CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO Historias de grandes ...
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CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO
Historias de grandes niños para niños grandes
PROYECTO EN LA MODALIDAD INVESTIGACIÓN-CREACIÓN EN EL CAMPO
ARTÍSTICO
Iván Rodrigo Cabrera Manrique
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ, D.C., JULIO DE 2020
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CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO
Historias de grandes niños para niños grandes
PROYECTO EN LA MODALIDAD INVESTIGACIÓN-CREACIÓN EN EL CAMPO
ARTÍSTICO
Iván Rodrigo Cabrera Manrique
Código: 2018117600
Trabajo de grado de investigación en el campo artístico para optar al Título de Especialista
en Desarrollo Humano con énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad
Asesor Yury Ferrer Franco
UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
ESPECIALIZACIÓN EN DESARROLLO HUMANO CON ÉNFASIS EN PROCESOS
AFECTIVOS Y CREATIVIDAD
BOGOTÁ, D.C., JULIO DE 2020
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Nota de Aceptación
________________________________ ________________________________________________________________________________________________________________________________
________________________________
Jurado
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Jurado
Bogotá D.C., julio, 2020
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DEDICATORIA
Dedicado a los niños y niñas de Caquetá, especialmente a aquellos que necesitan la
fuerza para cambiar una historia.
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AGRADECIMIENTOS
A la Universidad Distrital Francisco José De Caldas, a la Facultad De Ciencias y
Educación y especialmente a la Especialización En Desarrollo Humano Con Énfasis En
Procesos Afectivos Y Creatividad y todas las personas que compartieron sus aprendizajes
para nutrirnos en este camino que es el vivir, durante este proceso de crecimiento –
académico-.
A Vladimir Monje López, por mostrarme el camino y compartirme de su luz.
A todos los jóvenes, niños y niñas que compartieron pinturas en algún lugar del
departamento caqueteño.
Al Colectivo Artístico Las Botellas por la complicidad.
A mi familia por permitirme.
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La Universidad Francisco José de Caldas no se hará
responsable de las ideas expuestas por los estudiantes en sus
trabajos de grado.
Acuerdo 19 de 1998 del Consejo Superior
Universitario, Artículo 177.
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RESUMEN
CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños
para niños grandes, es el compilado de una serie de vivencias, protagonizadas por niños y
niñas, ocurridas a lo largo diversos poblados del territorio caqueteño.
En estas historias se evidencian las posturas con que niños y niñas asumen su propia
realidad y velan instintivamente por los cuidados de su dimensión emocional ante las
carencias materiales, la violencia, la ausencia de sus seres queridos, entre otras situaciones
y/o condiciones que, por desgracia, son moneda corriente en el Caquetá.
En CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes
niños para niños grandes podemos observar una suerte de patrones que dan testimonio de
las características culturales que tejen las comunidades caqueteñas a lo largo de su historia.
PALABRAS CLAVE:
• Desarrollo humano
• Narrativa
• Niñez
• Emoción
• Cultura
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ABSTRACT
TALES TO LAUGH AND SHOOT YOURSELF: stories of great children for
grown children, it is the compilation of a series of experiences, starred by boys and girls,
and occurred in several cities in the Caqueta territory.
In these stories, it is evident the positions with which boys and girls assume their
own reality and instinctively watch over the care of their emotional dimension, in the face
of loss, violence, absences and other situations that sometimes - should not - are general.
TALES TO LAUGH AND SHOOT YOURSELF: Stories of great children for
grown children and especially in the suddenness with which these young people face these
mentioned situations; we can observe a kind of patterns, which bear witness to the cultural
characteristics that Caqueta weaves throughout its history.
KEY WORDS:
• Human development
• Narrative
• Childhood
• Emotion
• Culture
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RESUMEN ANALÍTICO ESPECIALIZADO, RAE
1) NOMENCLATURA INTERNA:
FECHA DE ELABORACIÓN AUTOR-A DEL RAE: Iván Rodrigo Cabrera Manrique DÍA MES AÑO
10 JULIO 2020
2) TIPO DE DOCUMENTO:
LIBRO DE CUENTOS ILUSTRADOS X INFORME FINAL DE INVESTIGACIÓN PROFESIONAL
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA (indexada)
TRABAJO DE GRADO EN LA MODALIDAD INVESTIGACIÓN-CREACIÓN EN EL CAMPO ARTÍSTICO
X
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA (indexada) TESIS DE MAESTRÍA
ARTÍCULO DE REVISTA ESPECIALIZADA (no-indexada) TESIS DE DOCTORADO
ARTÍCULO DE REVISTA DE MISCELÁNEA (no-indexada) RELATORÍA
DOCUMENTO GRIS PONENCIA PAPER ESTADO DEL ARTE DOCUMENTO OFICIAL OTRO (especifique): PERIÓDICO
3) TIPO DE SOPORTE:
TEXTO IMPRESO PUBLICACIÓN VIRTUAL (DIGITAL) X FOTOCOPIA MANUSCRITO OTRO (especifique):
4) TIPO DE EDICIÓN:
EDITORIAL COMERCIAL DATOS ESPECÍFICOS DEL REFERENTE: EDITORIAL UNIVERSITARIA Cabrera, I. R (2020). Cuentos para reír y pegarse un tiro.
Historias de grandes niños para niños grandes (Tesis de posgrado). Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Bogotá.
EDICIÓN INSTITUCIONAL (especifique) X
PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE (especifique)
OTRO (especifique):
TIPO DE CIRCULACIÓN GENERAL (ABIERTA)
X
RESTRINGIDA
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5) ACCESO AL DOCUMENTO:
Repositorio Institucional de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, RIUD:
http://repository.udistrital.edu.co/
6) PALABRAS CLAVES
• Desarrollo humano
• Narrativa
• Niñez
• Emoción
• Cultura
7) DESCRIPCIÓN
El presente trabajo de investigación creación se hace en el contexto de la especialización en
Desarrollo Humano con énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad, cuya finalidad es un objeto de creación
que hace referencia a un libro ilustrado que se encuentra enmarcado en la línea del Desarrollo Humano y en la
sub-línea investigativa: Procesos Pedagógicos, Cultura y Sociedad.
Tiene como finalidad retratar lo apreciable en términos de cultura caqueteña, desde la dimensión
emocional de los niños y niñas del departamento del Caquetá, que se manifiesta desde la espontaneidad que
les caracteriza; esto con la ayuda de un compilado de cuentos –sucesos- que busca servir a la consolidación de
la cultura caqueteña.
8) ANTECEDENTES Y MARCO TEÓRICO
La idea de realizar este proceso investigativo responde a la necesidad de comprender un poco mejor
las características más visibles de las manifestaciones culturales Caqueteñas, tomando como insumo una serie
de narraciones inspiradas en sucesos reales que han sido compiladas en un lapso de dos años en el marco del
ejercicio pictórico a lo largo del departamento del Caquetá, y formalmente materializadas literariamente en
Cuentos para reír y pegarse un tiro, obra que refleja la dimensión emocional que se expresa en los niños y
niñas cuando se enfrentan a las realidades objetivadas en esta construcción literaria.
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Para realizar dicho análisis es menester ahondar conceptualmente en los temas propuestos
inicialmente, involucrando conceptos como los expuestos por Daniel Goleman (2016), que permiten entender
la naturaleza de las emociones, y relacionarlas con la construcción de la cultura.
Sería importante, también, entender la manera en que significan el mundo los niños y niñas, por lo
que es valioso considerar a Lev Vigotsky (2009), quien establece en sus postulados todo un discurso acerca de
la manera en que los niños realizan procesos simbólicos y contrastarlo con una realidad de carácter
contextual.
Considerar planteamientos de los discursos referentes a las narrativas, puede ayudar a comprender
los componentes que participan en la construcción del contexto, desde un punto de vista mentalmente
colectivo (imaginario) en esto Gianni Rodari (1983), puede ilustrar.
Es necesario hacer una revisión al contexto histórico de Caquetá para entender más a fondo sus
dinámicas, para esto un buen referente es el libro del antropólogo caqueteño Gabriel Perdomo (2011) ,
Colonos: hijos del desarraigo y la esperanza. Esto para entender la naturaleza del fenómeno cultura permitirá
comprender la apuesta caqueteña y hacer una reflexión más consciente en este tema.
También se recomienda un texto de Gianni Rodari (1983) llamado La gramática de la fantasía, el
cual puede explicar las iniciativas infantiles de apropiarse del mundo desde su postura sin restarle realidad a
las situaciones.
Existen también una serie de referentes gráficos que ayudarían a hacerse una idea plástica del
acompañamiento de las ilustraciones que acompañan los cuentos como por ejemplo Marjane Satriapi (2000) y
su obra Persépolis.
9) FUENTES UTILIZADAS
Aguirre de Ramírez, R. (2012). Pensamiento narrativo y educación. Revista venezolana de educación - EDUCERE, 83-92. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/356/35623538010.pdf
Arteaga, D. (2010). El Desarrollo humano y la generación de capacidades. Revista Diá-logos, 47-57. Obtenido de http://rd.udb.edu.sv:8080/jspui/bitstream/11715/422/1/4.%20El%20desarrollo%20humano.pdf
Cano, S., & Zea, M. (2012). Manejar las emociones, factor importante en el mejoramiento de la calidad de vida. Revista Logos, Ciencia & Tecnología., 58-67. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/5177/517751763003.pdf
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Dittus, R., & Vásquez, C. (2016). Abriendo la autopoiesis: implicancias para el estudio de la comunicación organizacional. The Scientific Electronic Library Online - SciELO, 136-146. Obtenido de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-554X2016000200002&lng=en&nrm=iso&tlng=en
García, J. (2012). La educación emocional, su importancia en el proceso de aprendizaje. Revista Educación, 1-24. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/440/44023984007.pdf
Giménez, G. (2009). Cultura, identidad y memoria. Materiales para una sociología de los procesos culturales en las franjas fronterizas. SciELO - Scientific Electronic Library Online, 7-29. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-73722009000100001
Goleman, D., & Senge, P. (2016). Triple Focus. Un nuevo acercamiento a la educación. España: S.A. EDICIONES B.
