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DesacuerdoDesacuerdoLos maoístas frente al peronismo en tiempos del GAN
Mariano Andrade Materia: Problemas históricos
contemporáneos: Argentina y el mundo
Docente: Daniel LvovichMaestría en Ciencia Política
IDAES - UNSAM
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Desacuerdo: Los maoístas frente al peronismo en tiempos del GAN.
Una vez una delegación de maoístas llegados de Argentina se reunió con Mao Tse Tung y se produjo (palabras más,
palabras menos) el siguiente dialogo:Estimado Mao, nosotros somos maoístas...
Mao: ¿cómo?, no entiendo...Si, que nosotros somos argentinos y maoístas
Mao: si yo fuese argentino no sería maoísta, sería peronista...1
Por lo general cuando se habla de la Nueva Izquierda en las décadas de los 60 y los 70
se recorta el objeto de estudio sobre las formaciones armadas. Esta visión deja afuera
numerosos agrupamientos y manifestaciones que fueron constitutivos de ese fenómeno.
En ese sentido una de las tradiciones poco estudiadas es el maoísmo. La influencia e
importancia de esa corriente en los debates de la época no se corresponde con el
desconocimiento de su actuación en general y en particular en el período 69/76.
Este trabajo intenta ser un pequeño aporte en dirección a ir llenando ese vacío. Nos
centraremos en las organizaciones más representativas de esa corriente en la Argentina;
nos referimos precisamente a Vanguardia Comunista y al Partido Comunista
Revolucionario. Y lo haremos en la experiencia unitaria de los años 72/73, cuyos
mayores exponentes fueron el periódico Desacuerdo, y la Fuerza Revolucionaria
Antiacuerdista (FRA), frente formado como respuesta al lanzamiento del Gran Acuerdo
Nacional (GAN) del General y presidente de facto Alejandro A. Lanusse.
Así las cosas, nuestra atención hará foco en el intento de interpelación que, desde las
páginas de la revista, declaraciones y actos, van a hacer con los peronistas. El epígrafe -
verdadero o no, es otra cuestión- sirve para ilustrar la tensión entre ambas identidades
políticas. La atracción del peronismo por parte del maoísmo va estar dada por varias
razones: ser la identidad política mayoritaria de la clase trabajadora y de amplios
sectores populares; una fuerte impronta nacional–antiimperialista silvestre; y el
desarrollo en su seno –sobre todo luego del Cordobazo- de una poderosa corriente
revolucionaria constituida en un amplio abanico de agrupaciones sindicales,
estudiantiles, barriales y armadas. No esta de más señalar que a la luz del proceso
revolucionario chino la cuestión nacional y popular va a tener un importante peso en el
maoísmo2.
1 Historia –ni confirmada ni desmentida- que circulaba en los circulos militantes en la década del 70.2 La estructura de clases china y el peso del campesinado en la misma habían definido un sujeto “popular”
más que “clasista”. Por su parte, la cuestión nacional iba a ser un factor que le había permitido al PCCh
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Luego de una sucinta presentación de cada partido, intentaremos responder a las
siguientes interrogantes ¿Qué diálogo van a intentar establecer los maoístas con los
peronistas? ¿Con cuáles? ¿Cómo se paraban frente a la coyuntura electoral? A partir
estas preguntas pretendemos reconstruir las visiones que tenían de este proceso.
1) La formación de la Nueva Izquierda Argentina va a ser un proceso en el cual van a
confluir fenómenos tanto internacionales como nacionales.
En lo referido al primer punto, un eje va a ser la polémica abierta en el denominado
campo socialista entre China y la URSS. China va a cuestionar el camino abierto en la
URSS a partir del XX Congreso del PCUS realizado en 1957. En este Congreso se
resaltaba la importancia que, en la nueva situación internacional, tenía el principio de la
coexistencia pacífica con EE.UU. En ese sentido, se afirmaba que el socialismo no
necesita “exportar la revolución” ni recurrir a la guerra para triunfar. En la competencia
pacífica entre el mundo socialista y el capitalista saldría triunfante el primero. Esta
política se complementaba con fuertes críticas a la figura de Stalin y una serie de
reformas al interior de la URSS en dirección al abandono del Stalinismo. Para China,
este abandono hundía sus raíces en el rechazo al leninismo desde una postura tildada de
revisionista cuya intención era abandonar el camino revolucionario. En la URSS se
estaba dando un proceso que en lo interno restauraba el capitalismo y en lo externo
convertía a ese país en una potencia imperialista: el social imperialismo. Por lo tanto, el
eje mundial de la revolución se desplazaba hacia los paises del tercer mundo: Asia,
Africa y America latina. Frente a lo que señalaban como degeneración de la URSS, los
chinos se reservaban el papel del custodio del leninismo.
