Critica Religion Cecilia Tovar

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Crítica hacia el concepto de religión según Marx

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  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

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    Re ist4

    de la

    Universidad Catlica/No 4/31 de diciembre

    de

    1978

    LA CRITICA DE LA RELIGION, ENSAYO SOBRE

    LA CONCIENCIA SOCIAL SEGUN KARL MARX

    Cecilia Tovar/

    Toki

    Kudo

    Numerosos estudios actuales sobre Marx han mostrado

    una evolucin en su pensamiznto, desde sus posiciones

    de

    juventud hasta sus concepciones de l madurez 1 ),

    El impacto del

    descubrimiento de los escritos de

    juventud que

    hacan aparecer un Marx humanista,

    cercano al joven Hegel y a Feuerhach, llev a muchos

    a un

    entusiasmo por este joven Marx, considerndolo

    incluso como el verdadero o

    el

    ms importante Marx,

    Sin embargo, no tardaron en aparecer estudios que,

    teniendo en

    cuenta

    l

    existencia de estos escritos de

    juventud los situaron

    en l

    perspectiva global de l 69

    evolucin del pensamiento de Marx,

    Dejando de lado la discusin sobre el carcter tal vez

    demasiado rgido o puntual que Althusser daba a la

    ruptura epistemolgica (2), ha quedado establecido

    que

    no

    ,se

    puede tomar

    el

    pensamiento de Marx como

    un bloque, sino que hay que distinguir en l dfe

    rentes etapas, que son los pasos por los que progre

    sivamente se fue elaborando

    1 : : ~

    nueva concepcin de

    l historia, diferencindose del pensamiento precedente

    al mismo -tiempo

    que

    asuma su herenc:1 en una

    sntess orignal (3)

    l EVOLUCION DE L CRITIC DE L RELIGION

    EN M RX

    Esta perspectiva es vlida igualmente para

    el

    caso

    particular de la crtica de la religin en Marx, Los

    estudios ms importantes sobre este tema concuerdan

    ms o menos en sealar etapas en la constitucin de

    la at ica marxista de la religin (4

    ). Se

    puede decir

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    70

    La crtica

    de

    l religin

    que el pensamiento de Marx sobre la religin pasa

    por tres etapas fundamentales.

    1

    Crtica filosfica del Estado cristiano

    e rusia

    En un primer momento, Marx considera la religin

    como algo irracional y mistificador.

    e

    opone en

    tonces la filosofa a la religin, razn y libertad mo

    dernas a ignorancia y servidumbre medievales. Para el

    Marx racionalista y antitesta, los dioses no son ms

    que las ilusiones que llenan provisoriamente

    Jos

    lugares

    todava

    no

    ocupados

    por la

    razn. Aqu

    se

    encuentra

    de una manera muy marcada la herencia de la Ilus

    tracin a travs de la influencia de su padre, Hirschel

    Marx, del director del liceo de Trveris, Johann Hugo

    Wyttenbach y del padre de Jenny Ludwig von wes

    tphalen, etc. Esta etapa se desarrolla entre 1837 y la

    primavera de 1843, expresndose en escritos como los

    siete Cuadernos

    e

    trabajos preparatorios a la Di-

    sertacin doctoral la Disertacin doctoral los artcu

    los de los

    Anekdota

    y

    de

    a

    Gaceta renana.

    La importancia

    que

    adquiere el tema

    de

    a religin en

    esta

    etapa

    de su pensamiento

    no se

    debe a

    un

    inters

    propio

    de

    Marx por el tema, sino

    que

    es

    un

    efecto

    del contexto histrico, en el cual los estudios sobre la

    religin superabundan y constituyen el lugar funda

    mental del vigoroso debate intelectual en Alemania.

    En el particular contexto histrico de Alemania de los

    aos 1830-1840, determinado por

    su

    retraso econmi

    co y poltico con respecto a Francia e Inglaterra,

    por

    la aparicin casi simultnea del liberalismo burgus y

    del socialismo, y por a represin practicada por

    el

    gobierno prusiano que intentaba mantener el sistema

    monrquico y la religin cristiana contra las fiebres

    revolucionarias, la lucha contra el orden

    SOcial

    vigente

    se da bajo la forma

    de

    una lucha contra la religin.

    En la poca de Berln, la crtica de Marx a

    la

    reli

    gin se sita dentro de este contexto, como parte

    integrante y substancial de la lucha poltica y social

    de los jvenes hegelianos contra el feudalismo irracio

    nal, obscurantista y mistificador del Estado cristiano

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    Cecilia Tovar, Toki Kud

    de Prusia 5

    .

    L crtica

    de

    Marx a lo establecido est motivada, en

    esta poca, fundamentalmente por

    una

    cierta insu

    rreccin prometeica o humanista

    contra

    el orden cris

    tiano vigente.

    En

    esta perspectiva

    de

    rebelin

    humanista

    contra

    lo religioso o lo teolgico, aparece

    a

    idea

    de que

    slo el hombre

    ateo

    o el filsofo

    racionalista que cree en s mismo puede y debe preo

    cuparse del ordenamiento del mundo, y que, por lo

    tanto,

    la

    destruccin de

    la

    religin y la crtica del

    Estado cristiano de Prusia son el preludio necesario

    para

    la

    construccin de

    un

    mundo

    en el

    que

    el

    hombre sea due

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    a

    crtica de ta religin

    cuestin juda y la mtroduccin a

    la

    crtica de l

    filosoffa del derecho de Hegel . En el primero acaba

    definitivamente con Bruno Bauer y sus cornpafteros

    y,

    en el segundo, con el liberalismo pequefto.burgus de

    los jvenes hegelianos en

    general_,

    exponiendo por

    primera vez la teora de

    la

    Revolucin y del Prole-

    tariado, todava bastante espectacular, Finalmente,

    en

    Pars, Marx enriquece su conocimiento sobre el mun

    do obrero tanto por su contacto directo con los

    crculos de obreros alemanes emigrados en esta ciu

    dad, cGmo por su lectura de los socialistas utpicos y

    de los economistas clsicos. Antes de su expulsin de

    Francia,

    Marx nos deja tres manuscritos econ

    mico-ftlosficos (los

    Manuscritos

    e

    1844 .

    Es

    muy conocida la declaracin de Marx al comienzo

    de

    la

    ulntroduccin a la crtica de

    la

    filosofa del

    derecho de Hegel (1844 ), segn

    a

    cual la crtica

    de la religin es

    la

    premisa de toda crtica {6). Sin

    embargo, contrariamente a Hegel, a Feuerbach y a

    72 muchos otros hegelianos, Marx no

    ha escrito ningn

    libro sobre la crtica de

    a

    religin, En sus numerosos

    escritos, Marx habla de a religin casi siempre al

    margen de otros temas. La

    mayor parte de estos

    textos son cortos y muchas veces

    no

    contienen nada

    ms que simples afirmaciones sueltas, En resumen, si

    es verdad que, para Marx, la critica de

    la

    religin es

    el fundamento de toda crftica, se constata que este

    fundamento no ha sido edificado pot Marx mismo,

    En realidad, esto se comprende a

    la

    luz de otra

    afirmacin no menos conocida de Marx en el mismo

    texto: En Alemania,

    la

    crtica de la religin ha

    llegado, en lo esencial, a su. fin' ' (7),

    Es

    decir, Marx

    considera que, despus de Feuerbach y Bauer,

    la

    cr

    tica de a religin est ya acabada en lo fundamental

    y que no cabe por tanto dedicarle lo central de sus

    esfuerzos, Pero esto significa

    al

    mismo tiempo que

    Marx asume la crtica de la religin elaborada en

    Alemania , de manera que se puede decir, paradojal

    mente, que la crtica de Marx a la religin en esta

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    ecilia T011ar

    Toki Kud

    etapa no

    es de Marx mismo, no pertenece a su

    pen.-

    samiento propio sino al pensamiento de Alemania ,

    es decir, a l ideoioga alemana (8).

    Lo

    esencial

    de

    esta

    etapa

    del pensamiento

    de

    Marx

    sobre la religin parece el hecho de que Marx no

    se

    limita

    a

    repetir la l.. ttica

    de la

    religin

    de Bauer y

    Feuerbach, Sino que

    la

    supera al sealar que

    la ral

    de

    1a alienacin religiosa es .la realidad social enaje

    nada o enajenante, Efectivamente, partiendo de la

    perspectiva le

    Feuecbach, Marx

    supera mn ed.iaramente

    la problemtica idealista de ste

    hada

    k ,.ealidad

    misma. Por e j e m p l ~

    en

    la.