Gómez, J. (2003). El homo ludens de Johan Huizinga. Retos. Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación, 32-35.
Grimson, A. R. (2008). Diversidad y cultura. Reificación y situacionalidad. Tabula Rasa, 45-67.
Hamui, L. (2011). Las narrativas del padecer: una ventana a la realidad social. SciELO - Scientific Electronic Library Online, 51-67. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-16592011000300005&lng=es&tlng=es.
Klimenko, O. (2009). Una reflexión en torno al concepto creatividad y su relación con los componentes del proceso educativo. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, 1-29. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/1942/194215516005.pdf
Martínez, M. (2009). Dimensiones Básicas de un Desarrollo Humano Integral. Revista de la Universidad Bolivariana, 119-138. Obtenido de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-65682009000200006&lng=es&tlng=es
Maturana, H., & Varela, F. (2011). El árbol del conocimiento. Santiago de Chile: Editorial Universitaria S.A.
Meneses, M., & Monge, A. (2001). El juego en los niños: enfoque teórico. Revista Educación, 113-124. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/440/44025210.pdf
Mota de Cabrera, C., & Villalobos, J. (2007). El aspecto socio-cultural del pensamiento y del lenguaje: visión Vygotskyana. EDUCERE, 411-418.
Perdomo, G., & Quiñones, M. (2011). Colonos: Hijos del desarraigo y la esperanza. Florencia, Caquetá: Universidad de la Amazonia.
Rey, G. (2002). Cultura y Desarrollo Humano: Unas relaciones que se trasladan. Revista de cultura pensar Iberoamérica.
Rodari, G. (1983). Grammatica della Fantasia. Barcelona, España: Argos Vergara, S.A. Obtenido de https://issuu.com/matorrr/docs/gram_tica_de_la_fantasia_-_gianni_r/102
Sampieri, R., Fernández, C., & Baptista, M. (2014). Metodología de la investigación (Sexta ed.). México: Mc Garw Hill Education/ Interamericana editores, S.A. DE C.V.
Sanz, P. (2019). El juego divierte, forma, socializa y cura. Revista de pediatría y atención primaria. Obtenido de https://www.redalyc.org/jatsRepo/3666/366661025013/html/index.html
Satrapi, M. (2000). Persépolis. Francia: L'Association.
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Trujillo, M., & Rivas, L. (2005). Orígenes, evoluciones y modelos de inteligencia emocional. Revista Innovar, 9-24. Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/818/81802502.pdf
Vigotsky, L. (2009). La imaginación y el arte en la infancia. Madrid, España: Editorial Aka S.A.
10) CONTENIDOS
Introducción Aporte del trabajo de grado al campo del desarrollo humano y el campo artístico Objetivos Objetivo general Objetivos específicos Pregunta problema Objeto de creación Capítulo I. Marco teórico-conceptual Las ocurrencias de los niños y niñas: una mirada cultural del contexto Narrativa y cultura La autenticidad, la narrativa y los niños Asombro para re-crear la realidad El juego: una metáfora de la realidad, un escenario de formación. El conflicto y la adaptación emocional La condición emocional común: una condición cultural Cuentos para reír y pegarse un tiro: una mirada a la cultura caqueteña Capítulo II. Marco contextual - Caquetá pintado Macro contexto del proceso de investigación-creación Murales en Caquetá Micro contexto del proceso de investigación-creación Caquetá en un libro Capítulo III. Diseño metodológico Capítulo IV. Descripción del proceso de creación: libro de relatos Viajando por Caquetá Contando la pintura El libro Conclusiones Resultados Alcances Limitaciones Proyección Referencias
11) METODOLOGÍA
Para el presente proyecto se ha optado por el enfoque investigación-creación, ceñido a la línea del
Desarrollo Humano y a la sublínea de Investigación en Procesos Pedagógicos, Cultura y Sociedad, en el
marco de la Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad de
la Universidad distrital Francisco José de Caldas.
Esta es una investigación-creación de carácter Descriptiva y Analítica desde un enfoque
cualitativo y con un diseño de campo Investigación Etnográfica, que parte de una experiencia en campo –
territorios caqueteños– y, por medio del tratamiento artístico, se transforma en un libro – CUENTOS PARA
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REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños para niños grandes– el cual retrata situaciones
de carácter anecdótico, pero que están altamente cargadas de significado referente a la cultura doméstica
donde tienen lugar los momentos fabulados en esta construcción literaria, y que acontecieron en el marco de
las actividades respectivas al ejercicio del muralismo itinerante durante los años 2015 y 2016.
Estas experiencias fueron compiladas finalmente en 2018, en el marco de la Especialización en
Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y Creatividad, pues a la luz de los nuevos
aprendizajes, se evidenciaron en estas situaciones unas características que muestran lo que bien podría ser
interpretado como prácticas culturales, aportando así al proceso de consolidación cultural en el que
actualmente se encuentra Caquetá.
Estas experiencias vistas desde una mirada integradora que percibe la existencia humana como un
proceso constructivo, reconoce conceptos propios del humanismo en sus historias; los cuales se entrelazan,
bien sea desde un individuo y sus capacidades, que se reconoce y desarrolla en un contexto, o desde un
contexto que permea al individuo y termina participando en el desarrollo de sus capacidades. De ahí la línea y
sublínea investigativa.
CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños para niños
grandes es el resultado de un proceso pedagógico que construye sociedad y forja cultura.
12) CONCUSIONES Y RECOMENDACIONES
Cuentos para reír y pegarse un tiro y esta investigación evidencian la relación que se estrecha entre
las emociones que genera el contexto con sus dinámicas, y el aporte de los individuos y sus emocionalidades a
la construcción cultural; esta construcción cultural termina encarnándose en los nuevos moradores de ese
contexto.
Esta investigación evidencia la relación que se teje entre los procesos cognitivos y emocionales, y
que se estimula por la generación de reflexiones del contenido narrativo y la movilización de sentimientos por
el contenido poético. Esta manera de generar empatía, en este caso con los protagonistas de las historias,
permite concebir el contexto donde se desarrolla la historia.
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Con base en lo anterior, vale la pena reconocer el poder de la acción intencionada y constructiva,
nacida de un pensamiento propositivo y optimista y empujada por una emoción noble y poderosa; como un
aporte de las posibilidades humanas al desarrollo colectivo consciente desde la comprensión del contexto que
le soporta. Proyectar desde el desarrollo humano, la sociedad que se quiere construir.
CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños para niños
grandes — es un producto artístico que representa un acercamiento a la concepción de identidad cultural,
aportando desde el auto-reconocimiento de las virtudes propias con relación a las posibilidades, oportunidades
y opciones que el contexto ofrece. Es un aporte al desarrollo humano de una comunidad específica. Caquetá.
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TABLA DE CONTENIDO
TABLA DE CONTENIDO ....................................................................................... 16
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 18
APORTE DEL TRABAJO DE GRADO AL CAMPO DEL DESARROLLO HUMANO Y AL CAMPO ARTÍSTICO. ............................................................................ 21
OBJETIVOS ............................................................................................................. 24
Objetivo general. ................................................................................................... 24
Objetivos específicos. ............................................................................................ 24
PREGUNTA PROBLEMA ....................................................................................... 24
OBJETO DE CREACIÓN ........................................................................................ 25
MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL ...................................................................... 26
LAS OCURRENCIAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS: UNA MIRADA CULTURAL DEL CONTEXTO. ..................................................................................... 26
Narrativa y cultura. ................................................................................................ 27
La autenticidad, la narrativa y los niños. ............................................................... 29
Asombro para re-crear la realidad. ........................................................................ 31
El juego: una metáfora de la realidad, un escenario de formación. ....................... 33
El conflicto y la adaptación emocional. ................................................................ 35
La condición emocional común: una condición cultural. ...................................... 37
Cuentos para reír y pegarse un tiro: una mirada a la cultura caqueteña. ............... 39
MARCO CONTEXTUAL - CAQUETÁ PINTADO ............................................... 45
Macro Contexto del proceso de Investigación-Creación ...................................... 45
Murales en Caquetá ........................................................................................... 45
Micro contexto del proceso de Investigación-Creación. ....................................... 47
Caquetá en un libro. ........................................................................................... 47
DISEÑO METODOLÓGICO ................................................................................... 48
La cultura en un libro: una investigación. ............................................................. 48
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DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CREACIÓN: LIBRO DE RELATOS ......... 51
Viajando por Caquetá. ........................................................................................... 51
El libro. .................................................................................................................. 54
CONCLUSIONES .................................................................................................... 56
Resultados. ............................................................................................................ 56
Alcances. ............................................................................................................... 57
Limitaciones. ......................................................................................................... 58
Proyección. ............................................................................................................ 58
REFERENCIAS ........................................................................................................ 61
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INTRODUCCIÓN
En la naturaleza histórica cultural del Caquetá anidan sucesos que hacen de su
cultura una consecuencia territorial, que refleja culturas foráneas, pues al ser un
departamento relativamente joven en virtud a su proceso de sincretismo cultural, guarda en
su idiosincrasia la hibridación de diversas culturas provenientes de otras regiones del país -
no solamente a causa de la guerra-, y las culturas nativas de la región, esto sobre el
piedemonte de la Amazonia, lo que genera una suerte de riqueza cultural, la cual se
encuentra en permanente gestación.
Es necesario comprender el territorio más allá de la concepción de una mera
extensión de tierra, dado que sobre las geografías se tejen no sólo los fenómenos generados
por la naturaleza, sino, además, los producidos por las interacciones humanas, que van
desde la alteración del espacio físico hasta las dinámicas propias de sus vidas, como la
cultura y su transmisión.
El reconocimiento del medio en el que se cohabita facilita las condiciones para
proyectarse como individuo al apreciar con mayor claridad las posibilidades, oportunidades
y opciones que se presentan y con que cuentan los individuos en el desarrollo de sus vidas.
La comprensión del contexto es directamente proporcional al desarrollo humano.
Cuentos para reír y pegarse un tiro es un ejemplo de condensación de vivencias
que permiten hacerse a una idea más profunda de lo que se vive en Caquetá, más allá de lo
que los medios de comunicación tradicionales pueden contar; pues al leerlos, es fácil
hacerse a una idea de la manera en que se comunican sus habitantes, los intereses que
tienen y la forma con que enfrentan las situaciones que en este territorio tienen lugar.
