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    Resumen

    E l budismo es una de las religiones que ms estn creciendo en las socie-dades occidentales. Es de esperarse que existan muchas expectativas ymalentendidos de sus postulados y principios. Pero sin lugar a dudas una ver-tiente muy interesante del budismo es su visin sobre la tica y la moral. Esteensayo tiene el objetivo general de exponer qu entiende el budismo por tica.Comprender la mente y sus funciones es bsico para operar acciones y nor-mas que se dirijan al bienestar de uno y de los ms. En este campo, el budismoes una profunda propuesta prctica para elevar la calidad de nuestras relacioneshumanas de modo compasivo e inteligente.

    Palabras clave: tica, budismo, virtud, sentimientos, conducta.

    BUDISMO Y TICA: QU HACEMOSCON NUESTROS MALOS SENTIMIENTOS?

    JORGEGARCAMONTAO*

    * El autor es socilogo, maestro en Economa por la UNAMy doctor en Poblacin por El Colegiode Mxico. Actualmente imparte cursos budistas y seminarios de meditacin con base en los librosque ha publicado sobre el tema: El Budhadharma, El arte de estar bien,La pesadilla del samsarayAbandona tu yo. Estn en proceso de edicin dos l ibros ms: La propuestay Tesoros del corazn(Ediciones Pax). Vive en la ciudad de Mxico y es el responsable de la Academia Budista Kalamas,pgina web: www.kalamas.org.mx

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    Abstract

    Buddhism is one of the religions that are growing in most Western societies.It is expected that there are many misunderstandings and expectations of itstenets and principles. But without a doubt a very interesting aspect of Buddhismis your vision on ethics and morality. This test has the overall aim of exposing

    what Buddhism means by ethics. To understand the mind and its functions isbasic to operate actions and rules that address the welfare of one and more. Inthis area, Buddhism is a profound practical proposal to raise the quality of ourhuman relations so compassionate and intelligent.

    Key words: ethics, buddhism, virtue, feelings, behavior.

    La sabidura oriental ms antigua en el contexto del budismo dice que en losseres humanos realmente slo existen dos emociones sustantivas: el amor yel miedo. Todos los dems sentimientos, buenos o malos, son ramas de estosdos rboles inmensos. En el campo del amor y el miedo jugamos todas nuestraspartidas tanto con uno mismo como con los dems.

    La idea que articula este ensayo reside en una hiptesis bastante simplepero que implica un verdadero desafo tanto intelectual como vivencial: la na-

    turaleza del ser humano es bondadosa y pacca,1

    como lo establece el DalaiLama en sus enseanzas. Biolgicamente nuestra estructura fsica y corporalest diseada ms para el abrazo y la ternura, que para la agresin y los actosofensivos. No tenemos colmillos como la mayora de los mamferos carnvoros;nuestras uas son delgadas, nunca se convierten en pezuas. Nuestro cuerpocarece de partes resistentes como caparazones. Nuestros brazos y manos sondelgados en general, ms predispuestos a la caricia que al golpe. Somos tan d-biles que todas las armas que hemos inventado de cierto modo lo que hacen

    es suplir nuestro dcit siolgico.Seguramente todos ustedes se preguntarn por qu si somos de naturaleza

    compasiva y bondadosa existe tanto mal y problemas en nuestras sociedades yen nuestra vida personal? Al respecto, Gueshe Sonam Rinchen, un viejo monjebudista tibetano, hace referencia a la realidad actual con estas palabras:

    1Dalai Lama, El arte de la compasin. Barcelona,Grijalvo, 2002.

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    El ambiente fsico est lleno de los resultados de nuestras acciones negativas.Las cosechas se pierden o disminuyen, las medicinas pierden el poder decurar, los recursos naturales se estn agotando, la comida no tiene nutrientes,hay un surgimiento de enfermedades nuevas y las antiguas regresan de formams virulenta. Hay ms ladrones y criminales y las personas son mentirosasy explotadoras ms que nunca. Los elementos bsicos estn en desequilibrioy abundan los desastres naturales. Hay una pltora de condiciones negativasexternas e internas.2

    Para la teora budista, el mundo que vivimos est hecho primariamente porla mente. Es ella la creadora del mundo que experimentamos. En El Dhamma-

    padase establece que:

    Somos lo que pensamos.Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.

