De Amor y Desamor

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DE AMOR Y DESAMOR por Isabel Wagemann M ARGARITAS Me quiere mucho, poquito, nada. La puta margarita deshojada mil veces. Porque aunque me o no me quieras, soy yo la que se trasquila el pubis en esta noche negra. Porque aunque quieres y sé que no me quieres y sé que no te quiero, me aferro a esta flor donde te arr deseo y me arrancaste las ganas. D EMOLICIÓN Construí nuestra casa con tela y alfileres. hora se desarma y me pincha. Como el amor. deseo. !ace tiempo que perdí el acerico y no sé d"nde guardarlos cuando los veo caer. #i escaleras, los pelda$os se descosen, y los alfileres se clavan en la planta de mis pies, dedos. % mi casa, el amor y el deseo, sangran. E L ABRAZO Cierras los ojos, amor, pones tu mano en mi cintura y la enredas en la tren&a que he tej 's m(s larga que lo acostumbrado y es roji&a) la he hecho con hojas de &ar&a en oto$o. ' espinas. Cierro los ojos, amor, y me apoyo en tu pecho y olisqueo, como un animal recién sus cachorros. Pero tu olor ya no est(, no hay rastro de ti. #"lo quedan tus manos ara$a hilos de mi tren&a, y de mí, una ruma de hojas secas. Cerr(s los ojos, pones tu mano sobre mis hombros y la enredas en la especie de tren&a qu para vos. #er( m(s larga que lo acostumbrado y m(s negra de lo normal) la he hecho con &ar&a en llamas. un tiene espinas. Cierro los ojos y te acerco a mi pecho mientras ol un animal recién parido a sus cachorros. Pero tu olor ya no est(, ya no hay rastro de v quedan tus manos ara$adas por los hilos de mi tren&a, y de mí, una ruma de hojas quemada L A JAULA 'n el espacio oscuro de la cama, se aman. #"lo ahí ella tiene esa certe&a. Me ama. Lo am puede llamarse de otra manera. Pero en cuanto recupera el sujetador y las bragas de ent nas y él se pone el reloj en la mu$eca, es otra cosa. #"lo en la cama saben nombrarse. palabras se les vuelven p(jaros. P IE Labrar espacio en el mundo. !ori&ontal. -errario. La lu& se enguanta a los cuerpos que p seer. Camisa. Pantal"n. rma percutida. rrojar al río. hora sí logro sentirme. 'scucho resplandor. esplandor o cuerpo, podré elegir y abdicar. *o hablaré para mí. *o lan&aré bras en mi contra. !ablar para las palabras, y su decadencia. 'strujar tierra con mano carse en posici"n para sentir tierra fresca en mano, codo, anudar, mirar hacia los vérti sobre la grama. nudar codo al hombro, doble nudo de palabras tiesas bajo el sol. 'n los del río las piedras se lavan. Los cad(veres de las vacas podrían pasar flotando, que yo

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Poesia

Transcript of De Amor y Desamor

DE AMOR Y DESAMOR por Isabel Wagemann

MARGARITAS

Me quiere mucho, poquito, nada. La puta margarita deshojada mil veces. Porque aunque me quieras o no me quieras, soy yo la que se trasquila el pubis en esta noche negra. Porque aunque s que me quieres y s que no me quieres y s que no te quiero, me aferro a esta flor donde te arranqu el deseo y me arrancaste las ganas.

DEMOLICIN Constru nuestra casa con tela y alfileres. Ahora se desarma y me pincha. Como el amor. Como el deseo. Hace tiempo que perd el acerico y no s dnde guardarlos cuando los veo caer. Si subo las escaleras, los peldaos se descosen, y los alfileres se clavan en la planta de mis pies, entre los dedos. Y mi casa, el amor y el deseo, sangran.

EL ABRAZO Cierras los ojos, amor, pones tu mano en mi cintura y la enredas en la trenza que he tejido para ti. Es ms larga que lo acostumbrado y es rojiza: la he hecho con hojas de zarza en otoo. Est llena de espinas. Cierro los ojos, amor, y me apoyo en tu pecho y olisqueo, como un animal recin parido a sus cachorros. Pero tu olor ya no est, no hay rastro de ti. Slo quedan tus manos araadas por los hilos de mi trenza, y de m, una ruma de hojas secas.

