De-mentes Nómadas (Perfil)

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e-mentes nómadas Desterritorialización o del nómada Somos un colectivo de estudiantes universitarios que tiene como único n la desterritorialización del sentido, el sentido de la política . No queremos de ninguna manera plantear los lineamientos de un pl general de resistencia, nuestra nalidad es la provocación como principio fundamental de un proyecto emancipatorio. Para nosotros la revolución no parte de un acabado general que rest todas las fuerzas productivas de lo social, para nosotros el cambio consiste en po máquinas abstractas que desafíen el sentido de las cosas donde la nueva política genere u espacio propios. En primer lugar, la desterritorialización desarticula los “territorios”. Cuando hablamos de territorios nos referimos a lugares comunes donde lo real es una categoría vinculante según un mar hace del signi cado lo propio del capital, esto es, que la producción social parte de una abraza lo propio del hombre como realidad objetivable estacionada sobre la lógica Aquí, tener lugar es insertarse en un orden o estado de cosas sobre el cual los individu reconocibles, identi cables, por lo cual nuestro trabajo consiste en hacer posible no- lugar , como espacio de polivalencia y de indistinción que de cuenta de acontecimient que pueda conectar las máquinas abstractas que producen el saber cientí co con las diversas prác revolucionarias, creativas y subvertoras para escapar a todo espacio de dominio: se trata de re-pensar lo propio del hombre a partir deunaprovocación extenuante y crítica que pueda surgir dela re exión multidisciplinaria y que a la vez pueda ser transmisible a los diversos movimientos sociales. En segundo lugar, nosotros no creemos en una política emancipatoria que tenga lo concreto-histórico como precedente normativo, sino que haga de éste su posibilidad re exiva y analítica. C que su porvenir depende del lo concreto-práctico a partir de un acontecimiento en la ruptura comprensiva que supone. Esto requiere tener en cuenta un espacio y un tiempo propios puesto qu territorialidades discontinuas y sin embargo operativas donde lo utópicopromueve códigos de señalización necesarios para la revuelta: cuestionamiento del tiempo como medición histórico, cuestionamiento del espacio como cuadro ontológico del que-hacer humano . Provocar es insertar un discurso que pone en tensión los elementos determinantes de l contemporánea en relación con las necesidades mínimas y vitales del ser humano: el asociación política, el sistema de reproducción material, el patrimonio de la dive naturaleza del pensamiento crítico. Sin embargo, tales precisiones no tienen que v una especialización disciplinaria, sino con planos analítico-axiológicos y analítico-re exivos donde la crítica puede ser socializada en cualquier escenario, desarrollada desde múltiples lugares práxis re exiva, militante y pedagógica. Tridimensionalidad o del transverso. Consideramos que las dimensiones que nos constituyen son elementales para hacer de posible/imposible. Si bien, el universo se explica por dualidades cuya lógica pert histórica, el Ser humano se entiende en el paralogismo. Una cosa que es la vez otra cosa y primera cosa nunca llega a confundirse, en el orden del signi cante, con la segund polívoca, simultaneidad amorfa, simultaneidad productiva. Consentimos tres dimensi nuestro que hacer: el pensamiento, la militancia y la pedagogía.

