De La Metapsicologia a Lo Relacional

10
DE LA METAPSICOLOGIA A LO RELACIONAL: ¿UN OLVIDO DE LO PULSIONAL? Mildred Maricruz Marrufo Fuentes 24 DE ABRIL DE 2014 UNIVERSIDAD MATISTA DE MERDA Maestría en Psicoterapia Psicoanalítica Fundamentos de Teoría Psicoanalítica II Dra. Lourdes Quiroga Etienne.

description

Este ensayo es con la finalidad de entender las nuevas perspectivas en psicoanálisis

Transcript of De La Metapsicologia a Lo Relacional

De la metapsicologia a lo relacional:

De la metapsicologia a lo relacional:

Mildred Maricruz Marrufo Fuentes

INTRODUCCIN

He observado que la metapsicologa Freudiana a menudo es mal entendida y en muchas ocasiones dejadas de lado precisamente por esta incomprensin, sin embargo, yo considero que conocerla es fundamental para la compresin del ser humano. De igual manera es tan amplia que, abarcar todos los aspectos en este ensayo me parece prcticamente imposible, es por eso que he decido enfocarme en lo relacionado a la economa de las pulsiones y el desarrollo de las mismas a lo largo de la teora Freudiana. Durante el desarrollo del tema se podr notar que hara falta un puente que conecte la metapsicologa con lo relacional, pero este tema sera motivo de otro trabajo.

Adems, este trabajo surge como respuesta a una interrogante que me ha surgido desde hace algn tiempo y tiene que ver con una incorporacin de la teora Freudiana y con el limitado conocimiento de los nuevos aportes del enfoque relacional. De alguna manera, lo que he entendido del enfoque relacional en psicoterapia es que deja de lado los conceptos Freudianos como la pulsin, el conflicto psquico, el complejo de Edipo, el temor a la castracin, el aparato psquico, etc., para dar paso a un entendimiento de la persona a travs de la relacin nica entre analista y paciente, lo cual sera el principal factor curativo.

Toda la comprensin anterior, bastante vaga, me deja con la sensacin de que esta visin relacional olvida los conceptos centrales del psicoanlisis tradicional y la comprensin profunda de los conflictos inconscientes. Es por eso que decid investigar ms y leer sobre la teora Freudiana clsica y el nuevo enfoque relacional, para entender si la comprensin que tengo es correcta o no, y de ser correcta Cmo es que las teoras relacionales olvidan o dejan de lado aspectos, desde mi punto de vista, tan importantes como la existencia de pulsiones de muerte y pulsiones de vida?

DESARROLLO

Pulsiones

En su texto sobre Pulsiones y destinos de la pulsin (1915), Freud define la pulsin como un concepto fronterizo entre lo anmico y lo somtico, como un representante psquico de los estmulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el alma. De tal manera que la pulsin se encuentra entre lo anmico y lo somtico y busca la descarga. De Igual forma menciona que la pulsin nunca es consciente, solamente lo es su representante y que la pulsin acta con una fuerza constante a la que llamamos necesidad (estmulo pulsional) y lo que cancela esa necesidad es la satisfaccin de la pulsin.

Freud tambin habla en este texto sobre los destinos de la pulsin que son 4: El retorno a lo contario, la vuelta hacia la persona, la represin y la sublimacin. De igual manera menciona que el destino de la pulsin, en lo esencial, es sometida a las influencias de las tres grandes polaridades que gobiernan la vida anmica. De estas tres polaridades la que media entre la pasividad y la actividad puede definirse como biolgica; la que media entre el yo- y el mundo exterior como la real; y, por ltimo, la de placer-displacer, como a econmica.

Considero que saber y entender los destinos de la pulsin es necesario para comprender a la persona y entender la economa pulsional nos puede dar mucha luz en el trabajo psicoteraputico y por lo tanto es importante saber la evolucin que ha tenido este concepto dentro de la teora Freudiana: En 1905 en Tres ensayos para una teora sexual infantil, Freud habla de pulsiones sexuales y pulsiones yoicas o de auto conservacin, en esta primera teora pulsional se habla de que la libido se apuntala a las funciones de auto conservacin. En esta primera teora se enfatiza el principio del placer. 1914 en Introduccin del narcisismo, Freud se da cuenta de que la pulsin yoica tambin se sexualiza, y hace una modificacin a su teora, bajo la cual empieza a hablar de la libido de objeto y la libido del yo o la libido narcisista. 1920 en Ms all del principio del placer, Freud reformula su teora pulsional y empieza a hablar de pulsiones de vida y pulsiones de muerte. Entre las pulsiones de vida se encuentra la libido del yo, la libido de objeto, las pulsiones sexuales y el principio del placer; entre las pulsiones de muerte est el goce, el principio del nirvana, pulsiones agresivas.

