosa y tena! e gustaba, como sola decir, :dar cuentaante s mismo de casi todo lo que se le cru!ara por el camino, sine%cluir a un pobre escorpin que haba encontrado, haca unasemana, en su camarote a procedencia y las intenciones de dichoescorpin #cmo se haba subido a bordo, por qu haba elegidosu camarote en lugar de la despensa

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    asombro 0ar cuenta de esa nave entre las islas era menosproblemtico, y "usto en el momento en que nos levantbamos ldio su opinin A su parecer, era un buque recin llegado.eguramente desalo"aba demasiada agua como para atravesar labarra, sino era cuando las mareas primaverales alcan!aban sum%imo nivel )or ese motivo, haba elegido un puerto natural paraesperar unos das en lugar de permanecer en un $ondeaderoabierto

    #n e$ecto #con$irm el segundo o$icial, con su vo!ligeramente spera# 0esalo"a ms de veinte pies .e trata de unbuque de iverpool, el :.ephora, y trae cargamento de carbn

    9ace ciento veintitrs das !arp de /ardi$$o miramos asombrados#(e lo e%plic el capitn del remolcador, cuando subi a

    bordo para llevarse la correspondencia, seor #aadi el "oven#>uiere conducirlo ro arriba pasado maana

    ?na ve! que nos hubo de"ado consternados con su copiosain$ormacin, se retir l o$icial, muy melanclico, observ que :nopoda dar cuenta de las intervenciones de ese "ovencito 8o podaentender por qu no nos lo haba comunicado antes

    /uando estaba a punto de impartir las rdenes, lo retuve atripulacin haba padecido duros traba"os los dos ltimos das, y lanoche anterior apenas haba descansado (e lament al ver que yo#un intruso# acababa de incurrir en una e%travagancia alsugerirle que permitiera a los tripulantes irse a dormir sinestablecer turnos de guardia )ropuse que yo mismo me quedara

    en cubierta hasta cerca de la una A esa hora sera relevado por elsegundo

    #@l despertar al cocinero y al mayordomo, a las cuatro #conclu#, y ellos lo llamarn a usted )or supuesto, en cuanto hayaalgo de viento levantamos a la tripulacin y !arpamos deinmediato

    cult su desconcierto#0e acuerdo, seor/uando sali de la cocina, se asom al cuarto del segundo

    para in$ormarle acerca de mi chocante ocurrencia de hacermecargo de una guardia de cinco horas a vo! del otro reson $uertey llena de asombro+

    #3l mismo capitn4.e oyeron murmullos, un porta!o y despus otro Al poco

    rato sal a cubierta

    /ondenado al insomnio por la sensacin de ser un intruso,haba lan!ado esa propuesta poco habitual con la esperan!a delograr, en la soledad de la noche, cierta intimidad con esa nave quedesconoca, tripulada por hombres de los que tampoco saba nada/uando la haba visto en el muelle, as$i%iada #como cualquierbuque en el puerto# por una maraa de di$erentes ob"etos y entretoda aquella muchedumbre, apenas la haba podido observar condetalle Ahora, una ve! lista para navegar, contempl admirado la

    e%tensa cubierta iluminada por las estrellas a admiraba porque,aun dentro de su tamao, resultaba agradable y espaciosa 5a"por la popa, me $i" bien en el combs e imagin la pr%imatravesa+ el Archipilago (alayo, el cano Bndico, el Atlntico'odas esas etapas me eran $amiliares /onoca cada particularidad,cada vicisitud que pudiera presentarse en alta mar+ todo e%cepto lanueva responsabilidad del mando )ero me respald en unara!onable re$le%in+ esa nave no era di$erente de las otras, esoshombres no eran di$erentes de los otros, y sera e%trao que el marme reservara sorpresas especiales urdidas e%presamente para desconcertarme

    As que una ve! que hube llegado a conclusin tanrecon$ortante, "u!gu oportuno encender un cigarrillo y ba" abuscarlo All, todo estaba en silencio A popa, todos dormanpro$undamente uego, sal al alc!ar, en pi"ama, rela"ado ysatis$echo en esa noche clida y serena, descal!o y con un cigarroentre los labios

    (e dirig a proa, donde tambin reinaba un pro$undosilencio, que slo interrumpi, cuando pasaba ante la puerta delcastillo de proa, el suave, pro$undo y sosegado suspiro de alguienque dorma en su interior 0e pronto me regoci" en la con$ian!aque brindaba el mar, comparada con las adversidades de tierra$irme, as como en mi decisin de haber elegido esa vida sintentaciones, no perturbada por la e%citacin, investida de unantida belle!a moral gracias a la absoluta rectitud de sullamamiento y a la certe!a de su propsito

    a lu! de los apare"os de proa arda con una llama clara einmutable, casi simblica, cuyo seguro resplandor daaba lasenigmticas sombras Al pasar al otro lado de la nave, en popa,observ que la escala de cuerdas

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    inmovilidad de la escala y trat #igual que ese estpido o$icial# dedar cuenta de ello )or $in acab asomndome por la batayola

    a nave proyectaba su sombra sobre el oscuro resplandordel mar, pero en seguida advert, $lotando "unto a la escala decuerdas, una $orma alargada y blanquecina .in darme tiempo asacar ninguna conclusin, una lu! $os$orescente, que parecaprovenir del cuerpo de un hombre desnudo, ilumin lasadormecidas aguas como el relmpago rpido y silencioso quequiebra un nocturno cielo de verano (is o"os me revelaron consorpresa, un par de pies y de largas piernas, una espalda ancha ymuy plida sumergida hasta el cuello en una aureola verdusca y

    cadavrica ?na mano a ras de agua agarraba el peldao in$eriorde la escala .lo $altaba la cabe!a 6?n cadver decapitado7 0e miboca abierta se desli! el cigarro, cay, un leve siseo y un brevechasquido resonaron en la inmensa quietud .eguramente $ue porello que el hombre al! el rostro, un valo desdibu"ado a la sombrade la nave .in embargo, aun que slo pude vislumbrar susenmaraados cabellos negros, $ue su$iciente para que la aterradorasensacin que me so$ocaba pudiera disiparse 0esde luego, no eramomento para vanas e%clamaciones ntonces me asom sobre labatayola para ver ms claro ese $lotante misterio

