Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

download Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

of 22

Transcript of Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    1/22

    113

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    Juan Pascual GayEl Colegio de San Luis

    ResumenExisten muy pocos datos acerca de la vida y obra de Jos MaraBustillos (1866-1899). Este artculo pretende articular la infor-macin ms o menos disponible, a fin de ofrecer una semblanzade un escritor que goz del cario y del fervor de muchos de suscompaeros de generacin, como Jos Juan Tablada, Francisco

    M. Olagubel, Chucho Urueta o Bernardo Couto Castillo. Contodo, las escasas noticias prefiguran una personalidad sensibley sencilla que hizo de la poesa su actividad preferente hasta sumuerte sobrevenida a los treinta y tres aos de edad.

    Palabras clave: decadentismo, modernismo, bohemia, poesa.

    Abstract

    Tere are very few data about life and work of Jos Mara Bustillos(1866-1899). Tis article seeks to articulate wore or less the infor-mation available to provide a semblance of a writer who enjoyed thelove and fervor of many of his generation, like: Jos Juan ablada,Francisco M. Olagubel, Chucho Urueta or Bernardo Couto Castillo.With all, the little news foreshadow a simple and sensitive personal-ity, this made poetry his preferred activity until his dead occurring at

    33 years old.

    Keywords: Decadentism, Modernism, Bohemianism, Poetry.

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    2/22

    114

    Juan Pascual Gay

    De Jos Mara Bustillos no hay sino delicadas y atentas sem-blanzas, trazadas por sus contemporneos a partir del afectoy la admiracin discreta. Uno pensara que ms que frente a unjoven ya bien entrado en la segunda juventud, se est ante un ado-lescente que no quiere o no puede dejar de serlo, pero al que suscompaeros de bohemia tampoco le permiten dar ese paso defi-nitivo hacia la madurez. Si Amado Nervo expresa que entre lospoetas jvenes de Mxico, Bustillos es el ms delicado (1991: 11),Jos Juan Tablada habla de su enamorada musa en una bergerade

    de Sajonia (1994: 83-84). Pepe Bustillos, o Pepe a secas, como leconocan sus amigos y contemporneos, es un caso raro en el pros-cenio literario del fin de siglo en Mxico. Jos Remedios Coln pu-blic en El Sol de oluca, el 24 de febrero de 1952, una semblanzade Jos Mara Bustillos recuperada del cronista Ramn Prez que,a su vez, en 2003, fue rescatada por Alfonso Snchez Arteche parala revista La Colmena, de la Universidad Autnoma del Estado de

    Mxico; en ese retrato se insiste en los rasgos referidos: Era el poe-ta Jos Mara Bustillos, pulcramente vestido, de facciones delica-das, de mirada dura y de semblante noble que revelaba desde luegouna finsima educacin (Coln en Snchez, 2003: 15). TambinTablada refiere la elegancia anacrnica de Bustillos: Tercibase lacapa espaola, calbase sobre los ojos el sombrero que algo tenade chambergo y en tal guisa su silueta que se alejaba, me haca

    retroceder un siglo, hacia el pasado virreinal (1991: 114). Curio-samente hay pocas noticias sobre su vida, pero muchas referenciasa su probidad y bonhoma, a su caballerosidad y aristocracia delespritu; as lo retrata Luis G. Urbina:

    No serva para luchar, para bracear en este ro turbio en el que for-cejeamos sus amigos. l nos vea impasible, indiferente, estoico,

    convencido tal vez de la inutilidad de nuestro esfuerzo. Tendidoen la hierba de la orilla, lleno de prematuro cansancio, nos lan-zaba sus epigramas, nos entretena, nos obligaba a rer en medio

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    3/22

    115

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    del combate. Porque bajo las doradas transparencias de su stira,columbrbamos su encantadora ternura femenina. Cuando la vida le haca dao, no se encolerizaba, no rea con

    ella, no la odiaba; se le quedaba mirando con sus ojos bondado-sos, como tmido hurfano que quiere desagraviar a la madrastra.(1923: 174-175)

    Bustillos tuvo una afinidad demasiado prxima a Luis G. Urbinacomo para pasarla por alto, hasta el punto en que los dos partici-paron de una misma sensibilidad potica. Dice Enrique Gonzlez

    Martnez que apenas Jos Mara Bustillos, a quien la vida no dejpasar de un augurio malogrado, puede aspirar a la gloria de ha-ber tenido orientaciones semejantes a las del autor de Lmparasen agona (1914: XX). La amistad entre Pepe y Luis est ms queprobada, entre otras cosas, por ese poema que el primero dedic alsegundo, Nocturno de esto, que retoma las mariposas comomotivo alusivo a la alegra de la vida que de la misma manera uti-

    liz Urbina en su poesa:

    Oh! Mistrerios sublimes; oh! Pasiones!Oh! Sombras voluptuosasQue haceis extremecer los corazonesY converts las muertas ilusiones,esas larvas sin luz en mariposas!