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La compilación de estos cuentos, el tratamiento que hoy se les da para hacerlos
libro, y el acompañamiento de las ilustraciones, realizadas por su autor, retratan fielmente
toda una manera de asumir la vida en medio de una dinámica específica, llámese contexto,
en el cual se refleja una perseverancia, resiliencia, un crudo humor que ayuda a hacer
conciencia sobre las situaciones adversas y toda una serie de rasgos característicos que
permiten al lector tener una idea más clara de la gente que aquí mora.
Esto es pertinente debido a que, por desconocimiento y por la falta de referentes, es
difícil para una persona de cualquier lugar del país reconocer las particularidades que
identifican a un caqueteño –en términos generales-, no hay una mirada clara de lo que
podría ser la manifestación cultural de Caquetá, por lo que con éste proceso, el cual termina
con la creación de un libro ilustrado, por el tratamiento literario y por la naturaleza de su
contenido, representa un aporte al esclarecimiento de este misterio, el de la identidad
cultural de esta región del norte de la Amazonia colombiana. La cultura caqueteña.
En el capítulo 1 de la presente investigación se encuentra la estructura conceptual
que valida la presencia de características culturales, en la ocurrencia de niños y niñas para
dar respuesta a retos diarios que se presentan en el contexto, reconociendo narrativas,
juego, emociones y cultura.
En el capítulo 2 se encuentra todo lo referente al contexto que bordea esta
investigación: por un lado, la información sobre cómo se habita en los poblados
caqueteños; y por otro lado el contenido de un libro que retrata la esencia de estos mismos
poblados.
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En el capítulo 3 se halla la descripción metodológica del proceso de investigación-
creación y explica por qué esta es una investigación que tiene un enfoque cualitativo, un
diseño de campo de carácter etnográfico y un tipo de creación descriptiva y analítica.
En el capítulo 4 se describe el proceso de creación. Se explica, también, en el marco
de qué actividades ocurrieron las historias y cómo terminaron en un libro.
En el capítulo 5 y último, se aprecian las conclusiones finales de todo este proceso
investigativo que se condensa en Cuentos para reír y pegarse un tiro.
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APORTE DEL TRABAJO DE GRADO AL CAMPO DEL DESARROLLO
HUMANO Y AL CAMPO ARTÍSTICO.
Este trabajo enfatiza todo lo concebido dentro de lo que se puede definir como
desarrollo humano, porque genera unas reflexiones acerca de lo que implica el valor que
toma la vida en circunstancias como las que se narran en las historias compiladas en
Cuentos para reír y pegarse un tiro; y cuestiona el cómo comprender ese valor, e incluso,
el cómo equipararlo con el valor común que debería tener cualquier vida.
Incita a reconocer las capacidades personales desde el análisis de las
potencialidades que constituyen el ser, tales como la dimensión corporal, mental, social,
cultural, emocional, espiritual; apreciables en los personajes caracterizados dentro de la
construcción literaria a través de sus conductas al reaccionar a determinada situación
planteada en el relato, asumiéndose como punto de partida para cohabitar un espacio que
permite el encuentro con los demás -contextualizarse-. Este trabajo toma la capacidad
humana como un punto de partida para construir sociedades.
Aquí se evidencia, desde la adaptación emocional, la búsqueda del bienestar incluso
en condiciones adversas, proponiendo un escenario sobre el cual vale la pena reflexionar
acerca del discurso de las libertades civiles.
Sus personajes todo el tiempo están buscando -e invitando al lector a- establecerse
como sujetos del desarrollo, a partir de sus condiciones humanas y de subsistencia,
reconociendo las dinámicas sociales asumidas, prueba de ello es la determinación
adaptativa de su emocionalidad.
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Recordemos que “(…) la valoración de la vida, la insistencia en la puesta en marcha
de las capacidades humanas, el bienestar. Todo en el contexto de la vivencia de las
libertades civiles y además asumiendo a los individuos como sujetos del desarrollo.” (Rey,
2002) son las características que Germán Rey, después de considerar diferentes textos de
las Naciones Unidas y el PNUD, destacó como esenciales para comprender el desarrollo
humano.
Vemos que el ejercicio que enmarca este producto artístico, no sólo como práctica
de compilación, sino desde las historias como tal, nos lleva a pensar insistentemente lo que
involucra nuestro desarrollo como especie y como seres con la potencialidad inherente de
trascender como seres humanos.
Este ejercicio creativo, en el marco de lo artístico, invita a pensar el desarrollo
humano desde una mirada sensible, pues plantea un modo anecdótico, vivencial, de
acercarse a la cultura caqueteña; permite reconocer unas experiencias específicas
referenciadas en las condiciones que las hizo posibles, de las cuales el lector es testigo, pero
el hecho de que dicha vivencia sea por medio de un documento escrito y no a viva piel, de
alguna forma, termina representando una recreación subjetiva a partir de la teoría; ese es el
potencial de esta creación artística. Ese es su aporte al campo artístico.
Cuentos para reír y pegarse un tiro, se enmarca en sublínea investigativa de
procesos pedagógicos, cultura y sociedad, con un contenido que data de un contexto
específico, dando cabida a procesos pedagógicos que se interesen en escudriñar la esencia
de estos relatos, posibilitando el hallazgo de características culturales que permitan esbozar
más claramente lo que implica el modelo de sociedad del poblado caqueteño en clave de
identidad territorial.
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La experiencia que genera el resultado de esta investigación artística, es la de tejer
la relación entre los procesos cognitivos desde la reflexión y la emocionalidad por medio
del contenido poético que suscita.
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OBJETIVOS
Objetivo general.
Construir un libro-cuento que refleje la dimensión emocional de niños y niñas y
favorezca la construcción de identidad en la cultura Caqueteña, partiendo del compilado
Cuentos para reír y pegarse un tiro.
Objetivos específicos.
1. Compilar relatos cotidianos de niños y niñas del Caquetá, teniendo en cuenta
las diversas maneras de asumir la vida y habitar un espacio determinado.
2. Crear las ilustraciones del cuento a partir de la percepción e interpretación de
los relatos.
3. Reconocer características básicas de la cultura del contexto caqueteño.
PREGUNTA PROBLEMA
¿De qué modo un producto artístico, como un libro de relatos — CUENTOS
PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños para niños grandes
— puede representar un acercamiento a la concepción de identidad cultural y contribuir al
desarrollo humano de una comunidad específica?
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OBJETO DE CREACIÓN
Cuentos para reír y pegarse un tiro es una recopilación de veinticinco historias de
la vida real, propias de la cotidianidad de los niños que las protagonizan, estas historias
fueron reveladas a su autor en primera persona, quien se encontraba con la excusa de la
pintura mural en diversos territorios caqueteños.
Dichos cuentos están acompañados de veintiséis ilustraciones, ambientadas en los
mismos contextos donde se gestan las historias; estas ilustraciones muestran situaciones
propias a las que se ven enfrentados los niños y niñas de Caquetá en su cotidianidad, sus
diálogos, sus respuestas a lo que ocurre, sus pensamientos, las maneras en que resuelven los
problemas.
Por esto es que este objeto, llámese libro, es en sí una radiografía de la cultura del
departamento de Caquetá, porque permite ver la manera, y sobre todo la emocionalidad,
con que asumen y reaccionan sus niños en el contexto que les comprende.
(Portadas)
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CAPÍTULO I
MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL
LAS OCURRENCIAS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS: UNA MIRADA CULTURAL DEL
CONTEXTO.
Durante el 2015 y el 2016, Iván Rodrigo Cabrera Manrique –quien escribe-,
licenciado en Educación básica con Énfasis en Educación Artística, recorrió algunas zonas
del territorio caqueteño, lo que posibilitó el intercambio de información con distintos
grupos de jóvenes, niños y niñas.
Esto, mediante un espacio de expresión artística enmarcado, especialmente, en la
pintura mural con relación al empoderamiento comunitario y la memoria histórica de las
comunidades. Ello gracias a la vinculación de organizaciones como Fundación Yapawayra,
Pastoral Social Florencia, Corporación Tierra Firme e iniciativa propia.
Pintar llevó a Iván a los poblados caqueteños; a sus casas, a sus escuelas, a sus
calles y a sus habitantes. Se estuvo en Belén de los Andaquíes, Puerto Nuevo Zabaleta, San
José del Fragua, Remolino del Caguán, Florencia, Montañita, El Doncello, La Unión
Peneya, Solita, Yurayaco, Solano, entre otros poblados mal llamados –no por nada-
vulnerables.
Allí se pintó con grupos conformados por jóvenes, niños y niñas, dígase grupo
juvenil, equipo deportivo, concejo estudiantil, club de jóvenes, grupo de teatro, etc. Aunque
la gran mayoría y, sobre todo, los más pequeños, pasaban caminando, veían pintar y
participaban. Producto de un par de años pintando por diversos lugares del territorio
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caqueteño quedó este documento, llámese libro, al que se ha nombrado Cuentos para reír y
pegarse un tiro. En él residen anécdotas tragicómicas que muestran lo crudo de un
contexto, pero que hablan de la esperanza con la que en el Caquetá se ha asumido la vida.
Narrativa y cultura.
Tomar estas vivencias de carácter colectivo, tratarles para, en feliz término, llevarlas
a letras y ponerlas a la vista, es una tarea que permite reflexionar y, sobre todo, compartir
esas reflexiones más allá de lo que la voz alcanza. Es un detalle a la memoria.
La manera de recordar la historia de nuestra colectividad sucedió a través de la
tradición oral de generación en generación; teniendo en cuenta que una narración demarca
“los límites y posiciones dentro de las cuales se llevan a cabo las conversaciones y sus
posteriores acciones. Son el marco para las conversaciones y al mismo tiempo el nodo a
través del cual se entretejen.” (Dittus & Vásquez, 2016, pág. 142).
