Cuentos Sobre El Mar

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1. El pequeño bosque junto al mar Llévate estos cuentos Cuento Cuentos con valores similares Billetes de Cielo La llegada inesperada Cenicienta Había una vez un pequeño poblado separado del mar y sus grandes acantilados por un bosque. Aquel bosque era la mejor defensa del pueblo contra las tormentas y las furias del mar, tan feroces en toda la comarca, que sólo allí era posible vivir. Pero el bosque estaba constantemente en peligro, pues un pequeño grupo de seres malvados acudía cada noche a talar algunos de aquellos fuertes árboles. Los habitantes del poblado nada podían hacer para impedir aquella tala, así que se veían obligados a plantar constantemente nuevos árboles que pudieran sustituir a los que habían sido cortados. Durante generaciones aquella fue la vida de los plantadores de árboles. Los padres enseñaban a los hijos y éstos, desde muy pequeños, dedicaban cada rato de tiempo libre a plantar nuevos árboles. Cada familia era responsable de repoblar

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1. El pequeo bosque junto al marLlvate estos cuentos

CuentoCuentos con valores similares Billetes de Cielo La llegada inesperada CenicientaHaba una vez un pequeo poblado separado del mar y sus grandes acantilados por un bosque. Aquel bosque era la mejor defensa del pueblo contra las tormentas y las furias del mar, tan feroces en toda la comarca,que slo all era posible vivir. Pero el bosque estaba constantemente en peligro, pues un pequeo grupo de seres malvados acuda cada noche a talar algunos de aquellos fuertes rboles. Los habitantes del poblado nada podan hacer para impedir aquella tala,as que se vean obligados a plantar constantemente nuevos rboles que pudieran sustituir a los que haban sido cortados.Durante generaciones aquella fue la vida de los plantadores de rboles. Los padres enseaban a los hijos y stos, desde muy pequeos,dedicaban cada rato de tiempo libre a plantar nuevos rboles. Cada familia era responsable de repoblar una zona sealada desde tiempo inmemorial, y el fallo de una cualquiera de las familias hubiera llevado a la comunidad al desastre.Por supuesto, la gran mayora de los rboles plantados se echaba a perder por mil variadas razones,y slo un pequeo porcentaje llegaba a crecer totalmente, pero eran tantos y tantos los que plantaban que conseguan mantener el tamao de su bosque protector, a pesar de las grandes tormentas y de las crueles talas de los malvados.Pero entonces, ocurri una desgracia.Una de aquellas familias se extingui por falta de descendientes, y su zona del bosque comenz a perder ms rboles. No haba nada que hacer, la tragedia era inevitable,y en el pueblo se prepararon para emigrar despus de tantos siglos.Sin embargo, uno de los jvenes se neg a abandonar la aldea. No me marchar, dijo,si hace falta fundar una nueva familia que se haga cargo de esa zona, y yo mismo me dedicar a ella desde el primer da.Todos saban que nadie era capaz de mantener por s mismo una de aquellas zonas replantadas y, como el bosque tardara algn tiempo en despoblarse, aceptaron la propuesta del joven. Pero al hacerlo,aceptaron la revolucin ms grande jams vivida en el pueblo.Aquel joven, muy querido por todos, no tard en encontrar manos que lo ayudaran a replantar.Pero todas aquellas manos salan de otras zonas, y pronto la suya no fue la nica zona en la que haba necesidad de ms rboles. Aquellas nuevas zonas recibieron ayuda de otras familias y en poco tiempo ya nadie saba quin deba cuidar una zona u otra: simplemente, se dedicaban a plantar all donde hiciera falta. Pero haca falta en tantos sitios,que comenzaron a plantar incluso durante la noche, a pesar del miedo ancestral que sentan hacia los malvados podadores.Aquellas plantaciones nocturnas terminaron haciendo coincidir a cuidadores con exterminadores, pero slo para descubrir que aquellos terribles seres no eran ms que los asustados miembros de una tribu que se escondan en las labernticas cuevas de los acantilados durante el da,y acudan a la superficie durante la noche para obtener un poco de lea y comida con la que apenas sobrevivir. Y en cuanto alguno de estos seres conoca las bondades de vivir en un poblado en la superficie, y de tener agua y comida, y de saber plantar rboles,suplicaba ser aceptado en la aldea.Con cada nuevo nocturno, el poblado ganaba manos para plantar, y perda brazos para talar. Pronto,el pueblo se llen de agradecidos nocturnos que se mezclaban sin miedo entre las antiguas familias, hasta el punto de hacerse indinstinguibles. Y tanta era su influencia, que el bosque comenz a crecer. Da tras da, ao tras ao, de forma casi imperceptible,el bosque se haca ms y ms grande, aumentando la superficie que protega, hasta que finalmente las sucesivas generaciones de aquel pueblo pudieron vivir all donde quisieron, en cualquier lugar de la comarca. Y jams hubieran sabido que tiempo atrs, su origen estaba en un pequeo pueblo protegido por unos pocos rboles a punto de desaparecer.2. La ballena LolaLlvate estos cuentos