Cerrs los ojos, pones tu mano sobre mis hombros y la enredas en la especie de trenza que he tejido para vos. Ser ms larga que lo acostumbrado y ms negra de lo normal: la he hecho con hojas de zarza en llamas. Aun tiene espinas. Cierro los ojos y te acerco a mi pecho mientras olisqueo, como un animal recin parido a sus cachorros. Pero tu olor ya no est, ya no hay rastro de vos. Slo quedan tus manos araadas por los hilos de mi trenza, y de m, una ruma de hojas quemadas.

LA JAULA En el espacio oscuro de la cama, se aman. Slo ah ella tiene esa certeza. Me ama. Lo amo. No puede llamarse de otra manera. Pero en cuanto recupera el sujetador y las bragas de entre las sba-nas y l se pone el reloj en la mueca, es otra cosa. Slo en la cama saben nombrarse. Fuera, las palabras se les vuelven pjaros.

PIE Labrar espacio en el mundo. Horizontal. Terrario. La luz se enguanta a los cuerpos que puedo po-seer. Camisa. Pantaln. Arma percutida. Arrojar al ro. Ahora s logro sentirme. Escucho. Me palpo resplandor. Resplandor o cuerpo, podr elegir y abdicar. No hablar para m. No lanzar mis pala-bras en mi contra. Hablar para las palabras, y su decadencia. Estrujar tierra con mano fresca. Colo-carse en posicin para sentir tierra fresca en mano, codo, anudar, mirar hacia los vrtices del cuerpo sobre la grama. Anudar codo al hombro, doble nudo de palabras tiesas bajo el sol. En los mrgenes del ro las piedras se lavan. Los cadveres de las vacas podran pasar flotando, que yo los confundi-ra con leos. Las sales del sol baan mi cuerpo. Caen sobre el ro. Mi sombra, apenas declive sobre la tierra. El ro saldr al mar en un tiempo que desconozco. Desde hace cunto ya que he estado as sobre este sitio? Si elevo la mano para tocar el cielo, mi pie se elevar al mismo tiempo? Pisar lo que toco, brisa. Brisa, me escucho. Las espaldas hacia la tierra. Ahora s. Ahora s me siento sentido por la hierba. Me distribuyo en ecos y resonancias que se enroscan dentro de las hojas secas. Me siento escuchado por el ro. Los cadveres de las vacas no saben que no estoy en la desembocadura del mar. Las hojas en los tentculos, verdsimos, de los pocos rboles, me aplauden. Yo he contado todas las hojas sin moverme. Yo he contado ya. Pienso en los leos cadavricos y no me siento na-vegar. Los muones que soy estn rojos. Me palpo estambre. Estambre o piedra lavada, semillero de granos muertos, podr elegir. No me siento navegar. La tierra est negra y fresca, como si descono-ciese los hechos de las matanzas. Como si la hierba templase el aire. Como si yo templase la hierba, puedo sentirlo? Como si el aire me templase a m. Las rodillas flexionndose, elevndose sobre la grama. Las plantas del pie hidratndose con el verdil del terrario. No he estado aqu yo antes? Como estremecindome sobre nieve? Silencioso, como el ro congelado. Eterno como el hielo. No ha aparecido nadie para avisarme que las aguas ya estaban corriendo. Entonces no se me anunci que el sensorio ya no estaba congelado? Que me percibiran desde millones de puntos, estmulos, millones de flechas. Las matanzas terminaron. Mi camisa est abierta sobre mi pecho. Mis pantalo-nes estn abiertos bajo mi camisa. La humedad de la hierba penetra en mi boca cerrada contra pre-sin, como si forzase mi vlvula. Ahora s me siento embolsado, recuperable, despus de todo. Me palpo camisa desbotonada, el ro ronco de agua. Me hallo los ojos grvidos, como las races que estoy siendo. Me ofrezco a mis ojos. Me someto a la responsabilidad del sol. En el ro algunas pie-dras emergen como lamparones negros. No emergen. No han llegado. No se han ido. No se han mo-vido. Yo nunca me he ido. No estar aqu despus? Las rodillas no se movern, arrastrando mis pies para hacerme sentir descalzo? La luz llega hasta mi cuerpo. Mi cuerpo me reclama a m, como si l fuese una ventosa que teme descarnarse. No hablar para m. No me sentir para m. Lanzar para las palabras, y su decadencia. Nadie vino a avisarme que las armas deban lanzarse hacia el agua? Me palpo camisa sobre hierba, pantaln, terrario, el ro ronco. Me escucho sentirme. Resplan-dor o cuerpo, los brazos, poco a poco, desmaderados. Los tejidos, tendidos. Poco a poco.

