Dialnet-EvaluacionDelAcuerdoDeNuevaImperialYSuImpactoEnLaR-2090034
-
Upload
vicente-silva-palacios -
Category
Documents
-
view
214 -
download
0
description
Transcript of Dialnet-EvaluacionDelAcuerdoDeNuevaImperialYSuImpactoEnLaR-2090034
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
311
EVALUACIN DEL ACUERDO DE NUEVA
IMPERIAL Y SU IMPACTO EN LA REALIDAD
INDGENA CHILENA, DESDE LA PERCEPCIN
DE LA DIRIGENCIA AYMARA1
Ren Patricio Aguilera Barraza2 Socilogo, Universidad Arturo Prat. Candidato a Magster en Antropologa, Universidad Catlica del Norte de Antofagasta y Universidad Tarapac de Arica. Direccin: Anbal Pinto N 775, Coquimbo (Chile). E-mail: [email protected]. Tlfno: 56 - 51 - 284546.
Resumen El escrito revisa crticamente, desde el pensamiento de la dirigencia aymara, las repercusiones que tuvo el Acuerdo de Nueva Imperial en la realidad indgena chilena, protocolo acuado, el ao 1989, entre los pueblos precolombinos (Mapuche, Rapa Nui, Kolla, Atacameo y Aymara) y los partidos polticos opositores a la dictadura de Augusto Pinochet Ugarte. En l, el movimiento indgena contraa la obligacin de apoyar al candidato presidencial Sr. Patricio Aylwin Azocar. A cambio, el entonces candidato de la Concertacin de Partidos Polticos por la Democracia, si era electo Presidente de la Repblica, se comprometa a resolver las siguientes demandas indgenas. Primero, elaborar un marco jurdico en favor del desarrollo de los pueblos originarios, punto resuelto con la promulgacin de la Ley Indgena N 19.253, un 5 de octubre de 1993. Segundo, reconocer constitucionalmente a los pueblos indgenas; y tercero, ratificar el Convenio 169 de la OIT en territorio nacional. El punto dos y tres del Acuerdo de Nueva Imperial permanecen pendientes hasta nuestros das, sin que exista, por parte de las elites de poder que rodean al Estado, la voluntad poltica para ser aprobados.
Palabras claves Ciudadana, Etnicidad, Multiculturalismo, Pluralismo Jurdico, Interculturalidad, Chile.
Abstract This paper is a review of the way in which the Agreement of Nueva Imperial impacted in the Chilean indigenous scenario, from the critical perception of the aymara leadership. The protocol was signed in 1989, between the pre-Columbian groups (Mapuche, Rapa Nui, Kolla, Atacameo and Aymara) and the political parties opposed against the dictatorship of Augusto Pinochet Ugarte. According to the contents of the agreement, the indigenous movement was obligated to support the presidential candidate Mr. Patricio Aylwin Azocar. In return, the
1 Artculo elaborado en base a la informacin obtenida en la investigacin de Tesis titulada: Las Representaciones Sociales del Estado que han elaborado las Comunidades Andinas del Norte de Chile. Estudio realizado para obtener el grado de Licenciado en Sociologa y el Ttulo de Socilogo. Trabajo dirigido por el Acadmico Dr. Hans Gundermann Krll. 2 Socilogo, Universidad Arturo Prat, Iquique. Candidato a Magster en Antropologa, dictado por la Universidad Catlica del Norte de Antofagasta en conjunto con la Universidad Tarapac de Arica, con Sede en el Instituto de Investigaciones Arqueolgicas y Museo R. P. Gustavo Le Paige, s.j., San Pedro de Atacama. Actualmente, en proceso de revisin de su Tesis denominada: Resistencia y Ciudadana en la desperuanizacin de los valles tarapaqueos, en el perodo histrico de 1900 a 1930. Dirigida por el acadmico Dr. Sergio Gonzlez Miranda; profesor lector Dr. Hctor Gonzlez Cortez.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
312
candidate, if elected as President of the Republic, would attend the following indigenous demands: First, to establish a legal structure for the economic development of these groups. This point was accomplished with the Indigenous Law N 19,253, 5 of October of 1993. Second, to recognize the indigenous groups in the Constitution; and third, to ratify the ILO Convention 169 in the national territory. Points two and three in the Agreement of Nueva Imperial are still pending to be accomplished, and there are not indicators nor intention from the empowered elites to accomplish them.
Key Words Citizenship, Ethnicity, Multiculturalism, Legal Pluralism, Interculturality, Chile.
Agradecimientos Al profesor Hans Gundermann Krll por permitir mi participacin en el proyecto de investigacin, donde floreci el presente artculo. A los dirigentes andinos, en especial a la seora Fresia Vilca, quienes con su pensamiento contribuyen a la construccin de una sociedad con mayor igualdad para los pueblos indgenas en Chile. A mis padres y a mi familia, habitantes de macondo que transitan entre la precordillera de Andacollo y el Valle de los Sueos de Illapel.
Introduccin
l Acuerdo de Nueva Imperial, a fines de los ochenta, instaur en Chile un nuevo escenario de
relaciones sociopolticas entre administraciones del Estado y pueblos indgenas. Fue un pacto
de dominacin en el que los originarios depositaron una serie de expectativas y de proyectos,
producto del giro que la poltica estatal tom, desde ese momento, para intervenir en la realidad
indgena y para dar respuesta a sus demandas ciudadanas. Pasados diecisiete aos y tres gobiernos
de eleccin popular, todos ellos de la Concertacin de Partidos Polticos por la Democracia, los
resultados obtenidos con el protocolo de Nueva Imperial no han sido los esperados por los pueblos
prehispnicos.
Este escrito analiza a travs de la percepcin de la elite dirigencial aymara los avances logrados y los
retrocesos que en materia indgena se han producido con el Acuerdo de Nueva Imperial en la
comunidad poltica nacional. Para capturar la impresin andina el estudio se bas en un conjunto de
entrevistas, que permitieron desarrollar un anlisis discursivo sobre la subjetividad aymara,
procurando conocer no slo la evaluacin que realizan los autctonos de los Andes sobre el pacto
poltico de 1989; sino tambin la evolucin que ha tenido el pensamiento social de los pueblos
precolombinos desde la firma de tal pacto de dominacin. Esta reflexin indgena sanciona, en la
actualidad, el agotamiento del Acuerdo de Nueva Imperial y la bsqueda de una nueva
institucionalidad para regir las relaciones entre originarios y sociedad civil no indgena. Esta
institucionalidad debera fomentar la construccin de un Estado plurintico y un ordenamiento jurdico
pluricultural para Chile, lo que concedera potenciar una democracia con mayores grados de inclusin
y una ciudadana de mayor representatividad para los pueblos originarios en la comunidad poltica
nacional. En un contexto histrico caracterizado por el multiculturalismo y por el reconocimiento de las
E
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
313
diferencias tnicas, la opinin aymara establece la persistencia de relaciones de exclusin y de
discriminacin sobre los originaros en la sociedad chilena.
Consideraciones Metodolgicas
Para desarrollar una evaluacin sobre el Acuerdo de Nueva Imperial y su impacto en la realidad
indgena chilena a partir de la subjetividad andina, se tuvo que definir un espacio de anclaje donde se
depositaran las percepciones que la dirigencia nativa de los Andes chilenos posey para fabricar una
opinin sobre el pacto poltico de 1989. Existen tambin en la realidad social otros espacios de
anclaje para objetivar una impresin de un objeto, como son el teatro o la pintura, por nombrar
algunos mbitos de conexin y de materializacin de las percepciones que un individuo crea de un
objeto en la realidad social. Para este escrito la dimensin que cumpli la funcin de anclaje fue el
lenguaje (Jodelett, 1998). El lenguaje por si slo no bast para conocer los variados sentidos que
existen alrededor del pacto de dominacin multicultural nacido con el Acuerdo de Nueva Imperial, por
lo que se debieron dar necesariamente actos reflexivos del lenguaje que permitieran describir ciertas
caractersticas del mismo y transformar esas particularidades en realidades vlidas por encima de
otras nociones existentes y referentes a ese mismo objeto. Esos actos lingsticos se definieron, en el
manuscrito, como discursos (Foucault, 1997). Ellos fueron los depsitos de las diferentes maneras en
que la experiencia individual o social ha conocido un objeto. Se trata de acciones de enunciacin
sostenidas en la capacidad de reflexin de los individuos y de los grupos sociales que concedieron
crear y recrear historias, juicios, valoraciones, representaciones y mitos concernientes al protocolo
poltico de 1989 en la realidad social chilena.