CuentoCuentos con valores similares Orejas mgicas para nios tmidos Una Navidad perfecta El traje nuevo del EmperadorLa ballena Lola era grande, muy grande, y solitaria, muy solitaria.Haca aos que no quera saber nada de nadie, y cada vez se le notaba ms tristona. En cuanto alguno trataba de acercarse y animarla, Lola le daba la espalda.Muchos pensaban que era la ballena ms desagradable del mundo y dejaron de hacerle caso, a pesar de que la vieja Turga,una tortuga marina de ms de cien aos, contaba que siempre fue una ballena buena y bondadosa. Un da, Dido, un joven delfn, escuch aquella historia,y decidi seguir a Lola secretamente. La descubri golpendose la boca contra las rocas, arriesgndose frente a las grandes olas en la costa y comiendo arena en el fondo del mar. Nadie lo saba, pero Lola tena un mal aliento terrible porque un pez haba quedado atrapado en su boca, y esto la avergonzaba tanto que no se atreva a hablar con nadie.Cuando Dido se dio cuenta de aquello, le ofreci su ayuda, pero Lola no quera apestarle con su mal aliento ni que nadie se enterara.- No quiero que piensen que tengo mal aliento -deca Lola.- Por eso llevas apartada de todos tanto tiempo? -respondi Dido, sin poder creerlo.- Pues ahora no piensan que tengas mal aliento; ahora piensan que eres desagradable, aburrida y desagradecida, y que odias a todos. Crees que es mejor as?Entonces Lola comprendi que su orgullo, su exagerada timidez, y el no dejarse ayudar,le haba creado un problema todava mayor. Arrepentida, pidi ayuda a Dido para deshacerse de los restos del pez, y volvi a hablar con todos.Pero tuvo que hacer un gran esfuerzo para ser aceptada de nuevo por sus amigos, y decidi que nunca ms dejara de pedir ayuda si de verdad la necesitaba, por muy mal que estuviese.3. El gran lo del pulpo-- un cuento dePedro Pablo Sacristn--AdvertisementBuscas una coleccin de cuentos cortos? Descarga elCuaderno de los Valoreso la appJakhu CuentosAdvertisementFicha del cuento8.7ValoresGratitud y valentaEnseanzaDos ideas; que la gratitud es una de las bases de la amistad, y que se puede vencer la timidez mediante las obrasAmbientacinEl marPersonajesUn pulpo, un pececillo y pez enormeOtros idiomasIngls

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leer comolibro ilustrado4. El gran lo del pulpoLlvate estos cuentos

CuentoCuentos con valores similares Adalina, el hada sin alas El valiente Manut El misterio de la moneda desaparecidaHaba una vez un pulpo tmido y silencioso, que casi siempre andaba solitario porque aunque quera tener muchos amigos, era un poco vergonzoso. Un da,el pulpo estaba tratando de atrapar una ostra muy escurridiza, y cuando quiso darse cuenta, se haba hecho un enorme lo con sus tentculos, y no poda moverse. Trat de librarse con todas sus fuerzas, pero fue imposible,as que tuvo que terminar pidiendo ayuda a los peces que pasaban, a pesar de la enorme vergenza que le daba que le vieran hecho un nudo.Muchos pasaron sin hacerle caso, excepto un pececillo muy gentil y simptico que se ofreci para ayudarle a deshacer todo aquel lo de tentculos y ventosas.El pulpo se sinti aliviadsimo cuando se pudo soltar, pero era tan tmido que no se atrevi a quedarse hablando con el pececillo para ser su amigo, as que simplemente le di las gracias y se alej de all rpidamente; y luego se pas toda la noche pensando que haba perdido una estupenda oportunidad de haberse hecho amigo de aquel pececillo tan amable.Un par de das despus,estaba el pulpo descansando entre unas rocas, cuando not que todos nadaban apresurados. Mir un poco ms lejos y vio un enorme pez que haba acudido a comer a aquella zona. Y ya iba corriendo a esconderse, cuando vio que el horrible pez estaba persiguiendo precisamente al pececillo que le haba ayudado!.El pececillo necesitaba ayuda urgente, pero el pez grande era tan peligroso que nadie se atreva a acercarse. Entonces el pulpo, recordando lo que el pececillo haba hecho por l, sinti que tena que ayudarle como fuera, y sin pensarlo ni un momento, se lanz como un rayo,se plant delante del gigantesco pez, y antes de que ste pudiera salir de su asombro, solt el chorro de tinta ms grande de su vida, agarr al pececillo, y corri a esconderse entre las rocas. Todo pas tan rpido,que el pez grande no tuvo tiempo de reaccionar, pero enseguida se recuper. Y ya se dispona a buscar al pulpo y al pez para zamprselos, cuando not un picor terrible en las agallas, primero, luego en las aletas, y finalmente en el resto del cuerpo: y result que era un pez artista que adoraba los colores, y la oscura tinta del pulpo le di una alergia terrible!!As que el pez gigante se larg de all envuelto en picores, y en cuanto se fue,todos lo peces acudieron a felicitar al pulpo por ser tan valiente. Entonces el pececillo les cont que l haba ayudado al pulpo unos das antes, pero que nunca haba conocido a nadie tan agradecido que llegara a hacer algo tan peligroso. Al oir esto,los dems peces del lugar descubrieron lo genial que era aquel pulpito tmido, y no haba habitante de aquellas rocas que no quisiera ser amigo de un pulpo tan valiente y agradecido.5. El gallo, el pato y las sirenas-- un cuento dePedro Pablo Sacristn--AdvertisementBuscas una coleccin de cuentos cortos? Descarga elCuaderno de los Valoreso la appJakhu CuentosAdvertisementFicha del cuento8.7ValoresVencer el miedo a la oscuridad. PerseveranciaEnseanzaEl miedo a la oscuridad no es miedo a nada real, y slo puede impedir descubrir otras cosas interesantesAmbientacinEl marPersonajesUn gallo, un pato y las sirenasOtros idiomasIngls

