CRECIMIENTO ECONÓMICO

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REPÚBLIVA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA INSTITUTO UNIVERSITARIO TECNÓLOGICO INDUSTRIAL “RODOLFO LOERO ARISMENDI” IUTIRLA VARGAS CRECIMIENTO ECONOMICO AUTORES: PATRICIA RODRIGUEZ, C.I. 19.272.505 YUBER CASTILLO, C.I. 20.780.251

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REPBLIVA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIN UNIVERSITARIAINSTITUTO UNIVERSITARIO TECNLOGICO INDUSTRIALRODOLFO LOERO ARISMENDIIUTIRLA VARGAS

CRECIMIENTO ECONOMICO

AUTORES:

PATRICIA RODRIGUEZ, C.I. 19.272.505YUBER CASTILLO, C.I. 20.780.251

La Guaira, jUNIO de 2015

INTRODUCCIONEl crecimiento econmico es una de las metas de toda sociedad y el mismo implica un incremento notable de los ingresos, y de la forma de vida de todos los individuos de una sociedad. Existen muchas maneras o puntos de vista desde los cuales se mide el crecimiento de una sociedad, se podra tomar como ejes de medicin la inversin, las tasas de inters, el nivel de consumo, las polticas gubernamentales, o las polticas de fomento al ahorro; todas estas variables son herramientas que se utilizan para medir este crecimiento. Y este crecimiento requiere de una medicin para establecer que tan lejos o que tan cerca estamos del desarrollo.El primer valor que debemos tener en consideracin es frente a quin nos comparamos, o a que sociedad tomaremos como punto de referencia de un modelo ideal de crecimiento y desarrollo. Para esto debemos considerar que el crecimiento no necesariamente est ligado al desarrollo, ya que el desarrollo incluye aspectos inmateriales como son la libertad de pensamiento, de religin, intelectual, cultural, acceso a la informacin y opinin pblica. Para tener una idea ms clara por ejemplo China tiene altos ndices de ahorro, ingreso per cpita y de consumo, un excelente acceso a la educacin en todos los niveles, pero su propia constitucin de 1975 la describe como "Estado socialista de dictadura del proletariado", por lo que muchas de las libertades normales en cualquier pas occidental son limitadas o prohibidas para cualquier ciudadano chino.Tambin para calificar de desarrollada a una nacin debemos incluir aspectos materiales de acceso a niveles mnimos de bienes y servicios de calidad; una medida homognea que captura el bienestar de una nacin al menos en lo relacionado a los aspectos materiales es el Producto Interno Bruto, que mide el valor de los bienes y servicios finales producidos al interior de una economa en un ao determinado. En trminos per cpita, el PIB es considerado como la medida de desarrollo econmico, y, por tanto su nivel y tasa de crecimientos son metas por s mismas.

CRECIMIENTO ECONMICOCONCEPTOEl crecimiento econmico es el ritmo al que se incrementa la produccin de bienes y servicios de una economa, y por tanto su renta, durante un perodo determinado. Este perodo puede ser muy corto (un trimestre o un ao); pero la teora del crecimiento econmico se ocupa principalmente de analizar los factores que influyen en el ritmo al que crece una economa por trmino medio durante perodos ms largos. De esta forma, el nfasis se pone ms en la expansin de la capacidad productiva de un pas que en sus fluctuaciones a corto plazo, de las que se ocupa la teora del ciclo econmico.IMPORTANCIA DEL CRECIMIENTO ECONMICOVivimos en un momento en el todo tiene que ver con la economa mundial. Cualquier tipo de poltica, no slo econmica, sino tambin la social, cultural, etc., depende de la economa del pas. De hecho, la capacidad de creacin de riqueza es lo que diferencia a un estado de otro.Las polticas del pas tienen que ir dirigidas siempre al crecimiento econmico de ste, ya que de esta forma se aseguran que, en tiempos de crisis, la cada y recuperacin ser mucho ms rpida.Cada pas tiene sus peculiaridades desde el punto de vista poltico, social, de consumo, cultural, etc. Por eso es muy importante que el gobierno aporte toda su capacidad constructiva para aplicar polticas que mejoren todos los aspectos econmicos, ya que por extensin ayudarn a crecimiento econmico del propio Estado.Hay que entender que, econmicamente, un pas no slo se mide por el nmero de empresas que tienen o por el nmero de turistas que van a conocerlo. Lo importante es que haya un nivel de empleo suficiente que mantenga una tributacin y que sta, por extensin, ayude a las inversiones necesarias para aumentar esa riqueza del pas. Adems, hay algo muy claro y es que cuenta mayor riqueza tenga el Estado porque hay un mayor nmero de trabajadores, revertir en que habr un mayor consumo, tambin puede crecer el ahorro y, paralelo a esto, el nmero de empresas, en lo que a pequeos y medianos empresarios, pymes y emprendedores se refiere, aumentar, lo que ayudar tambin a crecimiento econmico del pas. Por lo que no se debe apostar nunca es por los recortes, por la precariedad y por la desatencin social ya que, de hacerlo, estamos dando argumentos al exterior para que la inversin que pudiera entrar no lo haga por falta de confianza y, por otro lado, estamos perdiendo riqueza interna y capacidad para crear la.Todas las polticas dirigidas al crecimiento econmico de un pas, aseguran que ste se mantendr siempre en un nivel de riqueza y de apoyo social que har ms complicado que, en caso de crisis, como la que estamos viviendo desde hace varios aos, tengan la repercusin tan negativa como est teniendo en algunos pases.El Estado tiene que darse cuenta que apoyar econmicamente al tejido industrial del pas, ayudar desde el punto de vista social, con todo lo que ello implica, recursos a nivel mdico, ocupacional, de empleo, asistencia social, etc., y apostar decididamente por cubrir las necesidades de la poblacin, repercutirn positivamente en el crecimiento econmico del propio pas.El foco del crecimiento econmico est en que gracias a l, si el Estado se impliquen conseguir la verdad, tendr mayor riqueza, mayor garanta en el exterior y un apoyo social, algo necesario para conseguirlo.

