DIEZ GRANDES CATÁSTROFES QUE HAN CAMBIADO LOS PLANETAS EN EL SISTEMA SOLAR

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DIEZ GRANDES CATÁSTROFES QUE HAN CAMBIADO LOS PLANETAS EN EL SISTEMA SOLAR

1 Desastre del Manto de Mercurio Mercurio posee un núcleo que representa el 42% del volumen del planeta en la actualidad (el terrestre representa el 19% del volumen de nuestro planeta): falta una buena parte de lo que debió ser el manto y una posible corteza, lo que hace pensar en un gran cataclismo cósmico que hizo desaparecer la mayoría del manto mercuriano y de toda la corteza suprayacente. El posible impacto habría eyectado innumerables fragmentos superficiales de Mercurio en dirección al Sol y a Júpiter (y, por supuesto, a la Tierra).

Se discute su verosimilitud por la falta de pruebas físicas de dicho impacto. No obstante, reminiscencias de ingentes impactos en la superficie de Mercurio es la cuenca Caloris y la intensa fracturación que se extiende hacia las antípodas de esta zona de impactos.

2 Destrucción de una luna de Saturno. Los anillos que rodean este planeta están formados por 33.000 millones de toneladas de hielo cuyo origen se postula en una luna de esta naturaleza que, atraída por la gravedad del planeta fue pulverizada lentamente incorporando los fragmentos resultantes en el disco actual.

3 Fluctuaciones de las órbitas de Júpiter y Saturno en los comienzos del Sistema Solar. La resonancia 2-1 en las órbitas de estos dos planetas pudo provocar, al cruzarse, desestabilizaciones orbitales en los planetas de la franja exterior: Neptuno y Urano fueron lanzados lejos, cambiando el orden de uno y otro en relación con el Sol. Muy probablemente, otros planetas fueron desplazados a los confines gravitacionales del Sistema Solar, abandonando éste.

4 El Gran Bombardeo tardío.

Hace unos 4.100 m.a., en la búsqueda de su equilibrio orbital, la inestabilidad creada por Júpiter y Saturno, junto con la atracción gravitacional del Sol dieron lugar una desestabilización de todos los protoplanetas que contribuían a la formación de los planetas. El proceso se aceleró provocando una lluvia meteorítica en todos los cuerpos mayores.

Una prueba de esta serie de impactos es la superficie de cuerpos rocosos del interior del Sistema Solar (Mercurio y Luna), que están cubiertos de cráteres de impacto de esa edad.

5 Aparición de la Cuenca Borealis y otras catástrofes en Marte.

Uno de los impactos notables derivados de esta lluvia de meteoritos de hace entre 4.650 y 3.900 millones de años, pudo dar lugar a la mayor catástrofe cósmica sufrida por Marte con el impacto de un cuerpo del tamaño de Plutón: la cuenca Borealis, de 8.500 kilómetros de anchura y 10,600 de longitud, esto es, cuatro veces más grande que el mayor cráter de impacto conocido del Sistema Solar, como Asia, Europa y Australia juntas.

El impacto en Marte provocó la expulsión de lava fundida que borró en el Norte el rastro de cráteres de impacto anteriores como los que todavía se ven en el hemisferio Sur.

Esto pudo dar lugar a que la vida no llegara a desarrollarse en un planeta que en principio parecía que podría reunir las mismas que las que se dieron en la Tierra para conseguir que la vida apareciera en ella.

Posteriormente a este gran impacto, al menos otros cinco le debieron suceder

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6 Desastre magnético en Marte. Gracias a numerosas misiones espaciales (en particular las misiones Mars Global Surveyor y Mars Express) actualmente sabemos que Marte, a diferencia de la Tierra, no posee un campo magnético global capaz de influir en su entorno próximo e interaccionar con el viento solar.

La sonda Mars Global Surveyor reveló la existencia de regiones de la superficie de Marte intensamente magnetizadas que, al no existir actualmente un campo magnético global capaz de generarlas, deben ser consideradas como vestigios de un campo antiguo de escala planetaria. La intensidad de esta magnetización remanente llega a ser 10 veces la observada en la Tierra y requiere la presencia de rocas muy magnéticas en una corteza magnetizada de 30 km de espesor. La existencia de interrupciones en el magnetismo de las rocas en las cercanías de cráteres de impacto bien datados indica que el proceso de magnetización (y la dinamo que originó el campo global) cesaron hace más de 4.500 millones de años. Por qué y cómo la dinamo desapareció, sigue siendo objeto de discusión. Igualmente, la localización de la mayoría de estas anomalías en el hemisferio sur y su distribución, en algunos casos, en bandas con polaridad alternativamente positiva y negativa (como sucede en las zonas de expansión de la corteza oceánica de la Tierra) plantea nuevas preguntas sobre la historia térmica y la actividad tectónica de Marte: un posible y nuevo gran impacto.

