Craig Pitman - El Artista Cristiano en El Ministerio

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El Artista Cristiano en el Ministerio El Artista Cristiano en el Ministerio © 1997 por Craig Pitman Métodos por los cuales el artista puede servir a la comunidad local Antes de comenzar debo reconocer mi particular deuda con Michael Card, el Dr. Harold Best y el ya fallecido C. John Miller. Considero que estos santos son “gigantes en la tierra.” El Dr. Miller, en su libro Creciendo Más que la Iglesia Empequeñecida, me desafió a ser verdaderamente “Reformado” en toda mi teología, no solo en la “torre de marfil,” sino en todas las facetas del ministerio. Aunque solamente nos hemos encontrado brevemente en varias ocasiones, Mike Card ha sido más que una inspiración. Su ejemplo de dedicación a la excelencia y a la integridad frente a los “guardianes” de la industria debiese ser un estímulo para todo artista que busque verdaderamente servir a Cristo. Más que cualquier otro libro dedicado al tema del Cristiano y las artes, La Música a Través de los Ojos de la Fe, por el Dr. Harold Best, sobresale en mi opinión como el mejor absoluto (no tengo la intención de hacer un juego de palabras, pero salió apropiado). Son los U$ 10.00 que mejor he invertido jamás. Si estuviese en mí, haría de este libro una lectura obligatoria. Introducción Un pastor se da cuenta que una nueva familia está visitando su congregación. Después del servicio se presenta y entabla una conversación con los nuevos visitantes. El esposo presenta a su familia y dice que recién se acaban de mudar al área desde otro estado y están buscando una iglesia donde puedan involucrarse activamente en el ministerio. Al oír esto el pastor se muestra reservado exteriormente en su alegría mientras que por dentro está tan feliz como un chiquillo en Navidad (“Adviento” ¡para ustedes los puristas!). Casi incapaz de contener su júbilo el pastor le pregunta al esposo, “¿En qué ministerios les gustaría involucrarse?” El esposo responde, “Bien, mi esposa y mi hija danzan, mi hijo es pintor y escultor, y yo escribo piezas teatrales.” Hay un silencio sepulcral que parece durar una eternidad antes que el ahora incómodo ministro sugiera que el coro de adultos siempre está buscando voces entusiastas. ¿Es esta una escena familiar? ¿Qué puede hacer el esposo? ¿Qué debiese hacer el pastor? ¿Pueden los artistas Cristianos en realidad servir al cuerpo de Cristo con sus dones? ¿Hay un lugar para un artista Cristiano y su arte en la vida de una congregación local? Si es así, ¿Cómo puede el liderazgo proveer un ambiente de cuido y orientación para los artistas, y 1

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Este libro nos habla de que funciones puede desarrollar un artista cristiano, dentro del ministerio de la Iglesia.

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  • El Artista Cristiano en el MinisterioEl Artista Cristiano en el Ministerio

    1997 por Craig Pitman

    Mtodos por los cuales el artista puede servir a la comunidad local

    Antes de comenzar debo reconocer mi particular deuda con Michael Card, el Dr. HaroldBest y el ya fallecido C. John Miller. Considero que estos santos son gigantes en latierra.

    El Dr. Miller, en su libro Creciendo Ms que la Iglesia Empequeecida, me desafi a serverdaderamente Reformado en toda mi teologa, no solo en la torre de marfil, sino entodas las facetas del ministerio.

    Aunque solamente nos hemos encontrado brevemente en varias ocasiones, Mike Card hasido ms que una inspiracin. Su ejemplo de dedicacin a la excelencia y a la integridadfrente a los guardianes de la industria debiese ser un estmulo para todo artista quebusque verdaderamente servir a Cristo.

    Ms que cualquier otro libro dedicado al tema del Cristiano y las artes, La Msica a Travsde los Ojos de la Fe, por el Dr. Harold Best, sobresale en mi opinin como el mejorabsoluto (no tengo la intencin de hacer un juego de palabras, pero sali apropiado). Sonlos U$ 10.00 que mejor he invertido jams. Si estuviese en m, hara de este libro unalectura obligatoria.

    Introduccin

    Un pastor se da cuenta que una nueva familia est visitando su congregacin. Despus delservicio se presenta y entabla una conversacin con los nuevos visitantes. El esposopresenta a su familia y dice que recin se acaban de mudar al rea desde otro estado y estnbuscando una iglesia donde puedan involucrarse activamente en el ministerio. Al or esto elpastor se muestra reservado exteriormente en su alegra mientras que por dentro est tanfeliz como un chiquillo en Navidad (Adviento para ustedes los puristas!).

