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ACTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA 13, 91-119, 05 91 CONSUMO DE ALCOHOL EN UNIVERSITARIOS: RELACIÓN FUNCIONAL CON LOS FACTORES SOCIODEMOGRÁFICOS, LAS EXPECTATIVAS Y LA ANSIEDAD SOCIAL * IVÁN CAMACHO ACERO ** UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA Abstract The objective of this investigation was to evaluate the functional relationship between socio-demographic factors, social anxiety and positive attitudes towards alcohol, with the consumption of alcoholic beverages among engineering students in two private universities in Bogotá. A non-analytical, observational, descriptive, co relational study was used. The sample consisted of 618 students selected at randomly using a sampling system stratified by the type of engineering studied. They filled in an Alcohol Expectancy Questionnaire (AEQ), the Social Phobia and Anxiety Inventory (SPAI), and surveys of socio-demographic data and details of their alcohol consumption. After a linear transformation by percentage points of the AEQ and the Chi2 tests, the correlation coefficient of the Spearman and Kruskal Wallis correlatives, as well as an estimate of the parameters with confidence intervals of 95%, it was found that engineering students, mainly male (82.7%; p<0.01), with an average age of 20.5 (± 2.57), and a consumption frequency between moderate (37.1%) and high (36.4%), with more than a third reporting an abusive level of alcohol consumption (more than 12 drinks on one sin- gle occasion), presented a low level of social anxiety (55.8±32.9 of a possible 192) and a medium level of positive expectations towards alcohol (43.5±22.2). While the most deep- rooted expectations towards alcohol consumption were the facilitation of interaction, good verbal expression, the loss of inhibitions and psycho-physiological changes, the more minor ones were the expectation that alcohol increases sexuality, aggression and feelings of power. No link was found between consumption and the age group, the university, the type of engineering or the semester in which the student was in. It was concluded that among engineering students, the frequency and the amount of alcohol consumed significantly differs between men and women (higher frequency and consumed amount in men) and changes in relation to the level of positive expectations of alcohol and the level of social anxiety (this when related to consumed amount and not frequency of consumption). Key words: expectations, adolescents youngs people, alcohol consumption, social anxiety. Resumen El objetivo de esta investigación fue evaluar la relación funcional entre los factores socio demográficos, la ansiedad social y las expectativas positivas hacia el alcohol, con el con- sumo de bebidas embriagantes en estudiantes universitarios de ingeniería de dos instituciones privadas de Bogotá. Se utilizó un diseño no analítico observacional descriptivo * Investigación realizada en la Maestría de Psicología de la Universidad Católica de Colombia, bajo la dirección de Luis Flórez Alarcón. ** Correspondencia: Facultad de Psicología, Universidad Católica de Colombia. Calle 47 Nª 13-32 piso 1. Bogotá. [email protected]

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VALIDACIÓN DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (STAIC) 91ACTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA 13, 91-119, 05

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CONSUMO DE ALCOHOL EN UNIVERSITARIOS:RELACIÓN FUNCIONAL CON LOS FACTORES

SOCIODEMOGRÁFICOS,LAS EXPECTATIVAS Y LA ANSIEDAD SOCIAL*

IVÁN CAMACHO ACERO**

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE COLOMBIA

Abstract

The objective of this investigation was to evaluate the functional relationship betweensocio-demographic factors, social anxiety and positive attitudes towards alcohol, with theconsumption of alcoholic beverages among engineering students in two private universitiesin Bogotá. A non-analytical, observational, descriptive, co relational study was used. Thesample consisted of 618 students selected at randomly using a sampling system stratifiedby the type of engineering studied. They filled in an Alcohol Expectancy Questionnaire(AEQ), the Social Phobia and Anxiety Inventory (SPAI), and surveys of socio-demographicdata and details of their alcohol consumption.After a linear transformation by percentage points of the AEQ and the Chi2 tests, thecorrelation coefficient of the Spearman and Kruskal Wallis correlatives, as well as anestimate of the parameters with confidence intervals of 95%, it was found that engineeringstudents, mainly male (82.7%; p<0.01), with an average age of 20.5 (± 2.57), and aconsumption frequency between moderate (37.1%) and high (36.4%), with more than athird reporting an abusive level of alcohol consumption (more than 12 drinks on one sin-gle occasion), presented a low level of social anxiety (55.8±32.9 of a possible 192) and amedium level of positive expectations towards alcohol (43.5±22.2). While the most deep-rooted expectations towards alcohol consumption were the facilitation of interaction, goodverbal expression, the loss of inhibitions and psycho-physiological changes, the more minorones were the expectation that alcohol increases sexuality, aggression and feelings of power.No link was found between consumption and the age group, the university, the type ofengineering or the semester in which the student was in. It was concluded that amongengineering students, the frequency and the amount of alcohol consumed significantlydiffers between men and women (higher frequency and consumed amount in men) andchanges in relation to the level of positive expectations of alcohol and the level of socialanxiety (this when related to consumed amount and not frequency of consumption).Key words: expectations, adolescents youngs people, alcohol consumption, social anxiety.

Resumen

El objetivo de esta investigación fue evaluar la relación funcional entre los factores sociodemográficos, la ansiedad social y las expectativas positivas hacia el alcohol, con el con-sumo de bebidas embriagantes en estudiantes universitarios de ingeniería de dosinstituciones privadas de Bogotá. Se utilizó un diseño no analítico observacional descriptivo

* Investigación realizada en la Maestría de Psicología de la Universidad Católica de Colombia, bajola dirección de Luis Flórez Alarcón.

** Correspondencia: Facultad de Psicología, Universidad Católica de Colombia. Calle 47 Nª 13-32piso 1. Bogotá. [email protected]

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correlacional, la muestra estuvo conformada por 618 estudiantes, seleccionadosaleatóriamente con un muestreo estratificado por tipo de ingeniería, quienes respondieronel Cuestionario de Expectativas hacia el Alcohol (AEQ), la escala de Ansiedad social delInventario SPAI y un formato de datos sociodemográficos y de consumo de alcohol. Luegode una transformación lineal a puntajes porcentuales de las dimensiones del AEQ y con laspruebas de Chi2, coeficiente de correlación de Spearman y Kruskal Wallis, además de laestimación de parámetros con intervalos de confianza del 95%, se encontró que los univer-sitarios de ingenierías, conformados mayoritariamente por hombres (82.7%; p<0.01), conun promedio de edad de 20.5 (±2.57) años y una frecuencia de consumo entre moderada(37,1%) y alta (36.4%) con más de la tercera parte reportando consumo abusivo (más de12 copas/ocasión), presentaron en promedio un nivel bajo (55.8±32.9 sobre un total posiblede 192), de ansiedad social y un nivel medio de expectativas positivas hacia el consumo dealcohol (43.5±22.2). Mientras que las expectativas del consumo más arraigadas fueron laFacilitación de la interacción, la Expresividad verbal, la Desinhibición y los Cambiospsicofisiológicos, las de menor nivel fueron la expectativa de que el OH incremente lasexualidad, la agresividad y los sentimientos de poder. No se encontró asociación entreconsumo con el grupo etareo, la institución, el tipo de ingeniería ni el semestre. Se concluyóque en los estudiantes de las ingenierías, la frecuencia e intensidad de consumo de alcoholcambia significativamente en función directa del sexo (mayor en los hombres), las expec-tativas positivas y la ansiedad social (esta aplica para la intensidad y no para la frecuencia).Palabras clave: expectativa, adolescentes, jóvenes, consumo de alcohol, ansiedad social.

El adolescente o adulto joven es expues-to a diversidad de situaciones que le presen-tan la educación superior y la experienciade la vida universitaria. Por esto, el ingresoy permanencia en la universidad se convier-te en una etapa de búsqueda intelectual ycrecimiento personal, que ofrece la posibili-dad de moldear la identidad personal. Asíentonces, aunque generalmente docentes einstituciones fomentan un desarrollo saluda-ble, los universitarios pueden presentar unacrisis de identidad que probablemente leorigine serios problemas (desórdenes delcomportamiento, rebeldía, lucha intergene-racional, consumo o abuso de alcohol ydrogas, entre otros).

El egocentrismo adolescente es una delas características de personalidad común-mente descrita en esta etapa; luego, con eldesarrollo del razonamiento formal sufre unproceso de descentramiento. En la transi-

ción de la adolescencia a la edad adulta jo-ven, la búsqueda de gratificaciones y satis-facción inmediata es reevaluada para darpaso al desarrollo de valores con implicacio-nes a largo plazo (Rice, 2000).

La habilidad para analizar los propiosprocesos del pensamiento característica deesta etapa se hace manifiesta, según Craig(1997), de dos formas:

1. Audiencia imaginaria: la idea deladolescente de que es juzgado y observadocontinuamente.

2. Fábulas personales: el sentimiento deque es tan especial que debe estar exentode las leyes ordinarias de la naturaleza, esdecir, el sentimiento de invulnerabilidad queparece ser el fundamento de ciertos compor-tamientos riesgosos que son tan frecuentesen este período.