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De-mentes nmadasDesterritorializacin o del nmadaSomos un colectivo de estudiantes universitarios que tiene como nico fin la desterritorializacin del sentido, el sentido de la poltica. No queremos de ninguna manera plantear los lineamientos de un plan general de resistencia, nuestra finalidad es la provocacin como principio fundamental de un proyecto emancipatorio. Para nosotros la revolucin no parte de un acabado general que restituya a su dominio todas las fuerzas productivas de lo social, para nosotros el cambio consiste en poner en marcha nuevas mquinas abstractas que desafen el sentido de las cosas donde la nueva poltica genere un tiempo y un espacio propios.En primer lugar, la desterritorializacin desarticula los territorios. Cuando hablamos de territorios nos referimos a lugares comunes donde lo real es una categora vinculante segn un marcador de poder que hace del significado lo propio del capital, esto es, que la produccin social parte de una interpretacin que abraza lo propio del hombre como realidad objetivable estacionada sobre la lgica del capitalismo. Aqu, tener lugar es insertarse en un orden o estado de cosas sobre el cual los individuos se hacen reconocibles, identificables, por lo cual nuestro trabajo consiste en hacer posible el habitar siempre un no-lugar, como espacio de polivalencia y de indistincin que de cuenta de acontecimientos nuevos, es decir, que pueda conectar las mquinas abstractas que producen el saber cientfico con las diversas prcticas revolucionarias, creativas y subvertoras para escapar a todo espacio de dominio: se trata de re-pensar lo propio del hombre a partir de una provocacin extenuante y crtica que pueda surgir de la reflexin multidisciplinaria y que a la vez pueda ser transmisible a los diversos movimientos sociales.En segundo lugar, nosotros no creemos en una poltica emancipatoria que tenga lo concreto-histrico como precedente normativo, sino que haga de ste su posibilidad reflexiva y analtica. Creemos por el contrario que su porvenir depende del lo concreto-prctico a partir de un acontecimiento en la ruptura comprensiva que supone. Esto requiere tener en cuenta un espacio y un tiempo propios puesto que definen territorialidades discontinuas y sin embargo operativas donde lo utpico promueve cdigos de sealizacin necesarios para la revuelta: cuestionamiento del tiempo como medicin del proceso histrico, cuestionamiento del espacio como cuadro ontolgico del que-hacer humano. Provocar es insertar un discurso que pone en tensin los elementos determinantes de la sociedad contempornea en relacin con las necesidades mnimas y vitales del ser humano: el sentido de la asociacin poltica, el sistema de reproduccin material, el patrimonio de la diversidad cultural y la naturaleza del pensamiento crtico. Sin embargo, tales precisiones no tienen que ver necesariamente con una especializacin disciplinaria, sino con planos analtico-axiolgicos y analtico-reflexivos donde la crtica puede ser socializada en cualquier escenario, desarrollada desde mltiples lugares y consentida en una prxis reflexiva, militante y pedaggica.Tridimensionalidad o del transverso.Consideramos que las dimensiones que nos constituyen son elementales para hacer de una praxis, lo posible/imposible. Si bien, el universo se explica por dualidades cuya lgica pertenece a una tradicin histrica, el Ser humano se entiende en el paralogismo. Una cosa que es la vez otra cosa y sin embargo, la primera cosa nunca llega a confundirse, en el orden del significante, con la segunda cosa. Simultaneidad polvoca, simultaneidad amorfa, simultaneidad productiva. Consentimos tres dimensiones constitutivas de nuestro que hacer: el pensamiento, la militancia y la pedagoga.Primer transverso o del pensadorPensar es construir herramientas analticas para vivir, la perversin terica se instala en un espacio puramente abstracto donde la reflexin ignora la prctica. El pensador, a diferencia del intelectual, no se ufana en el saber sino que hace de l su prctica vital, cotidiana y trascendental. Pensar realmente exige una militancia en cuanto a su ser gregario y una prctica pedaggica en cuanto a su ser histrico.Segundo transverso o del militante

