Creer, Saber. Conocer

2
Creer, saber, conocer. (Parte 1) Por Rodolfo Cruz Bustos Con esta nota inicio una reseña reflexión de un libro, que me parece fundamental para cualquier persona que aspire a tener claridad en los actos que realiza todos los días. Las simples charlas no pueden ser peroratas sin dirección ni sentido; deben tener, al contrario, un contenido consensado y una finalidad admitida por quienes participan en ellas, por lo que pensar en algunos conceptos implicados en nuestra presencia en el mundo, no está de más. Creemos, sabemos y conocemos como condición adscrita a nuestra condición humana, nos señala el filósofo Luis Villoro en un libro titulado: Creer, saber conocer. Es un libro ya clásico que se editó por vez primera en 1982 y que ahora debe andar en cerca de veinte ediciones. Desde una revisión del Menón y el Teetetes de Platón hasta el Ensayo del entendimiento humano de John Locke nos lleva en una reflexión de conceptos que circundan en torno a nuestras simples creencias, los saberes diarios y los conocimientos ordinarios. La pregunta de que parte, se ubica dentro de la preocupación por conocer las relaciones entre el pensamiento y las formas de dominación, que inscribe muy bien en la pregunta: ¿Cómo opera la razón humana, al través de la historia, para reiterar situaciones de dominio o, por el contrario, para liberarnos de nuestras sujeciones? Luis Villoro pertenece a esa generación de filósofos y pensadores que, al igual que Adolfo Sánchez Vázquez, Pablo González Casanova y Ramón Xirau, entre muchos, le han aportado a la actividad intelectual mexicana y la cultura nacional un pensamiento que reflexiona la realidad desde una óptica crítica y sagaz. Pensar sin cortapisas una realidad que asombra por sus contrastes, que van desde las miserias visibles hasta las ocultas por las distorsiones que se ejecutan desde medios de comunicación copados de intelectuales bien pagados, que tienen la inteligencia, pero no la visión ni la agudeza crítica de los filósofos referidos.

Transcript of Creer, Saber. Conocer

Page 1: Creer, Saber. Conocer

Creer, saber, conocer. (Parte 1)

Por Rodolfo Cruz Bustos

Con esta nota inicio una reseña reflexión de un libro, que me parece fundamental para cualquier persona que aspire a tener claridad en los actos que realiza todos los días. Las simples charlas no pueden ser peroratas sin dirección ni sentido; deben tener, al contrario, un contenido consensado y una finalidad admitida por quienes participan en ellas, por lo que pensar en algunos conceptos implicados en nuestra presencia en el mundo, no está de más.

Creemos, sabemos y conocemos como condición adscrita a nuestra condición humana, nos señala el filósofo Luis Villoro en un libro titulado: Creer, saber conocer. Es un libro ya clásico que se editó por vez primera en 1982 y que ahora debe andar en cerca de veinte ediciones. Desde una revisión del Menón y el Teetetes de Platón hasta el Ensayo del entendimiento humano de John Locke nos lleva en una reflexión de conceptos que circundan en torno a nuestras simples creencias, los saberes diarios y los conocimientos ordinarios. La pregunta de que parte, se ubica dentro de la preocupación por conocer las relaciones entre el pensamiento y las formas de dominación, que inscribe muy bien en la pregunta: ¿Cómo opera la razón humana, al través de la historia, para reiterar situaciones de dominio o, por el contrario, para liberarnos de nuestras sujeciones?

Luis Villoro pertenece a esa generación de filósofos y pensadores que, al igual que Adolfo Sánchez Vázquez, Pablo González Casanova y Ramón Xirau, entre muchos, le han aportado a la actividad intelectual mexicana y la cultura nacional un pensamiento que reflexiona la realidad desde una óptica crítica y sagaz. Pensar sin cortapisas una realidad que asombra por sus contrastes, que van desde las miserias visibles hasta las ocultas por las distorsiones que se ejecutan desde medios de comunicación copados de intelectuales bien pagados, que tienen la inteligencia, pero no la visión ni la agudeza crítica de los filósofos referidos.

Todos hablamos del conocimiento, diciendo: “conozco el tema”, “conozco la materia”, “conozco sobre ello”, etc. Pero dentro de nuestras dudas más comunes se encuentra la de no poder definir con precisión “¿qué es el conocimiento?” Más aún como pregunta Villoro “¿en qué condiciones algo puede calificarse de conocimiento?” Se dirá que no es necesario preguntarse sobre cosas tan elementales, pero si uno lee el libro, se entera, cómo es que esas nociones elementales forman parte del dispositivo que todo sujeto pensante debe poseer, tenerlo como instrumento en el trabajo de pensar junto con los otros, por ejemplo, la posibilidad de un mejor mundo.

Dice Villoro que el conocimiento es un proceso psíquico que acontece en la mente de un hombre; igualmente, es un producto colectivo, social, que comparten muchos individuos. Todos conocemos, todos pertenecemos a grupos y en la colectividad somos autores de conocimientos, en tanto cotidianamente actuamos en la búsqueda de nuevas metas, individuales y sociales. Pero no todos somos conscientes de ello, incluso nuestra inconsciencia puede llevarnos a exagerar nuestros alcances en torno al conocer.

Page 2: Creer, Saber. Conocer

La creencia es una ocurrencia mental, es también una disposición, por lo tanto es un acto de voluntad. La creencia es una especie de saber, al grado de poder decir: “se me ocurre que sé”; entonces creo que sé, pues no estoy seguro de mi saber”. Es un componente “subjetivo” alcanzaría de rezar Villoro, pero lo rescata de Descartes, Locke, Hume, entre otros filósofos que habían incursionado ya en esas nociones elementales del intelecto humano. Magistralmente, ya concebía Hume: “La creencia que acompaña a la percepción o al recuerdo es un peculiar sentimiento que, por ser primario y simple, no podemos definir, pero que cualquiera puede reconocer en sí mismo; cabe indicarlo, con metáforas, como una sensación de seguridad o firmeza.Seguimos, la próxima entrega.