    'odava sin soltarse de la escala, como si $uera un nadadorque estuviera descansando, reciba en los miembros la caricia delas olas, y su resplandor le con$era un aire entre siniestro yplateado; pareca un pe! & como un pe!, permaneciabsolutamente mudo 8o hi!o el ms mnimo movimiento para salir

    del agua Cesultaba incomprensible que no intentara subir a bordo,y resultaba muy enigmtico sospechar que acaso no le interesara0ebido a esa curiosidad, a esa incertidumbre brotaron misprimeras palabras+

    #3>u ocurre4 #pregunt sin levantar mucho la vo!,dirigindome a ese rostro que se encontraba "usto deba"o de m

    #?n calambre #respondi en vo! tambin ba"a, y de"andonotar cierta ansiedad# )ero no es preciso que avise a nadie

    #8o iba a hacerlo #respond#3st solo4#.)or un momento tuve la impresin de que iba a soltar la

    escala para seguir nadando #tan misterioso era su aspecto#)ero, esta criatura surgida de las aguas, al parecer, del $ondo delmar

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    #. #di"e, volviendo a de"ar la lmpara en su lugar adensa y clida noche tropical se cerni de nuevo sobre su cabe!a

    #All hay un barco #murmur#&a s l :.ephora 3.aba usted que estbamos

    nosotros4#8o tena la menor idea &o soy el o$icial #interrumpi la

    $rase y corrigi# (e"or dicho, :ra#39a habido algn problema grave4#., muy grave Asesin a un hombre#3>u est diciendo4 3/undo, hace poco4#8o 9ace varias semanas, durante el via"e atitud EF, sur

    5ueno, pero, cuando digo un hombre#.in duda $ue un ataque de $uria #suger, en tono

    con$idenciall rostro, ensombrecido y grave, pareca asentir

    imperceptiblemente sobre el gris espectral de mi pi"ama )arecacomo si, en la noche, yo hubiese en$rentado mi propia imagen enlas pro$undidades de un espe"o inmenso y sombro

    #5onito negocio, hacerse cargo de un tipo de /onGay #di"omi doble, con toda claridad

    #3s usted de /onGay4#. #asinti, un poco sobresaltado; y luego, muy

    lentamente#+ 8o me diga que tambin ustedAs era; pero como yo tena dos aos ms, haba vuelto

    antes de que l se incorporara Cepasamos las $echas un poco porencima, y despus guardamos silencio; de pronto, pens en mi

    absurdo o$icial, con sus terribles patillas y sus ra!onamientos deltipo de+ :5endito sea 0ios, no me diga (i doble me desvel suspropios pensamientos

    #(i padre era presbtero en 8or$ol* #di"o# 3(e imaginausted ante un "ue! y un "urado a$rontando este cargo4 n miopinin no lo creo necesario 9ay su"etos a los que un ngel delcielo )ero yo no lo soy @l era una de esas criaturas que se cebancontinuamente con su absurda perversidad .on unos pobresdiablos que no tienen derecho a vivir 8o haca ni de"aba hacer3)ero para qu decirle4 &a sabe usted cmo son esos canallas, malparidos

    Cecurra a m como si nuestras e%periencias $ueran tanidnticas como nuestras vestimentas & yo saba muy bien el gravepeligro que entraan tales temperamentos cuando no hay mediosde represin legal & tambin saba muy bien, que mi doble no era

    un despreciable homicida 0ecid no pedirle detalles, y l me re$irila historia, con $rases secas e incone%as 8o haca $alta ms/omprend con absoluta claridad, como si $uera yo el que estabaembutido en el tro pi"ama

    #curri mientras desplegbamos un trinquete 6?ntrinquete recogido7 &a puede imaginarse con qu tiempo ra lanica vela que tenamos para que la nave siguiera adelante 0esecuenta, llevbamos as das 8o es un traba"o nada $cil, se l

    tipo se mostr insolente conmigo e insisto, yo estaba harto, conese tiempo imposible que pareca cosa de nunca acabar 0everdad, era aterrador, y era un barco muy hondo @l estabatambin enloquecido por el terror 8o era momento para msdelicade!as, as que me volv y lo golpe sin ms prembulos .eincorpor y se me vino encima 8os enganchamos "usto en elmomento en el que una mare"ada brutal avan!aba hacia el buqueos tripulantes, alarmados, se abalan!aron hacia los apare"os, peroyo lo tena agarrado por la garganta y segu sacudindolo como auna rata, mientras los hombres chillaban+ :6.eprense76.eprense7 ntonces se oy un ruido espantoso como si se

    hubiese desplomado el cielo 0icen que el barco qued ocultodurante casi unos die! minutos slo se vean los tres mstiles,una parte del castillo de proa y la popa, que salan a $lor de aguavomitando espuma Hue un milagro que nos encontraranagarrados, entre los destro!os 8o caba la menor duda de quealgo malo haba pasado, porque yo no le haba soltado la gargantal tena la cara negra Hue muy duro para todos /reo que selan!aron sobre nosotros, cogindonos y gritando como un coro delunticos, y nos arrastraron a popa a nave, mientras tanto,luchaba por su vida, bambolendose sin cesar, agnicamente, y auno le daba horror slo de verla /omprendo que el capitntambin se en$ureciera 9aca ms de una semana que el pobrehombre no dorma, y encontrarse con esa sorpresa en medio deseme"ante tormenta lo sac de sus casillas 'odava me e%traaque no me haya tirado por la borda despus de quitarme de las

    manos el cadver de su precioso o$icial .egn me contaron,parece que les cost separarnos ?na historia as sera motivo deentretenimiento para un "ue! venerable y su respetable "urado/uando recobr el sentido, lo primero que o $ue el desgarradoaullido de esa interminable tempestad, y despus la vo! del vie"ostaba inclinado sobre mi litera, llevaba el sombrero de lona caladohasta los o"os y me miraba $i"amente

    #:(ster eggatt, usted ha asesinado a un hombre 8opuede continuar como primer o$icial del buque

    a premeditada mesura de su vo!, haca que resultaramontona Apoy una mano, para a$irmarse, en el e%tremo de laclaraboya, sin esbo!ar, tal como advert, el ms mnimo gesto