    (Bustillos, 1900: 83)

    Los pocos datos que existen se deben a Inocente Pealoza Garca,quien registra que Bustillos naci el 6 de septiembre de 1866 en Ta-cubaya y que falleci el 20 de junio de 1899 en Toluca; no alcanzlos 33 aos; la muerte se lo llev cuando recin haba obtenido laplaza de catedrtico del Instituto Cientfico y Literario, cargo que

    combinaba con su nombramiento como Director de la BibliotecaPblica Central del Estado de Mxico. Apenas ejerci sus nombra-

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    4/22

    116

    Juan Pascual Gay

    mientos puesto que haba ocupado las respectivas plazas en 1898,el mismo ao que surgi una de las revistas ms emblemticas de laactual Universidad Autnoma del Estado de Mxico, el Boletn delInstituto Cientfico y Literario Porfirio Daz, publicacin mensualque desatendi su regularidad a partir de 1910, para desapareceren 1947. La seccin literaria del Boletn le rindi un homenajeal poeta, In Memoriam. Ante la tumba de Jos Mara Bustillos,en 1902 (VV. AA., 1902: 125). Al principio, la publicacin estuvodirigida por Silviano Enrquez Correa y Agustn Gonzlez Plata,

    pero sus pginas se llenaron pronto de las colaboraciones de otrosdestacados escritores del plantel como Francisco M. Olagubel,Juan B. Garza o el propio Jos Mara Bustillos. En esos ltimosaos de su vida, se relacion a Bustillos con Margarita de la Pea,hermana de Rosario de la Pea quien forma parte ya de la leyendaliteraria de Mxico al asociarse con Manuel Acua, como afirmaJos Luis Martnez: La historia de su relacin con Rosario [de

    Manuel Acua] pertenece ya a la leyenda. A la musa de nuestroromanticismo dedicar la mayor parte de sus ltimos poemas yella aparecer, acaso injustamente, como la causa del suicidio delpoeta (Martnez en Acua, 2004:XX). Sin embargo, Tablada con-tradice esta versin y ms bien apostilla que se trataba de Rosarioy no de su hermana Margarita de quien entonces era novio PepeBustillos: donde viva su novia, aquella misma Rosario Pea, cle-

    bre por su singular atractivo sobre los poetas de dos generaciones(1994: 14).La austeridad fue norma y hbito en los ltimos aos de la vida

    cotidiana de Bustillos, como relata Ramn Prez: El amable poetaocupaba un departamento anexo a la biblioteca y slo tena comomuebles los ms indispensables para l, ya que no tena arrestosde orgullo, pues se notaba muy resignado con su modestsima si-

    tuacin, no obstante contar con el afecto sin lmites y proteccindel seor general Jos Vicente Villada (Coln en Snchez, 2003:

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    5/22

    117

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    16). Pepe ofreci la silva Inmortales al Sr. General Jos VicenteVillada, en sintona con la poesa cvica y patritica de tono ro-mntico, pero que revela la deuda personal con el general:

    [...]con vida pupilaabarco la extensin del cielo obscuro,y escucho un vago acentoque me repite trmulo, inseguro,despertando pasadas inquietudes:

    Hay flores inmortales, no lo dudes!Hay flores inmortales, te lo juro!(1900: 68)

    Una relacin de la que da fe Rubn M. Campos al afirmar que Elgobernador del Estado de Mxico, [...], se ha llevado a la nsulauna plyade escritores entre los que destaca el poeta Jos Mara

    Bustillos, verdadero artista de la palabra que surgi en el LiceoMexicano, donde public poemas encantadores (1996: 60). No-ticias elocuentes del temperamento discreto y tmido de Bustillos,ms bien retrado, que no us influencias para medrar y ascen-der en lo econmico y social, talantes igualmente consignados porCampos al registrar que Bustillos es afable, tmido, humilde, yestas cualidades lo han hecho alejarse de los intelectuales que mu-

    cho lo estiman (60); pero tambin es una actitud reveladora desu compromiso con la poesa y el arte, una religin entonces de laque result un digno oficiante al destinar tanto su esfuerzo comosu sensibilidad a su culto, sin buscar otras cosas que distrajeransu atencin. Luis G. Urbina subraya el talante retrado de PepeBustillos: La existencia de este insinuante msico del ensueo fuecallada, escondida, sin aparato, sin ruido. Habit el poeta una gra-

    ta penumbra con salpicaduras de estrellas, olvidado del estrpitoy desdeoso de teatrales y ficticias apoteosis. Dentro de su pobre-

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    6/22

    118

    Juan Pascual Gay

    za, aspiraba, como una flor oculta, la inmensa dicha de sentirseamado (1923: 176). Ms all de otras cosas, hay que subrayar elcompromiso suscrito por Bustillos, as como otros compaeros delmodernismo mexicano como Bernardo Couto Castillo, Julio Rue-las o Jess E. Valenzuela, de ofrendar su vida al arte. La muerte lelleg a Jos Mara Bustillos de un modo anodino, sin estridenciasni ruidos, como si su vida hubiera sido un acostumbramiento paraese momento definitivo. Inocente Pealoza Garca cuenta as eldeceso:

    La vida del poeta Bustillos se extingui rpidamente cuando fun-ga como director de la biblioteca pblica, a consecuencia de unproblema gstrico que no pudo ser controlado y que provoc sumuerte prematura tena slo 33 aos en el edificio de la bi-blioteca. Su cuerpo fue sepultado en el panten general de Toluca. En1974, cuando se inaugur la Rotonda de los Hombres Ilustres,

    los restos de Bustillos no fueron trasladados como sucedi conGarza, Villarello, Venegas y Cuenca debido a que no era origi-nario del Estado de Mxico (2007: 23).