La narración como acción de narrar y la narrativa como manera de abordar la
narración- representan un aspecto que afecta directamente a lo que llamamos cultura, pues
ésta termina retratando las dinámicas que se gestan en un determinado territorio, y por la
manera en que se construyen dichas dinámicas terminan encarnándose en el cuerpo de sus
moradores y trascendiendo a prácticas culturales.
Si bien “Crear una narrativa o escucharla, son procesos activos y constructivos que
dependen de recursos personales y culturales. Los relatos se constituyen en medios
poderosos de aprendizaje y permiten avanzar en el entendimiento del otro, al propiciar
contextos para la comprensión de lo que no se ha experimentado personalmente.” (Hamui,
28
2011, pág. 51) la esencia de las historias que aquí tenemos no nacen de la nada, ni siquiera
son producto de un ejercicio creativo literario como tal, sino que son relatos de sucesos
gestados espontáneamente.
En la naturaleza del contexto caqueteño, cuyas cadenas de sucesos que componen
las situaciones narradas, provienen de sujetos operatorios, esto es, de personas realmente
existentes, con la profundidad personal que permite una identidad gestada a partir de todos
los distintos elementos del ser que participan en la construcción de un individuo, en un
nicho social específico, en un contexto cultural específico; por lo tanto, lo narrado en estos
relatos, da cuenta de la cultura encarnada en los personajes desde las acciones aquí
descritas. Estos sucesos ya escritos y vistos como textos de carácter narrativo, nacen en la
naturaleza de lo que culturalmente se está construyendo en los poblados caqueteños.
En esta compilación se permite reconocer el contexto de lo narrado a tal punto de
generar una empatía entre el lector y los personajes. Cuentos para reír y pegarse un tiro
permite, a través de letras, ponerse en los zapatos de un niño y una niña del Caquetá.
Para comprender a fondo la naturaleza de aquello introducido en el contexto
narrativo de Cuentos para reír y pegarse un tiro, una suerte de señal, que implique el
reconocimiento de características culturales, manifestadas desde la dimensión emocional de
los niños que participan en estas historias, es preciso reconocer el medio en el que se
gestaron los cuentos y desde un vistazo emocional a sus protagonistas.
Jerome Bruner Citado por (Aguirre de Ramírez, 2012) asume la narrativa como una
de las modalidades del funcionamiento de pensamiento y dice que la “modalidad narrativa
de pensamiento, se ocupa de las intenciones y acciones humanas, es el tipo de pensamiento
29
más antiguo de la historia humana; consiste en contarse historias de uno a uno mismo y a
los otros, al narrar estas historias vamos construyendo un significado con el cual nuestras
experiencias adquieren sentido, de modo tal que la construcción del significado surge de la
narración, del continuo actualizar nuestra historia, de nuestra trama narrativa. Cada una de
estas modalidades de pensamiento nos permite modos característicos de construir la
realidad.” (Aguirre de Ramírez, 2012, pág. 84).
Vemos el valor que tiene el hecho de contar y contarse. Colectivamente, mediante lo
contado se va gestando lo culturalmente característico del caqueteño, porque todo ocurre en
Caquetá, cuyos protagonistas son de allí y, por medio de su cotidianidad, cuentan sobre sus
vidas, aquí se aprecia, por eso, estos cuentos.
Narrarse es ser consciente del proceso constitutivo que se es, pues, un pueblo que se
cuenta, es un pueblo que se reconoce, ya que al contarse se reafirma la propia historia, se da
un vistazo interior para evaluarse –reconocerse-; un pueblo que se narra es un pueblo que
conversa con él mismo, lo que le permite a partir del auto-reconocimiento, proyectarse,
discutir el pasado –hacer memoria- ser testigo de la construcción que se ha logrado para sí
mismo.
La autenticidad, la narrativa y los niños.
“Las historias con el niño como protagonista, para ser más «auténticas»,
deben absolutamente tener su «lado» personal: se debe hacer salir al tío de aquel
niño, aquella portera de aquella casa, y no otra; los escenarios deben ser, en los
puntos clave, lugares que el niño pueda reconocer; las palabras deben estar
cargadas de alusiones familiares. Así pues, resulta inútil dar modelos.” (Rodari,
1983, pág. 102).
30
Pues bien, todas las narraciones de Cuentos para reír y pegarse un tiro son
personales y auténticas, al no corresponder a ningún modelo. Ocurrieron en potreros
caqueteños, en iglesias caqueteñas, en escuelas caqueteñas. Los personajes son de carne y
hueso, las palabras escritas fueron las pronunciadas, el universo creativo de las historias, es
el contexto que habitan sus personajes; siendo así, estos cuentos son una muestra de lo que
producen las posturas con que leen y se relacionan con el mundo los niños y niñas de
Caquetá. Así son los “caqueteñitos”.
Nótese en estos cuentos que los niños responden a situaciones diversas,
reconociendo unas circunstancias, pero respondiendo a una lógica, generalmente
enmarcada por una necesidad. Esta forma, siempre presta para dar respuesta tan
auténticamente, es equiparable a la musa creativa que mueve al artista en el momento que
crea.
Gianni Rodari, cita a John Dewey, para hablar sobre como crean los niños, quien
dice, “cuando presentan una cohesión imitan el pensamiento reflexivo; y generalmente son
el fruto de mentes dotadas de capacidad lógica. Estas construcciones fantásticas preceden, a
menudo, un pensamiento de tipo más rigurosamente coherente y le van abriendo camino.”
(Rodari, 1983, pág. 159).
No es por nada que, en estas narraciones, los niños manifiesten posturas concretas
ante las circunstancias que acontecen a su alrededor; pues bien, es desde la puerta que lleva
a ese camino creativo donde se enfrenta todo lo que está por fuera de la piel a la hora de
ser, donde han aprendido a caminar, asumiendo su realidad y proponiéndose como
individuos del colectivo.
31
Esa falta de pretensión que caracteriza al mundo de la niñez permite, finalmente,
habitar la comprensión que tienen los niños acerca de sí mismos, desde su esencia; es a lo
que llamamos ocurrencia, la respuesta espontánea a esas condiciones en común que nacen
desde una necesidad creativa y recreativa con relación a un contexto y sus exigencias. Esto
permite evidenciar esa característica del niño caqueteño.
Vemos en las situaciones por ellos creadas, la lógica con que dan respuesta a las
problemáticas cotidianas -llámese realidad- y construyen, desde allí, ese elemento en
común que es lo establecido en una comunidad, lo que permite el encuentro entre sus
iguales, o en situaciones como las que enmarcan las historias, evidenciando la narrativa
social que desde la niñez se va componiendo y que podemos apreciar en este libro, ya que
corresponde únicamente a un ejercicio de compilación y documentación.
Asombro para re-crear la realidad.
“El ser humano, como todo ser vivo, no es un agregado de elementos yuxtapuestos;
es un todo integrado que constituye un supra sistema dinámico, formado por muchos
subsistemas perfectamente coordinados: el subsistema físico, el químico, el biológico, el
psicológico, el social, el cultural, el ético-moral y el espiritual” (Martínez, 2009, pág. 120).
Sin embargo, al nacer, ninguno conoce el mundo.
Respiramos gracias a una motivación que se mantiene per se, somos nosotros
quienes debemos desentrañar el misterio de la existencia. Nos alimentamos porque tenemos
ese piloto automático en el organismo que de ello se encarga; somos nosotros quienes
debemos aprender la naturaleza misma del mundo que nos permite. Por eso al principio la
sorpresa es latente. Luego se va aprendiendo ese nuevo mundo abierto, se retroalimenta esa
32
posibilidad de ser y, poco a poco, se va perfilando el individuo; individuo que,
posteriormente, compone la colectividad -familia, comunidad, sociedad, etc.- Pero ¿qué es
lo que pasa realmente en ese proceso de significación, re significación y retroalimentación
entre el niño y lo que lo rodea?
Lev Vygotsky, en su teoría sociocultural, sostiene que “toda forma de actividad
mental humana de orden superior es derivada de contextos sociales y culturales y que la
misma es compartida por los miembros de ese contexto debido a que estos procesos
mentales son ajustables. De acuerdo con la teoría, el conocimiento es un fenómeno
profundamente social y este fenómeno moldea las formas que el individuo tiene disponibles
para pensar e interpretar el mundo.” (Mota de Cabrera & Villalobos, 2007, pág. 411).
Vygotsky cimienta su mirada desde lo que incide en el desarrollo del individuo, con
su propia relación con lo demás y con los demás. Paradójicamente, poco nos relacionamos
con los –lo- demás, y habitamos el mundo de una manera tan consciente como cuando
somos niños; el juego es el mecanismo socializador por excelencia, pues este constituye el
medio natural de autoexpresión del niño.
Los niños, mientras juegan, ejercitan todas sus capacidades. Jugando corren, saltan,
utilizan sus reflejos, practican la motricidad, desarrollan su sistema psicomotor. Los niños
se comunican y se expresan a través del juego, al jugar exploran su entorno y se relacionan
con otras personas, se socializan, aprenden normas sociales y adquieren valores” (Sanz,
2019).
El juego es la reacción a la necesidad de conocer el mundo, pues en él, el individuo
puede crearse y recrearse; jugando el individuo indaga, explora, descubre, desentraña lo
33
cotidiano y genera el florecimiento afectivo, físico y cognitivo, pero, sobre todo, reescribe
la realidad, pues toma elementos del contexto para articularlo a la fantasía del juego, lo que
permite aprender la vida, menguando los peligros que suponen los potenciales errores o
desaciertos que se puedan cometer producto de la inexperiencia lúdica. Los niños primero
significan el mundo, así van aprendiendo a asumir posturas frente a este.
El juego es disfrutable por lo innovador que resulta, causa admiración y cuestiona la
lógica de lo conocido; brinda experiencias propias del esparcimiento, lejos de los deberes
simples que implica el estar vivo, y los deberes adquiridos según el contexto en el que se
desenvuelve. Jugar asombra, y asombrarse estimula el juego del que aprendemos.
El juego: una metáfora de la realidad, un escenario de formación.
El proceso educativo empezará a velar por ensayar posturas que permitan al niño
realizar una lectura más amplia de su contexto. Esas maneras en que los niños interactúan
con el mundo, corresponden al estado de su mundo interior -llámese desarrollo- que a su
vez esta mediado y retroalimentado por ese mismo mundo que les rodea. Por ende, el
proceso de contextualización es en sí un proceso educativo.