LAS FUENTES DEL CRECIMIENTO ECONMICOLa forma tradicional para ver las fuentes del crecimiento es un ejercicio contable en el que se separa el crecimiento entre aquella parte que es explicada por el factor trabajo, aquella explicada por el factor capital y un residuo que corresponde a la parte no explicada por los factores productivos. Este residuo recibe el nombre de Residuo de Solow o de Productividad Total de los Factores (PTF). En trabajos ms sofisticados se ajustan los factores productivos por ndices de calidad, lo que a su vez reduce el residuo.Este residuo es importante porque estara midiendo la productividad de la economa. Mientras mayor sea, ms eficiente es la economa en el sentido de que es capaz de producir ms con la misma cantidad de insumos.Este esquema de anlisis fue desarrollado por Robert Solow. El anlisis parte con la funcin de produccin, que depende del stock de capital (K), del trabajo (L) y del estado de la tecnologa (T), Q = Q (K,L,T).Solow supone una forma particular de cambio tecnolgico que causa incrementos iguales en los productos marginales del trabajo y del capital. De esta forma la funcin de produccin puede escribirse como:.Donde f(K,L) es una funcin de produccin neoclsica que depende del trabajo y el capital.Al diferenciar totalmente la funcin de produccin:

Donde,

Producto Marginal del Trabajo

Producto Marginal del CapitalAl dividir la expresin por Q resulta,

Cambiando de notacin,

Con una funcin de produccin con retornos constantes a escala y con competencia perfecta, y Por lo tanto es la participacin del factor trabajo en el producto total, que se denominar como sL. En forma similar. Como se supone que la funcin de produccin es de retornos constantes a escala: sL+ sK =1. Esto nos lleva a reescribir la ecuacin:

Esta expresin muestra que la tasa de crecimiento del Producto (g) es igual a la suma de tres trminos: La tasa de crecimiento porcentual del factor trabajoponderada por la participacin del trabajo en el Producto (sL) que se encuentra en las Cuentas Nacionales. En el perodo 1960-2000 el promedio de esta participacin es de 44%. La tasa de crecimiento porcentual del capitalponderada por la participacin del factor en el Producto. Para el perodo 1960-2000 esta participacin tiene un promedio de 56% del PIB. La tasa de progreso tecnolgicono es observable, por ello se obtiene de despejar la expresin anterior, recibiendo el nombre deDescomposicin de Solow.

La descomposicin de Solow establece la relacin terica entre la productividad media del trabajo (Producto por hora hombre) y capital por hora hombre. Es as que al restar a ambos lados de la igualdad la tasa de crecimiento de la fuerza de trabajo, resulta:

Si suponemos que la fuerza de trabajo crece a la misma tasa que la poblacin, resulta que el PIB per cpita se explica por el cambio tecnolgico y el crecimiento del capital por trabajador ponderado por la participacin del capital en el Producto.Finalmente laDescomposicin de Solowqueda como:

Los economistas interpretan el residuo de Solow como aquella parte del crecimiento econmico que debe atribuirse al progreso tecnolgico. Pero, de hecho, es realmente una medida de la ignorancia, ya que se calcula como la parte del crecimiento que no puede explicarse claramente por factores observables.En 1961, Nicholas Kaldor identifica diversas regularidades ohechos estilizadosdel crecimiento de las economas desarrolladas. Las regularidades son: El insumo trabajo medido en horas hombre (L) crece ms suavemente que el capital y el Producto. Pero las razones capital-trabajo y Producto-trabajo crecen secularmente. La razn capital-Producto muestra una tendencia no sistemtica, o que la tasa de crecimiento del stock de capital y el Producto parecen seguir una el comportamiento de la otra. Otra regularidad identificada por Kaldor se refiere a las remuneraciones de los factores y sus participaciones dentro del Producto. Es as como incrementos en la productividad del trabajo se traducen en ms altos salarios reales y un incremento en el estndar de vida.La evidencia para Chile utilizando el enfoque del residuo de Solow muestra que la Productividad Total de los Factores (PTF) en el perodo 1971-1975 habra sido negativa, positiva entre 1975 y 1980, negativa entre 1980-1985 y positiva a partir de 1986. Estos resultados se reportan en el cuadro siguiente:

Tasas de CrecimientoContribucin de:

PIBKLKLPTF

1971-19953,74,24,11,92,3-0,4

1971-1975-2,02,60,61,10,3-3,5

1976-19806,81,66,00,73,42,7

1981-1985-0,13,34,01,52,2-3,8

1986-19906,54,36,61,93,70,9

1991-19957,59,43,44,11,91,4

Fuente: Tomado de Vergara Rodrigo,Crecimiento en Chile: Elementos para el Anlisisen Morand, F. y Vergara, R. editores (1997)Anlisis Emprico del Crecimiento en Chile, cuadro N 1, pgina 13.