    ' 'Introduccin

    de i 844 se

    realiza ya l superacin magistral

    de

    la

    problemtica

    idealista de

    Feuerbach:

    el

    hombre,

    como io .emostr

    Feuerbach msmc, proyectd. su esencia en Dios. Pero

    por

    qu

    razn?

    Porque

    esta esencia no est realizada

    justamente

    en

    el nivel de 1a realldad

    terrestre.

    LCJ

    consecuencia de esta critica a Feucrbach es que la

    crtica de

    la

    religin

    de

    Marx

    d ~ j a

    siempre en

    e1

    camin a l relign

    y

    sus probiemas

    propio,,

    para

    73

    dirigirse hacia

    otra

    cosa, hacia la

    Yida

    de los hombres

    aqu en la tierra,

    haca

    la realdad social e histrica

    El

    atesmo negativo o el ant-tefsmo m.Hitantc;: de la

    primerd

    etapa

    se halla superac o

    por

    un

    atesmo

    po-

    sitivo,

    que ya no

    es un

    atesmo puesto

    que deja en

    d cami.'lo

    ~

    la religin

    y

    el

    probler>1a

    religioso, sirw

    un humani >mo "positivo ; en d o i H ~ c se eiimna la

    posibtlid.ad

    m1sm;;

    de ;a "cue >tin rehgio;,a''

    y la

    re

    ligin mismd.. Y esto e:zp ka tanlbJen

    el

    hecho de que

    Marx.

    r;,o

    hava escnw un libro

    s o b r e ~

    la

    cr

    '.ca de h

    relgin Efe.ct vamen te Marx empieza a dirigirse

    de

    cididameme hacia ;a crit1ca de t e r r e ~ > t r e tanto H

    critica

    del Estdc prusiano

    y

    de la H l o ; ; o f f ~ h e g e l i a ~ ~

    del

    Estado

    y

    dc.i

    cierecho con1o l cnt1ca de 12.

    economa

    poltica.

    Cl

    problema seno

    que se en

    cuentra,

    entonces, es que, al llegar a formular la

    concepcin materialista de l historia, ya no parece

    preocuparse mucho

    por

    retomar

    y

    criticar la proble-

    mcica de la crtica

    de

    la religin, abandonada

    en

    1844 en

    el camino.

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    La crtica

    de

    l religin

    3 Teora de

    l

    religin como ideologa

    A partir de los aos 1845-1846 y en adelante, Marx

    abandona francamente la problemtica filosfica y

    antropolgica de la religin, influda por los jvenes

    hegelianos, para plantear una problemtica cientfica,

    que es su perspectiva madura y definitiva, en la cual

    el concepto de ideologa es

    un

    elemento esencial.

    Hay que subrayar el hecho de que la evolucin del

    pensamiento de Marx sobre la religin

    se

    realiza en l

    cuadro de la evolucin del conjunto de

    su

    pensamien

    to; la crtica de

    la

    religin de Marx est en depen

    dencia estrecha de

    su

    pensamiento global.

    En esta etapa del pensamiento de Marx, el tema de

    la religin

    ya

    no es tocado por l en s mismo ni de

    manera sistemtica y este hecho

    no

    es algo casual, ni

    un olvido, sino la consecuencia lgica de su creencia

    en la tesis de que la crtica de la religin ha termi

    nado en lo esencial (9). Por consiguiente, sus obser

    vaciones sobre

    Ja

    religin, en esta poca, o bien

    74

    forman parte de desarrollos dedicados a las formas de

    conciencia social en general, o bien se encuentran

    dispersas en medio de escritos consagrados a otros

    temas, como, por ejemplo, en

    El Capital

    en donde

    Marx hace un anlisis y una crtica del fetichismo de

    la mercanca, del dinero y del capital, es decir,

    un

    anlisis y una crtica de la sociedad capitalista en

    concreto que produce necesariamente este mecanismo

    de mstificacin de las relaciones sociales de produc

    cin en forma de fetiche 1 O); dentro de esta cr

    tica de la sociedad capitalista concreta, Marx presenta

    la religin cristiana como conciencia social del rgimen

    capitalista, o sea, como una reproduccin mental del

    fetichismo mercantil (

    11

    ). Para la concepcin mate

    ria.list:a

    de la historia de Marx, la religin es un forma

    de conciencia social, o lo que se suele llamar una

    ideologa.

    La teora de la ideologa en Marx es

    un

    intento de

    ubicar el mundo de la conciencia en

    el

    concepto

    clave

    de

    modo

    de

    produccin , es decir, una teora

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    ecilia TOJJar oki

    Kud

    que

    nos permite comprender cientficamente fen

    menos religiosos, morales, filosficos, artsticos,

    cientficos,

    etc.,

    en sus manifestaciones histricas

    concretas.

    Considerando la religin

    como

    una forma de concten

    cia social, Marx se interesar en adelante

    por

    las

    funciones sociales de la religin, por su papel en la

    historia y en la lucha de clases.

    En

    esta perspectiva

    Marx percibe, en primer lugar, la ligazn

    del cnstta

    nismo con las clases dominantes a lo largo de la

    historia, y critica los principios sociales del cristia

    nismo como justificadores del orden social existente,

    como legitimadores de las distintas formas de opresin

    y desmovilizadores de los explotados. El ms conocido

    en este gnero es

    un artculo

    publicado

    en 1847,

    en

    donde Marx critica al cristianismo el h b ~ r dado su

    apoyo a diversos regmenes de explotacin y opres10n,

    justificando esas prcticas de las clases dominantes

    12).

    Otro

    aspecto de la crtica de Marx a lo religioso, en

    esta poca, tiene incidencia prctica; ya no se

    trata

    de la crtica a la religin como tal sino a una cierta

    tendencia

    en el

    seno del movimiento obrero, es decir,

    el

    comunismo cristiano o el socialismo religioso de la

    poca. Marx siente la necesidad de una

    ruptura neta

    e

    irrevocable con el socialismo religioso, en la medida,

    justamente, en que este ltimo

    era muy

    activo, con

    un peso social considerable basado en

    su

    trayectoria

    histrica y en

    su

    ideal cristiano de fraternidad en un

    mundo

    nuevo. El comunismo cristiano de Wilhelm

    Weitling 1808-1871 , por ejemplo, es

    un

    cristianismo

    de los oprimidos;

    l

    religin

    se

    manifiesta all como

    fuerza movilizadora de las clases populares frente a la

    ideologa

    de

    las clases dominantes.

    En

    este

    contexto

    de vigencia de la tradicin cristiana de aspiracin a la

    justicia y a la fraternidad en

    el

    seno del movimiento

    obrero, Marx toma una posicin tajante contra el

    socialismo religioso en su conjunto. El comunismo

    no

    es la comunin. La referencia evanglica no su-

    75

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    a

    crtica

    l

    l r ligin

    plantara

    al trabajo de la

    crtica,

    ni

    la

    predicacin a

    la lucha de clases. Haba que cortar, la hora

    no

    era

    para matices (13). a circular contra riege (mayo

    de 1846) es un

    documento testimonial

    de la lucha

    ideolgica de los aos 1840

    a

    1846 dentro de

    mo-

    vimiento

    obrero

    europeo naciente; a travs de

    esta

    circular, Marx ataca indirectamente a

    dos

    personajes

    principales del socialismo religioso de la

    poca:

    Lamennais y Weitlng,

    fuentes

    de inspiracin de

    Hermann K r i e g ~

    de

    Nueva York (14). Efectivamente,

    lo que inquieta a Marx es

    que

    aqu aparece una re-

    ligin ligada a un movimiento pc)pular cumpliendo una

    funcin

    social

    de protesta con todas

    sus ambige-

    dades. Precisamente, ese mensaje religioso se estructunl

    en

    torno

    a temas como amor, comunin, fraternidad,

    que, en

    ausenda

    de t1n _anlisis cientfico de una

    sociedad concreta, Jvidida en clases,

    pueden

    des\iar al

    movimiento popular.

