Día de los derechos humanos balsa de la medusa

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Dos veces con la misma piedra Te vamos a contar dos historias reales, entre ellas han transcurrido casi doscien- tos años. La primera dio lugar a que un pintor realizase una de las obras de arte más conmovedoras de la historia de la pintura, esperamos que la otra despierte en ti al artista que duerme dentro. La Balsa de la Medusa de Théodore Géricault La historia de la fragata “Medusa” fue uno de los sucesos más espeluznantes de la Francia de principios de siglo XIX. El barco naufragó frente a las costas senegalesas y un pequeño grupo de personas se agolpa- ron en una improvisada balsa. Los supervi- vientes fueron presa del hambre, la sed, la insolación y las enfermedades. Muchos falle- cieron antes de ser avistados y trasladados a Francia. La historia fue censurada por el gobierno, que impidió que se conociera en la prensa. Géricault realizó este cuadro para divulgar el hecho, y tras dos años de prohi- bición, se expuso en el Salón Oficial causan- do un tremendo escándalo social. Géricault planteó un cuadro de casi cinco metros de alto y más de siete de ancho. Hizo nume- rosos bocetos y estudios previos. La escena recoge el momento en que los náufragos avistan una fragata que no los socorrerá. Los personajes navegan entre la desesperación más absoluta del anciano que da la espalda al barco, hasta el entusiasmo desbordado de los hombres que agi- tan sus camisas al horizonte. La Balsa de la Me- dusa fue el cua- dro insignia del movimiento ro- mántico francés, por su tono apa- sionado y tétri- co, con el hombre desconocido como protagonista abso- luto de la historia. Nuestra propia Balsa de la Medusa El 20 de febrero de 2003, concluyó la angustio- sa travesía de una patera que zarpaba dos semanas antes desde la costa sahariana. Solo seis de los vein- te inmigrantes que viajaban, salvaron la vida. Fueron abandonados en mitad del Atlántico, sin motor, sin agua y sin comida. Salvamento marítimo organizó una búsqueda infructuosa que duró tres días. Tras suspen- derse pasarían diez días más sin rumbo fijo hasta ser, casualmente avistados por un pesquero. Años más tarde esta historia sería el eje del libro “Héroes de éba- no”, del periodista Juan Manuel Pardellas. Te proponemos que estudies el paralelismo existen- te entre esta noticia y la que motivó el cuadro de Théodore Géricault “La Balsa de la Medusa” hace casi dos- cientos años. Lee atentamente los artículos de periódico que te adjun- tamos, presta especial atención a los testimonios de los supervivientes y de las personas que los rescataron. Fíjate en cualquier detalle e intenta transmitir los sentimientos que te producen tragedias como esta. Transfórmate por un instante en pintor romántico, como Géricault. Para ello, necesitarás una lámina din A3, lápiz de grafito, goma, cre- yones, rotuladores, recortes de re- vistas y prensa, témperas, acuare- las, tinta o cualquier otro material de uso escolar, para realizar un di- bujo, collage o montaje gráfico. Si pones empeño en ello tu obra será merecedora de elogio por parte de alumnado y profesorado. Viñeta perteneciente a un comic de Asterix de 1967. (Asterix Légionnaire) Raft of the Medusa, 2002, Hu Jieming. Balsa de la Medusa, 1819, Théodore Géricault. Oleo sobre lienzo, 491 x 716 cm. Museo del Louvre Alumno/Alumna: Curso: Centro: Boceto realizado por Géricault previo a la realización del cuadro. M igraci ón y Derechos Humanos Unidad didáctica: Mark Stutzman. Técnica mixta. Algunas composiciones han tenido su inspiración en “La Balsa de la Medusa”.

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Dos veces con la misma piedra

Te vamos a contar dos historias reales, entre ellas han transcurrido casi doscien-tos años. La primera dio lugar a que un pintor realizase una de las obras de arte más conmovedoras de la historia de la pintura, esperamos que la otra despierte en ti al artista que duerme dentro.

La Balsa de la Medusa

de Théodore Géricault

La historia de la fragata “Medusa” fue uno de los sucesos más espeluznantes de la Francia de principios de siglo XIX. El barco naufragó frente a las costas senegalesas y un pequeño grupo de personas se agolpa-ron en una improvisada balsa. Los supervi-vientes fueron presa del hambre, la sed, la insolación y las enfermedades. Muchos falle-cieron antes de ser avistados y trasladados a Francia. La historia fue censurada por el gobierno, que impidió que se conociera en la prensa. Géricault realizó este cuadro para divulgar el hecho, y tras dos años de prohi-bición, se expuso en el Salón Oficial causan-do un tremendo escándalo social. Géricault planteó un cuadro de casi cinco metros de alto y más de siete de ancho. Hizo nume-rosos bocetos y estudios previos. La escena recoge el momento en que los náufragos avistan una fragata que no los socorrerá. Los personajes navegan entre la desesperación más absoluta del anciano que da la espalda al barco, hasta el entusiasmo desbordado de

los hombres que agi-tan sus camisas

al horizonte. La Balsa de la Me-dusa fue el cua-dro insignia del

movimiento ro-mántico francés, por su tono apa-sionado y tétri-

co, con el hombre desconocido como protagonista abso-

luto de la historia.

Nuestra propia Balsa de la Medusa

El 20 de febrero de 2003, concluyó la angustio-

sa travesía de una patera que zarpaba dos semanas antes desde la costa sahariana. Solo seis de los vein-te inmigrantes que viajaban, salvaron la vida. Fueron abandonados en mitad del Atlántico, sin motor, sin agua y sin comida. Salvamento marítimo organizó una búsqueda infructuosa que duró tres días. Tras suspen-derse pasarían diez días más sin rumbo fijo hasta ser, casualmente avistados por un pesquero. Años más tarde esta historia sería el eje del libro “Héroes de éba-no”, del periodista Juan Manuel Pardellas.

Te proponemos que estudies el paralelismo existen-te entre esta noticia y la que motivó el cuadro de Théodore Géricault “La Balsa de la Medusa” hace casi dos-cientos años. Lee atentamente los artículos de periódico que te adjun-tamos, presta especial atención a los testimonios de los supervivientes y de las personas que los rescataron. Fíjate en cualquier detalle e intenta transmitir los sentimientos que te producen tragedias como esta.

Transfórmate por un instante en pintor romántico, como Géricault. Para ello, necesitarás una lámina din A3, lápiz de grafito, goma, cre-yones, rotuladores, recortes de re-vistas y prensa, témperas, acuare-las, tinta o cualquier otro material de uso escolar, para realizar un di-bujo, collage o montaje gráfico. Si pones empeño en ello tu obra será merecedora de elogio por parte de alumnado y profesorado.

Viñeta perteneciente a un comic de Asterix de 1967. (Asterix Légionnaire)

Raft of the Medusa, 2002, Hu Jieming.

Balsa de la Medusa, 1819, Théodore Géricault. Oleo sobre lienzo, 491 x 716 cm. Museo del Louvre

Alumno/Alumna:

Curso:

Centro:

Boceto realizado por Géricault previo a la realización del cuadro.

Migración y

Derechos Humanos

Unidad didáctica:

Mark Stutzman. Técnica mixta.

Algunas composiciones han tenido su inspiración en “La Balsa de la Medusa”.