    Con nuestros pensamientos construimos el mundo.Habla y acta con mente impura

    Y los problemas te seguirnComo sigue la carreta al buey ensimismado...

    Habla y acta con una mente puraY la felicidad te seguir.

    Como tu misma sombra, inseparable.3

    En el contexto del dharma, es decir, las enseanzas dadas por Buda hace unpoco ms de 2500 aos, mente signica no slo los procesos mentales asen -

    tados en el cerebro, sino tambin las sensaciones, sentimientos y emocionesque el cuerpo experimenta. En pocas palabras, hay que entender por mentetodo aquello que nos sucede. Mente, por lo tanto, es espritu.

    Cuando se habla de que construimos el mundo con la mente, lo que se quieredecir es que todo lo que nos rodea fue antes un proceso diseado en y por lamente. Aqu mismo, la ropa que usamos, los asientos donde estamos, la estructu-ra de este auditorio, los jardines, nuestros libros, celulares y computadoras; todo

    ha sido antes una idea, un pensamiento. Pues bien, de acuerdo con la mismamecnica podemos armar que todos los hechos y circunstancias que vivimoshan sido previamente denidos de algn modo por la mente. Toda experiencia

    que vivimos, ya sea agradable, desagradable o neutra, es consecuencia delmodo en que reacciona la mente a los estmulos internos y externos.

    2Gueshe Sonam Rinchen, Ocho poemas para educar la mente. Novolato, Dharma, 2005.3Annimo,El Dhammapada. Vers. de Alberto Blanco. Mxico, FCE, 2004.

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    Si as son las cosas, entonces podemos inferir que nuestra sociedad, y engeneral la cultura y la educacin, est verdaderamente al margen de lo verda-deramente humano. Durante mucho tiempo nos hemos dedicado a estudiar yanalizar todo aquello que tiene que ver con el mundo material, con el cuerpo.Por eso es lgico que las disciplinas mdicas, biolgicas y genticas sean ahoralas reas que mejor desempeo tienen en las ciencias en general. Tambin noshemos abocado con gran esmero a construir un mundo externo que satisfaganuestros placeres sensitivos. Todo el marketing actual est enfocado a satisfacer

    los deseos que saturan nuestros sentidos.La cultura occidental se ha especializado en la lgica, la razn, la materia y

    en las formas externas. Biolgicamente hablando, hemos fomentado el desa-rrollo del hemisferio cerebral izquierdo; lo cuantitativo y lo medible, los ndicesy las tasas, los porcentajes y las curvas logartmicas parecen ser el sustentonatural para pensar el mundo. En cambio, hay un franco dcit de atencin en

    las cualidades que residen en el hemisferio derecho: la intuicin, la pasin, lapoesa, el sentido, las estructuras y sistemas inmateriales de la conciencia yla sabidura.

    El costo que estamos pagando por este desequilibrio entre la lgica y laintuicin, entre el dato y el corazn, es impresionante; a decir verdad nos en-contramos en una situacin desastrosa.

    Si bien es cierto que cada uno de nosotros tenemos el potencial para serpersonas buenas y felices, tambin tenemos las condiciones para ser personasmalas y perjudiciales. Las facetas del bien y el mal conviven en nuestro mundo.

    En cada mente residen cientos de tendencias hacia el egosmo, la agresividady la maldad. Son los llamados malos sentimientos los que nos hacen sufrir, ycomo sufrimos, sentimos la necesidad de hacer sufrir a los dems.

    Desde el punto de vista de la prctica y el estudio budistas, lo que importa,antes que nada, es reconocer que en cada uno de nosotros habitan ngeles ydemonios. Cada una de las intenciones y motivaciones para actuar pretendedominar toda la existencia.4Hay mltiples opciones, pero sin lugar a dudas esmucho ms fcil inclinarse por las voliciones negativas que por las positivas.