Además, el conjunto de valores del ado-lescente y del adulto joven depende princi-

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palmente del desarrollo cognoscitivo. Seven obligados a confrontar aspectos de lamoralidad que nunca habían encarado; entreellos:

1. Decisiones de tener relacionessexuales.

2. Valorar la conducta relacionada conla droga.

3. Acoger el valor y significado socialdel dinero y el trabajo, y

4. El valor que la religión ocupará ensu vida.

Si el adolescente o el adulto joven antesituaciones provocadoras es capaz de con-siderar los dilemas morales con unas mejo-res habilidades cognoscitivas, podrá lograrun mejor ajuste (Craig, 1997). De hecho,Kohlberg (1992) en su teoría del desarrollomoral, plantea que en las etapas quinta ysexta (Nivel post-convencional: donde lasobligaciones morales deben basarse en idea-les compartidos, ser plenamente recíprocasy abiertas al escrutinio, se da una perspec-tiva ‘anterior a la sociedad’, no relativa ode razonamiento moral de principios (Bar-ba, 2002)), el desarrollo moral es en esenciauna función de la experiencia. Los indivi-duos sólo podrían alcanzar estos niveles (sies que lo logran) pasados los 20 años, yaque para que las personas reevalúen y cam-bien sus criterios para juzgar lo que es co-rrecto y justo requieren de experiencias,sobre todo aquellas que tienen fuertes conte-nidos emocionales que llevan al individuoa volver a pensar. Este pensamiento de ca-racterística post-formal, según Hoffman(1996) tiene tres elementos básicos: el rela-tivismo, la contradicción y la síntesis. Eladulto que alcanza el pensamiento postfor-mal es capaz de sintetizar pensamientoscontradictorios, emociones y experienciasdentro de un contexto más amplio. No ne-

cesita limitarse a elegir entre alternativasporque es capaz de integrarlas.

Sin embargo, este desarrollo puede ver-se afectado por muchos de los factores deriesgo que están presentes en la vida cotidia-na de la población en general, y de los jóve-nes en particular. Sin duda presuponen unriesgo de que, en determinadas circunstan-cias, una cierta parte de las personas expues-tas (es decir con situaciones problemáticas)presenten alteraciones del comportamientoe incluso consuman alcohol y otras Sustan-cias Psicoactivas. Pero también es cierto queotras personas, igualmente expuestas, nodesarrollan tales hábitos (Navarro Botella,2000). Esto se puede deber, básicamente, aque existen también una serie de factoresde protección que en estas personas contri-buyen a modular o reducir el uso de drogas.Estas personas disponen ellas mismas, o ensu entorno, de unas condiciones (o factoresde protección) que los protegen ante el po-sible desarrollo de una drogadicción.

Sin embargo, hay un campo en el que,por la especial complejidad de su abordaje,aún no se dispone de una línea de investi-gación suficientemente desarrollada. Estasería la de los factores de riesgo y los facto-res de protección asociados con los procesosde adquisición, fortalecimiento y manteni-miento de los consumos de SPA y en la mo-dulación o reducción de los mismos (Nava-rro Botella, 2000). Existen algunos estudiospiloto con muestras intencionales, así comoexperiencia clínica, que señalan la efectivarelación de estos factores con los consumosy su posible evolución, pero la evidencia eslimitada.

El consumo se entiende como la utiliza-ción que se hace de una sustancia en undeterminado momento, y como consecuen-cia del cual se experimentan unos efectos

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Tabla 1Factores de riesgo y protección en la adolescencia1

FACTORES DE RIESGO

• Conductas de riesgo.• Disfuncionalidad Familiar.• Deserción escolar.• Accidentes.• Consumo de alcohol y drogas.• Enfermedades de transmisión sexual asocia-

das a prácticas riesgosas.• Embarazo.• Desigualdad de acceso a sistemas de salud,

educación, trabajo, empleo del tiempo librey bienestar social.

• Condiciones ambientales insalubres, margi-nales y poco seguras.

FACTORES DE PROTECCIÓN

• Estructura y dinámica familiar que satisfaga los pro-cesos físicos y funciones de la familia.

• Política social sobre la niñez y la adolescencia quepropenda por la salud integral, el desarrollo y el bien-estar social.

• Desarrollo de ambientes saludables y seguros paraambos sexos.

• Promoción del autocuidado y salud reproductiva enlos dos sexos.

• Autoestima y sentido de pertenencia familiar y social.• Posibilidad de elaborar proyectos de vida viables en

congruencia con la escala de valores sociales y mora-les apropiados.

• Promoción de mecanismos conductuales para la iden-tificación y refuerzo de la defensa endógena frente asituaciones traumáticas y de estrés (Resiliencia) po-tenciando la capacidad de recuperación ante condi-ciones personales adversas.

determinados (Pons y borjano, 1999); ade-más, es claro que el consumo de alcohol lorealiza tanto el alcohólico, como el bebedorhabitual, sea éste moderado o abusivo, comoel bebedor esporádico, como quien lohiciera por primera vez. Dicho de otra ma-nera, el término consumo de alcohol, en unsentido estricto, contempla únicamente laingesta actual, aislada de otras ingestas pa-sadas o futuras (Pons y borjano, 1999).

El término abuso, según Bríñez (1998),hace referencia al consumo repetitivo de unaSPA que produce disfunciones psicofisioló-gicas y alteraciones psicosociales desde suuso específicamente farmacológico y en ge-neral... «al desarrollo de disfunciones a pesarde que el sujeto es consciente del daño produ-cido por el consumo de la sustancia» (p. 21).

Por otra parte, la adicción, en ocasionesutilizada como sinónimo de abuso, hacereferencia al patrón conductual de uso com-pulsivo por el cual la persona logra asegurarel suministro de la droga, seguido ademáspor la tendencia creciente a la auto-admi-nistración (Briñez, 1998). Ya que el alcoholes un depresor del sistema nervioso central,produce un pronunciado síndrome de absti-nencia con su propio patrón sintomáticodistintivo cuando se descontinúa el usorepetido y excesivo (Madden, 1986).

La etapa del desarrollo de la mayoría deestudiantes universitarios está caracterizadapor aserciones de independencia, experi-mentación con nuevos comportamientos«adultos» y sentimientos de invulnerabili-dad que se pueden convertir en promotores

1 Tomado de OPS/OMS (1995).

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de la ingesta de bebidas alcohólicas (Burkeyy Stephens, 1999). De la misma forma enque es de gran importancia la relación conlos compañeros, las relaciones con el sexoopuesto también lo son; la meta deseada deaceptación podría motivar a los estudiantesa socializar, pero la interacción con gentedesconocida y las situaciones específicas deexigencia social podrían producir senti-mientos de ansiedad social en algunos yaque el 37% de algunos estudiantes reportannerviosismo o ansiedad cuando interactúancon miembros del sexo opuesto (Arkowitzy cols., 1978). No obstante, en la decisiónde consumo de alcohol intervienen percep-ciones de las consecuencias del consumoen forma de expectativas positivas; porejemplo, la percepción del alcohol comoreductor de ansiedad y un facilitador social;y la percepción de no poseer otras estrate-gias para reducir la ansiedad (Burkey yStephens, 1999).

La teoría explica que para que la perso-na experimente el deseo de consumir se re-quiere de la percepción de la disponibilidad,la intención para usarla y la expectativa deexperimentar los efectos de la droga. Sinembargo, se postula que el deseo no sólo esfunción de la percepción de los estímulosrelacionados con el uso sino también de pro-cesos biológicos, motivacionales, circuns-tanciales, cognoscitivos y con variables depersonalidad.

El alto valor predictivo de las expectati-vas positivas hacia el alcohol se ha postula-do en mayor medida en comparación conotras variables comparadas, como los datosdemográficos y la historia de bebida. Ade-más las expectativas positivas se podríanconvertir en un factor causal del desarrollodel abuso del alcohol (Cooper, y cols., 1988;Brown, 1985b). De este modo se muestra

que las expectativas pueden jugar un papelcrucial en la etiología de problemas de bebi-das y específicamente en el tratamiento delalcohol, pues estas cogniciones son poten-cialmente modificables (Brown y cols.,,1985).

En general, los consumidores de alcoholpresentan una expectativa de resultadoaprendida, que se da como aprendizaje delas consecuencias del consumo, es decir yaestán en capacidad de predecir los efectosdel alcohol (Graña, 1994). Esta es una ca-racterística particular que diferencia las ex-pectativas de las actitudes, ya que las prime-ras son creencias que tienen un componen-te de causa-efecto, por ejemplo la capacidadde afrontamiento de situaciones difícilesdebido al consumo del alcohol (Mora-Ríosy Natera, 2001).

Varios estudios de poblaciones de no al-cohólicos han encontrado asociaciones sig-nificativas entre varias expectativas con res-pecto a los efectos de alcohol y la cantidadde alcohol consumido. La mayoría de estu-dios muestran que las razones para beber ylas expectativas sobre el alcohol haninvolucrado poblaciones alcohólicas y noalcohólicas. Al respecto se ha encontrado quelas personas buscan el alcohol porque creenque les reduce la tensión frente a situacionesestresantes, es decir que el consumo de al-cohol se incrementa frente a circunstanciasque generan tensión (Cooper y cols. 1988).

Ya que el estrés tiene un comienzo dealguna manera inmanejable, las drogas queproducen consecuencias sociales deseableso la reducción de sentimientos negativos seconvierten en un reforzamiento poderosopara continuar su uso. La expectativa de queel consumo de alcohol puede ser un tipo deafrontamiento eficaz; es decir, la creenciade que el consumo es un modo eficaz y

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apropiado de hacerle frente a la tensión y aotras emociones negativas puede convertir-se en un factor de mantenimiento impor-tante de la conducta de beber.

La expectativa acerca del alcohol favo-rece predictibilidad de patrones de consumoen estudiantes y se relacionan de forma di-recta con las problemáticas que presentanlos estudiantes bebedores. Así mismo laexpectativa determina la cantidad y frecuen-cia de consumo, de esta forma si se agrupanlos estudiantes bebedores por cantidad yfrecuencia de consumo surgirían modelosde expectativas diferentes (Brown, 1985c).

Los trabajos de Brown y cols., (1980),sobre las expectativas y su relación con eluso y el abuso del alcohol han permitidoespecificar y sintetizar las expectativas quese muestran en la tabla 2.

Estos trabajos se realizaron utilizando yvalidando el cuestionario de expectativas alalcohol (AEQ). Instrumento utilizado conéxito posteriormente por Brown (1985c), yMora-Ríos y Natera (2001) en estudiantesuniversitarios de la ciudad de México.

