Dick, Philip K. - El Ojo de La Sibila

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    EL OJO DE LA SIBILAPhilip K. Dick

    Cmo es que nuestra antigua Repblica Romana se protege a s misma en contra deaquellos que la destruiran? Nosotros, los romanos, aunque slo mortales como el restode los mortales, hacemos uso de la ayuda que seres enormemente superiores a nosotrosnos brindan. Esas sabias y amables entidades, originarias de mundos desconocidos paranosotros, estn listos para asistir a la Repblica cuando se encuentra en peligro. Cuandono se encuentra en peligro, ellos se ocultan de nuestra vista para regresar cuando losnecesitemos.

    Tomemos el caso del asesinato de Julio Csar: un caso que se encontrabaaparentemente cerrado cuando aquellos que conspiraron para matarlo fueron asesinados.Pero cmo, nosotros los romanos, determinamos quin intencionalmente haba cometidoeste asqueroso acto infame? Y, ms importante an, cmo llevamos a la justicia a esos

    conspiradores? Tuvimos ayuda exterior; tuvimos la asistencia de la Sibila de Cumas,quien sabe desde miles de aos antes lo que suceder, y nos da, en forma escrita, suconsejo. Todos los romanos son conscientes de la existencia de los Libros Sibilinos. Losabrimos cuando la necesidad surge.

    Yo mismo, Philos Diktos de Tyana, he visto los Libros Sibilinos. Muchos ciudadanosromanos importantes, especialmente miembros del Senado, los han consultado. Pero yohe visto a la Sibila misma y por mi propia experiencia se algo sobre ella, algo que pocoshombres saben. Ahora que soy viejo a mi gran pesar, pero con la necesidad que ata atodos los hombres mortales estoy dispuesto a confesar que un da, aunque poraccidente, supongo, en el curso de mis deberes presbiterianos, vi como la Sibila es capazde ver bajo los compartimientos del tiempo; yo se lo que le permite hacer esto, se cmo

    ella se desarrollaba fuera de la anterior Sibila griega en Delphi, en aquella grande yvenerada tierra, Grecia.Pocos hombres saben esto y quiz la Sibila, alargando su mano a travs del tiempo

    para llamarme la atencin por hablar en voz alta, me silenciar para siempre. Es bastanteposible, por tanto, que antes de que termine este pergamino, sea hallado muerto. Micabeza estar partida y abierta como uno se esos melones demasiado madurosprovenientes de Levante los cuales, nosotros los romanos, valoramos demasiado. Encualquier caso, al ser viejo, con atrevimiento y descaro hablar.

    Haba estado riendo con mi esposa esa maana no era viejo entonces, y el terribleasesinato de Julio Csar haba apenas sucedido. En aquel momento nadie estaba seguro

    de quin era el culpable. Alta traicin contra el Estado! El asesinato ms siniestro milcuchillos hirieron el cuerpo del hombre que haba venido para estabilizar nuestratemblorosa sociedad... con la aprobacin de la Sibila, en su templo; hemos visto los librosque ella ha escrito para este efecto. Sabamos que ella haba previsto que Cesar llevarasu armada sobre el ro hasta Roma, para aceptar la corona del cesar.

    T, tonto ingenuo me estaba diciendo mi esposa aquella maana. Si la Sibilafuera tan sabia como tu crees, habra anticipado ese asesinato.

    Quiz lo hizo respond.Creo que ella es una farsante me dijo mi esposa Xantippe, haciendo muecas como

    slo ella sabe hacer, lo cual es muy repulsivo. Ella es debera decir era de una clasesocial ms alta que la ma, y siempre me haca conciente de eso. Ustedes lossacerdotes hacen esos textos; ustedes mismos los escriben, dicen lo que creen de unamanera tan vaga que cualquier clase de interpretacin puede hacerse de eso. Ustedesestn engaando a los ciudadanos, especialmente a los acomodados. Con eso ella quiere

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    decir, a su propia familia.Le dije con furia, levantndome abruptamente de la mesa del desayuno:Ella es una inspiracin, una profetisa, conoce el futuro. Evidentemente no haba

    manera de que el asesinato de nuestro gran lder, a quien la gente amaba tanto, pudieraser evitado.