    Casi incapaz de contener su jbilo el pastor le pregunta al esposo, En qu ministerios lesgustara involucrarse?

    El esposo responde, Bien, mi esposa y mi hija danzan, mi hijo es pintor y escultor, y yoescribo piezas teatrales.

    Hay un silencio sepulcral que parece durar una eternidad antes que el ahora incmodoministro sugiera que el coro de adultos siempre est buscando voces entusiastas.

    Es esta una escena familiar? Qu puede hacer el esposo? Qu debiese hacer el pastor?Pueden los artistas Cristianos en realidad servir al cuerpo de Cristo con sus dones? Hayun lugar para un artista Cristiano y su arte en la vida de una congregacin local? Si es as,Cmo puede el liderazgo proveer un ambiente de cuido y orientacin para los artistas, y

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  • cmo pueden los artistas encontrar su nicho en la comunidad del Pacto?

    La iglesia en general (y particularmente la comunidad Reformada) ha descuidado pormucho tiempo a sus artistas. Mucho de la razn para esto se ha basado en las conviccionesbien intencionadas, pero equivocadas, con respecto a la Iglesia y las artes. Creemos quehemos recibido el mandato de poner todas las reas de la vida bajo la autoridad del ReyJess. Asumiendo que este mandamiento es verdadero, la pregunta entonces no es si laiglesia debiese tratar el tema de las artes, sino cmo emprender su implementacin demanera prctica.

    Histricamente, parece haber un paralelo entre el incremento de la influencia del Evangelioen una cultura y el incremento de su influencia en las artes. En el siglo veinte la iglesiahaba abdicado a las artes, ya sea por un antagonismo evidente o por una indiferenciaencallecida. Si se le ha prestado alguna atencin a las disciplinas artsticas por parte de laIglesia, ha sido ya sea en la forma de una copia mediocre impulsada por el mercado porun lado, o por un elitismo vanguardista por el otro. Parece haber muy poca creatividadbasada autnticamente en el servicio que provenga de la comunidad Cristiana en estos das.

    Uno de los principales problemas que la Iglesia tiene con las artes es de percepcin.Tendemos a considerar las artes de una manera diferente de cmo consideramos otrasvocaciones. Muchos artistas han tenido que soportar una corriente de irrespeto de lasfuentes menos esperadas. Cuntas veces hemos escuchado, Qu hace usted de veras paravivir?, y Por qu no se consigue un empleo de verdad? La idea de que el artista debieseser capaz de ganarse la vida con su arte es extraa para muchos.

    Los resultados de este abandono de apoyo y estmulo por parte de la Iglesia han sidotrgicos. Esto se ejemplifica mejor en la vida de Vicente Van Gogh. Entrenado para elpastorado Reformado Holands, Van Gogh descubri muy pronto que simplemente no eramaterial pastoral. Deseaba servir a Cristo con sus dones pero la iglesia no tena lugar paral y no le aceptara con sus idiosincrasias artsticas. En lugar de aceptarle, discipularle yalimentarle, simplemente le catalogaron como extrao y lo hicieron a un lado. Cunterriblemente triste, particularmente cuando uno se da cuenta desde la perspectiva humana,lo que perdi la Iglesia por su propia insensibilidad.

    As que regresamos a nuestra pregunta. Cmo puede un artista Cristiano encontrar unlugar en la iglesia local?

    Piense de Manera Local

    Primero que todo, debemos enfocarnos en la comunidad local. Demasiados de nosotrosvemos la Meca artstica de este mundo como la meta de nuestras carreras. El Dr. HaroldBest seala en su gran obra La Msica a Travs de los Ojos de la Fe que cuando los artistasCristianos ya no estn orientados hacia su comunidad y parten a buscar sus carreras en Losngeles, Nueva York, Pars, Nashville, o donde sea que se congregue la lite de sudisciplina particular, privan a su comunidad de su influencia. Los artistas ms jvenes sequedan sin nadie que les sirva como mentores y maestros. El impacto de un artista quefunciona a partir de la cosmovisin Cristiana es captado por las personas que le ven sin el

  • mercadeo de pompas y labia producido por los guardianes de la industria.