La militancia constituye la vida en acto. Pero la vida en acto no hace referencia a un acto cualquiera sino a un acto que es a la vez el elemento de un proceso. El militante se consciente a si mismo como parte de una misin histrica que lo define como ser poltico actuante. Militancia que exige una reflexin sistemtica sobre lo que hace, pero adems, exige la prolongacin de su existencia en los otros y sus generaciones futuras.Tercer transverso o del pedagogoEnsear es un acto de perpetuacin, de extensin del pensamiento en la historia. No hay prctica pedaggica sin una intencionalidad existencial, de compromiso y amor por los otros, por el mundo, por la humanidad. La pedagoga exige no solo una reflexin profunda respecto del conocimiento, sino que exige una militancia absoluta por las relaciones sociales que teje en su quehacer diario, militancia en el discurso, militancia en la entrega, pensamiento reflexivo sobre la historia, pensamiento soador y propositivo del porvenir.Actualizacin o del camelloEn correspondencia con lo anterior venimos realizando recientemente una contribucin inicial a la educacin popular, desarrollando especficamente programas de formacin en Derechos Humanos para estudiantes de secundaria. En este punto, nuestro acto de provocacin ha sido reencontrar a la poblacin juvenil de los colegios pblicos con un discurso crtico frente a la sociedad contempornea tomando como elemento reivindicativo lo humano de los Derechos Humanos, es decir, un discurso crtico que tiene como eje fundamental la prevalencia de la finalidad humana. Para nosotros, dicha finalidad humana trasciende el horizonte de los valores propios de la sociedad mercantil, de la acumulacin, de la explotacin y de la banalidad. Esta finalidad humana vital es necesariamente el consentimiento de abrazar la vida para defenderla, desde su concepto orgnico hasta su significado existencial, instante del acontecimiento puro cuya naturaleza apunta hacia un horizonte liberador.Ensueos o de la utopaNuestro objetivo, bsicamente, es poder sentar las bases de una autntica poltica emancipatoria que tenga como substrato elemental una prxis sustentada en tres planos: lo analtico-reflexivo, la militancia y la pedagoga. Dichos planos componen una relacin entre la actividad crtica, la accin poltica y la socializacin de un conocimiento derivado de las experiencias anteriores con el fin de fortalecer un acumulado para las generaciones futuras y en funcin de la misin histrica que estamos llamados a cumplir como parte del pueblo latinoamericano y en aporte al pensamiento y la historia universal.

En cuanto a lo analtico buscamos introducirnos a la reflexin acadmica con el fin de generar nuevos lugares, nuevas posiciones y nuevas herramientas que nos permitan la utilizacin de un saber propio. En cuanto a la militancia buscamos proyectarnos en un plano completamente prctico dese la promocin de nuevos flujos informativos, hasta la implementacin de estrategias organizativas y axiolgicas en colaboracin con grupos polticos y en apoyo a diferentes movimientos sociales. Y en cuanto a la pedagoga buscamos transmitir un acumulado de conocimientos y experiencias donde la educacin popular es nuestra preocupacin prioritaria.Nuestro proyecto base consiste en desarrollar una escuela de formacin poltica, pero no en sentido convencional. Una escuela de formacin poltica fuera del lenguaje de la poltica, una escuela de anlisis crtico y creativo, disperso en un trayecto mltiple y dirigido a los intelectualoides, a los rebeldes y a la gente del pueblo.

1. Primer plano: analtico-reflexivo.A. Como discpulo de la sospecha: Cada uno de los miembros del colectivo De-mentes nmadas lleva a cabo una investigacin acadmica relacionada con su propio no-lugar de vigilancia. Esto est determinado por aquello que hemos denominado finalidad humana vital.Habitar un no-lugar no quiere decir estacionarse en un espacio sin nombre, tiene que ver con lo que hemos denominado el cuadro ontolgico del que-hacer humano. Desplazarse supone la variacin del lugar, pero no como transformacin del lugar en s mismo, sino como metamorfosis del lugar en tanto que matiza lo real, es decir, en tanto que realiza una mirada panormica a partir de una dimensin especfica.Para esta tarea, cada miembro debe presentar un proyecto de investigacin acadmica cuya finalidad es proveer herramientas conceptuales para el enriquecimiento de las actividades del grupo en cuanto a los debates, las acciones y el material pedaggico.