    La Sibila es una broma de mal gusto dijo mi esposa y, en su codiciosa y glotona

    forma usual, empez a untar mantequilla en otro pedazo de pan.He visto los grandes libros y...Cmo es que ella conoce el futuro? exigi mi esposa.En cuanto a eso tuve que admitir que no saba; estaba cabizbajo. Yo, un sacerdote de

    Cumas, servidor del Estado Romano. Me sent humillado.Es un juego de dinero, un timo mi esposa estaba diciendo mientras yo daba

    zancadas hacia la puerta.Aunque estaba apunto de amanecer la bella Aurora, la diosa del amanecer, estaba

    mostrando aquella luz blanca sobre el mundo, la luz que consideramos sagrada, y de lacual muchas de nuestras inspiradas visiones provienen me dirig, caminando, al amadotemplo donde trabajo.

    Nadie ms haba llegado an, excepto los guardias armados, intilmente paradosafuera; me echaron un vistazo sorprendidos de verme tan temprano, y luego mesaludaron con la cabeza al reconocerme. Con la excepcin de un reconocido sacerdotedel templo en Cumas, nadie tiene permitido entrar; an el mismo Cesar deba dependerde nosotros.

    Al entrar, pase por la gran bveda llena de gas, en la cual el gran trono de piedra de laSibila brillaba de humedad en la penumbra; slo unas pobres y escasas antorchas habanestado encendidas.

    Me par y me qued totalmente callado, congelado, cuando vi algo que nunca antes seme haba revelado. La Sibila, con su largo cabello negro atado en un ajustado nudo, susbrazos cubiertos y sentada en su trono, se inclinaba hacia delante, y vi, entonces, que noestaba sola.

    Dos criaturas se mantenan de pie detrs de ella, dentro de una burbuja redonda.Parecan hombres, pero cada uno de ellos tena una cosa ms, no estoy seguro, anahora, de qu tenan de ms, pero no eran mortales. Eran dioses. Tenan ranuras enlugar de ojos, sin pupilas. En lugar de manos, tenan pinzas, como las tiene un cangrejo.Sus bocas eran slo agujeros, y me di cuenta de que ellos, no lo quiera Dios, eran mudos.

    Parecan estar hablando con la Sibila, pero por medio de un gran hilo de forma que encada uno de sus extremos haba una caja. Una de las criaturas sostena la caja al lado desu cabeza, y la Sibila escuchaba en la caja utilizando su otro extremo. La caja tenanmeros y botones, y el hilo estaba amontonado en un rollo, as que se poda extender.

    Esos eran los Inmortales. Pero, nosotros los romanos, nosotros los mortales, habamoscredo que todos los Inmortales haban abandonado el mundo hace mucho tiempo. Estoera lo que nos haban dicho. Evidentemente ellos haban regresado al menos por uncorto tiempo para darle informacin a la Sibila.

    La Sibila se dirigi hacia donde estaba e, increblemente, su cabeza atraves toda lacmara llena de gas hasta encontrarse cerca de la ma. Estaba sonriendo, me habadescubierto. Ahora poda or la conversacin entre ella y los Inmortales; graciosamenteella la hizo audible para m.

    ...slo uno de muchos estaba diciendo el ms alto de los dos Inmortales. Masest por venir, pero no por algn tiempo. La oscuridad de la ignorancia est por venir,luego de un periodo dorado.