Sin embargo, para que la construccin de los discursos sobre el Acuerdo de Nueva Imperial no se
transformaran en ideas ahistricas en el presente texto, se ligaron a sus condiciones polticas y
socioeconmicas a las que hacen referencia. Para concretar el proceso de localizacin del discurso
con su fase histrica particular se consideraron las condiciones de formacin discursiva. Estos
requisitos tienen relacin con procesos econmicos, sociales y polticos, con instituciones, formas de
comportamientos, sistemas de normas, tipos de clasificacin, entre otras condiciones. Estos
requisitos no definieron la constitucin interna del discurso, sino que establecieron las circunstancias
en que aparecen los discursos sobre alguien o sobre algo. Las condiciones de formacin ponen en
movimiento al discurso; lo sitan en los lmites en el que fue creado; lo provee de sentido; le otorga
materialidad; dota al discurso de un cuerpo histrico del que es inseparable (Foucault, 1997). Para
este escrito esas condiciones de formacin discursiva hicieron referencia a los siguientes hechos y
contenidos: al retorno de los gobiernos de eleccin popular en Chile, al Acuerdo de Nueva Imperial, a
la Ley Indgena N 19.253, a la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena (CONADI), al Convenio
169 de la OIT., a la constitucin de la Repblica chilena, al nacionalismo, al multiculturalismo, a la
discriminacin y al patrimonio histrico indgena, entre otros contenidos.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
314
La reconstruccin de las percepciones que los indgenas de los Andes tuvieron en lo relativo al pacto
de dominacin de Nueva Imperial no persigui solamente conocer las formas de aprehensin de la
dirigencia aymara para crear y para reproducir la realidad sicosocial de un objeto; sino que adems,
apunt a captar la particular dinmica que el Estado chileno ha impuesto a las relaciones
sociopolticas que lo ligan con los pueblos indgenas, en un contexto histrico envuelto por el discurso
de la Multiculturalidad y por un lenguaje poltico de reconocimiento de las diferencias tnicas de los
pueblos prehispnicos.
Para apoderarse de los discursos que la dirigencia aymara tuvo sobre el acuerdo de Nueva Imperial
se desarroll un trabajo de entrevistas en el marco del Proyecto FONDECYT: "De Indio a Ciudadano:
Etnicidad, Identidad tnica e incorporacin indgena a la sociedad nacional en el norte de Chile en
comparacin con los Andes de Per, Bolivia y Ecuador (1824 -1995)", N 19070644. Fueron
entrevistas realizadas en el perodo de 1999 al 2000. Se dirigieron a conocer, mediante la percepcin
de la elite dirigencial aymara, las distintas representaciones que para el mundo prehispnico local ha
personificado el Estado, desde tiempos coloniales hasta nuestros das. Este es un proyecto
encabezado por el profesor Dr. Hans Gundermann Krll, donde cumpl labores de asistente de
investigacin. Asimismo, estos discursos relativos a la realidad investigada fueron extrados de
peridicos y de entrevistas cedidas. Se trata de un conjunto de discursos que buscaron entregar un
cuadro sobre el pensamiento que teje el mundo andino sobre los avances y sobre los retrocesos que
el Acuerdo de Nueva Imperial ha establecido en la realidad indgena chilena.
El Acuerdo de Nueva Imperial en la realidad indgena chilena.
La derrota plebiscitaria que obtuvo en 1988 el general Pinochet, donde la mayora de la ciudadana
nacional resolvi la no continuidad del rgimen militar en el poder gubernamental, concedi a los
pueblos indgenas, en un contexto social de retorno a los gobiernos de eleccin popular en Chile,
acuar nuevos contenidos al pacto de dominacin sostenido con las elites de poder que influyen el
actuar del Estado. Ese nuevo pacto de dominacin, suscrito entre la Concertacin de Partidos por la
Democracia y los pueblos prehispnicos, se denomin Acuerdo de Nueva Imperial, un instrumento
poltico que otorg promover a travs de los aparatos estatales una ciudadana diferenciada en la que
se resaltaban los cdigos tnicos de la poblacin precolombina, que en pocas pasadas haban sido
negados por el accionar estatal para la integracin del indgena en la comunidad nacional. Asimismo,
ese protocolo facilit modificar la demanda ciudadana dirigida histricamente por los pueblos
indgenas al Estado. Desde ahora, junto con seguir manifestado la tradicional solicitud por educacin,
por salud, por caminos, por seguridad policial, por subsidios agroproductivos, entre otras exigencias
clsicas; tambin comunicaba una peticin de autonoma, de derechos colectivos, de respeto por lo
tnico y de un desarrollo con identidad para la sociedad prehispnica chilena. En la conciencia social
andina el Acuerdo de Nueva Imperial posey la siguiente valoracin.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
315
El Acuerdo de Nueva Imperial fue importante, en ese minuto, ya que no eran reconocidos los pueblos indgenas en el pas. Hoy en da s son tomados en cuenta, de alguna manera o con complicaciones, pero son tomados en cuenta (Sr. Antonio Mamani. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique, exSubdirector de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI) 1993 - 1999. Actualmente, Secretario Ejecutivo de la Corporacin de los Municipios Rurales de la Provincia de Iquique, 2006. Entrevista, 9 de agosto de 1999. Lneas: 61 - 63. Pg.: 3).
Este pacto de dominacin amparado en el reconocimiento de las diferencias tnicas otorg, en el
ocaso del siglo veinte, una participacin social y una representacin poltica al indgena distinta a la
desarrollada en la membresa de la ciudadana republicana de contextos histricos pasados, la cual
promova la igualdad poltica entre los individuos, obviando los rasgos tnicos de los originarios. Tales
frutos alcanzados con el protocolo poltico de 1989, para la subjetividad andina, slo fueron producto
del momento coyuntural que viva la sociedad chilena, que buscaba fuertemente librarse del germen
del autoritarismo; que ser resultado de una praxis conciente de las elites de poder que rodean al
Estado por elaborar una poltica estatal pertinente al desarrollo de los pueblos vernculos de la
Amrica Morena en Chile. El siguiente registro oral exhibe los pros y los contras que la dirigencia
indgena vea en una posible alianza con la Concertacin de Partidos por la Democracia, para
modificar la posicin estructural y para resolver la demanda de los pueblos prehispnicos, en un
nuevo contexto sociopoltico marcado por los gobiernos de eleccin popular para la sociedad chilena. Por eso, yo siempre me pregunto, fue coyuntural la situacin de la Ley indgena? Yo creo que s, si no se da este contexto, si no se hubiera dado este proceso de 17 aos de dictadura, con una cantidad de detenidos desaparecidos, con muertos y toda la cosa, no se hubiese abierto su alma, su corazn para tanta demanda de todo tipo que haba; y ah empezamos nosotros, calzamos justo en el engranaje y entr la Ley. Pero, nosotros no estamos en una pelea de 17 aos de dictadura, nosotros vamos ya caminando 500 aos de dictadura, la salida o no salida de Pinochet en el tema indgena no iba a cambiar nada. Encontrar otro escenario con distinta coartacin de derechos, bamos a avanzar, en algunas cosas, pero nuestra posicin como pueblo iba a seguir con el mismo problema (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de julio de 1999 Lneas: 17 - 24. Pg.: 2).
La irrupcin de una temtica y de una demanda indgena en el discurso de los originarios para
platicar con las administraciones del Estado, al cierre del siglo veinte, facilit observar al interior de la
realidad social nativa, que las acciones de negacin sobre los rasgos tnicos de las agrupaciones
prehispnicas impulsadas desde el nacimiento del Estado republicano, ya sea en su versin peruana
o ya sea en su versin chilena, no simbolizaron solamente procesos de olvido y de desintegracin de
su matriz sociocultural. Del mismo modo, esas prcticas de depreciacin y de negacin, implicaron
para otra parte de la sociedad natural de los Andes un reforzamiento de su identidad autctona.
Este proceso de valorizacin positiva de su identidad tnica motiv a los indgenas, a finales de los
aos ochenta, debatir con los grupos de poder que influyen el actuar del Estado la necesidad de
redefinir las obligaciones y los derechos ciudadanos que los originarios podran poseer en un nuevo
ciclo sociopoltico que la sociedad chilena comenzaba a vivir en la entrada al siglo veintiuno. Proceso
que exhibe la capacidad histrica que una parte de la poblacin indgena ha tenido para construir una
conciencia tnica en s y para s, concediendo una visin particular de la realidad social en la que
estn insertos. La evidencia de la informacin que entregan los relatos que siguen permite atisbar el
fenmeno de configurar una conciencia tnica, en un sector de la sociedad prehispnica nacional,
que ha autorizado fabricar una percepcin positiva de su ser indgena.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
316
En Beln ocurra algo rarsimo, porque yo baj del altiplano y todos los chicos de Beln comienzan a tratarme de indio y de boliviano; de hecho, yo vena con hojota, a pesar que conoca el zapato, no estaba tan alejado del mundo. Ah, estaban los carabineros, antes los conoca tambin. Entonces, en Beln un da me mandaron a llamar, me estn llamando del retn, ya voy: qu ser?, y me dicen: mire, usted ha llegado hace dos meses ac y no ha venido a hacer aseo, no ha venido ningn domingo aqu al reten y a las caballerizas. Chuta y por qu tengo que venir al aseo?, y qued sorprendido, mas que estaba nio, entonces, no es que yo no sepa que haba que ir. Haba un carabinero que me dice: t eres chileno o boliviano?. Qued como en duda, por que yo le habl con mucha fuerza, como chileno le habl yo; no le habl con temor, digamos, adems que ya haba conocido los carabineros all y no me inspiraban tanto temor como inspiraban a los chicos que no conocan a los carabineros: eh, de dnde eres t?. De Ticnmar, le digo. Chileno o boliviano? Chileno, le digo. Me dice que vas a ser chileno, indio!, eso fue un pual. Adems, me lo dice con desprecio, ese pual me hizo reaccionar despus, eso fue un quiebre fundamental para entrar al movimiento indio (Sr. Cornelio Chipana. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, SubDirector de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista, 1 de Abril del ao 2000. Lneas: 240 - 254. Pg.: 8 - 9).