    Y esto tiene su razn de ser. Los resultados de los actos negativos parecenproporcionar satisfaccin inmediata a nuestros deseos. Robar hace que en unmomento tengamos lo que queremos; comer compulsivamente hace que sa-ciemos el hambre en un instante; tener relaciones sexuales materialistas haceque desahoguemos intempestivamente importantes energas. El poder de las

    4Dalai Lama,Adiestrar la mente. Barcelona, Casa Tbet de Barcelona/Fundacin para Preservarla Tradicin Mahayana /Editorial Dharma, 2004.

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    acciones negativas es que pretenden darnos una felicidad inmediata, de cortoplazo y de modo seguro.Pero todos por experiencia propia sabemos que los actos negativos, las

    conductas neurticas y estresantes por satisfacer rpidamente nuestros deseosnos traen ms problemas que felicidad. A la larga, dice el Dalai Lama, los aspec-tos negativos de nuestras vidas nos traen sufrimiento.

    Por eso, la tica budista puede resumirse en el siguiente postulado: Todaaccin positiva, amorosa y compasiva conlleva las semillas de la felicidad y

    verdadera satisfaccin. Toda accin negativa, agresiva y egosta conlleva lassemillas del sufrimiento y del dolor.

    Ahora bien, en el contexto del budismo se parte de que el impulso naturaldel ser humano es ser feliz, estar en paz y satisfecho; no desea el sufrimientoni la insatisfaccin. La felicidad y el sufrimiento son estados mentales o, en pa-labras ms claras, estados anmicos psicolgicos. Bajo estas consideracionespodemos hacernos varias preguntas.

    Si nuestra naturaleza humana bsica es bondadosa y protectora, lo cual nosdebera llevar a estados de felicidad profunda y de contento, por qu realiza-mos actos negativos cuyos resultados son la insatisfaccin y el sufrimiento?Dnde est el punto de quiebre entre nuestra naturaleza amorosa y nuestrasacciones destructivas? Con mayor precisin: de dnde surgen tantos malossentimientos que nos hacen sufrir y que nos llevan el hacer sufrir a los que nos ro-dean? Lo ms grave y lamentable es que hacemos sufrir a las personas queestn ms cerca de nosotros y a las que ms amamos en la vida.

    De acuerdo con las enseanzas deBuda, la raz fundamental de nuestrasexperiencias de dolor y sufrimiento, de malestar y perturbacin interna, es la igno-rancia, avidyaen snscrito. La ignorancia en este contexto no signica escasezde datos, informacin y anlisis, sino que se reere a la distorsin de cmo perci-bimos al mundo y a nosotros mismos. La ignorancia es ver de modo equivocadolos fenmenos y las experiencias que vivimos debido bsicamente a que lasemociones y pensamientos surgidos como respuesta a los estmulos del mundono son vlidos; son modos de percepcin engaosos, ilusorios y falsos.

    Concebimos de modo errneo las experiencias y los fenmenos porque seda un desencuentro, por no decir contradiccin y enfrentamiento, entre la ma-nera en que nuestra mente percibe y el modo real en que existen las personas,cosas, situaciones y hechos. Hay, pues, un desfasamiento entre mi percepciny el modo de ser de las cosas que vivo. La ignorancia es pensar, sentir y creeren cualidades y caractersticas que los fenmenos no tienen.

    Cmo vemos las cosas, las personas, los hechos y circunstancias en lavida cotidiana? Pues las vemos como si fueran entidades aisladas, jas, slidas,

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    denitivas y permanentes. Es decir, las vemos como si tuvieran existencia por smismas o como si tuvieran una esencia inmutable dentro de s, una existenciainherente y autnoma respecto a todo lo dems. Y bueno, cmo son entonceslas cosas que vivimos? Pues son interdependientes, variables, indeterminadas eimpermanentes.5

    En la vida cotidiana vemos el mundo al revs! Y precisamente debido a quetenemos una percepcin equivocada, nuestros pensamientos y emociones sonperturbados y aigidos, esto es, se encuentran en tensin y en constante en-

    frentamiento con la realidad en que nos desenvolvemos. Entre ms mal veamoslas cosas, ms perturbaciones mentales y ms aicciones emocionales habr.

    stas, a su vez, son la materia prima de la que abrevan los malos sentimientos;stos que nos empujan a acciones egostas y negativas, que nos hacen daoa nosotros mismos y a los dems.

