D110605 Lübeck. Sin ensalada, por favor

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70 SOCIEDAD DOMINGO, 5 DE JUNIO DE 2011 abc.es/sociedad ABC Ya son 19 muertos Las autoridades confirmaron ayer la muerte de una mujer de 80 años por el Síndrome Urémico Hemolítico. Con esta ya son 18 muertes en Alema- nia más un fallecido el martes en Suecia. RAMIRO VILLAPADIERNA ENVIADO ESPECIAL A LÜBECK Berlín Lübeck Hamburgo Hannover Frankfurt ALEMANIA R E P. Veto en tres países Qatar prohibió ayer temporal- mente la importación de pepino, tomate y lechuga de España y Alemania, siguiendo el ejemplo de Rusia y Líbano. Bacteria resistente Científicos chinos han encon- trado genes que hacen a la E. coli resistente a ocho tipos de antibióticos, cinco más de los que se anunciaron ayer. 1.836 infectados La OMS ha confirmado 1.733 casos de infectados en Alema- nia, 101 en el resto de Europa y 2 en EE.UU. Todos, excepto uno, estuvieron en Alemania. El «Sótano de las Patatas» de Lübeck, posible origen de la infección B «Almería desmonta el bulo del pepino», en Los Domingos de ABC B B La epidemia sigue creciendo B N aturalmente que esta- mos sirviendo ensala- das», exclama el due- ño del presumido foco infeccioso del brote más mortífero que recuerda Europa. A dos manza- nas de la casa del premio Nobel Gün- ter Grass, en la pequeña isla que acan- tona a la ciudad vieja, Joachim Berger intenta proteger la reputación de su señero local como los canales y mura- llas defendieron secularmente a Lü- beck de los asaltos suecos y rusos. Si su tradicional local de ladrillo hanseático, el Kartoffelkeller (Sóta- no de las Patatas), es el foco de la in- fección de la E.coli que ha contagiado a 2.500 y matado a 19 personas, la mu- tación bacteriológica eligió un sitio de bueno tono; y donde todo turista querría foto con la cerveza, el asado y la ensalada de pepino y patata, los productos de esta región de Schleswig-Holstein de la que es fama que nadie es capaz de recordar su compleja historia. La ensalada en esta región normal- mente no se pide, sino que es guarni- ción obligada. Pero en este soleado mediodía báltico, a la pregunta auto- mática de Christa, la rubia camarera, de «¿le traigo la ensalada con el asa- do?», la respuesta se atraganta. No se quiere ser ni descortés ni histérico, pero la salida es por la tangente: «Con una cerveza está bien»; y es que el fer- mento aquí, más que una bebida, es un acompañamiento vegetal en sí. El apurado jefe de cocina Frank Mi- chel se dice conmovido por los enfer- mos de su local, saberlo «ha sido como un hachazo»; pero insiste en que las sospechas «no tienen ningún sentido», ha realizado todas las pruebas por su cuenta y riesgo, «por mi propio interés y ayer me han examinado los del Koch y no han hallado nada». El puerto han- seático, en las bocas del río Trave, se en- cuentra a 60 kms. del epicentro de la in- fección, en Hamburgo. Los epidemiólo- gos del Instituto Robert Koch han pasa- do muchas horas en los últimos días en su local y han exigido de todos los empleados pruebas fecales. Los empleados, sanos El gastrónomo Berger y su mujer con- firman que sus productos «nos los su- ministran directamente del mercado central de Hamburgo». La pista que llevó al local surgió al comprobar que 17 personas que comieron allí entre el 12 y el 14 de mayo resultaron infec- tadas. Entre ellos un grupo de la veci- na comarca danesa, un grupo sindi- cal de mujeres y una familia; de ellos un niño peligra y, del grupo de muje- res, una falleció y dos están graves. Muchos de ellos no sólo habían con- traído la E. coli, sino que habían desa- rrollado el peligroso Síndrome Uré- mico Hemolítico (SUH). Berger insiste en que «estuvieron varios días y sólo un día comieron aquí», en concreto un corte de carne con ensalada; en cambio, «ninguno de mis empleados tiene nada, ni un caso de diarrea», que es el primer sín- toma de esta virulenta variante de la bacteria. El microbiólogo de la Clíni- ca Universitaria de Lübeck, Werner Solbach, asegura en la radio que «el restaurante no tiene ninguna culpa», aunque la línea de suministro sí «po- dría dar la pista decisiva sobre cómo comenzó a difundirse el brote». Otra posible pista ha sido la fiesta de aniversario del Puerto de Hambur- go, en la primera semana de mayo, pero ha sido descartada por el Koch porque, amén de que tales números de personas pueden comer el día an- tes o después en lugares muy dispa- res, el perfil del brote no sugiere un gran grupo común. El higiniesta berlinés del hopistal Vivantes, Klaus Dieter Zastrow, lla- ma a considerar un contagio delibera- do por un conspirador perturbado, pese a que no haya nota reinvindicati- va; el Koch (RKI) y el Instituto Ale- mán de Evaluación de Riesgos (BfR) prosiguen cruzando trayectos de pro- ductos y enfermos a fin de dar con el origen. El comisario europeo de Sa- lud, John Dalli, ha citado también este restaurante de Lübeck, anun- ciando el envío de expertos para ayu- dar a «analizar los resultados y acele- rar la identificación del foco». Pero la confusión crece, con críticas recíprocas de inacción entre investiga- dores de La Charité de Berlín y el Insti- tuto Koch, y a la política informativa del gobierno, por parte de la oposición de Socialdemócratas y Verdes. El rastro de la bacteria E. coli lleva a un restaurante de la báltica Lübeck donde hubo 17 afectados. El dueño defiende sus productos, pero los clientes recelan «Sin ensalada, por favor» Tras la pista de la E. coli El propietario del local investigado asegura que los productos se los traen «directamente del mercado central de Hamburgo»