    En

    Marx

    y

    Engels,

    hay

    tambin

    otras

    pista:;

    ms

    76

    precisas y ricas en m a t i c ~ s para

    el

    anlisis

    de

    las

    funciones sociales

    de

    la religin.

    arx

    y Engels fir

    man,

    en

    efecto,

    que en la sociedad de Clases, la ideo-

    loga religiosa caracteriza la relacin de cada clase a

    sus condiciones histricamente determinadas de lucha

    de clases, Por ejemplo, en

    el

    caso e

    una

    clase social

    totalmente

    dominada y sin posibiJjdad de ascensin, r

    perspectiva de lucha efectiva, tiende a producirse una

    ideologa religiosa

    que

    le pe:rmte mterorizar su si,

    tuacin de explotados, con

    un l,;cng..-:

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    Cecilia Tovar Toki Kud

    salvacin para todos) y de servirle as de

    instrumento

    para ejercer

    y

    prolongar su dominacin \16 . Final

    mente, una clase ascendente', es decir, una clase

    dominada efectivamente comprometida en la lucha de

    clases

    en

    el

    momento

    actual, nsertndose fuertemente

    en el sistema productivo de l epoca, tendera a pro

    ducir una ideologa religiosa de ndole univers:t.Hsta

    de protesta

    correspondiente a la universalidad de la

    explotacin de las clases populares (17

    ,

    Esto s1gnifica

    que las luchas internas en el seno

    de

    una religin

    seran

    l

    expresin ideolgica religiosa de las luchas

    de

    clases y serviran a estas clases de marco para

    expresar su situacin

    y

    justificar, motivndolas, sus

    luchas cor.tra esa situacin.

    De esto

    se deduce

    que la relgin cumple una doble

    funcin social: en primer lugar, l funcin de l

    cohesin social,

    tanto

    por la legitimacin y la just

    ficacin del orden actual para l clase dominante,

    como

    por

    l

    interiorizacin de la explotacin por el

    mensaje religioso de compensacin despus de la 77

    muerte y en el cielo (religin -opio) para los

    oprimi-

    dos; en

    segundo lugar, la funcin social de protesta

    bajo su doble manifestacin, sea por reclamo de los

    oprimidos en trminos moralizantes de culpabilizacin

    o en trminos de reivindicacin puramente utpica,

    sea

    por

    la movilizacin revolucionaria de las clases

    populares, alrededor de l clase

    ascendente

    del

    momento, es decir, el ncleo dinmico en el sistema

    productivo, contra la situacin actual en su globalidad

    en

    trminos no

    slo de toma de poder sino tam-

    bin

    de creacin de una nueva conciencia en el

    proceso mismo de l revolucin (18). Pero, estas

    pistas abiertas a partir de l comprensin de l re-

    ligin como una

    forma

    de la conciencia social o

    como ideologa, ponen en juego necesariamente la

    problemtica ms global de l ideologa en Marx. Si

    se acepta esta interpretacin de l religin como

    ideologa, queda todava la cuestin del por

    qu ,

    es

    decir, de su fundamentacin ltima, que implica in

    trnsecamente la cuestin de saber qu es la ideolo-

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    - - - - - - - - - ~ - ~ ~ _ L _ a _ c r t i c a

    e

    l

    r l i g i ~

    ga .

    JI

    L TEORI DE L IDEOLOGIA EN

    M RX

    a

    teora

    de la ideologa es uno de los

    puntos

    ms

    difciles del pensamiento de Marx,

    ya

    que es objeto de

    un

    debate constante que, a pesar de ser de importancia vi-

    tal para el desarrollo de la praxis y de la

    teora

    revolucionarias,

    no ha

    llegado a precsar su-

    ficientemente sus trminos (19), de manera

    que

    sub-

    sisten equvocos e interrogantes; es la ideologa

    una

    representacton mental necesariamente falsa o mstifi-

    cadora? por qu, entonces, se habla de ideologa

    revolucionaria, o de, ideologa obrera? es la ideologa

    algo permanente, o va, por el contrario, a desaparecer

    en

    un

    estadio superior de l evolucin social? puede

    establecerse una diferencia neta entre ciencia e ideo-

    loga, entre utopia e ideologa, entre fe o proyecto

    histrico e ideologa? Estas son las preguntas ms

    frecuentes, y la falta de claridad en las respuestas

    obstaculiza al desarrollo de l prctica revolucionaria.

    78 En el tratamiento de un problema tan delicado es

    importante mantenerse lo ms cerca posible del pen-

    samiento de Marx mismo.

    Y un

    primer paso para

    evitar confusiones es

    el

    de segur en lo posible

    el

    mismo vocabulario de Marx; por eso, se habla prin-

    cipalmente de conciencia social en lugar de ideologa,

    ya

    que l primera nocin es clave de comprensin de

    la

    segunda.

    1) La conciencia social y el concepto e modo e

    produccin

    El

    objeto

    de la ciencia de

    la

    historia es l praxis:

    All

    donde termina

    la

    especulacin, en la vida real,

    comienza tambin la ciencia real

    y

    positiva,

    la

    expo

    sidn

    de la prctica, del proceso prctico de desarro-

    llo de los hombres

    20

    . Para exponer esta prctica

    humana de manera cientfica, Marx elabor

    el

    con-

    cepto clave de la ciencia de l historia, el concepto

    de modo de produccin'', y es en esta perspectiva

    que aborda el tema de la conciencia social, como

    uno

    de los aspectos''

    (21),

    momentos''.

    (22)

    o instancias

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    11/28

    Cecilia Tovar Toki

    ud

    fundamentales del

    modo

    de produccin: El resultado

    general a que llegu y que, una vez

    obtenido,

    sirvi

    de hilo conductor a mis estudios, puede resumirse as:

    en la produccin social de su vida, los hombres con

    traen determinadas relaciones necesarias e indepen

    dientes de su voluntad, relaciones de produccin, que

    corresponden a una determinada fase de desarrollo de

    sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de

    estas relaciones de produccin forma la

    estructura

    econmica de la sociedad, la base real sobre la que

    se

    levanta

    l

    superestructura jurdica y poltica y a la

    que corresponden determinadas formas de conciencia

    social (23).

    La expresin conciencia social no tiene

    aqu

    nin

    guna connotacin peyorativa ni apreciativa Lo que

    Marx pretende es mostrar la articulacin de las formas

    de conciencia social con la base real o material que

    es

    l

    actividad concreta, la prctica de los individuos

    histricos que viven

    y

    producen,

    fundamento

    de

    toda

    historia, explicando en base a ella

    todos

    los produc- 79

    tos tericos y

    formas de

    l

    conciencia, la religin, la

    filosofa,

    l

    moral,

    etc., as

    como estudiando a partir

    de esas premisas su proceso de nacimiento, lo que

    naturalmente, permitir exponer las cosas

    en

    su

    totalidad y tambin, por ello mismo, la accin re

    cproca entre estos diversos aspectos). No

    se

    trata

    de

    buscar una categora en cada perodo, como hace la

    concepcin idealista de la historia, sino de mantenerse

    siempre sobre el terreno histrico real, de no explicar

    la prctica partiendo de

    l

    idea, de explicar las for

    maciones ideolgicas sobre la base de la prctica

    ma

    terial ~ _ i } r El concepto de modo de produccin''

    permite exponer la realidad como

    una

    totalidad

    compleja

    articulada

    por diferentes

    momentos

    o

    aspectos que

    actan

    los unos sobre los otros; para la

    concepcin materialista de la historia, las formas de

    conciencia social corresponden a

    una

    prctica deter

    minada, a ciertas relaciones de produccin, e inciden

    a su vez sobre esta prctica.

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    12/28

    a

    crtica de l religin

    e

    habla

    comnmente

    de

    superestructura

    ideolgica

    para referirse a

    lo

    que Marx llama conciencia social,

    esto es ciertamente correcto siempre

    que se

    evite un

    equvoco bastante corriente.