Es por ello que Dora Natalia Arteaga advierte que “se deberá adoptar una visión de
integralidad en el tema de la educación, admitiendo que las políticas a implementar y los
recursos que se invertirán no se circunscriben únicamente al sector educativo” (Arteaga,
2010, pág. 55) porque son tantas y tan variadas las cosas que inciden en el forjamiento de la
persona como para limitar dicho paradigma únicamente a la escuela.
Retomando; jugar ofrece una experiencia tan edificante que cuida de la dicha;
permite saborear el bienestar que conlleva el éxito de la meta alcanzada, lleva a la emoción
34
que se nutre del estímulo saludable, y permite su degustación; jugar implica crear el
presente que se quiere. El que armoniza.
El pueblo de Caquetá es el lugar idóneo para el juego, pues ofrece escenarios
ideales, ya que siempre hay un rio cerca, una cancha, un potrero, un cacaotal o una
cauchera, un patio grande, una cuneta, o un enorme tubo de cañería que nunca pusieron y
que lleva décadas al lado de la carretera.
Pero, sobre todo y, más importante aún, es que los niños tienen la libertad que sólo
los pequeños poblados pueden tener, que les permite instalar sus juegos por toda la
localidad y en grupo. Los niños salen de casa por las tardes a buscar el juego; lo buscan en
los primitivos parques, en los bosques o en las lomas; lo buscan en los padres y muchas
veces en su ausencia.
Los juegos que predominan son aquellos tradicionales: ‘La lleva’, ‘Picoyá’, ‘La
yuca’, ‘Al sun sun de la calavera’, ‘El rey manda’, ‘El rejo caliente’, ‘Base’… y un
sinnúmero de juegos que han soportado el paso del tiempo y la llegada de la tecnología –a
la que casi no se tiene acceso.
Los deportes recreativos han sido más resistentes, han encontrado la manera de
ligarse al niño y seguirle hasta la adultez y, una vez allí, operan como puente que comunica
al niño devenido en adulto y el niño que devendrá en adulto. Sin embargo, hay un juego
sumamente recurrente que habla de una realidad que no es ajena: La guerra.
Al final, el juego infantil corresponde a la recreación -versión- de los fenómenos
contextuales percibidos por los niños y las niñas que evoca el gozo y la enseña sin
35
proponérselo, ya que devela lo asombroso que puede resultar lo que usualmente percibimos
como cotidiano o, incluso, en ocasiones, pasa completamente desapercibido para nosotros.
El conflicto y la adaptación emocional.
La guerra, ya sea con bolas de papel en la escuela, con pomos maduros o viches –
según sea el coraje de los guerreros- con boñiga de vaca, en un potrero, trocha, camino al
rio o, simplemente, con un palito en la mano en un tramo de algún andén; es una
manifestación muy clara de lo que han leído los niños y niñas de su contexto.
De ésta la manera en que asumen sus roles y las implicaciones ficticias que tiene su
juego simbólico o, dicho de otro modo, realidad “ficticia”.-entre comillas ficticia porque
pocas cosas en el mundo son tan verdaderas y honestas como un niño que está jugando- “La
cultura, en sus fases primarias, tiene algo de lúdica, es decir, que se desarrolla en las formas
y con el ánimo de un juego” (Gómez, 2003, pág. 33).
Para nadie es un secreto que el departamento de Caquetá ha sido cuna de conflictos
armados por más de medio siglo; en este tiempo, sus habitantes han tenido que convivir con
el fenómeno de la violencia y su cruda presencia en el ejercicio de inter existir. Esto ha
implicado una condición en el común desarrollo de los individuos, en su forma de ver la
vida, y su forma de ver la muerte, por supuesto.
Como mecanismo para contrarrestar la hostilidad que un tiempo fue una
generalidad, y en respuesta al enunciado del sociólogo Gabriel Perdomo Castañeda en su
libro Colonos hijos del desarraigo y la esperanza, quien afirma que estos herederos de la
colonización, son hombres y mujeres ‘amazonizados’, jóvenes y niños nacidos aquí,
36
quienes tienen el reto histórico de modelar una sociedad justa, sustentable y socialmente
democrática (Perdomo & Quiñones, 2011)
Se ha desarrollado, de manera instintiva, un sentido del humor frío y de raíces
calamitosas, capaz de arrancar una sonrisa a los momentos lúgubres desde una actitud
resiliente y perseverante, porque darse por vencido no es una opción. Esto, no por azar,
pues el sentir caqueteño; esta manera de ser caqueteño “es hija de la ‘indianidad’ y el
mestizaje, es también expresión del negro fugitivo en busca de la libertad en el embrujo de
la manigua, es la urdimbre de economías extractivas y colonización, donde se ha heredado
la aventura, la esperanza y el coraje.” (Perdomo & Quiñones, 2011, pág. 26)
Las personas que han de construir ese territorio justo, sustentable y socialmente
democrático precisan establecer mecanismos de relación con el medio, que les permita estar
emocionalmente adaptados, para sortear situaciones adversas que no dependen del
individuo, como lo es la presencia de la guerra y lo que conlleva, por esto es menester
asumir posturas; y la postura asumida por estas gentes y, en especial estos niños, les
permite leer su territorio desde una mirada que cuide su emocionalidad. El conflicto ha sido
un condicionante del medio para el desarrollo de la historia de los individuos.
Esta manera alegremente irónica, un tanto absurda, de responder a la inevitable
compañía del conflicto y todo lo que acarrea, que se ha convertido en una constante a lo
largo del territorio caqueteño, como una forma de menguar las afectaciones, hace referencia
a un proceso de adaptación emocional.
37
La condición emocional común: una condición cultural.
Si, como dice Sandra Cano y Marcela Zea, citando a Daniel Goleman, “La
inteligencia se define como la capacidad de resolver problemas y de crear conductas que
tienen un valor cultural, por lo tanto, la inteligencia emocional será la capacidad de resolver
problemas de carácter emocional, que involucra el control de los impulsos que sentimos
ante determinada situación” (Cano & Zea, 2012, pág. 60).
Podríamos afirmar que dichas emociones surgen de una manera no aleatoria, sino
como respuesta a unas demandas de un entorno determinado, esta generación de emociones
corresponde a unos estímulos contextuales que le atribuyen unas cualidades en común a
dichas conductas, eso es lo que le concede ese valor cultural.
“Las emociones son alteraciones súbitas y rápidas que experimentamos desde
nuestro estado de ánimo, la mayoría de veces por ideas, recuerdos o circunstancias” (Cano
& Zea, 2012, pág. 59). Si las circunstancias que rodean a una comunidad es una constate
para todos los individuos que la componen, estos podrían desarrollar sistemas de respuestas
emocionales similares, pues, es la misma situación contextual para todos.
De las múltiples dimensiones del ser, la emocional es, tal vez, las más armonizadora
en el ámbito social; según lo explica Daniel Goleman, quien habla de la inteligencia
emocional como “una forma de interactuar con el mundo que toma muy en cuenta los
sentimientos y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia,
la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía y la agilidad mental, entre otras”
(Trujillo & Rivas, 2005, pág. 21)
38
Estas variables configuran rasgos del carácter como la autodisciplina, la compasión
o el altruismo, que resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social.”
(Trujillo & Rivas, 2005, pág. 21). Lo que termina mediando la asimilación de experiencias
y siendo determinante a la hora de tomar decisiones y actuar individualmente, pues, se
aprecia cómo la composición social de la colectividad -perfilándose como cultura- es
mediada por la capacidad emocional de cada quién.
A su vez, Maturana habla de cómo la Tautología cognoscitiva1 apela a la generación
de emociones como el elemento catalizador que nos lleve en grupo, a la autoconcepción
como especie y, que advierte en ella, una pista que nos permite concretar características de
nuestra naturaleza, pues nos habilita la relación con el entorno, lejos de la propia
racionalidad, que ha sido permeada por otras racionalidades, cuestión que ha venido
ocurriendo de manera sucesiva. (Maturana & Varela, 2011).
Darle participación al sistema nervioso –refiriéndose a las capacidades biológicas
para responder al contexto, incluyendo emociones- de los individuos (en relación con el
mundo) en la proyección de la evolución humana. Es decir, que la conciencia hace posible,
mediante la actividad cognitiva, y con la dimensión emocional como eje transversal,
comprender los fenómenos lógicos que participan en la construcción social, mientras
participamos de dicha construcción. (Maturana & Varela, 2011).
1 Tautología: una afirmación que se valida a sí misma. Ejemplo: definir un hombre
"bueno" como aquel que realiza actos "bondadosos", definiendo, a su vez, actos bondadosos como aquellos actos propios de un hombre "bueno". Tautología es, por tanto, una definición que no es especificada por variables independientes de la definición misma.
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Maturana dice que comprender la manera en que opera nuestro sistema nervioso es
indispensable para entender el poder que tiene la interpretación de la realidad para a fin de
aprenderla –dígase construir conocimiento- desde la imitación conductual y sostiene que al
discernimiento de este proceso deberían convergir todas las acciones e intenciones de las
ciencias sociales, reconociendo, además, la pertinencia del proceso de aprendizaje social en
la evolución cultural de una sociedad. (Maturana & Varela, 2011)
Por lo tanto es válido afirmar que pese a ser la emocionalidad una condición que se
asume de manera personal por ser una de las dimensiones del ser, cuando existen en el
medio circunstancias que llevan al colectivo a realizar procesos emocionales en
simultaneidad, como es el caso de una necesidad de adaptación, emocionalmente hablando,
a causa de un impulso externo en común, como hostilidad por el conflicto, esto afecta al
conjunto de personas, llevándolas a asumir posturas que repercuten en prácticas y que
terminan siendo culturales.
Cuentos para reír y pegarse un tiro: una mirada a la cultura caqueteña.
Concebirnos seres pertenecientes a una colectividad permite gestar concepciones
colectivas, pues, “en efecto, lo que nos distingue es la cultura que compartimos con los
demás a través de nuestras pertenencias sociales, y el conjunto de rasgos culturales
particulares que nos definen como individuos únicos, singulares e irrepetibles.