    #5onita historia para contar en una reunin #concluy enidntico tono

    &o apoy tambin una mano en el e%tremo de la claraboya,

    y tampoco esboc, tal como advert, el ms mnimo gestostbamos muy cerca (e imagin que si :5endito sea 0ios, no mediga se asomaba por la escotilla, creera ver doble o pensara queera cosa de magia+ el e%cntrico capitn conspirando con su propio$antasma "unto al gobernalle 'rat de impedir que ocurriera algoparecido l otro me habl con vo! serena y suave+

    #(i padre es un presbtero de 8or$ol*

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    videntemente, no record que ya me haba re$erido eseimportante dato 5onita historia, desde luego

    #.er me"or que venga a mi camarote #suger,movindome cautelosamente

    (i doble me sigui; nuestros pies descal!os no hicieron nadade ruido; lo hice pasar, cerr la puerta con cuidado, y despus deavisar al segundo o$icial, regres a cubierta mucho ms tranquilo

    #)arece que todava no hay viento #insist en cuanto sehubo acercado

    #8o seor 8o mucho #asinti, medio dormido, con sugrave vo!, sin ms cortesa que la estrictamente necesaria, a la ve!

    que disimulaba un boste!o#5ueno, eso es todo .iga las instrucciones#., seor)ase un poco por la popa y vi como se haca cargo de su

    puesto, el rostro erguido, el codo apoyado en el $renillo de losapare"os de mesana uego ba" 'odava se oan los dbilesronquidos del o$icial, tranquilos y acompasados a lmpara de lacocina arda sobre una mesa adornada con un $lorero uin sabe si no hubiera habido otro muerto

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    gobernaban el barco l diablo sabra qu no tema al capitn ue arren los botes7 6.e ha suicidado768o, est nadando7

    :/laro que estaba nadando ?n nadador como yo no sesuicida ahogndose

    legu al islote ms pr%imo antes que ba"aran el bote osescuch remar en la oscuridad, gritando, pero no tardaron enabandonar la batida

    /eso el ruido y sobrevino una calma mortal (e sent enuna roca y pens qu hacer 8o me caba la menor duda de que al

    amanecer me seguiran buscando 8o tena re$ugio posibleaunque tampoco me hubiera servido de nada )ero, bueno, demomento ya estaba $uera del barco, y no iba a regresar Al $indecid quitarme la ropa, hacer un bulto con ella, meter dentro unapiedra y arro"arla al agua desde un e%tremo del islote /omosuicidio me era su$iciente >ue pensaran lo que les diese la gana0esde luego yo no tena ninguna intencin de ahogarme 8adarahasta que no pudiera ms que no es lo mismo legu hasta otra

    isla, y desde all vi la lu! de su nave )or lo menos, ya contaba conuna meta 8ad tranquilamente y, a medio camino, me encontrcon una roca, que sobresala uno o dos pies del agua.eguramente durante el da, desde popa, usted puede verla con elcatale"o (e tumb ah y descans un rato 0espus me !ambullotra ve! l ltimo tramo habr sido de una milla

    .u vo! era cada ve! ms dbil, y sus o"os no de"aban devigilar la tronera, por donde no se vea ni una estrella 8o lointerrump en todo el tiempo que estuvo hablando .u relato talve! l mismo, imponan un silencio total, pues ambos posean unaincali$icable cualidad, inspiraban una sensacin ine%presable n

    cuanto concluy, slo pude susurrar, muy levemente+#3& entonces nad hacia nuestra lu!4#., recto hacia ella ra mi meta 8o poda guiarme por las

    estrellas, porque se interpona la costa, y tampoco haba tierra$irme a la que pudiera acceder l agua pareca un espe"o racomo nadar en una cisterna de mil pies de pro$undidad, sin unlugar donde encaramarse; pero lo que me horrori!aba era la ideade dar vueltas y vueltas como un animal enloquecido, antes derendirme; y no tena ninguna intencin de regresar 8o 3(eimagina usted, arrastrndome desnudo, agarrado del pescue!o,desde una de esas islas, peleando como un $iera4 )osiblementehubiera matado a alguno, y no quera saber nada de eso As quecontinu ntonces la escala

    #3)or qu no avis4 #pregunt en vo! ms alta(e ro! en el hombro entos pasos resonaron sobre

    nuestras cabe!as y se detuvieron l segundo haba cru!ado desdeel otro lado de la popa y deba de estar asomndose por labatayola

    #38os habr escuchado4 #pregunt mi doble con avide!.u ansiedad era una respuesta, cabal, a la pregunta que yo

    antes le haba $ormulado ?na respuesta que mostraba loembara!oso de la situacin Ante la duda, cerr la tronera,silenciosamente, pues podan ornos si levantbamos la vo!

    #3>uin es4 #pregunt entonces#(i segundo )ero no lo cono!co mucho ms que ustede habl un poco de m mismo9aca unos quince das que me haban asignado el mando,

    cuando menos lo esperaba 8o saba nada del buque ni de lagente n puerto, ni siquiera haba tenido tiempo de situarme unpoco n cuanto a la tripulacin, lo nico que saban es que yo

    deba conducir la nave a casa As que, le coment, yo era a bordotan intruso como l n aquel instante esa sensacin se agudi!,pues comprend que dentro de poco comen!ara a ser unsospechoso a los o"os de mis tripulantes

    @l se haba girado hacia m; entonces los dos e%traos de abordo se en$rentaron en idntica actitud

    #6sa escala7 #murmur l, despus de una pausa#3>uin iba a imaginar que haba una escala colgando de un barco

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    anclado en mitad de la noche4 staba muy $atigado a vida quellev durante nueve semanas era para acabar con cualquiera (esenta incapa! de llegar hasta las cadenas del timn ntonces3qu es lo que veo4 ?na escala donde agarrarme n cuanto laagarr me di"e que qui!s no servira de nada ntonces vi que seasomaba una cabe!a, y pens que me ale"ara inmediatamente y lode"ara gritando en el idioma que $uese )ero, no me import queme vieran, casi me agrad & usted, hablndome con esa vo! tansosegada, como si me estuviera esperando 5ueno, me decidi aaguardar un poco ms staba cansado de estar solo y no mere$iero nicamente al tiempo que estuve nadando /reo que me

    alegr poder hablar con alguien que no $uera del :Sephora &, encuanto a lo de preguntar por el capitn, $ue absolutamenteinstintivo 8o me hubiera valido de nada si se llega a enterar todala tripulacin y al da siguiente aparecen los otros a buscarme 8os me apeteca de"arme ver, hablar con alguien, antes decontinuar .eguramente hubiera dicho :9ace una noche muyagradable, 3no4, o algo as

