El Armario

Jorge Gómez Jiménez

Jorge Gómez Jiménez es un joven editor venezolano nacido el 16 de mayo de 1971, y alma mater de la prestigiosa revista electrónica LETRALIA, una de las mejores que se pueden encontrar por Internet en lengua castellana y que el año que viene cumplirá sus primeros diez años de existencia.

El señor Gerard no olvidaba aquel armario que se encontraba en la vieja casa de su abuela. Era un armario común, con espejos en las puertas, repisas y telarañas. El tesoro del armario estaba debajo de el. En su infancia, su diversión era buscar objetos increíbles debajo de este que aparecían maravillosamente.En ocasiones la búsqueda era vana, y cada vez el objeto era distinto: un reloj sin la aguja de la hora, un anillo al que le faltaba una piedra, la rueda dentada de alguna extraña e inmensa máquina, la cabeza de una muñeca; así de variados e inútiles, pero igualmente maravillosos objetos.Llegó el momento de ir estudiar y desde entonces sus visitas a la casa fueron más distanciadas; la abuela murió y la casa fue abandonada, pero su madre la mantuvo como pertenencia de la familia. Gerard no conservo, sin saber porque, ninguno d sus tesoros.Ahora con 52 años y su madre muerta decidió volver a aquella casa con el propósito de venderla, con la ayuda de un amigo, y así sacarle algún provecho. Antes de su venta el Señor Gerard quiso visitar el lugar donde había trascurrido su infancia. Llego al pueblo por la tarde y solo pensaba en la casa y el armario. Entro en ella y simplemente subió al 2º piso donde estaba una habitación y dentro el armario.Se sintió raro al entrar allí, y ya que la distancia entre el piso y el borde inferior del mueble era pequeña dudaba que todavía se encontraran objetos allí. Se agacho e intento meter la mano debajo del armario, pero tubo q sacarla y arremangarse la camisa. Al remover allí debajo toco algo duro y redondo y lo saco, se trataba de una caja musical. Pero no se sintió satisfecho y volvió a introducir la mano y continúo. Tres días más tarde, su amigo vendedor fue a la casa con una pareja que tenia interés en comprarla. Cuando entraron en la habitación hallaron al señor Gerard tirado en el piso, con una esfera en una mano y la otra debajo del mueble. El examen del experto determino que había muerto debido a una mordedura de serpiente, la cual jamás fue encontrada.

Los cuentos extraños narran hechos que, en un primer momento parecen quebrar el pinrcipio de causalidad natural (parecen hechos sobrenaturales); sin embargo, hacia el final se encuentra una explicación natural para los sucesos narrados. El texto “El armario” puede considerarse un cuento extraño porque la situación que presenta desorienta al lector, lo sumerge a una atmosfera incomprensible fuera de lo común, similar a la del mundo de los cuentos fantásticos, aunque no ocurre ningún hecho sorprendente ni sobrenatural: un hombre que en su infancia habría descubierto objetos maravillosos bajo el armario de la casa de su abuela. Cuando adulto vuelve allí para venderla, pero antes de hacerlo busca debajo del armario mas objetos asombrosos .

Para acrecentar la sensación de lo extraño, esta clase de relatos suele tener finales abruptos o abiertos, que obligan al lector “a completarlo” con su interpretación del desenlace . En este caso la muerte inesperada del personaje principal , del Señor Gerard.

El narrador puede ser:• Objetivo: no se involucra con aquellos que narra. Es ajeno, observa imparcialmente los hechos. Relata aquello que percibe sin emitir juicios de valor sobre lo que se narra. Puede ser de 1º o 3º persona.• Subjetivo: está íntimamente relacionado con lo que se narra. Por lo tanto evalúa, emite juicios y su propia perspectiva sobre los hechos narrados. Puede ser de 1º o 3º persona. En el caso de “El armario” el narrador es objetivo, y se encuentra en 3º persona.

Un narrador puede ser analizado de acuerdo con diversos criterios, como: la persona gramatical (primera o tercera) y la ubicación del narrador en relación con su conocimiento de la historia que cuenta: protagonista, testigo que participa o no de la historia (con conocimiento parcial de los hechos) y omnisciente (externo a la historia y que sabe todo)