En otras palabras, los materiales con los cuales construimos nuestra identidad para
distinguirnos de los demás son siempre materiales culturales. “Para desarrollar sus
identidades —dice el sociólogo británico Stephen Frosh (1999)— la gente echa mano de
recursos culturales disponibles en sus redes sociales inmediatas y en la sociedad como un
40
todo. De este modo queda claro en qué sentido la cultura es la fuente de la identidad”
(Giménez, 2009, pág. 11).
Pese a que afirmar que el conflicto sea una condición cultural resulte reprochable,
es preciso para habitar un territorio el cual se encuentra permeado por este, comprenderlo
como una condición que afecta el ambiente y el desarrollo de sus habitantes, quienes
terminan considerando entre las compresiones del contexto el hecho de verse directamente
o indirectamente afectado por el mismo, e incluso el recomenzar de cero.
El desplazamiento, la pérdida o reclutamiento de un miembro familiar, la irrupción
de un enfrentamiento en cercanía o simplemente la zozobra de sentir el fenómeno bélico
dormido pero latente alrededor, son circunstancias implícitas o sucesos posibles en estos
contextos, a esta incertidumbre se le debe esa actitud pasible y tranquila de los niños de
Cuentos para reír y pegarse un tiro ante estos fenómenos sombríos que los ciñen, pues
para el desarrollo de estos se generan ciertos sistema de defensa que propendan por la sana
emocionalidad, ya que la vida sigue, y sigue aquí.
Gilberto Giménez, valida el estudio de la cultura a partir de la reflexión de pequeños
nichos, por considerarle un aspecto basto para pretender y contemplarle desde una mirada
general, pues afirma, mientras habla de cultura y retoma al “sociólogo suizo Michel
Bassand "ella penetra todos los aspectos de la sociedad, de la economía a la política, de la
alimentación a la sexualidad, de las artes a la tecnología, de la salud a la religión"
(Giménez, 2009, pág. 11).
“Debido a esta transversalidad de la cultura, para estudiarla y analizarla es
necesario segmentarla de algún modo, sea como un "texto" cultural bien delimitado
41
(una fiesta, un partido de futbol), sea por sectores (pintura, escultura, arquitectura,
teatro, danza, religión, música, cine, entretenimientos, fotografía, etcétera), sea
según el proceso de comunicación que opera en cada uno de estos sectores
(creación, difusión, consumo), o por clases sociales (cultura dominante, culturas
medias, culturas populares)” (Giménez, 2009, pág. 11).
Lo cual acredita la intención de identificar los aspectos considerados como
elementos culturales contemplables en la postura emocional con que estos niños responden
a los estímulos de su entorno generando una situación que tiene cabida en esta compilación.
Téngase en cuenta que la cultura proyectada hacia –y comprendiéndole como un
componente de - el desarrollo humano, “no es lo valiosamente accesorio, el “cadáver
exquisito” que se agrega a los temas duros del desarrollo como: el ingreso per cápita, el
empleo o los índices de productividad y competitividad, sino una dimensión que cuenta
decisivamente en todo proceso de desarrollo tanto como el fortalecimiento institucional, la
existencia de tejido y capital social y la movilización de la ciudadanía.” (Rey, 2002)
Lo que le hace asumible como ese espectro transversal que media la interacción
entre las acciones del individuo y la composición social gestada a partir de las acciones de
los demás individuos, por eso es valioso cualquier intento para comprender lo propiamente
caqueteño en términos culturales.
“En 1871 Tylor había planteado un concepto de cultura asociado a los
conocimientos, creencias y hábitos que el ser humano adquiere como miembro de la
sociedad” (Grimson, 2008, pág. 48) por lo tanto para hablar del Caquetá y en términos
culturales, hay que partir de la idea de que es imposible hablar de un lugar habitado por
42
hombres, ausente de cultura, lo que sucede es que la suya –su cultura- tiende a referenciarse
de una forma directa con las de otras regiones del país por la naturaleza de su historia.
A Caquetá le corresponde una identidad cultural, porque sobre su geografía se ha
desarrollado una historia y no se puede desconocer la serie de sucesos que han convertido
este fragmento de tierras en lo que es hoy, sin importar que dichos sucesos sean de raíces
foráneas, pues la mutación o hibridación cultural de las dinámicas artísticas que alberga,
sus narrativas, sus experiencias, terminan tarde o temprano plasmándose las cotidianidades
de sus pobladores, nutriendo la identidad colectiva y fortaleciendo la autenticidad en los
individuos que la componen.
Si bien existe una dificultad para auto concebirse y una facilidad para la lectura a lo
que es ajeno, no necesariamente esto debe implicar una incapacidad para la identificación
de la singularidad territorial y mucho menos para el fortalecimiento de la identidad cultural
como un proceso propio, pues se cuenta con la concepción de la colectividad a modo de
reserva.
Ya que siempre es posible leer y releer los actos llevados a cabo, para asimilar la
naturaleza de los mismo y comprender las razones sociales –culturales- de los que parten;
lo que ayuda a concebir la esencia que traen consigo dichos actos, llevados a cabo dentro de
no cualquier sociedad, sino de la sociedad caqueteña. Luego los conocimientos, creencias y
hábitos de la gente de Caquetá hablan de su cultura.
“la creatividad se puede definir como el efecto de una relación dialéctica
entre el ser humano y su situación social, mediante la cual se obtiene el desarrollo
de un conjunto de habilidades cognitivas, meta cognitiva y afectivo-motivacionales
43
que se manifiestan en la producción de algo novedoso, útil y original, tanto a nivel
individual, como cultural.” (Klimenko, 2009, pág. 8).
Podemos afirmar que los principales potenciadores de la cultura son los lenguajes
artísticos, ya que son quienes permiten ese auto-reconocimiento cultural, debido a que el
artista, en calidad de persona sensible, es permeado por el medio que lo rodea, -un territorio
sobre el cual se generan dinámicas sociales- y canaliza este contexto, poniéndolo a la vista,
- de allí que una obra siempre habla del artista y el artista siempre habla de su contexto-
esto en virtud de su creatividad, hace pensar que el reconocimiento de lo caqueteño guarda
una proporcionalidad a la producción artística del Caquetá, pues es esta quien despierta una
pertenencia sobre el territorio, una territorialidad.
Reconocernos a nosotros mismos es algo que pasará después de encontrarnos
muchas veces, y ¿qué mejor que el reflejo social de las expresiones artísticas para
encontrarnos? El artista pone: sentimientos, pasiones, tiempo, disciplina; su vida incluso
está al servicio del acto creativo. De allí la pertinencia de Cuentos para reír y pegarse un
tiro como un aporte artístico al esclarecimiento de la cultura caqueteña.
Se aborda este aporte a la cultura desde la mirada de los niños y niñas, porque los
niños y niñas que están descubriendo el mundo requieren para ello una capacidad de
asombro muy similar a la del artista creador, con el quien comparten esa capacidad de
recrear a partir del contexto; pues el artista -y niño- intenta:
“establecer una comunicación y relación con los que lo rodean por medio de
su propio cuerpo y de crear una fantasía liberadora; y encuentra la posibilidad de
44
realizar estos deseos en la actividad lúdica, lo que la define como autentica
expresión” (Meneses & Monge, 2001, pág. 121)
Se asumen desde la dimensión emocional, porque es la emocionalidad, quien
moviliza el ingreso y la reflexión de ese contexto que se gestiona al interior del niño, pues
este “otorga una significación a un evento, por medio de sus emociones, es decir, la
emoción es un recurso por el cual, el individuo procura expresar el significado que le otorga
a un estímulo aceptado, lo que implica que las emociones remiten a lo que significan, y en
su caso incluyen el significado que se le da a la totalidad de las relaciones de la realidad
humana, a las relaciones con las demás personas y con el mundo.” (García, 2012, pág. 6).
45
CAPÍTULO II MARCO CONTEXTUAL - CAQUETÁ PINTADO
Macro Contexto del proceso de Investigación-Creación
Para comprender la naturaleza que enmarca el contexto de este trabajo, es preciso
reconocer dos miradas claves que permiten articular los conceptos básicos previamente
estipulados: una es el advertir a nivel espacial el dónde y cómo se gesta este el presente
trabajo investigativo, es decir el contexto que permea el producto artístico como tal; y la
información consignada respecto al contexto en el producto artístico.
Aquí se aprecia como el medio caqueteño permite gestar un libro y que hay en ese
libro que nos cuente del Caquetá.
Murales en Caquetá
Durante el 2015 y el 2016, Iván Rodrigo Cabrera Manrique, Licenciado en
Educación básica con Énfasis en Educación Artística, con la excusa de realizar un ejercicio
de intervención artística en espacios públicos o dicho de otra manera con la excusa de la
pintura mural, y gracias a la articulación con Fundación Yapawayra, Pastoral Social,
Corporación Tierra Firme entre otras, se recorrió algunas zonas del territorio caqueteño
como: Belén de los Andaquíes, Puerto Nuevo Zabalaleta, San José del Fragua, Remolino
del Caguán, Florencia, Montañita, El Doncello, La Unión Peneya, Solita, Yurayaco y
Solano; en zonas rurales y urbanas del territorio Caqueteño. Es en estos lugares es que se
gesta esta compilación.
Durante este proceso se realizaron unos noventa murales por todo el departamento
del Caquetá. Esta actividad de origen pictórico, permitió más allá que lo que puede
significar una obra de arte en un lugar donde las manifestaciones artísticas son un territorio
46
inhóspito; tejer una relación estrecha entre los niños, niñas y jóvenes de distintas
comunidades con los cuales se realizaban estos murales, pues, a pesar de su corta edad,
desvelaban el hecho de traer encarnado en sus cuerpos, en sus cuentos, en sus miradas y sus
risas, toda una manera de asumir el mundo; una estética de vida.