    #3/ree que no tardarn en venir4 #pregunt incrdulo#s casi seguro #balbuce0e pronto, pareci e%hausto 0io algunas cabe!adas#Ah Jeamos (ientras, mtase en la cama #murmur#

    3o ayudo4 Asra una litera ms bien alta, con ca"ones deba"o Aquel

    asombroso nadador ui!sel mayordomo slo les haba comentado que yo era :un tantoe%trao, o, lisa y llanamente, que estaba borracho, pero desdeluego, aquel hombre estaba dispuesto a e%aminarme A medidaque se acercaba, su sonrisa se e%tendi hasta las patillas 8o le ditiempo ni de abrir la boca

    #>ue cuadren las vergas, antes de que desayune la

    tripulacinAquella era la primera orden concreta que yo imparta abordo de esa nave; permanec en cubierta porque quera verlacumplir 'ena una imperiosa necesidad de a$irmarme n esaocasin, el mo!albete socarrn de" caer un par de cabillas, yadems tuve oportunidad de observar a cada uno de los hombres

    1Incongruencia en el texto

    8

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    del trinquete, cuando pasaban delante de m para dirigirse a lasbra!as de popa 0urante el desayuno, que no prob bocado, presidla mesa con tal $rialdad que ambos o$iciales no dudaron enabandonarme apenas se los permiti el de coro; entretanto, ladoble tarea de mi espritu me apremiaba hasta la locura 8i por unmomento de"aba de observarme a m mismo+ mi yo secreto

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    #., una en$ermedad #asent, en un tono muy alegre quepareci desconcertarlo )ero ya haba logrado mi propsito, puestuvo que al!ar la vo! para contarme lo ocurrido 8o es necesariorelatar su versin a historia haba ocurrido haca dos meses, y lhaba re$le%ionado tanto sobre el asunto que, aunque todava letena impresionado, sus consecuencias lo aturdan por completo

    #3/mo reaccionara usted si algo seme"ante ocurriera abordo de su nave4 9ace quince aos soy capitn del :.ephora (econoce todo el mundo

    staba angustiado )osiblemente yo habra simpati!ado conl de haber podido evitar ver, en el imprevisto con$idente, una

    especie de segundo yo que a unos die! pasos de distancia seesconda tras el mamparo Aunque por educacin miraba $i"amenteal capitn Archbold

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    )ero 3cmo iba a recibirlo4 3/on entusiasmo4 so era imposiblepor ra!ones psicolgicas que no hace $alta e%plicar aqu o nicoque me importaba era evitar un interrogatorio 3/on insolencia49ubiera suscitado alguna pregunta a boca"arro ?na templadacortesa #cuya naturale!a representaba para l una novedad# erael me"or obstculo con el que poda de$enderme, aun arriesgandoque $uera tan auda! como para de"arme sin recursos /reo que nohabra podido mentirle directamente, tambin por ra!onespsicolgicas, no morales .i l hubiera sabido cmo tema yo quepusiera a prueba mi sentimiento de identidad con el otro7 .inembargo

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    0e pronto lo de" Advert que no era muy adecuado; peroestar en el puente, teniendo a mi doble ah aba"o, me pona losnervios de punta; estar aba"o tambin me los pona 8o habaquien pudiera soportar $cilmente esa situacin .in embargo,mientras estaba con l, me senta menos dividido n toda la nave,no haba nadie que pudiese, como l, ser mi con$idente Ahora quelos tripulantes ya conocan la historia, era imposible hacerlo pasarpor otro y un descubrimiento accidental era ms peligroso quenunca

    8ada ms ba"ar, el mayordomo estaba preparando la mesay, apenas pudimos intercambiar un par de miradas )or la tarde,

    volvimos a hablar cautelosamente 8os per"udicaba mucho latranquilidad dominical del buque, la calma de la atms$era, de lasaguas; los elementos naturales y los hombres+ todo conspirabacontra nosotros y nuestra secreta alian!a; hasta el tiempo, peroesto no poda durar .upongo que a l, debido a que era culpable,le era negada hasta la con$ian!a en la )rovidencia 3/on$esarcunto me abati esa re$le%in4 & en cuanto al captulo de lascircunstancias, que tanto in$luyen el libro del triun$o, yo ya lo creacerrado 3)ues qu circunstancia $avorable podamos esperar4

    #39a podido escuchar algo4 #$ue lo primero que lepregunt en cuanto nos sentamos en la litera, acurrucados

    #.o atestigu con un en$tico susurro+#e coment que tan siquiera se haba atrevido a dar la

    orden

    /omprend que se re$era a ese trinquete providencial#. 'ema que al desplegarlo lo echaran a perder#e aseguro que "ams dio esa orden, a lo me"or l cree

    que s, pero nunca la dio /uando perdimos la gavia, se quedconmigo a popa, se lamentaba por nuestra ltima esperan!a selamentaba, se lo aseguro, no hi!o otra cosa 6& la noche se nosvena encima7 Jer al propio capitn en ese estado, en seme"antesituacin, era su$iciente para sacar de quicio a cualquiera0esesperado, decid hacerme cargo de todo (e herva la sangre,3pero para qu decirle4 6&a sabe usted7 3/ree que si no hubiesesido un poco duro los hombres me hubieran respondido4 68ada deeso7 3l contramaestre, qui!s4 6>ui!s7 8o es que $uera un mardi$cil 6era un mar enloquecido7 .upongo que el $in del mundodebe ser algo parecido; basta que un hombre lo vea una ve! paraque ya no quiera saber nada, pero tener que aguantarlo un da y

    otro no culpo a nadie (i nimo no era mucho me"or que el delos dems )ero, en esa vie"a carbonera, yo era el o$icial, a $in decuentas

    #o comprendo per$ectamente #a$irm con sinceridad ossusurros le de"aban sin aliento; escuch sus leves "adeos 'odo eramuy sencillo a misma $uer!a encabritada que a veinticincohombres les haba concedido, por lo menos, la oportunidad desobrevivir, haba derrumbado en una especie de e%asperacin, a

    una e%istencia tumultuosa e indigna )ero no tuve tiempo dere$le%ionar ms sobre el asunto .e oyeron unos pasos, un golpeen la puerta

    #&a tenemos viento para partir, seor so supona unanueva e%igencia de la que hacerme cargo