Mayor va a ser el impacto de la Revolución Cubana. Una revolución hecha en un país
latinoamericano, resultado de un proceso de luchas populares donde la guerrilla del
Movimiento 26 de Julio (M26) iba a tener un peso determinante. Cuba ponía en primer
plano la validez de la violencia como herramienta para la toma del poder.
En lo respecta a lo nacional, el peronismo –y qué posición tomar frente al mismo- va a
ser un parteaguas que va a repercutir en la izquierda tradicional, encarnada en el Partido
Socialista (PS) y el Partido Comunista. (PC).
El primer grupo, Vanguardia Comunista, va a tener su origen en el proceso de ruptura
del PS, donde saldrá un sector -Partido Socialista Argentino (PSA)- con planteos de
revisión con respecto a la postura frente al peronismo; y el restante mantendrá el sesgo
estructurar una alianza de clases contra el invasor japonés.
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antiperonista del PS -Partido Socialista Democrático (PSD). Del PSA, a su vez, saldrá
una nueva ruptura por izquierda, que, influenciada por la Revolución Cubana creará el
Partido Socialista Argentino de Vanguardia (PSAV) formado principalmente por
militantes que venían de la juventud.
En el PSAV convivíran dos políticas. Una la de convertirlo en un movimiento al estilo
M26; la segunda crear un partido de tipo leninista. La convivencia entre estas dos
visiones no demoraría en hacerlo estallar: en el año 63 van a existir varios grupos que se
reclaman como PSAV. Es más: los dos sectores mayoritarios en torno los cuales se
polarizaban las posiciones van a editar su periódico bajo el mismo nombre: No Transar.
En abril de 1965 la cuestión se resuelve cuando el grupo “leninista” del PSAV pasa a
denominarse Vanguardia Comunista, quedándose con la denominación de No Transar
para la prensa partidaria.
VC va a postular que su aparición es el resultado de la necesidad de construir el partido
de la clase obrera. El vacío obedece al papel revisionista -por lo tanto
contrarevolucionario- que cumple el PC. La (re) construcción (ya que recuperan la
tradición del PC hasta el año 1945) del partido de la clase obrera encontraría un punto
de referencia en las posiciones chinas.
En 1968 viajará a China la primer delegación partidaria en momentos en que en ese país
se iniciaba la llamada Revolución Cultural Proletaria, que tendría un fuerte impacto en
los sectores de la Nueva Izquierda: “La mirada a la URSS tenía que ver con la
burocratización, con la instalación de este núcleo de burócratas en el poder, con la
forma en que el Partido subordinaba a la clase obrera [...] Lo que me parecía
fantástico en ese momento era la Revolución Cultural [...] yo creía que lo que
implicaba era romper con toda la cultura burguesa pero además que la clase obrera –
en realidad el campesinado, más que la clase obrera en este caso- el campesinado y la
clase obrera finalmente habían llegado al poder”3. En ese sentido aparecía claramente
no solo como oposición si no que también como algo que atacaba las causas de la
degeneración. En la Revolución Cultural el acento estaba puesto en la “transformación
en la ideología de los hombres [...] [en la URSS] se ve que no fue suficiente con la
socialización de los medios de producción. Ahí entra la Revolución Cultural, ese es el
sentido profundo de la Revolución Cultural, y ese es el aporte de Mao a la teoría
revolucionaria”.4
3 Entrevista a Juan Suriano. Buenos Aires 30 de junio de 2005.4 Entrevista René Durou. Buenos Aires 27 de agosto de 2005.
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En ese año se concretaría la fusión con la Organización Marxista Leninista (OML),
también maoísta con presencia en la zona del litoral: “para no personalizar nos
habíamos puesto Organización Marxista Leninista –un lindo nombre- [...] porque
nosotros decíamos el Partido todavía no está, nosotros no somos el Partido. Queremos
impulsar con otros la formación de un verdadero Partido Comunista”5. Al igual que
VC consideraban que “el partido de la clase obrera no estaba constituido en el país
porque el comunismo, a través de múltiples posiciones políticas a lo largo de las
ultimas décadas, había transado con distintos sectores de la burguesía”6.
En lo que respecta a la caracterización de la Argentina, VC planteaba que era un país
capitalista dependiente. Sin embargo levantaran la consigna liberación nacional y
social, donde el primer problema a resolver es el de la dependencia.
La primer estrategia se va a basar en dos pilares: la construcción del Partido en el seno
del movimiento obrero y el desarrollo de bases de apoyo campesinas en dirección al
impulso de la guerra popular prolongada, copiando mecánicamente el modelo Chino:
“Lo de Vanguardia era una cosa bastante descabellada: reivindicar la guerra popular
prolongada en un país sin campesinos. La idea era de la los eslabones débiles.