Un encuentro pictórico en una de estas comunidades duraba entre dos y cinco días,
en los cuales se compartía más que pintura y dejaba más que un mural. Participaban entre
unos 12 y 16 jóvenes y entre 15 y 20 niños y niñas, de la comunidad. Esta relación de
pintura se estrechó no solo con niños, niñas y jóvenes, ya que, por razones implícitas al
ejercicio artístico, se terminó gestando una relación con sus escenarios y los personajes que
componen sus vidas; sus docentes, sus padres, sus casas, sus amigos, sus colegios y
escuelas. Sus maneras.
Como agente canalizador de sus sentires, posibilitador de pintura y facilitador del
lenguaje pictórico, se presenció el cómo se trataban, los sobre-nombres que se adjudicaban,
la manera que se pedían las pinturas y las cosas que hablaban. Hablamos y compartimos
información, producto de ello suceden Cuentos para reír y pegarse un tiro que son una
serie de situaciones reales, protagonizadas por niños y niñas en las que se refleja claramente
una dinámica contextual propia de unas condiciones territoriales que bosquejan una cultura.
La cultura caqueteña, de ahí su pertinencia, pues teniendo en cuenta el proceso
histórico que ha tenido Caquetá, cuya cultura aún se encuentra referenciada por lo foráneo
de sus raíces, no sobran las evidencias que ayuden a esclarecer el resultado de la
hibridación cultural que perfila lo hoy culturalmente propio.
47
Micro contexto del proceso de Investigación-Creación.
Caquetá en un libro.
Con la excusa de la pintura, ocurrieron los Cuentos para reír y pegarse un tiro,
que representan un ejercicio de introspección cultural, que permite visualizar entre sus
líneas características de un imaginario.
Se habla de miedos, violencias, conflicto armado, muerte y soledades que los niños
tienen que asumir como parte de su realidad, pero también refleja la esperanza, la alegría y
la recursividad con que sus personajes invitan al lector a repensarse y construirse.
Las ilustraciones, obra del autor, muestran escenas –llámense fotogramas- de
historias no contadas, que permiten al observador recrear un suceso que las suporte; siendo
estas una invitación al lector a ponerse en situación, ponerse en los zapatos de estos
personajes, que enfrentan la vida, muchas veces dura, pero de una manera airosa. De ahí el
uso del concepto de las calaveras, el libro nos muestra huesos con toda una vida por
delante.
Cada ilustración va acompañada de una frase de contextualización que ayuda al
lector a recrear el universo propuesto por la imagen, ésta generalmente es un dialogo de
alguno de los personajes representados.
Cuentos para reír y pegarse un tiro establece una relación estrecha entre cinco
conceptos claves para deslumbrar características de la identidad territorial: narrativa, niñez,
emoción, cultura y desarrollo humano.
48
CAPÍTULO III DISEÑO METODOLÓGICO
La cultura en un libro: una investigación.
Este trabajo de Grado en la modalidad de investigación-Creación en el campo
artístico la sublínea de investigación en Procesos pedagógicos, cultura y sociedad, ofrecida
por la Especialización en Desarrollo Humano con Énfasis en Procesos Afectivos y
Creatividad de la Universidad distrital Francisco José de Caldas, en la línea del Desarrollo
Humano.
Con el fin de ahondar en lo que representa el aporte de Cuentos para reír y pegarse
un tiro al esclarecimiento de lo que implica reconocer la identidad colectiva de Caquetá,
entendiéndose como el resultado de un proceso pedagógico que construye sociedad y forja
cultura, con relación al ordenamiento de los fenómenos contextuales y propositivo desde
allí; pues sus relatos nacen de la propia cotidianidad, en la que se participa desde la
identidad, y de un lenguaje artístico que vela por la sensibilidad y el poder transformador de
la acción, lo que resuena en una acción colectiva, ligado a la raíz de la misma naturaleza
humana: La conciencia.
Nos dice Sampieri, hablando de la inmersión del investigador en el campo
investigativo que “Decidir en qué lugares específicos se recolectarán los datos y validar si
la muestra o unidades se mantienen. Esta labor a diferencia del proceso cuantitativo, no es
secuencial, sino que va ocurriendo” (Sampieri, Fernández, & Baptista, 2014, pág. 367).
Por ello decimos que esta investigación artística se realiza sobre un diseño de
campo investigación etnográfica, porque lo aquí consignado, fueron, inicialmente,
vivencias, experiencias en carne viva del autor que recupera estas historias a modo de texto,
49
pero previo a eso hubo un proceso de inmersión, observación y experiencia de las prácticas
culturales; pese a que inicialmente la metodología no fue diseñada con la intención de
generar un libro, la forma en que ocurrieron estos cuentos fue por medio de un trabajo de
campo.
Aquí apreciamos un ejercicio de recepción de información piel a piel, compartiendo
y conviviendo con los personajes que aquí apreciamos; pues es esta etapa el investigador
estuvo en los distintos contextos caqueteños, donde convivió con sus moradores, observó y
vivenció en primera persona, las atmósferas en las que se gestan las situaciones que
después describe, escribe y compila.
Hernández Sampieri afirma que “la investigación cualitativa se enfoca en
comprender los fenómenos, explorándolos desde la perspectiva de los participantes en un
ambiente natural y en relación con su contexto.” (Sampieri, Fernández, & Baptista, 2014,
pág. 358)
En este sentido podemos afirmar que este, es un ejercicio investigativo con enfoque
cualitativo, pues bien podríamos hacer otro tipo de lectura de estas situaciones para obtener
la información que encontramos en Cuentos para reír y pegarse un tiro, en el marco de
un formato quizás, pero muchas veces, la rigurosidad científica o la necesidad de organizar
la información para formalizarle, impide valorar los matices vivenciales de carácter
cualitativos que se conceden al investigar.
Este es un trabajo investigativo con un enfoque cualitativo porque, sobre todo, se
enmarca en la apreciación de lo humano, por medio de un producto artístico. ¿Qué podría
50
ser más humano que la manifestación artística? Las inquietudes que genera dan pie a las
múltiples interpretaciones que enriquecen todo el ejercicio. Toda lectura.
A la par y gracias a la luz de los nuevos aprendizajes articulados en el marco de la
especialización en Desarrollo Humano, se ordena la información de manera narrativa y
dando como resultado el compilado de Cuentos para reír y pegarse un tiro.
“Especificar propiedades y características importantes de cualquier fenómeno que se
analice. Describe tendencias de un grupo o población.” (Sampieri, Fernández, & Baptista,
2014, pág. 92) dice Sampieri hablando de los alcances descriptivos, esta es la razón por la
se concibe está como una investigación-creación descriptiva y analítica, pues considera
los fenómenos observables de las relaciones que construyen entre sí, para comprender la
naturaleza de los sucesos detallados, en este caso una dinámica cultural.
Sabiendo que el estudio de la cultura alberga unas variables con una gran diversidad
de matices en sus características, que el pretender “tabularlo” podría resultar en la
exclusión de una información considerable, apreciable sólo desde la cualificación, y que
brinda una suerte de luz que permite considerar la cultura desde una mirada más amplia.
Cuentos para reír y pagarse un tiro permite hacerse a una idea de lo que es el
contexto cultural caqueteño precisamente porque nos habla de las cualidades de las
personas-personajes, de los paisajes-escenarios y de los sucesos-las acciones, que aquí se
forjan.
51
CAPÍTULO IV DESCRIPCIÓN DEL PROCESO DE CREACIÓN: LIBRO DE RELATOS
Para contemplar el cómo de manera práctica y vivencial se articulan estos conceptos
en el libro, es necesario apreciar el proceso creativo que ha gestado esta investigación
artística.
Viajando por Caquetá.
Una vez en las comunidades con intenciones pictóricas, se preparaban las pinturas
para gestar un momento creativo; en estos lugares brilla la usencia de los espacios
artísticos, por lo que hemos de convenir que un sujeto que aparece de la nada, con un
montón de botellitas llenas de pinturas de colores, frente una pared para hacer un ejercicio
artístico, llamaba la atención.
Mientras se garabateaba en la pared de modo escénico con intención de convocar a
niñas, niños y jóvenes; estos iban llegando. Posteriormente, al terminar el teatro de preparar
la pared, se les invitaba a pintar. Niños, niñas y jóvenes, tomaban brochas y pinturas, y de
frente a la pared se encontraban con la pregunta ¿Qué vamos a pintar?
A partir de un ejercicio de diálogo con los niños, niñas y jóvenes de las
comunidades consignadas en Cuentos para reír y pegarse un tiro, espacio que
posteriormente se llamó ‘Círculo de palabra’. Se realizaban unas reflexiones que permitían
pensar el territorio en términos de memoria, de sucesos de actualidad, en función de lo que
representaba un mensaje que valiera la pena exponerse por medio de una pintura mural.
Expresar.
52
Siempre se terminaba en Círculo de palabra compartiendo apreciaciones, a veces
era necesario moderar, a veces no. Desde el diálogo se reflexionaba sobre la localidad, la
historia, los sucesos que valían la pena reconocer como territorialmente propio en la
comunidad: los sucesos poéticos, y a partir de ahí se realizaba un ejercicio compositivo de
una manera colectiva.
Desde el acuerdo, validando opiniones, exponiendo las apreciaciones a la
posibilidad de discusión. Se concertaba. Luego a pintar. Se pasaba a la pared sabiendo qué
se iba a hacer; los garabatos iniciales del teatro quedaban atrás, de fondo, se convertían en
un trasfondo.
En medio de este ejercicio de pintura se tenía la posibilidad de conversar y de
atender situaciones que iban ocurriendo, tales como se evidencia en Cuentos para reír y
pegarse un tiro: gestionar el maltrato entre hermanos, la agresión verbal entre compañeros,
las situaciones familiares calamitosas, etc.
Era preciso maniobrar con sensaciones que venían al caso por cualquier motivo,
como la ausencia del padre o la madre, la resiliencia exigida por cualquier razón; un
ejercicio netamente gestado en el convivio y la relación entre las personas; más allá de un
ejercicio entre un profesor de pintura y unos estudiantes pintura, fue un ejercicio de
compartir saberes.
Así nacieron muchas historias que aquí residen, mientras se pintaba alguien hacía un
comentario, el profesor repuntaba con una respuesta y se tomaba nota de la anécdota con
potencialidad narrativa para ser posteriormente formalizada en el compilado de relatos
cortos que conforman la obra Cuentos para reír y pegarse un tiro.