    Adems, el artista se distancia de una comunidad de apoyo (aunque generalmente dbil) loque alienta ms la creatividad y la experimentacin que la lite que invertir dinero solo enaquellos que tengan la seguridad de producir esplndidas devoluciones a sus dlaresinvertidos. Los centros artsticos estn llenos de aquellos que esperan cumplir sus sueosen su campo, mientras que all en casa, la iglesia local y la comunidad se hallan desnutridasporque sus artistas se han apegado a lo que consideran sus pastos ms verdes. Esta actitudno habla bien de aquellos que son llamados a servir antes que a ser servidos.

    Ahora, si el Seor en Su providencia ampla la esfera de influencia de un artista, gloria aDios que hace que Su pueblo alcance la prominencia. Pero ntese que el deseo fundamentalde un artista Cristiano no es ser una estrella, sino servir con fidelidad. Un artista Cristianopuede que alcance el estrellato fuera de su comunidad, pero es dentro de la comunidad localque el servicio fiel, eficiente y efectivo al cuerpo de Cristo ser mejor logrado.

    Mire a los grandes artistas del pasado como J. S. Bach y Rembrandt. Estos hombres noemprendieron la tarea de buscar el estrellato. Ejercieron su oficio con paciencia y quietud,floreciendo donde Dios les haba plantado. Realmente no alcanzaron su fama hasta aosdespus de su muerte. Estos eran artistas Cristianos en el verdadero sentido del trmino; nonada ms debido a la excelencia de su trabajo, sino por la manera en que abordaron suoficio y lo llevaron a cabo. As que, el primer curso de accin para el artista Cristiano quedesea encontrar un lugar en su iglesia es: Enfoca tus energas artsticas en tu iglesia y en tucomunidad locales.

    Sea un Siervo

    El Apstol Pablo nos exhorta a hacer nuestro trabajo con entusiasmo como para el Seor.Nuestro Seor Jess nos dio el ejemplo de un siervo al lavar los pies de Sus discpulos. Estadebe ser nuestra actitud. Mucho de la mala percepcin de los artistas y su llamado ha sidoproducida por los mismos artistas. Cuando muchos piensan en un llamado artstico, seimaginan a uno que est batallando, atormentado en su alma, clamando por ser escuchado,viviendo una vida bohemia, consumido por su oficio. Este no es el cuadro de un artistaCristiano. Nuestro oficio es la obra manual, una ofrenda de adoracin al Dios cuya imagenportamos. Creamos debido a que l cre primero y como Imago Dei, portamos Su marcacreativa en nosotros. El motivo detrs de nuestro trabajo debiese ser la gloria de Dios atravs del servir, no asaltar las sensibilidades de nuestra audiencia ni impresionarles connuestra destreza.

    Parte de nuestro llamado es entretener legtimamente. Recuerde, los artistas Cristianosdurante la Reforma tuvieron el impacto ms grande sobre la cultura haciendo accesible suarte para la gente comn. Estos artistas, con un corazn de siervo, se bajaron de sus torresde marfil y se conectaron con la poblacin, y como resultado, el arte Cristiano floreci. Noescuchamos muchos acerca de los artistas Cristianos modernos vanguardistasprincipalmente debido a que han sucumbido a la visin anti-Cristiana del artista bohemioen lugar de enfocar su oficio como un siervo-artista.No estoy diciendo que un Cristiano no deba explorar nuevos horizontes de creatividad, pero

  • si un artista se queda exclusivamente en el modo de vanguardia, debo cuestionar sumotivacin de seguir un llamado artstico. No debemos permitir que una mentalidad elitistanos haga perder de vista el hecho que nuestros dones son dados por Dios para servir a Supueblo. Si creamos sobre las cabezas de nuestra gente, tambin podramos estar hablandoen una lengua desconocida. Debisemos desafiarnos a nosotros mismos y a nuestra gente, yno obstante no debemos perder nunca de vista el hecho que somos dotados para servir. Demanera que, para que usted, como artista Cristiano, se haga un nicho para sus dones en sucongregacin, sea un siervo con su oficio. Ejercite su creatividad encontrando maneras dehacer que su labor manual sea fcilmente accesible y entendible a su comunidad sincomprometer su dedicacin a la excelencia.

    Sea Creativo

    Esta parte es la que ms me emociona. Mucho del tiempo los pastores y los lderessimplemente no saben qu hacer con un artista. No es que estn necesariamente opuestos alartista, simplemente no tienen una visin para sus posibilidades ministeriales. Para ellos, unartista (principalmente los msicos) est relegado a la msica de la adoracin colectiva o alas reuniones de grupos pequeos. Pero hay mucho, mucho ms que se puede hacer. Somospersonas creativas, as que, parte de ser creativos es descubrir maneras de integrar nuestrooficio en la vida.

