Convirtiéndote en el Arquitecto de tu Grupo Pequeño Clasico_Seccion 04.pdf · Convirtiéndote en...

D I S C I P U L A D O C L Á S I C O

Convirtiéndote en el Arquitecto de tu Grupo Pequeño 4-1

Convirtiéndote en el Arquitecto de tu Grupo Pequeño El Producto Determina el Proceso

Antes de que Milton Hershey pudiera empezar el proceso de fabricar barras de chocolate, tenía que tener en mente el producto final. “El objeto en el cual Milton Hershey iba a concentrar sus esfuerzos no era una cosa complicada como el automóvil: era una simple barra de chocolate. Y sería chocolate hecho con leche fresca de los ganados de Pennsylvania.”1

“A veces sus experimentos fueron completos fracasos… a veces trabajaba día y noche, sin parar ni siquiera para dormir o comer… Cuando se empezaron a edificar las paredes de la fabrica (2 de marzo de 1903), había encontrado su formula.2

Cuatro años mas tarde, el 1 de julio de 1907, se fabricaron los primeros Hershey’s Kisses.3

1 Katherine B. Shippen and Paul A.W. Wallace, Milton S. Hershey (Hershey, Pennsylvania: Hershey Enterprises, 1959), p. 25.

2 Ibid., pp. 26-27.

3 “A Hershey Chronology,” from the Hershey’s website: www.hersheys.com

Sección

4


Construyendo la “Fabrica”

Para producir el Hershey’s Kiss, había que construir una fábrica e instalar el equipo adecuado. Tomando el proceso como una formula matemática, podría ser algo como esto:

+ = Materia

Prima




La Iglesia como una Fábrica

El Apóstol Pablo escribió que tenemos que proclamar a Jesús, “enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Col. 1:28). En El Mensaje, de Eugene Peterson, el mismo texto se lee: “Nosotros predicamos a Cristo, advirtiendo a las personas que no añadan nada al mensaje. Nosotros enseñamos en un espíritu de un profundo sentido común para que podamos llevar a cada persona a la madurez (énfasis añadido). Ser maduro es ser elemental. ¡Cristo! Ni más, ni menos. Es por esto por lo que estoy trabajando tan duro día tras día, año tras año, haciendo todo lo mejor que puedo con la energía que Dios tan generosamente me da.”4

Las iglesias que están decididas a formar discípulos maduros han estudiado lo que significa la madurez y, a partir de ahí, idean procesos a través de los cuales se puedan consolidar los caracteres, conocimientos y habilidades en las vidas de su gente. Usando un diagrama similar al de la página anterior, encontramos una ayuda para determinar cómo ser arquitectos de un grupo pequeño.

4 Eugene H. Peterson, The Message: The New Testament in Contemporary English (Colorado Springs: NavPress, 1993), p. 423.


Tipos de Grupos Pequeños

1. Comités

2. Grupos orientados a una tarea

3. Grupos de oración

4. Grupos de discipulado

5. Grupos comprometidos a rendirse cuentas

6. Grupos de misiones

7. Grupos para compartir y tener comunión

8. Grupos literarios

9. Grupos orientados al servicio

10. Grupos orientados a los proyectos

11. Grupos de estudio

12. Grupos de terapia

13. Grupos de apoyo

14. Grupos de planificación estratégica

15. Grupos de enfoque

16. Grupos evangelísticos

17. Comisión organizadora

18. Familias



Primer Paso: Determinar el Tipo de Grupo

Usaremos un círculo como herramienta práctica, para representar gráficamente un grupo pequeño. En la línea del centro del círculo, escribe el tipo de grupo con el que quieras empezar.

¿Tipo de Grupo?



Segundo Paso: Examina Diversos Aspectos de la Vida del Grupo.