En esa poca, se empieza a reflexionar el tema desde el punto de vista ms profundo, de los por qu, cmo, por qu este estrato de indio, por qu el paisano, por qu el paitoco, por qu boliviano (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de julio de 1999. Lneas: 156 - 160. Pg.: 7).
Los datos referidos a realidades relacionadas con una valoracin de lo indgena en el mundo
precolombino otorgaron afirmar en el escrito la siguiente proposicin. Los procesos republicanos,
primero peruano y luego chileno; las propuestas de modernidad regional; los procesos del
capitalismo, todos ellos expresados en el mbito local de la realidad andina no slo han sido
contenidos de desestructuracin del mundo indgena. Al mismo tiempo, esos procesos han
establecido, en el recorrer de la historia, particulares dinmicas de continuidad y dinmicas de cambio
en el componente andino y en el sentido mentado de la comunidad indgena que permiten, en la
actualidad, la vigencia con cambios de la sociedad autctona de los Andes (Erdmute, 1999,
Gundermann, 2001b). Esas dinmicas externas, en conjunto con otras dinmicas propias del mundo
andino, han autorizado a los originarios el desarrollo de prcticas de preservacin y de innovacin, las
que han reinventado y reubicado su legado socio-simblico, en las distintas actualidades donde se
han visto envueltos. Asimismo, la vigencia con transformaciones de lo indgena en las sociedades
latinoamericanas permite sentenciar al texto. La identidad indgena no se basa en la existencia a
priori de un sujeto social nativo, de caractersticas tnicas preestablecidas o de entramados culturales
esenciales; sino en la articulacin social de la diferencia. Plantea, no estudiar las tradiciones
inmutables en el pasar de los aos, sino reinscribirlas en trminos de las contradicciones y de la
contingencia de las vidas de quienes forman parte de esas diferencias (Bhabha, 1994). Esta
perspectiva terica, de la continuidad histrica discontinua de los pueblos indgenas en la comunidad
nacional chilena, apart al manuscrito de programas de investigacin edificados en los principios
cientficos de la desintegracin o de la desmantelacin de la realidad indgena frente a los procesos
ocurridos desde el colonialismo espaol en tierras americanas. Sin embargo, una postura de la
rearticulacin de las diferencias tnicas no obvi en su reflexin los procesos de violencia simblica,
psicolgica, fsica y estructural que la sociedad indgena del Norte de Chile, y los dems pueblos
precolombinos, han sufrido en su relacin con el Estado moderno (Gonzlez, 2001, 2003, 2004d).
Tampoco ha implicado para el texto negar la condicin de oprimido y su ubicacin de dominado que,
histricamente, las poblaciones indgenas han experimentado, con diferentes matices, en el seno de
las formaciones sociales latinoamericanas.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
317
Empero, los efectos del Acuerdo de Nueva Imperial no han permanecido sujetos solamente a la
dimensin identitaria para la sociedad civil indgena, donde ha existido una valorizacin positiva de su
legado prehispnico, sino que adems, el protocolo poltico de 1989 ha permitido a los originarios
abrir la discusin sobre el prototipo de sociedad nacional que se debe construir en Chile para
enfrentar el siglo veintiuno. Desde la retina nativa, el Estado en la actualidad debera asentar las
bases de una sociedad multicultural dotada de relaciones interculturales para la vinculacin del
mundo indgena con la sociedad civil no indgena.
Este es el arquetipo de sociedad que pasa por la construccin de un nuevo ordenamiento jurdico,
que contenga una serie de soportes legales y con un conjunto de protecciones institucionales, para
apoyar la adecuada proteccin y la promocin de las culturas precolombinas en la comunidad
nacional. Slo as se comenzara, lentamente, la edificacin de una sociedad multicultural o
pluritnica que, para los indgenas, debe expresarse en una educacin intercultural bilinge; en la
socializacin de su historia y de su cosmovisin precolombina; en preservar su lengua nativa; en
gobiernos locales indgenas; en una salud que complemente conocimientos modernos con los
conocimientos medicinales prehispnicos; con el rescate de la ciencia y de la tecnologa indgena;
con aplicar la ley de la costumbre; con derechos colectivos para las agrupaciones vernculas de la
Amrica morena; entre otras formas en que se debe fomentar una sociedad multicultural en territorio
chileno.
En el siguiente segmento discursivo, extrado desde la reflexin de los oriundos de los Andes, se
manifiesta la necesidad de promover hoy la construccin de una sociedad sobre la base del respeto
de la diversidad cultural, antes de seguir con el fomento de una poltica de asimilacin nacional en la
realidad social indgena. No somos iguales que los dems, no somos iguales, en las concepciones que tenemos, incluso de tiempo. Lamentablemente, yo no hablo en aymara. Pero, otras personas tienen el lenguaje diferente a los dems, no todos los chilenos hablan en aymara, si todos los dems chilenos hablramos en aymara, tengamos todos lo mismo, pero no todos los chilenos hablan aymara, los otros chilenos no basan su alimentacin en lo que da la Pacha, todo lo que les brinda la Pachamama, lo toma el aymara, desde ese punto de vista no somos iguales. Por lo tanto, el Estado tiene que tener unas prcticas diferentes, porque somos un grupo diferente (Sra. Fresia Vilca. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique. Actualmente, es funcionaria del departamento de Educacin y de Cultura de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI), Entrevista, 26 de junio de 1999. Lneas: 746 - 753. Pg.: 24).
Una maqueta de sociedad pluritnica, propuesta por el mundo indgena, lleva en su seno una crtica
al modelo clsico de Estado-nacin moderno, que se sustenta en los contenidos de una exclusiva
identidad nacional y en el concepto de un slo pueblo de origen para la poblacin de una particular
comunidad de ciudadanos. As, se permite sostener la ecuacin poltica de una nica nacin para un
Estado. Modelo clsico de Estado moderno, mono nacional homogneo, que ha personificado tanto
en tiempos pasados como en el presente los intereses y los proyectos histricos de las clases
dominantes y de las elites de poder (Kymlicka, 2002). Esta formacin estatal ha incidido, directa e
indirectamente, en la exclusin histrica de las propuestas de sociedad que los pueblos prehispnicos
han bosquejado para edificar la comunidad poltica de iguales en territorio chileno. Los registros
orales que siguen esculpen la percepcin andina de un trato desigual entre indgenas y no indgenas,
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
318
prcticas que en el tiempo han sembrado una inclusin por exclusin del mundo proveniente de los
Andes, como de los dems pueblos indgenas, en la sociedad nacional. El caso de los Solari, ellos empezaron igual que nosotros, cargando un morral y vendiendo en un carretoncito, incluso, esas familias comenzaron ms abajo que nuestro pueblo. Pues, nosotros tenemos ganado, tierras, tenemos de todo. Pero, como ellos generan todo un status por ser colonia de residentes yugoslavos, italianos, poseen una estructura que se mueve de acuerdo al sistema nacional y si uno quiere entrar all no se puede, no pasa nada (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 7 de julio de 1999. Lneas: 234 - 241. Pg.: 8).
Por decir, todas las polticas estn dirigidas al ciudadano comn del pas, para todos era igual, entonces en ese trato igualitario nosotros perdamos, o sea si aqu es igual para todos y aqu ramos tres, naturalmente que nosotros vamos a ser los ltimos. Ese trato general repercuta fuertemente en nosotros. Esto es en todo orden de cosas, por ser si vean a un indgena en el hospital, ni si quiera saban que era un indgena no exista la palabra aymara, decan: hay un indio, hay un paisano, en fin que estaba ah, tampoco l hablaba, y quedaba para el final, quedaba para el final (Sr. Javier Vilca. Dirigente de la Corporacin Provincial aymara, COPRAY. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique. Entrevista, 27 de julio de 1999. Lneas: 181 - 184. Pg.: 6).