    En efecto,

    mientras que,

    para Marx,

    la

    expresin conciencia social

    no

    tiene

    ninguna

    connotadn

    peyorativa, el trmino ideolo

    ga , s la tiene en muchos casos ( 25 ), y esto puede

    llevar al error de pensar

    que

    la superestructura ideo

    lgica o las formas de conciencia social, constituyen

    siempre necesariamente un conjunto de representa

    ciones falsas, mistificadoras de la realidad, o inadecua

    das, imaginarias, fantasmagricas, etc. Este error tiene

    como consecuencia la creencia, tambin errnea,

    en la

    desaparicin de

    la

    ideologa en

    la

    etapa comunista,

    o la contrapoSicton igualmente equivocada de

    la

    ideologa a la ciencia, a

    la utopa

    o

    al proyecto

    revolucionario, llevando a

    un

    caUejn sin salida, pues,

    si stos no fuesen formas de la conciencia social,

    resultara incomprensible su existencia. Todas las re

    presentaciones humanas son formas de la

    concienda

    80

    social, es decir, representaciones de

    una

    prctica social

    determinada. Este punto es capital para la compren

    sin de la

    teora

    de la ideologa de Marx;

    en

    Marx,

    la instancia ideolgica,

    el

    momento o aspecto de

    la conciencia social, es una

    bstancia

    que recoge todas

    las representaciones mentales posibles

    de

    la praxis

    social e histrica .

    Sin embargo, al mismo tiempo que se afirma la iden

    tidad radical de todas las representaciones humanas,

    5urge la cuestin del discernu;.iento entre

    la

    realidad

    y la ilusin, ya

    que no se puede

    otorgar la misma

    validez a

    todas

    las representacioneb humanas. En un

    texto de La Ideologa

    le

    mana , Marx da la pista de

    solucin del problema:

    Las

    representacions que estos

    i n i v i ~ o s

    se forman, escribe Marx, son representa

    ciones acerca de su relacin con

    la

    naturaleza o sobre

    su relacin entre s, o respecto a su propia ndole.

    Salta a la vista que, en

    todos

    estos casos, tales re

    presentaciones son

    la

    expresin consciente -real o

    ilusoria- de su actividad y relaciones reales, de su

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    13/28

    Cecilia Tovar Toki Kud

    produccin, de

    su

    intercambio, de su organizac10n

    poltica

    y sociaL La hiptesis contraria slo es posible

    entonces si

    presumimos

    l

    existencia, fuera del esp

    ritu de los individuos reales, condicionados material

    mente

    de

    otro

    espritu aparte. Aunque

    1a

    expresin

    consciente de las relaciones reales de estos individuos

    sea ilusoria,

    ~ u n q u e

    en sus representaciones ponga de

    cabeza su realidad, ello

    se

    debe, a su vez, a su modo

    de

    actividad material limitado y a la consiguiente

    li-

    mitacin de sus relaciones sociales (2

    ).

    Todas

    las representaciones son

    la

    cxpn::sin consciente

    de una determinada prctica social,

    ya que

    no se

    puede suponer la existencia de una conciencia no

    condicionada socialmente y capaz de formar represen

    taciones independientes de la prctica sociaL Ahora

    bien,

    entre

    estas representaciones

    de

    la conciencia

    socia, que en este nivel general no tiene ninguna

    connotacin positiva ni peyorativa, p ~ e d e ex1stir re

    presentaciones reales y representaciones ilusorias, pero

    ambas ligadas a una prctica determinada, Es decir; 81

    que

    l

    conciencia social,

    la

    superestructur;; ideolgica,

    puede ser real o ilusoria, y

    lo

    que parece preocupar

    ms a

    Ma1x no

    es explicar cmo puede ser

    rea1,

    sino

    ms bien cmo puede ser ilusoria. En efecto, Marx

    no es un

    agnstico, sino que, por el contrario,

    p1ensa

    que

    la

    conciencia es capaz de conocer la realidad,

    y

    es el error e1 que necesita ser explicado, a partir

    de

    una

    pdctica

    social limitada o defectuosa

    (27).

    Ahora bien, no todas las representaciones -reales

    ilusorias- se sitan en el mismo nivel, sino que, como

    plantea Marx en los textos sealados, existen dife

    rentes

    formas de

    la

    conciencia social. Marx habla

    genera m ente de la religin, la filosofa, la moral,

    la

    metafsica; , pero tambien,

    en

    otros textos, seala las

    ideologas jurdicas y polticas, la teora, la ciencia,

    l

    arte, y hay que considerar cada una de estas formas

    de la conciencia social en su especificidad desde el

    punto

    de

    vista epistemolgico y socio-gentico, sin

    pretender medirlas todas con

    el

    mismo rasero de la

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    14/28

    a crtica

    de l r e l i g i ~

    ciencia de la naturaleza, Las formas de la conciencia

    social son todas las representaciones de la conciencia

    humana,

    imgenes, memorias, smbolos, palabras, ideas,

    razonamientos, categoras, normas, proyectos

    y

    es

    quemas tericos o prcticos,

    etc,

    en

    los diversos

    n i ~

    veles de la actividad humana, como son los niveles

    tico, religioso, esttico,

    j u r d i c o ~ p o l t l c o

    filosfico,

    econmico, etc, Son formas de l conciencia social'

    tanto las representac.pnes

    dent

    fficas como las simb

    hcas, fHosoficas, o eticas, tanto los mitos y tradlcioc

    nes folklncas .:amo los r

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    15/28

    Cecilia Tovar Toki Kud

    todava del carcter ilusorio o invertido de la ideo

    logia, smo de su carcter de mera representacin

    mentaL

    o

    que hace

    tal

    a la ideologa, lo que

    la

    hace

    s i m ~

    ple

    representacin ,

    no es lo que tiene de inexactitud

    o de aproximacin, o sea, la correspondencia parcial

    al objeto real, lo cual

    ~ s

    inherente a

    toda

    represen

    tacin como tal, ni

    tampoco

    su carcter provisorio, ni

    su falta de elaboracin terica rigu; osa, etc , sino ms

    bien

    el carcte1

    de irrealidad ontolgica que pertenece

    por pt

    mcip10

    a las representaciones y que define on

    tolgicamente a la conciencia,

    En

    las

    obras

    de Marx

    no hay fundamento para la oposic1n radical estable

    cida por el Althusser de 965

    entre

    la ideologa y la

    ciencia,

    como

    lo

    reconoce

    parcialmente el Althusser

    de 1972 29

    .

    No es la. ciencia, sino la realidad la

    que determina como ideologa'' lo que no es ella

    misma: el conjunto de las representaciones de la

    conciencia social real o ilusoria, inclusive las represen-

    taciones cientficas 30), 83

    La

    tesis del

    primado

    del ser social sobre la conciencia

    social, de

    l

    realidad sobre

    l

    representacin, de la

    prctica sobre la teora, adems de la afirmacin fun

    damental de l distmcin

    entre

    ambos rdenes implica

    la

    afirmacin ms

    fundamental an

    de

    l

    contmuidad

    entre ambos. Es decir, que

    la candencia

    social es la

    expresin del ser social, que la teora viene de

    l

    prctica y es comprensin de esa practica 31 , La

    tesis de

    la

    continuidad

    entre

    la realidad

    y

    la represen

    tacin implica a

    l

    vez

    l

    posibilidad de explicar las

    formaciones ideolgicas sobre

    l

    base de la prctica

    materhl 32)

    y

    la afirmacin de que las repre

    sentaciones son el lenguaje de la vida real, que co

    rresponde a la realidad, Esta es la tesis

    fundamental

    de l objetividad del

    conocimiento en

    el marxismo,

    que liga ambas afrmaciones: la presuposicin de la

    posibilidad de conocer la realidad y la afirmacin del

    conocimiento del condicionamiento prctico-social

    determinado

    fundamentalmente por

    el

    contexto

    de la

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    16/28

    a crtica

    de

    l religin

    lucha de clases) de este conocimiento. En

    efecto,

    para

    Marx,

    el

    problema de

    si

    puede atribuirse

    l

    pen-

    samiento humano

    una

    verdad objetiva

    no

    es un pro-

    blema terico, sino

    un

    problema prctico. Es en la

    prctica

    donde

    el

    hombre

    debe

    demostrar

    la verdad,

    es decir, la realidad y el poder, la terrenaldad e su

    pensamiento.

    La

    disputa en torno a la realidad o

    irrealidad del pensamiento, aislado de

    l

    prctica, es

    un

    problema

    puramente

    escolstico (33).

    Los hombres reales y

    actuantes,

    condicionados por su

    ser, por su prctica material, son los

    productores

    de

    las representaciones, de las teoras. cientficas y filo-

    sficas, de proyectos revolucionarios, de l religin, de

    la moral, de las tradiciones y costumbres folklricas.