    Podemos denir como un crculo vicioso perverso este proceso de la ignoran-cia. La cadena funciona as: al tener una experiencia desagradable cualquiera,es decir, al reaccionar a un estmulo que afecta a uno o varios de nuestros seis

    sentidos,6y que nos desagrada, generamos una emocin turbulenta; esta emo-cin es una forma de energa que busca afanosamente tomar lugar en el cuerpo, locual nos hace sentir inquietos y experimentar malestar y al mismo tiempo nos lle-va de manera automtica a realizar acciones compulsivas cuyos resultadosobviamente sern negativos. Al experimentar esos resultados negativos y des-agradables reaccionamos de modo neurtico, con lo cual favorecemos e incen-tivamos los elementos que constituyen una situacin conictiva, y sta a su vez

    nos empuja de nuevo hacia una concepcin o percepcin errnea de la situacin.De esta manera podemos decir que las percepciones errneas son productosmentales de situaciones conictivas que nosotros mismos hemos creado.

    Las perturbaciones mentales y las aicciones emocionales surgen de ver al

    mundo desde la perspectiva del ego, del yo, del egosmo; procesamos todoslos estmulos externos y todas las experiencias que vivimos en funcin del ego,de mis deseos y mis necesidades. Es as como observamos, pensamos, sen-timos y actuamos. Por lo tanto, toda relacin humana, fenmeno o suceso es

    5Dalai Lama, El ojo de la sabidura. Barcelona, Kairs, 2002.6Para el budismo existen seis sentidos, cada uno con su propia conciencia y objeto de contacto.

    El sentido de la vista contacta formas y desarrolla la conciencia visual; el sentido del olfato contactalos olores y forma la conciencia olfativa. Los sentidos del gusto, auditivo y tctil trabajan de igualmodo. Es importante hacer notar que el sexto sentido es la mente, cuyo objeto de contacto son lospensamientos y las emociones; contiene la conciencia de la conciencia, o como se dice comnmentedarse cuenta de que se est uno dando cuenta.

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    reducido drsticamente a un objeto al cual se le puede aplicar apego, aversino indiferencia, dependiendo de la sensacin que provoque.Si la sensacin del objeto es agradable, placentera, aceptable e interesante,

    entonces queremos poseerlo e integrarlo al campo de nuestra inuencia y control.

    En cambio, si el objeto es desagradable, indeseable, entonces lo que queremoses expulsarlo y excluirlo de nuestro campo de contacto. Y, por ltimo, si el objetono es importante para nuestros intereses, entonces carece de atencin. Apego,aversin e indiferencia forman la trada de los Tres Venenos Mentales.

    Ahora bien, cuando a un ujo de sucesos de cualquier entidad lo tratamoscomo objeto, es decir, como algo que se puede jar, denir, solidicar y dete-ner en el espacio y en el tiempo, lo hacemos con la nalidad de ejercer en l

    algunos de los Tres Venenos. Engaosamente las cualidades de los objetosde apego y de deseo aparecen como si fueran del objeto mismo: estn cosi-cadas en el objeto como bueno, agradable, bello, sabroso, atractivo, delicioso,entre otras caractersticas positivas. Por ejemplo, el enamoramiento, el deseode tener un auto nuevo y miles de pulsaciones de apego ms conllevan esta

    actitud mental.El proceso inverso ocurre cuando percibimos las cualidades de un objeto de

    aversin, cualidades como fealdad, insoportable, malo, odioso, entre muchasotras; son categoras que le imputamos a todo objeto desagradable: enemi-gos, lugares que no nos gustan, climas desfavorables y muchos otros.

    Es obvio que los sentimientos de apego y aferramiento hacia los objetos dedeseo del ego aparecen como gentiles, buenos y amables. Los sentimien-

    tos de aversin y odio aparecen como malos sentimientos pues todos ellosincluyen agresin, rechazo y en muchos casos violencia.Pero para la tica budista cualquier sentimiento que nace con la impronta

    del apego o de la aversin es un sentimiento malo. Tanto los de apego comolos de aversin conducen al sufrimiento y al malestar existencial. Por qu?Simplemente porque todos nuestros malos sentimientos surgen de cosicar y

    tratar a los ujos de sucesos (personas, situaciones, lugares y cosas) como si

    fueran algo jo, aislado, permanentes y sustanciales, como cosas.