Por otro lado, Graña y Muñoz-Rivas(2000b) llevaron a cabo un estudio que pre-tendía predecir el consumo de drogas lega-les e ilegales en función de variables psico-

lógicas (factores emocionales, conductualesy afectivos) partiendo del supuesto que eluso de drogas suele estar precedido por al-gún tipo de malestar emocional o se usa paraaliviar problemas de tipo emocional aunquea largo plazo, como en el caso del alcohol,el consumo potencie los síntomas depresi-vos. Los resultados indicaron que el 32%de la variabilidad encontrada en el uso dedrogas legales está explicada por la conduc-ta antisocial. Luego de ésta se ubica ladesinhibición entendida como el deseo depresentarse de una forma más abierta y conmenos prejuicios como una expectativafuerte que motivaría en mayor medida a losjóvenes a beber o a fumar. Esta valoraciónde mayor «apertura» reemplaza la suposi-ción de la búsqueda de sensaciones comouna de las variables que explican de mane-ra más fuerte el consumo de alcohol ya quela desinhibición hace referencia a situacio-nes en las que el adolescente podría supe-rar sus propias inhibiciones o los convencio-nalismos en el caso de que éstas se dieran;pero no busca o precisa satisfacer su nece-sidad de descubrir situaciones novedosas oexcitantes posiblemente porque los efectosderivados del consumo no se adecuan priori-tariamente a este tipo de necesidades.

2 Elaborada por el Autor con base en Brown y cols. (1980).

1. Transforma positivamente las experienciaspersonales.

2. Mejora la ejecución y la respuesta sexual.3. Aumenta el placer físico y social.

4. Incrementa el poder y la agresión.5. Incrementa la asertividad social.6. Relaja y reduce la tensión.

Tabla 2Expectativas típicas en el consumo de alcohol2

EXPECTATIVAS

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Las investigaciones sugieren que el usode SPA en los adolescentes representa unaforma de emoción enfocada en el afronta-miento por el cual los jóvenes alivian senti-mientos de estrés psicológico, impotenciae insignificancia (Labouvie, 1986 y Mainousy cols., 1996). Se reconoce que la adoles-cencia es un período de alta vulnerabilidada problemas de salud mental, en términosde una sintomatología transitoria y de nive-les clínicamente relevantes de depresión yansiedad (Kazdin, 1993, citado por Griffiny cols. 2001). Los jóvenes quienes presentandepresión, ansiedad u otras emociones nega-tivas pueden intentar superarlas usando dro-gas legales e ilegales. Un estudio recientesobre la relación entre salud mental y abu-so de SPA entre adolescentes encontró quelos adolescentes con problemas emociona-les serios consumieron dos veces más ciga-rrillo, alcohol y marihuana y son más depen-dientes del alcohol y otras drogas en com-paración con los jóvenes con bajos nivelesde problemas emocionales.

Se hace notar que específicamente, elYale Family Study (Merikangas y Avene-voli, 2000, citado por Begoña, 2002) en-contró que la fobia social y el trastorno afec-tivo bipolar están causalmente relacionadoscon el desarrollo de la dependencia de sus-tancias, mientras que el ataque de pánico,depresión mayor y trastorno por uso de sus-tancias resultan en parte una porción de losfactores de riesgo familiar.

Es claro que la ansiedad social hace par-te de las ansiedades de evaluación y vistaasí, las observaciones clínicas en diferentesfases de las terapias, ha identificado los sig-nos que plantean Beck y cols. (1985) y seenuncian en la tabla 3.

Los síntomas propios de la ansiedadsocial también se evidencian en los canales

de respuesta fisiológico, comportamental ycognoscitivo. A nivel fisiológico, se dan lossíntomas típicos de aumento en la activacióny se experimenta una sobreatención a loscambios somáticos que retroalimentan lanecesidad de evitación y escape. En el canalcomportamental la evitación y el escape sonlas características principales que puedenllevar a problemas como el estancamientoocupacional, la pérdida del empleo, el aisla-miento y los síntomas depresivos y particu-larmente autodeclaraciones negativas y cul-pabilidad. Además, se ha caracterizado a lapersona con una alta ansiedad social portener pocas habilidades sociales, escasa fre-cuencia de relaciones y con ello se asociauna pobre oportunidad de refuerzo positivoen el contacto con otros.

Barnea y cols., (1992, citados por López,y cols., 2001), llevaron a cabo un estudiode tipo longitudinal con una muestra de1446 estudiantes (48.2% eran varones y45.8% eran mujeres), entre 15 y 19 años.Se pretendía mostrar si había relación entrela disponibilidad de las drogas y un modelode consumo de tipo multidimensional queincorporaba variables sociodemográficas,variables de personalidad (ansiedad de esta-do, ansiedad rasgo, depresión y búsquedade sensaciones), variables cognoscitivas(disponibilidad, actitudes e intenciones) yfactores interpersonales (relación con padrese iguales). Informan entre sus resultados quela ansiedad rasgo, la ansiedad estado y ladepresión no resultaron estadísticamentesignificativas entre los sujetos consumido-res de alcohol, lo que está de acuerdo conlos resultados obtenidos por Lutcovich yLutcovich (1982) y Shwarz y cols. (1982).A nivel nacional, Ramírez (2002) encontróresultados similares en un estudio multimé-todo que buscó valorar la co-ocurrencia de

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consumo de SPA y la presentación de con-ductas violentas. Sin embargo, otros estu-dios llevados a cabo por Brooks, y cols.,(1981); Khantzian (1985); Robson (1989)y Shedler y Block (1990), encontraron re-laciones estadísticamente significativas en-tre el consumo de alcohol y otras drogas yaltos niveles de ansiedad y depresión.

Otro estudio realizado por Lewis yO´Neill (2000) sobre la relación entre losdéficits sociales y las expectativas del alco-hol con los problemas de consumo entre 116estudiantes universitarios de los primerossemestres de la facultad de psicología, re-portó que los individuos consumidores dealcohol presentan mayor grado de ansiedadsocial, timidez y baja autoestima que losindividuos no consumidores. También re-portaron que los adolescentes bebedores

problema tienen pobres habilidades socia-les, mayores índices de ansiedad social yun pobre autoconcepto, a su vez, reportanque el consumo de alcohol puede servirlespara compensar su funcionamiento social.La ansiedad social ha sido significativamen-te asociada con las razones que influencianla bebida en estudiantes universitarios(Owen, 1996).

En esta misma línea, Kushner, y cols.,(2000), realizaron un estudio que pretendíaevaluar el efecto del alcohol sobre la ten-sión. Para tal fin, seleccionaron 88 partici-pantes quienes tenían que evaluar si unacantidad moderada de alcohol incrementa-ba, decrementaba o no cambiaba el nivelde tensión y ansiedad de las personas. Losresultados mostraron que los participantescon un mayor grado de consumo tenían la

Tabla 3Expresiones de la ansiedad social3

Manifestaciones típicas de la ansiedad Social

3 Elaborado por el Autor con base en Beck y cols. (1985)

1. Percepción de desaprobación o crítica por partede otros.

2. Expectativa de desaprobación o crítica por partede otros

3. Fuerte tendencia a percibir y responder a la críti-ca inexistente de otros.

4. Un sentimiento de ser menos capaz y poderosoque otros (baja autoestima).

5. Ideas rígidas del comportamiento social apropiadoy no variarlo para hacer frente a las dificultades.

6. Fantasía o imágenes negativas que producen an-siedad anticipatoria

7. Conciencia elevada y miedo de ser evaluado yjuzgado por otros.

8. Una sensación de estar atrapado o confinado en talessituaciones (es decir, estar encerrado socialmente).

9. Una sensación de ser observado. 10. La experiencia de un progresivo aumento dedisconfort.

11. Una exagerada interpretación de la retroalimen-tación de otros relacionada a la tensión y a losfallos en la ejecución.

12. Discriminación y miedo a situaciones en que pro-bablemente atraería la atención al ausentarse re-pentinamente.

13. Un miedo de ser visto como enfermo o de perderel control (es decir, los signos físicos del pánico).

14. Detección de las sensaciones corporales en lassituaciones sociales.

15. Impredictibilidad de las respuestas de ansiedad

99EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

expectativa que el consumo de alcohol redu-ce la ansiedad y la tensión. Hallazgos simi-lares son reportados por O´Hare (1990)quien plantea que la ansiedad social predicesignificativamente las expectativas de re-ducción de tensión e incremento de la aserti-vidad social pero no las expectativas deplacer físico y/o social.

La ansiedad social está moderadamentecorrelacionada con la expectativa de incre-mentar la asertividad social (White, 1996).Esta expectativa esta relacionada con la ex-pectativa de relajación, reducción de la ten-sión, activación y poder o el grado de depen-dencia al alcohol. Las expectativas al alco-hol de los fóbicos sociales muestran ser sig-nificativamente más bajas que las de mues-tras normales de estudiantes universitarios.

Para explicar los efectos reductores deansiedad que tiene el consumo de alcohol,McDonald y cols. (2001) estudiaron la reac-tividad a la hiperventilación en personas conalta sensibilidad a la ansiedad. Se utilizarontres grupos en este estudio: un grupo con-trol que no recibió alcohol, un grupo place-bo al que se le dijo que iba a recibir alcoholpero recibió agua tónica, y un grupo expe-rimental al que se le decía que iba a recibiralcohol y se le daba luego. Los resultadosindicaron que sólo en individuos con altasensibilidad a la ansiedad, aumentaban laspropiedades reductoras de la respuesta deestrés con el alcohol, de modo que apren-den a beber como un medio para controlarlas sensaciones de ansiedad que para elloses mucho más disruptivo. Tras el estudio seencontró además que el grupo que recibióalcohol disminuyó las respuestas afectivasy somáticas y marginalmente las cognosciti-vas en comparación con los otros grupos.La reducción de las respuestas a la hiper-ventilación no fue significativa cuando se

compararon grupo placebo y control indi-cando que no se presentan cambios en per-sonas con una alta sensibilidad a la ansiedaddonde sólo la expectativa esté presenteporque no se suministró el licor.