B. Como centinela o guardin de todos: Cada miembro del colectivo De-mentes nmadas se encarga de presentar un informe semanal sobre los hechos ms importantes en el mbito nacional y mundial teniendo en cuenta su mnima relevancia en relacin a su propio no-lugar de vigilancia. Esto est determinado por aquello que hemos denominado finalidad humana vital.El informe se presentar ante los miembros del colectivo en sus reuniones peridicas teniendo en cuenta dos cosas: a) el manejo conceptual de su trabajo investigativo y; b) la reflexin humanista de su que-hacer inmediato, de lo que le asiste como Ser Humano. Esto tiene como finalidad dos cosas: a) asegurar la permanencia del debate sobre lo que llamamos finalidad humana vital y; b) asegurar la coherencia del discurso a nivel de la produccin de un determinado pensamiento, de la prctica militante y del un enfoque pedaggico.Bibliografa introductoria.A. Acerca de la identidad del Colectivo De-mentes nmadas. (Falta tres lecturas)Lo que nos hace ser lo que somos, lo que nos hace hacer lo que hacemos, lo que nos hace pensar lo que pensamos, lo que nos hace decir lo que decimos:1. DELEUZE, Gilles y GUATTARI, Flix. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia Pre-textos. Valencia, 2004. Pg. 9-32, 363-431 2. NEGRI, Antonio y GUATTARI, Flix. Las verdades nmadas. Por nuevos espacios de libertad. Contenido en: Las verdades nmadas & General Intellect, poder constituyente, comunismo. Akal. Madrid, 1999. Pg. 9-803. VIRNO, Paolo en entrevista con Jun Fujita Hirose. Leer a Gilbert Simondon: transindividualidad, actividad tcnica y reificacion. Contenido en: VIRNO, Paolo. Cuando el verbo se hace carne. Lenguaje y naturaleza humana. Traficantes de sueos, Mapas. Madrid, 2005.4. LYOTARD, Jean Franois. La condicin posmoderna. Informe sobre el saber. Ctedra. Madrid, 1987. Pg. 9-1195. MIGNOLO, Walter. La razn poscolonial: herencias coloniales y teoras poscoloniales. Contenido en: DE TORO, Alfonso. Posmodernidad y poscolonialidad. Breves reflexiones sobre Amrica Latina. Vervuert, Iberoamericana. Madrid, 1997. Pg. 51-70 (Obligatoria para el debate)6. DUSSEL, Enrique. Filosofa de la liberacin. Nueva Amrica. Bogot, 1996. Pg. 13-2117. LVINAS, Emmanuel. El humanismo del otro hombre. Siglo XXI. Mxico D. F. 1974. Pg. 7-136B. Qu es esa mierda?: Introduccin a la poltica. (Falta una lectura de carcter terico y tres de carcter histrico)Porque consideramos que la poltica es una cosa complicada, a veces una mierda, horriblemente perversa otras veces esperanzadora, emocionante, heroica a fin de cuentas alguien tiene que hacerse cargo de limpiar el chiquero y asumir semejante encarte:

1. SARTORI, Giovanni. La poltica. Lgica y mtodo en las ciencias sociales. F.C.E. Mxico D.F. 2000. Pg. 201-2602. ARENDT, Hannah. Qu es la poltica? Paids. Barcelona, 1997. Pg. 45-1383. POULANTZAS, Nicos. Poder poltico y clases sociales en el Estado capitalista. Siglo XXI. Mxico D.F. 1997. Pg. 1-1464. BOBBIO. Norberto. Teora general de la poltica. Trotta. Madrid, 2005. Pg. 135-289

5. TENENTI, Alberto. De las revueltas a las revoluciones. Crtica. Barcelona, 1999. Pg. 17-1976. HOBSBAWM, Eric. Revolucionarios. Crtica. Barcelona, 2000. Pg. 13-377

C. Leviatn: de la administracin y el Estado. (Faltan dos lecturas de carcter terico y cinco de carcter histrico)Ese gran monstruo que se encuentra en todos lados y a la vez nunca se hace visible nos ha sometido y nos someter a menos que sepamos medir su poder por eso es necesario vigilar al Estado.