    #>ue suba la tripulacin #grit# n seguida voy acubierta

    )or $in iba a conocer mi barco, pero antes de irme, nuestroso"os se encontraron+ los o"os de los dos intrusos de a bordo eindiqu el banco que le estaba esperando y puse un dedo en mislabios l hi!o un gesto vago y enigmtico, y esbo! una sonrisa,

    con triste!a8o voy a e%tenderme relatando aqu las sensaciones de unhombre que advierte, por primera ve!, que el buque que tiene ba"olos pies se mueve al con"uro de sus palabras n mi caso, stas,$ueron inter$eridas por esa presencia a"ena que, desde la cabina,me impeda dis$rutar de la soledad del mando s decir que, mientrega a la nave no era completa ?na parte de m estabaausente a sensacin de estar en dos sitios a la ve! me a$ectterriblemente, era como si la clandestinidad me hubiera penetradoel alma n menos de una hora la nave estuvo en movimiento, ycuando le ped a mi o$icial

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    #0isclpeme, seor /rea que estaba usted en sucamarote

    #)ues ya ve que no#8o, seor )ero habra "urado que hace unos segundos o

    ruido ah adentro s realmente asombroso o siento, seorcult mi nerviosismo staba tan identi$icado con mi doble

    secreto que ni siquiera le habl de la escena en nuestros tmidos y$ugaces susurros .upongo que l habra hecho algn ruido,hubiera sido raro que no ocurriera nunca & sin embargo, $atigadocomo estaba, todava conservaba un gran dominio de s+ parecainvulnerable e recomend que se quedara en el bao, ya que,

    dentro de todo, era el sitio ms seguro 8o haba ninguna e%cusapara que alguien entrara all una ve! que el mayordomo habaconcluido su $aena ra un lugar muy pequeo @l se recostaba enel suelo, con las piernas encogidas y la cabe!a apoyada sobre losbra!os, o se sentaba en el banco, con un pi"ama gris y su cabellodespeinado, inmvil y resignado como un convicto )or la noche,vena a mi litera e inicibamos nuestras con$idencias, mientras lospasos del o$icial de guardia retumbaban sobre nuestras cabe!as8o $ueron momentos muy dichosos )or $ortuna, en un armario demi camarote haba algunas latas, y a m no me costaba muchoconseguirle pan duro; as se aliment de pollo esto$ado, pat de$oie gras, esprragos, ostras, sardinas #toda esa clase deabominables simulacros de e%quisite! que traen las latas .olabeberse mi ca$ de la maana; pero ya no me atreva a hacer nadams por l, en ese aspecto

    )or la maana, la limpie!a de mi cuarto y el bao, nos e%igatoda clase de maniobras legu a odiar la imagen del mayordomo,a aborrecer su vo!, aunque era ino$ensivo, sospech que al $inaldesencadenara una catstro$e ponindonos al descubierto osentamos pender sobre nuestras cabe!as como una espada

    l cuarto da, apro%imadamente #atravesbamos el -ol$ode .iam, con continuos vira"es, con viento escaso y mar en calma#, el cuarto da, s, de ese constante $iltreo con la $atalidad,mientras nos disponamos para comer, ese hombre, cuyosmovimientos ms ntimos me resultaban peligrosos, subi acubierta despus de poner los platos All no haba riesgo; pero depronto se acord de un abrigo que yo haba puesto a secar sobre labatayola, pues por la tarde lo haba mo"ado un chubascoAbsurdamente sentado en la cabecera de la mesa, me aterr alverlo ba"ar con el abrigo en la mano 8aturalmente, se diriga a mi

    camarote 8o haba tiempo que perder#6(ayordomo7 #grit (is nervios crispados meimpidieron dominar la vo! y desvelaron mi turbacin scenascomo sta eran las que incitaban a mi o$icial, con sus insoportablespatillas, a llevarse el ndice a la $rente e haba sorprendido elgesto en cubierta, mientras conversaba con el carpinterocon$idencialmente Aunque no pude escucharlo, me imagin que talgesto slo poda aludir al e%trao nuevo capitn

    #., seor #el mayordomo, resignado, se volvi hacia me gritaban por sorpresa, le llamaban sin ra!n, tan pronto loechaban de mi camarote como lo requeran para que entrase, loechaban de la despensa para cumplir rdenes absurdas+ lacreciente perple"idad que se re$le"aba en su rostro eraper$ectamente e%plicable

    #30nde lleva ese abrigo4#A su cuarto, seor#3Ja a llover ms4#)ues, no lo s, seor 3>uiere que vaya a ver4#0"elo 0a igual

    .eguramente mi otro yo habra escuchado todo (ientras,mis dos o$iciales no apartaron los o"os de sus respectivos platos;pero el labio de ese mo!albete, mi segundo #0ios lo con$unda#,tembl visiblemente

    .upuse que el mayordomo colgara el abrigo y saldra deinmediato, pero tard ms de lo previsto; logr dominar misnervios para no llamarle a gritos 0e pronto advert

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    empec a tener alguna duda con respecto a su e%istencia corporal3.er #me pregunt# que nadie sino yo puede verlo4 ra comoestar embru"ado Cgida y gravemente al! los bra!os en un gestoque quera decir+ :0ios mo7 0e buena me he librado 0esdeluego /reo que yo me haba acercado a la locura todo lo que esposible antes de $ranquear el lmite se gesto, por decirlo as, $ueel que me contuvo, librndome de ella

    l o$icial de las terribles patillas ahora haca virar el buquen ese momento de pro$undo silencio que sobreviene una ve! quela tripulacin ocupa sus puestos, escuch su vo!, que vena desdepopa, cuyo eco reson en el alc!ar

    #6A sotavento7l velamen, ante tan leve brisa, no emiti ms que una levevibracin n seguida ces l buque viraba lentamente; contuve elaliento, en medio de esa calma recuperada y e%pectante;cualquiera hubiera dicho que no haba nadie en cubierta 0erepente un grito M62!ar la vela mayor7M, quebr el silencio y,mientras sonaban en cubierta los gritos laboriosos de los hombres,nosotros, en mi cabina, recobramos nuestro puesto habitual "untoa la litera