    Sin embargo, Rubn M. Campos atribuye la muerte de Bustillos asu dipsomana, algo que no parece muy fundado si nos atenemos alos testimonios que han dejado sus contemporneos, en donde en

    ninguna parte, excepto en El bar, hay una informacin que avaletal afirmacin. Quizs sea una estrategia de Campos para subrayarprecisamente el talante trgico de su generacin; con todo dice:Jos M. Bustillos se extingui ocultamente despus de brillar unda a la par que Manuel Gutirrez Njera, otra lloradsima vctimadel bar (1996: 240). Luis G. Urbina, en un precioso librito titu-lado Hombre y libros, a propsito de la muerte del poeta, coincide

    en los excesos de Pepe Bustillos apenas apuntados por Campos;en una estampa escrita con motivo de su muerte, Urbina dice lo

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    7/22

    119

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    siguiente: Tena una pereza de enfermo para todas las cosas de lavida; una voluntad suave, dctil, floja, dispuesta a ceder a la pre-sin de cualquier mano. Por eso, cuando vino el Dolor lo maltrattanto y le hizo llorar tan a menudo. Por eso, cuando vino la Poesale arranc sonidos tan hermosos y tan puros. Por eso, cuando vinola Tentacin bebi l en su copa el licor amargo de los placeresfugitivos (1923: 74).

    Los dos ltimos aos de Jos Mara Bustillos son los ms do-cumentados y acerca de los que se poseen ms noticias, como co-

    rresponde a quien ha decidido, despus de una juventud bohemiay turbulenta, sentar cabeza e ingresar en un mbito laboral ms omenos estable. Sin embargo, los aos previos a la llegada del poe-ta a Toluca estuvieron marcados por su militancia en la bohemiaartstico-literaria finisecular que se vivi de manera efervescente ybulliciosa en la Ciudad de Mxico; pero sobre todo es este movi-miento, decadentista o modernista, al que se adhiri muy pronto,

    el que permite rastrear sus andanzas a partir de 1893. Con todo,Bustillos no tuvo participacin alguna en las sucesivas polmicasdecadentistas y modernistas que arreciaron en 1893 y, ms tarde,en 1896 y 1898. De hecho, Tablada en un artculo publicado enEl Nacional, el 11 de junio de 1898, en donde daba la bienvenidaa la publicacin en ciernes Revista Moderna. Arte y Ciencia, al con-signar la nmina de los redactores y colaboradores ms conspicuos,

    omite el nombre de Bustillos: El olmo secular de la justicia, el tro-no forestal, es un peridico exclusivamente literario que apareceren breve, y cuya redaccin estar formada por artistas como JessValenzuela, Julio Ruelas, Jess Urueta, Balbino Dvalos, Ciro. B.Ceballos, Bernardo Couto, Rafael Delgado, Alberto Leduc, Fran-cisco M. de Olagubel y Rubn M. Campos (Tablada en Clark yZavala, 2002: 315). Pero no quiere decir que no formara parte del

    cenculo encabezado primero por Jos Juan Tablada y que, mstarde, fuera absorbido en torno a las pginas de la Revista Mo-

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    8/22

    120

    Juan Pascual Gay

    derna, como antes lo fue por las de la Revista Azul. Campos, enEl bar, indica que Jos Mara Bustillos integr aquella sociedadliteraria, fundada por Manuel Ignacio Altamirano, llamada LiceoMexicano, junto con otros poetas como Juan de Dios Peza, LuisG. Urbina o Enrique Fernndez Granados, Fernangrana(Campos,1996: 181).1Todo indica que la bohemia, a la que era reacio PepeBustillos, no estaba completamente desterrada de sus hbitos, msbien la practicaba de manera espordica, en ocasiones, debido alas reuniones de los miembros del Liceo Mexicano, como aquel

    cenculo celebrado en el Sylvain, un restaurante de prestigio en ladcada ltima del siglo XIX, que sola congregar a artistas y escri-tores, como la rememorada por Campos a raz de una invitacinfirmada por Joaqun D. Casass y ngel de Campo para reins-talar la sociedad literaria que fund el maestro don Ignacio M.Altamirano y de la que surgieron poetas y escritores de renombre,entre los que se contaban Luis G. Urbina, Jos M. Bustillos, Enri-

    que Fernndez Granados, Luis Gonzlez Obregn, Antonio de laPea y Reyes, Jos P. Rivera, ngel de Campo (Micrs), Jos Pendel Valle y otros cuyos nombres olvido (Campos, 1996: 181). Aestas sesiones celebradas una vez al mes, asista puntual Bustillos,y acababan en una fiesta, en donde el bullicio, las ancdotas y lasrisas concluan una velada que haba comenzado con la lectura dediferentes textos; a la hora de levantar la sesin cada uno dejaba

    en una bandeja que tena en sus manos un criado, cinco pesosdel cubierto en la cena, y una propina para los criados, si era suvoluntad (183) a no ser que Casass, como era frecuente, corrie-

    1 Belem Clark de Lara seala tres asociaciones literarias importantes en elperiodo 1888-1910: el Liceo Mexicano Cientfico y Literario (1885-1892),el Liceo Altamirano (1889-1905) y la Sociedad Literaria Cuathmoc (1891-1894) y ampla la nmina de los escritores: Rafael ngel de la Pea, Rafael

    Delgado, Emilio Rabasa, Manuel Jos Othn, ngel Pola, Luis G. Urbina,Luis Gonzlez Obregn, Balbino Dvalos, Victoriano Salado lvarez, ngel deCampo, adems del propio Pepe Bustillos (Clark y Speckman, 2005: 36).