Vanguardia era más maoísta que el PCR pero en el sentido literal. Pero también era
más descabellado [...] A mi nunca me convenció la explicación de por qué sí la guerra
popular prolongada y cuál era el momento y dónde”7. Esta estrategia va a virar luego
del I° Congreso partidario (finales de 1971) hacia posturas insurreccionalistas, a la luz
de los estallidos provinciales. Sin embargo mantendrán la visión acerca de la toma del
poder como producto de un largo proceso de lucha: “teníamos una concepción de que
la revolución era a los tiros [...] [pero a] los tiros tirados por las masas [...] un proceso
de acumulación de fuerzas por parte de la izquierda a través de una creciente
influencia en el movimiento de masas [...] no hay que olvidar que Mao estuvo años
guerreando en el campo en China”.8
VC va a centralizar el trabajo en zonas rurales (Jujuy, Salta) y posteriormente al
Cordobazo, en las fábricas automotrices de esa provincia. En tal sentido, participará en
el proceso del Sitrac-m9 en 1971. 5 Idem anterior6 Ídem anterior7 Entrevista a Juan Suriano8 Entrevista a René Durou
9 Unos de los puntos que FIAT ponía como condición para su radicación en la Argentina a principios de
la década del 60 va a ser que los operarios no sean afiliados a sindicatos nacionales. Es así que solo
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En lo que respecta al PCR su formación, bajo el nombre de Partido Comunista – Comité
Nacional de Recuperación Revolucionaria, se da en enero de 1968. La denominación de
PCR llegaría en marzo de 1969. Su formación es el resultado de un proceso de
disidencia que arranca años atrás, en 1962, en el seno de la juventud del PC. Las
discusiones y divergencias de girarán en torno a la política de coexistencia pacífica que
abandonaba el camino de la revolución. En ese sentido, cabe subrayar que el argentino
era uno de los principales impulsores de esa política dentro de los PC de América
Latina. La lucha armada; Revolución Cubana; y sobre todo el ejemplo de Ernesto Che
Guevara, van a ser las principales causas de la ruptura.
Los disidentes –principalmente el universitario- arrastrarán también a sectores
partidarios, como el de La Plata, de donde saldrá el secretario general del PCR: Otto
Vargas.
Su formación será fruto del acuerdo entre los ya señalados sectores del PC y la FJC; una
agrupación de izquierda impulsada por el PC en la universidad llamada MENAP
(Movimiento Estudiantil Nacional de Acción Popular); un sector que venía del disuelto
Movimiento de Liberación Nacional10 (MLN o Malena); un grupo acercado por
Francisco “Pancho” Aricó, fundamentalmente ligado al trabajo cultural; y por último,
una agrupación que venía del peronismo orientado por John William Cooke, la Felipe
Vallese de Córdoba, que contaba entre sus militantes al futuro secretario general del
SMATA Cordobés: René Salamanca.
Dirigirán la FUA por medio del FAUDI (Frente de Agrupaciones Universitarias De
Izquierda). Es más, el primer contacto con China será ese medio en el año 1971: “hubo
una primera delegación a China [...] como dirigíamos la FUA [...] nuestra delegación
estuvo en el palco de la manifestación del 1 de octubre, [fecha de la toma del poder por
los comunistas. MA] y bueno, querían que levanten el librito rojo de Mao Tse Tung, y
los nuestros no levantaron el librito rojo”11.
Tal como lo hiciese VC, van a definir a la Argentina como país capitalista dependiente.
Sin embargo, distinta sería la lectura de esa caracterización: para el PCR el carácter del
podrían hacerlo a los sindicatos de las fábricas: el Sindicato de Trabajadores de Concord y el de Materfer.
En marzo de 1970, los obreros de Fiat se rebelaron contra la "amarilla" conducción sindical, y en
asamblea abierta en fábrica eligieron su nueva dirección, que iría virando en poco tiempo hacía
posiciones clasistas.10 Movimiento de Liberación Nacional: grupo integrado por militantes que venían –en su mayoría- de la
experiencia frondicista11 Testimonio de Otto Vargas en Para Una historia del maoísmo argentino. Pág. 36
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proceso a impulsar en la Argentina sería de liberación social y nacional, donde la
cuestión nacional queda subordinada a la de clase. En base a ese razonamiento, la
contradicción burguesía-proletariado será la que articule su política en esos años.
Siguiendo el modelo leninista el método para la toma del poder será el de la
insurrección urbana.
Definidos en sus orígenes como Guevaristas, propugnarán por un eje de alineación
internacional basado en Cuba-Corea–Viet Nam como alternativo en la disputa entre la
URSS y China. Sin embargo, el apoyo brindado por Cuba a la invasión soviética a
Checoslovaquia, los alejará de esa posición.
Estos hechos los llevaran a acercarse a las posiciones de China. En el año 1972 viajará a
China la primer delegación partidaria: “La gente de VC nos ayudó a viajar, en el
sentido que gestionó el viaje nuestro, sobre todo Elías Semán [...] VC también -y
principalmente Semán- opinaron a favor nuestro”12. A su regreso, el PCR comenzará el
viraje hacía el maoísmo.