La explicación de los efectos reductoresdel alcohol se basó en su mayoría en losefectos farmacológicos de reducción de ten-sión situados en las zonas cerebrales actuan-do directamente sobre ellas. Una segundaexplicación se refiere a que el consumo delalcohol interrumpe y reduce la capacidadde abstracción cognoscitiva truncando elproceso involucrado en la evaluación desituaciones amenazantes; así, los individuoscon alta sensibilidad a la ansiedad puedeninterpretar las sensaciones corporalesmenos peligrosas después de beber lo cualreduce la respuesta emocional (McDonaldy cols., 2001, MacLatchy-Gaudet y Stewart,2001).

En conclusión, la literatura revisada su-giere que beber alcohol es una parte integraldel desarrollo psicosocial y del proceso desocialización de la cultura. Los factoresindividuales, ambientales y socioculturalesson potentes determinantes de la motivaciónde los adolescentes para consumir o noalcohol y los estudios citados muestran quepuede existir una relación entre la expecta-tiva de reducción de ansiedad social y elconsumo de alcohol, sin embargo, algunosestudios muestran lo contrario. De la mismaforma se ha encontrado que aquellos indi-viduos con alta sensibilidad a la ansiedadmás probablemente consumen alcohol parareducir la tensión y los temores en situa-ciones sociales.

ProblemaCon base en lo anterior, se plantea el

siguiente problema de investigación: ¿Qué

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relación funcional existe entre los factoressociodemográficos, la ansiedad social y lasexpectativas positivas hacia el alcohol conel consumo de esta SPA en estudiantes uni-versitarios de dos instituciones privadas deBogotá?

Objetivo generalDescribir la relación funcional entre los

factores sociodemográficos, la ansiedadsocial y las expectativas positivas hacia elalcohol con su consumo en estudiantes uni-versitarios de dos instituciones privadas deBogotá.

Objetivos específicos1. Caracterizar los perfiles diferenciales

de la ansiedad social, de las expectativaspositivas hacia el consumo de alcohol y dela frecuencia e intensidad de ingesta en estu-diantes universitarios de dos institucionesprivadas de Bogotá en función de los facto-res sociodemográficos y la carrera de forma-ción profesional.

2. Describir el comportamiento de lasdimensiones de las expectativas positivashacia el alcohol (alcohol como facilitadorde la interacción, expresividad verbal, de-sinhibición, incremento de la sexualidad,reducción de la tensión psicológica, reduc-ción de la tensión física, agresividad y sen-timientos de poder y cambios psicofisioló-gicos) en función de la frecuencia e inten-sidad de consumo de alcohol de estos estu-diantes universitarios.

3. Describir el comportamiento de laAnsiedad social con el nivel de consumode alcohol en función del la frecuencia eintensidad de consumo de alcohol de losuniversitarios.

VariablesExpectativas positivas hacia el consumo

de alcohol. Se entienden como representa-ciones cognoscitivas que contienen aspectosinformacionales y evaluativos Kuther(2002) respecto a la posibilidad de ocurren-cia de contingencias específicas o resulta-dos deseables para el individuo que consu-me alcohol. Se Contemplan las siguientesdimensiones que evalúa el Cuestionario deexpectativas hacia el alcohol: El alcoholcomo facilitador de la interacción, Expre-sividad verbal, Desinhibición, Incrementode la sexualidad, Incremento de la sexuali-dad, Reducción de la tensión física, Agre-sividad y sentimientos de poder, y Cambiospsicofisiológicos.

Ansiedad social. Respuesta afectiva,cognoscitiva y conductual expresada consentimientos de activación, tendencia a laevitación, angustia y aprehensión, que re-sultan del temor a ser evaluado en formanegativa por lo cual se perciben las situa-ciones sociales como amenazantes. Se eva-luó con la sub-escala de fobia social del in-ventario de ansiedad social SPAI.

Consumo de alcohol. Información sobrela conducta de ingesta de sustancias etílicaspor parte del alumno evaluado.

Frecuencia de consumo de bebidas al-cohólicas. Número de veces que el indivi-duo consume bebidas alcohólicas duranteel período de un año (Programa Presiden-cial Rumbos, 2001).

Intensidad de consumo de bebidas al-cohólicas. Número de copas ingeridas du-rante una situación de consumo (Caraveo,y cols., 1999).

101EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

MÉTODO

DiseñoSe utilizó un diseño no analítico obser-

vacional descriptivo correlacional.Por su condición de no analítico, su obje-

tivo fue medir variables sin recurrir a mani-pulación experimental y abordando el fenó-meno en su ocurrencia natural para obtenerinformación de su comportamiento ypresentarla de una manera sistemática. Nose hizo control directo sobre variables deexposición o independientes ni se podía in-fluir sobre ellas porque ya estaban dadas,solo se hizo una valoración intencional dela conducta y los factores de exposición des-de el ámbito demográfico de los participan-tes en los sitios de convivencia natural. Losestudios observacionales permiten un aná-lisis puntual del grupo estudiado con el áni-mo de su caracterización (Hernández, Fer-nández y Baptista, 1998). Se evalúan las re-laciones que existen entre las variables delestudio sin que se pretenda inferir causalida-des y solo se buscan las covariaciones yaque los estudios correlacionales tienen unvalor explicativo limitado (Mathenson ycols., 1980). No obstante, permite que lasasociaciones entre variables que muestranalgún nivel de validación estadística seanutilizadas como variables predictoras y cri-terio para aplicar modelamientos multiva-riables con técnicas de regresión estadística4

(Hernández, Fernández y Baptista, 1998).

ParticipantesSe tomaron 618 estudiantes de progra-

mas de pregrado de ingeniería de dos insti-

tuciones de educación superior de Bogotá,de los cuales 314 fueron seleccionados enuna universidad de estrato socioeconómicomedio alto y los restantantes 304 en una denivel socioeconómico medio.

Se aplicó un muestreo estratificado conafijación proporcional (referida a la Carre-ra) en las poblaciones de estudiantes deambas instituciones con el fin de asegurarque la muestra fuese representativa. Para talpropósito, se realizó una selección de losestudiantes dentro de cada carrera y cadasemestre, de modo que la cantidad de estu-diantes de cada estrato (carrera) fuese pro-porcional a población universitaria de lasingenierías de cada institución.

Instrumentos1. Cuestionario de Expectativas hacia

el Alcohol (AEQ). Este instrumento fue di-señado por Brown y cols. (1980, citados porMora-Ríos y Natera, 2000). El cuestiona-rio original mide los posibles efectos posi-tivos del alcohol sobre la conducta social yemocional. Posteriormente, Mora-Ríos, ycols. (2000) analizaron la validez factorialcon el fin de adaptarlo a población de estu-diantes y obtener subescalas más específi-cas que el cuestionario original, conforma-das por ítemes consistentes conceptual yestadísticamente. El formato de respuestaes dicotómico en el que el sujeto debe res-ponder de forma positiva (si) o negativa (no)a cada una de las afirmaciones (Anexo 1).La consistencia interna global es de 0.93.

Consta de 51 ítems que miden ocho tiposde expectativas hacia el uso del alcohol con-

4 Cuando en un diseño descriptivo correlacional se aplican técnicas predictivas de regresión estadís-tica debido a las relaciones funcionales de variables predictoras y criterios, se puede hablar de un diseñodescriptivo regresional.

IVÁN CAMACHO ACERO102

formando las dimensiones del instrumentoque se enuncian en la tabla 4.

2. Inventario de Ansiedad Social (SPAI).Este instrumento fue construido por Tur-

ner y cols., (1988, citados por Echeburúa,1995). Consta de la subescala de fobiasocial, con 32 ítems, y la subescala de ago-rafobia, con 13 ítems. En total contiene 45ítems que abarcan las áreas motora, psico-fisiológica y cognoscitiva implicadas en laansiedad social en un cuadro de situacionesque potencialmente producen temor. Lasopciones de respuesta se encuentran en unaescala Likert con siete puntos en funciónde la frecuencia con que aparece la ansiedaden cada situación propuesta (1: nunca, 2:muy pocas veces, 3: pocas veces, 4: algunasveces, 5: muchas veces, 6: muchísimasveces y 7: siempre). La prueba inicialmentemostró un índice de confiabilidad en la sub-escala de fobia social de 0.97 igual al índicetotal de confiabilidad (Duncan, y cols.1994). Posteriormente García-López, y cols.(2001) le evaluaron las propiedades psico-métricas en población hispanohablante en-contrando que la subescala del ADIS-IV-L

correlacionó altamente con la subescala defobia social mostrando una validez concu-rrente de r=0.78, la validez de constructofue de 0.75; y la confiabilidad test-retest der=0.86.

3. Formato de datos sociodemográficosy consumo de alcohol. Se Diseño el forma-to para recolectar la información sociode-mográfica y la referente al consumo de al-cohol con base en ítemes específicos de fá-cil lectura para los sujetos.

ProcedimientoEl desarrollo de esta investigación se

efectuó en las siguientes fases:1. Se realizó la selección de la muestra

tomando un porcentaje representativo depersonas por cada semestre y por cada unade las carreras, los cuales fueron citados porgrupos para facilitar la aplicación de losinstrumentos.

2. Se realizó el entrenamiento y la ca-libración de los monitores (estudiantes en-cargados de aplicar el estudio) en cuanto ainstrucciones y proceso de aplicación de losinstrumentos.

