Cooperativas y Política Minera

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1 COOPERATIVAS Y POLÍTICA MINERA Juan Collque En el presente artículo no queremos debatir sobre la forma en que deben “negociar y consensuaractores con intereses contrapuestos. Simplemente intentamos esbozar algunos elementos de debate sobre una política minera que tienda a transformar las relaciones de producción en el sector minero en beneficio del pueblo boliviano. Acudimos a la comprensión del lector para que nos licencie la abstracción de detalles en las cifras que hacen al sector minero, aunque parezca paradójico lo hacemos por razones de exposición. Durante los últimos años se han venido suscitando decenas de conflictos en el sector minero. Los menos motivados por reivindicaciones laborales de los trabajadores asalariados de empresas formalmente establecidas. La mayoría de las pugnas están vinculadas a tomas y avasallamientos protagonizados por grupos de pobladores de regiones mineras y/o cooperativistas mineros, el último enfrenta a trabajadores asalariados de la Comibol con los cooperativistas de la Cooperativa 26 de Febrero por la Veta Rosario de la Mina Colquiri. Sin duda estas movilizaciones tienen su incentivo principal en el auge de precios de los minerales, presente en el mercado internacional durante la última década, que permite la generación de rentas mineras o ganancias extraordinarias fundamentadas en la explotación monopólica de un yacimiento minero. Añadido a esto se presentan interpretaciones interesadas de la Constitución Política del Estado sobre el derecho propietario y/o las formas de organización económica. El sector minero, en tanto actividad extractiva, está compuesto por cuatro actores: las empresas mineras estatales, las privadas nacionales, las privadas extranjeras y las cooperativas. El mayor productor en volumen y valor, consecuentemente también en contribuciones impositivas y regalitarias, son las empresas transnacionales, sin embargo es el subsector que menos empleo genera. Inversamente, el mayor empleador es el subsector cooperativo aunque su producción en volumen y valor es mínimo, lo mismo que sus contribuciones en regalías e impuestos. Por su parte, el Estado es marginal en términos de producción, impuestos y regalías, pero emplea aproximadamente una y media veces el número de trabajadores que usa el conjunto del sector privado transnacional. Las empresas fundadas con capitales bolivianos son irrelevantes en el contexto minero nacional. La explicación de estas proporciones radica en los distintos tipos de tecnología que determinan las diferentes formas de organizar técnicamente los procesos de producción como tales. Por ejemplo, la empresa transnacional es totalmente maquinizada y su nivel de productividad elevado. En el caso de la empresa estatal la organización se la puede asimilar a la manufactura compleja, propia de la minería boliviana de la primera mitad del siglo XX, cuya productividad es baja. En el caso de las cooperativas las formas de organizar la producción van desde las artesanales hasta las manufacturadas, y su productividad exigua. Para tener una idea de la diferencia de productividad podemos decir que por cada tonelada de tierra mineralizada que mueve un trabajador de la

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Estudios política minera de Bolivia

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    COOPERATIVAS Y POLTICA MINERA

    Juan Collque

    En el presente artculo no queremos debatir sobre la forma en que deben negociar y consensuar

    actores con intereses contrapuestos. Simplemente intentamos esbozar algunos elementos de

    debate sobre una poltica minera que tienda a transformar las relaciones de produccin en el

    sector minero en beneficio del pueblo boliviano. Acudimos a la comprensin del lector para que

    nos licencie la abstraccin de detalles en las cifras que hacen al sector minero, aunque parezca

    paradjico lo hacemos por razones de exposicin.

    Durante los ltimos aos se han venido suscitando decenas de conflictos en el sector minero. Los

    menos motivados por reivindicaciones laborales de los trabajadores asalariados de empresas

    formalmente establecidas. La mayora de las pugnas estn vinculadas a tomas y avasallamientos

    protagonizados por grupos de pobladores de regiones mineras y/o cooperativistas mineros, el

    ltimo enfrenta a trabajadores asalariados de la Comibol con los cooperativistas de la Cooperativa

    26 de Febrero por la Veta Rosario de la Mina Colquiri.