En ese momento comenzaran una experiencia en conjunto con VC, apoyada por el
Partido Comunista Chino: “Había una corriente en China que impulsaba la unidad
nuestra en un partido único con VC. Y hubo un determinado momento en el que la
dirección de VC planteó la posibilidad de una organización única.”13 Los frutos de este
acercamiento serían la aparición del periódico Desacuerdo y la constitución de la
Fuerza Revolucionario Antiacuerdista, FRA, de cara al proceso electoral prometido por
el General Lanusse para el año 1973.
2) El 1° de mayo de 1971, desde la provincia de Córdoba, cuando los fuegos de la
insurrección conocida como el Vivorazo14 todavía no se habían apagado, el presidente
de facto, General Lanusse anunciaba el lanzamiento del GAN, proyecto que culminaría
con el llamado a elecciones y la entrega del poder al gobierno surgido de las urnas. La
lógica del GAN giraba en torno a unir a los adversarios (poniendo el acento en el
peronismo) para aislar a los enemigos (es decir, el amplio movimiento de impugnación
12.Ídem anterior, pág. 47 13 Ídem anterior, pág. 5114 Levantamiento provincial encabezado –entre otros- por los trabajadores de Fiat. Conocido también
como el segundo Cordobazo, o cordobazito el nombre hace referencia a una afirmación del Gobernador
Uriburu, en dirección a proponerse como el que cortaría de un solo tajo la cabeza de la víbora subversiva
que anidaba en Córdoba. Por primera vez flamearían en las columnas obreras las banderas de las
organizaciones de la Nueva Izquierda.
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social surgido con el Cordobazo). Para ese fin, se rehabilitarían los partidos políticos
(suspendidos en 1966), al tiempo que una serie de mejoras en el campo laboral
intentaban desactivar la conflictividad fabril.
Lentamente el eje político se irá desplazando hacia las posibilidades (y características)
que tendría la salida electoral.
La experiencia de Desacuerdo se inserta en este marco. De aparición regularmente
quincenal va a salir desde mayo de 1972 hasta junio de 1973. En ese lapso se editarán
24 números. El proyecto será impulsado inicialmente por VC pero al lanzarse en
octubre de 1972 la propuesta de la FRA, Desacuerdo pasará a ser su órgano de prensa.
A lo largo de sus ediciones harán constantes esfuerzos por desplegar su política con un
doble objetivo. El primero será el de diferenciarse del PC, al que señalaban como el
exponente del revisionismo. Para Desacuerdo, el PC se había degenerado a mediados de
la década del cuarenta cuando hizo propios los principios del llamado Browederismo15.
Esta política explicaba la actuación de ese partido desde 1945: la integración a la Unión
Democrática; su política frente al gobierno de Perón; las posturas contradictorias y
gorilas en 1955, etc. Cabe agregar que -entre muchísimas otras cuestiones- estos hechos
cimentaban las opiniones peronistas contrarias al comunismo. Esta diferenciación los
constituía como los otros comunistas, los que tenían como enemigos a los mismos que
ellos, y que, al igual que los peronistas, luchaban por la revolución en la Argentina.
Profundizar estas coincidencias va ser, entonces, el segundo objetivo: este comunismo
había sellado la unidad con los peronistas en la acción, allí donde las diferencias
quedaban de lado: “el Cordobazo nos encontró juntos, en las barricadas, donde nadie
se acordó de gritar Viva Perón. Nos unimos con el pueblo en la pelea, yo desde la
izquierda que nacía para seguir el ejemplo de Emilio Jauregui [militante de VC
asesinado por la policía en 1969.MA], junto a los compañeros que desde la base
peronista repudiaban a los dirigentes sindicales traidores16.
La principal jugada de la Dictadura será entonces, para Desacuerdo, la de dividir esa
fuerza y para eso utilizará la cuestión electoral. En ese sentido interpretarán que el
lanzamiento del llamado Gran Acuerdo Nacional había logrado dos cuestiones. La
15 Por Earl Browder: secretario general del PC EEUU entre 1930 y 1945. Planteaba que existía una suerte
de interés común entre el proletariado y la burguesía de ese país. En 1944 disolvió el PC y lo sustituyó
por una organización llamada Asociación Política Comunista de los EE.UU.16 La podemos seguir discutiendo entre combate y combate: Carta abierta al Peronismo Revolucionario.