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    9/22

    121

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    ra con todos los gastos. Por su parte, Ciro B. Ceballos incluye aBustillos dentro de otra tertulia no menos famosa y concurrida quetena lugar en El Alhambra, decorado al estilo morisco en el inte-rior y en el exterior mediante azulejos de estilo arbigo y coloreslo suficientemente llamativos como para que atrajera la atencinde los transentes. Gobernado por Vicente Mijares, El Alhambracongregaba en torno a sus mesas a Manuel Larraaga Portugal,Agustn Alfredo Nez, Antonio de la Pea y Reyes, Arturo Paz,Salvador Dvalos, Jos Bustillos, Ricardo Lpez Ochoa, Alfredo

    de la Portilla, Carlos Govantes, Francisco de la Garza Gutirrez,Daro Balandrano, algunas veces Amado Nervo, algunas tambinBernardo Couto Castillo y nosotros (Ceballos, 2006: 105). Igual-mente, Ceballos registra otro lugar al que asista en ocasiones PepeBustillos, en donde se encontraban poetas y pintores, escritores yperiodistas, sustituyendo as las habituales tabernas y bares; era elhogar de Eduardo Ruiz, diputado y procurador de la Repblica,

    que imparta clases en la Escuela de Jurisprudencia. La tertulia ha-bitualmente tena lugar en la biblioteca del dueo de la casa queconvidaba a sus invitados a caf de Uruapan con rajillas de que-so; all llegaban Antonio de la Pea, Ezequiel Chvez, BalbinoDvalos, Jos Bustillos, Amado Nervo, etctera (392). A diferen-cia de las otras capillas ms bien inclinadas a la bebida y los excesosde todo tipo, la tertulia en aquella residencia, situada en la calle

    de Francisco Zarco, tena particular amenidad, pues se lea poco,pasndose las horas de la reunin en alegre pltica ininterrum-pida por las risas suscitadas por los chistes speros del macabrocrtico Antonio de la Pea y Reyes (393). Una vez concluida lareunin, los contertulios acudan al Saln Bach, donde acompaa-ban la cena con un hermoso vaso de grueso cristal, rebosante enla espuma blanca de una cerveza, dorada como hirviente topacio.

    La noche, en ocasiones, la remataban los jvenes poetas en casa

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    10/22

    122

    Juan Pascual Gay

    de Balbino Dvalos, derrotados y exhaustos varaban en ese lugarcomo esos barcos que apenas alcanzan a atracar en el muelle.

    Hay noticias de que entre 1890 y 1897 Jos Mara Bustillosejerci diferentes oficios para mantenerse, y tambin a su fami-lia; oficios que explican de alguna manera su relacin espordicacon la cofrada decadente e, incluso, su ausencia en las sucesivaspolmicas. Nervo, por ejemplo, consigna en 1895 que fue fun-cionario de la Administracin de Correos, motivo por el queestaba siempre ocupado yendo de un lado para el otro, sin apenas

    tener tiempo para dedicarse a la vida social y del mismo modo queen esos aos rentaba un pequeo departamento en la calle de lasRatas nmero 6, en la Ciudad de Mxico, a la que se refera paraque sus conocidos y amigos no olvidaran su direccin como Seisratas; y, poco ms tarde, ejerci de boticario, motivo por el queconcluye que Mal andaba su estro en aquella atmsfera llena deemanaciones de ungentos, donde lo nico que clamaba excelsior

    era... el lcali! (Nervo, 1991: 11). Igualmente, Tablada recuerda eltrabajo de Bustillos en las oficinas de Correos: Desde aquella tar-de en el Tvoli fuimos amigos y varias veces lo acompa desde laOficina de Correos donde trabajaba, contigua entonces al MuseoNacional, hasta el puente de Alvarado [...] (Tablada, 1991: 144).

    Seguramente, por esos mismos aos comienza a compaginarsus trabajos con sus colaboraciones en diferentes revistas y publi-

    caciones, en cuyas redacciones conoce a Tablada, quien ha dejadouna nota de su primer encuentro:

    Por aquella poca conoc a ciertos compaeros que comenzabana descollar en literatura. Fue Pepe Bustillos, hoy casi olvidado apesar de su innegable mrito, el primer poeta que pude ver decerca y tratar con cierta intimidad. Recuerdo haberlo conocidopor conducto de Guillermo Vigil y Robles, tambin debutanteliterario, a la sazn y mi excompaero del Colegio Militar y quelos tres fuimos a pasar la tarde al famoso Tvoli del Elseo, bajo

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    11/22

    123

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    cuyos gigantescos rboles, de paisaje heroico, como dira un pin-tor acadmico, el romntico y delicado poeta recit en obsequionuestro, con su peculiar voz clida, de trmulos acentos, el bellsi-

    mo poema suyo, Las rocas del lago (143).