ECONOMAS DE ESCALAEconomas de escala es un trmino usado en microeconoma, el cual se refiere al beneficio que una empresa obtiene gracias a la expansin, es decir, es la propiedad por la que el costo total medio a largo plazo disminuye a medida que se incrementa la cantidad de produccin. Como se ve en el Grfico 1, a medida que se aumenta la produccin de Q a Q2 los costos medios disminuyen de C a C1.

PROGRESO TECNICO TEORIAS DEL CRECIMIENTO ECONOMICOEl crecimiento econmico ha sido siempre una preocupacin de los economistas. De hecho, podra decirse que es el problema fundacional de la ciencia econmica, ya que fue el objeto principal de la Riqueza de las Naciones, el libro escrito por Adam Smith en 1176 que se considera el primer tratado moderno de economa. Otros clsicos como T. Malthus y D. Ricardo analizaron tambin los factores que explicaban el crecimiento de los pases.Sin embargo, aun dejando en el camino aportaciones de gran importancia como las de J. Schumpeter, entre otros, la teora del crecimiento que hoy se estudia en la mayora de centros universitarios y que se utiliza en los trabajos acadmicos de investigacin tiene su origen un artculo publicado en 1956 por el Premio Nobel R. Solow. Este trabajo inici el desarrollo de lo que se conoce como teora neoclsica del crecimiento.En el modelo neoclsico el crecimiento econmico per cpita se podra producir en primer lugar como consecuencia del proceso de acumulacin de capital. Aquellas economas que ahorran e invierten una parte mayor de su renta disfrutan tambin de un stock de capital por trabajador creciente, pero esto da lugar a niveles tambin mayores de la productividad del trabajo. Suponiendo que a largo plazo toda la poblacin activa est ocupada, esta mayor productividad equivale a una renta per cpita creciente. Esta primera fuente de crecimiento econmico, sin embargo, tender a agotarse como consecuencia de la existencia de rendimientos decrecientes del capital. Llegar un momento que, manteniendo la misma tasa de ahorro, la economa slo generar la inversin suficiente para compensar la depreciacin del capital, que crece con el propio tamao de la economa. En ese momento, cesara el crecimiento per cpita: la economa se encontrara en lo que se conoce como estado estacionario.Un nivel de renta per cpita constante no se compadece, sin embargo, con la evidencia emprica. Por ello, el modelo introduce una segunda fuente de crecimiento, que se denomina genricamente progreso tcnico, y que recoge todos aquellos factores distintos a la acumulacin de capital que pueden provocar incrementos de la productividad del trabajo. El problema fundamental era que la teora no explicaba cul era el origen de este factor.Esta divisin del crecimiento en dos posibles fuentes dio lugar a un nmero de trabajos empricos que se denominaron contabilidad del crecimiento y que pretendan medir la contribucin relativa de cada una de ellas al crecimiento de un pas, generalmente Estados Unidos. El problema fue que se observ que una gran parte del crecimiento experimentado se derivaba de este progreso tcnico (denominado tambin residuo de Solow) que la teora no era capaz de formalizar. La importancia de este residuo, al que se consider como la medida de nuestra ignorancia poda suponer en torno al 75% del crecimiento econmico per cpita observado en Estados Unidos.Qu hay detrs de este progreso tcnico?Qu factores lo determinan?Hay algunos comportamientos econmicos que pueden favorecerlo?Cules son las polticas adecuadas para estimularlo?A partir de los aos ochenta del siglo XX se inici un nuevo desarrollo de la teora del crecimiento que trataba precisamente de responder a estas preguntas, de forma que el crecimiento per cpita no dependiera en realidad de una variable exgena. Por ello, esta literatura se llama modelos de crecimiento endgeno, ya que trata de explicar internamente qu es lo que da lugar a tasas mayores o menores de crecimiento del progreso tcnico.

Esta literatura tiene una mayor complejidad tcnica que los modelos anteriores y ofrece varias explicaciones del crecimiento a largo plazo. Las ideas ms importantes consisten en enfatizar el papel de la acumulacin de capital humano, en la existencia de externalidades positivas que permiten eliminar el supuesto de rendimientos decrecientes del capital y en los efectos que tienen las polticas de gasto en I+D sobre el crecimiento de la productividad. Es decir, el progreso tcnico deja de ser una fuerza exgena que impulsa la economa pero de la que se desconoce su origen, para convertirse en el resultado de decisiones econmicas tomadas por los agentes econmicos obedeciendo a incentivos econmicos en los que las autoridades pueden influir.