La propuesta de un Estado moderno tejido en la heterogeneidad de culturas busca finiquitar la visin
homognea de nacin, donde la nica identidad poltica que pueden manifestar los indgenas para
interactuar en la sociedad nacional es la chilena; pues en un modelo de Estado pluritnico la
poblacin prehispnica, aparte de mantener su identidad poltica nacional para una vinculacin con la
sociedad no indgena y con los servicios estatales, tambin gozara de una identidad poltica tnica
(kymlicka, 2002). Para el caso de la sociedad nativa de los Andes esa identidad poltica tnica se
relaciona con su raz inkacika y con su origen Tiwanaku. El siguiente relato extrado desde un diario
local chileno exhibe la permanencia en el mundo andino de una memoria histrica indgena que, en la
actualidad, es objeto de relecturas por parte de los vernculos de los Andes regionales ya sea para
exponer sus demandas ciudadanas, ya sea para manifestar su visin de un cierre de su historia
indgena producto de la conquista hispana o ya sea para recordar un pasado distinto al occidental. La nacin del Tawantisuyu, se inici en la isla del Titicaca con los inkas Manko Capak y Mano Oklluk, considerados los hijos del Sol y la Pachamama, quienes con su sabidura fundaron la comunidad del Cuzco, el ombligo de la gran nacin del Tawantisuyu, que significa cuatro regiones integradas unas a otras. Los kollasuyus que se ubicaron al sur del Cuzco. Luego la regin del Kuntisuyu, al oeste. La regin del Antisuyu, en la regin de la selva y los pueblos que estaban al centro del Cuzco, y que se denomin Chinchasuyu. Estas cuatro regiones conformaron lo que ms tarde pas a conocerse como la gran nacin y civilizacin del Tawantisuyu. Cabe destacar que el Tawantisuyu se fund en el 1.200 D.C, y dur hasta 1532, fecha en que ocurri la conquista de Amrica y la llegada de los espaoles. Uno de los grandes logros de la nacin inkacika fue crear la sociedad colectiva y comunitaria, que respet la diferencia de los suyus, de acuerdo a la situacin geogrfica y cultural de los pueblos. El suyu era dirigido por el kuraka, que los colonos simplemente llamaron cacique. En los tiempos del Inka, el trabajo era sinnimo de alegra y felicidad. Esto trajo consigo que nunca existiera el hambre ni la vagancia (Gumercindo Mamani. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique, fundador del Centro Cultural Kespikala del pueblo de Mamia. Diario La Estrella de Iquique, Domingo 21 de enero de 1990. A - 5).
Al construir una comunidad nacional basndose en una ciudadana diferenciada para los pueblos
originarios ellos reflexionan que se est recin ah comenzando un proceso de consolidar,
gradualmente, una democracia con mayor participacin y con mejor representacin de los indgenas
en la sociedad chilena. A continuacin, se expone la valorizacin positiva que los originarios
depositan en el Estado, en trminos de ser una institucin necesaria para fomentar la construccin de
una sociedad pluricultural y de relaciones interculturales. Es bueno, porque los tres poderes del Estado incorporan en su agenda la temtica indgena, con todas sus aristas que tiene. Ahora, la idea es que el Estado pueda transmitir a la sociedad civil, que debe reconocer el espacio de los indgenas, y que pudiramos en un mediano plazo no slo tener un mejoramiento en la calidad de vida de nuestras familias, sino que tambin mayor participacin social y poltica (Sr. Antonio Mamani. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique, exSubdirector de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena,
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
319
Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI) 1993 - 1999. Actualmente, Secretario Ejecutivo de la Corporacin de los Municipios Rurales de la Provincia de Iquique, 2006. Entrevista, 9 de agosto de 1999. Lneas: 97 - 102. Pg.: 4).
Si bien la poblacin andina ha apostado por el desarrollo de un nuevo pacto de dominacin, sobre el
respeto de lo indgena, igualmente perciben que tal modelo de Estado-nacin multicultural no es un
proyecto que ser aceptado de inmediato por la clase dominante. Pues, aquel modelo atenta con el
enfoque clsico del Estado-nacin, donde las elites de poder han apoyado sus proyectos histricos e
intereses, simblicos y materiales, al interior de la sociedad chilena. Para ratificar esta apreciacin de
la realidad nacional la memoria histrica andina se sostiene en los hechos de obviar, en la presente
poca, por la clase gobernante y legislativa el reconocimiento constitucional para los pueblos
autctonos y la ratificacin del Convenio 169 de la OIT. Estos contenidos, al no estar vigentes,
impiden una ordenacin jurdica adecuada para fomentar un constitucionalismo pluritnico, un
pluralismo jurdico y una institucionalizacin de la diversidad cultural (Mansilla, 2004), que son pilares
necesarios para construir una sociedad de los contenidos que propone la elite dirigencial indgena en
la comunidad poltica chilena. El Estado chileno no est preparado para generar tal cantidad de derecho para los pueblos indgenas. No tiene siquiera la oportunidad de generar una alternativa, un escenario como ese, porque las condiciones no estn dadas en el sentido que el pas tiene una estructura poltica social-econmica basada en el principio de la unidad nacional, y es evidente que el pas en Latinoamrica ms nacionalista que hay es Chile, ms duro en ese sentido, y eso sera romper con su estructura tradicional (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de junio de 1999. Lneas: 570 - 582. Pg.: 18 - 19).
La sociedad indgena, en un escenario post protocolo poltico de Nueva Imperial, conserva la tesis de
que el Estado es un instrumento para la defensa de los intereses econmicos y polticos de los
grupos de poder y de las clases dominantes, antes que un instrumento para el fomento y proteccin
de los proyectos histricos de los pueblos indgenas. Con ello, la sociedad precolombina evala que
su posicin de dominado y de subordinado en un escenario de promocin y de valoracin de lo tnico
y de las culturas locales no ha cambiado en comparacin con escenarios histricos pasados, donde
esos rasgos eran negados.
El cero avance en aprobar una carta constitucional pluritnica, la falta de voluntad poltica para
ratificar convenios internacionales que favorezcan una ciudadana indgena y derechos individuales y
colectivos a los pueblos originarios, una institucin de fomento del desarrollo de los pueblos
indgenas, de carcter estatal y en menor medida representativa de los intereses de la sociedad
prehispnica chilena, como es la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena (CONADI), la carencia
de soportes legales y de protecciones institucionales que permitan resguardar, apropiadamente, las
tierras, las aguas y dems recursos naturales que se emplean para la conservacin de las
sociedades precolombinas en Chile, son indicadores en los que la opinin indgena apoya su
apreciacin negativa sobre los alcances del Acuerdo de Nueva Imperial. Las reflexiones a seguir
manifiestan el malestar de la dirigencia andina por la falta de voluntad de las elites de poder, y de los
partidos polticos, por avanzar en un modelo de Estado y de sociedad de mejor representacin y de
mayor participacin de los pueblos indgenas.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
320
Si hubiramos seguido sin Ley Indgena, creo que estaramos en pie de lograr una cosa probablemente con mayor fuerza, pero al haber obtenido una Ley Indgena y al estar sujeta a la Conadi, una institucin del Estado, la Ley Indgena queda sometida a quien dirija la Conadi. La Ley Indgena es estn flexible que puede llegar un momento, a operar como una Ley ms, sin la pertenencia cultural y la Conadi convertirse en una institucin ms del Estado (Sra. Fresia Vilca. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique. Actualmente, es funcionaria del departamento de Educacin y de Cultura de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista, 26 de junio de 1999. Lneas: 370 - 376. Pg.: 12).
Este escenario no nos gusta, pues muchas cosas para el desarrollo indgena no dependen de las potencialidades de los indgenas, sino que derivaran de la concertacin de partidos polticos, por ejemplo, el cupo de la Subdireccin Conadi - Norte, es P.P.D. (Partido por la Democracia, que es parte de la Concertacin de Partidos por la Democracia, actual bloque poltico de Gobierno) (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de junio de 1999. Lneas: 617 - 623. Pg.: 20).
Aunque, el Acuerdo de Nueva Imperial ha permitido generar un vuelco de ciento ochenta grados a las
relaciones que la sociedad prehispnica entabla con el Estado, en la conciencia colectiva andina la
poltica de promocin de lo indgena que realiza la administracin estatal es una accin simblica.
Pues, si bien existe un reforzamiento de los procesos de valorizacin de su identidad tnica, aquello
no se ha acompaado con el desarrollo de marcos jurdicos pertinentes o con el reordenamiento del
soporte legal chileno para proteger la base material de los pueblos originarios, sus tierras y sus
aguas, principalmente. Esta situacin facilita, en la presente poca, la expropiacin de tierras, la
sobreexplotacin del factor hdrico y el uso indiscriminado, por parte de los proyectos econmicos, de
los recursos naturales que existen en territorio nativo. Tal escenario sociopoltico ha llevado a
establecer al mundo indgena que la multiculturalidad es una poltica funcional a las acciones del
sistema econmico capitalista. Lo indgena se ha convertido en un contenido de adorno en la prctica
discursiva del Estado. Pues, si bien las administraciones estatales hoy en da utilizan en su lenguaje
poltico contenidos como comunidad, multiculturalismo, interculturalidad, minoras tnicas, los nativos
no observan en el accionar gubernamental un cambio en las relaciones de desigualdad, de
explotacin y de dominacin que las agrupaciones originarias viven cotidianamente en Chile.