Un militante. Desacuerdo N 12 18 de octubre de 1972. Pág. 4
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![Page 9: desacuerdo](https://reader037.fdocuments.co/reader037/viewer/2022100415/55721243497959fc0b9054ea/html5/thumbnails/9.jpg)
primera era un triunfo táctico de la dictadura, ya que “Lanusse y su GAN consiguieron
al principio dividirnos temporáneamente. Hasta marzo del 71 los compañeros
peronistas revolucionarios no vacilaban en unirse con la izquierda”17. La segunda era
una derrota estratégica, ya que el GAN ponía blanco sobre negro frente a los ojos de los
peronistas el papel contrarevolucionario del propio Perón: “la cuestión fue que en el
GAN ya no se trataba de la colaboración de algunos dirigentes peronistas (a los que se
pudiera acusar de traidores a Perón); Lanusse no quería hacer un partido neo
peronista, no quería robarle un pedazo de partido a Perón: en el acuerdo entraba
directamente Perón”.18. En ese sentido claramente la posición de la FRA trataba de
diferenciarse del resto de la izquierda. No era un obstáculo ser peronista si esto
significaba seguir el camino de la lucha: “¿es posible que mis compañeros peronistas
no se rebelen? No van a entrar en esta porquería, van a preferir el camino de la pelea y
de la necesaria unidad con la izquierda revolucionaria) [...] No es una condición para
pelear juntos que ellos dejen de ser peronistas. Yo pienso que el verdadero peronismo
es el de Perón, Rucci, Cámpora; Coria y Cia. A lo sumo ellos pensarán que son estos
los que han dejado de ser peronistas y se han vuelto gorilas”19. Esta discusión en el
marco de la lucha antidictatorial iría aclarando las posiciones: “esto lo podemos seguir
discutiendo entre combate y combate. Lo importante es que nos unamos para persistir
en la lucha, para hacer juntos nuevos Sitrac, nuevos Cordobazos, para decirle NO al
GAN, no a la elecciones y a los golpes salvadores”20.
En octubre constituirán la FRA con el objetivo de oponer al GAN una salida
revolucionaria. La herramienta será el voto en blanco; el programa el del Sitrac-m, lo
mismo que la consigna que adoptaran: ni golpe ni elección, revolución.
También en ese mes Perón anunciaba que regresaría a la Argentina luego de 18 años de
exilio. Para Desacuerdo los gorilas traían al odiado General con el objetivo de poner un
desvío a las aspiraciones revolucionarias de las masas. Eso no significaba la oposición
al retorno de Perón. Las condiciones en que el regreso se daba era la cuestión a
desmenuzar. La FRA interpretará que era la muestra de “la consolidación de un acuerdo
que está destinado a reforzar el sistema de opresión de nuestro pueblo […] Perón viene
17 Idem anterior18 Idem anterior 19 Idem anterior20 Idem anterior
8
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a rubricar el acta de capitulación que le exige la dictadura”21. Insistirán que el pueblo
peronista- junto con la izquierda revolucionaria- tenían que repudiar no el retorno si no
el carácter que éste tenía. Y la manera de hacerlo era por medio de la movilización,
profundizando la lucha contra la dictadura. En ese sentido, llamaban a los peronistas a
definir el bando en el que iban a estar: con la izquierda revolucionaria o con los que
quieren mantener el sistema capitalista, entre los cuales se encontraba el propio Perón:
“todos los honestos combatientes que aún se reivindican como peronistas deberán
establecer con claridad quiénes son los sus verdaderos amigos y la actitud de cada uno
de ellos frente a este Acuerdo destinado a institucionalizar el sistema de opresión y
frente al desarrollo del auge de luchas populares sostenido desde 1969”.22
Hay un cambio cualitativo según los desacuerdistas. Señalarán que las masas tomarán
el retorno con un sentimiento que bordeaba la indiferencia: “hace algunos años, todos
hubiesen pensado que ante semejantes anuncios de retorno el país entero se sumiría en
una gran excitación y expectativa. Sin embargo, la realidad de octubre del 72 es bien
distinta. La clase obrera, los campesinos, el pueblo todo sigue peleando [...] no hay
excitación, hay sonrisas, en otros casos pena, en algunos vergüenza, también
indignación”.23 El motivo de ese ánimo estaba en la percepción de que el Cordobazo
había abierto un proceso de avance irreversible “¿Por qué? La respuesta es sencilla,
compañero, la Argentina de 1969, del 70, del 71, del 72, la argentina después del
Corbobazo es completamente distinta a la otra, la vieja, la que ya no volverá, a pesar
de los esfuerzos de Lanusse, Perón y Balbín. [...] Ya no hay políticos –aunque se llamen
Perón- que sirvan para torcer el rumbo de la lucha popular”24
Esta percepción los llevará a balancear lo que ven como contradicciones entre las masas
y su dirección, es decir entre los peronistas y Perón como algo próximo a estallar: “la
experiencia acumulada por esas masas y la voluntad de avanzar en ese camino –por un
lado- y la fe en Perón, el mismo Perón que los desalienta a seguir luchando expresa un
momento fundamental de un importante sector del pueblo argentino”25. El tema es qué
dirección tomarían. Para la FRA pesarían más los elementos de la experiencia pos
Cordobazo que la identidad peronista. No había dudas que completarían el proceso
21 Retorno: frenar la lucha popular. Desacuerdo N 14, 15 de noviembre Pág 222 ídem anterior23 Idem anterior24 Idem anterior25 Declaración del FRA del 2 de diciembre de 1972.