Este estado del campo magnético marciano coadyuvó a que la atmósfera sea tan tenue y escasa en vapor de agua (que se habría vaporizado) y de CO2, imposibilitando la aparición y/o el desarrollo de la vida. Al acabar el bombardeo tardía, hace unos 3200 m.a., ya todos los cuerpos estaban en sus órbitas más estables, pero a medida de que iban evolucionando, otras catástrofes, por ejemplo de índole volcánica, iban originando nuevos desastres, nuevas amenazas, a veces tan grandes como las procedentes del espacio exterior.

7 Las super-erupciones marcianas. Al menos cinco episodios de este tipo se han sucedido para dar lugar a las grandes estructuras volcánicas en escudo, cuyo tamaño es de hasta 100 veces el tamaño de los de la Tierra. El Monte Olimpo –figura inferior- es solo uno ejemplo más de este tipo de estructuras (hay identificados unos 20 más de este tipo), que aparecen desperdigados sin un patrón fijo como ocurre en la Tierra, donde la Tectónica de Placas permite establecer un patrón general. Estas erupciones basálticas habrían estado activas por periodos de varios siglos.

8 Colapso climático en Venus.

Originariamente, Venus debió tener un clima parecido al de la Tierra. No obstante, hoy este planeta muestra una atmósfera completamente diferente a la nuestra, una atmósfera extraordinariamente densa (más de 100 veces más densa que la terrestre) que impide ver las rocas de la superficie marcianas: ¿basálticas?

Esta atmósfera es enormemente rica en CO2 y ácido sulfúrico (el Hidrógeno de Venus es deuterio (hidrógeno con un núcleo donde hay un protón y un neutrón), más pesado que el hidrógeno normal), generando un elevado Efecto Invernadero capaz de evaporar los posibles océanos primordiales, provocando un verdadero desastre ecológico. ¿Hubo alguna vez vida en Venus? No se sabe. En la Tierra, las primeras formas de vida –microscópicas- aparecieron tras el Gran Bombardeo. Si este proceso se reprodujo en Venus, quedó abortado por esta crisis climática: De todas las catástrofes del Sistema Solar, la mayor parece haber sido ésta, la desaparición de la

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vida en Venus.

Venus pudo haber perdido también gran parte de su agua por un gigantesco impacto, circunstancia que además explicaría que este planeta gire al revés que los demás planetas del Sistema Solar.

9 Los impactos del Shoemaker-Levy en Júpiter.

El cometa Shoemaker-Levy colisionó con Júpiter en 1994, proporcionando la primera observación directa de una colisión extraterrestre entre objetos del Sistema Solar. Este hecho reveló que Júpiter, por su tamaño, masa y gravedad, es la barrera más eficaz contra posibles impactos en los planetas interiores (la Tierra, también). La energía de los más de 20 impactos a lo largo de una misma latitud generó una serie de penachos de materia eyectada que rápidamente se dispersa por el espacio. Las huellas en la superficie de la atmosfera de Júpiter desaparecieron rápidamente por la propia dinámica de la atmósfera del planeta, que las ocultó al cabo del tiempo. No obstante, la huella de cada uno de ellos era del tamaño de nuestro planeta (ver figura).

10 El apocalipsis planetario.

No ha sucedido aún, pero es el que resta por llegar. Y será la mayor que afecte a la vida a nuestro planeta.

El Armagedón terrestre puede venir dado por un enfrentamiento gravitacional Mercurio-Júpiter, que podría afectar a la Tierra. En esta situación, la órbita de Mercurio se haría más excéntrica, pudiendo llegar al Sol, chocar con Venus o incluso con la Tierra, convirtiendo a ésta en un planeta estéril.

Otra amenaza podría venir dada por el cambio de órbita de Marte. O por impacto con otros tipos de bólidos del espacio exterior. Incluso, si la Galaxia de Andrómeda acabara fundiéndose con la Vía Láctea, importantes cambios se producirían en los equilibrios dinámicos de toda ella, incluido el Sistema Solar y, por lo tanto, de la Tierra misma.

El presente documento ha sido elaborado por Francisco Javier Barba Regidor a partir de notas tomadas del capítulo sobre CATÁSTROFES QUE HAN CAMBIADO LOS PLANETAS EN EL SISTEMA SOLAR emitido por el Canal HISTORIA y completado con diversas consultas bibliográficas y en internet.

Enero de 2013