Esta es una lista parcial de varios elementos que pueden ser seleccionados para su uso en grupos pequeños:

1. Oración

2. Adoración

3. Estudio Bíblico

4. Proyecto Misionero

5. Evangelismo

6. Compañerismo

7. Lectura en voz alta

8. Planeación

9. Compromiso a Rendir Cuentas

10. Convivios

11. Disciplinas espirituales

12. Música

13. Artes



Tercer paso: Haz Tu Selección

¿Cuántos elementos y de qué tipo los seleccionarías para definir a tu grupo? Usa los círculos dentro del círculo más grande para mostrar estos elementos.

Ejemplo:Estudio Bíblico



Cinco Elementos de la Vida de Grupo: Una Ilustración

1. Compromiso a “Rendir Cuentas” Vida Personal Vida Familiar Vida Laboral 2. Disciplinas Espirituales Adoración Tiempo a solas con Dios Vida de oración Estudio Bíblico Memorización de la Escritura Testimonio 3. Estudio Bíblico/Debate 4. Compartir la Vida Juntos Buenas noticias/Victorias Tentaciones/Derrotas Peticiones de oración Información general 5. Oración



Ejemplo de un Horario para Grupos de Discipulado

Elementos

Tiempo

Compromiso a “Rendir Cuentas”

10 minutos

Disciplinas Espirituales

10 minutos

Estudios Bíblicos/Debate

45 minutos

Compartir la Vida Juntos

15 minutos

Oración

10 minutos

1 hora 30 min.



Rindiendo Cuentas

Hay una cita que todos nosotros, sin excepción, recordamos. De un modo que aún no podemos comprender, tendremos que comparecer humildemente delante del Dios del Universo para rendir cuenta de nuestras vidas. “De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí” (Romanos 14:12). Pero, ¿Qué significa esto? ¿Cuál es la naturaleza de rendir cuentas? ¿Él nos hará preguntas? (aunque lo sabe todo) ¿Será inmediatamente? (aún si Él es omnisciente y nunca tiene que “descubrir” nada) ¿Estaremos temerosos? (puesto que le fallamos a menudo) ¿Decepcionados? ¿Con pena? ¿Sin palabras? ¿Horrorizados? (de que nunca hayamos recibido a Jesucristo como nuestro Salvador personal). Las Escrituras no nos proveen de todas las respuestas que nos gustaría tener con respecto al Juicio Final. Así que nuestra curiosidad sobre este evento cercano nunca podrá quedar completamente satisfecha en esta vida. Pero debemos entender que, ciertamente, la Biblia dice algo con respecto a este tema. Dios no nos ha dejado sin pistas. Los siguientes cinco principios de la Palabra de Dios pueden ayudarte a prepararte para tu informe personal delante del Creador, y si eres cristiano, tu Redentor, Maestro y Amigo.

Principio 1

R endir Cuentas a Dios es un Mandato para Todos

Nadie está exento. Todas las personas, independientemente de la raza, color, nacionalidad, idioma, tribu, religión o credo, rendirán cuentas de su vida a Dios. “Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (Rom. 14:10). Salomón escribió: “Aquello que ya fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura (llamará a cuentas) lo que pasó…Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace” (Eclesiastés 3:15-17)

Principio 2

T odos los Secretos Serán Revelados

Dios conoce todas las cosas. Nada se esconde de Su vista. “Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres” (Sal. 11:4). Esta verdad llevó David a clamar con abrumador asombro, “Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender” (Salmo 139:1-6). Las mismas palabras que decimos, incluso en privado, están abiertas a Su escrutinio. “Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mateo 12:36). Las obras hechas en la oscuridad, incluso las intenciones de nuestro corazón, también le serán reveladas. “Así que, no juzguéis nada



antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (I Cor. 4:5). “Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala” (Ecl. 12:14).

Principio 3

Se Medirá la Cantidad y Calidad de Nuestro Trabajo Dios nos ha hecho, a cada uno de nosotros, mayordomos (alguien que cuida de Sus asuntos; Lucas 12:42; I Cor. 4:1) y nos pedirá cuenta por esta concesión. En la conocida Parábola de los Talentos, a los tres esclavos se les pide cuenta de su administración. “Después de mucho tiempo vino el Señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos” (Mat. 25:19). Nuestro Señor obviamente esperaba que estos hombres hubieran multiplicado sus inversiones. En este texto (Mateo 25:14f.), la cantidad de su trabajo fue inspeccionada. A.B. Bruce, comentando sobre la Vid y las Ramas (Juan 15:1f.), afirma que a Jesús también le preocupaba la calidad del fruto: “Él dio a entender a los discípulos qué esperaba de ellos: no solamente fruto, sino mucho fruto, y fruto que no sólo sea abundante en cantidad, sino bueno en calidad.”