BUSCADOR Este espacio imposible, inmodificado, digestivo, seguramente aqu no te pueda hallar. No te puedo encerrar en mis jaulas. Busco, por ejemplo, un detalle, nuevo, que revele que me visitaste, nmeros, o signos, pequeas barbaridades que muevo en m, alta marea, segn me fue dicho. Ojos, y sus co-berturas, indicando dnde ver, qu ver, cmo ver, pero yo, segn me explicaste, no sirvo para esos hallazgos, premios consuelo. Convendran descripciones detalladas? O brochazos, inexpertos, mo-saicos. Seguramente aqu no te pueden hallar ni los que nunca te buscaron. No correspondo, slo condiciono. No te puedo liberar en mis llanos, si esto es llano, y poco perturbado, secuencias de visitantes, espacio corto, alguna visita, la tuya, me llam la atencin. No reapareciste. Estoy de acuerdo en que lo verdadero nunca reaparece, slo cuando ya no puede ser, llega un halo, parecido, apenas ntido, no, se equivocan, brutalmente. Las repeticiones siempre se equivocan. Pero yo, espacio imposible, inmodificado, planilla fija, yo, arma ciega, en un can esttico, montado en un nico pozo, artesiano, yo, cmo decirte, cmo conseguirte, cmo verificar que yo te contino. Algn comentario, quiz? Pausa. Nuevo visitante, venido de no se sabe dnde, para no se sabe qu, con seguridad fruto de un buscador, no se sabe cul. Alguien annimo, violento. Y el anonimato, acto aplastante, continuacin de aqu, es decir. Dibujos, diseos, formatos, formaciones, lo de siempre, hermano alguien. No hay sitios desconocidos. Ya no. Se agot la ignorancia, pasemos a los nombres, que son sus fragmentos, ms o menos camuflados, sobras de las cenas canbales a la realidad. Recuerdo el recuerdo, sin nada que lo tiese, pinchazos cedidos a las palabras, all ests?, aparecs? Ya aparecs?, nmero, conteo, service provider, este espacio, digestivo. Recuerdo el da en que naci el recuerdo como mi ltimo da en libertad. Hubo celebraciones? No condiciono, slo te correspondo. Qu te gustara? Una ancdota, algo? Un episodio, crnica, fresco monumental, un cuadro sinptico de un hecho menos violento que nosotros, derramndose de vida? Se nos derrama sobre nuestras cabezas, voy avisando, para que quienes estn debajo de m se aparten y no se chorreen. Antiguos libertos. La libertad no me perfecciona, arma ciega, can, unidad con pozo propio, encaonado hacia el cielo, pequeas barbaridades que cubro, segn me fue dicho, service provider. Y el lugar en que nac, pequeo amor, ya estaba ametrallado. Pequeo amor conceptual. No tengo neutralidad. La neutralidad es, por lo menos, imposible. Como este espacio, nmero, conteo, flucto, pero por motivos distintos, menos posibles, o menos serios. Alguna brutalidad entreveo desde ac. Te gustara una ancdota?, no s, algo. Algo para ver, quiz? Un hombre surcando el vaco pico? Un hombre en las sombras, concebido en un rapto, ncleo del milln de hombres, detrs de millones de raptos? Un fresco familiar? Burbujas, bestialidades, consumicin, cenizas. Velo, ventralmente. No te puedo encerrar en mis aparatos. Prximas visitas, state counter. No te puedo olvidar, eras ms que una impotencia aplastante, eras blanca, algn comentario, quiz?, aunque reas como negras. No existe ignorancia suficiente para describirte. No te puedo olvidar, si en algo estamos de acuerdo. Sabas que las palabras te podan arrollar, que te atropellara, y me visitaste, igual. De to-das maneras. En cada versin posible, modificadas todas las variables, presentes quienes te arrancaran como un rbol mal podado de raz, me visitaste igual.

Vincent (El torturador, 2005)

Me ciegan tus solesy tus lcidos amarillos.Me pausan el almalas comas de este nadie.Toco bajo el vendajede tus leosesos ausentes recovecosque hiciste smbolo de tu dolor.Demasiado pes tu cruz, hombre,y s que tres veces casteantes de amputarte entero.An te observamos cabizbajos,yo y tus girasoles tristes.

Cuadro y poema Lola Lugo

Cuestiono las palabrascomo si fueran enigmas.