RELACION CON EL CRECIMIENTO DE UN PAIS CASO VENEZUELAEl comportamiento econmico venezolano de 1950 a 2008, centrndose en variables relevantes para el anlisis del crecimiento durante ese periodo, relacionadas con el sector petrolero, el sector externo, las finanzas pblicas, los factores de produccin y otras variables que sirven de apoyo a los argumentos de la tesis que se presenta, tales como la evolucin del tipo de cambio real y de la relacin entre bienes transables y no transables.Dos etapas: crecimiento sostenido seguido de inestabilidad y decrecimiento Como se ilustr en la Introduccin, desde los 1950s Venezuela muestra dos grandes etapas en su comportamiento econmico. Despus de un largo periodo de crecimiento sostenido, desde 1978 la economa ha sufrido un proceso de decrecimiento con inestabilidad macroeconmica. El mecanismo tradicional de dinamizacin de la economa domstica, a travs del gasto pblico financiado con recursos externos, funcion adecuadamente durante dcadas, generando un crecimiento sostenido y avance favorable en trminos de desarrollo econmico y social, manifiesto en el aumento del ingreso real per cpita as como la mejora de los servicios pblicos e indicadores sociales. Hasta los 1970s Venezuela tuvo una tasa de crecimiento del producto positiva y satisfactoria. Si bien la fuente de ingresos externos se concentraba en las exportaciones petroleras, el contexto internacional de la postguerra favoreca precios del petrleo relativamente estables. Durante ese periodo fue predominante la inversin privada, destacndose el dinamismo de las actividades de la construccin en los 1950s y la industria manufacturera en los 1960s, con el apoyo de las polticas pblicas de fuerte inversin en infraestructura, desarrollo urbano y vivienda, y de sustitucin de importaciones, respectivamente. No obstante, la dependencia petrolera determin as mismo alta vulnerabilidad de la economa ante las fluctuaciones del mercado petrolero internacional, acentuadas desde los setenta por la mayor volatilidad de precios. Esta debilidad estructural comenz a manifestarse a finales de los 1970s, despus del gran auge de precios petroleros de 1974, sin embargo, fue en cierta medida mediatizada por el nuevo auge de 198031 y slo fue parcialmente asumida en 1983, cuando se procedi a la devaluacin y control de cambio del viernes negro. En los aos siguientes continu la tendencia descendente de las exportaciones petroleras. No slo se produjo una fuerte contraccin de las exportaciones petroleras per cpita entre 1980 y 1986, sino que ellas se mantuvieron en niveles inclusive inferiores a los presentados en las dcadas de los 1950s y 1960s, hasta el nuevo auge de precios de los 2000s. El primer gran auge petrolero de los 1970s. A raz del primer auge importante de los precios petroleros y su posterior cada fue cuando efectivamente se produjo el quiebre en la dinmica de crecimiento de Venezuela, representado por el ao 1978. La triplicacin de los precios de exportacin petrolera en 1974, consecuencia del embargo petrolero a Occidente derivado de la guerra del Yom Kipur, le proporcion al Estado una extraordinaria disponibilidad de ingresos que se tradujo en una significativa inyeccin de gasto pblico, tanto de la administracin pblica central y descentralizada como de empresas del Estado, propiciando la dilatacin del espacio econmico del Estado a travs de su participacin directa en la produccin, donde destaca las estatizaciones de la extraccin del hierro en 1975 y de las actividades petroleras en 1976 y una mayor intervencin en la actividad econmica privada. El elevado gasto pblico de la Gran Venezuela estimul la inversin y el consumo privados, generando una aceleracin del crecimiento del PIB no petrolero per cpita, a una tasa promedio anual de 6 por ciento entre 1973 y 1978. Durante esos aos se inici tambin un proceso de endeudamiento externo sin precedente en Venezuela, con severas consecuencias en la balanza de pagos y las finanzas pblicas en los 1980s, cuando declinaban las exportaciones petroleras.Con la elevacin del gasto fiscal de 10 a casi 30 por ciento del PIB en 1974 se instaur en Venezuela un nivel de gasto en trminos de PIB muy superior al de dcadas anteriores .Si bien la tendencia fue descendente hasta fines de los 1990s, se evidencia un ajuste rezagado respecto a la declinacin de los ingresos fiscales y, por lo tanto, un exceso de gasto continuado que afectaba el comportamiento macroeconmico y la asignacin de recursos, y comprometa la sostenibilidad de las finanzas pblicas. As mismo puede apreciarse un comportamiento extremadamente voltil de los ingresos y gastos fiscales desde los 1970s, en relacin con una evolucin previa ms estable, reflejando la excesiva dependencia que adquirieron las finanzas pblicas a los ciclos petroleros, ms frecuentes desde los 1970s, con sus adversas consecuencias en el comportamiento macroeconmico.A partir de 1974 se agudiz notablemente la volatilidad de los ingresos fiscales petroleros en trminos de PIB, mientras los no petroleros tenan un comportamiento relativamente estable, por la ausencia de cambios importantes del rgimen tributario hasta 1992 cuando se inici un aumento sostenido a raz de la instrumentacin del IVA, ya que la recaudacin del impuesto sobre la renta ms bien disminua. Las mejoras en la administracin y fiscalizacin del Seniat permitieron mantener la trayectoria creciente de los ingresos no petroleros desde 1992, elevndose su participacin promedio de 35 por ciento en los 1980s a ms de 50 por ciento en los 2000s, cuando tambin estaban aumentando significativamente los ingresos petroleros.Por otra parte, desde los 1970s se produjo una recomposicin del gasto fiscal en detrimento del gasto de capital y de apoyo a los sectores productivos con efectos negativos sobre el crecimiento de largo plazo. Como puede observarse, destaca la importante reduccin del gasto de capital, a la mitad de su participacin en las dcadas anteriores, especialmente la inversin real y, en contra parte, la expansin del gasto corriente. Respecto a la