Principio 4

C risto Nos Juzgará Justamente e Imparcialmente

Nadie tendrá ventajas injustas –ni desventajas– en el juicio. Porque Él es Justo –¡Oh Jehová, Dios de Israel, tú eres justo! (Esdras 9:15)— El juicio de Cristo será imparcial, perfecto y verdadero: “Mas sabemos que el juicio de Dios contra quienes practican tales cosas es según verdad” (Rom. 2:2).

Principio 5

N uestras Recompensas Eternas estarán Basadas en Sus Juicios

“Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa” (I Cor. 3:14). Dios distribuirá Sus recompensas según nuestra fidelidad al obedecerle y servirle. Aunque no se nos haya revelado la naturaleza exacta de nuestras recompensas, podemos confiar en nuestro Padre Celestial, en que las recompensas, así como Su creación, son buenas. “Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:27). Estas recompensas no estarán basadas en las obras que nosotros hayamos proclamado, ni en lo que dicen los demás sobre nosotros, ni en la reputación que tengamos entre nuestros compañeros. Se basarán en nuestro carácter verdadero, nuestras obras verdaderas, y nuestro hablar verdadero. En aquel día, aquellos que nunca hayan confiado en Jesucristo como su Señor y Salvador personal no tendrán esperanza, sino perdición eterna.



“De Dios nadie se puede burlar, ni se le puede engañar; el carácter de todo hombre se revelará claramente a la vista de Dios y a la vista del propio hombre. Todo autoengaño se desvanecerá. Todo hombre se verá a sí mismo tal como aparece a la vista de Dios… Su conciencia se iluminará de manera que pueda reconocer la justicia de la sentencia que el Juez justo pronunciará sobre él.”

– Charles Hodge, Teología sistemática



Porqué rendir cuentas ante otra persona

Si sólo fuésemos a responder ante Dios por la manera en que hemos vivido nuestras vidas, entonces, ¿Cuál es el propósito de tener uno o más compañeros ante los cuales seamos responsables en nuestro grupo de discipulado?

Dios no nos creó para vivir la vida cristiana en soledad. Nos necesitamos unos a otros mientras hacemos el viaje hacia la Ciudad Celestial (el Cielo). Tu compañero, con quien te has comprometido a rendir cuentas, ora por ti, te anima, y se preocupa por ti –por tu bien y para la gloria de Dios.

Si caes en la tentación y pecas contra Dios, ellos están ahí para levantarte y

verte restaurado (Gál. 6:1-2). Puedes afrontar estos pecados en tu vida con valor y con amor, para que puedas volver al camino de la justicia en el cual Cristo quiere que camines.

Hay un valor intrínseco en tener una relación con la persona a la que

rindes cuentas. Muchas veces, los compañeros que se rinden cuentas llegan a ser amigos durante toda la vida, profundamente comprometidos el uno con el otro.

Cuando tu compañero [maduro] al cual rindes cuentas te acepta

incondicionalmente (no necesariamente tu comportamiento), y se compromete a ayudarte a crecer espiritualmente, recibes una pequeña muestra de la gracia, perdón y amor incondicional de Dios.



Principios que Gobiernan Nuestro Compromiso a Rendir Cuentas a los otros

Debe ser voluntario. Llegará un momento en tu vida en que des permiso a otra persona para que te demande cuentas. El compromiso de rendir cuentas sólo funciona en un ambiente de amor y seguridad que te puede ofrecer un amigo de confianza que, entonces, será recibido por ti.