    No hay forma en que esto pueda ser evitado? pregunt la Sibila, con esa vozmelodiosa que nosotros atesoramos demasiado.Augusto reinar bien dijo el ms alto de los Inmortales, pero despus de el,

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    vendrn hombres diablicos y trastornados.El otro Inmortal dijo:Debes entender que un nuevo culto surgir en torno a una Criatura Luminosa. El

    culto crecer, pero sus textos verdaderos estarn codificados y los verdaderos mensajesestarn perdidos. Hemos previsto una falla en la misin de la Criatura Luminosa, sertorturada y asesinada, como lo fue Julio. Y despus de eso...

    Mucho despus de eso dijo el ms alto de los Inmortales, la civilizacin mismase levantar de la ignorancia una vez ms, luego de dos mil aos, y luego...La Sibila jade:Todo ese tiempo, Padres?Todo ese tiempo. Y luego, cuando empiecen a cuestionarse, a buscar y encontrar

    algo para aprender sobre sus verdaderos orgenes, su divinidad, los asesinatosempezarn otra vez, la represin y la crueldad, y otra era oscura empezar.

    Puede ser evitado dijo el otro Inmortal.Puedo ayudar? dijo la Sibila.Gentilmente los dos Inmortales dijeron:Estars muerta para entonces.

    No habr sibila que tome mi lugar?Nadie. Nadie resguardar la Repblica dos mil aos a partir de ahora. Y, asquerosos

    hombres con pequeas ideas corretearan y escarbarn de un lado a otro como ratas; sushuellas se cruzarn una y otra vez por el mundo en la medida en la que ellos busquenpoder y compitan por falsos honores, por la superioridad el uno con el otro. Y luegoambos Inmortales le dijeron a la Sibila, para entonces no sers capaz de ayudar a lagente.

    Abruptamente los dos Inmortales se desvanecieron, as como el rollo del hilo y lascajas con nmeros por las que hablaban y fueron persuadidos, como por la sola presenciade la mente y el espritu. La Sibila se sent por un momento, y despus levant susbrazos de manera que por medio del mecanismo que los egipcios nos ensearon, una delas blancas pginas se levant hacia ella, para que ella quiz escribiera. Pero entonceshizo una cosa curiosa, y esto que voy a narrar es lo que ms miedo me da, ms miedo delo que ya he contado.

    Alargando la mano entre los pliegues de su toga sac un Ojo. Puso el ojo en el centrode su frente, no era un ojo del todo como los de nosotros, con pupilas, pero ms o menoscomo eso, era como el ojo-ranura de los Inmortales, pero no del todo. Tena bandasoblicuas hacia un lado que se movan de una a otra.... No tengo palabras para describiresto, siendo tan solo un sacerdote por medio del entrenamiento formal y de las clases,pero la Sibila en realidad volte hacia m y, con el Ojo, mir mi pasado y luego entoncesllor tan fuerte que hizo templar las paredes del templo; las piedras cayeron y las vboras

    que se encontraban debajo de las ranuras de las piedras silbaron. Llor llena deconsternacin y horror por lo que vio, en mi pasado, y su extrao tercer ojo permanecaan en su frente; continuaba mirando.

    Y entonces se cay, como si se desmayara. Corr hacia ella para echarle una mano.Toqu a la Sibila, mi amiga, esa gran y amada amiga de la Repblica, mientras ella sesenta mareada y se balanceaba hacia adelante llena de consternacin por lo que vio msall, bajo los tneles y pasadizos del tiempo. Porque era a travs de ese Ojo que la Sibilavea lo que tena que ver, para instruirnos y prevenirnos de algo. Y para m fue evidenteque algunas veces vea cosas tan terribles y espantosas para ella como para soportarlas,y que nosotros deberemos de manejar, intentar manejarlas, mientras podamos.