53
Otra parte de las historias ocurrieron en el marco de ese acompañamiento, pero en
otros espacios, como en visitas a instituciones educativas con las cuales se pretendía
realizar articulaciones, teniendo en cuenta que aproximadamente la mitad de las actividades
pictóricas se gestaron en el marco de proyectos de fortalecimiento del tejido social,
entonces en esa búsqueda de la articulación con diferentes entes territoriales como Casas de
la Cultura, Juntas de Acción Comunal, personas particulares, entre otras; se terminó incluso
mediando situaciones entre jóvenes y niños con otros entes comunitarios.
Esta posibilidad que abrió la pintura, permitió compartir no sólo en el andén con la
pared que se pinta, sino en los hogares de los niños y las niñas, en sus escuelas, hospitales e
iglesias. Aquí se gestaron varios otros de los Cuentos para reír y pegarse un tiro contando
la pintura.
Estas historias fueron compiladas de manera vivencial, no en el marco de una
entrevista, no en el marco de una caracterización, o con una intención inicial propiamente
investigativa; fueron experiencias, así fueron asumidas y así fueron recordadas. Como se
mencionó en el capítulo uno, las narraciones cobran sentido en la medida en que se narran,
pues contar permite reconocerse.
En espacios de carácter personal, el autor se sorprendió contando estas historias,
compartiéndolas una y otra vez, hasta entender que había algo que las relacionaba, después
se comprendió que podría ser esa manera en que los niños asumen su realidad desde su
cuidado emocional. Se sintió que valdría la pena contarlas, sobre todo, que podría ser un
aporte a la mirada cultural de Caquetá.
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Ese desconocimiento de lo propiamente conocido desde una mirada cultural del
territorio en el departamento de Caquetá fue también uno de los detonantes para tomar la
decisión de transportar una experiencia hasta un texto narrativo. Sin embargo, esto no
ocurrió hasta 2018, fecha en la que se inician los estudios de esta especialización.
El libro.
El primer semestre del 2018, esta serie de vivencias en Caquetá pasaron a ser un
compilado de historias, esto gracias a las reflexiones realizadas en el marco del primer
semestre de la Especialización en Desarrollo humano con Énfasis en Procesos Afectivos
y Creatividad. En virtud de la articulación de nuevos saberes y la asimilación de conceptos
apreciables en estas historias, se reconoció el potencial reflexivo entorno a lo que implica
humanizarnos –desarrollarnos como humanos– y la forma en que construimos cultura.
Se reconoció en Cuentos para reír y pegarse un tiro, unas raíces que datan de un
colectivo de personas y la estética de vida con que han asumido lo cultivado en su
territorio; detalla y permite hacerse una idea para explicar las situaciones aquí
mencionadas, pues posibilita el hacerse una imagen de lo que culturalmente se va
esbozando en Caquetá.
A partir de todo ese proceso de hibridación de raíces que se tejen sobre –entre- el
territorio, considerando unas dinámicas contextuales específicas y con una geografía
propia; de esto se da razón a en el producto final. Un libro que además proviene de una
acción comunicativa y sensible. Pintar.
El prólogo del libro es realizado por Julián Facundo Rinaudo Correa, amigo
personal del autor, este es antropólogo social y magíster en transformación de conflictos,
55
dedicado a la construcción de paz y la exploración espiritual. Busca en la estética del arte,
los saberes tradicionales, y las ciencias humanas y naturales, herramientas para promover el
cultivo de la paz interior en individuos y colectivos interesados en la construcción de una
nueva y mejor realidad. Actualmente se desempeña como director de la Corporación
Etnósfera, ejerciendo su quehacer en Caquetá.
El proceso de creación de este libro culmina con las ilustraciones a manos del autor,
para estas se han recreado, en cuadros generalmente cerrados, los paisajes de los poblados
caqueteños, y son protagonistas unos niños y niñas a quienes se les puede apreciar en
situaciones cotidianas que bien podrían ser la imagen de un cuento más de cualquiera de los
personajes de las historias escritas.
Dichas ilustraciones corresponden a una estética infantil, pese a ser imágenes en
blanco y negro y de un universo creativo donde todos son calaveras, lo que le da un aire
lúgubre, que contrasta con la vivacidad de la situación ilustrada. Se tomó como referente
gráfico creativo a Marjane Satrapi y su obra audiovisual Persépolis (Satrapi, 2000).
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CONCLUSIONES
Resultados.
Esta investigación deja como resultado principal un libro llamado Cuentos para reír
y pegarse un tiro, el cual hace un aporte a la consolidación de la cultura caqueteña, ya que
recoge un proceso pedagógico que, desde allí, (desde la caqueteñidad), retoma experiencias
y les da un tratamiento artístico-creativo.
Para generar este libro que retrata las primeras evidencias de una cultura en
gestación, siendo este un aporte a la sociedad en construcción, pues retroalimenta la
autoconcepción del –imaginario- colectivo.
Cuentos para reír y pegarse un tiro y, esta investigación en general, evidencia la
relación que se estrecha entre las emociones que genera el contexto con sus dinámicas y el
aporte de los individuos y sus emocionalidades a la construcción cultural; Esta construcción
cultural termina encarnándose en los nuevos moradores de ese contexto.
Este proceso, además, permite reconocer experiencias específicas en las
circunstancias específicas que permitieron estas historias, mismas que el lector puede
recrear fácilmente, para ponerse en los zapatos de sus personajes.
Desde la seguridad del lugar escogido para un rato de lectura, por medio de un
documento escrito, para vivir lo que al final le concede una experiencia de circunstancias
que se pueden convertir en teoría y, a partir de las cuales, se pueden generar reflexiones y
aprendizajes. La empatía, en este caso con los personajes de las historias, permite concebir
el contexto donde se desarrolla la historia, de una manera más vívida.
57
Alcances.
Se permite evidenciar las posturas con que los niños y niñas asumen sus propias
realidades, las cuales representan una muestra que da testimonio de una cultura que se forja.
La muestra, en este caso Cuentos para reír y pegarse un tiro, permite recrear el contexto
que da pie a la cultura caqueteña.
La ilustración o representación gráfica de situaciones permiten percibir los espacios
caqueteños, pues generan paisajes mentales para recrear las historias que generan sus
personajes.
Es posible reconocer características consideradas culturales por medio de una
lectura respetuosa a las emociones expresadas por los protagonistas de un cuento o texto
narrativo, en este caso lo referente a la cultura caqueteña.
En el marco de la acción creativa -creadora- se gestan esos componentes que se
reconocen en el Desarrollo Humano desde un enfoque más sensible, ya que permite la
reflexión de un contexto desde una mirada vivencial y, en virtud del diálogo que tiene
consigo mismo quien crea mientras va creando.
Lo anterior, potencia la capacidad para resolver problemas, la auto percepción y el
auto cuidado emocional, la sana memoria, la conciencia de las distintas dimensiones del
ser, el reconocimiento del medio que le permite la capacidad para constantemente re
contextualizarse donde sea que haya que desenvolverse y, sobre todo, la comprensión del
valor que tiene la acción y la proyección del individuo que se quiere ser.
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Para ello construimos aprendizajes desde las experiencias, que no necesariamente
tienen que ser propias. Eso es lo valioso de esta investigación: la posibilidad de apreciar la
mirada del niño. Genera empatía.
Limitaciones.
Esta investigación podría ampliarse tanto como se quisiera, pues en el diario vivir,
la cultura se manifiesta per sé, pues es una práctica transversal a la cotidianidad de los
individuos que en ella –la cultura– se desenvuelven, por eso historias como materia prima
para esta investigación siguen sucediendo y seguramente, seguirán sucediendo.
Pretender comprender a cabalidad las prácticas culturales de una determinada
región, resulta difícil de imaginar y podría representar una limitante. Lograr tal objetivo
implica una inmersión en la misma; sin embargo, este producto artístico da razón de una
experiencia en primera persona que lo justifica.
Proyección.
El siguiente paso de esta investigación bien podría ser la sistematización de los
fenómenos propiamente culturales que se evidencian en el libro, y la caracterización
emocional de los personajes con el fin de analizar concretamente las situaciones y
comprender la relación directa de cada personaje con el espectro cultural.
También valdría la pena analizar las estructuras compositivas de las narraciones
para comprender la naturaleza agridulce de sus historias, el por qué ese ‘reír y pegarse un
tiro’.
En fin:
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Cuentos para reír y pegarse un tiro y esta investigación en general nos invita a re
pensarnos respecto a la relación que se estrecha entre la libertad que tienen los individuos
para desarrollarse en diferentes circunstancias; respecto a lo ofertado a esos mismos
individuos, en términos de posibilidades, opciones y oportunidades. No siempre tener la
posibilidad de elegir implica una variada gama de posibilidades para desarrollar lo humano.
El Desarrollo Humano puede estar sujeto a múltiples variables de características
herméticas y cuantitativas en muchos espacios; sin embargo, hay espacios donde la
carencia de esas mismas herméticas variables, lleva a valerse de lo propio e inherentemente
humano, esa capacidad de reinvención que permite superar los distintos obstáculos y con
los cuales enfrentar una suerte de vida que seguro traerá los aprendizajes que le justifican.
Con base en lo anterior vale la pena reconocer el poder de la acción intencionada y
constructiva, nacida de un pensamiento propositivo y optimista, y empujada por una
emoción noble y poderosa, como un aporte de las posibilidades humanas al desarrollo
colectivo consciente. Proyectar, desde el desarrollo del humano, la sociedad que se quiere
construir.
Esta investigación evidencia la relación que se teje entre los procesos cognitivos y
emocionales, por la generación de reflexiones del contenido narrativo y la movilización de
sentimientos por el contenido poético. Ese es su principal valor.
CUENTOS PARA REÍR Y PEGARSE UN TIRO: Historias de grandes niños
para niños grandes — es un producto artístico que representa un acercamiento a la
concepción de identidad cultural, aportando desde el auto-reconocimiento de las virtudes
60
propias con relación a las posibilidades, oportunidades y opciones que el contexto ofrece.
Es un aporte al desarrollo humano de una comunidad específica: Caquetá.
61
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