Sentenciando la conciencia social indgena que la multiculturalidad no es sinnimo de bienestar ni de
progreso para los pueblos precolombinos.
Uno de los mecanismos en que los nativos ven un instrumento, adecuado, para fomentar el desarrollo
de sus pueblos en territorio nacional es el Convenio 169 de la OIT. Los comentarios a seguir,
ensean los efectos que ve la sociedad oriunda de los Andes en una posible aprobacin del Convenio
169 de la OIT para su realidad indgena. Bueno, uno porque es el tratado de acuerdo a lo poco que yo he ledo, que preserva al medio ambiente, preserva a los indgenas, como pueblo prcticamente, entonces si hoy en Chile no estn protegidos los indgenas, debera estar ratificado y ser complemento para nosotros y no ser el nico instrumento la ley indgena, y ah nosotros realmente nos sentiramos protegidos, ya no estaramos en un problema, como lo esta teniendo la gente en el Parque Lauca, porque habran tratados internacionales para protegernos (Sra. Fresia Vilca. Dirigente de Aymar Marka. Organizacin aymara de la Provincia de Iquique. Actualmente, es funcionaria del departamento de Educacin y de Cultura de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista, 23 de octubre de 1999. Lneas: 296 - 299. Pg.: 13).
El convenio 169 de la OIT, sera interesante como instrumento de relacin entre Estado y pueblos indgenas, porque la garanta que tiene el convenio 169 de la OIT., es que le da al indgena derecho a reclamar. Nosotros firmamos el acta de Nueva Imperial, pero donde reclamamos, ahora que el gobierno no cumpli. Con el convenio 169 de la OIT., podemos legitimarnos en las cortes internacionales, pues el convenio da la garanta y el status de pueblo a nuestras sociedades (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de junio de 1999. Lneas: 670 - 676. Pg.: 21 - 22).
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
321
Para la conciencia social indgena el reforzar la autonoma de los pueblos prehispnicos no ha
significado slo proponer modificar los cimientos tradicionales de la democracia, de la ciudadana y
del Estado-nacin, igualmente el fomentar el desarrollo autogestionado de los pueblos vernculos en
territorio nacional implica generar nuevas modalidades de integracin de los originarios a la
comunidad poltica nacional. Desde la evidencia de los datos una propuesta de reestructuracin de
las bases del Estado moderno y de sus contenidos de soberana, de ciudadana, de independencia y
de democracia, no busca atentar contra la unidad territorial del Estado-nacin moderno. Por lo tanto,
pensar que el reconocimiento de la diversidad cultural que buscan hoy los pueblos indgenas llevara
a la autodestruccin de las bases del Estado-nacin en la realidad sociopoltica chilena, y en realidad
latinoamericana actual, es una reflexin exagerada. Ya que, los procesos sociohistricos exhiben que
la vigencia de la estructura del Estado-nacin moderno, como una construccin histrica, no
desaparecer en un futuro previsible. Sin embargo, tal proceso de continuidad del Estado-nacin a
partir de los relatos de la dirigencia andina, en el presente escenario sociopoltico, no puede ser igual
a su gnesis del S. XVIII y S. XIX. Entre estas nuevas condiciones que debe poseer el Estado-nacin
para seguir rigiendo la vida de los ciudadanos es la presencia en su anatoma de las diferentes
identidades etno-culturales que existen en su seno, las que en tiempos antiguos se haban negado o
se haban despreciado por la poltica estatal y por la sociedad civil (Kymlicka, 2002).
La conformacin de un Estado multicultural permitira a los grupos indgenas poseer algn grado de
autonoma para materializar sus proyectos histricos, para administrar sus territorios, para aplicar la
ley de la costumbre, para preservar su lengua e historia, entre otras situaciones. Ya que, un Estado
multicultural modelo que, en la actualidad, se consolida en las democracias occidentales para regular
las relaciones entre grupos tnicos y Estado, las elites de poder y las clases dominantes estaran en
la generacin de un marco de respeto de los derechos humanos de los pueblos originarios, siendo
percibido por la sociedad prehispnica como un avance cualitativo en las relaciones sociopolticas
entabladas histricamente entre indgenas y no indgenas.
Sin embargo, en un contexto de contradicciones, de conflictos, de avances y de paradojas en torno a
la temtica indgena, la dirigencia andina apunta a seguir en los procesos de institucionalizacin de la
diversidad cultural. Pero, con el objetivo de ir, lentamente, desde una sociedad multicultural a una
formacin social intercultural. La relevancia de pasar desde una sociedad pluricultural a una de
caractersticas interculturales es que no slo se concede el reconocimiento a la diferencia de los
pueblos indgenas, sino que adems existe la posibilidad de transformacin de las relaciones
asimtricas entre pueblos indgenas y Estado, incluyendo sus instituciones sociales, polticas,
econmicas y jurdicas (Walsh, 2002). La evidencia de la informacin a presentar ilustra los objetivos
futuros que se deben afrontar para mejorar la participacin y la representacin de los pueblos
indgenas en la comunidad nacional chilena. La demanda indgena pasa por mayor participacin, que podamos influir fuertemente en un cambio de la institucionalidad, poseer gobernadores, alcaldes indgenas, sintonizar cada vez la posicin de los alcaldes con la posicin de nuestro pueblo. Esta etapa se relaciona con la recuperacin de mejores derechos para los indgenas. Yo creo, que la futura legislacin nacional debera reflejar a los pueblos indgenas. Pues, hoy la ley indgena podra ser
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
322
derogada, pues estn hambrientos muchos sectores por hacerla desaparecer. Pero, si estamos dentro de la constitucin nacional, obviamente la cosa va ser ms complicada, no van a poder hacer modificaciones tan fciles para sacarnos, pues seremos parte esencial en la sociedad chilena. Con ello, iremos ganando nuestro espacio de autonoma, para accionar nuestra costumbre, nuestras tradiciones, regular nuestra lengua, esos son los desafos de hoy (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 2 de junio de 1999. Lneas: 710 - 717. Pg.: 22).
En la actualidad, no tenemos una interlocucin formal con el Estado, bueno esta el Consejo de la Conadi, pero depende de un Ministerio y si el Presidente quiere truncar una decisin toma medidas, la injerencia indgena es menor. Hoy debemos construir una contraparte formal sin nexo con el Estado para dialogar con l, como es en otros pases (Sr. Carlos Inquiltupa. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica, ex Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI. Actualmente, es Encargado de la Unidad de Desarrollo Indgena de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista, 15 de marzo de 2000. Lneas: 110 - 113. Pg.: 4).
El desafo de la demanda indgena, entonces, no slo ha apuntado a lograr el reconocimiento de los
pueblos originarios en un escenario sociopoltico posterior al Acuerdo de Nueva Imperial. Ms bien,
en la subjetividad andina el contenido de la multiculturalidad ha sido un argumento para debatir,
desde los pueblos precolombinos con las administraciones del Estado, la necesidad de fundar una
institucionalidad plural jurdica para Chile que permitira normar las relaciones entre poblacin nativa y
no indgena a travs del reconocimiento del derecho indgena o consuetudinario (Mansilla, 2004).
Para la percepcin andina, la institucionalizacin de un pluralismo jurdico contribuira a un mejor
empoderamiento de los pueblos originarios en la comunidad poltica nacional. Pues, el
reconocimiento de los pueblos precolombinos por parte del Estado-nacin, necesariamente debe
llevar a la existencia y a la coexistencia de sistemas normativos (supuestamente en trminos de
igualdad) para una sociedad nacional (Walsh, 2002). Por lo anterior, la promulgacin de la Ley
Indgena N 19.253, donde se establecen las normas de proteccin, de fomento y de desarrollo de los
indgenas no ha bastado desde el punto de vista indgena para la transformacin de las relaciones
asimtricas que sostienen los pueblos originarios con la comunidad poltica nacional. De ah, la
necesidad de promocionar en el discurso prehispnico chileno una institucionalizacin de un
pluralismo jurdico que otorgara la transformacin del Estado, de sus instituciones, de su
ordenamiento legal y de la sociedad civil nacional para una mejor inclusin de los pueblos originarios
a la estructura social chilena. Requisitos fundamentales para el desarrollo de un ordenamiento plural
jurdico, donde coexista el derecho positivo con el derecho ancestral, son el reconocimiento
constitucional y la ratificacin de convenios internacionales de proteccin al indgena. El cimiento que
otorgaran esos marcos legales, desde la conciencia andina, facilitara, en un futuro no muy lejano,
comenzar a construir una sociedad intercultural, en donde exista una democracia representativa de
los distintos grupos sociales, prehispnicos y no indgenas, mediante una ciudadana que fomente,
adecuadamente, la participacin de los originarios en los proyectos de sociedad que se construyen
para la comunidad nacional chilena.
