Ella soñaba con lograr todos sus

sueños, entre esos estaba el ver a

su cuidad convertida en una

capital en donde los avances y la

cultura fuese el punto de

atención de todos sus habitantes

y de turistas que visitaran su

región.

Esta historia transcurre entre

acordeones, caja y

guacharacas… Manuela con su

voz armoniosa, amenizaba

parrandas al son de ritmos

propios de su región (son, puya,

merengue y paseo); fue así como

empezó a darse a conocer con

las grandes personalidades de su

territorio adorado.

Manuela se sentía feliz de conocer

tantas personas; ella pensaba

que de esa forma podría algún

día llegar a ser reconocida en su

tierra y llevar a cabo obras que

engrandecieran su región.

Cierto día de invierno Manuela se

encontraba sentada en su casa

observando como su vecina

lavaba la terraza de su casa.

El chorro de agua era tan fuerte que ésta corría por las casas de la cuadra como simulando un río.

Manuela se dirigió a su vecina diciendo:

“Sra. Josefa mire como esta usted desperdiciando el agua”.

Cuan grosera fue su respuesta que Manuela juró hacer algo para evitar que eso cambiara…

Tiempo después Manuela inició sus

estudios de Ingeniería Ambiental,

se graduó con honores y llegó a

ocupar grandes cargos logrando

así cambiar las costumbres y

cultura de su ciudad y siguió

cantando hermosas canciones al

son de un acordeón, una caja y

una guacharaca.

FIN…!

María Ospino

Yesica Beltran

Angie Rodríguez

Laura Juyo