Cuento Niña Con Defectos

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CUENTO NIÑA CON DEFECTOS Había una vez una niña muy bonita llamada Nicole, aunque sólo tenía un defecto físico: Su ojito izquierdo parecía más grande que el otro, y ella de la pena se tapaba el ojo con el cabello. Sin embargo ella veía más con ese ojo que con el derecho. En la escuela la molestaban mucho por su defecto; y ella siempre se sentía triste por eso; incluso un día le dijo a su mamá que no quería volver al colegio. Pero su mamá con mucho amor le dijo: “mi pequeña, nunca podemos despreciar las cosas tal como nos las dio Dios; siempre tenemos que aceptarnos tal cuál nos ha enviado Dios a éste mundo. Muy pronto descubrirás porqué Dios permitió eso”. Así fue. Un día estaban en el colegio en una celebración del día de la madre, pero era de noche; de repente empezó a caer una tormenta. Era tal la tempestad; que los árboles se movían de lado a lado; y de pronto se fue la luz. Todo quedó en tinieblas, no se podía ver ni siquiera la mano de cada uno de ellos. Pero Nicole, se dio cuenta que aquel ojo que ella tanto tapaba, podía ver más que los demás, y para ella aunque no era nítido, si podía diferenciar las sombras de las personas. En ese instante escuchó que una niña pequeñita lloraba porque se había soltado de su mamita y no la podía encontrar y la mamita al otro lado la llamaba por su nombre “Katty!!! Katty, mi pequeñita!, dónde estás?. Nicole, en ese instante tomó la mano de aquella niña y se la llevó a la mamita por en medio de las personas. Justo allí, llegó de nuevo la luz. Fue tanta la alegría de la mamita de Katty, que la abrazaba de felicidad, y allí todos se dieron cuenta de las habilidades extraordinarias que Nicole tenía con el ojo más grande que Dios le había dado. Desde ese día en adelante, la respetaron y valoraron. No la volvieron a molestar.

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Cuento inventado para incentivar el amor por si mismos

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CUENTO NIÑA CON DEFECTOS

Había una vez una niña muy bonita llamada Nicole, aunque sólo tenía un defecto físico: Su ojito izquierdo parecía más grande que el otro, y ella de la pena se tapaba el ojo con el cabello. Sin embargo ella veía más con ese ojo que con el derecho.

En la escuela la molestaban mucho por su defecto; y ella siempre se sentía triste por eso; incluso un día le dijo a su mamá que no quería volver al colegio. Pero su mamá con mucho amor le dijo: “mi pequeña, nunca podemos despreciar las cosas tal como nos las dio Dios; siempre tenemos que aceptarnos tal cuál nos ha enviado Dios a éste mundo. Muy pronto descubrirás porqué Dios permitió eso”.

Así fue. Un día estaban en el colegio en una celebración del día de la madre, pero era de noche; de repente empezó a caer una tormenta. Era tal la tempestad; que los árboles se movían de lado a lado; y de pronto se fue la luz. Todo quedó en tinieblas, no se podía ver ni siquiera la mano de cada uno de ellos.

Pero Nicole, se dio cuenta que aquel ojo que ella tanto tapaba, podía ver más que los demás, y para ella aunque no era nítido, si podía diferenciar las sombras de las personas. En ese instante escuchó que una niña pequeñita lloraba porque se había soltado de su mamita y no la podía encontrar y la mamita al otro lado la llamaba por su nombre “Katty!!! Katty, mi pequeñita!, dónde estás?.

Nicole, en ese instante tomó la mano de aquella niña y se la llevó a la mamita por en medio de las personas. Justo allí, llegó de nuevo la luz.

Fue tanta la alegría de la mamita de Katty, que la abrazaba de felicidad, y allí todos se dieron cuenta de las habilidades extraordinarias que Nicole tenía con el ojo más grande que Dios le había dado. Desde ese día en adelante, la respetaron y valoraron. No la volvieron a molestar.