    La accin de apego que lleva a la codicia y a la aversin, y que tienden aterminar en odio, requiere que nuestra mente congele el devenir que experimen-tamos en un tiempo y espacio dados. Y as es como catalogamos a una personacomo mi enemigo, a la otra como amigo; o denimos tal ciudad como horrible, o

    aquella comida como espantosa, y as sucesivamente. Pero en realidad ningunaentidad, animada o no, es una forma congelada; todo es un devenir de causasy condiciones que hacen imparables los cambios que momento a momento ex-perimenta toda entidad. Nada es, todo es devenir. Ninguna cualidad positiva

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    o negativa existe en s misma en los objetos; todas ellas son imputacionesque hace nuestra mente sobre los objetos, segn la sensacin que hayamosexperimentado en el contacto (mental, comunicativo o corporal) con el ujo de

    sucesos determinado por el objeto.El problema es que no sabemos manejar los sentimientos; nos movemos

    como tteres entre las actitudes de apego, aversin e indiferencia, como si fueranlos nicos esquemas de respuesta que podemos tener frente a las experienciasdel mundo. Dos obstculos sustanciales se presentan cuando deseamos superar

    los malos sentimientos:

    1. Se establece cuando generamos pensamientos y emociones centrados enuno mismo, en la autoestima desmesurada, en el egosmo; es decir, cuandonos vinculamos con los dems desde el territorio del egocentrismo.

    2. El obstculo que se interpone para la supresin de los malos sentimientoses asumir una actitud de apego y aferramiento al yo. Creemos, intelec-tual e intuitivamente, que el yo existe de modo inherente, para s mismo

    y desde s mismo, que existe como una entidad aislada, autnoma eindependiente de todo lo que lo rodea. Los malos sentimientos surgenprecisamente cuando tenemos el hbito mental de creer que existimoscomo una entidad alejada y aislada de los dems.7

    En este punto, cabe preguntarse por qu los malos sentimientos nacencuando estamos ensimismados, es decir, cuando creemos que todo lo que

    experimentamos debe girar alrededor del yo?, qu hay de malo en eso?Cuando deseamos, creemos y queremos que toda experiencia y contactogire alrededor de nuestro yo, entonces forzamos a que el ujo de sucesos se

    comporte de acuerdo con nuestros deseos. En otras palabras, cuando actuamosbajo el mandato del ego, del egosmo, sufrimos y hacemos sufrir a los demsporque propiciamos una fuerte agresin al tratar de exigir que los sucesos que yaocurrieron debieron de ser de otro modo; que los sucesos que estn ocurriendosean de otra manera, y que los sucesos que van a ocurrir sean como nosotros

    deseamos. El pasado, el presente y el futuro quedan totalmente destrozadosbajo el yugo del ego, de sus apegos y aversiones.

    Dado que todo suceso, sea persona, cosa o hecho, es un ujo de eventos

    que no posee independencia ni autonoma, surge, se desarrolla y culmina enfuncin de numerosos factores, causas primarias y condiciones secundarias de

    7Cf. Dalai Lama,Adiestrar la mente.

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    los cuales depende. Lo nico que podemos controlar son nuestras reaccionesfrente a esos sucesos; por eso, todo lo que me pasa depende de mis estadosmentales.