En Ms all del principio del placer (1920), Freud menciona que en el alma existe una fuerte tendencia al principio del placer, pero ciertas otras fuerzas o constelaciones la contraran, de suerte que el resultado final no siempre puede corresponder a la tendencia del placer de tal manera que no siempre estamos queriendo lo bueno de la vida. En este texto empieza entonces a hablar de la pulsin de muerte, las cual es inherente a la psique humana y que coexiste con el principio del placer.

Tambin reconoce que la pulsin agresiva es diferente a la pulsin sexual. En este sentido la pulsin sexual proviene de la pulsin de vida y la pulsin agresiva proviene de la pulsin de muerte. Menciona que el Organismo lucha contra la muerte pero tiende a ella, as mismo la pulsin de vida tiende a la creacin y al progreso, ambas pulsiones se encuentran presentes en el ser humano.

En su texto El yo y el Ello (1923), Freud pone su atencin haca la compulsin a la repeticin como un fenmeno clnico en el juego infantil, pero aqu le atribuye las caractersticas de la pulsin. Respecto a lo anterior nos est queriendo decir que los seres humanos tenemos la tendencia a repetir lo que sufrimos de manera inconsciente y esta repeticin del sufrimiento se relaciona con la pulsin de muerte. Es en este texto tambin es en donde se plantea por primera vez la nueva dicotoma entre Eros y las pulsiones de muerte.

Psicoanlisis relacional

En mi bsqueda referente al psicoanlisis relacional revis el libro de Sobre el Psicoanlisis contemporneo, en dnde, de acuerdo a Leiberman y Bleichmar, 2013, las escuelas intersubjetiva y relacionista, toman como crtica principal la teora unipersonal de la mente, de tal manera que plantean un modelo bipersonal y afirman que ni un fenmeno psquico puede explicarse solamente con la idea de lo pulsional. Lo anterior muestra una evolucin en el psicoanlisis que va de la pulsin a la relacin interpersonal. La idea planteada pareciera que corrobora mis primeras impresiones acerca del olvido de las pulsiones en el psicoanlisis relacional. Sin embargo decid explorar otras fuentes.

Posteriormente le el libro Un encuentro de mentes de Lewis Aron (2013) del cul tomo las ideas siguientes respecto al psicoanlisis relacional:

Mitchell se refiere al modelo relacional como una perspectiva alternativa, la cual considera las relaciones con otros, y no los impulsos como el elemento bsico de la vida mental. El deseo siempre se experimenta en el contexto de la relacionalidad, y este contexto es lo que define su significado. Es decir, que en este sentido, las pulsiones estn presentes pero las relaciones con otros y el contexto definirn su significado.

Aron, considera que el paradigma relacional ms que una crtica al psicoanlisis clsico, surge como una nueva integracin de conceptos y perspectivas psicoanalticas que ofrecen una alternativa formidable a la teorizacin psicoanaltica clsica. En palabras de Aron, la corriente relacional surgi como un espacio potencial que emergi como transicional entre las visiones freudianas y los interpersonales. La posicin analtica que se desarroll dentro del psicoanlisis relacional enfatiza tanto las relaciones interpersonales externas como tambin las relaciones intrapsquicas.

Ghent (1992) menciona que los tericos relacionales tienen en comn un inters en lo intrapsquico como en lo interpersonal, ya que lo intrapsquico es visto como ampliamente construido por la internalizacin de la experiencia personal, mediada por las limitaciones impuestas por los patrones y delimitaciones biolgicamente organizadas. Ellos tambin tienden a compartir una visin en la cual ambos: realidad y fantasa, el mundo interno y el mundo externo, lo interpersonal y lo intrapsquico, juegan roles inmensamente importantes e interactivos en la vida humana. No sustituyen la teora de los impulsos por un medio-ambientalismo ingenuo debido al peso que se le da a aquello que el individuo trae a la interpretacin: temperamento, eventos corporales, patrones de regulacin distintivos y sensibilidad. Los tericos relacionales no minimizan la importancia del cuerpo o de la sexualidad en el desarrollo humano. Ellos continan estando interesados en la importancia del conflicto a pesar de que este se ve ms usualmente como tomando lugar entre configuraciones relacionales opuestas ms que entre impulsos y defensas.