5 Elaborada por el Autor con base en Mora-Ríos y Natera (/2000).

Tabla 4Estructura de la prueba del Cuestionario de expectativas hacia el alcohol5

DIMENSIÓN EXPECTATIVA ALFA ÍTEMES

I El alcohol como facilitador de la interacción 0.79 45, 11, 30, 13, 7, 17, 40, 29 y 44II Expresividad verbal 0.77 20, 34, 16, 38 y 4III Desinhibición 0.73 42, 35, 51, 49 y 36IV Incremento de la sexualidad 0.78 26, 25, 14, 31, 3, 18, 19, 43 y 27V Reducción de la tensión psicológica 0.76 21, 50, 28, 48, 8 y 2VI Reducción de la tensión física 0.58 46, 15, 24 y 47VII Agresividad y sentimientos de poder 0.80 9, 12, 22, 23, 33, 6, 5, 37, 10 y 41VII Cambios psicofisiológicos 0.71 39, 1 y 32

103EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

3. Se realizó el contacto de los monito-res con los sujetos quienes explicaron encada grupo el objetivo de la investigación yprocedieron a entregar los instrumentosCuestionario de Expectativas hacia el Alco-hol (AEQ), el Inventario de Ansiedad Social(SPAI) y el formato de datos sociodemográ-ficos y de consumo de alcohol a cada estu-diante. El monitor también debía hacer lasaclaraciones pertinentes cuando no se enten-diera alguna pregunta. La instrucción inicialfue que los instrumentos debían ser contes-tados sólo si consumen bebidas alcohólicas.

RESULTADOS

El análisis descriptivo mostró que la mues-tra final estuvo conformada por 618 sujetosestudiantes de ingeniería de Bogotá, de loscuales 304 (49.2%), fueron seleccionados deuna universidad del sector de Chapinero en lacual predomina los estratos medio y mediobajo, y los demás (314) fueron seleccionadosde una universidad ubicada en el norte de laciudad en la cual predomina el estrato medioy medio alto. Las diferencias proporcionalesen la composición muestral según la institu-ción no fueron estadísticamente significativas(p=0.717) según la prueba binomial.

Al respecto de la edad, el rango final delos participantes osciló entre 16 y 35 años,encontrándose un promedio de edad de 20.5(±2.57) años. También se puede afirmar queel 73.8% correspondió a estudiantes conedad entre los 18 y 25 años que conforma-rían la porción de adultos jóvenes y el 22.5%serian los que están en edad adolescencial.

En el análisis de la composición mues-tral también se encontró que hay una ma-yor representación de hombres (82.7%) encomparación con el grupo femenino y en

este caso las diferencias proporcionales fue-ron estadísticamente significativas(p<0.001) según la prueba binomial, comose esperaba por la preferencia de dicho gé-nero a las carreras de ingeniería, que en estecaso fue de 4.8 hombres por cada mujer.

En relación con la temática especificade ingeniería que se estudia, se encontró queen la distribución sobresale una mayor re-presentación (39.6%) de la Ingeniería Aero-náutica mientras que hay una baja partici-pación de las ingenierías Mecánica e Indus-trial (3.6% y 3.2%, respectivamente); sedebe recordar que la distribución propor-cional se definió a partir de las ponderacio-nes del muestro estratificado que se aplicó.

Con respecto a la proporción de estu-diantes por semestre, se encontró una mayor(20.2%) presencia de estudiantes que reciénhabían empezado la carrera. Los demás se-mestres se distribuyeron de manera similar,mas o menos 11%, excepto por los semes-tres finales (8º a 10º) que hicieron un bajoaporte a la conformación muestral entre el4%, 3.4% y 1.94% respectivamente.

Ansiedad socialPasando ahora a los hallazgos en los

componentes cognoscitivo y emocional deesta investigación, se debe recordar que lasubescala de ansiedad social del test SPAIpresenta una variación teórica de 0 a 192,con puntajes ordinales. El promedio de an-siedad social encontrado fue de 55.8±32.9sobre un total posible de 192, replicándoseen el rango muestral el recorrido teórico po-sible, ya que así como algunos sujetos obtu-vieron el mínimo (1) también otros obtu-vieron el puntaje máximo. Esto sugiere uncomportamiento heterogéneo de la ansiedadsocial en la muestra, por lo cual se calculóel coeficiente de variación que fue de 58,9%,

IVÁN CAMACHO ACERO104

el cual confirma que la muestra no es ho-mogénea en sus niveles de ansiedad social.Además, la distribución sugiere una varia-ción asimétrica positiva que indicaría unapredominancia de valores inferiores a la me-dia, o sea que en la muestra de estudiantesevaluada se da una tendencia a presentarniveles bajos o medios de ansiedad social.Adicionalmente, se aplicó una categoriza-ción de los puntajes obtenidos, a partir dela media y la desviación estándar, encon-trándose que tan solo en 10.9% presentanun nivel alto de ansiedad social, mientrasque una gran proporción de los estudiantesde Ingeniería acusaría niveles moderados(véase Figura 1).

Expectativas positivas hacia el alcoholLos hallazgos sobre las expectativas po-

sitivas hacia el consumo de OH se calcularonlos estadísticos de la tabla 5 para las dimen-siones de las expectativas y la escala general.

Específicamente, en las dimensiones seencontró que al analizar los promedios

muestrales y los intervalos de confianza(Figura 2), se puede ver que oscilan entre27 y 58 aproximadamente, lo cual muestrauna tendencia general a puntajes medios enel rango porcentual, que permite afirmar queen los estudiantes de Ingeniería evaluadoslos niveles de expectativas positivas haciael OH se encuentran presentes pero en ni-veles moderados.

En tal margen, se podrían conformar tressubgrupos de expectativas:

1. Se puede ver una tendencia muestrala puntuar más alto en las expectativas defacilitación de la interacción, de la expresi-vidad verbal, de la desinhibición y de loscambios psicofisiológicos.

2. Las expectativas intermedias son lareducción de la tensión tanto física comopsicológica, y

3. Por el contrario, se puntúa bajo en laexpectativa de que el OH incremente lasexualidad y la agresividad y sentimientosde poder.

Figura 1. Distribución muestral de los niveles de ansiedad social.

Porc

enta

je

80

60

40

20

0

Baja Media Alta

15.5

73.5

10.9

105EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

Tabla 5Estadísticos de las expectativas hacia el consumo de alcohol

Descriptivos

Intervalo confianza 95%

N Media D. Lípica L. inferior L. superior Mínimo Máximo

Edad 618 20.5 2.6 20.3 20.7 16.0 35.0Ansiedad Social 618 55.8 32.9 53.2 58.4 1.0 192.0P% Facilitador Interacción 593 58.0 27.6 55.8 60.2 .0 100.0P% Expresividad Verbal 610 51.7 36.5 48.8 54.6 .0 100.0P% Deshinibición 614 52.0 32.7 49.4 54.5 .0 100.0P% Incremento Sexualidad 568 30.6 25.9 28.5 32.7 .0 100.0P% Reducción Tensión 613 46.8 31.7 44.3 49.3 .0 100.0P% Reducción Tensión Física 613 40.0 32.0 37.4 42.5 .0 100.0P% Agresividad Sentimiento 589 26.9 24.7 24.9 28.9 .0 100.0P% Cambios Psicofisiológicos 609 55.9 36.1 53.1 58.8 .0 100.0% Expectativas Positivas OH 510 43.5 22.2 41.5 45.4 .0 100.0

95%

IC

60

P% Facilitador Interacción54

48

42

36

30

24

P% Expresividad Verbal

P% Deshinibición

P% Incremento SexualidadP% Reducción Tensión

P% Reducción Tensión

Física

P% Agresividad SentimientoP% Cambios Psicofisiológicos% Expectativas Positivas OH

Figura 2. Intervalos de confianza de las expectativas positivas hacia el alcohol

Consumo de OH en función de los factoressociodemográficos

Por otra parte, bajo el enfoque correla-cional del estudio se evaluó la asociación conlas variables criterio empleando las técnicasde Chi2 para las variables categóricas y elcoeficiente de correlación Rho de Spearman

para las ordinales. La tabla 6 contiene losresultados de las pruebas de hipótesis con latécnica de Chi2, en la relación entre las va-riables sociodemográficas y académicas y elconsumo de bebidas alcohólicas.

Entre todas las variables sociodemográ-ficas y académicas evaluadas en esta

IVÁN CAMACHO ACERO106

investigación, solo se encontró relaciónestadísticamente significativa (tabla 6) entreel género y el consumo de bebidas alcohó-licas, tanto en la frecuencia como en la in-tensidad. Esto indica que en general, el com-portamiento de consumo en los universi-tarios de ingenierías no cambia en funciónde factores como la institución o el grupoetareo o la temática de la carrera de Ingenie-ría o el semestre en que se encuentra, mien-tras que si varía según el sexo.

El comportamiento de la frecuencia eintensidad de consumo en las dos institucio-nes, presentan una variabilidad marcada-mente similar. En cuanto a la frecuencia deconsumo de OH en el último año en los uni-versitarios (véase Figura 3) se encontró quemientras el 36.4% de los jóvenes encuesta-dos presentan consumo de alta frecuencia,es decir que consumen una o más veces a lasemana, la mayoría (37,1%) presentan unafrecuencia de consumo intermedia (una atres veces al mes) y solo la menor propor-ción (26.6%) reporta una frecuencia baja(menos de una vez por mes).

Con referencia a la intensidad de con-sumo (número de copas de OH por ocasiónde consumo), se encontró que mientras másde la tercera parte de los universitarios re-portan un consumo abusivo (mas de 12 co-pas), un poco menos de la otra tercera parte(30.6%) manifiesta un consumo alto (5 a11 copas) y solo los demás consumen mo-deradamente (véase Figura 4).