Para la psiquis social nativa de los Andes el Acuerdo de Nueva Imperial no ha representado el fin de
las desigualdades para los pueblos indgenas. Por lo tanto, el anlisis que se realiza de l en trminos
generales no ha sido positivo. A pesar, que tal hito histrico ha permitido al discurso indgena articular
componentes como: identidad, comunidad, derechos colectivos, entre otros contenidos, permitiendo
abrir la discusin en torno a temticas tales como: generar un nuevo modelo de Estado-nacin;
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
323
promover la construccin de una sociedad intercultural; la bsqueda del reconocimiento de un
pluralismo jurdico para regir las relaciones entre indgenas y Estado; entre otros tpicos. Contenidos
que autorizan afirmar la bsqueda de los pueblos vernculos, en el siglo veintiuno, de un nuevo pacto
de dominacin con las elites de poder que administran al Estado. Tal protocolo poltico no ha
cumplido las expectativas de la sociedad indgena.
Para ello, el mundo nativo estima que los procesos y las transformaciones que ha experimentado la
sociedad chilena, especialmente, desde los aos ochenta en adelante impiden avanzar en la
materializacin de sus demandas al ritmo de otras realidades indgenas de Latinoamrica como son:
Ecuador, Mxico, por nombrar algunas. Pues, en la comunidad nacional los enclaves autoritarios, la
constitucin de 1980, la ideologa de la doctrina de seguridad nacional, un sistema de eleccin
binominal, donde pueden participar slo los bloques de partidos polticos tradicionales, el rol tutelador
de las Fuerzas Armadas sobre la sociedad, la ideologa del nacionalismo, han sido un atascadero de
toda aquella accin que ha buscado desprender las relaciones sociales y econmicas de un pasado
autoritario y nacionalista en Chile. En la subjetividad andina el trauma dictatorial de los aos ochenta
incide, directa o indirectamente, en las elites de poder y en las clases dominantes para generar un
contexto sociopoltico a favor de los pueblos originarios en nuestros das. El nacionalismo, el patriotismo existe desde antes, pero con Pinochet se acentu, se concentr ms, pero eso ya exista (Sr. Javier Vilca. Dirigente de la Corporacin Provincial aymara, COPRAY. Entrevista, 4 de junio de 1999. Lneas: 183 - 186. Pg.: 6). Otro elemento relevante es el de la doctrina seguridad nacional, se insiste en resguardar la soberana, la patria, si no estas de acuerdo con esos principios, eres catalogado de no cumplir con los deberes de la patria y todo eso (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 - 2008). Entrevista, 7 de julio de 1999. Lneas: 470 - 476. Pg.: 15).
Pero el legado de la dictadura militar no es el nico obstculo para lograr una sociedad de las
caractersticas que reflexiona la elite dirigencial indgena. Adems, la discriminacin hacia la
poblacin precolombina es otro componente que impide avanzar en la demanda actual de los pueblos
originarios. Los registros orales que se presentan dibujan un cuadro de las relaciones coloniales y de
discriminacin que la sociedad andina ha sufrido en contextos pasados antes del Acuerdo de Nueva
Imperial y que en la actualidad se mantienen sobre los originarios en Chile. En el primer relato, se
expone la visin de un comunero andino sobre la temtica del indio; en la segunda narracin las
paradojas de la educacin para el indgena; y en el tercer discurso, la prctica de la discriminacin
como un patrimonio sociocultural de contextos pasados que hoy sigue vigente e impide una adecuada
integracin de los indgenas en la formacin social. Siempre nos trataban mal, unos y otros nos trataban de indios. Que el indio no sabe nada, es un ignorante. En la ciudad nos trataban de indios y cosas as (Sr. Felipe Caqueo, agricultor de la comuna de Camia, Provincia de Iquique, Chile. Entrevista 11 de enero de 1998. Lneas: 35 37. Pg.: 2. Informacin cedida por el Dr. Hans Gundermann Krll). Yo creo que no, para nada, imagnate y te pongo un slo caso, el mejor alumno era Aliro Cayo en mi curso, estoy hablando cuando iba en primero bsico o segundo el ao 70, entonces, al Aliro el profesor lo agarraba a palo igual en el colegio Lincoyan en Arica y lo agarraban a palo, al hombre le pegaban por cualquier cosa y l era excelente alumno con mejor nota, el profesor le tena una fobia, bueno a todos los que tenan un carcter indgena. Deca: los indios, estos indios, el boliviano, cuando se enojaba, porque el profesor estaba bien, el profesor enseaba y todo disciplinado, pero el hombre si se enojaba, los otros muchachos se podan portar mal, pero eran ms castigados los compadres de color caf. Estamos hablando, supuestamente, que la educacin nos daba un status, que daba una
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
324
posicin determinada, que si ramos buenos en el terreno de ellos bamos a tener algo de respeto, pero no fue as (Sr. Zenn Alarcn. Dirigente del Pacha Aru. Organizacin aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 2008). Entrevista, 2 de junio de 1999, Arica. Lneas: 345 351. Pg.: 11). Que la discriminacin, sigue siendo un elemento fuerte, sigue sindolo. Si bien, algunos aymaras lo han superado, en otros sigue siendo una barrera, pues hay sectores de la sociedad en donde la discriminacin es ms fuerte, es ms agresiva, que imposibilita nuestra integracin (Sr. Javier Vilca. Dirigente de la Corporacin Provincial aymara, COPRAY. Entrevista, 7 de julio de 1999. Lneas: 278 - 282. Pg.: 9).
Un contexto de valorizacin de lo indgena no ha suspendido los procesos de exclusin que siguen
experimentando los andinos y dems pueblos originarios, en Chile. Pues, desde la sociedad civil y
desde las instituciones estatales en el interactuar con la poblacin indgena de los Andes se
continan reactualizando una serie de categoras como son: la clasificacin colonial de indio;
definiciones de extranjero como la figura de peruano y de boliviano; adems de otras rotulaciones que
establecen una percepcin negativa de su identidad indgena como: paitocos, llamo, entre otras
etiquetas sociales que han gatillado histricamente un proceso de discriminacin y de negacin de la
sociedad nacional sobre los indgenas en su incluir a la formacin social regional y nacional. Por lo
que, en la memoria histrica andina un nuevo pacto de dominacin con el Estado sobre la base de
contenidos de lo indgena y del respeto de las culturas precolombinas no ha simbolizado, nicamente,
un proyecto de integracin para la poblacin prehispnica a la comunidad nacional chilena; sino que
tambin, ha personificado relaciones de exclusin por sus rasgos indgenas que han dado como
resultado un incluir por exclusin de los pueblos originarios en la formacin social nacional.
Los hechos histricos, los discursos y las opiniones en torno a los impactos del Acuerdo de Nueva
Imperial han presentado que el pacto de dominacin, sobre la base de lo multicultural, para la
subjetividad de la dirigencia nativa de los Andes es un protocolo poltico agotado e incompleto, no
slo por los contenidos que todava no poseen una aprobacin por parte de las elites de poder que
influyen el actuar del Estado como son, el reconocimiento constitucional y la ratificacin del convenio
169 de la OIT; sino que adems, por las condiciones estructurales de la comunidad poltica nacional,
la que est en un desfase con el discurso de la multiculturalidad. Pues, el legado histrico de Chile,
que se sustenta fuertemente en una ideologa nacionalista, profundizada con la dictadura militar de
Augusto Pinochet incide, directa e indirectamente, en las relaciones de los indgenas con el Estado y
con la sociedad civil no indgena, dando como resultado prcticas de negacin y de exclusin de los
originarios en la formacin social nacional actual. Por lo tanto, si bien el discurso oficial y pblico
comenta, entre otras temticas, la valorizacin y el respeto por lo indgena, aquello en lo cotidiano no
es una prctica comn. De ah, que la sociedad indgena sostiene, en un escenario de discusin de
un Estado multicultural, que su posicin de dominado y de subordinado, en su cotejar con el pasado
no ha cambiado, sus intereses y sus proyectos histricos siguen sometidos a los intereses y a los
proyectos nacionales, que dan un incluir por exclusin del mundo prehispnico en Chile.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
325
Comentarios finales
La evidencia de la informacin presentada en el escrito permiti elaborar las siguientes conclusiones
referidas a la evaluacin del Acuerdo de Nueva Imperial y sus impactos en la realidad social indgena,
especficamente en la dirigencia aymara.
Una primera conclusin sentencia que se ha conservado en el pensamiento andino una percepcin
del Estado independien
te del contexto histrico. El Estado es entendido como la autoridad ltima para ordenar la realidad
social y para resolver los conflictos, principalmente, relacionados con sus territorios indgenas y con
los recursos naturales depositados en ellos. Tal percepcin sobre el Estado, como agente de mxima
autoridad para los prehispnicos, no slo expuso la capacidad de dominacin y de desintegracin que
ha tenido esa entidad en su realidad social; sino que adems, exhibi que el Estado, desde la mirada
indgena, representa en estos das un instrumento poltico que permitira construir un modelo de
sociedad con mayores posibilidades de participacin y de mejor representatividad de los pueblos
precolombinos en la comunidad poltica nacional.