    C. John Miller seala en su libro Creciendo Ms que la Iglesia Empequeecida que losministerios diaconales llegarn a ser ms y ms cruciales al impactar la comunidad con elEvangelio. Miller seala el ensayo de Cotton Mather, Bonifacio: Ensayos para hacer elBien donde los diconos de la iglesia de Mather se reunan regularmente para discutir lasnecesidades de la congregacin y de la comunidad y luego tenan una lluvia de ideassobre como podran llenar esas necesidades. De igual manera, solo necesitamos desarrollarel ojo para ver las necesidades en nuestra comunidad y luego tener una lluvia de ideasde cmo podemos usar nuestros dones para ayudar a llenar esas necesidades.

    Permtame citar dos experiencias personales a manera de ejemplo. Primero, habamosestado teniendo una cantata mensual (una tarde musical para las personas mayores) donderetirbamos los himnarios y las transparencias y nos reunamos informalmente alrededor delas guitarras y los pianos para pasar un par de horas cantando. Yo deseaba encontrar unamanera de llenar una necesidad de ministerio junto con disfrutar un tiempo decompaerismo. Quera establecer la visin en la gente de que un ministerio de artes (lamsica en mi caso) poda ayudar a servir al cuerpo de Cristo y a la comunidad.Convertamos nuestras Cantatas en eventos informales de levantamiento de fondos alcobrar como admisin una bolsa de alimentos no perecederos por familia para nuestroministerio de despensa de alimentos y colectar dinero para la necesidad de un misioneroespecfico. Esto ayudaba a volver los ojos de la gente hacia fuera, hacia la comunidad y laiglesia en general, mostrando que las artes pueden apoyar verdaderamente a otrosministerios mientras proveen una oportunidad para tener compaerismo y aliento, llenandonecesidades tanto materiales como espirituales.

    Ocurri otro incidente para el tiempo cuando fui impresionado por la historia de Davidtocando para Sal. Aqu estaba un artista usando sus dones para la bendicin de otro en un

  • escenario pequeo e ntimo. Qu oportunidad para fortalecer y consolar. Qu pasara sibuscaba en mi congregacin miembros que estuviesen pasando por un tiempo de dolor,batallando, pasando por pruebas. Qu pasara si me acercaba a estos hermanos y lespreguntaba si podra visitarles en su casa alguna noche, cuando les resultara ms cmodo ycantar para ellos, orar con ellos y leer la Escritura? Mi deseo no era cargarles con unacompaa inoportuna, entrometindome pecaminosamente en su afliccin, ni inmiscuirmeen asuntos personas que no eran de mi incumbencia; solo una corta visita de lo ms unahora, usando mis canciones para alentarles y recordarles a su Salvador. Sera esto de valorpara ellos? Sera un servicio para ellos? Le cont a mi pastor sobre la idea y me apoytotalmente.

    Entonces Dios provey la oportunidad. Una familia en la iglesia estaba sufriendo por unatragedia, y le pregunt al esposo si le importara que les visitara una noche simplementepara tocar para ellos. La idea le pareci grata. He tocado en conciertos por todo el sudestepor veinte aos, y he grabado mis canciones y las he escuchado grabadas por otros. Hedirigido servicios de adoracin en los que pensaba que la nube de gloria llenara el santuarioa medida que la congregacin cantaba; pero esa noche, en la sala de esa querida familia,Dios me dio el privilegio de ver el ministerio real de la msica, cuando en la privacidad delhogar, las lgrimas de dolor se convirtieron en lgrimas de esperanza y los corazones sederramaban en los salmos, himnos y cnticos espirituales que se elevaron en aquella sala.

    Logr ver que Dios usaba mi labor para fortalecer y consolar a mis hermanos y hermanas deuna manera que no haba experimentado nunca antes. No hay contrato de grabacin en elmundo, ni escenario de concierto que cambiara por esa noche. Hermanos, simplementetenemos que ser creativos. Para encontrar un lugar para nuestro oficio en la congregacin,debemos encontrar las necesidades a nuestro alrededor y buscar maneras de llenar esasnecesidades con nuestros dones.