    Sin duda estas movilizaciones tienen su incentivo principal en el auge de precios de los minerales,

    presente en el mercado internacional durante la ltima dcada, que permite la generacin de

    rentas mineras o ganancias extraordinarias fundamentadas en la explotacin monoplica de un

    yacimiento minero. Aadido a esto se presentan interpretaciones interesadas de la Constitucin

    Poltica del Estado sobre el derecho propietario y/o las formas de organizacin econmica.

    El sector minero, en tanto actividad extractiva, est compuesto por cuatro actores: las empresas

    mineras estatales, las privadas nacionales, las privadas extranjeras y las cooperativas. El mayor

    productor en volumen y valor, consecuentemente tambin en contribuciones impositivas y

    regalitarias, son las empresas transnacionales, sin embargo es el subsector que menos empleo

    genera. Inversamente, el mayor empleador es el subsector cooperativo aunque su produccin en

    volumen y valor es mnimo, lo mismo que sus contribuciones en regalas e impuestos. Por su parte,

    el Estado es marginal en trminos de produccin, impuestos y regalas, pero emplea

    aproximadamente una y media veces el nmero de trabajadores que usa el conjunto del sector

    privado transnacional. Las empresas fundadas con capitales bolivianos son irrelevantes en el

    contexto minero nacional.

    La explicacin de estas proporciones radica en los distintos tipos de tecnologa que determinan las

    diferentes formas de organizar tcnicamente los procesos de produccin como tales. Por ejemplo,

    la empresa transnacional es totalmente maquinizada y su nivel de productividad elevado. En el

    caso de la empresa estatal la organizacin se la puede asimilar a la manufactura compleja, propia

    de la minera boliviana de la primera mitad del siglo XX, cuya productividad es baja. En el caso de

    las cooperativas las formas de organizar la produccin van desde las artesanales hasta las

    manufacturadas, y su productividad exigua. Para tener una idea de la diferencia de productividad

    podemos decir que por cada tonelada de tierra mineralizada que mueve un trabajador de la

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    minera estatal uno de una empresa transnacional mueve al menos cien. Huelga hacer la relacin

    entre la minera transnacional y la cooperativizada.

    En este contexto, las transnacionales utilizando su posicin en el sector pretenden conservar las

    condiciones que les benefician merced a la normativa neoliberal que hoy sigue vigente (leyes de

    minera, inversiones, impuestos, polticas de incentivos, etc.) y que les permiten explotar y

    usufructuar los yacimientos y/o proyectos mineros ms ricos o con mejores condiciones de

    rentabilidad (la mayora eran de la antigua Comibol), sobre ste tema volveremos despus.

    Los cooperativistas igualmente tratan de mantener intactas sus ventajas utilizando su capacidad

    de movilizacin como mecanismo de presin. Sin embargo ac es imprescindible hacer una

    aclaracin en cuanto al trmino cooperativista. Consideramos que, producto de una larga

    evolucin histrica, en las cooperativas mineras existe una marcada diferenciacin social que

    devino en al menos dos tipos de cooperativistas: El primero sera el que conceptualmente se

    acerca al de la Ley de Cooperativas, vale decir aquella persona que en igualdad de condiciones es

    copropietaria de los yacimientos e instrumentos de trabajo, que trabaja y que participa del

    resultado de la produccin en la misma proporcin que todos los miembros de la cooperativa,

    donde todas las personas seran iguales en los hechos, en derechos y en obligaciones. El segundo

    estara conformado por una clase de propietarios privados, que son socios cooperativistas en

    tanto esta personera jurdica les permitira acceder al yacimiento, una vez obtenido cada uno se

    vuelve propietario privado individual de una parte del yacimiento (paraje), de sus instrumentos de

    trabajo y de su dinero, los cuales convierte en capital al comprar la fuerza de trabajo de peones

    por un jornal o salario diario, en moneda o a destajo, en otras palabras se convierte en una suerte

    de capitalista bajo la apariencia de cooperativista1, este hecho sera comn tanto en la minera

    del oro como en la de estao, zinc, plomo y plata.