Una vezlas sent sarcfagosen un museo de momias.Y dej por un tiempo la poesacuando me di cuentaqueal escribirretena el aire.

EL TNEL

Adormecida por el humo de los cochesY deslumbrada por sus faros,Me he quedado aqu aferrada a una pared de sudor.Mis ojos viajan por las esferas celestesY me dejo acariciar con su msica divina como un perro dormido.Atrs he dejado mi rostro de mujer,Porque soy la tenebrosa sombra que proyectan las luces amarillas del tnel.Amarillo celofn, amarillo de luz pintada.Envuelta estoy en amarillo como una flor a punto de marchitarse.Me ahogo en este submundo de cloacas, ratas y aceite de coche.El largo silencio que conduce al amanecer de los motores.Soy una indigente que pide con un vaso de plstico en la manoEntre coches que me serpentean y me evitan como a una leprosa.Soy la mujer de la luz amarilla, vestida de agua y celofnEntre las galeras de humo y los espejos retrovisores.Soy la mujer que acecha en el tnel.

en son de pazNo me gustan las palomas. No s quin decidi que eran animales pacficos. Las he visto luchar a muerte por una miga de pan seco y hasta atacar a una cra de gato. Rete t de los gallos de pelea. Las aves son raras. Otra cosa son los pjaros.Una vez apareci una paloma en la ventana del que era mi cuarto. Mi cuarto daba a un patio de luces donde slo entraba el sol por las tardes, oblicuo. Ese da haba quedado para comer con un amigo. La mesa lista, su tarta de cumpleaos decorada con fresas. No recuerdo si pasadas las tres lo llam para comprobar que estaba vivo o si simplemente di por hecho que ya no vendra. Lo que s recuerdo es haber entrado en mi cuarto en busca de un libro para calzar mi decepcin. Y all estaba, una paloma de tenaz inexpresividad como otra cualquiera de su especie.Yo, entonces, todava buscaba seales. Su mirada siniestra de esfinge cur de algn modo mi tristeza. Busqu mi mejor cmara, la Voigtlnder Bessamatic, y le hice una foto. Todava estuvimos un rato mirndonos, hasta que se hizo tarde y el patio de luces empez a llenarse de cocinas iluminadas y voces que llamaban para la cena.

Poema Hombrepez, fotografa Parkeharrison

A veces los ciclos se cierran confusosy soy un locoque grita por las calles o espanta mariposas.

Un filo de navaja que exige sacrificios.

Soy viajero eterno entre ruinas y erialesy abismosy grutas.

Entonces cobijo mis fugasen la curva de tu vientre.

En la equis de tu sexo:ecuacin de asombrosque tiende al infinito.

Entoncesme salvo.

Cuadro y poema Lola Lugo

La luna ajadaes el pulso de la noche,

y las estrellas con sus trajesdeshilachadosparecen mendigosrecorriendo el cielo.

Pero no hay limosnaque pediren la soledad de las montaas.

..Hace tiemposaba de la eternidad,sin medirni calcular nada.

Slo con mi vestido de piquy mis sandaliascon alas.

(Eso crea a los cinco aos)

Que poda correrms que las nubesy las palomas.

Si Dios no quiere, el santo no puede. Hoy no me siento muy inspirado. Como un ave con calambre en las alas, har lo que pueda.EXVOTOLas chicas entre las flores, tienen los ojos dulces, comolas almendras azucaradas de la Confitera cerca a la esquina,y usan moos de seda que les liban los glteosen un aleteo de mariposa.

Las chicas entre las flores, se pasean tomadas de losbrazos, para transmitirse sus estremecimientos, ysi alguien las mira en las pupilas, aprietan laspiernas, de miedo de que el sexo se les caiga en lavereda.

Al atardecer, todas ellas cuelgan sus pechos sinmadurar del ramaje de hierro de los balcones, paraque sus vestidos se empurpuren al sentirlas desnudas,y de noche, al remolque de sus mams -empavesadascomo fragatas- van a pasearse por la plaza, paraque los hombres les eyaculen palabras alodo y sus pezones fosforescentes, se enciendany se apaguen como lucirnagas.