    No

    se trata

    aqu de

    un

    determinismo mecnico, que

    pretendera una correspondencia. simple entre

    l

    base

    material

    y las formas de la conciencia sociaL

    La

    materia en

    el

    sentido fsico o en el sentido de las

    ciencias naturales

    no

    produce

    l

    conciencia soch1; es

    84

    claro, para Marx, que son los hombres, los jnd

    1

    vduos

    concretos, los que producen sus representacione.o.

    a

    gnesis e la ideologa o de las representaciones reside

    en la vida humana, en l prctica social e histrica de

    los individuos vivientes y actuantes.

    3

    a

    conciencia ilusoria y

    l

    conciencia real

    Como toda conciencia social, la conciencia ilusoria,

    falsa, o ideologa tiene una base real, expresa re-

    laciones sociales reales:

    Aunque

    la expresin cons-

    ciente de las relaciones reales sea ilusoria, aunque en

    sus representaciones ponga de cabeza su realidad, ello

    se debe, a su vez, a su

    modo

    de actividad material

    limitado y a la consiguiente limitacin de sus rela-

    cionis sociales (34).

    Y si

    en toda

    la

    ideologa, los

    hombres y sus relaciones aparecen invertidos como en

    una cmara oscura, este

    fenmeno

    responde a su

    proceso histrico de vida, como la inversin de los

    objetos al proyectarse sobre la

    retina

    responde a su

    proceso

    de

    vida directamente fsico (35).

    La

    ideo-

    loga en su sentido peyorativo

    no

    es pues una

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    17/28

    Cecilia Tovar Toki Kud

    elucubracin totalmente gratuita, una invencin ima

    ginaria sin ninguna base real, sino un producto

    histrico cuya connexin con

    la

    prctica social puede

    explicarse cientficamente, Los trminos con que Marx

    califica a la idecloga son: inversin, poner de cabeza,

    tergiversacin mistificacin, ilusin, interpretacin,

    abstraccin

    especulacin, fraseologa, imaginacin,

    fantasmagora, etc, Estas caractersticas de la deologa

    se explican por tres factores fundamentales: el prime

    ro

    es el carcter mismo de las representaciones, de

    que ya

    se

    ha hablado anteriormente, el segundo es la

    divisin social del trabajo

    y

    el tercero y ms impor

    tante

    es su carcter de clase.

    Marx y Engels repiten que las ideas, las representa

    ciones, la conciencia social real o ilusoria, expresan,

    traducen y reproducen la prctica social e histrica de

    los individuos divididos en clases; es decir, que no

    e ~ i s t e otra

    prctica social que no sea la prctica de

    cla e

    1

    cuyas representaciones son

    de

    alguna manera,

    l

    reproduccin ideal de las relaciones de clase c o t i d i ~ 85

    namente vividas

    por

    los individuos concretos. En este

    sentido, la ideologa no es inteligible smo como lug::rr

    de lucha histrica enraizada en las relaciones mate-

    riales de clases en conflicto. Por eso, puede decirse

    que el factor fundamental de la ideologa es su ca-

    rcter de clase 36). Por consiguiente, la conciencia

    ilusoria o ideologa en s.entido peyorativo es funda-

    . mentalmente la ideologa de la clase dominantte de

    una prctica social de explotacin, alienada y alie

    nante, que esta clase impone a l sociedad como

    ideas universales normativas 37), Las ideas dominantes

    son pues la expresin y legitimacin de l prctica de

    explotacin de las clases dominantes. No se

    trata

    necesariamente de un engao,

    ya

    que por

    lo

    general

    l propia clase dominante considera estas ideas como

    independientes de la situacin real,

    como

    expresin de

    verdades eternas, de principios supremos aplicables a

    todos

    . 38).

    Es obvio que, histricamente considerada, la ideologa

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    18/28

    a crtica de

    l

    religin

    dominante, o sea,

    l

    conciencia social de la clase

    dominante, de cada poca, refleja, traduce y expresa

    la situacin, las aspiraciones, las preocupaciones, y los

    intereses propios de la clase dominante.

    Y

    la ideologa

    se

    orienta en este caso a asegurar la cohesin de los

    hombres en la prctica concreta de

    l

    explotacin de

    clase. As confiere la ideologa dominante al orden

    social actual

    una

    cierta coherencia y una unidad re

    lativa; al- penetrar en las diversas esferas de la acti

    vidad

    humana,

    cimenta

    y unifica el edificio social.

    Dotndolo de cierta consistencia, permite a los in

    dividuos insertarse de manera natural en sus acti

    vidades prcticas

    dentro

    del sistema vigente y parti

    cipar

    as

    en

    l

    reproduccin del aparato de domina

    cin, sin saber que

    se

    trata de

    l

    dominacin de

    una

    clase y de su propia explotacin. En este sentido, la

    ideologa dominante enmascara

    l

    realidad de las re

    laciones sociales de produccin, por lo cual las clases

    dominadas desconocen

    l

    realidad; as, pues, l ideo

    loga es

    reconocimiento

    (aceptacin) de lo existente,

    86

    desconocimiento de lo real y

    engao

    de los ex

    plotados por los explotadores (39).

    En cuanto

    se

    habla de la ideologa dominante, hay

    que insistir en

    que dominante

    es

    un

    calificativo

    dialctico

    que

    presupone l existencia de clases

    dominadas pero resistentes , que perciben

    l

    realidad

    de esta dominacin histrica

    como

    tal, que tienen una

    conciencia real. Entre

    l

    ideologa dominante y

    l

    ideologa revolucionaria o conciencia real existe una

    ligazn dialctica inmediata, cuya mediacin concreta

    es la prctica de

    l

    lucha de clases. Por esa razn,

    precisamente, el punto de arranque de un anlisis

    concreto de la lucha ideolgica en Marx y Engels es

    invariablemente la conciencia de ser explotado y la

    protesta contra esta prctica de explotacin de una

    clase. Son las clases explotadas, oprimidas y domina

    das las que ponen en evidencia

    l

    mistificacin de la

    ideologa unificadora de la clase dominante, por su

    prctica de clase rebelde o por

    su

    experiencia prctica

    de

    una

    ideologa distinta e irrepresentable en

    l

    ideo-

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    19/28

    Cecilia Tovar, Toki Kud

    loga dominante. El anlisis ya clsico de Engels sobre

    la ideologa protestante demuestra que todo cambio

    en la esfera de la ideologa deriva en ltima instancia

    de las relaciones de clase (

    40

    ). El anlisis marxista de

    la ideologa parte, entonces, de la resistencia de la

    clase oprimida y

    no

    de la realidad de la dominacin

    de una clase.

    Y

    all se descubre el hecho de que,

    dentro de la clase popular, explotada y dominada,

    existe un

    secto "

    efectivamente penetrado por la

    ideologa dominante (por ejemplo, el arribismo, el

    colaboracionismo, el trade-unionismo,

    etc.,

    que se

    caracterizan como posiciones burguesas

    en

    el seno

    .de

    la ideologa) obrera freo te al sector que lucha resiste

    conscientemente que es portador de una conciencia

    real.

    CONCLUSION: RELIGION E IDEOLOGIA

    1 La religin como forma e conciencia social

    Dentro de

    la

    concepcin materialista de la historia, la

    religi6n es tratada como una ideologa, es decir, como

    una forma de conciencia social. Esto no significa que

    el anlisis marxista (la ciencia de la historia) intenta

    comprender las bases materiales o reales de las re

    ligiones concretas histricamente existentes, por ejem

    plo, del cristianismo primitivo, o del protestantismo

    del siglo

    XIX

    en

    Alemania, estudiando las condiciones

    materiales objetivas dentro de las cuales aparecen las

    religiones concretas y que las hacen posibles. No se

    trata, por

    tanto,

    de juzgar

    el

    contenido del mensaje

    religioso en trminos de verdad o falsedad, ya que

    esto no corresponde al rol de la ciencia, sino por el

    contrario, de explicar l aparicin, la evolucin, la

    institucionalizacin, los conflictos internos o externos,

    las funciones sociales, los roles

    en

    la lucha de clases,

    etc., de las religiones histricas determinadas, a partir

    del anlisis concreto de las condiciones materiales o

    sociales en que los individuos viven

    y

    producen. No

    se

    trata,

    pues, de una reflexin especulativa sobre

    la religin en general, considerada desde un

    punto

    de vista abstracto y ahistrico, ni

    de

    la esencia de

    87

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    20/28

    88

    a crtica e

    a

    rel{gin

    la religin, ya que esto sera una especulacin idea

    lista y no una investigacin cientfica en el terreno

    histrico en donde el criterio de verificacin es la

    praxis social e histrica concreta. La perspectiva de la

    ciencia de la historia en cuanto a la validez ltima de

    las afirmaciones de la religin concreta no es, pues, la

    de un atesmo metafsico, una opcin filosfica an

    terior y exterior al ejercicio de

    l

    ciencia "positiva",

    sino

    la

    de lo que

    se

    puede llamar

    un

    atesmo me-

    todolgico'', propio de toda ciencia, ya que las ideas

    cientficas no son en s mismas ni destas ni ateas, y

    que la idea de Dios

    no

    interviene en

    l

    c o m p r ~ n s i n

    cientfica de la naturaleza ni de

    l

    sociedad (

    4.1

    .