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leer comolibro ilustrado6. El gallo, el pato y las sirenasLlvate estos cuentos

CuentoCuentos con valores similares El joven artesano Mi pequeo mundo se ha roto El dulce terror de HalloweenUn gallo y un pato discutan tanto sobre si existan las sirenas, que decidieron averiguarlo yendo al fondo del mar.Bajaron viendo primero pececitos de colores, luego peces medianos y grandes, hasta que todo estaba oscuro y no vean nada. Entonces les entr un gran miedo y subieron.El gallo estaba aterrado y no quera volver, pero el pato le anim a seguir intentndolo, y para calmarle llev una gran linterna.Bajaron, y al llegar a la oscuridad,cuando estaban pasando ms miedo, encendieron la linterna y descubrieron que estaban totalmente rodeados de sirenas, que les podan ver en la oscuridad. Ellas les contaron que pensaban que no les queran,porque la otra vez se haban ido justo cuando les iban a invitar a una gran fiesta, y se alegraron muchsimo de volver a verles.Y gracias a su valenta y su perseverancia, el pollo y el pato fueron grandes amigos de las sirenas.7. Yito, el caballito de mar (para laobediencia)54 Votes

Haba una vez en el fondo del mar, una escuela donde acudan los caballitos de mar. En la clase haba un caballito que se llamaba Yito, era un caballito muyprotestn y desobediente: si la seorita mandaba colorear un dibujo, Yito no haca caso e intentaba irse al rincn con los juguetes. A la seorita Caballito de mar no le gustaba que fueran desobedientes porque deca:- Si no obedecis a la seorita no puede funcionar la clase y no aprenderis nada.Los dems caballitos eran muy obedientes y comprendan que en la escuela iban a aprender, que para aprender hay que esforzarse y, a veces, hacer cosas que no nos gustan, aunque otras veces es divertido. Adems, Yito siempre se quejaba de todo; un da la seorita mand hacer una tarea por grupos y Yito empez a protestar:- A m no me gusta y adems no me apetece.Lo dems caballitos de mar lo miraban sorprendidos, porque nunca haban contestado as a su seorita, a la que queran mucho.Todos estaban un poco hartos de que se negara a hacer cosas. Hasta con los caballitos protestaba y desobedeca. Cuando jugaban al Pollito ingls u otro juego (con normas) siempre deca que no lo conoca e incumpla las reglas del juego, por eso no queran jugar con l.Pero un da, sabis lo que le pas? Los caballitos estaban en el patio del recreo, como lleg la hora, la seorita Caballito de mar avis a todos los para volver a clase. Claro!, como Yito era muy desobediente, no hizo caso a lo que deca y sigui jugando como si nada. Pero despus se sinti solo y sali corriendo. Cuando estaba cerca de la puerta empezaron a salir los mayores de clase y, sin darse cuenta, pasaron por encima de Yito que se haba cado. Cuando la seorita se dio cuenta de que faltaba, sali a buscar a Yito y tuvieron que ponerle una escayola en la colita, por lo que estuvo varios das sin ir al colegio. Comprendi que le haba pasado por desobedecer a la seorita. As que poco a poco fue ms obediente y se sinti ms contento y feliz.