Con respecto al sexo, de hecho hay di-ferencias en las proporciones de hombres ymujeres según la frecuencia e intensidad deconsumo, dado que la proporción más altapara el género femenino se encuentra en lacategoría de baja frecuencia (43.0%) y laproporción más baja corresponde a la cate-goría de alta frecuencia de consumo(20.6%); por su parte en el género masculi-no se encontró el comportamiento inverso,dado que la mayor proporción se encuentraen la categoría de alta frecuencia (39.7%),seguida por la frecuencia media (37.2%) yel porcentaje más bajo corresponde a lacategoría de baja frecuencia de consumo(23.1%).

Tabla 6Asociación entre variables sociodemográficas y consumo de alcohol.

VARIABLE PREDICTORA VARIABLE CRITERIO /g.l. X2 p

Sociodemográficas y académicas Frecuencia de consumoinstitución 2 0.256 .88Sexo 2 22.14 <.001**Grupo etareo 4 4.249 .373Carrera 12 16.857 .155Semestre 18 14.195 .716Sociodemográficas y académicas Intensidad de consumoinstitución 2 1.329 .515Sexo 2 37.326 <.001**Grupo etareo 4 7.223 .125Carrera 12 3.069 .995Semestre 18 25.833 .104

** p<0.01

107EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

Figura 3. Frecuencia de consumo de alcohol en el último año.

CO

NSU

MO

OH

ÚLT

IMO

O < 4 VECES/AÑO

4-11 VECES/AÑO

1-3 VECES/MES

1-2 DÍAS/SEM.

3-7 DÍAS/SEM.

Porcentaje

0 10 20 30 40

15.4

11.2

37.1

29.1

7.3

Figura 4. Intensidad de consumo de alcohol.

INT

EN

SID

AD

CO

NSU

MO

OH

20 ó más

Porcentaje0

23.3

12-13 COPAS

1-4 COPAS

5-11 COPAS

13.11

30.58

33.01

10 20 30 40

Igualmente, se evidenció un mayor por-centaje de mujeres que presentan un con-sumo moderado (56.1%) y una proporciónbaja de mujeres con consumo abusivo(15%); en cuanto a los hombres se encontróuna mayor proporción de consumo abusivo

(40.9%) y una menor proporción para elconsumo moderado de OH (28.2%).

En complemento, aun cuando las dife-rencias no fueron estadísticamente signifi-cativas, se desea resaltar el comportamientode consumo según el tipo de ingeniería. Se

IVÁN CAMACHO ACERO108

destaca que aquellas que presentan un por-centaje mayor dentro de la categoría de fre-cuencia alta de consumo son IngenieríaMecatrónica (49.3%), Mecánica (45.5%) yde Sistemas (41.8%). Por su parte, las carre-ras que presentaron los mayores porcentajesen la categoría de frecuencia media de con-sumo fueron Electrónica (42.2%), Aeronáu-tica (40.8%) y Sonido (38.5%). La carreraque presentó mayor porcentaje en la cate-goría de baja frecuencia de consumo fueIngeniería Industrial (40%).

En el mismo sentido, con respecto a laintensidad de consumo de OH en las inge-nierías, se evidencia un mayor porcentajeen la categoría de consumo abusivo en Me-cánica (40.9%), Aeronáutica (38%),Mecatrónica (35.6%), Electrónica (35.3%),Sistemas (35.2%) e Industrial (35%) y lasingenierías que presentaron mayor porcen-taje en la categoría de consumo alto fueronsonido (36.9%) e Industrial (35%).

Al hacer el análisis de la frecuencia deconsumo según el semestre, que aun cuan-do en conjunto tampoco mostró asociaciónsignificativa (tabla 6), se observó un por-centaje mayor en la categoría de frecuenciaAlta para los semestres primero (44%),

sexto (41.4%) tercero (40.8%) y segundo(36.1%). Mientras que los semestres quepresentaron porcentajes mayores en la fre-cuencia media fueron noveno (42.9%) cuar-to (42.5%), octavo (40%) quinto (2%), sép-timo (38.1%). Por lo anterior y por el com-portamiento gráfico se puede pensar que elnivel de consumo disminuye progresiva-mente a medida que se avanza en la carreraaun cuando la intensidad de consumo semantiene equivalente.

Consumo de OH en función de la ansiedadsocial

Por otra parte, en el ámbito de los facto-res emocionales se evaluó la asociaciónentre el nivel de ansiedad social y el consu-mo de OH, encontrándose que aun cuandola ansiedad social no muestra asociaciónsignificativa con la frecuencia de consumo(con lo cual se rechaza esta parte de la Hi-pótesis de trabajo de la investigación), larelación si fue significativa con la intensidadde consumo de OH (tabla 7) confirmandolo previsto en la hipótesis de trabajo. Comose ve en la Figura 5, la proporción de con-sumo abusivo y alto cambia según el nivelde ansiedad social.

Tabla 7Asociación entre la Ansiedad social y el consumo de alcohol

VARIABLE PREDICTORA VARIABLE CRITERIO /g.l. X2 p

Emocionales Frecuencia de consumo

Ansiedad Social 7,422 4 ,115

Emocionales Intensidad de consumo

Ansiedad Social 11,071 4 ,026*

*p<0.05

109EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

Figura 5. Consumo de alcohol según nivel de Ansiedad social

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) ALTO

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) MEDIO

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) BAJO

38,8

35,3

40,0

28,4

40,0

28,4

32,8

24,7

31,6

0% 25% 50% 75% 100%

FRECUENCIACONSUMO OH

BAJA

MEDIA

ALTA

INTENSIDADCONSUMO OH

MODERADO

ALTO

ABUSIVO

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) ALTO

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) MEDIO

ANSIEDAD SOCIAL (CAT) BAJO

% %

0% 25% 50% 75% 100%

36,4

44,2

34,3

32,7

18,9

40,3

30,9

36,8

25,4

Consumo de OH en función de las expecta-tivas positivas

Para analizar las relaciones entre lasexpectativas positivas y el consumo de OHprevistas en la hipótesis de trabajo se ela-boró una matriz de correlaciones (tabla 8)con los coeficientes Rho de Sperman. Seencontró que todas las dimensiones y lasescala total de las expectativas mostraronuna correlación directa y significativa conla frecuencia de consumo y de la mismamanera (excepto la Expectativa de cambiopsicofisiológicos) con la intensidad deconsumo.

Adicionalmente, al analizar los prome-dios de los intervalos de confianza de lasexpectativas hacia el consumo de OH segúnla frecuencia de consumo, se encontró queen todas las dimensiones hay diferencias sig-nificativas (Prueba Kruskal-Wallis, p<0.05),excepto en la expectativa de cambiospsicofisiológicos (p=.10) así como tampocolo fue en la ansiedad social (p=.412).

Tales hallazgos indican que se debeaceptar la hipótesis de esta investigación,

dado que se observa mayor nivel de consu-mo e intensidad de este, entre quienes tienemás arraigadas las expectativas de resulta-do positivos, con la excepción ya anotada.

En esta variable también es llamativoque al revisar los promedios de las dimen-siones de las expectativas de resultado delconsumo según la frecuencia e intensidadde la ingesta, donde se ve el incremento pro-gresivo de las expectativas en los nivelesde mayor consumo de bebidas alcohólicas.Se encuentra una marcada similaridad delas funciones de variación de las distintasexpectativas según el consumo tanto en lafrecuencia como en la intensidad.

La tabla 8, También muestra que exis-ten altas intercorrelaciones entre las dimen-siones de las expectativas hacia el OH yentre estas con la escala total, lo cual indi-caría que quienes puntúan alto en algunasde las dimensiones también tiende a puntuaralto en las otras expectativas de resultadopositivo del consumo de OH.

Por otra parte, aun cuando no era objetodirecto de este estudio, en la tabla 8 también

IVÁN CAMACHO ACERO110

se puede apreciar que la ansiedad socialcorrelaciona positiva y significativamentecon todas las dimensiones de las expectati-vas hacia el consumo de OH.

Lo anterior sugiere que quienes presen-tan un mayor nivel de ansiedad social, igual-mente tiene unas expectativas más eleva-das con respecto al consumo de OH.

Finalmente, En conclusión se puede verque esta investigación aporta evidencia sig-nificativa sobre la relación funcional delconsumo de bebidas embriagantes con lasexpectativas de resultado positivo del con-sumo y la ansiedad social en estudiantesde ingeniería de dos instituciones deBogotá.

Tabla 8Matriz de correlación entre la ansiedad social, las expectativas y el consumo de OH.

Correlaciones

Ansiedad Social rho 1.00 .12** .30** .21** .15** .18** .13** .31** .16** .27**

p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Facilitador rho .12** 1.00 .59** .53** .59** .64** .40** .56** .27** .81**

Interacción p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Expresividad rho .30** .59** 1.00 .60** .49** .52** .35** .55** .26** .76**

Verbal p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Deshinibición rho .21** .53** .60** 1.00 .46** .53** .34** .57** .31** .75**

p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Incremento rho .15** .59** .49** .46** 1.00 .53** .31** .56** .23** .76**

Sexualidad p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Reducción rho .18** .64** .52** .53** .53** 1.00 .46** .61** .29** .81**

Tensión Psicológica p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Reducción rho .13** .40** .35** .34** .31** .46** 1.00 .36** .23** .55**

Tensión Física p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Agresividad rho .31** .56** .55** .57** .56** .61** .36** 1.00 .33** .82**

Sentimiento Poder p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

P% Cambios rho .16** .27** .26** .31** .23** .29** .23** .33** 1.00 .44**

Psicofisiológicos p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

% Expectativas rho .27** .81** .76** .75** .76** .81** .55** .82** .44** 1.00Positivas OH p .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00

Consumo OH rho -.03 .38** .30** .23** .36** .39** .20** .31** .09* .41**

último año p .52 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .02 .00(todas cat)

Intensidad rho -.07 .39** .30** .23** .35** .36** .27** .20** .08 .39**

consumo OH p .07 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .00 .06 .00

AnsiedadSocial

P%FacilitadorInteracción

P%Expresividad

Verbal

P%Deshini-bición

P%IncrementoSexualidad

P%Reducción

TensiónPsicológica

P%Reducción

TensiónFísica

P%AgresividadSentimiento

Poder

P%Cambios

Psicofisio-lógicos

%Expectativas

PositivasOH

** La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral)* La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral)

111EXPECTATIVAS, ANSIEDAD SOCIAL Y CONSUMO DE ALCOHOL

DISCUSIÓN

Esta investigación pretendió explorar elcomportamiento del consumo de bebidasembriagantes OH en función de los factoressociodemográficos, la ansiedad social y lasexpectativas positivas hacia el OH en estu-diantes universitarios de dos institucionesprivadas de Bogotá. De hecho, Colombiaes un país en donde el alcohol hace partede los artículos de la canasta familiar y suconsumo se ha convertido en un estilo devida; además, se encuentra legalmente am-parado y como si fuera poco, la educación,la salud y los deportes son financiados conla captación de los recursos procedentes delos impuestos por su venta y consumo(Flórez, 2002).