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abierto con la radicalización de los métodos de lucha avanzando “hacía la ruptura –no
sólo en la acción sino también en la conciencia- con el reformismo burgués26.
Con Perón ya instalado en el país, Desacuerdo interpretará que la población iba dejando
rápidamente de lado las ya mencionadas pocas expectativas que había generado. En la
misma línea de análisis que ya estaba presente dirán que las masas estaban tomando
consciencia del rol de Perón. Los llamados a desmovilizarse hechos por el propio
General eran una muestra de su carácter acuerdista: “Perón vino a acordar, tratando de
lograr las mejores condiciones para hacerlo. Pero las masas no cuentan en este
Acuerdo porque va dirigido contra ellas, y es por eso que su presencia molesta tanto a
Perón como a la dictadura”.27
La FRA constantemente hará hincapié en el repudio a Perón –en cuanto personalización
de una política burguesa- pero haciendo equilibrio para no caer en la clásica postura
gorila de la izquierda. En ese sentido, nos parece ilustrativa una reseña publicada en la
revista con motivo de un mitin, realizado el 16 de noviembre, un día antes del regreso.
Más allá del tono de los discursos que denunciaban a Perón, se había coreado una
consigna “que no obstante, tendía la mano hacía ese combativo pueblo peronista, que,
una vez más supo hacer oídos sordos a los consejos de “prudencia y sabiduría”; los
militantes del FRA allí reunidos vocearon con insistencia: la Fuerza, la Fuerza
Antiacuerdista, ahí está el camino para el pueblo peronista”28. Dicho en otras palabras,
la FRA funcionaría como una herramienta, como un puente entre su identidad peronista
y el papel revolucionario al que estaban llamados a cumplir: “el pueblo tiene su propia
dinámica [...] tiene sus necesidades que lo van a impulsar a exigir transformaciones de
base[...] Perón era pro nazi pero el pueblo va a expropiar los medios de producción
cantando la marcha peronista, gritando Viva Perón”.29
Ya confirmada la fecha de las elecciones -11 de marzo de 1973- y con la mayoría de las
candidaturas definidas –Cámpora–Solano Lima la del Frente Justicialista de Liberación
profundizarán su propuesta de voto en blanco. Levantarán la consigna de oponer la
lucha de calles a la campaña electoral, movilizándose para hacer que el del ´73 sea un
verano caliente contra el GAN y la dictadura
26 Idem anterior27 Desacuerdo N° 15, pág 2, 28 de noviembre de 1972.28 Acto en el Verdi: se constituyó la junta del FRA en Capital. Desacuerdo N° 15 28 de noviembre de
1972, Pág. 8.29 Entrevista a René Durou antes citada
10
![Page 12: desacuerdo](https://reader037.fdocuments.co/reader037/viewer/2022100415/55721243497959fc0b9054ea/html5/thumbnails/12.jpg)
No había dudas acerca del carácter de la convocatoria a elecciones: continuar con el
sistema de explotación. Más allá de quién ganara las elecciones evaluaban que iba a
haber un claro triunfador: la dictadura, al haber logrado desviar –momentaneamente- a
las masas del camino revolucionario. Participando en las elecciones por medio del voto
en blanco desenmascararían esa maniobra. Y frente a los que decían que era un voto
desperdiciado, subrayaban el carácter positivo del mismo. Al contrario: tirar el voto era
haciéndolo a los candidatos del GAN en todas sus variables, es decir el arco de partidos
que presentaban candidaturas a las elecciones. De esta caracterización no escapaban el
Frejuli; obviamente el revisionista PC y su frente la Alianza Popular Revolucionaria, ni
siquiera el trotskista PST30. El voto en blanco será presentado como el único que
contendrá, al rechazar a la trampa electoral, la tradición combativa del pueblo: “No
desperdicie el voto. Vote en blanco. Defina un voto positivo vote en blanco por la
democracia de los de abajo, que abrió el camino del Cordobazo”31. Entretanto, muchos
militantes sentían que su propuesta conseguía el efecto contrario al buscado: “nosotros
hicimos toda una campaña contra Lanusse: Luche y vote en blanco [...] íbamos a
repartir 50 mil volantes en la cancha de River. Estaba repleta. Dos meses antes de las
elecciones o a fin del 72. La gente nos miraba con simpatía. Pero yo le decía al
compañero que estaba conmigo “Estos tipos nos miran con simpatía pero como si
fuéramos pelotudos” “Noooo” me decía “vos estás loco” “si, estos tipos van a votar
todos peronismo”[...] empezó a darme vergüenza entregar el volante del Luche y Vote
en Blanco”. 32
Sin embargo, se encargarían de señalar el carácter meramente coyuntural de su postura.