    Sea un Mentor

    Hay una dimensin de nuestro oficio que parece ser descuidado a menudo en nuestrotiempo, no obstante, cuando se usa, suceder la doble bendicin de agudizar nuestraspropias habilidades y las de otros. Esa dimensin ignorada es la de ser un mentor. Lapalabra mentor ha recibido mucha publicidad en los aos recientes en la comunidadCristiana; y debiese cuando es entendida apropiadamente. La mentora Cristiana es ms queenseanza: es discipulado. Mientras que la relacin entre un maestro y el estudiante puedeque no vaya ms all de la materia especfica que identifica su relacin, la relacin dementora implica un contacto mucho ms personal en el que no solamente se enseanhabilidades, sino la cosmovisin. La relacin es ms del tipo uno-a-uno. Esta es la maneracomo los artistas Cristianos propagan su oficio de una manera global.

    Lo que es de valor con respecto a este enfoque es que, primero, tenemos el privilegio y laresponsabilidad de invertirnos nosotros mismos en las vidas de otros. Reconociendo todassus faltas al promover un sistema educativo controlado por el gobierno, la pelcula El Opusdel Sr. Holland mostr claramente el valor de la mentora. Aqu estaba un msico que,durante la mayor parte de su vida adulta, haba perseguido el xito, pensando que seraexitoso en su campo solo por componer su obra maestra. Sin embargo, cada vez que se

  • miraba obligado a aplazar sus sueos y responder a las necesidades ms inmediatas de sufamilia y su trabajo, se senta frustrado; hasta que descubri al final de su carrera que suobra maestra se hallaba en las vidas de las personas que haba impactado a lo largo de losaos.

    Alguien podra decir que uno no puede ensear sin una pericia comprobada en la disciplinaparticular de uno. Estoy en desacuerdo. Uno no tiene que tener un ttulo universitario paratransmitir y demostrar una tcnica. Ciertamente que pueden modelar una tcnica a otroshasta el nivel que ellos mismos hayan alcanzado. De hecho, el ensear una tcnica estambin una de las mejores maneras de aprenderla. Debemos abandonar esta mentalidadelitista que se ha arraigado particularmente en las comunidades ms clsicas y tradicionalesen el mundo del arte Cristiano, pues distancia a las personas de las artes en lugar dedirigirles a descubrir sus propios dones de expresin artstica. Este distanciamiento se hallabien afincado en la arena anti-Cristiana con su arrogancia impertinente que mira condesprecio a la gente comn. Un enfoque Cristiano de las artes es antittico, opuesto, a talcosmovisin.

    Otra ventaja de la mentora es que los artistas ms jvenes, siendo mentoreados en elcontexto de una congregacin local por artistas locales, aprenden su oficio dentro de loscontextos del servicio y el ministerio, en oposicin a los elogios de la plataforma o de lagalera de arte. Su arte sirve a su iglesia y a sus comunidades. Trae gozo al asilo donde seencuentran los ancianos y enfermos, esperanza y consuelo a quien est sufriendo, alegra yasombro a los rostros ms jvenes, belleza y gloria al servicio de adoracin, y gloria a Dios.Esta es la razn por la cual Dios dot a Bezalel, a David y a Asaf;; y es la razn por la cuall ha dado dones a todos Sus artistas (artesanos).

    Sea Fiel

    Por ltimo, recuerde que la excelencia artstica no es sustituto de un caminar vivo y vitalcon el Seor Jesucristo. De qu nos aprovechar si ganamos el mundo artstico y perdemosnuestra propia alma? Si nuestras destrezas creativas estn ms avanzadas que nuestrapiedad, entonces todos nuestros talentos se levantan para condenarnos porque su fuente esel Dios cuya gracia estamos rechazando. Si no tenemos un amor real por Cristo, todo lo quehacemos es vanidad.

    Una de las razones por las cuales las iglesias desconfan de los artistas es debido a lareputacin impa que ha sido asociada, en muchos casos correctamente, con los llamadoscreativos. Debemos cambiar esa percepcin demostrando lo contrario en nuestras propiasvidas. Es aqu donde los Puritanos son tan tiles como telogos del corazn. Devore susobras prcticas. Emppese con todos los medios de gracia. Si nuestro oficio ha de tenerun lugar bienvenido en la iglesia, debemos cultivar la piedad en nosotros mismos y enaquellos a nuestro alrededor.

    Conclusin

    Se nos ha dado una tremenda responsabilidad y un gran privilegio con nuestros llamados.Nunca olvide que todo lo que hagamos debiese ser una ofrenda, por fe, al Dador de todo

  • bien y de todos los dones perfectos, solo para Su gloria. Que l bendiga nuestras labores.

    Reforma de las Artes y la Msica

    ltima actualizacin: 01 de Febrero, 2000