    @l no esper mis preguntas#o o rondar por aqu y me met en el bao como pude #

    susurr# .lo abri la puerta y asom el bra!o para colgar elabrigo )ero

    #8o lo haba pensado #susurr a mi ve!, ms apabulladoque antes por lo delicado de la situacin, y maravillado por esa

    indolente vena de su carcter que le haba permitido a$rontarla contal entere!a ra mi vo!, no la suya, la que estaba alterada lconservaba la cordura, y me lo demostr en el siguiente susurro

    #0e nada me servira volver a la vidaran palabras dignas de un $antasma staba aludiendo a la

    reticente actitud con que su vie"o capitn haba aceptado la teoradel suicidio @sta, evidentemente, poda servirle, si es que yo habacomprendido el propsito que pareca gobernar la serenaobstinacin de sus actos

    #Apenas pueda, abandneme entre ests islas de la costa/amboyana

    #6Abandonarlo7 sto no es una historia de aventuras paranios #protest (e interrumpi su despectivo susurro

    #6)or supuesto7 8o es ningn cuento para nios, perotampoco es otra cosa stoy harto 3/ree que no temo lo que

    pueden hacer conmigo+ la prisin, la horca o lo que sea4 3)ero meimagina usted de regreso, dando e%plicaciones a un vie"o conpeluca y a doce respetables comerciantes, se lo imagina4 3>usaben ellos de si soy culpable o no o en todo caso, de qu soyculpable4 so es asunto mo 3/mo dice la 5iblia4 :5orrado de la$a! de la tierra 'al como vine, me ir

    #62mposible7 #murmur# 8o puede hacer eso

    #3>ue no puedo4 (e ir, y no desnudo como un alma enel da del Iuicio 'odava no ha sonado la trompeta y usted ya meha entendido, 3no4

    0e pronto me avergonc de m mismo 9aba comprendido,puedo con$esarlo con toda $ranque!a, y mis dudas en cuanto apermitir que ese hombre huyera a nado y se ale"ara de mi buque,no eran sino un sordo simulacro, una especie de cobarda

    #8o podemos hacerlo hasta maana por la noche #susurrAhora vamos mar adentro y el viento puede $allarnos

    #(ientras sepa que usted comprende #murmur# )ero,seguro que comprende s una suerte contar con alguien que le

    entienda a uno )arece que estaba usted aqu a propsito& tambin en un susurro, tal como si estuviramos hablandode cosas vedadas para el resto de los hombres, aadi+

    #i0e verdad, es maravilloso7/ontinuamos nuestras secretas con$idencias, que a veces

    derivaban en un mero susurro, interrumpido por largos intervalosde silencio @l, como de costumbre, contemplaba la tronera 0e ve!en cuando, una r$aga de viento nos acariciaba el rostro a navepareca estar amarrada "unto a un muelle, porque la quilla sebalanceaba con tal suavidad sobre las aguas #oscuras y calladascomo un mar espectral# que no emitan el ms mnimo murmullo

    A medianoche sub al puente y, para sorpresa de mi o$icial,cambi el rumbo de la nave .us terribles patillas aleteaban a mialrededor, "u!gndome en silencio 0esde luego, mi decisinhubiera sido muy otra de haber querido abandonar cuanto antes

    aquel gol$o /reo que algo le coment al segundo, cuando vino arelevarle, sobre mi $alta de "uicio l otro se limit a boste!arse insoportable mo!albete iba de un lado para otro,

    apoyndose en la borda con tal desgana y negligencia que loapremi con acritud+

    #3st usted dormido4#8o, seor, no lo estoy#6)ues lo parece7 As que no disimule y mantngase alerta

    .i hay corriente su$iciente nos apro%imaremos a alguna isla antesdel alba

    Algunas islas, unas solas, otras en grupo, tachonaban el estedel gol$o .obre el $ondo a!ulado de la costa, parecan $lotar sobrelas plateadas aguas, ridas y grisceas, o verdes y redondeadascomo espesos matorrales; las ms grandes, de unas dos millas delargo, mostraban los per$iles de sus arreci$es, grisceos costillares

    de roca ba"o el hmedo manto del $olla"e 2gnoradas por elcomercio, la navegacin y casi por la geogra$a, el modo de vidaque albergaban resulta un autntico secreto n las ms grandes,debe haber aldeas, y tal ve! las embarcaciones nativas mantengancontacto con el mundo )ero durante aquella maana, mientrasempu"ados por una leve brisa, nos acercbamos a ellas, nihombres ni canoas, irrumpieron en el $oco del telescopio con el quelas estaba indagando vidamente

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    A medioda no di ninguna orden de cambiar el rumbo, y laspatillas del o$icial indicaron alarma atrayendo mi atencin ms delo debido, )or $in di"e+

    #(antendr esta direccin todo lo que me sea posible.u mirada de incalculable sorpresa dio a sus o"os cierta

    $erocidad, y por un instante tuvo un aspecto temible#n mitad del gol$o no avan!amos #di"e ligeramente#

    sta noche nos apro%imaremos a buscar las brisas de tierra#65endito sea 0ios7 30ice usted, se or, que en plena

    oscuridad nos meteremos entre islas y arreci$es y bancos dearena4

    #5ueno, si en tierra soplan brisas regulares, no queda msremedio que acercarse a la costa para encontrarlas, 3no4#65endito sea 0ios7 #repiti, con la respiracin

    entrecortada Aquella tarde, su con$usin le con$era una e%presinentre ausente y soadora uego, despus de cenar, me dirig a micamarote, como si necesitara un poco de descanso All, ambos nosinclinamos sobre una carta que e%tend en mi litera

    #Aqu est #di"e# 0ebe ser PhoOring a he estadoobservando desde el amanecer 9ay dos colinas y una llanura.eguramente est habitada n la costa opuesta parece quehubiera la boca de un ro s $cil que ro arriba haya algnvillorrio /reo que es la me"or oportunidad que se le o$rece

    #o que sea PhoOring, entoncesbserv la carta muy pensativo, como si desde un lugar

    peligroso calculara las distancias y posibilidades, como si siguiera

    con los o"os su propia imagen errante por las desiertas comarcasde /ochinchina, atravesando ese tro!o de papel, para luegoirrumpir en regiones ignoradas por la cartogra$a ra como si lanave contara con dos capitanes para determinar su rumbo

    (is obligaciones, inquietudes y preocupaciones me habande"ado, ese da, sin tiempo ni ganas para vestirme 'odava iba enpi"ama, con las !apatillas de pa"a y una gorra ligera l trridoclima del gol$o era as$i%iante, y la tripulacin se habaacostumbrado a verme con ese atuendo