1. HELLER, Herman. Teora del Estado. F.C.E. Mxico D.F. 1971. Pg. 141-2992. POULANTZAS, Nicos. Poder poltico y clases sociales en el Estado capitalista. Siglo XXI. Mxico D.F. Pg. 147-3314. WEBER, Max. Economa y sociedad. F.C.E. Mxico D.F. 2005. Pg. 1047-11185. BOBBIO, Norberto. Estado, gobierno y sociedad. F.C.E. Mxico D.F. 2000. Pg. 11- 23D. Re-distribuciones: de nuevo economa poltica. (Faltan nueve lecturas que deben ser cuatro de carcter terico y cinco de carcter histrico)Consideramos que la produccin de bienes y servicios es una vaina sobre lo que no hay mucho que decir (la mentalidad emprendedora de los empresarios se ha encargado de hablar sobre el asunto) as que nos enfocamos precisamente en el lado poltico de la economa: la distribucin de bienes y servicios. Porque no nos queremos morir de hambre.1. GUILLEN, Abraham. Economa libertaria. Fundacin de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo. Madrid, 1988. Pg. 13-80, 126-214, 594-624E. Otredades: poltica de la diversidad. (Faltan seis lecturas, las cuales deben ser sobre diversidad cultural, cultura poltica, gnero y movimientos sociales)No hay como negar la diversidad constitutiva de la realidad cultural humana creemos que la homogenizacin del mundo contemporneo nos educa sobre la base de una estupidez generalizada de prejuicios y obsolescencias destructivas. Porque abogamos por la diversidad tnica, sexual y cosmolgica.1. GEERTZ, Clifford. Los usos de la diversidad. Paids. Barcelona, 1996. Pg. 37-1242. HARAWAY, Donna. Manifiesto para cyborgs. Ciencia, tecnologa y feminismo socialista a finales del siglo XX. Artculo tomado de: http://www.stanford.edu/dept/HPS/Haraway/CyborgManifesto.html3. BELLUCCI, Mabel y RAPISARDI, Flavio. Identidad: diversidad y desigualdad de las luchas polticas del presente. Contenido en: BORN, Atilio (Comp). Teora y filosofa poltica. La tradicin clsica y las nuevas fronteras. CLACSO-EUDEBA. Buenos Aires, 2001. Pg. 269-2904. SARUP, Madam. Imperialismo y cultura. Contenido en: CASTRO-GMEZ; GUARDIOLA-RIVERA, O Y MILLN DE BENAVIDEZ, C. Pensar (en) los intersticios. Teora y prctica de la crtica poscolonial. Instituto de Estudios Sociales y Culturales PENSAR, Pontificia Universidad Javeriana. Bogot, 1999. Pg. 21-43F. Incorporaciones: Mass-media, resistencias y proliferaciones. (Faltan siete lecturas que debern tener carcter terico)El siglo XXI es el siglo de la informacin, por lo tanto, creemos que la informacin es y puede ser a la vez desinformacin. La verdad se teje en las pantallas del presente, en el continuum fragmentado del mercado y las filiaciones polticas. Es necesario darle la cara a este indeterminado poder.

1. OTERO, Edison. La comunicacin imposible. Artculo tomado de: http://www.periodismoudec.cl/estudiosdeperiodismo/index.php?option=com_content&task=view&id=28&Itemid=41&limit=1&limitstart=2

2. VIRILIO, Paul. Velocidad e informacin. Alarma en el ciberespacio. Articulo tomado de: http://caosmosis.acracia.net/?p=3683. DITTUS, Rubn. La investigacin sobre mass-media en Chile: del ideologismo a la construccin de paradigmas Artculo tomado de: http://www.periodismoudec.cl/estudiosdeperiodismo/index.php?option=com _content&task=view&id=29&Itemid=41&limit=1&limitstart=0G. Humanizaciones: sobre verdades nmadas y pensamiento crtico. (El cupo de lecturas aqu es ilimitado y completamente fuera de toda exigencia categrica)

Rechazamos la ausencia de reflexin sobre el sentido de las cosas. El sentido es la realidad misma, cambiar la realidad es proponer otro sentido. Un sentido sin-sentido? Probablemente. Sin embargo la bsqueda del sentido es el sentido mismo de la lucha, un sentido inacabable, viajero, perverso, sofocante, un sentido en el tono propio de la hereja humanista contra la tirana del mundo capitalista. 1. FREIRE, Paulo. Pedagoga del oprimido. Siglo XXI, Mxico D.F. 2005. Pg. 1-2432. DUSSELL, Enrique. La pedaggica latinoamericana. Editorial Nueva Amrica. Bogot, 19913. BENSAID, Daniel. La humanidad ms all del capital. Artculo tomado de: http://www.herramienta.com.ar/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=5664. GONZLES GUERRA, Jhon Jairo. En la bsqueda de una pedagoga de las humanidades. Artculo tomado de: http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=11625. SARTRE, Jean-Paul. Prefacio. Contenido en: FANON, Frantz. Los condenados de la tierra. F.C.E. Mxico D.F. 2001. Pg. 7-296. LVINAS, Emmanuel. Totalidad e infinito. Ensayo sobre la exterioridad. Sgueme. Salamanca, 1987. Pg. 47-313Email: [email protected]