En un reportaje a Rubén Kriscaustzky, miembro de la mesa nacional de la FRA e
integrante de VC, manifestaba que “No se puede pensar que bajo esta dictadura
militar, en las condiciones actuales de concentración de poder en manos de los
monopolios y de la camarilla militar, sea posible alguna forma de democracia popular
que se establezca a través de formas electorales o de cualquier otra, esto no es posible
pedírselo a la dictadura”33. De no existir este condicionamiento, solo reverían su
30 Partido Socialista de los Trabajadores: surge de la fusión entre un grupo que venía del PSA liderado por
Juan Carlos Coral y el PRT – La Verdad, de Nahuel Moreno. Luego del fracaso de una fórmula
encabezada por Agustín Tosco y Armando Jaime, el PST va a presentarse en la elecciones de marzo del
73 con la Formula Juan Carlos Coral-Nora Ciapponi31 Tapa de Desacuerdo N° 18, 17 de enero de 1973 32 Entrevista a Juan Suriano antes citada.33 Reportaje público al FRA. Pág. 8, Desacuerdo N° 18, 17 de enero de 1973
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posición en caso de construido un poder de nuevo tipo: “no estamos en contra de todas
las elecciones, estamos a favor de las elecciones garantizadas por un gobierno popular
revolucionario, en esas sí participaremos, las promoveremos, en la medida de que el
poder esté en manos del pueblo”34. La noción de gobierno popular revolucionario está
presente en el programa del Sitrac-m, elaborado en Córdoba en mayo de 197135 y que
como lo señaláramos más arriba, la FRA había hecho propio. La misma hace referencia
a un gobierno instaurado mediante la lucha popular y las movilizaciones de masas, por
lo que la condición para participar en las elecciones es que primero se haya dado el
triunfo de la revolución, y el gobierno surgido de ésta llame a elecciones.
Esta de más decir que la propuesta de la FRA fue desoída por los votantes peronistas
que llevaron al triunfo a la formula del FREJULI con cerca del 50 % de los votos.
¿Cómo explicarlo? Darán cuenta diciendo que “demostró que la mayoría del pueblo
entendió que había una opción entre Cámpora y Lanusse, entre la dictadura militar y
un gobierno que promete romper con la continuidad”36. En lo que respecta a su propia
performance y los resultados políticos de la misma evaluarán con realismo que “no
alcanzó a intervenir como una alternativa eficaz en la controversia planteada. Los
activistas del FRA fueron constatando como, a medida que se acercaba la fecha de las
elecciones, gran cantidad de compañeros que habían coincidido con la necesidad de
repudiar la trampa electoral, se inclinaban por ejercer lo que entendían una forma de
repudio, votando al FREJULI”.37 Si bien no habían podido frenar esa corrida de
votantes desde posiciones pro-FRA hacía el candidato peronista, harían una salvedad
que les permitía recuperar un aspecto positivo de la experiencia: “los votos en blanco
son producto de una convicción política y no una indecisión”38. Sin embargo, un ex
participante de la misma recuerda que, por lo menos en su caso, el argumento no surtió
el efecto deseado: “creo que fue la elección donde el voto en blanco tuvo menor
incidencia después de la reforma de Saénz Peña. Por supuesto el Partido articuló una
34 Ídem anterior.35 Según la tradición partidaria en la elaboración del programa del Sitrac-m Roberto Cristina -Secretario
General de VC- tuvo un rol destacado. Ver al respecto el capitulo 10, El aporte de VC en Sitrac- Sitram
del libro de Soto Vidas y Obras de Vanguardia Comunista.36 Libertad a los presos políticos. Pág. 2 Desacuerdo N°21, 28 de marzo de 197337 Idem anterior38 Entrevista a Juan Suriano antes citada.
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explicación… visté cuando el PO [Partido Obrero. MA] saca el uno por ciento y gana,
bueno, lo mismo. Y ahí terminó mi estadía en Vanguardia.”39
Con las elecciones de marzo llegaría a su fin la experiencia de la FRA. Meses después
haría lo propio el periódico Desacuerdo.
Vanguardia Comunista seguiría con su propuesta de unidad con la izquierda peronista,
fundamentalmente con Montoneros. Al contrario, el Partido Comunista Revolucionario
iniciaría un viraje profundo –en paralelo a su asimilación del maoísmo como guía
ideológica- hacia posiciones que buscarán un encuentro con lo que denominaban como
sectores nacionalistas y tercermundistas del peronismo. Abandonando la caracterización
de país capitalista dependiente comenzarán a ver a Argentina como oprimida y
disputada por las potencias imperialistas: Estados Unidos y –sobre todo- el llamado
social imperialismo soviético que tenía alianzas o había infiltrado al resto de la
izquierda, así como a también sindicalistas, militares, empresarios, políticos y un largo
etc. que caían en la categoría de pro rusos. Esta política los llevaría a la defensa del
gobierno de Isabel Martínez de Perón –al que veían como tercermundista y nacionalista-
contra el golpe de estado en ciernes afirmando que detrás del mismo se movían las
superpotencias.