estructura sectorial del gasto fiscal acordado, contrasta la tendencia decreciente de la participacin del gasto dirigido a los sectores productivos con las trayectorias ascendentes del gasto social y otros gastos. De estos resultados se deduce que el gobierno central ha venido descuidando la inversin en infraestructura y promocin de las actividades productivas, y priorizado la asignacin del gasto fiscal a los sectores sociales, especialmente en los 2000s, seguramente con un componente importante de burocracia y menor eficacia en la provisin de servicios pblicos. Inestabilidad macroeconmica, des acumulacin y decrecimiento An cuando el shock petrolero adverso y prolongado de los ochenta hizo necesario emprender reformas estructurales e institucionales que adecuaran las finanzas pblicas y la economa interna al nuevo contexto internacional, los efectos desfavorables fueron afrontados desde una perspectiva de corto plazo, con respuestas casusticas, nuevas regulaciones y cambios frecuentes de las polticas pblicas. Ante la ausencia de resultados satisfactorios, ms bien se agravaron los rasgos adversos al crecimiento de largo plazo caractersticos de las economas petro-exportadoras y se acentuaron los conflictos distributivos, mientras que las reformas requeridas fueron postergadas o slo parcialmente instrumentadas. Si bien las variaciones de precios petroleros fueron menos drsticas en los 1980s y 1990s, persisti la inestabilidad de los mismos y sta fue tambin extendida a las finanzas pblicas. Como consecuencia, se desencaden un periodo de decrecimiento y gran volatilidad del PIB. Puede caracterizarse ese perodo como una sucesin de fases de crecimiento y de recesin, resultantes de expansiones fiscales no sostenibles y de ajustes subsiguientes. Si bien la mezcla especfica de polticas macroeconmicas variaba, en las coyunturas petroleras favorables las autoridades cedan a las presiones de distintos sectores econmicos y sociales, usualmente generando compromisos permanentes de gasto corriente. Esas expansiones fiscales financiadas con incrementos transitorios de los ingresos petroleros no eran sostenibles y, al desmejorar el mercado petrolero, se recurra a sucesivos programas de ajuste, bsicamente de carcter fiscal y mediante maxidevaluaciones, con gran impacto inflacionario , as como efectos recesivos sobre la economa no petrolera, redistributivos a favor del sector pblico y los tenedores de divisas, y sobretodo regresivos, por sus secuelas en los sectores populares con menor capacidad de proteccin contra la inflacin y el desempleo.Despus de una fuerte expansin durante el auge petrolero de los setenta, la inversin bruta fija (IBF) se redujo sensiblemente en trminos de PIB desde los ochenta, a niveles muy inferiores a los alcanzados en los cincuenta y sesenta, comprometiendo el crecimiento de largo plazo. No slo se contrajo la inversin pblica en infraestructura y vivienda sino que se gener un efecto de desplazamiento de la inversin privada, ocasionado por las expansiones fiscales no sostenibles y los consecuentes desequilibrios monetarios, la alta y voltil inflacin, las devaluaciones y las fluctuaciones del tipo de cambio real (Niculescu, 2001). La incertidumbre generada por la indisciplina fiscal y la consecuente inestabilidad macroeconmica afect las decisiones de inversin con repercusiones de largo plazo y favoreci el traslado de gran parte del ahorro nacional hacia activos externos. Despus de haber alcanzado 35 por ciento del PIB en 1978, la inversin privada se contrajo a niveles inferiores al 15 por ciento del PIB desde mediados de los ochenta, presentando fuertes cadas en los perodos de ajuste, devaluacin y mayor inflacin.Como resultado de la contraccin de la IBF y los requerimientos de depreciacin del capital fijo instalado hasta los 1970s, el nivel del stock de capital prcticamente se estanc desde los 1980s , afectando la idoneidad y actualizacin tecnolgica de la capacidad productiva del pas para promover el crecimiento econmico. Al observar las trayectorias de la IBF y el capital fijo en trminos per cpita se tiene una mejor percepcin de la gravedad de la deficiente acumulacin de capital y la minusvala en que se encuentra el pas para crecer y mejorar el bienestar.La acentuacin de los desequilibrios macroeconmicos no slo perjudic severamente la dinmica de acumulacin sino la eficiencia en la asignacin de recursos y, por lo tanto, se generaron efectos adversos en la productividad y la generacin de empleo formal. Es importante destacar la tendencia creciente desde 1978 de la tasa de desocupacin, mientras descenda la tasa de actividad por los des estmulos del mercado de trabajo. As mismo, la insuficiente generacin de empleo formal condujo a alrededor de la mitad de la poblacin econmicamente activa a ocuparse en actividades informales en comercio y servicios de menor productividad e ingresos bajos e inestables.En ausencia de las reformas y polticas pblicas necesarias para revertir el proceso de inestabilidad y decrecimiento econmico, se produjo un persistente deterioro del bienestar social durante las ltimas dcadas. En los 1990s se intent revertir ese proceso a travs de la instrumentacin de programas ms comprehensivos que abordaban tanto el ajuste macroeconmico como reformas estructurales en distintos mbitos econmicos y sociales, y aspiraban reducir la supeditacin de las finanzas pblicas y la economa interna a la renta petrolera. No obstante, los efectos estn fraccionarios y sociales de las polticas de ajuste generaron gran descontento e impidieron la formacin del apoyo poltico y social necesario para la adecuada instrumentacin de las reformas, en particular la reforma del Estado.El segundo gran auge petrolero de los 2000s Si bien el desgaste del sistema poltico jug un papel importante en la crisis de gobernabilidad de las ltimas dcadas, los efectos econmicos y sociales adversos de la reduccin de los ingresos petroleros contribuyeron en forma determinante a su agudizacin. La consecuente prdida de legitimidad del sistema poltico favoreci la