Las chicas entre las flores, viven en la angustia deque sus glteos se pudran, como manzanas quese han dejado pasar, y el deseo de los hombres lassofoca tanto, que a veces quisieran desembarazarsede l como un cors, ya que no tienen elcoraje de cortarse el cuerpo a pedacitos yarrojrselo, a todos los que le pasan la vereda.LA DEL SEXO PREHENSILYo siempre he tenido una obsesin por la prostitucin.Ms all de las causas que orillan a las mujeres a desempear este noble oficio creo que hay algo ritual tras el acto.Prepararse para recibir el falo de alguno que quin sabe en qu tantos huecos lo ha metido, porque si ellos dicen que hay vaginas infectas pues tambin hay falos putrefactos, s, prepararse para chupar o masajear una pinga no es muy fcil y luego soportar que quienes traen colgando el miembro salgan con su enamoramiento y su papel de hroes ofreciendo salvacin a estas descarriadas, eso s es el colmo; querer luchar contra lo ms profundo y sincero que tiene la mujer. Ser puta.Las putas, mientras no vomiten vida, son para m dignas de respeto y me pongo por predisposicinnatural de su lado.Ay las esposas!, las mrtires, las madres, cabronas! Si babean por acostarse con el que la tenga ms grande y al que se le pare mejor qu no ven que para lo nico que sirven los engendros es para chingarle ms a una la vida? Y peor an por qu se la chingan ustedes a ellos? .En cuanto a las que se preocupan por el tamao del galardn, no pierdan el tiempo hombre, por detrs o por delante, chica o grande, la gracia de la vara no debe robarles distraccin,lo que importa es la elocuencia con la que la embistan a una.

Lectoras de estas lneas testimoniales y confesas: No teman lastimar los sentimientos de algn cabrn, chpensela y que se las meta. Lo dems son cuentos.Una hermosa muerteUna muerte lenta ataco el poema que te recite, aflojaste mi reloj, la camisa negra de terciopelo poco a poco se fue al vaco, un poco de herona penetro el campo de tu piel tensa, pegaste un grito de loca, tomaste un cuchillo y un lapicero negro; la radio sonaba al comps de Chuck Berry, yo recitaba el poema y tu drogada con el lapicero negro la fiesta apenas comenzaba, yo feliz con mi viejo acompaante eljack Daniels, gritando y moviendo los pies como tin tan; fijo la garganta y la atraves lentamente como un trozo de pan, el cuerpo cayo como unroble talado la sangre brotando como una regadera patas arriba , llegue corriendo muy lento, ya que el efecto de mi amigo me haba echo perder total mente la direccin del camino, un charco espeso un lapicero negro y una muerte, en la mano sostena una carta, con unas palabras!vivir en mi corazn soar mi muerte amar mi carta y leer un poema para mi .Hugo enrique de la rosa (el mama)

lee y vomita

Deseos de sangre(Solo un momento)

Solo quiero ver una vez ms tu dulzuraTu encanto tras las sombrasTus manos tras las sobras de lo que fue la nocheLimpiando con tu lengua lo que pudo caer en mi piel

Lo que no pudo permanecer en el calor de tu vientreY es expulsado, miles de almas, miles de vidas se van al caoSolo muerte y engao fuimos mientras nos revolcamosMientras estupidamente mentas sin saberlo

El mapa de tus lunares seala calidos y detestables lugares de naufragiosOcultos por ropajes que caen dispuestos a mostrar tus fatdicos encantosLlenos de penetrante olor tan dulce que asquea, que provoca muerteUna vez ms llname de tu sangre, una vez ms prepara tu cuerpo para mi pual

Ven, Llname de tus farsantes quejidos, de tus actuadas convulsionesDe tus traidoras lagrimas, minteme otra vez mientras te miro venirMientras me siento dentro, mientras mi cuerpo tiembla al finalSolo ven y djame lamer tu sangre hasta mojarte

Hasta que mi lengua se desprenda y caiga al sueloDjame morder tus dedos, tragarme tus pasosMojar tus muslos con lgrimas que dan dolor y vidaSolo djame destrozarte mientras me trago tu carne

Mil fragmentos de ti esparcir por mi desnudo cuerpoHasta que te pudras me vestir de tiHasta que el olor del sexo se convierta en pestilenciaEntonces vomitare en ti, asqueadamente excitadoMalditamente maldita.