    Estos cooperativistas en busca de una mayor renta minera, y dadas sus caractersticas tcnicas,

    explotan selectivamente el yacimiento (persiguiendo la veta), ocasionando altos niveles de

    contaminacin ambiental y bajo condiciones inhumanas de explotacin laboral. Sin embargo

    fueron sujetos de varios programas de apoyo del gobierno (dotacin de ingenios, parajes,

    exenciones impositivas, etc.) a ttulo del modelo de economa plural. Estos programas que no

    distinguen a unos cooperativistas de otros cooperativistas, debido posiblemente a la inexistencia

    de informacin fidedigna, hacen que las riquezas que son de todo el pueblo beneficien slo a unos

    cuantos.

    Creemos que el capitalismo como relacin social de produccin est caduco y es depredador. En

    busca de la maximizacin de ganancias explota a los seres humanos llevndolos a situaciones

    extremas y destruye irremediablemente el medioambiente, adems atraviesa por una crisis severa

    que debe aprovecharse para imponer otra sociedad. En el caso del cooperativismo minero los

    grados de explotacin de los trabajadores asalariados (bajo cualquier nombre: peones, jornaleros,

    1 Pueden darse una variedad de tipos de sociedades entre los cooperativistas propietarios del paraje y

    particulares u otros cooperativistas que pueden aportar instrumentos de trabajo o dinero, que funcionan como cualquier sociedad capitalista.

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    aprendices, nuevos, etc.) son extremos e inhumanos, no cuentan con las mnimas condiciones de

    trabajo, no gozan con los elementos bsicos de seguridad industrial, ni de salud industrial, no

    tienen beneficios sociales, no estn sujetos a la ley del trabajo, no tienen derecho de

    sindicalizacin, no cuentan con seguro ni de corto ni de largo plazo, en otras palabras no se

    cumple ninguno de sus derechos a pesar de que la Constitucin en varios de sus artculos ordena

    la defensa de la vida humana y el trabajo en condiciones dignas. El irrespeto a la Madre Tierra es

    tambin alarmante a pesar de que la Constitucin manda su cuidado, la contaminacin ambiental

    que generan es muy alta y la aplicacin de la normativa actual es impensable para ellos, aun

    cuando es sabido que los procesos de remediacin ambiental duran dcadas.

    Si se quiere construir un modelo social y comunitario se deberan implementar programas de

    apoyo a todas las actividades econmicas, pero cuidando que en su interior no se reproduzcan

    relaciones de produccin capitalistas (Capital Trabajo Asalariado) y que, contrariamente, se

    establezcan formas de produccin alternativas, diferentes al capitalismo. Por ejemplo, el apoyo a

    los cooperativistas mineros debera estar condicionado, al menos, al cumplimiento de las leyes

    de cooperativas, del trabajo, del medioambiente, etc., vigiladas continua y celosamente por el

    Estado. De manera que el uso de los recursos del Estado garantice verdaderas cooperativas donde

    todos sean iguales en hechos, derechos y obligaciones; cuyos excedentes puedan ser utilizados en

    parte para la continuidad de la propia cooperativa y en parte para un fondo comn que financie

    ms iniciativas donde no exista explotacin del hombre por el hombre.

    Paralelamente, el Estado debera fortalecer Comibol y la minera estatal nacionalizndola,

    invirtiendo en tecnologa e incrementando su productividad para retomar el verdadero sentido de

    la empresa social, estableciendo el monopsonio de la comercializacin interna y externa de todos

    los minerales, y otras medidas sobre las que volveremos en otra ocasin.

    Mientras alguien ayuda a los cooperativistas mineros a comprender el Vivir Bien y el sentido de

    los principios y valores como la solidaridad, complementariedad, armona con la naturaleza y otros

    establecidos en la Constitucin y sostenidos por este gobierno, se debera trabajar en la

    organizacin de las decenas de miles de jornaleros asalariados de estos cooperativistas quienes

    podran ser los ms interesados para la transformacin hacia el cooperativismo verdadero.