    Mientras sostena a la Sibila, una cosa extraa sucedi. Entre los arremolinados gases

    vi figuras que empezaban a tomar forma.No debes dar por hecho que son reales dijo la Sibila; escuch su voz y con todo yeso, aunque entend sus palabras saba que aquellas figuras eran, de hecho, reales. Vi un

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    barco gigante, sin velas ni remos... Vi una ciudad con altos y flacos edificios, llena devehculos diferentes a cualquiera que haya visto antes. Y con todo me mov hacia ellos yellos se movieron hacia m, hasta el momento en que las figuras se arremolinaron detrsde mi, separndome de la Sibila. Veo esto con el Ojo de Gorgon me estaba diciendola Sibila. Es el Ojo que Medusa tom por detrs y por delante, el ojo de todos losdestinos has cado en...

    Y despus de eso sus palabras se haban ido.

    Jugu en el csped con mi cachorro, sorprendido por una botella de Coca-Cola quehaban dejado en el jardn trasero de nuestra casa, no se quin la haba dejado all.

    Philip, la cena esta servida, mtete ya me dijo mi abuela que se encontraba en elvestbulo de atrs. Vi que el sol se pona.

    Ok le respond. Pero continu jugando. Haba encontrado una enorme telaraa, yen ella estaba atrapada una abeja, mordida por la araa. Empec a desenvolver a laabeja, pero me mordi.

    A la maana siguiente me encontraba leyendo las tiras cmicas que aparecan en laGaceta Periodstica de Berkeley. Le sobre Brick Bradford y como encontr civilizaciones

    perdidas provenientes de hace miles de aos.Mam! le dije a mi madre. Ve esto, es estupendo. Paredes de ladrillo bajo este

    arrecife, velo mam, y adems en el fondo. Me mantena mirando fijamente a loscascos, provenientes de los viejos tiempos, que la gente utilizaba, y una extraasensacin llenaba mi ser; no saba por qu.

    Ciertamente eso est bastante lejos de la diversin deca mi abuela con vozdisgustada. Debera leer algo que le aproveche ms. Esas tiras cmicas son basura.

    Lo siguiente que recuerdo es que estaba en la escuela, sentado y viendo a una mujerbailar. Su nombre era Jill y era de un grado superior al nuestro, el sexto. Tena puesto unode esos vestidos para la danza del vientre y su velo cubra la parte baja de su cara. Peropude ver sus adorables y encantadores ojos, esos ojos llenos de sabidura. Merecordaban los ojos de alguien ms, de alguien que alguna vez conoc, pero quin tieneuna nia jams conocida?

    Despus, la seora Redman nos puso a hacer una composicin y escrib acerca de Jill.Escrib sobre tierras extraas donde Jill viva, donde bailaba sin nada puesto sobre sucintura. Luego, la seora Redman habl con mi madre por telfono y yo estaba berreandoen el exterior diciendo, en trminos oscuros, que eso tena que ver con un sostn o algopor el estilo. En ese entonces nunca lo entend; haba mucho que no entenda. Parecatener unos recuerdos y, sin embargo, no tenan nada que ver con el hecho de habercrecido en Berkeley y asistido a la Escuela de Gramtica en Hillside, o con mi familia, ocon la casa en la que vivamos... tenan que ver con serpientes. Ahora s porqu soaba

    con serpientes: serpientes sabias, no serpientes malvolas, sino con aquellas quesusurran sabidura.De cualquier forma, mi composicin fue muy bien considerada por el director principal

    de mi escuela, el seor Bill Gaines luego de que escrib, en todo momento, que Jillutilizaba algo sobre la cintura. Luego decid ser un escritor.

    Una noche tuve un raro sueo. Quiz me encontraba en la preparatoria, preparndomepara ir a la universidad de Berkeley el siguiente ao. So que, en la profundidad de lanoche y no fue como un sueo regular, realmente fue real detrs de un cristal vi aesta persona del espacio exterior en un satlite o algo por el estilo, y vena para ac. El nopoda hablar; slo me mir con sus ojos graciosos.