Y dejare que dances en tu podrida existenciaMe reir de ti, de tus fracasos, de ver que no eres nadaDe saber que por ti sufr,de saber que perdiste mi ciega obedienciaSe ha ido tu poder, y yo sin ti, soy impunemente heroicoForjando sueos que no podrn serDeseos en los que te har caer una y otra vezPara poder saciarme de ti, solo por un momentoLa eternidad ya no importa, ya no esta en mis ojos

Ya junto a ti solo espero tu temblorNada ms impulsa mi dulce caricia que un fuerte deseo de sangreSolo por un momento, tras el dolor, te har cerrar los ojosPara mirar mi viciosa obscuridad, lo que ahora veo yo

Solo un lamento, solo un quejidoSolo un jadeo se perder en tu garganta mientras te asfixioMientras entro rozando tu lengua y preguntando, solo afirmas con la cabezaTu excitante perdicin que me llama, que me yerguepoco a poco tan alto, tan duro

Tu tibia boca solo me preparaLevanta mi estandarte con el que reclamare tus tierrasHundindolo profundo, hundindolo tan adentro, hasta orte gemir,detestablemente una y otra vezHasta que comprendas que nadie ms busca tanto tu perversin por amor

Nadie buscara ms all de tu cuerpoNadie observara profundo en tu interior, ni descifrara tus problemasNadie querr saborearte completaPues a nadie le interesa tu desequilibrio puro, ms que a mi.

Tu sangre llama a mi obscuridadMi obscuridad espera la noche para teirla con tu sangre

-El YunKe-

El olvido para tiHoy recuerdo mis viejos botes de pintura,Hoy recuerdo mi porro de ayer,Hoy recuerdo a mi perro fiel y a mi mujer infiel,Hoy record una vez mas que tenia bigote, que era calvo y estrbico ;Record esos gemidos perturbadores y excitantesesa melena encantadora; fiel a los 60 como siempre, ese lunar en el pecho derecho,hoy el recuerdo es una historia fra como tus besos y tarda como el regreso.

Hugo enrique lee y vomitaDe MIHoy recuerdo mis viejos botes de pintura,Hoy recuerdo mi porro de ayer,Hoy recuerdo a mi perro fiel y a mi chica llorando antes de partir,Hoy record una vez ms que tenia los ojos crema, que era rubia y hablaba francs;Record esos gemidos perturbadores y excitantesesa melena encantadora; fiel a los 60 como siempre con un aire rococo, ese lunar en el pecho derecho, tu sonrisa perfecta, tu aliento inmaculadohoy recuerdo ser un ente incompleto, perdido en un sueo, desde que decidiste no despertar nunca mashoy el recuerdo es una historia fra como tus besos y tarda como el regreso.

soledad con compaia, o soledad vacia?lee y vomita

hoy aun no termine de ver que color tiene el dolor,hoy no termine de velar mis insignificantes sueos que caen a los suelos,hoy tus incesantes ojos ya no podrn motivarme,hoy prob el suave alivio que se siente cuando todo esta mal y de repente todo esta bien de nuevo,ya no te percibo y ya no me percibes, ya no somos dos ahora solo somos uno. uno en cada quien,cada quien con su vida y mira que era mejor cuando no tenia vida propia,hoy la melancola ya paso, ahora solo te recuerdo con tristezayo no he encontrado lo que dicen que te pusieron que por lo cual eras especial ya no tienes el brillo que tenias y ya no hablas ni vistes, ni comes, ni duermes tan bien como antes lo hacas,hoy tu brillo desapareci de mis ojos eres mas opaco que las dems personas,

pude ver en tus ojos cansados y en tu sonrisa un vaci tremendo que ni con un ejercito de payasos lograre consolar,las ganas que antes me dabas para escribir ahora las interpreto como la chispa que hace estallar esa gran bomba, hoy solo te puedo decir que para escribir cosas tristes estas tu, aun sigues aqu jodiendo con tu presencia que ya no quiero tener pero que me haces recordarte por que quiz esa tristeza es solo melancola que no se logro superar por que hay una falta de valor,esa melancola que me dola termino en un vaso lleno de veneno que consegu aquel dia con un seor apodado cantinero,con la fama que el tiene que de des amores todo lo sabe.hoy ya desconozco el sabor del rojo, ya no s de que sabor es la verdad y ni la mentira, hoy me di cuenta que ya no nos importamos que lejos estoy mejor que a tu lado, ya no seas mas el porvenir de felicidad ya no eres ma, ya no reconozco tu compaa, solo veo tu soledad y la ma y ya te gane estoy mas sola yo que tu, ya no juguemos a ver quien sale daado, ya no me interesa ir a donde estas, pero quiz me interesa por el morbo que me despierta tu soledad llena de compaa, te escuche tan bien que acabo de pensar que ya estas mejor sin mi.

Ross.