    Ese Colegio Militar donde estudiaron Tablada y Bustillos, les per-miti acercarse e integrar en el grupo modernista a Julio Ruelas,quien recordaba una ancdota registrada por Jess E. Valenzue-la que algo inquiere acerca del carcter de Tablada: Me acuerdoque un da me dijo Julio Ruelas: Jos Juan Tablada y yo fuimos

    expulsados del Colegio Militar: por falta de espritu dem. Inme-diatamente le manifest a Tablada que por qu no me haba dichoeso. Aunque sea verdad, Ruelas no deba contarlo, me contest(Valenzuela, 2001: 122).2Bustillos ya haba publicado entoncesalgunos poemas con desigual fortuna; pero lo notable es el retratotan fin de siglo al que procede Tablada:

    Delicado, frgil y vibrante, como el arpa elica, pareca constantey dolorosamente conmovido por los efluvios todos del sentimien-to y devastado materialmente por los ardientes vientos de la pa-sin. Tena una bella cabeza de cabello rizado, palidez claustral,bellos ojos llenos de fiebre y de ensueo y labios naturalmenterojos, tanto como los de una mujer bajo el afeite; la fragilidadde su cuerpo denunciaba privaciones y estragos de sensibilidad

    hiperestesiada (1991: 143-144).

    2Ms adelante, en sus memorias, recuerda Valenzuela que Jos Juan Tabladaes un verdadero artista. Cuando estaba en el Colegio Militar publicaba, ilus-trado por Julio Ruelas, un periodiquillo manuscrito y pona de responsable a

    un muchacho, el ms fuerte del colegio. Todos los que sentanse heridos tenanque entendrselas con aquel Hrcules y todo marchaba como balsa de aceite(Valenzuela, 2001: 137).

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    12/22

    124

    Juan Pascual Gay

    No es una casualidad que el propio Valenzuela consignara a Bus-tillos en la nmina de los nuevos poetas que siguieron la esteladel Duque Job: slo Gutirrez Njera, con un instinto artsticoincomparable, cultivaba la nueva cepa, apuntando detrs de l Ur-bina y Bustillos, con versos de amor, como el de Dafnis antes deser iniciado en esas cosas, y de dolor como el que produce el rocede las espinas al cortar una flor (2001: 118). Aos ms tarde, JosRemedios Coln le entreg a Ramn Prez unos apuntes acerca deBustillos que coinciden en lo fundamental con el retrato aboceta-

    do por Tablada, publicados en El Sol de oluca, el 24 de febrero de1952:

    Una maana, mientras lea El Imparcial, que traa la noticia delincendio de un cajn de ropa en Toluca, se me acerc un caballerode mediana estatura, y tocndome la espalda me salud y me con-dujo a su despacho. Era el poeta Jos Mara Bustillos, pulcramen-te vestido, de facciones delicadas, de mirada dura y de semblante

    noble que revelaba desde luego una finsima educacin (Coln enPealoza, 2007: 23-24).

    Parece que una de las aficiones ms arraigadas en Pepe Bustillosera recitar sus propios versos con gran sentimiento y teatralidad envoz alta, comenzaba a recitarme fragmentos de sus poemas, de-clamndolos pattico y posesionndose de tal modo que su voz se

    sola entrecortarse como ahogando sollozos y humedecerse comolgrimas disueltas (1991: 144), dice Tablada; mientras RamnPrez apostilla ah me recitaba con gran sentimiento y amor suscomposiciones (Pealoza, 2007: 24). Amado Nervo proporcionauna semblanza de Bustillos muy cercana en el tiempo a la de Ta-blada, ya que est fechada el 17 de febrero de 1895:

    Pepe Bustillos..., ya lo conocer usted: es un excelente mu-chacho que vive consagrado a su familia; que por ella trabaja sin

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    13/22

    125

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    descanso en la Administracin de Correos y que tiene la singulargenialidad de gozarse en referir a sus ntimos que anda de con-tinuo enredado en nutrida red de lances y conflictos difciles de

    resolver, nudos gordianos que por fortuna no existen sino en suimaginacin (1991: 2011).

    El carcter imaginativo y complicado de Bustillos se traduca enuna poesa delicada y sutil, exigente y pulcra, que poco o nadatena que ver con la vida diaria de su autor, como tambin diceNervo:

    En mi sentir, entre los poetas jvenes de Mxico, Bustillos es elms delicado. Su inspiracin, vigorosa siempre, encirrase en moldes de exqui-sita pureza y encanto. No es esa inspiracin que asciende a lo excelso como Pegaso des-bocado, sino la que sube lenta y suave como un perfume. No es su

    musa la tempestuosa virgen que ama el volcn ignvomo, el maralborotado, el atronador torrente, sino la nbil y casta doncellaque va en pos de mariposas por el Carmen florido, que correteapor la selva de pinos que semejan morisca columnata; que se con-templa con coquetera en la linfa transparente y enva un beso alas estrellas tremulantes (1991: 11-12).