    Ms o menos dos semanas despus, tena que llenar un cuestionario en el que me

    preguntaban qu quera ser cuando sea grande, y pens en el sueo del hombre de otrouniverso, as que escrib:

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    VOY A SER UN ESCRITOR DE CIENCIA FICCIN

    Eso puso loca a mi familia, pero entonces, cuando se volvieron locos, me volvobstinado. De todos modos mi novia, Ysabel Lomax, me dijo que no sera bueno para esoy que de cualquier manera no ganara dinero, que la ciencia ficcin era tonta y que slogente con barros la lea. As que me convenc de escribir ciencia ficcin, porque la gente

    con barros debe tener a alguien escribiendo para ellos, de otra manera sera injusto,escribir solamente para la gente con complexiones perfectas. Los Estados Unidos deAmrica estn cimentados en la justicia; esto es lo que el seor Gaines nos ense en laEscuela de Gramtica en Hillside, y como el haba sido capaz de fijar mi atencin enaquella poca, cuando nadie ms lo hizo, tiendo a admirarlo.

    En la preparatoria fui un fracasado porque slo me sentaba para escribir y escribir todoel da, y todos los maestros me gritaban y decan que era un comunista por que no hacalo que me pedan.

    A s? sola decir. Eso me llev a parodiar al decano de los estudiantes. Me dijo enuna voz peor que la que mi abuelo tena, que si no mejoraba mis calificaciones seraexpulsado.

    Aquella noche tuve otro de aquellos sueos vvidos. En esta ocasin me encontraba enel carro de una mujer, y ella iba manejndolo. Slo que era como uno de esos carruajesviejos estilo romano, y ella estaba cantando.

    El siguiente da, cuando tena que ir a ver al seor Erlaud, el decano de los estudiantes,escrib en el pizarrn, en latn:

    UBI PECUNIA REGNET

    Cuando regres su rostro se torn rojo, debido a que el ensea latn y sabe lo quesignifica. Donde el dinero gobierna.

    Esto es lo que escribira una persona izquierdista que se queja me dijo. As queescrib algo ms, mientras se sent para echarle un vistazo a mis notas en el cuaderno.Escrib:

    UBI CUNNUS REGNET

    Eso pareci ponerlo perplejo.Donde aprendiste esa oracin en particular en latn? me dijo.No se le dije. No estaba seguro, pero me pareca que en mis sueos ellos estaban

    hablando conmigo en latn. Quiz era solo mi propio cerebro dando vueltas y reanudandomi clase de Latn 1A, para principiantes en la que fui realmente muy bueno,

    sorprendentemente, por que no estudi.El siguiente sueo vvido como ese, vino dos noches antes de que aquel monstruo, obien aquellos monstruos, mataran al presidente Kennedy. Vi todo sucediendo en misueo, dos noches antes pero, ms que cualquier cosa, ms vvido an, vi a mi noviaYsabel Lomax observando a los conspiradores realizar su diablica hazaa, e Ysabeltena un tercer ojo.

    Mis amigos me llevaron despus con una psicloga porque, luego de que el presidentefue asesinado, me volv realmente extrao. Slo me sentaba, le daba vueltas a algo comoempollando, y luego me retiraba.

    Fue una elegante y pulcra dama a la que me mandaron, una tal Carol Heims. Era muyhermosa y no dijo que estaba loco, dijo que me debera de alejar de mi familia y salirme

    de la escuela. Dijo que el sistema escolar te asla de la realidad y de aprender tcnicaspara desarrollarte en situaciones reales, y que escribiera ciencia ficcin.Y lo hice. Trabaj en una tienda de televisores, barriendo el piso, desenvolviendo y

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    acomodando los nuevos equipos de televisin. Me mantena pensando que cada televisorera como un gran ojo, creo, esto me preocupaba. Le coment a Carol Heims sobre misueo, que haba estado teniendo toda mi vida, sobre la gente del espacio, y hablar enlatn, y que crea que deba de haber mucho ms, pero que nunca me acordaba de todocuando me despertaba.

    Los sueos no llegan a comprenderse completamente me dijo la seorita Heims.