Establece los límites del compromiso a rendir cuentas con tus compañeros. Deja que aquellos a los que rindes cuentas sepan cuáles son tus luchas para que puedan servirte mejor. A medida que se profundiza la relación y la confianza, podrás sentirte seguro para compartir más y más de tu vida con ellos.

Proponte desarrollar tu carácter, así como las normas de desempeño. El objetivo de la vida cristiana es ser como Cristo –no sólo en semejanza o desempeño externos. Tus compañeros de compromiso de responsabilidad no sólo se fijarán en lo que haces, sino también en quién eres.

Planea tu tiempo de evaluación –cuándo y cómo lo harás. Piensa en usar el tiempo de inicio del grupo para poner a los miembros en parejas y que se hagan preguntas sobre los temas que ustedes han acordado para ayudarse uno al otro.



Rindiendo Cuentas a Dios: Una Definición

Que nuestro carácter, intenciones, palabras y comportamiento (nuestras vidas) hayan sido pesados y medidos por Cristo, a la luz de Sus mandamientos, y estén basados en Su Palabra justa.

Rindiendo Cuentas a Otra Persona: Una Definición

Que abierta y voluntariamente hayamos sometido nuestro carácter, intenciones, palabras y comportamiento (nuestras vidas) para que nuestros amigos de confianza los pesen y los midan a la luz de la Palabra justa de Dios, con el propósito de prepararnos para el Día del Juicio Final, cuando rindamos cuentas de nuestras vidas a Cristo.



Preguntas útiles en llevar a cabo el Compromiso a Rendir Cuentas

Vida Personal 1. En general, ¿cómo estás?

2. ¿Lees tu declaración de propósitos, objetivos y metas cada mañana?

3. ¿Cumples los objetivos que has establecido?

4. ¿Usas tu tiempo sabiamente?

5. ¿Cómo han sido tus pensamientos esta semana?

6. ¿Usas bien tu dinero?

7. ¿Cómo has sido tentado esta semana? ¿Has vencido la tentación, o has caído?

8. ¿Has leído, visto o escuchado alguna cosa esta semana que te haya fortalecido?

9. ¿Has leído, visto o escuchado alguna cosa esta semana que necesites confesar?

10. ¿Mantienes tus amistades importantes (escribiendo, llamando, visitando, etc.)? ¿A quién tienes que contactar esta semana?

11. ¿Hay alguien a quien necesites perdonar?

12. ¿Te ejercitas regularmente?

13. ¿Estás dedicando algún tiempo nada más para ti?

14. ¿Estás involucrado en servir a otros?

Vida familiar 1. ¿Cómo es tu relación con tu esposa(o)? ¿Cómo puedes mejorarla?

2. ¿Cómo es tu relación con tus hijos? ¿Qué puedes hacer para ser un mejor padre o madre?

3. ¿Guías a tu familia espiritualmente?

4. ¿Pasas suficiente tiempo con tu familia?



5. ¿Cuál es el asunto más importante al que te enfrentas en tu hogar?

6. ¿Cuál es tu mayor gozo en tu hogar?

Vida laboral 1. ¿Cómo vas en tu trabajo? ¿Te sientes realizado en él?

2. ¿Cuál es tu mayor preocupación o frustración en tu trabajo?

3. ¿Estás haciendo en la actualidad lo que te gustaría hacer dentro de dos años? Si no, ¿Qué te gustaría hacer?

4. ¿A qué tentaciones te enfrentas en tu trabajo?

5. ¿Es tu comportamiento ético en todos tus asuntos laborales?

6. ¿Sientes que has sido llamado por Dios a este trabajo?



21 Preguntas que los Miembros del Club Santo de John Wesley se hacían cada día.

1. ¿Estoy creando la impresión, consciente o inconscientemente, de que soy mejor de lo que realmente soy? En otras palabras, ¿soy un hipócrita?

2. ¿Soy honesto en todas mis acciones y palabras, o estoy exagerando?

3. ¿Le digo a alguien en secreto lo que otra persona me ha contado en confidencia? ¿Se puede confiar en mí?