3) Al principio del trabajo plantemos una serie de preguntas que intentamos responder a
lo largo del mismo.
Pasando en limpio, podemos ver que el diálogo que el FRA va intentar establecer con el
peronismo apunta a que las bases rompan con la dirección burguesa encabezada por
Perón. En ese sentido, los interlocutores van a ser los sectores combativos y
revolucionarios, caracterizados como la avanzada del movimiento, es decir los que
nacieron y se desarrollaron a partir del Cordobazo. A tal fin remarcarán el doble
carácter de su identidad -peronistas y revolucionarios- y la necesidad de que esto último
-surgido de la lucha y más avanzado que la ideología- tenga más peso que lo primero.
Pero, ¿era posible que estos sectores renuncien a su identidad o denuncien –en 1973- el
papel de Perón, cuando de ahí emanaba su legitimidad?
La ultima cuestión es la electoral. La posición frente a las elecciones de marzo (y
septiembre) del 73 es algo común del conjunto de la Nueva Izquierda: con la excepción
de las peronistas (principalmente Montoneros), ninguna de ellas tomo nota que si bien
eran un desvío, las masas habían enderezado las naves hacía ella.
39 Idem anterior
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En el caso que nos ocupa, el impulso al voto en blanco nace de una lectura correcta en
cuanto a la caracterización del GAN como un plan tendiente a cerrar (o por lo menos
frenar) el ciclo de alza de masas abierto con el mayo cordobés. Sin embargo, podemos
decir que no lograron salir de su propia lógica de razonamiento, y aun viéndolo, su
postura anti electoral –en sentido de elecciones como herramienta burguesa- le impidió
dar cuenta que el rechazo a la dictadura iba a ser canalizado fundamentalmente por la
formula del FreJuLi.
Pero, ¿cómo no mirar a las elecciones como una trampa? Como señalamos, una
combinación de factores externos e internos abonaban esa percepción. Entre los
primeros podemos señalar principalmente a la historia argentina reciente, jalonada
desde –por lo menos- 1955 por una sucesión de golpes de estado y gobiernos seudo
democráticos. También las condiciones de ilegalidad y clandestinidad -fruto de las
condiciones políticas- del desarrollo de estas experiencias. A lo que hay que sumar: las
tradiciones arrastradas de la vieja izquierda –en este caso el stalinismo, reivindicado por
el maoísmo como continuación del leninismo-; los microclimas que daban rigor de
verdad e inefabilidad a las afirmaciones partidarias; el signo de la época; y la juventud
de la inmensa mayoría de los participantes de estas experiencias. La suma de estos
elementos daba un único resultado: la revolución estaba al alcance de sus manos (no
está de más señalar el amplio consenso que tenía en la sociedad las múltiples
manifestaciones contrarias a la dictadura, entre ellas las que hacían uso de la violencia) .
En concordancia, no había posibilidad de evaluar como un avance, frente al gobierno
dictatorial de La Revolución Argentina, la instauración de otro surgido de elecciones-
sobre todo tomando en cuenta el altísimo nivel de movilización popular que rodeó al
llamado del 11 de marzo de 1973-. La consigna de agitación ni golpe ni elección,
revolución se había convertido en una política que, tal como lo expresaba, no dejaba
lugar a otra alternativa que no fuese la revolucionaria.
En esa misma línea otra pregunta: con las características partidarias arriba señaladas
¿era posible articular una táctica que les permitiese una propuesta que entronque con ese
proceso? La FRA fue intransigente con su política, pero, aunque conscientes de su
resultado, la mantuvieron fija. En ese sentido, la realidad se había convertido para ellos
en un dato menor a tener en cuenta.
No hay que olvidar que muchas veces los pedidos de rectificación o los
cuestionamientos a la línea partidaria eran vistos como sinónimo de desviaciones
pequeño burguesa, claudicación o traición. La lógica indicaba que la historia estaba de
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su lado y el Partido -con mayúscula- era infalible. De ahí que, que una vez lanzada,
haya sido impensable una revisión en dirección a posiciones más cercanas a los anhelos
democráticos y antidictatoriales –sin que ello significara el abandono de un horizonte de
transformaciones mucho más profundas- materializados en el voto del 73.
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Bibliografía utilizada
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B) Revistas
Revista Desacuerdo, Colección completa (marzo 1972 / Junio 1973)
C) Entrevistas
René DurouOtto VargasJuan Suriano
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