    Dentro de la potica decadentista, hay acaso un rasgo ms quelo sita en el centro de esa esttica: la melancola y la tristeza tra-ducidas en una pltora de imgenes de colorido admirable. DeBustillos se conserva un poemario, Versos 1884 a 1898, que pro-porciona su itinerario esttico y potico. El volumen fue publicado,de manera pstuma, en 1900 como un homenaje y una conside-racin del Estado de Mxico; es un librito que recoge los poemasescritos a lo largo de esos 14 aos, elocuente y fecundo, que operacomo testimonio de la transicin entre un romanticismo crepus-cular, la aceptacin del modernismo y la militancia decadente. El

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    14/22

    126

    Juan Pascual Gay

    carcter pstumo explica algunas caractersticas del poemario, yaque carece de orden y distribucin de partes, se acerca ms a unacompilacin desbaratada y confusa que a un trabajo metdico ysistemtico. Y de eso se trata Versos, de una recopilacin de los di-ferentes poemas que Pepe Bustillos public en distintos peridicosy publicaciones peridicas. A pesar de la dispersin, es notable quediferentes compaeros del poeta aludan a ttulos y versos de Bus-tillos como si su obra discreta y silenciosa, como el autor mismo,hubiera rebasado en mucho las expectativas depositadas en unas

    cuantas imgenes.En ocasiones, se recaban noticias contradictorias respecto de lapoesa de Pepe Bustillos, como cuando Pealoza Garca indica queGonzlez Prez Gmez [...] seala dos poemas sueltos de aquellapoca: Las rocas del lagoy La gruta de Cicalco (2007: 24), cuandoen realidad aparecen incluidos en el poemario citado. Precisamen-te, Tablada rememora que uno de los poemas que recitaba habi-

    tualmente Pepe era Las rocas del lago (1991: 143). Este poemadebi de causar una honda impresin entre los modernistas, pues-to que Rubn M. Campos lo comenta en su biografa literaria dela Ciudad de Mxico:

    Las rocas del lago, una leyenda azteca, es un hermoso poemaque bastara para hacer el nombre de cualquier poeta, tiene otrosmuchos poemas que le conquistaron un eminente lugar en lasletras [...] un lindsimo poema suyo, Mariposas, hizo que el Du-que Job, el prncipe de la poesa mexicana moderna, escribieraotro poema con ese mismo nombre que es una joya, como el pri-mero, en nuestra literatura (1996: 60).

    Algo parecido sucede con El hachero (Bustillos, 1900b: 185-191), cuyo origen desvela Nervo al decir que la idea fue sugerida

    por el seor Licenciado Eduardo Ruiz, y dicho est con esto queel episodio es michoacano. Leyndolo, percbense las emanaciones

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    15/22

    127

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    aromadas de la zirinda llena de frescura; vuela la imaginacin aaquellos tiempos en que el indomable guerrillero tremolaba en lasescabrosidades de la sierra la bandera de la libertad (1991: 12).El poema, que data de mayo 14 de 1892, tiene un aliento romn-tico como se colige de los versos del epgrafe procedentes de unatradicin mexicana, de ah su tono pintoresco que, en ocasiones,se acerca al costumbrismo. Las dcimas se suceden de manera casiperfectas ajustndose a la tristeza expresada por una naturalezaal servicio del estado de nimo del poeta; por eso dice tambin

    Amado Nervo que no s por qu al orselos al poeta, que de tanbella manera los recita, parceme escuchar el eterno susurro de losabetos, el chasquido del tronco que picotea el carpintero, el melan-clico crujir de la hojarasca que se quiebra y el lejano y montonorumor de la Zarracua de iris glorioso (1991: 12).

    La poesa de Bustillos est dispersa en diferentes publicacionesy revistas. Hay constancia de sus colaboraciones en la Revista Azul,

    El Universaly la Revista Moderna. Arte y Ciencia, tambin en elBoletn del Instituto Cientfico y Literario, cuyas colaboraciones yase han registrado. En cuanto a la Revista Azul, son siete los poe-mas publicados: Nocturno de esto (1894a: 37), En la noche(1894b: 135-136), Ante el sepulcro de Manuel Gutirrez Njera(1895 (15): 239), Gota de agua (1895a: 295), En la muerte deLuis Gonzaga Ortiz (1895c: 72), Entonces(1895d: 20) y Can-

    tares de Navidad (1895e: 125-126). El poema Ante el sepulcrode Manuel Gutirrez Njera es el mismo que en la Revista Moder-na, nica colaboracin de Bustillos en esta revista, se denominaA Manuel Gutirrez Njera (1900a: 40), un poema elegaco de-dicado a la muerte del director de la Revista Azul, y el mismo quese reproduce bajo el ltimo ttulo en Versos(1900b: 211-212). Elsoneto En la muerte de Luis Gonzaga Ortiz no se recogi en el

    volumen de sus poesas y, como el anterior, es un poema de tonoelegaco dedicado al tambin poeta:

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    16/22

    128

    Juan Pascual Gay

    Llegu a la tumba trmulo, sombroY no pude rezar!... Las oraciones

    Callaron, esperando las cancionesDel poeta del alba y del roco.

    Y el poeta... en silencio, solo, fro,Inmvil... Es verdad?... Las ilusiones,El amor, el combate, Las pasiones!Son ay! la espuma de impetuoso ro?

    Y lento me alej. Sobre mi frenteCay la luz medrosa del Poniente,Y pens: qu es la lucha sin victoria?

    Y entonces, en los sauces misteriosos,Vibr un canto de ritmos temblorosos...Cant el ave inmortal, cant la Gloria!