    En otras palabras, lo ms recomendable es tratar los malos sentimientos sur-gidos del apego, la aversin y la indiferencia, como estados mentales internos.Recordemos que las cualidades que les conferimos a los objetos de deseo y dedesagrado son construcciones de la mente misma; antes de ser sentimientos,han de aparecer como pensamientos de adhesin frente a los sucesos que nos

    agradan, y de rechazo ante a los sucesos que nos desagradan.La tica budista no es un esquema moralista y, por lo tanto, no impone quhacer o no. Ms bien surge como resultado de haber comprendido cmo nuestraspercepciones equivocadas de la realidad hacen que realicemos constantementeacciones de apego, aversin o indiferencia; todas actitudes negativas. De ahla importancia de comprender la realidad como es, como un ujo de sucesos

    siempre inacabado, indenido, abierto, en perenne cambio. Una mente que se

    constrie a impulsar y defender los deseos del ego, es una mente esclaviza-

    da al campo de sus intereses. En cambio, una mente no ensimismada, quepiensa en los dems, que siente a los dems, sus sufrimientos y necesidades,es una mente abierta, amplia, lcida y seguramente feliz.

    Ahora bien, para no producir malos sentimientos, se requiere haber entendido,con todas sus implicaciones, las tres caractersticas o sellos de la realidad. Laprimera establece que todos los fenmenos son impermanentes: nacen debidoa causas y condiciones, y se forman de partes; despus crecen y se desarrollan,

    y en su momento desaparecen del mundo de las formas.La segunda caracterstica establece, tambin, que todos los fenmenos con-tienen elementos de sufrimiento. Todo es potencialmente daino: podemos ha-cernos una herida con un lpiz o incluso con una hoja de papel; resbalar en unescaln y quebrarnos la cabeza. En n, cualquier objeto, sin excepcin algu-na, es susceptible de hacernos dao en este mundo. Por eso se dice que todaexistencia contiene ingredientes de malestar e insatisfaccin.

    La tercera y ltima caracterstica de la realidad es que ningn fenmeno o

    entidad posee existencia inherente, de s misma y para s misma. Ya hemosexpuesto esta idea: los fenmenos estn vacos de existencia inherente y aut-noma. Aunque en la vida cotidiana las personas, cosas y hechos se presentancomo aislados, jos y denitivos, la verdad es que son efectos producidos por

    cientos de causas, estn cambiando constantemente y son ambiguos. A estemodo de ser de los fenmenos se le llama sunyata, en snscrito. El yo mismotiene esta cualidad: es insustancial, no existe en l nada que sea eterno, jo,

    permanente ni denitivo. El yo, por el cual nos desvivimos y morimos, slo

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    agradable (apego), desagradable (aversin) e indiferencia (no me importa).Criterios que aparecen como cualidades de los mismos objetos, cuando sonconstrucciones de nuestra mente. Esta confusin nos hace torpes y poco vir-tuosos para tratar con habilidad y asertividad los conictos que la vida personal

    y social nos plantea.9

    Los malos sentimientos aparecen cuando no sabemos reaccionar adecua-damente, es decir, de manera sensible, pacca, abierta y constructiva, a las

    diversas dicultades que conlleva la existencia. Los malos sentimientos surgen

    porque no hemos adiestrado la mente para que reconozca, acepte y transformelas causas que originan felicidad y las que generan sufrimiento. Estamos muyacostumbrados a confundir la felicidad con la satisfaccin y el placer; creemosque la felicidad proviene del mundo externo, de poseer cosas.

    Cuando nuestras demandas por ser felices y no sufrir no se cumplen, que eslo ms comn, generamos sentimientos de ansiedad, miedo y frustracin, queal acumularse se convierten en estados mentales de agresin, celos, envidiay odio. En gran medida, estos sentimientos crecen en la medida en que nos

    sentimos importantes, en centro del universo. Por eso acostumbramos echarlesla culpa a los dems, al clima, a la suerte y hasta a los astros cuando no secumplen nuestros deseos.

    En este contexto vale decir que todos los problemas provienen de las sen-saciones desagradables. Trabajamos, luchamos y nos esforzamos por evitarestas sensaciones. No nos gusta la verdad del sufrimiento, la inevitabilidad delos cambios, de la impermanencia y de la insustanciabilidad porque en el fon-

    do lo que deseamos con mayor vehemencia es tener estabilidad, una identidaddurable, seguridad y pertenencia.se es el sentido que tiene, por ejemplo, luchar por un apellido, por un buen

    nombre, por una identidad profesional, por conservar un patrimonio, tratando deolvidar la terrible verdad de que todo eso tiene la propensin inevitable de de-saparecer, de ser destruido, a veces slo en unos cuantos segundos. Nos en-canta creer en la existencia inherente porque as tenemos la ilusin de convertirlo que es realmente impermanente en permanente, lo que es insustancial en

    sustancial y lo que es sufriente en placer.Cuando las cosas no son como queremos, surgen de inmediato los malossentimientos como una respuesta egocntrica al modo de ser propio de los fe-