    Estaba sentado ah, preguntndome como lucira en un vestido y bailando la danza delvientre, desnuda por encima de la cintura; me di cuenta que al hacer esto la hora deterapia se iba ms rpido. Existe una nueva teora que es parte de tu inconscientecolectivo, que se extiende quiz unos miles de aos en el pasado... y en sueos ests encontacto con eso. As que, si eso es cierto, los sueos son vlidos y muy valiosos.

    Estaba ocupado imaginando sus caderas movindose sugestivamente de lado a lado,pero alcanc a escuchar lo que me dijo; era algo sobre la bondadosa sabidura de susojos. Siempre pensaba en esas sabias vboras, por alguna razn.

    He estado soando con libros le dije. Libros abiertos asindose frente a m.Libros enormes, muy valiosos. Sagrados, como la Biblia.

    Eso tiene que ver con tu carrera como escritor dijo la seorita Heims.

    Esos libros son viejos. Como de unos mil aos. Y nos estn advirtiendo sobre algo.Un terrible asesinato, muchos asesinatos. Y sobre policas poniendo a gente en prisinpor sus ideas, pero hacindolo en forma secreta, declarando en falso para incriminar a lagente. Y siempre estoy viendo a esa mujer que se parece a usted, pero est sentada enun inmenso trono de piedra.

    Despus la seorita Heims fue transferida a otra parte del pas y no pude verla ms.Me sent realmente mal, y me ocultaba de m mismo en mi escritura. Vend una historiapara una revista llamada Fortaleciendo los Hechos de la Ciencia, la cual hablaba sobrerazas superiores que haban aterrizado en la Tierra y dirigan nuestros asuntossecretamente. Nunca me pagaron.

    Ahora soy viejo, y me arriesgo al contar esto, pero a fin de cuentas, qu tengo queperder? Una vez me solicitaron escribir un pequeo ensayo para la revista NarracionesExtraordinarias y Aventuras en el Planeta-Amor. Ellos me dieron un pequeo bosquejodel argumento que queran ver escrito, as como una fotografa en blanco y negro de laportada.

    Me qued mirando fijamente la fotografa; mostraba a un romano o a un griego decualquier manera, vesta una toga y tena en su pecho un caduceo, el cual es el signomdico: dos serpientes enroscadas, solo que en realidad tenan originalmente ramos deolivo.

    Cmo sabes que eso se llama un caduceo? me pregunt Ysabel (ahoravivamos juntos, y siempre me estaba diciendo que hiciera ms dinero y que fuera como

    su familia, que era de una clase acomodada.)No lo se le dije, y me sent curioso. Y luego comenc a ver, agitndoseviolentamente, una actividad fosfnica de colores en mis dos ojos, como aquellos grficosde arte moderno abstracto que dibujan Paul Klee y otros en vvidos colores, cuchilladasde rfagas de luz con una muy rpida duracin.

    Qu fecha es hoy? le grit a Ysabel, quien se encontraba sentada secndose elpelo y leyendo la revista Harvard Lampoon.

    Es 1974 me respondi.Entonces la tirana esta en el poder, si slo es 1974 le dije.Qu? me respondi asombrada, mirndome fijamente.En ese momento dos seres aparecieron a cada lado de ella, encapsulados en sus

    vasijas de sistema interno, dos globos que flotaban y mantenan su atmsfera ytemperatura.No le digas ni una palabra ms a ella me advirti uno de ellos. Borraremos su

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    memoria; pensar que se qued dormida y tuvo un sueo.Ya recuerdo dije, presionando mis manos en mi cabeza. Haba tenido lugar la

    anamnesia; record que vena de tiempos antiguos y que, antes de eso, vena de laestrella Albemuth, de donde venan esos dos Inmortales. Porqu estn de regreso? dije. Para...

