Cuento motor práctica

4

Transcript of Cuento motor práctica

Cuento motor.

Los intrépidos valientes.

Necesito vuestra ayuda, vengo buscando valientes, los niños de mi país han

desaparecido… Después de cenar se fueron a dormir, y esta mañana, cuando

sus mamás fueron a la habitación no estaban… Nadie sabe cómo han

desaparecido, todo el mundo los ha buscado, y tan solo hemos encontrado

unas huellas gigantescas, parecidas a las de un ogro que nos han traído hasta

aquí.

Necesito valientes, los más valientes. Nos vamos a adentrar en un mundo

mágico y muy peligroso. ¿Sois valientes?, ¿Me vais a ayudar a buscar a los

niños y llevarlos a sus casas?

¡Los que somos valientes, levantamos la mano derecha, nos cogemos la

nariz y damos una vuelta!

Mirad…, allí a lo lejos se divisa un río, y un puente, pongámonos en camino,

pero vayamos con cuidado porque no sabemos los peligros que nos

encontraremos.

¡Qué puente más ruinoso, está demasiado viejo!..., ¡Cuidado! Cruzaremos

rápido pero con cuidado para no caer al agua, la corriente es muy fuerte.

Mejor nos damos la mano para ayudarnos a cruzar.

¡Oh!, hemos llegado al pantano huele bien. Estamos entrando en el país de

los gamusinos, unos seres muy feos que raptan a los niños…, no tienen

ojos… pero te huelen…, con la flor del pantano que huele muy bien no nos

pueden encontrar. Cojamos una, nos librará.

¡Mirad las flores! Son de un olor maravilloso…

Tengamos cuidado, son arenas movedizas, no pongamos los pies que nos

tragarán, pisemos en las rocas. Venga, pasemos de uno en uno y cojamos

nuestra flor, pasando de roca en roca con cuidado de no caer, al otro lado del

pantano nos volveremos a ver.

Mirad lo que he encontrado, las huellas. Seguro que se han llevado a los

niños por aquí.

No nos pongamos nerviosos.

¡Los que somos valientes levantemos la mano derecha, nos cogemos la nariz

y damos una vuelta!

El rastro lleva hasta las montañas de los secretos, alguien ha escondido allí

algo, nosotros los valientes tenemos que encontrarlo. ¡Uf! Que rocas tan

grandes, vamos a tener que unir nuestras fuerzas para moverlas. Nos

entrelazaremos unos con otros y nuestra fuerza irá a las manos de nuestros

compañeros, que como gigantes levantarán las montañas y sus secretos serán

nuestros. Rápido unamos los trozos para saber qué es.

Esto… ¿Qué es?, parece un secreto muy grande…

¡El secreto del chupete! Yo sé dónde está… así que vamos por él, una vez

que lleguemos os contaré, pero primero…

Los que somos valientes, levantemos la mano derecha, nos cogemos la nariz

y damos una vuelta.

Ya hemos llegado al pozo de los secretos, démonos prisa, por cada piedra

que echemos, el pozo nos dejará coger algo de dentro, tenemos que conseguir

el chupete del dibujo, con el que podremos dormir a quien nos quiera herir.

Nos ponemos en fila y lo hacemos deprisa que hay unos niños que tenemos

que encontrar.

Bien ya lo tenemos, lo guardamos y continuamos

Mirad, las huellas siguen por este camino, pero antes de seguirlas vamos a ir

a la cueva más profunda del bosque, en ella una bruja malvada tiene

escondidas llaves mágicas, si las cogemos todas las puertas cerradas a

nuestro paso se abrirán. Cuidado, el bosque está encantado, no hagáis ruido

por si hay gamusinos…

“Con cuidado y sigilo, que por donde entramos salimos.”

Ya no cabe la menor duda, las huellas conducen al castillo del ogro, pues

este camino conduce hasta allí, él se ha llevado a los niños y los vamos a

rescatar.

Valientes, vamos a ir rodando hasta el castillo del ogro malvado, vamos a

colgar el chupete mágico, y en cuanto esté dormido libraremos a los niños.

El más valiente de todos irá a colgar el chupete, ha de ir agachado, nosotros

en cuclillas esperamos la señal, y si hubiera algún problema iremos a luchar,

pero antes…

Los que somos valientes levantamos la mano derecha, nos cogemos la nariz

y damos una vuelta.

Rodemos hasta el castillo y cojamos a los niños.

Ahora los llevaremos corriendo hasta su casa, y sus mamás nos darán una

buena recompensa.

LOS QUE SOMOS VALIENTES LEVANTAMOS LA MANO

DERECHA, NOS COGEMOS LA NARIZ Y DAMOS UNA VUELTA.