    9Una obra excelente que estudia las emociones destructivas y, por ende, sus repercusiones

    en los actos negativos y agresivos que resultan de ellas es la de Daniel Goleman y Dalai Lama,Emociones destructivas. Buenos Aires, Vergara, 2004.

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    nmenos y circunstancias que vivimos. El odio y todas sus derivaciones esproducto de una mente perturbada que imputa la cualidad de desagradable alobjeto odiado; adems, como suele suceder, exagera mucho las cualidadesnegativas. Por tanto, es la mxima expresin de los malos sentimientos.

    Pero entonces, qu hacemos con nuestros malos sentimientos? Repasemosrpidamente las hiptesis que hemos planteado. Primera: acciones negativas,que hacen dao a uno mismo y a los dems, producen las causas y las condi-ciones del sufrimiento. Acciones positivas, que benecian a los dems, producen

    estados de felicidad. Sufrimiento y felicidad son estados mentales en la medidaen que responden a las diversas circunstancias existenciales.Segunda: los malos sentimientos nacen de percepciones equivocadas de

    cmo es la realidad. Estimamos a nuestro ego como lo mximo, centralizamostodos nuestros criterios y demandas en nuestras motivaciones, pensamientos,emociones y acciones en el yo, ya que creemos que somos lo ms importantedel universo. El yo no es algo jo ni permanente, sino inestable e inseguro como

    todos los dems fenmenos mentales. Por ms que deseemos que no sea as,

    siempre ser algo indeterminado, ambiguo e impermanente.Tercera: la codicia, el odio y la indiferencia son los venenos que destruyen

    la paz mental; sta es indispensable para tener buenos sentimientos y realizaracciones positivas a favor de los dems. Mientras sigamos produciendo estosvenenos, es decir, reaccionando con apego a lo que nos gusta, con aversina lo que nos desagrada y con indiferencia a todo aquello que no nos importa,no dejaremos de tener mentes perturbadas y emociones aictivas. Si hay pen-samientos y emociones negativos slo se pueden esperar acciones negativasque destruirn el bienestar de uno mismo y de los dems.

    Por lo tanto, a los malos sentimientos hay que manejarlos con tica; esdecir, primero es necesario reconocerloscomo tales, sin culpa, sin tratar dereprimirlos, tampoco sublimarlos ni mucho menos ignorarlos. As son y punto.Segundo, al reconocerlos podemos aceptarlos, tener una idea clara de por qulos sentimos y que son originariamente puro pensamiento. Y tercero, aprendera transformar la energa que conllevan los malos sentimientos en una fuerza

    que favorezca el bienestar de los dems, teniendo en cuenta que todo mundosufre, y la mayora de las veces mucho ms que uno.En resumen, se trata de adiestrar la mente en la sabidura de cmo son los

    fenmenos en verdad y en la compasin que nos permite superar el egosmo yel miedo, centrado en el ensimismamiento, para ayudar a que los dems dejende sufrir y consigan las condiciones para alcanzar la felicidad, que es el ver-dadero amor. Como lo propone el Dalai Lama: de egostas estpidos hay queconvertirnos en egostas inteligentes, sabiendo que la felicidad y el bienestar

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    de los dems nos producir a nosotros mismos la felicidad y la paz, es decir,una vida sin miedo y sin ansiedades.10

    El mtodo ms eciente y asertivo para anular los malos sentimientos consiste

    en pensar y actuar en funcin de los dems, de sus necesidades y sufrimientos.sta es en esencia la tica budista.

    Fecha de recepcin: 08/10/2008

    Fecha de aceptacin: 20/01/2009

    10Dalai Lama, El poder de la compasin. Barcelona, Ediciones Martnez Roca, 2001.

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