    De acuerdo con esto, segn l concepcin materialista

    de

    l

    historia, la religin puede ser una forma

    de

    conciencia ilusoria, o una forma de conciencia social

    real, y esto

    se

    determina

    no en

    abstracto, sino en el

    terreno histrico concreto de

    l

    prctica de los in

    dividuos productores de las representaciones religiosas.

    2) a religin como conciencia ilusoria

    pesar de que el planteamiento

    ~ e r i c o

    de la con

    cepcin materialista de

    l

    historia es claro, subsiste,

    sin embargo, un problema en el tratamiento de la

    religin, que

    parece indicar que Marx mantiene en

    cierta manera su problemtica de

    l juventud

    en

    cuanto a l naturaleza de

    l

    "representacin religiosa".

    En efecto, en muchos

    textos se ve que l

    religin,

    para Marx, es siempre ideologa en el sentido verda

    deramente peyorativo, conciencia ilusoria, una mistifi

    cacin, una falsedad,

    un

    fetichismo, debido a que la

    religin slo puede corresponder a una prctica social

    defectuosa, alie lante y alienada y

    nunca

    a una prc

    tica social real, liberadora o revolucionaria. Por con

    siguiente, se afirma

    l

    desaparicin pura y simple de

    l

    religin en el momento en que exista una prctica

    social liberada de las limitaciones que le impone

    l

    sociedad dividida en clases:

    En

    general, dice Marx, el

    reflejo religioso del mundo real slo podr des.parecer

    cuando las condiciones de trabajo y de la vida prc-

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    21/28

    tdliaTo11ar Toki ud

    tica

    presenten al hombre relaciones transparentes y

    racionales con sus semejantes y con

    l

    naturaleza.

    La

    vid social, cuya base es l produccin material y las

    relaciones que sta implica, se desprender de

    la

    nube

    mtica que

    encubre su aspecto el da en

    que

    se m a

    nifreste en ella

    l

    obra de hombres libremente aso

    ciados, qut acten en forma consciente y como due

    ilos

    de su propio movimiento social

    (42),

    n este sentido, l perspectiva de Marx parece no

    haber

    cambiado con respecto a

    h.

    poca del antro

    pocentrimo

    feuerbachiano, cuando Marx afirmaba que

    la

    existencia de

    l

    religin es la existencia de

    un

    defecto (43). Y, por tanto, al hablar del Estado

    civil, Marx

    poda

    decir: afirmamos que acaban con

    su limitacin religiosa tan

    pronto

    como dest,uyen sus

    barreras temporales (

    44).

    De all

    se

    desprende la

    consecuencia de que no es necesario perseguir nl

    oprimir a los creyentes,

    ya

    que

    la

    religin de8apare

    cer

    en

    una sociedad nueva en la que

    no

    puede exis

    tir

    mistificacin o fetichismo

    en

    ia comprensin de las

    89

    relaciones sociales, ya que no existir la explotacin

    (45). Este tipo de afirmaciones, presentes

    en

    algunos

    textos

    del Marx de madurez, nos parecen fundarse

    ms bien en las ideas de las etapas anteriores y ser

    incoherentes con l concepcin materialista de k his-

    toria (

    46

    ). En efecto,

    en

    primer lugar, afirmar que la

    religin slo puede ser ideologa en sentido peyorativo

    y

    que necesariamente desaparecera

    en

    la sociedad

    comunista, seda ir ms all de lo que puede decir la

    ciencia

    de

    la historia, sera hacer un juicio sobre la

    esencia

    de la religin en general y esto no cabe en

    una perspectiva cientfica, ya que no est probado

    que l

    representacin religiosa debe necesariamente y

    siempre identificarse con la representacin ilusoria

    engendrada por una prctica social defectuosa, alienada

    y

    alienante.

    Y,

    en segundo lugar, este tipo de afir

    maciones son incoherentes con

    l

    propia concepcin

    materialista

    de

    las formas de conciencia social, que

    son permanentes y existen mientras existan seres

    humanos

    (

    4 7)

    y que pueden ser reales o ilusorias.

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    22/28

    La

    cntic

    de

    l

    religion

    En este sentido, afirmar q ~ e la religion es necesaria

    mente ilusoria que va a desaparecer sera hacer de

    la re1ig1n una excepcion entre las formas de con

    ciencia social, sobre la base de un juicio sobre la

    religin

    en

    general y en abstracto, sin los matices

    propios del campo de las luchas de clases histricas.

    En la perspectiva de la concepcin materialista de la

    historia,

    se

    puede perfectamente concebir que una

    cierta representacin religiosa puede ser una represen

    tacin real, c o r r e s p o n d i e n t ~ a una prctica social real

    y liberadora dentro de la lucha de clases.

    3 Relgi n y prctica de l s masas populares

    Sin embargo, no siempre el

    JUcio

    negativo de Marx

    sobre la religin se plantea al nivel abstracto de la

    esencia de la religin y en forma de pronstico.; en

    vez de argumentacin histrica (48), sino

    que

    existe

    en l atta perspectiva ms concreta, rica y coherente

    con la concepci6n materialista de la historia. En efec

    to, en

    muchos

    casos,

    MaTX

    si

    bien afirma la desapa

    90 ri.:in l la religin, no lo hace en abstracto, sno

    refirindose a la practica de las masas populares.

    Como es sabido, sobre

    todo

    a partir de la Revolucin

    francesa de las ide;:::s de la Ilustracin. las iglesias

    cristianas pierden su control frente a las masas obreras

    de las g r ~ d e s ciudades. de manera que se habla de la

    ''descnstianizacion

    de

    stas y de

    una

    cierta tendencia

    hacia el atesmo prctico de las clases populares en

    los pases europeos inJustralmente ms desarrollados

    En este contexto,

    se

    puede reinterpretar algunas afr

    maciqnes de Marx,

    por

    ejemplo sta: Como ya

    hemos dcho.. la evaporacin real y prctica de estas

    frases, la eliminacin de estas ideas de la conciencia

    de los hombres, es obra

    del cambio de las circuns

    tandas,

    y

    no

    de las deducc10nes tericas, Para

    la m ~

    sa de los hombres; es decir, para el proletariado, estas

    ideas tericas no existen no necesitan,

    por

    tanto,

    ser eliminadas, y aunque esta masa haya podido pro-

    fesar alguna vez ideas tericas de este tipo,

    por

    ejem

    plo, ideas religiosas, hace ya mucho tiempo que las

    circunstancias se

    han

    encargado de elmmarlas (49

    ,

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    23/28

    Ceclia Tovar, Toki Kudo

    Este juicio de Marx

    puede

    ser parciaL

    pueden

    citarse

    otros hechos d1fnentcs, pero lo que es

    importante

    e s

    que, aqu, Marx alude a

    la

    prctica social e histrica

    de las masas populares; segn su

    concepcin

    materia

    lista de

    la

    historia, Marx tiene que apoyarse siempre,

    para l verificacin de su teora, sobre la prctica de

    las masas populares en nn proceso de autoliberacin,

    Esta pista es la nica vlida para los marxistas

    consecuentes, Es

    en

    la prctica social e histrica

    donde

    se verificar finalmente si la religin desaparece

    definitivamente a si,

    por el contrario, permanece

    transformndose radicdmente

    mientras

    existan seres

    humanos ,

    NOTAS

    1); Vase sobre todo las dos

    obras

    s i g u i e n t e ~ Auguste

    Cornu, C ~ r l o s Mau

    y

    Federi-

    co Engels Del if:.:,,Jismo

    l

    matedalismo 1listr co, . m

    vals. (1955-1970),

    Buenos

    Aires, Edt. Platina/ Stilcograf,

    1965,

    703

    p. la rercera

    parte

    no ha sido traducida en cas

    tellano)- Mario Rossi, La ge

    nesis del materialismo hist

    rico

    3 vols

    (1963), Madrid,

    Alberto Corazn,

    19;:1.197 4

    2) Luis Althusser, La revo-

    lucin

    terica

    de Marx

    (1965

    ), Buenos Aires, Siglo

    XXI,

    1 9 67:

    Esta

    ruptura

    epistemolgica divide el pen

    samiento de Marx en dos

    randes perodos

    esenciales: el

    periodo

    todav{a ideolgiro,

    anterior a l ruptura de

    1845,

    y

    el perodo

    cienttfico poste

    rior a l ruptura de 1845

    p. 25),

    3)

    Aparte

    de los

    estudios

    sintticos de Cornu y de

    Rossi, ;rrriba mencionados en

    la

    nota

    1,

    puede

    apoyarse en

    los siguientes trabajos: E mil e

    Bottigelli, Genese du socialis

    me

    scientifique, Pars, Editions

    sociales,

    1967;

    Giuseppe Be

    deschi, Alienazione e feticismo

    nel pensiero di Marx, Bari,

    Laterza, 1968; Pier Aldo

    Ro

    varti, Critica e scientificita in

    Afarx

    Milano,

    Feltrinelli,

    1Q73; Mkhel Henry, Marx, en

    2 vols , Pars, Gallimard,

    1976c

    4 ) Charles Wackenheim,

    La quiebra de l religion se

    un Karl Marx 1963 ), Bar

    celona, Ediciones Editores,

    1973;

    Jean

    Guichard,

    l

    mar

    xismo Teorta y p ~ c t i c a de l

    revolucin 1968), Bilbao, Ed.

    Descle de Brower, 1975;

    Werner Post, La crtica de l

    religin en Karl Marx (1969).

    Barcelona Edit Herder, 1972;

    Otto

    Maduro, Marxismo y re

    91

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    24/28

    92

    ligin, Caracas, Monte Avila

    Edit., 1977, 220 p.

    cf pp.

    35-49.

    ( 5

    ) Franz Mehring, Carlo4

    Marx

    Historia de su vida

    (1918 , Barcelona, Grijalbo,

    1953; David Riazanov, Marx

    y

    Engels (1923 , Buenos Aires,

    Edit. Claridad, 19 33; Boris Ni-

    colaievsky y Otto Maenschen

    Helfen, La vida de Carlos

    Marx. El hombre

    y el

    luclza

    dor 1937), Madrid, Ayuso,

    197 3; Auguste Cornu,

    op.

    cit.,

    en nota 1; Muimilien

    Rubd,

    Carlos Marx. Esbozo de una

    biografa intelectual

    (1957),

    Buenos Aires, Edit. Pados,

    1970; Mario Rossi, opf_cit. en

    nota 1; Emile Bottigelli, op.

    cit. en nota 3; David McLe

    llan, Marx y los jvenes

    he-

    gelianos

    (

    1969), Barcelona,

    Edit. Martnez Roca,

    1971:

    Karl Lewith, De Hegel a

    Nietzsche. La quiebra revolu

    donaria del

    pensamiento

    en el

    siglo XIX. Marx y Kierkegaard

    (1939), Buenos Aires. Edit.

    Sudamericana, 1968.

    ( 6) V:.se Marx/Engels, La

    Sagrada Famia y otros es

    critos filosficos de la primera

    poca (abrev. LSF.), Mxico,

    Grijalbo, 1958, 20 edicin en

    1967; cf. p. 3.

    (7)

    Ibid.,

    p. 3.

    8) Sobre este punto, vase

    Michel Henry, Marx, t. 1,

    Pars, Gallimard, 1976, pp.

    84-104.

    En

    este trabajo, Mi-

    chel Henry plantea cuestiones

    interesantes, pero ciertamente

    su interpretacin de MMx en

    La

    crtica

    de

    la religin

    una perspectiva fenomenol

    gica deforma el pensamiento

    de Marx al convertirlo en

    un

    obscurantismo de la ftlosofa

    de la vida .

    9) Marx/Engels, La

    ideologa

    Alemana (abrev. LIA), Mon

    tevideo, Edic. Pueblos unidos,

    1968, p. 272.

    (10) Marx, El Capital, Buenos

    Aires, Cartago, 1973,

    t.

    1, pp.

    86-96;

    t.

    Ill, pp. 807-811. So

    bre este tema preciso, vase

    Franz Hinkelammert, Feti

    chismo

    de

    l mercanca, del

    dine,ro y del capital (la crtica

    marxista

    de

    la religin) , en

    Cuadernos de l Realidad Na

    cional (Santiago de Chile), no

    9, agosto de 1971, pp. 3-28;

    tambin Pablo Richard, El

    significado histrico

    de

    la

    fe

    cristiana en l praxis revolu

    cionaria en Cuadernos de

    la

    Realidad Nacional, n,o 17,

    1973,

    pp.

    l0-185.

    (11)

    El

    Capital, t. 1, p. 92;

    cf. Marx,

    Elementos

    funda

    menta ies para

    l

    crtica de la

    economa poltica borrador)

    1857-1858, abrev. Grundrisse),

    Madrid, Siglo XXI,

    1972,

    t.

    1,

    p. 168.

    (12) Marx,

    El

    comunismo

    del

    peridico Rheinischer

    Beobachter (1847), en Marx

    Engels,

    Sobre

    l

    religin,

    edi

    cin

    preparada

    por Hugo

    Assmann y Reyes Mate,

    Sa

    lamanca, Edic. Sgueme, 1974

    (abrev.

    Assmann/Mate), pp.

    178-179.

    (13) Antoine Lion, Karl

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    25/28

    Ce.c:ilia

    Tovar,

    Toki

    ud

    Marx

    et

    le communisme chr

    tien''

    en la

    Lettre

    (Pans ,

    no

    222, fvrier 1977, p, L 7,

    (14) Sobre el contexto

    h i s t ~

    rico,

    vase Henri Desroche,

    Socialismes

    et

    sociologie reli-

    gieuse,

    Paris, Cujas, 1965, pp.

    2S9-319;

    Marx, La circular

    contra Kriege,

    en Karl Marx,

    Sulla Religione, a cura 'di

    Ludano

    Parinetto, tvtilano,

    Sapere Edizione, 1971, p.

    323.

    ( 15) LIA; en la edicin casze

    llana, el texto

    se interrumpe

    en la pigina 46 ya que es la

    traduccin de MEW, vol. 3;

    el

    descubrimiento de algunas p

    ginas en 1962 permite a la

    edicin francesa

    r e ~ s t b l e c e r

    el texto

    en donde se halla

    nuestra citacin. Vase Marx/

    Engels, L idologie allemande,

    Paris, Editions sociales, 1968,

    p.

    75,

    (16) LIA, pp 50-51.

    (17) LV\, pp.

    5 2 ~ 5 3

    Marx

    habla

    aqu

    de

    la

    clase

    bur

    guesa" en tanto que clase

    "revolucionaria", como la p r ~

    te ms dinmica de las clases

    oprimidas de

    la

    poca: la b u r ~

    guesa naciente era una clase

    dominada y, por tanto, una

    parte de las clases "popula

    res".

    .(18) LIA, p. 82.

    (19)

    Sobre este tema

    clona aqu algunos

    consultados para el

    es tud io

    Gyorgy

    (1923), Karl Korsch

    se m n ~

    trabajos

    presente

    Lukcs

    (1923),

    Franz Jakubowsky 11936);

    Katl

    Mannheim (1929),

    Theodor Geiger (1953), Hans

    Barth

    l945

    ), Joseph Gabel

    (1962) ,

    Louis Althusser

    (

    1965

    ),

    George

    Lichtheim

    119 67\, Thom2s Herbert

    {1968),. Franz Hinkelhammert,

    (19 0), Ludovico Silva (1971),

    Dan d Vidal (1971 } Nguyen

    Ngoc Vu (1975 , Orto

    Ma

    duro ( 1977

    ,

    etc.

    (20) LIA, p. 27.

    (21) LIA,

    P

    40.

    (22) LL\

    p.

    33.