Una segunda conclusin, la evidencia de los datos seala que el Acuerdo de Nueva Imperial ha
permitido, en el presente escenario sociohistrico, a los indgenas modificar su lenguaje poltico
otorgando remozar el discurso ciudadano que histricamente ha dirigido a las administraciones del
Estado. Discurso nativo que comunica hoy la propuesta de un nuevo modelo de Estado y de sociedad
para Chile que habilite regir las relaciones entre elites de poder y sociedad civil prehispnica y no
indgena, desde relaciones interculturales. Tal Propuesta lleva en su vientre una crtica al prototipo
clsico de Estado-nacin moderno, caracterizado por ser mono-nacional homogneo, que se ha
materializado en los contenidos de una identidad nacional y en el concepto de un solo pueblo de
origen. Modelo clsico de Estado moderno que para los indgenas tanto en tiempos pasados como en
el presente ha personificado los intereses y los proyectos histricos de las clases dominantes que han
dado, en el recorrer de la historia chilena, una integracin por exclusin de los indgenas en la
comunidad poltica nacional y de discriminacin de la sociedad civil indgena a los vernculos de la
Amrica morena situados en territorio chileno.
En la actualidad, el desafo que la dirigencia indgena plantea para edificar, lentamente, un Estado
sobre la base de la heterogeneidad cultural, que implicara redefinir los conceptos de ciudadana y de
democracia, con el propsito de conceder reales mecanismos para la inclusin de los indgenas en la
formacin social nacional pasa por promover el desarrollo de un pluralismo jurdico, el reconocimiento
constitucional y la ratificacin del convenio 169 de la OIT. Instrumentos legales que fomentaran un
constitucionalismo pluritnico y una institucionalizacin de la diversidad cultural. Slo as, la dirigencia
indgena reflexiona que habra no slo una proteccin de la base supraestructural de su sociedad;
sino que tambin, de sus territorios y de sus recursos naturales, que son necesarios para la
conservacin, en el tiempo, de las sociedades indgenas en la comunidad nacional chilena.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
326
Una tercera conclusin a partir de la informacin obtenida en los registros orales establece que: a
pesar que la sociedad indgena nacional y su elite poltica perciben ciertos avances desde los
acuerdos del protocolo poltico de Nueva Imperial que han permitido la creacin de una Ley N 19.
253, de fomento y de proteccin a los originarios en Chile, en trminos generales su evaluacin es
negativa, puesto que lo tnico, lo cultural, lo indgena se han mercantilizado y funcionalizado al
modelo de libre mercado imperante en Chile. Una de las causas que puede explicar esta visin
negativa de los indgenas sobre un pacto de dominacin sostenido en lo multicultural, en nuestros
das, se encuentra en la fisura poltica que experiment la accin estatal en torno al tema indgena,
entre 1973 y 1993. Suspendiendo, en ese tramo histrico, el actuar del Estado en la realidad social
precolombina desde un reconocimiento de lo tnico. Generando que la naciente legislacin y las
acciones de fomento y de desarrollo indgena en territorio nacional posean, en el siglo veintiuno,
retrocesos importantes con respecto a la tradicin y al actuar histrico del Estado, que en tiempos
pasados haba desarrollado en la realidad social prehispnica nacional. Sobre todo, en el perodo
sociohistrico de 1938 a 1972, pues desde los gobiernos del Frente Popular (1938) hasta la
promulgacin de la Ley N 17.729 (1972) se trat de cubrir, con conflictos y con avances, la demanda
de la sociedad precolombina nacional. Demanda histrica principalmente de tinte mapuche y desde
1972 con la promulgacin de Ley N 17.729 se busc dar respuesta a las exigencias de las distintas
poblaciones indgenas del pas. Ya que, en esa Ley se estableci, por primera vez, un cuerpo legal
que se refera y defina a los originarios independientemente de sus tierras en todo el pas. En su
artculo 1 estableci: Son indgenas aquellas personas que habitan en cualquier lugar del territorio,
formen parte de un grupo que se exprese habitualmente en idioma aborigen y se distingan de la
generalidad de los habitantes de la Repblica, por conservar sistemas de vida, normas de
convivencia, costumbres, formas de trabajo, provenientes de grupos autctonos del pas. En la
conciencia nativa nacional los impactos de la Ley N 17.729 no se percibieron, pues a los seis meses
de su promulgacin se derog por la dictadura militar.
Entonces, en 1972 estn las bases de un impulso histrico de las administraciones del Estado, por
dar una fisonoma multicultural y pluritnica a la sociedad chilena. Lo que hoy, con bastantes
limitaciones se busca implementar con el marco jurdico de la Ley N 19.253. Limitaciones actuales
que se deben a los procesos sociojurdicos desarrollados desde 1973 en adelante en Chile. Pues, el
ordenamiento sociojurdico implementado en esos aos, y que los actuales gobiernos mantienen, se
ha dirigido a sostener la accin de inversiones extranjeras y nacionales bajo un modelo de libre
mercado. Por lo que, el escenario de accin en que funciona la actual Ley N 19.253 es totalmente
distinto al escenario sociopoltico en que se desarroll el accionar de la poltica estatal indgena y en
el que iba a funcionar la Ley 17.729. Ya que, los ordenamientos sociojurdicos pasados iban en una
tendencia histrica, gradual, relacionada con el reconocer y devolver derechos ancestrales a los
pueblos originarios sobre sus territorios y sobre sus recursos naturales. Aquella tendencia histrica en
la actualidad no se contina, sino que mediante la accin estatal en torno a la temtica indgena se da
todo lo contrario. Pues, si bien hoy se reconoce la existencia de las poblaciones indgenas en Chile, el
ordenamiento sociojurdico nacional no esta acorde al espritu de la Ley N 19.253, es decir, no se
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
327
protegen los derechos ancestrales de los pueblos originarios. En nuestros das, los Cdigos de
Minera, de Aguas, Civil, la Constitucin, Ley de Monumentos Nacionales, entre otros marcos legales,
en donde algunos de ellos han sufrido modificaciones substanciales, permiten el uso indiscriminado
de los recursos tierras y aguas a favor de los proyectos econmicos, sin una adecuada proteccin de
los derechos consuetudinarios de los pueblos originarios. Dos ejemplos de la contradiccin del orden
jurdico nacional en materia de poltica indgena son: Un primer ejemplo, los principios en que se
levanta la constitucin vigente, pues mientras la Ley Indgena promociona una diversidad cultural
para la realidad social chilena mediante su artculo 1, donde seala: Es deber de la sociedad en
general y del Estado en particular, a travs de sus instituciones respetar, proteger y promover el
desarrollo de los indgenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas
para tales fines y proteger las tierras indgenas, velar por su adecuada explotacin, por su equilibrio
ecolgico y propender a su ampliacin. La actual constitucin poltica de la Repblica de Chile, en
su captulo I de las bases de la institucionalidad, establece todo lo contrario. En sus artculos 3 y 5
seala una visin homognea de pas, sobre la base de una nica identidad nacional, la chilena,
dificultando en la realidad social actual la promocin y la materializacin de una accin multicultural
real. Por lo que, el marco jurdico de la Ley Indgena de 1993 esta sometido y subordinado a la
concepcin homognea de la nacin chilena guardada en la constitucin. Un segundo ejemplo, las
modificaciones al Cdigo de Aguas realizadas en 1981. Antes de ese perodo se estableca la no
separacin de agua y de tierras, se respetaba la lgica de uso y los derechos ancestrales de los
propietarios indgenas sobre sus territorios y sobre sus recursos naturales. Desde 1981 con el nuevo
Cdigo de aguas aquella realidad legal cambi, se estableci la nocin de separacin de la tierra del
recurso hdrico para adquirir derechos de inscripcin sobre el factor agua. Es decir, no fue necesario
poseer tierra para acceder a las fuentes acuferas en una regin de poblacin indgena. Todo ello,
con el propsito de proveer del componente hdrico a los proyectos de desarrollo minero. De esta
forma, el agua adquiri un status de mercanca que se pudo promover en un mercado, trayendo como
consecuencia directa el no respeto de los derechos histricos de la poblacin indgena sobre sus
territorios y sobre los recursos naturales al interior de esos territorios. Adems, de afectar el
funcionamiento de sus economas nativas. De ah, que se plantea que, en la actualidad, la poltica
indgena estatal posee retrocesos y est recin en un estado embrionario para ofrecer garantas a la
sociedad indgena en su relacin con el Estado y con la sociedad civil no indgena. Por lo que, su
posicin de dominado y de subordinado de pocas pasadas no ha cambiado con los contenidos del
Acuerdo de Nueva Imperial en Chile, desde los comentarios de la elite dirigencial aymara.