    #/on este rumbo, la nave se apro%imar al cabo sur #lesusurr al odo# .lo 0ios sabe cundo, pero estoy casi seguro deque ser poco despus del anochecer (e acercar a una mediamilla de la costa, mientras pueda calcularlo en la oscuridad

    #.ea prudente #me advirti en un susurro 0e prontocomprend que mi $uturo, todo mi $uturo, el nico que tena en mis

    manos, poda nau$ragar irremisiblemente si, en mi primer mando,incurra en el mnimo error8o pude quedarme en mi cuarto mucho tiempo e aconse"

    ocultarse y sal a popa se "oven!uelo insoportable estaba deguardia /amin, muy pensativo, de un lado para otro 0espus lollam+

    #>ue un par de marineros abran las troneras del alc!ar #di"e con vo! serena

    'uvo el atrevimiento ue abra las troneras del alc!ar4 3)ara qu, seor4#e basta con que se lo haya ordenado as quiero bien

    abiertas, y su"etas como es debido.e ale", enro"eciendo, aunque creo que an le hi!o un

    comentario "ocoso al carpintero sobre la prctica de ventilar elalc!ar de un buque . que se precipit a la cabina del o$icial paracontrselo, porque las patillas aparecieron en cubierta, como quienno sabe nada del asunto, y me observaron de arriba aba"o,buscando en m, me imagino, algn sntoma de locura o deebriedad

    )oco antes de la cena, ms nervioso que nunca, volv unosmomentos "unto a mi otro yo .u sosiego era asombroso,antinatural, inhumano

    e relat mi plan en apresurados susurros#(e apro%imar todo lo que sea posible y luego cambiar

    de rumbo (s tarde me las arreglar para introducirlo a usted enel paol, que comunica con el vestbulo All hay un agu"ero, unaespecie de abertura cuadrangular para sacar las velas, que dasobre el alc!ar y que "ams se cierra cuando hace buen tiempopara que las velas se oreen /uando est el buque preparado paravirar y los marineros estn en popa, braceando las vergas, tendrel camino libre para llegar hasta el alc!ar y arro"arse por la bordaa travs de una tronera &a estn abiertas y su"etas ?tilice untro!o de cuerda para ba"ar al agua, as evitar los ruidos &a sabe,si lo oyen se pueden complicar las cosas

    -uard silencio unos momentos#/omprendo #murmur por $in#&o no estar ah para verlo #comenc torpemente# n

    cuanto a lo dems espero que yo tambin haya entendido#.eguro que s /ompletamente & por primera ve! me

    sorprendi escuchar un titubeo en su vo! (e agarr del bra!o, yen ese instante son la campanilla de la cena (e sobresalt l noperdi su calma y se limit a soltarme

    8o volv a ba"ar hasta despus de las ocho a brisa dbil yconstante estaba baada de roco, y las oscuras y hmedas velasla aprovechaban al m%imo a noche, di$ana y estrellada,arro"aba su ensombrecido resplandor; las islas parecan manchassombras y opacas a la deriva 0esde la tronera, se poda ver una,enorme y le"ana, que eclipsaba una parte del cielo con su lbrega$igura

    /undo abr la puerta me vi a m mismo, de espaldas,mirando una carta 9aba de"ado su escondite y estaba de pie,"unto a la mesa

    #9ay mucha oscuridad #susurr0io un paso atrs y se apoy sobre mi litera, con una mirada

    $i"a y penetrante&o me sent en el catre 8o tenamos nada que decirnos l

    o$icial de guardia iba y vena sobre nuestras cabe!as uego percib

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    que aligeraba sus pasos y me imagin a qu era debido .e dirigahacia la escotilla; su vo! me anunci de inmediato+

    #Jamos muy rpido, seor stamos muy cerca de la costa#0e acuerdo #respond# Ahora subo a cubiertasper a que $uera el o$icial, luego me levant (i doble

    copi todos mis movimientos 9aba llegado la hora de nuestrosusurro de despedida, pues ninguno iba a es cuchar "ams, la vo!natural del tro

    #6?n momento7 #le di"e, abriendo un ca"n y sacando tressoberanos de oro# 'ome esto e dara los seis que tengo, perotendr que comprar $ruta y verdura a los nativos, para la

    tripulacin, cuando crucemos el strecho de .unda8eg con la cabe!a#'melo #insist# >uin sabe lo que.onri y se toc indicativamente el nico bolsillo de su

    pi"ama 8o era un lugar seguro, desde luego ntonces, saqu ungran pauelo de seda, envolv las tres monedas en un e%tremo y loobligu a guardarlo

    Aquel acto debi de conmoverle, porque al $in las acept, yrpidamente las at a su cintura, deba"o del pi"ama, ro!ndole lapiel

    8uestros o"os se encontraron; pasaron algunos segundoshasta que, por $in, sin que nuestras miradas se apartaran, apagula lmpara 0espus $ui a la cocina y de" abierta la puerta de micamarote

    #6(ayordomo7

    'odava estaba en la despensa, todo a$anado, re$regandouna vina"era plateada, su ltima tarea antes de irse a dormir ehabl despacio para no despertar al o$icial, que tena su cuartoen$rente

    (ir a su alrededor con ansiedad#6.eor7#3)uede traerme un poco de agua caliente del $ogn4#(e temo, seor, que hace rato que se ha apagado#Jaya a ver/orri escaleras arriba#6Ahora7 #susurr lo ms alto que pude, tal ve! demasiado

    alto, acaso por el temor a no poder emitir sonido alguno2nmediatamente se acerc a m, y el doble capitn subi lasescaleras, atraves un oscuro pasadi!o y una puerta legamos alpaol, donde nos arrodillamos sobre las velas (e agobi una

    repentina re$le%in (e vi, con la cabe!a y los pies desnudos,errante ba"o el sol que castigaba mi nuca (e quit la gorra yapresuradamente se la puse a mi otro yo @l me eludi y se apartsilenciosamente >uin sabe qu sospech de m, en el ltimomomento, antes de comprender y desistir de sus es$uer!os8uestras manos se encontraron con $ervor y permanecieroninmviles durante un segundo /uando de"aron de apretarse, nodi"imos ni una sola palabra