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TraslapistadelaE.coli Elpropietariodellocal investigadoaseguraquelos productosselostraen «directamentedelmercado centraldeHamburgo» B B B B RAMIROVILLAPADIERNA ENVIADOESPECIAL ALÜBECK Lasautoridadesconfirmaron ayerlamuertedeunamujer de80añosporelSíndrome UrémicoHemolítico.Conesta yason18muertesenAlema- niamásunfallecidoelmartes enSuecia. «Almeríadesmontaelbulodel pepino»,enLosDomingosdeABC El«SótanodelasPatatas»deLübeck,posibleorigendelainfección Lübeck Hamburgo Hannover .

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70 SOCIEDADDOMINGO, 5 DE JUNIO DE 2011

abc.es/sociedadABC

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Ya son 19muertosLas autoridades confirmaronayer la muerte de unamujerde 80 años por el SíndromeUrémico Hemolítico. Con estaya son 18 muertes en Alema-nia más un fallecido el martesen Suecia.

RAMIRO VILLAPADIERNAENVIADO ESPECIALA LÜBECK

Berlín

Lübeck

Hamburgo

Hannover

Frankfurt

ALEMANIA

REP.

Veto en tres paísesQatar prohibió ayer temporal-mente la importación depepino, tomate y lechuga deEspaña y Alemania, siguiendoel ejemplo de Rusia y Líbano.

Bacteria resistenteCientíficos chinos han encon-trado genes que hacen a la E.coli resistente a ocho tipos deantibióticos, cinco más de losque se anunciaron ayer.

1.836 infectadosLa OMS ha confirmado 1.733casos de infectados en Alema-nia, 101 en el resto de Europay 2 en EE.UU. Todos, exceptouno, estuvieron en Alemania.

El «Sótano de las Patatas» de Lübeck, posible origen de la infección

B

«Almería desmonta el bulo delpepino», en Los Domingos de ABC

B

B

La epidemiasigue creciendo

B

Naturalmenteque esta-mos sirviendo ensala-das», exclama el due-ño del presumidofoco infeccioso delbrote más mortífero

que recuerda Europa. A dos manza-nas de la casa del premio Nobel Gün-terGrass, en lapequeña isla queacan-tonaa la ciudadvieja, JoachimBergerintenta proteger la reputación de suseñero local como los canalesymura-llas defendieron secularmente a Lü-beck de los asaltos suecos y rusos.