eleccin de un presidente contrario a los partidos tradicionales en 1998, como manifestacin de una aspiracin de cambio de una mayora de venezolanos. No obstante, los cambios institucionales promovidos desde el Ejecutivo Nacional durante la ltima dcada han avanzado en direccin opuesta a la requerida, hacia una mayor dependencia del petrleo y del Estado, priorizando los objetivos polticos sobre el buen desempeo econmico y las mejoras efectivas y permanentes de bienestar. Es ms, durante el ltimo quinquenio se ha adelantado la instalacin progresiva del socialismo del siglo XXI, un sistema que cada vez ms se asemeja al socialismo real del siglo XX y que todava perdura en Corea del Norte y Cuba, pases caracterizados por una amplia y persistente pobreza. El extraordinario y sostenido aumento de los precios internacionales del petrleo 2004- 2008 tuvo un origen y caractersticas diferentes a las del primer gran auge de precios de 1974, sin embargo sus repercusiones en el comportamiento de la economa venezolana de largo plazo podran ser semejantes a las del primer gran auge de precios petroleros aunque de manera amplificada. De nuevo apareci la ilusin de bonanza permanente y se actu para reforzar el rentismo y estatismo, con el agravante de que en esta ocasin existe un factor adicional que gravita negativamente sobre el futuro: an sin una base conceptual y programtica consistente, la elite gobernante aspira imponer un sistema semejante al socialismo real y perpetuarse en el poder. Ya desde 1999 se venan reforzando las atribuciones del Estado, sobre la base de un proyecto poltico en formacin, inicialmente de naturaleza intervencionista. En particular, se formulaba un diagnstico desacertado respecto a las causas del deterioro econmico y social de las ltimas dcadas, al imputarlo a un supuesto modelo neo-liberal de gobierno y, especialmente, a las polticas y reformas econmicas emprendidas en los noventa, cuando ese proceso se haba iniciado con bastante anterioridad. As mismo se atribua un origen esencialmente distributivo al aumento de la pobreza, desestimando los efectos determinantes que tuvieron los procesos de desacumulacin y decrecimiento econmico anteriormente descritos. Si bien los resultados de las reformas de los 1990s no fueron satisfactorios, ese fracaso no podra atribuirse a fallas de la economa de mercado, sino al contrario, principalmente al deterioro institucional del Estado y, en gran parte, a la persistencia de la indisciplina fiscal y la ineficacia de la gestin pblica. La poltica petrolera fue reorientada hacia la defensa de los precios, con poca atencin a los aspectos productivos que determinan la evolucin del sector a largo plazo. Ese giro significaba un retorno a la estrategia de reduccin de la produccin iniciada en los aos setenta, la cual haba mostrado agotamiento en el mediano plazo y efectos econmicos y sociales adversos en el largo plazo. Tambin haba resultado en una reduccin de la participacin de la OPEP y de Venezuela en el mercado petrolero internacional. En los 2000s los barriles diarios (BD) de produccin de crudos en trminos per cpita slo representaban 1/3 del nivel alcanzado en 1970. Si bien al inicio de los 2000s la defensa del precio se instrument a travs de sucesivos recortes voluntarios de la produccin, a partir de 2002 la intervencin de PDVSA y luego, desde 2005, de los convenios operativos y las asociaciones estratgicas, resultaron en prdidas de capacidad gerencial y de produccin y en disminuciones adicionales forzosas de los volmenes producidos.En materia fiscal y macroeconmica, durante los aos iniciales 1999 y 2000 se mostr cierta ortodoxia, sin embargo, las fuertes expansiones fiscales de 2001 y de 2004-2007 desencadenaron de nuevo graves desequilibrios en los mercados monetario-financiero y de bienes y servicios. Desde 2000 se produjo un extraordinario crecimiento del gasto fiscal hasta alcanzar 40,7 del PIB en 2006 esta vez en forma sostenida gracias al continuo incremento de los precios petroleros internacionales, excepto los aos 2001 y 2002 impulsado por el incesante aumento de la demanda energtica de China e India. En ese periodo las expansiones fiscales superaron ampliamente los incrementos de ingresos ordinarios tributarios y no tributarios y las brechas fueron financiadas con endeudamiento y, especialmente, con distintos tipos de ingresos para-fiscales. No obstante el excepcional aumento de los ingresos y gastos fiscales, la IBF del sector privado se ha mantenido extremadamente baja en los 2000s, en niveles inferiores a 15 por ciento del PIB. Este comportamiento contrasta con el observado durante la bonanza petrolera de los 1970s, cuando la inversin privada se elev a 35 por ciento del PIB. En los 2000s, la incertidumbre generada por la ausencia de una estrategia econmica consistente, por polticas comerciales y sectoriales errticas, la proliferacin de regulaciones y controles, la indisciplina fiscal y monetaria, aunadas a la conflictividad poltica e inseguridad jurdica, han afectado significativamente la inversin privada. En consecuencia, se ha perjudicado tambin la capacidad productiva y de creacin de nuevos empleos formales por parte del sector privado, resultando ser el sector pblico el que mayormente ha contribuido a la reduccin de las tasas de desempleo e informalidad desde 2004 .De hecho, en la ltima dcada el empleo del Estado se ha ms que duplicado respecto al nivel de 1999. El elevado crecimiento del PIB no petrolero per cpita 2004-2007 a una tasa anual promedio de 10,5 por ciento, se sustent de nuevo en una extraordinaria bonanza de precios petroleros y present en forma acentuada los rasgos inconvenientes para el crecimiento de largos plazos observados en la segunda mitad de los 1970s. Es relevante destacar al respecto que el importante crecimiento no fue acompaado por un comportamiento similar del capital fijo y tuvo que apoyarse en una extraordinaria expansin de las importaciones desde el lado de la oferta. Esta distorsin revelaba la mayor vulnerabilidad que adquira la economa domstica y