    El Universal incluye cuatro composiciones poticas de Bustillos:Fro, publicado el 13 de septiembre de 1896; Epitafio, en mar-zo 9 de 1896; Amanece el 18 de julio de 1897; y, finalmente,Entonces, en abril 24 de 1898. Todos los poemas, a excepcinde Epitafio, se incluyeron igualmente en Versos. Pepe Bustillosrecorri rpidamente un itinerario que se inicia en el romanticis-

    mo y acaba con una potica de ademanes decadentes. Con todo,su expresin ms lograda y depurada hay que asociarla con el mo-dernismo. En este sentido, es relevante la presencia de GutirrezNjera en su sensibilidad, un autor al que le dedica adems delpoema consignado, ese otro titulado Gota de agua, en el quese adhiere al simbolismo como la corriente ms ajustada para supoca; los primeros versos no dejan lugar a dudas y, a la vez, operancomo tributo al magisterio de Njera:

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    17/22

    129

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    Coloqu en el florero un ramilleteDe humedecidos nardos,Y una gota de agua cay entonces

    En la mesa de mrmol;Y esa gota diamante que la auroraTallara con sus manosAs me dijo, cuando ya el crepsculoRecoga su manto:No soy agua noms; calla, no sabesLo que soy, lo que valgo:

    Yo soy un firmamento: tengo auroras,Y tempestades y astros!(1900b: 73)

    Pero antes, el poeta tuvo que pulir y decantar su oficio en una at-msfera romntica que ya para finales de la dcada de los ochentacomenzaba a resultar anacrnica; de ese primer momento, que secorresponde a la adolescencia del autor, da cuenta cabal el poemaque inaugura el libro Versos, fechado en 1889, Preludio, en elque una voz adolescente, casi aniada, se somete al dictado de lapoesa amorosa:

    Escribe versos, me dijo,en voz muy baja, el amor,y yo que era un inocentese los ped al corazn.

    Escribe versos, gritmedespus, con trmula vozel lgubre desengao...Y me los dio el corazn!

    Escribe versos, clamaronla angustia, el tedio, el dolor...Y yo escrib tantos versos

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    18/22

    130

    Juan Pascual Gay

    que agot mi corazn!(1900b: 1)

    Octoslabos que recuerdan por momentos a Bcquer, pero que noconsiguen esconder la pose del adolescente incapaz de ofrecer unsentimiento sincero y ms bien se entrega a los lugares comunesde ese romanticismo y de esa edad. Con todo, se aprecian ya unosvocablos que caracterizan una manera de entender el mundo yque en literatura sern particularmente redituables pocos aos des-pus: la angustia, el dolor, el desengao, pero sobre todo el tedioal que Guillermo Prieto haba dedicado un artculo elocuente ypersuasivo aos antes, 1878, a lo que llama el fastidio y que,desde una indudable modernidad, asocia con una enfermedad delalma (1993: 396-404). La transicin de Bustillos al modernismoes rpida y precisa; un ao ms tarde, ya presenta una poesa que,dejando a un lado el pesimismo habitual de un corazn adoloridoy abandonado, habita espacios de penumbra y decadencia:

    S

    Apgate crepsculo! No anhelotus sombras, tus reflejos, tus paisajes;desprende la guirnalda de celajescon que decoras el azul del cielo;

    recoge el traje de purpreo raso,y despus avanzando majestuoso,arroja tu estandarte luminosoen el inmenso abismo del ocaso![...](1900b: 137)

    Se trata de una esttica en la que el autor se adentra ms y ms,

    como en Hadas, poema de 1892:

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    19/22

    131

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    En las noches de insomnio, en esas nochesen que agoniza el alma,

    y en que el tedio tenaz cie a la musauna corona de amapolas blancas.

    En esas noches lentas, en que todoaletargado calla;y solamente en el marmreo estanqueturba el silencio al desbordarse el agua.

    En esas noches en que mustia brillala luna solitaria;melanclico sol que arde encerradoen un globo de nvea porcelana[](1900b: 180)

    Versos que recogen elementos ya significativos de la esttica deca-dente: el ambiente crepuscular, la alusin a seres mgicos o mara-villosos, pero sobre todo la referencia a la melancola y la tristeza.

    Jos Mara Bustillos no fue quizs el poeta ms representativodel modernismo, tampoco ejerci cargos particularmente impor-tantes tanto en el mbito cultural como en el cultural y social. Contodo, su personalidad y su obra dejan un no s qu de injusticia ode falta de atencin inmerecida, no ya por el valor de su obra que,sin duda lo tiene, sino tambin por esos comentarios y recuerdosa la par admirados y afectuosos de sus compaeros de cenculo.Se puede admitir que su timidez y su retraimiento le impidieronocupar un lugar de relumbrn, pero esas mismas carencias per-miten advertir un espritu lo suficientemente sensible como parasituar la poesa en su vida en un lugar central, a contracorriente de

    otras ambiciones y expectativas para las que la poesa no es sino unpeldao ms; esta profesin de fe en el arte por el arte, de la poe-sa reconvertida en religin, de una liturgia moral acorde con esa

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    20/22

    132

    Juan Pascual Gay

    misma potica, sitan a Pepe Bustillos en un lugar particular en elpanten literario de Mxico. El hecho de que Urbina con justiciadijera de l que era uno de esos seres intangibles, casi incorpreos

    (1923: 174), ni arrumba, ni minimiza su importancia. El recuerdode Bustillos se debe a su poesa, no a su vida; a una vida que hizode la poesa la vida misma.

    Bibliografa

    Acua, Manuel, 2004, Obras: poesa y prosa, Jos Luis Martnez(prl.), Mxico, Factora.