    Cegres el mayordomo y me encontr al lado de la puertade la despensa

    #o siento, seor as brasas apenas estn tibias 3>uiereque encienda la lmpara de alcohol4

    #0"elo 0a igual.al lentamente a cubierta Ahora, mi conciencia me impona

    acercarme a tierra todo lo que $uera posible, pues l debera saltarpor la borda en cuanto el buque se dispusiera a girar .altar, sinoportunidad de volver Al cabo de un instante camin haciasotavento, y al ver la pro%imidad de la costa me dio un vuelco elcora!n n otras circunstancias, no habra esperado ni un minuto

    ms para cambiar de rumbo l segundo o$icial me observaba muyinquietosper hasta que pude dominar la vo!#-anaremos el barlovento #di"e con serenidad#3Ja usted a intentarlo, seor4 #balbuce incrdulo.in responderle, alc la vo! para que me oyera el timonel+#(antenga el rumbo#(antengo el rumbo, seorl viento acariciaba mis me"illas, el velamen dormitaba, el

    silencio pareca abatirse sobre el mundo a pro%imidad de esa$ran"a tenebrosa me condenaba a una tensin insoportable 'uveque cerrar los o"os, pues la nave se acercara todava ms 6)erotena que hacerlo7 Aquella quietud era as$i%iante 38ossorprendera una calma chicha4

    /uando abr los o"os, mi cora!n se estremeci a negra

    colina que se yergue al sur de PhoOring se abata sobre el buquecomo un titnico $ragmento de esa noche eterna 8i un sonidoquebraba el si lencio, ni un destello hera ese muro detinieblas que se desli!aba, incontenible, hacia nosotros; ya parecaal alcance de la mano as borrosas $iguras que componan laguardia, se congregaron en el combs, mudos por el terror

    #3.igue adelante, seor4 #pregunt una vo! atemori!ada

    9ice como que no la oa 'ena que seguir adelante#(antengan el rumbo Ahora no servira de nada alterarlo

    #advert#8o puedo ver las velas #me contest el timonel, con vo!

    trmula y cortada3staramos a su$iciente distancia4 a nave ya no estaba a la

    sombra de la costa, sino que haba penetrado en ella y sta la

    devoraba, arrebatndomela del mando e imposibilitando el regreso#lamen al o$icial #le di"e al "oven que estaba a mi lado,tieso como un cadver# & que suba toda la tripulacin

    (i vo! reson con la $irme!a de su propio eco que devolvanlas alturas de la costa )rorrumpieron varias voces+

    #'odos en cubierta, seoruego volvi el silencio, al amparo de esa sombra

    gigantesca 8i una lu!, ni un sonido a calma que se haba

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    desplomado sobre el buque lo aseme"aba a la barca de los muertosbogando ante la puerta del rebo

    #60ios mo7 30nde estamos4Hue la e%clamacin del o$icial l terror y la con$usin

    parecan haberlo privado del apoyo moral de sus patillas 0io unapalmada y un grito concluyentes+

    #6stamos perdidos7#/lmese #orden con severidad5a" la vo!, pero advert el gesto agarrotado de su

    desesperacin#3>u hacemos aqu4

    #stamos buscando el viento de la costa)areca a punto de estirarse de los pelos .e dirigi a mdirectamente+

    #8o saldremos nunca, y se lo deberemos a usted, seor &asaba yo que iba a ocurrir algo as 8unca ganaremos el barlovento,y estamos demasiado cerca para girar 8os estrellaremos contra lacosta antes de poder dar la vuelta 60ios mo7

    e agarr del bra!o en el momento que intentabaasestrselo contra su cabe!a, y lo sacud con violencia

    #&a estamos sobre la costa #gimi, tratando de soltarse#3Ah s4 6(antngase en rumbo7#n rumbo, seor grit el timonel con vo! suave, pueril,

    amedrentada&o segua sin soltar el bra!o del capitn y todava la sacuda#)represe, 3oye4 Jaya a proa y qudese ah #y le sacud

    # sin hacer ms alboroto, y preocpese por i!ar las "arcias comocorresponde8o tuve valor para mirar la costa por miedo a des$allecer Al

    $in lo de" en libertad y se march apresuradamente, como sicorriera por su vida

    3>u pensara mi doble en el paol, de todo este alboroto4@l poda escucharlo todo y tal ve! pudiera comprender por qu miconciencia me impona llegar a esa distancia, y no a menos (iprimera orden+ 6A sotavento7 reverber ba"o la sombra titnica dePhoOring, como si hubiese resonado en la garganta de unamontaa Hi" los o"os en tierra as pac$icas aguas y las brisas meimpedan sentir el movimiento de la nave 68o, no poda percibirla7&, entretanto, mi segundo yo, se dispona a correr para arro"arsepor la borda >ui! ya se haba ido

    a oscura masa negra que cavilaba sobre nosotros comen!

    a ale"arse del buque, silenciosamente ntonces olvid a esee%trao, listo para partir y slo record a ese e%trao al mando deuna nave que desconoca 2gnoraba cmo guiarla, cmo iba aresponder

    0esplegu la vela mayor y esper 3staramos varados48uestro destino dependa de ese instante, con la negra masa dePhoOring erguida #como la puerta del rebo# sobre elcoronamiento de la nave 3>u hara sta4 3.eguira su rumbo4

    Cpidamente me dirig a la borda+ no vi ms que un resplandortenue y brillante, que delataba la cristalina tersura de esa reposadasuper$icie 2mposible de$inirlo 6& yo sin saber el movimiento de lanave7 .lo necesitara algo visible, un tro!o de papel, algo visibleque pudiera arro"ar al agua para guiarme )ero no llevaba nadaencima y no tena valor de ba"ar a buscarlo 8o haba tiempo &entonces, mis o"os vidos y tensos advirtieron un ob"eto blanco$lotando a una yarda del buque Cesplandeciente sobre las oscurasaguas 3>u era4 0e pronto, reconoc mi gorra .eguramente se lehaba cado y no se haba molestado en recogerla &a tena lo quenecesitaba+ una seal visible y salvadora )ero ya no pens

    demasiado en mi otro yo, ahora le"os de la nave, oculto parasiempre de los rostros $amiliares, un $ugitivo, un vagabundo, sinque ninguna seal en su admirable $rente pudiera contener unamano homicida #y e%cesivamente vanidoso como para dare%plicaciones

    /ontempl esa gorra