    (23) "Prefacio'' de la on

    tribucin a

    la

    crtica

    de a

    economia ppoltica (1859) en

    Ma.rx/Engels, Obras escogidas,

    en un solo volumen, Mosc,

    Progreso,

    sin

    fecha, p. 182.

    Este texto, al que, por su

    da

    ridad, se recurre tanto, no

    debe ser tomado como la

    maxlma formulaci11 de la

    concepcin materialista de la

    lstoria, sino como

    una

    indi

    cacin

    amplia

    y abstracta,

    dado el nivel de

    extrema

    ge-

    neralidad en que

    se

    sita, y

    que debe ceder el p:.so al

    anli.ris concreto de situaciones

    concretas.

    (24) LIA,

    p.

    40.

    (25)

    Entre

    1844

    y

    1845,

    es

    cribe Hans Barth, durante su

    exilio en Pars, Marx copi

    partes de los elementos de

    ideologa

    (cf. MEGA, III, pp.

    560 ss. . Marx conoca muy

    bien el cambio en ei s i g n i f i ~

    cado de la palabra ideologa,

    93

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    26/28

    94

    segn el cual, despus de ha

    ber designado con ella una

    disciplina filosfico-cientfica,

    se haba convertido en una

    expreSlon peyorativa, dirigida

    contra

    crticas teorizantes

    po-

    Uticamente molestas. Tambin

    en Marx

    es

    palabra conserv

    el sentido peyorativo y des

    deoso que

    le

    haba dado

    Napolen (Hans

    Barth,

    Ver

    dad e ltleologtt Mxico,

    FCE,

    1951, p 78). En efecto, en

    1802,

    Antoine

    Destutt de

    Tracy empieza

    a publicar

    le-

    lne l l to de i elogtl en cuatro

    volmenes; el trmino iJco-

    logfa

    es

    creado

    por

    l con l

    i n t e n c ~ r t de sealar una nue

    va

    disciplina filosfica dest..

    nada a desempearse como el

    fundamento_ de todas las cien

    cias. En esta perspectiva,

    la

    ideologa sera la ciencia de

    las ideas, de sus leyes, de su

    relacin con los signos que

    las

    representan

    y,

    sobre todo, de

    su origen

    y

    evolucin. Ms

    tarde, dentro del proyecto de

    rgimen autocrtico del empe

    rador, Napolen usa el voca

    blo

    ideologa

    en

    sentido

    peyorativo. En su discurso al

    Consejo de Estado el 12 de

    junio de 1812, el emperador

    habra dicho: Todas las des

    gracias de nue.stra bella Fran

    cia hay que atribuirlas a la

    ideologa, esta tenebrosa meta-.

    fsica que buscando sutilmente

    las

    causas primeras quiere

    fun

    dar sobre estas bases, la legis

    lacin de los pueblos, en lu

    gar de hacer surgir las leyes

    del conocirnien to del corazn

    humano y de las lecciones de

    la historia < Con esto, Napo

    len pretende manifestar des-

    La crtica de

    l

    religin

    precio hacia todos aquellos

    que asumen

    una

    actitud te

    rica que no corresponde a la

    realidad ni a sus e x i g ~ c i a s

    concretas

    y,

    por

    tanto, no le

    ofrecen

    ninguna

    alternativa

    factible. Sin embargo, mud10

    ms 1e explica l actitud del

    emperador puesto

    que

    estos

    idelogos no slo no ofre

    can una alternatt-' sodo-poJ

    tica CORcreta,

    sino

    que,

    aga y

    Verdad (1953), Buenos Aires,

    Amorrortu Ett

    1972,

    PP

    1328; Carto

    Mon8ardini.

    Storia

    del

    concetto

    di

    ideol

    gia,

    Roma,

    Mario Bulzoni,

    1968; Ludorico

    Silva, Teor

    y

    prctica

    de l

    i d e o l v g < ~

    Mxico, Nuestro Tiempo,

    1971.

    (26) LIA,

    p.

    677, nota 6.

    (27) En este

    sentido, es

    cier

    to

    que Marx rechaza

    f

    teora

    del conocimiento como

    ,tis

    cusin sobre k posibilidad tlel

    conocimiento, propia del idea

    lismo. Para Marx, la pregunta

    no

    es si es o no DOsible co

    nocer l realidad, c ~ m o

    Hegd,

    en su Introduccin

    de

    l

    Fenomenologa del

    Espritu

    Mxico, FCE, pp.

    Sl-54.

    (28) Vase Marx,

    Gmtribu-

    cin (1859), en Marx/Engels,

    Obras Escogidas en

    un

    solo

    tomo,

    p. 182;

    LIA, pp.

    26-27; LlA, la

    edici(m

    france

    sa, p. 51,

    nota

    1; Grundrisse,

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    27/28

    Cecilia Tovar,

    Toki

    Kud

    t . 1, pp. 21-22.

    (29) Louis Althusser,

    El

    -

    mtm ts d 'autocritique, Pars,

    Hachette,

    1974,

    pp.

    41-53;

    Paul

    Ricoeur,

    "Science

    et

    ldologie en R.ctue plriloso-

    phique de Louvain, mai 1974,

    pp. 328-356.

    (30) Vase Michel Henry,

    Marx, t. I, pp. 372-373.

    {31) LIA, pp. 25-26.

    (32) LIA, p. 40 .

    (33) Marx,

    Tesis sobre Fetter -

    balt Tesis 2,

    en

    UA,

    p.

    666;

    (34) LIA, p.. 677,

    nota

    6.

    {35) LIA,

    p.

    26.

    (36) Vase Alain Badiou y

    F r a n ~ i s Balmes, De l'idoloJ -

    git>

    Pars, Maspcro, 1976. Marx

    y Engels decan

    ya

    en El

    Ma-

    nifiesto comunista

    de

    1848:

    '"Las concepciones tericas de

    los comunistas ( . ) no son

    sino

    l

    expresin general de

    as condiciones reales de una

    lucha de clases existente, en

    un

    movimiento histrico que

    se

    desarrolla

    ante

    nuestros

    ojos

    {en

    Obras

    E s c o ~ i d a s en

    un solo tomo, pp. 43-44).

    (37) LIA, pp. 50-51.

    .38)

    LIA, p.

    52 y

    p. 677,

    nota 10.

    (39) LIA, p. 45-46.

    (40) Vase Engels,

    La

    guerra

    campesina,

    escrito en 1850

    (Buenos Aires, Edit. Claridad,

    1971 ), en donde inspirndose

    del libro de Zirnmermann,

    Engcls analiza la correlacin

    de fuerzas: entre la teologa

    dominante, o sea, la religin

    catlica con la posicin de

    clases

    principalmente arist

    cratica,

    o

    religin de Lutero

    con

    l

    alianza entre la burgue

    sa

    de

    l s ciudades y los

    prncipes y seores feudales

    regioualistai, y l religin de

    Milnzer

    y

    l

    clase

    plebeya de

    ciudad y

    campo,

    H) Vase sobre este

    punto,

    Maree Reding,

    Der politisclte

    Atl1eismus G r a z W i e n K o l n ~

    Styria Verlag, 1957; Helmut

    Gollwitzer, Critica marxista de

    la

    religin y fe cristiana

    (

    1963

    ),

    Madrid/Barcelona,

    Marova/fontanella, 1971; Wer

    ner

    Post,

    La crtica. de

    la

    religin en Karl Marx (1969),

    Barcelona, Edit. Herder, 1972.

    (42)

    El

    Capital, t. f,

    c a ~ . 1,

    pp. 92-93.

    (43)

    Marx,

    La

    cuestin

    ju

    da (1843) en LSF, p. 21.

    (44) Jbid.

    (45) LIA, pp. 180-181.

    (46) Marx dice que en cuan

    to

    a

    su

    concepcin materialis

    ta de la hi.storia, no se trata

    de buscar

    una

    categora en

    cada perodo, como hace la

    concepcin idealista de la his

    toria, sino

    de

    mantenerse

    siempre sobre el terreno

    his

    trico re(ll., de no explicar la

    prctica partiendo de la idea,

    95

  • 7/17/2019 Critica Religion Cecilia Tovar

    28/28

    96

    de explicar las formaciones

    ideolgicas

    sobre

    la base de

    la

    prctica

    material

    LIA, p

    40).

    47)

    LIA,

    31.

    a crtica de

    l

    religin

    4il

    Wemer Post, p

    pp 3 5 314

    49) LlA, p 43.

    cit