Si su tradicional local de ladrillohanseático, el Kartoffelkeller (Sóta-no de las Patatas), es el foco de la in-fecciónde la E.coli que ha contagiadoa2.500ymatadoa 19personas, lamu-tación bacteriológica eligió un sitiode bueno tono; y donde todo turistaquerría foto con la cerveza, el asado yla ensalada de pepino y patata, losproductos de esta región deSchleswig-Holstein de la que es famaque nadie es capaz de recordar sucompleja historia.

Laensalada enesta regiónnormal-mente no se pide, sino que es guarni-ción obligada. Pero en este soleadomediodía báltico, a la pregunta auto-mática de Christa, la rubia camarera,de «¿le traigo la ensalada con el asa-do?», la respuesta se atraganta. No sequiere ser ni descortés ni histérico,pero la salida espor la tangente: «Conunacerveza estábien»; y esque el fer-mento aquí, más que una bebida, esun acompañamiento vegetal en sí.

El apurado jefe de cocina FrankMi-chel se dice conmovido por los enfer-mosde su local, saberlo «ha sido comoun hachazo»; pero insiste en que lassospechas«no tienenningúnsentido»,ha realizado todas las pruebas por sucuenta y riesgo, «pormipropio interésy ayermehan examinado los del Kochynohanhalladonada». El puertohan-seático,enlasbocasdelríoTrave,seen-

cuentraa60kms.delepicentrodela in-fección,enHamburgo.Losepidemiólo-gosdelInstitutoRobertKochhanpasa-do muchas horas en los últimos díasen su local y han exigido de todos losempleados pruebas fecales.

Los empleados, sanosElgastrónomoBergery sumujer con-firmanque susproductos«nos lossu-ministran directamente delmercadocentral de Hamburgo». La pista quellevóal local surgió al comprobarque17 personas que comieron allí entreel 12 y el 14 demayo resultaron infec-tadas. Entre ellos un grupo de la veci-na comarca danesa, un grupo sindi-cal de mujeres y una familia; de ellosun niño peligra y, del grupo de muje-res, una falleció y dos están graves.Muchos de ellos no sólo habían con-traído laE. coli, sinoquehabíandesa-rrollado el peligroso Síndrome Uré-mico Hemolítico (SUH).

Berger insiste en que «estuvieronvarios días y sólo un día comieronaquí», en concreto un corte de carnecon ensalada; en cambio, «ningunode mis empleados tiene nada, ni uncasodediarrea», que es el primer sín-toma de esta virulenta variante de la

bacteria. El microbiólogo de la Clíni-ca Universitaria de Lübeck, WernerSolbach, asegura en la radio que «elrestaurante no tiene ninguna culpa»,aunque la línea de suministro sí «po-dría dar la pista decisiva sobre cómocomenzó a difundirse el brote».

Otra posible pista ha sido la fiestadeaniversariodelPuertodeHambur-go, en la primera semana de mayo,pero ha sido descartada por el Kochporque, amén de que tales númerosde personas pueden comer el día an-tes o después en lugares muy dispa-res, el perfil del brote no sugiere ungran grupo común.

El higiniesta berlinés del hopistalVivantes, Klaus Dieter Zastrow, lla-maaconsideraruncontagiodelibera-do por un conspirador perturbado,peseaquenohayanota reinvindicati-va; el Koch (RKI) y el Instituto Ale-mán de Evaluación de Riesgos (BfR)prosiguencruzando trayectosdepro-ductos y enfermos a fin de dar con elorigen. El comisario europeo de Sa-lud, John Dalli, ha citado tambiéneste restaurante de Lübeck, anun-ciando el envío de expertos para ayu-dar a«analizar los resultados y acele-rar la identificación del foco».

Pero la confusión crece, concríticasrecíprocasde inacciónentre investiga-doresdeLaCharitédeBerlín y el Insti-tuto Koch, y a la política informativadel gobierno, por parte de la oposiciónde Socialdemócratas yVerdes.

El rastro de la bacteria E. coli lleva a unrestaurante de la báltica Lübeck dondehubo 17 afectados. El dueño defiendesus productos, pero los clientes recelan

«Sin ensalada,por favor»

Tras la pista de la E. coliEl propietario del localinvestigado asegura que losproductos se los traen«directamente del mercadocentral de Hamburgo»