anunciaba una menor eficacia del mecanismo rentista de impulso al crecimiento. Aun cuando los precios petroleros internacionales se recuperaron en forma muy importante en 2009-2010, Venezuela ha venido mostrando 6 trimestres consecutivos de cada del PIB, es el nico pas petro-exportador que est decreciendo en 2010 y, junto con Hait, los nicos pases de Amrica Latina en contraccin, adems de presentar la inflacin ms alta del mundo. Si bien el alto crecimiento haba permitido encubrir transitoriamente los efectos macroeconmicos adversos de la indisciplina fiscal en un contexto de control de cambio, precios y tasas de inters, las consecuencias de la desmedida expansin de demanda de origen fiscal y para-fiscal, comenzaron a manifestarse ya en el primer trimestre de 2007. Es decir, antes de la cada de los precios petroleros a mediados de 2008 por las repercusiones internacionales de la crisis hipotecaria de Estados Unidos. Pueden sealarse especialmente: la coexistencia de desabastecimiento de productos bsicos y aceleracin de la inflacin (a pesar del extraordinario incremento de las importaciones), intensificacin de la salida de capitales, continuo aumento del precio del dlar paralelo y prdida de reservas internacionales. En cuanto a la estructura productiva de la economa no petrolera, en los 2000s se observa una agudizacin de los efectos de la enfermedad holandesa: mayor expansin de los sectores no transables (finanzas, comercio y servicios) respecto a los sectores transables que perdieron competitividad y una acentuacin de la dependencia de las exportaciones petroleras. La apreciacin del tipo de cambio real, habitual en contextos de auge petrolero, ha sido reforzada con el restablecimiento del control de cambio desde 2003. La fijacin de la paridad nominal desde 2005 hasta 2010 y la extraordinaria expansin monetaria de origen fiscal y para-fiscal acentuaron la apreciacin del tipo de cambio real oficial.Decisiones como la separacin de Venezuela de la CAN y del G3, as como las errticas relaciones diplomticas y comerciales con Colombia, han afectado particularmente las exportaciones no petroleras, las cuales se haban desarrollado con gran esfuerzo durante los 1980s y 1990s, llegando a representar 31,2 por ciento de las exportaciones totales de Venezuela en 1998. Aun cuando la reciente bonanza petrolera produjo un alto crecimiento y mejora del bienestar, de nuevo estos logros slo han sido de carcter coyuntural, con el agravante de que se ha acentuado la adiccin a los ingresos petroleros. En efecto, durante el auge fueron exacerbadas las conductas rentistas: voracidad fiscal, despilfarro o destino improductivo del gasto pblico y significativo endeudamiento. Al respecto, es necesario incorporar a la deuda pblica y de Pdvsa los nuevos compromisos adquiridos por el gobierno en materia laboral, de produccin y exportaciones de petrleo y otros productos bsicos, as como en las acciones de expropiacin incurridas en los ltimos aos, cuyos montos reales se desconocen y, segn estimaciones parciales no oficiales,56 son de significacin. Es necesario resaltar la problemtica de la sostenibilidad fiscal en las prximas dcadas, ya que sta no slo se encuentra comprometida por la persistencia de dficits financieros y el aumento del stock de deuda pblica oficial y derivada de compromisos poco transparentes, sino tambin por el monto de la deuda implcita y contingente. Por una parte, estn los compromisos pendientes por prestaciones sociales y otros pasivos laborales con los funcionarios pblicos; por la otra, se encuentra la deuda contingente asumida por el rgimen vigente de pensiones y por los regmenes especiales de pensiones y jubilaciones del sector pblico, basados en esquemas de reparto y que, en su gran mayora, no disponen de los fondos. A stos habr que agregar los nuevos compromisos que se adquieran, particularmente los que se deriven de las reformas pendientes del trabajo y la seguridad social. Ese legado de aos de desaciertos de las polticas pblicas y de diferimiento de las reformas necesarias, substancialmente acrecentado durante los 2000s, constituye una redistribucin intergeneracional de ingresos en detrimento de las generaciones futuras, cuyos efectos tendrn que ser afrontados a travs de una estrategia adecuada de manejo de activos y pasivos del sector pblico, y el requerimiento de que el Estado promueva eficazmente un crecimiento econmico alto y sostenido en las prximas dcadas. No obstante la necesidad del cambio de rumbo, el actual gobierno avanza en la direccin opuesta, incrementando el costo de las reformas por acometer. Con el recrudecimiento del comportamiento rentista y la dilatacin del sector pblico, se ha acelerado el deterioro institucional del Estado y su capacidad de respuesta a las necesidades reales de la poblacin. Esto se manifiesta en todos los mbitos: deficiente funcionamiento de los sistemas formales de salud y educacin, insostenibilidad de los programas sociales clientelares (misiones), duplicacin del dficit de vivienda, deterioro de la infraestructura vial y de servicios bsicos, incluyendo la crisis elctrica, daos causados a la capacidad productiva de PDVSA y de empresas bsicas de Guayana, as como la agudizacin de la inseguridad personal, corrupcin e impunidad.Con la orientacin actual de las polticas pblicas y la instalacin progresiva del socialismo del siglo XXI, los efectos de mediano y largo plazo en trminos de bienestar seran particularmente graves y de difcil reversin, an en un contexto de precios petroleros histricamente elevados. Dos tipos de procesos estaran en marcha, propiciando un potencial colapso econmico y social del pas. Por un lado, el rentismo caracterizado por el acelerado deterioro institucional del Estado y de su capacidad de gestin, junto a la des acumulacin de capital fsico y baja en la calidad del capital humano; con claro debilitamiento de los sectores industrial y agropecuario. Por el otro, la implantacin progresiva del socialismo real, una combinacin que augura claramente un desempeo de largo plazo negativo.