De esta forma tenemos que la teora relacional es esencialmente eclctica contempornea, anclada en una idea acerca de las relaciones (internas y externas; reales e imaginarias) como eje central.

Con estas ideas me queda claro entonces que la existencia de las pulsiones siguen estando presentes en el paradigma relacional, pero vistas desde una perspectiva diferente a la de Freud y enfocada ms a la relacin con otros.

CONCLUSIONES

Desde mi punto de vista, es importante entender el psicoanlisis desde la metapsicologa, sea cual sea el enfoque psicoanaltico que se maneje, principalmente porque creo que de alguna forma est presente de manera encubierta en las nuevas corrientes psicoanalticas. Al decir encubierta me refiero a que, muy probablemente el analista relacional se da cuenta de la existencia de pulsiones en el paciente, de las implicaciones de su complejo de Edipo, de sus temores de castracin, del conflicto psquico presente etc., pero utiliza una tcnica diferente, ms cerna al paciente en donde las interpreta desde un lenguaje ms comprensible para l y en funcin de la relacin presente entre ambos. Adems de que enriquece an ms la teora Freudiana al hacer nfasis en la importancia del ambiente y as complementar el aspecto intrapsquico. Considero que la metapsicologa Freudiana es sumamente til para entender la dinmica del paciente, y conocer haca dnde va dirigida la pulsin y sus manifestaciones, nos da una idea muy clara y muy observable de las conductas del paciente y por ende, de sus relaciones con los dems.

Un ejemplo bastante burdo de lo anterior sera el siguiente:

Si observamos que un paciente est presentando una tendencia a la pulsin de muerte e incurre en actividades que ponen al lmite su capacidad y su vida, es probable que su manera de relacionarse con los dems sea mediante esta pulsin, es decir con personas que permitan el desarrollo de la misma y probablemente con estilos relacionales agresivos, de tal manera que sera lgico pensar que tambin en el anlisis se refleje de esa manera. Y estoy segura que para que esta pulsin este presente tan fuerte, como en el caso del paciente, tiene que ver con una predisposicin a ella y con factores ambientales de interaccin con los padres que la potencializaron. De tal manera que en esta comprensin dinmica, aunque bastante superficial, estn presentes ambas partes, la metapsicologa y lo relacional.

Respecto a mi pregunta del inicio sobre si el psicoanlisis relacional es un olvido de la metapsicologa, y en especficamente de la existencia de pulsiones, la respuesta ms aparente y superficial sera que s, que dejan de lado el aspecto metapsicolgico. Pero a mi manera de ver las cosas pareciera ser que, ms que un olvido, es un mayor nfasis en otros aspectos, como el vnculo entre el hijo y los padres, la influencia del ambiente en la motivacin de las conductas, la relacin entre el analista y el analizado, etc., sin dejar de prestar atencin a la parte intrapsquica.

Como se ha mencionado, el psicoanlisis relacional surge como una alternativa al psicoanlisis clsico, con innovaciones tericas y tcnicas muy importantes y diferentes, de tal manera que pareciera que los estudiantes en formacin tendramos que tomar designo por alguna de ambas posturas, pero desde mi punto de vista no tiene por qu ser as. En ese sentido concuerdo con la idea planteada por Ghent pues no tiene por qu ser un olvido de la metapsicologa, ambas corrientes se complementan, y considero que conocer y entender ambas, puede ser muy til para una comprensin ms rica de la psicodinamia del paciente. Se puede tomar de cada una lo que se considere que sera til en determinada situacin para as integrarlas en un psicoanlisis todava ms profundo y ms rico.

Referencias

Freud, S. (1905). Tres ensayos para una teora sexual infantil. En Obras Completas (Tomo VII). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1914). Introduccin del narcisismo. En Obras Completas (Tomo XIV). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1915). Pulsiones y destinos de pulsin. En Obras Completas (Tomo XIV). Buenos Aires: Amorrortu Editores

Freud, S. (1920). Ms all del principio del placer. En Obras Completas (Tomo XVIII). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Freud, S. (1923). El yo y el Ello. En Obras Completas (Tomo XIX ). Buenos Aires: Amorrortu Editores.

Aron, L. (2013). Un encuentro de mentes. Chile: Ediciones Universidad Alberto Hurtado

Leiberman, C; Bleichmar, N (2013). Sobre el psicoanlisis contemporneo Mxico: Paids.