Una ltima conclusin, la demanda indgena hoy se dirige al fomento de un pluralismo jurdico, que
permitira no slo el reconocimiento de las culturas precolombinas en Chile; sino que tambin,
concedera transformar las relaciones de poder asimtricas entre Estado y pueblo indgenas, inclusive
de sus instituciones y de sus estructuras sociales, polticas, econmicas y culturales. De esa manera,
no slo se fomentara la construccin de un nuevo modelo de Estado, de ciudadana y de democracia
para la comunidad poltica nacional, sino que de respeto de los derechos ancestrales de los indgenas
sobre sus territorios. Para la conciencia nativa la materializacin de un pluralismo jurdico pasa
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
328
ineludiblemente por el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios y por la ratificacin del
convenio 169 de la OIT, ya que esos instrumentos polticos llevaran al desarrollo de legislaciones
apropiadas en educacin, en medicina, en ciencia y tecnologa, en polticas agrarias, en proteccin de
sus recursos naturales y de su patrimonio arqueolgico, entre otras reas que deben ser atendidas
con normativas pertinentes a los pueblos precolombinos de Chile.
Referencias Fuentes Secundarias Erdmute, Alber (1999). Migracin o Movilidad en Huayopampa?. Nuevos temas y tendencias en la discusin
sobre la comunidad campesina en los Andes. Lima, Per: Instituto de Estudios Peruanos.
Bhabha, Homi (1994). El lugar de la cultura. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Manantial.
Bengoa. Jos (2000). La emergencia indgena en Amrica Latina. Santiago de Chile: Fondo de Cultura
Econmica.
Brachet, Vivin (1996). El pacto de dominacin. Mxico, Colegio de Mxico.
Bryan, Tunner (1997). Citizenship Studies: A General Theory. Citizenship Studies, 1 (1): 5- 18. USA.
Colom, Francisco (1997). Razones de Identidad. Espaa: Editorial anthropos.
Convenio 169 de la OIT (1996). Sobre pueblos indgenas y tribales en pases independientes. Guatemala:
Instituto Centroamericano de Estudios polticos, INCEP.
Foucault, Michel (1997). La arqueologa del saber. Madrid, Espaa: Editorial S. XXI.
Gonzlez, Sergio (2001). La Escuela Fiscal en el proceso de chilenizacin de Tarapac (1910 1922): un caso
de violencia social y xenofobia en Chile. Tesis doctoral Universidad Academia de Humanismo Cristiano,
Santiago de Chile.
Gonzlez. S. (2003). PAX CASTRENSE EN LA FRONTERA NORTE 1884 1929. El Factor Tarapac en el
conflicto entre Per y Chile por Tacna y Arica. Tesis doctoral Instituto de Estudios Avanzados (IDEA),
Universidad Santiago de Chile.
Gonzlez, Sergio (2004). El Dios cautivo. Las Ligas Patriticas en la chilenizacin compulsiva de Tarapac. 1910
1922. Santiago de Chile: Ediciones LoM.
Gundermann, Hans (1995). Comunidad indgena y ciudadana. La experiencia en el norte de Chile. Revista
Allpanacis 2 (46): 91 - 130. Cuzco, Per: Instituto de Pastoral Andina.
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
329
Gundermann, Hans (2000). Las organizaciones tnicas y el discurso de la identidad en el norte de Chile, 1980
2000. Comunicacin presentada en el 50 congreso Internacional de Americanistas. Simposio: Derecho a
la cultura y a la autogestin: experiencias y tendencias de los movimientos tnico culturales en las
Amricas; el Estado y la etnicidad, Varsovia, Polonia, 10 14 de julio.
Gundermann, Hans (2001). Comunidad, sociedad andina y procesos socio-histricos en el norte de Chile. Tesis
doctoral, Centro de Estudios Sociolgicos, Colegio de Mxico.
Gundermann, Hans (manuscrito no publicado). Cultura andina y globalizacin, dinmica de la cultura andina en
el norte de Chile durante la segunda mitad del S.XX.
Gundermann. Hans (2002). Sociedad aymara y procesos de modernizacin durante la segunda mitad del Siglo
XX. Comunicacin presentada Comisin de Verdad Histrica y Nuevo Trato. Grupo de Trabajo Pueblos
Indgenas del Norte. SubGrupo de Trabajo Pueblo Aymara, Chile.
Ibez, Toms (1998). Ideologa de la vida cotidiana. Barcelona, Espaa: Editorial Sendal.
Jodelett, Denise, Ed. (1998). La representacin social, fenmenos, conceptos y teora. S. Moscovici Psicologa
Social Tomo II: 469 494. Espaa: Editorial Paidos.
Kymlicka. W. (2002): Del Estado nacin homogneo al Estado multinacional. Comunicacin presentada en el
Seminario sobre la construccin de la Democracia: Ciudadana y Diversidad. Organizado por el
Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Guatemala, 6 febrero.
Ley Indgena 19.253 (1993). Decreto Oficial 5 de octubre, Chile.
Manzilla. A. (2004). El Derecho indgena y las pautas para la conformacin de una lnea jurisprudencial
constitucional en Bolivia. En Cuadernos Electrnicos de Filosofa del Derecho, n 10/2004
(http://www.uv.es/CEFD), ISSN: 1138-9877, Santa Cruz, Bolivia. Accedido el 25 de septiembre del 2005.
Poulantzas, Nicols (1980). Estado, poder y Socialismo. Espaa: Editorial Siglo XXI.
Poulantzas, Nicols (1993). Clases Sociales y poder poltico en el Estado Capitalista. Mxico: Editorial Siglo XXI.
Smith, Anthony (1995). La Identidad Nacional. Madrid, Espaa: Trama Editorial.
Walsh, Catherine (2002). (De) construir la interculturalidad, Consideraciones crticas desde la poltica, la
colonialidad y los movimientos indgenas y negros en Ecuador. Fuller, Norma: Interculturalidad y
Poltica. Desafos y posibilidades: 15-142. Lima, Per: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales
en el Per.
Fuentes Primarias Entrevistas realizadas en conjunto con el Profesor Hans Gundermann a los siguientes dirigentes aymaras. En el
marco del Proyecto FONDECYT: "De Indio a Ciudadano: Etnicidad, Identidad tnica e incorporacin
-
AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana / www.aibr.org
Ren Patricio Aguilera Barraza. Publicado en AIBR. Revista de Antropologa Iberoamericana, Ed. Electrnica
Vol 1. Num. 2. Marzo-Julio 2006. Pp. 311-330 Madrid: Antroplogos Iberoamericanos en Red. ISSN: 1578-9705
330
indgena a la sociedad Nacional en el Norte de Chile en comparacin con los Andes de Per, Bolivia y Ecuador (1824 -1995)", N 19070644.
Alarcn, Zenn (2 de junio, 2 de julio, 7 de julio y 17 de julio del ao 1999).Dirigente del Pacha Aru Organizacin
aymara de la Provincia de Arica. Actualmente, es Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI (2004 2008). Entrevista grabada. Cuaderno N 1. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.
Caqueo, Felipe (11 de enero del ao 1998). Comunero de la Comuna de Camia. Entrevista grabada. Registro:
Dr. Hans Gundermann Krll. Cedida para la investigacin sobre las Representaciones Sociales del Estado que han elaborado las Comunidades Andinas del Norte de Chile. Estudio realizado para obtener el grado de Licenciado en sociologa y el Ttulo de Socilogo.
Chipana, Cornelio (1 de Abril del ao 2000) Dirigente del Pacha Aru Organizacin aymara de la Provincia de
Arica. Actualmente, SubDirector de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista grabada. Cuaderno N 2. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.
Inquiltupa, Carlos (15 de marzo del ao 2000). Dirigente del Pacha Aru Organizacin aymara de la Provincia de
Arica, ex Consejero Nacional Aymara frente a la CONADI. Actualmente, Encargado de la Unidad de Desarrollo Indgena de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista grabada. Cuaderno N 2. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.
Mamani, Antonio (9 agosto del ao 1999) Dirigente de Aymar Marka organizacin aymara de la Provincia de
Iquique, exSubdirector de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI) 1993 - 1999. Actualmente, Secretario Ejecutivo de la Corporacin de Municipios Rurales de la Provincia de Iquique. Entrevista grabada. Cuaderno N 1. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.
Mamani, Gumersindo (1990): Los aymaras creemos que el respeto es clave del progreso. Diario La Estrella,
Enero 21, A 5. Vilca, Fresia (26 de junio, 23 de octubre del ao 1999) Dirigente de Aymar Marka, Organizacin aymara de la
Provincia de Iquique. Actualmente, es funcionaria del departamento de Educacin y de Cultura de la Corporacin Nacional de Desarrollo Indgena, Jurisdiccin - Subdireccin Norte (CONADI). Entrevista grabada. Cuaderno N 1 - 2. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.
Vilca, Javier (4 de junio, 27 de junio, 4 de julio, 28 de noviembre del ao 1999) Dirigente de Copray.
Organizacin aymara de la Provincia de Iquique. Entrevista grabada. Cuaderno N 1 2. Iquique, Chile. Registro: Dr. Hans Gundermann Krll y Ren Patricio Aguilera Barraza.