CONCLUSIONES.

La nueva economa exige una rpida adaptacin a los cambios. Estos se producen con mucha rapidez y por lo tanto debemos estar preparados parapodercrecer en la medida que nuestras propias necesidades as lo requieran.Como analizamos anteriormente el crecimiento que obtengamos a travs de la produccin que debemos aumentar, la competencia leal y til de nuestra economa, la adecuada redistribucin de los ingresos del estado, la importancia que d el estado a la poblacin y a los sectores productivos, tomarconcienciaque ms deuda no nos traer jams crecimiento, y sobre todo el cambio deactitudque necesitamos los ecuatorianos, debe estar encaminado a conseguir el desarrollo de nuestro pas y el de nuestros hijos, junto a adecuadas polticas de democratizacin de la sociedad conseguiremos una mejor sensacin de bienestar.El aspecto social debe ser una prioridad para elgobierno, cambiando los porcentajes destinados para Fuerzas Armadas y Deuda Externa, y revirtindolos en Educacin, Salud e Inversin Pblica. Adems de fortalecer el sector externo con polticas y planes a largo plazo que incentiven a los inversionistas extranjeros a crearfuentesde empleo y aumento del ingreso.En Venezuela debemos empezar por elegir mejor a nuestros gobernantes. En el camino de nuestra existencia se tiene historia y la misma debe ser una referencia del pasado, para lograr cambiar debemos cambiar nosotros mismos. Los pueblos pobres son pornaturalezapobres de pensamiento y de aspiraciones.Para poder lograr la tan anhelada estabilidad que buscamos los ecuatorianos, se hace necesario que lasinstitucionesencargadas del control judicial, poltico, gobierno, empresarios y todos los que nos sentimos involucrados en el tema de mejorar nuestro pas debemos lograr un punto deequilibrioterico donde converjan las mejores ideas de nuestros compatriotas sin que existan de por medio intereses para los que surjan beneficios personales, buscando el bienestar de todos los Venezolanos y creando planes de desarrollo por lo menos de 20 a 30 aos.Por ello se hace necesaria la labor conjunta de los gobiernos y encargados de ejecutar lasleyes, quienes junto al sector privado, de forma tal que puedan implementarse y desarrollarse productos en el entorno adecuado que brinden a los ciudadanos, a los empresarios y a todo quien busque el desarrollo, las garantas suficientes en cuanto a la seguridad de trabajo y empleo, al comercio en todas sus formas, a las transferencias de bienes y servicios, y a toda transaccin financiera en general, dejando de lado la falta de conocimiento y aplicacin de la ley, cuyo descuido, abuso, omisin o falta de conocimiento conducen al deterioro de la economa y de la sociedad.

BIBLIOGRAFA

http://html.rincondelvago.com/crecimiento-economico_4.htmlhttp://web.ing.puc.cl/power/alumno12/smallbeautiful/economias.htmlhttp://www.expansion.com/diccionario-economico/crecimiento-economico.htmlhttp://www.ucv.ve/fileadmin/user_upload/faces/eeconomia/Crecimiento_en_Venezuela._Una_reconsideraci%C3%B3n_de_la_maldici%C3%B3n_petrolera.pdf