Sobre el comportamiento de consumode bebidas embriagantes en los estudiantesde ingeniería de este estudio, se debe anotarque aun cuando en esta investigación la se-lección de los sujetos estuvo previamenteorientada por el consumo de bebidas alco-hólicas como criterio de inclusión, por locual era obvio que la muestra estaba sesgadaa tal condición, fue llamativo encontrar ni-veles de frecuencia e intensidad de consu-mo de alcohol tan altos como para despertaruna alerta epidemiológica en las dos insti-tuciones consideradas, como se vio en laFigura 3, el 73.5% reportó consumir másde una vez por mes e incluso el 7.3% aceptóconsumir por lo menos tres veces por sema-na, y si lo anterior no fuera poco, el 66.9%reconoció que en cada ocasión de consumollegó a un nivel de intensidad alto e inclusoel 23.3% llega al consumo abusivo.

Esto coincide y supera lo informado porBurke y Stephens (1999) con las estimacio-nes recientes en Estados Unidos que sugie-ren que cerca del 40% de estudiantes uni-

versitarios beben excesivamente (más de 5copas por ocasión), y aun cuando en esteestudio no se evaluó, es posible prever queello tenga como consecuencia dificultadesa nivel académico (Perkins, 1992; Wechslery Meilchun, 2000), interpersonal (O´Hare,1990) y legal (Presley, y cols., 1994). EnColombia, Jaimes y cols. (1995), Jaimes(2000) y Flórez (2002) ya habían detectadocon estudiantes de la Universidad Católicaque las áreas de formación académica enlas ingenierías sobresalen en la frecuenciay/o intensidad de consumo de alcohol encomparación con las áreas sociales y admi-nistrativas.

No obstante, se debe tener en cuenta quevocacionalmente hay alta preferencia en elsexo masculino por las carreras construccio-nales (De hecho en este estudio se encon-tró una predominancia masculina del 82.7%en la muestra) como son las ingenierías yse ha mostrado que el consumo se asociafuncionalmente con el género, siendo signi-ficativamente mayor en los hombres, aun-que las diferencias se han ido diluyendo conel tiempo (Rodríguez, 1992, 1996), por locual se debe discernir si la asociación y elmayor consumo se da por la condición te-mática de la carrera de ingeniería o es atri-buible a las condiciones de género y porende, la carrera solo tiene presencia con unarelación espuria.

Por otra parte, dado el enfoque correla-cional de esta investigación, se evaluó laasociación entre las variables sociodemo-gráficas y académicas y el consumo de be-bidas alcohólicas encontrándose que nohubo relación estadísticamente significativacon factores como la institución o el grupoetareo o la temática de la carrera de Ingenie-ría o el semestre en que se encuentra, mien-tras que si varía según el sexo (tabla 6).

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Sobre el análisis de la frecuencia de con-sumo según el semestre, no se encontró aso-ciación significativa global aun cuando elcomportamiento gráfico hizo pensar que elnivel de consumo disminuye progresiva-mente a medida que se avanza en la carreray la intensidad de consumo se mantieneequivalente. Jaimes y cols. (1995), habíanreportado en la Universidad Católica deColombia que la prevalencia lápsica de laingesta de alcohol asciende a medida quese avanza en los rangos de los semestresacadémicos, confirmando los resultados delestudio del ICFES, realizado en el mismoaño. No obstante, en contraposición Flórez(2002), al analizar el tipo de consumo enfunción del semestre observo que en todoslos niveles semestrales predominó el con-sumo «intermedio», y que el consumo«fuerte» fue mayor en los semestres bajos(1º a 4º) y los de la mitad (5º a 8º), en com-paración con los superiores (9º y 10º), aun-que informó que a pesar de la tendencia,las diferencias no fueron significativas.

Es posible que la relación funcional delconsumo de alcohol, en este aspecto tengaun comportamiento no lineal a través deldesarrollo de la carrera de profesionaliza-ción y coparticipen factores coma la cargacurricular y la jornada de estudio (Jaimes,y cols. 2000), las actividades académicas yextraacadémicas (Flórez, 2002) y otras va-riables de las áreas funcionales de indivi-duo, además del proceso de desarrollomadurativo que paralelo con el avance dela carrera se ha ido dando.

Un aparte especial se debe dar a la con-sideración de los factores emocionalescuando se trata del consumo de OH, dadala fundamentación que existe al respecto.De hecho, al seleccionar sujetos adolescen-tes y adultos jóvenes se esperaba que pre-

sentasen sentimientos de ansiedad social(Arkowitz y cols., 1978) y además, entrelas razones que estos mencionan más fre-cuentemente para beber esta el aliviar latensión, ser sociable y relacionarse con nue-vas personas (McCarty y Kayle, 1984;O´Hare, 1990). Las investigaciones sugie-ren que el uso de SPA en los adolescentesrepresenta una forma de emoción enfocadaen el afrontamiento por el cual los jóvenesalivian sentimientos de estrés psicológico,impotencia e insignificancia (Labouvie,1986 y Mainous y cols., 1996). Se reconoceque es un período de alta vulnerabilidad aproblemas de salud mental, particularmenteen términos de niveles clínicamente relevan-tes de depresión y ansiedad (Kazdin, 1993,citado por Griffin y cols., 2001). Los jóve-nes que presentan ansiedad u otras emocio-nes negativas pueden intentar superarlasusando drogas legales e ilegales. Estudiosde salud mental y abuso de SPA entre ado-lescentes han mostrado que los adolescen-tes con problemas emocionales son másdependientes del alcohol y otras drogas.

En esta investigación se evaluó específi-camente la Ansiedad social de los estudian-tes de ingeniería encontrándose una tenden-cia asimétrica positiva que indica una predo-minancia de niveles inferiores y ademássolo el 10.9% puntuó alto en la escala (Fi-gura 1), que en conjunto no reflejan nivelesclínicos preocupantes excepto por casosindividuales en este último grupo. La mues-tra fue capturada en el ambiente académiconatural de los sujetos y no se dieron sesgosa subgrupos patológicos por lo cual eranesperables los resultados obtenidos, aunquesi se tuvo como criterio de inclusión quefuesen consumidores.

Al considerar la relación de la ansiedadcon la ingesta de OH (véase tabla 7) se en-

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contró que aun cuando la ansiedad socialno muestra asociación significativa con lafrecuencia de consumo si lo fue con la in-tensidad, lo que llevó a rechazar la parte dela Hipótesis de trabajo de la investigaciónque predecía mayor consumo en función deun alto puntaje de ansiedad y que se acepteque quienes tienen más ansiedad tiendenmás a consumir hasta llegar a la intoxicaciónetílica aguda. Como se ve en la Figura 5, laproporción de consumo abusivo y alto cam-bia según el nivel de ansiedad social. Tam-bién fue llamativo que los promedios de laansiedad social incrementaron progresiva-mente con el mayor consumo de bebidasembriagantes, excepto en el grupo de con-sumo semanal y de consumo abusivo, enlos cuales la ansiedad social disminuye.

Como se propuso en la hipótesis de in-vestigación, en consonancia con los mode-los motivacional (Cox y Klinger, 1988) ysocial cognoscitivo (Bandura, 1986, 1989),se esperaba la presencia de expectativas quesirve de motivación al consumo las cualesvan desde la búsqueda de los efectos psico-activos del alcohol, hasta percibir que elconsumo trae beneficio sociales (Pascual,2002). La evidencia de este estudio lo apo-ya, al observar que en la escala general delas expectativas positivas hacia el consumode OH, aun cuando en promedio se ubicóen un nivel medio (43.5±22.2), se dieroncasos con valores elevados (tabla 5) quereflejan el marco de las expectativas de re-sultado de los estudiantes de ingeniería. Latendencia general fue a puntajes medios enel rango porcentual, lo cual indica que losnivelas de expectativas positivas hacia elOH se encuentran presentes pero en nive-les moderados.

Llama la atención y se confirma la hipó-tesis de trabajo al apreciar que las expecta-

tivas de mayor nivel fueron las expectati-vas de facilitación de la interacción, de laexpresividad verbal y de la desinhibición,confirmando que los consumidores de alco-hol presentan una expectativa de resultadopositivo, que se da como aprendizaje de lasconsecuencias del consumo, es decir el indi-viduo es un organismo con capacidad depredecir los efectos del alcohol (Graña,1994). Además, en la misma vía, Bandura(1989) ya había planteado que los indivi-duos son fuertemente motivados para par-ticipar en donde creen que tendrán un re-sultado deseable.

En este grupo se podría afirmar enton-ces, que las expectativas de mayor preva-lencia fueron del tipo «Aumentar el afectopositivo» y «Reducir el afecto negativo» ycon efectos esperados a corto plazo dadoque se puntuó alto en la mejoría del inter-cambio social que como se sabe es una delas principales fuentes de reforzamientopositivo y tal vez uno de los principalesmotivadores. A la vez se puntuó alto en ladesinhibición, o sea que se mostró una dis-minución en el control personal sobre laconducta eliminando o minimizando eltemor por las contingencias aversivas de laevaluación social.