4. ¿Soy un esclavo de la ropa, de los amigos, del trabajo o las costumbres?

5. ¿Soy tímido, me compadezco a mí mismo, o me intento justificar?

6. ¿Vive la Biblia en mí hoy?

7. ¿Doy tiempo a la Biblia para que me hable todos los días?

8. ¿Me gozo en la oración?

9. ¿Cuándo fue la última vez que hablé con alguien de mi fe?

10. ¿Oro sobre cómo gastar mi dinero?

11. ¿Me acuesto y me levanto puntualmente?

12. ¿Desobedezco a Dios en alguna cosa?

13. ¿Insisto en hacer alguna cosa con la que mi conciencia tenga remordimiento?

14. ¿He fracasado en algún aspecto de mi vida?

15. ¿Soy celoso, impuro, critico, irritable, insoportable o desconfiado?

16. ¿Cómo paso mi tiempo libre?

17. ¿Soy orgulloso?

18. ¿Doy gracias a Dios porque no soy como otras personas, especialmente como los fariseos, que despreciaban a los publicanos?



19. ¿Hay alguna persona a quien tema, me cause disgusto, rechazo, a quien critique, por quien sienta resentimiento o desprecio? Si es así, ¿qué estoy haciendo al respecto?

20. ¿Me lamento o me quejo constantemente?

21. ¿Es Cristo real para mí? Disciplinas Espirituales

El escritor del libro de Hebreos nos dice que la madurez espiritual viene a través de la práctica: “Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” (Heb. 5:13,14). El Apóstol Pablo exhorta a Timoteo "ejercítate para la piedad” (I Tim. 4:7). Una de las funciones de un grupo de discipulado es animar y fortalecer las disciplinas espirituales en la vida de cada persona. Justo después del tiempo de compromiso a la responsabilidad, centra la atención sobre cada una de las disciplinas espirituales: Adoración, tiempo a solas, vida de oración, estudio de la Biblia, memorización de las Escrituras y testimonio. Puedes hacer una pregunta general al inicio de este tiempo para poner en marcha el tema: “¿Qué tal están llevando sus disciplinas espirituales?” Cada persona puede responder entonces, dentro de los límites del tiempo, y recibir ánimo de su amigo/amiga, con quien se ha comprometido a orar para que estas disciplinas se consoliden en su vida. Cuando la primera persona haya acabado de compartir, la siguiente responde. Es importante que ni el tiempo de compromiso de responsabilidad ni el de compartir las disciplinas espirituales se conviertan una actividad aburrida. Recordemos que cada persona tendrá un nivel de crecimiento diferente, y responderá a las preguntas de forma distinta. No se debe usar la culpa ni presión como una motivación para que la persona “lo haga mejor.” Más bien, deberíamos ir por el camino de la aceptación en amor, del ánimo a través de palabras bondadosas y del compromiso de orar unos por otros.



Algunas Claves de las Disciplinas Espirituales

La adoración 1. ¿Asististe a la iglesia el pasado domingo?

2. ¿Tuviste libertad en tu adoración a Dios, o estabas distraído por el ruido interno o externo?

3. ¿Qué te ayudaría para tener una experiencia más significativa de adoración cada semana?

El tiempo a solas con Dios 1. ¿Eres fiel en encontrarte con el Señor cada día?

2. ¿Podrías decir que tu tiempo a solas lo pasas sin sentirte obligado o desmotivado?

3. ¿Qué te ayudaría a tener una vida devocional más significativa?

4. ¿Intentas aplicar las verdades que has aprendido durante el día?

La oración 1. ¿Cómo va tu vida de oración?

2. Cuando oras, ¿Estás conversando con el Señor realmente, o simplemente oras por costumbre?

3. ¿Dios te habla? ¿Le escuchas?

4. ¿Cómo puedes mejorar tu vida de oración?

El estudio bíblico 1. ¿Dedicas tiempo a estudiar la Biblia cada semana?

2. ¿Qué te ayudaría a ser un estudiante de la Biblia más aplicado?

3. ¿Intentas aplicar las verdades que has aprendido en tu estudio?