    Deberemos trabajar enteramente a travs de mortales ordinarios dijo JAnnis. El

    era el ms sabio de los dos Inmortales. Ahora no hay Sibila, para ayudar, para darleconsejo a la Repblica. A travs de los sueos estamos comunicndonos con la genteaqu y all, para despertarlos; ellos estn empezando a entender que el Precio de laLiberacin est siendo pagado por nosotros, para liberarlos del Mentiroso, que ahora losgobierna.

    No estn ellos conscientes de su existencia? pregunt.Ellos sospechan. Ven hologramas nuestros proyectados en el cielo, los cuales

    utilizamos para distraerlos; ellos imaginan que estamos flotando por all.Saba que estos Inmortales estaban en las mentes de los humanos, no en los cielos de

    la Tierra y que, distrayendo la atencin hacia fuera estaban libres una vez ms paraayudar hacia dentro, como ellos haban siempre ayudado: al Mundo interior.

    Traeremos la primavera a este mundo de invierno dijo Ffram, sonriendo.Levantaremos las barreras que aprisionan a esta gente que gime bajo una tirana que venen forma opaca. T la viste? Sabas sobre los movimientos y andadas de la policasecreta, los equipos casi-militares que destruyen toda la libertad de expresin, todosaquellos que disidieron?

    Ahora, a mi vieja edad, pongo a la vista este relato para todos ustedes, mis amigosromanos, aqu en Cumae, donde vive la Sibila. Pas, ya sea por casualidad o pordesignio, a un futuro lejano, a un mundo de tirana, de invierno, el cual no se puedenimaginar. Y vi a los Inmortales que nos asistieron y tambin asisten a aquellos dos milaos a partir de ahora! Aunque esos mortales en el futuro estn escchenme ciegos.Les han quitado la vista debido a mil aos de represin; ellos han sido atormentados ylimitados, en la misma forma en como limitamos a los animales. Pero los Inmortales losestn despertando, los van a despertar, debera decir, a tiempo para salvarlos.

    Y entonces los dos mil aos de invierno terminarn; abrirn sus ojos. A causa delsueo y de inspiraciones secretas, sabrn, aunque he dicho a ustedes todo esto en miantigua y vaga forma.

    Djenme terminar con este verso de nuestro gran poeta Virgilio, un buen amigo de laSibila, y sabrn a travs del mismo, lo que yace ms all, por que la Sibila ha dicho queaunque no se aplicar a nuestro tiempo, aqu en Roma, se aplicar a aquellos que estndos mil aos de nosotros, trayndoles una promesa de auxilio:

    Ultima Cumaei venit iam carmines aetas;magnus ab integro saeclorum nascitur ordo.Iam redit et Virgo, redeunt Saturnia regna;iam nova progenies, caelo demittitur alto.Tu modo nascenti puero, quo ferrea primumdesinet, ac toto surgent gens aurea mundo,casta fave Lucina; tuus iam regnat Apollo.

    Pondr esto en la extraa lengua llamada castellano, la cual aprend a hablar durantemi tiempo en el futuro, antes de que los Inmortales y la Sibila me trajeran de vuelta aqu,

    cuando mi trabajo all en aquel tiempo haba terminado:

    Por fin, el Tiempo Final anunciado por la Sibila llegar:

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    la procesin de la eternidad vuelve a su origen.La Virgen regresa y Saturno reina como antes;una nueva raza del cielo en las alturas desciende.La Diosa del Nacimiento, sonre al beb recin nacido,en cuyo tiempo la Prisin de Acero caer en ruinas,y una raza dorada surge por todos lados.

    Apolo, el rey legtimo, est restaurado!

    Por desgracia ustedes, mis queridos amigos romanos, no vivirn para ver esto. Perolejos, a lo largo de los corredores del tiempo, en los Estados Unidos de Amrica (uso aqupalabras extraas para ustedes), el demonio caer, y esta pequea profeca de Virgilio,que la Sibila inspir en l, se har realidad.

    La primavera esta renaciendo!

    FIN

    Ttulo original: The eye of the Sibyl 1987Traduccin: Gerardo Acosta.Revisado y Editado por Sadrac.