En segunda instancia, Las expectativasde resultados intermedias que se encontra-ron en estos universitarios fueron la reduc-ción de la tensión tanto física como psico-lógica mostrando que el consumo de alco-hol efectivamente puede ser visto como untipo de afrontamiento eficaz o por lo menos,así lo cree el individuo; es decir, la creenciade que el consumo es un modo efectivo yapropiado de hacerle frente a la tensión y aotras emociones negativas puede convertir-se en un factor de mantenimiento importan-te de la conducta de beber (Brown, 1985c).

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En este grupo, las expectativas de ma-yor prevalencia fueron del tipo «Reducir elafecto negativo» y con efectos esperados acorto plazo dado que se puntuó alto en ladisminución de las tensiones físicas y psi-cológicas, que como se sabe, son desestabi-lizadores potentes del comportamiento y lainvestigación ha mostrado que esta asocia-do a los cuadros de consumo de alcohol eintoxicación etílica.

No obstante, es llamativo que se puntúobajo en la expectativa de que el OH incre-mente la sexualidad, y la agresividad y senti-mientos de poder, aun cuando algunos estu-dios han mostrado que hay asociación entreel consumo de alcohol y la activad sexual eincluso, el consumo de alcohol es conside-rado también un predictor de ingestión dedrogas ilícitas y actividades de sexo no prote-gido (Krauskopf, 2001), dándose una mayorproclividad a la actividad genital bajo el efec-to del OH. Incluso, también se ha descrito elconsumo con propósito recreativo en el mo-mento de contacto sexual (Pons y Borjano,1999) propendido veladamente, incluso porlos medios de comunicación (Sánchez,2002). Dados los grupos etareo estudiados,se esperaba que puntuasen más alto en lasexpectativas de asertividad social, aumentosexual, poder y agresión (Christiansen, 1982,citado por Lundahl y cols. 1997) .

Si bien es cierto que es posible que existaun sector importante de la población quesigue creyendo en los falsos mitos del alco-hol como una sustancia estimulante, que esbuena para, entre otras cosas, mejorar eldesempeño sexual, este estudio mostró queen la población de universitarios de inge-niería prevalecen otras expectativas, sin lle-gar a decir que tal expectativa no se encuen-tre presente, no obstante, se debe profundi-zar más en este aspecto en futuros estudios.

Al analizar las relaciones entre las ex-pectativas positivas y el consumo de OHprevistas en la hipótesis de trabajo las co-rrelaciones (tabla 8) mostraron que todaslas dimensiones y la escala total de las ex-pectativas se asocian directa y significativa-mente con la frecuencia y con la intensidadde consumo. Así se confirma el núcleo cen-tral de la hipótesis que motivó esta investi-gación: la ingesta de bebidas alcohólicasmantiene una relación funcional con lasexpectativas positivas sobre el consumo.

Es posible entonces que esta sea eviden-cia confirmatoria del papel mediador de losprocesos cognoscitivos en la conducta deconsumo de alcohol al ver que las expecta-tivas positivas de efecto directo e indirectoson predictores significativos. Además, nose debe olvidar que los procesos cognosciti-vos incluyen pensamientos sobre las perso-nas y situaciones que determinan la natura-leza de las expectativas y por ende de la con-ducta. Así se fortalece teoría social cognos-citiva porque rescata a la persona y su ca-pacidad de autodeterminación por medio dela simbolización, la auto-reflexión y la auto-regulación, al afirmar que el individuo tie-ne la posibilidad de dar valor y significadoa sus propias acciones, incluso de maneraanticipatoria. Vista de esta manera los ha-llazgos se pueden utilizar en la prevencióndel consumo y en la promoción de conduc-tas más saludables. En programas de pre-vención mediante la evaluación de los fac-tores motivacionales del individuo que per-mitan establecer acciones particulares paraintervenciones más efectivas. En rehabili-tación mediante la modificación de lascreencias, valoraciones y significados ha-cia la ingesta de alcohol. Incluso se puedepropender por un modelo de madurez en elconsumo de alcohol (Labouvie, 1996, cita-

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do por Becoña Iglesias, 2002)) basado enla autorregulación, donde algunos de loselementos clave sean el control personal yla autoeficacia, de manera que conformetranscurre el tiempo, haya un descensoautodeterminado del consumo, potencián-dose los factores protectores e inhibiéndoselos factores de riesgo.

No se debe olvidar que la permisividadsocial existente en el medio, empezando porlas drogas legales, junto a las ilegales, enforma de consumo, tráfico, publicidad, in-tereses económicos, personas implicadas,redes creadas a través de las mismas, etc.,junto a su accesibilidad y disponibilidad,hacen que sea de gran relevancia entrenar alas personas en resistir la presión con quese van a encontrar en su vida cotidiana paraconsumir. Pero, aun cuando es un elementoque va a llevar a distintas personas a probaro no distintas sustancias, cuando no se tie-nen habilidades adecuadas de afrontamien-to, o están presentes en esas personas varia-bles de vulnerabilidad para el consumo,aumenta el riesgo.

Ya que muchos de los factores de ries-go y protección no son maleables o contro-lables (como por ejemplo, las variables cul-turales que promueven el consumo), existeevidencia que hay factores cognoscitivosque si pueden ser modificables como sonlas expectativas, que aun cuando impliquenuna especie de plantilla de memoria de lasexperiencias previas, se sabe que actúancomo variables mediadoras de conductascomo la ingesta de alcohol, por lo cual, sumodificación puede producir un incremen-to o descenso del consumo, sin olvidar quelos factores de riesgo no están solos. Poresta línea se podrá avanzar de modo impor-tante en los próximos años, no sólo paraconocer mejor las causas por las que las

personas consumen drogas, sino que se po-drán desarrollar cada vez programas pre-ventivos más adecuados y eficaces.

En general, se ha mostrado como esteconjunto de factores se relacionan con elconsumo de alcohol. Mediante el conoci-miento de la relación funcional entre lasexpectativas y el consumo de alcohol es másfácil comprender el fenómeno del consumode bebidas embriagantes en la población deestudiantes de universitarios y en especialde ingeniería y por ende se tiene más evi-dencia para saber que hacer a nivel preven-tivo y cómo se pueden poner en marchaacciones específicas para ello. Igualmente,este conocimiento, hace ver la complejidaddel fenómeno y la necesidad de tener unabordaje amplio, comprensivo y, necesaria-mente, multidisciplinario.

Como resumen del estudio se planteanlas siguientes conclusiones:• En los estudiantes de Ingeniería de las

universidades estudiadas se dan nivelesde frecuencia e intensidad de consumode alcohol tan altos como para desper-tar una alerta epidemiológica en las dosinstituciones consideradas (el 73.5%reportó consumir más de una vez pormes e incluso el 7.3% aceptó consumirpor lo menos una vez semanal, y ade-más, el 66.9% reconoció que en cadaocasión de consumo llegó a un nivel deintensidad alto e incluso el 23.3% llegaal consumo abusivo).

• El nivel de consumo de alcohol disminu-ye progresivamente a medida que se avan-za en la carrera aun cuando la intensidadde consumo se mantiene constante.

• El comportamiento de consumo en losuniversitarios de ingenierías no cambiaen función de factores como la institu-ción o el grupo etareo o la temática de

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la carrera de Ingeniería o el semestre enque se encuentra, mientras que si varíasegún el sexo.

• Los estudiantes de Ingeniería acusannivles moderados de ansiedad social conuna distribución heterogénea asimétricapositiva e indica tendencia a presentarniveles bajos o medios de ansiedadsocial.

• La ansiedad social no se asocia significa-tivamente con la frecuencia de consumoy si con la intensidad de consumo deOH, particularmente con el consumoalto y abusivo.

• La ansiedad social se incrementa pro-gresivamente en los niveles de mayorconsumo (frecuencia e intensidad) debebidas embriagantes.

• En los estudiantes de Ingeniería las ex-pectativas positivas hacia el OH se ubi-can en un nivel medio, con una distri-bución heterogénea. Se conforman tressubgrupos de expectativas:1. Expectativas de primera línea (ma-

yor puntaje): Expectativas de faci-litación de la interacción, de la ex-presividad verbal, de la desinhibicióny de los cambios psicofisiológicos.

2. Expectativas de línea media (puntajeintermedio): La reducción de la ten-sión tanto física como psicológica.

3. Expectativas de línea menor (menorpuntaje): Expectativa de que el OHincremente la sexualidad y la agre-sividad y sentimientos de poder.

• Todas las dimensiones y las escala totalde las expectativas mostraron una corre-lación directa y significativa con la fre-cuencia de consumo y de la misma ma-nera (excepto la Expectativa de cambiopsicofisiológicos) con la intensidad deconsumo, lo cual muestra que la ingesta

de bebidas alcohólicas mantiene unarelación funcional con las expectativaspositivas sobre el consumo.

• La ansiedad social correlaciona positi-va y significativamente con todas las di-mensiones de las expectativas hacia elconsumo de OH.

• El consumo de alcohol en estudiantesuniversitarios, está más asociado a lascreencias que el alcohol sirve como es-trategia de afrontamiento social (facili-tador de la interacción, de la expresivi-dad verbal y de la desinhibición) y comoreductor del afecto negativo, (disminu-ye la tensión psicológica y física) que auna dificultad emocional real (ansiedadsocial) para enfrentar las situacionessociales. A pesar que la ansiedad socialcorrelaciona positiva y significativa-mente con todas las dimensiones de lasexpectativas hacia el consumo de OH.

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Recibido, enero 28/2005Revisión recibida, febrero 25/2005

Aceptado, febrero 28/2005