La Memorización de la Escritura 1. ¿Eres fiel en guardar la Palabra de Dios en tu corazón?

2. ¿Meditas en los pasajes que memorizas?

Testimonio 1. ¿Te esfuerzas en vivir una vida de obediencia, para experimentar cómo el poder de

Dios trabaja a través de ti, cuando intentas compartir el Evangelio con los demás?

2. ¿Buscas conscientemente a personas con las cuales compartir tu fe?

3. ¿Qué necesitas para ser más eficaz a la hora de llevar a las personas a un conocimiento de Jesucristo como salvador?

4. ¿Oras por aquellos que están sin Cristo?

Estudio Bíblico/Debate

Al llegar a este punto, todos los miembros del grupo se reagrupan. El líder del grupo, entonces, hace una oración por el estudio (o pide a otro que ore) y empieza el estudio. El estudio continúa con la tarea dada la semana anterior. El encargado del tiempo del grupo debería avisar al líder, cuando le queden 5 minutos, para que vaya concluyendo el estudio. Siempre habrá una tendencia a pasarse del tiempo reglamentado. Cuando esto ocurra, el tiempo de compartir y la oración final juntos se reducirá o se perderá. Así que, en los 45 minutos reglamentados para el estudio, el líder deberá cubrir los aspectos más importantes de la lección.

Tiempo de Compartir Juntos

Hay que apartar 15 minutos para otra parte vital de la vida de grupo –compartir. No hay programa para este tiempo, ni preparación. Siguiendo el estudio, el líder pasa con los miembros del grupo a un tiempo de compartir buenas noticias/victorias, tentaciones/fracasos, peticiones de oración ó información general sobre las cosas que están pasando en sus vidas. El principal problema que el líder tendrá que enfrentar es la persona que monopolice este tiempo. Como sólo hay 15 minutos disponibles para compartir, sería apropiado preparar este tiempo recomendando que los comentarios sean cortos, para que cada uno pueda tener un tiempo de compartir. Dicho esto, habrá veces en que alguien




ocupe todo el tiempo de compartir porque esté sufriendo, o bien necesite de la sabiduría y del consejo del grupo. Compartir crea unidad. Anima a los miembros del grupo a reunirse en otras ocasiones, fuera del tiempo de reunión semanal del grupo, para que se conozcan mejor unos a otros. Después de que el grupo se haya estado reuniendo un tiempo, esto suele suceder de manera natural y espontánea.

La oración

Ésta es la parte más importante del tiempo de reunión del grupo. Dios obra en nuestros corazones y en el mundo, en respuesta a la oración del creyente. Debería invitarse a todos a participar en el tiempo de oración, aunque nadie debe sentirse obligado a hacerlo. Evita hacer un “círculo de oración” (cuando todos tienen que orar), para que nadie se sienta presionado para orar. Éste es el tiempo para llevar delante de Dios los temas que hayan surgido durante la lección y el tiempo de compartir. A veces, se pueden poner en oración temas que hayan salido durante el tiempo de compromiso de responsabilidad y el de las disciplinas espirituales, pero sólo cuando la persona haya dado permiso (generalmente, cuando él mismo lo comenta). Ten cuidado de no romper la confianza, incluso dentro del propio grupo. Los creyentes se animan cuando ven que sus oraciones son respondidas. Enséñales a orar con fe. Enséñales a perseverar en la oración, y a orar con la motivación correcta. Anímales a orar con expectación y a esperar pacientemente a que Dios responda. Ayúdales con las dificultades de no ver las respuestas inmediatas. Enséñales a trabajar como si todo dependiera de ellos, pero a orar como si todo dependiera de Dios. En todo, enséñales a orar, como Jesús lo hizo con sus discípulos.

Convirtiéndote en el Arquitecto de tu Grupo Pequeño Clasico_Seccion 04.pdf · Convirtiéndote en...

Documents

Transcript of Convirtiéndote en el Arquitecto de tu Grupo Pequeño Clasico_Seccion 04.pdf · Convirtiéndote en...