    Bustillos, Jos Mara, 1894a, Nocturno de esto, Revista Azul, t.I, nm. 3, 20 de mayo, p. 37.

    _______, En la noche, 1894b, Revista Azul, t. II, nm. 9, 30 dediciembre, pp. 135-136.

    _______, 1895a, Ante el sepulcro de Manuel Gutirrez Njera.Poesa leda por el seor don Jos Bustillos, Revista Azul, t. II,nm. 15, 10 de febrero, p. 239.

    _______, 1895b, Gota de agua. A Manuel Gutirrez Njera,Revista Azul, t. II, nm. 19, 10 de marzo, p. 295.

    _______, 1895c, En la muerte de Luis Gonzaga Ortiz, RevistaAzul, t. III, nm. 5, 2 de junio, p. 72.

    _______, 1895d, Entonces (A Ricardo Lpez Ochoa), RevistaAzul, t. IV, nm. 2, 10 de noviembre, p. 20.

    _______, 1895e, Cantares de Navidad (A mi hermana Adela),Revista Azul, t. IV, nm. 8, 22 de diciembre, pp. 125-126.

    _______, 1896a, Fro, El Universal, 13 de septiembre, p. 1.

    _______, 1896b, Epitafio, El Universal, 1 de noviembre, p. 1.

    _______, 1897, Amanece, El Universal, 18 de julio, p. 1.

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    21/22

    133

    Jos Mara Bustillos, casi incorpreo

    _______, 1898, Entonces, El Universal, 24 de abril, p. 1.

    _______, 1900a, A Manuel Gutirrez Njera, Revista Moderna.

    Arte y Ciencia, t. III, nm. 3, 1 quincena de febrero, p. 40._______, 1900b, Versos, 1884 a 1898, Toluca, Oficina Tipogrfica

    del Gobierno en la Escuela de Artes y Oficios.

    Campos, Rubn M., 1996, El bar. La vida literaria de Mxico en1900. Serge I. Zateff (prl.), Mxico, UNAM.

    Ceballos, Ciro B., 2006, Panorama mexicano 1890-1910. (Memo-rias), Luz Amrica Viveros Anaya (ed.), Mxico, UNAM.

    Clark de Lara, Belem, 2005, Generaciones o constelaciones, enB. Clark de Lara y Elisa Speckman Guerra (eds.), La Repblicade las Letras. Asomos a la cultura escrita del Mxico decimonnico.Ambientes, asociaciones y grupos. Movimientos, temas y gnerosliterarios, t. I, Mxico, UNAM, pp. 11-46.

    _______ y Elisa Speckman Guerra (eds.), 2005, La Repblica de

    las Letras. Asomos a la cultura escrita del Mxico decimonnico.Ambientes, asociaciones y grupos. Movimientos, temas y gnerosliterarios, t. I, Mxico, UNAM.

    _______ y Ana Laura Zavala (eds.), 2002, La construccin del mo-dernismo (Antologa), Mxico, UNAM.

    Gonzlez Martnez, Enrique, 1914, Luis G. Urbina, en Luis G.Urbina, Lmparas en agona, Mxico, Librera Vda. De Ch.

    Bouret, pp. XI-XXVIII.Martnez, Jos Luis, 2004, Prlogo a Manuel Acua, Obras: poe-

    sa y prosa, Mxico, Factora, pp. IX-XXVIII.

    Nervo, Amado, 1991, Obras completas, t. II, Francisco GonzlezGuerrero y Alfonso Mndez Plancarte (recop., prl. y notas),Mxico, Aguilar.

    Pealoza Garca, Inocente, 2007, Jos Mara Bustillos. Poeta delInstituto Cientfico y Literario, La Colmena, nm. 55, pp. 23-25.

  • 7/26/2019 Dialnet-JoseMariaBustillosCasiIncorporeo-5077670

    22/22

    134

    Juan Pascual Gay

    Prieto, Guillermo, 1993, Fastidio. Enfermedad del alma, enCuadros de costumbres2. Obras completas, t. III. Boris RosenJlomer (comp. y notas), Carlos Monsivis (prl.), Mxico, Co-

    naculta, pp. 396-404.Snchez Arteche, Alfonso, 2003, El Instituto hace cien aos: algo

    de su vida cotidiana, La Colmena, nm. 37, pp. 15-16.

    Tablada, Jos Juan,1991, La feria de la vida, Mxico, Conaculta.

    _______, 1994, Crtica literaria. Obras completas, t. V, AdrianaSandoval (ed., sel. y prl.), Mxico, UNAM.

    _______, 2002, La Revista Moderna, en Belem Clark de Lara yAna Laura Zavala (eds.), La construccin del modernismo (Anto-loga), Mxico, UNAM, pp. 315-316.

    Urbina, Luis G., 1914, Lmparas en agona, Mxico, Librera Vda.de Ch. Bouret.

    _______, 1923, Hombres y libros, Mxico, El libro francs.

    Valenzuela, Jess E., 2001,Mis recuerdos. Manojo de rimas, VicenteQuirarte (prl. ed. y notas), Mxico, Conaculta.

    VV. AA.,1902, In Memoriam. Ante la tumba de Jos Mara Bus-tillos,Boletn del Instituto Cientfico y Literario Porfirio Daz,t. IV, Toluca, Tipografa del Gobierno en la Escuela de Artes yOficios.