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jaEn el libroCmo interpretar la Biblia uno mismo,Richard Mayhue asegura que el diezmo es un dogma que hemos tradicionalmente colocado entre nuestras creencias bblicas para hoy. Esto segn el ya citado autor- es a causa de una interpretacin rgida de las Escrituras desde el concepto predeterminado de una doctrina o una tradicin establecida sin el fundamento necesario. Mayhue declara: Mucha gente aporta con fidelidad el diez por ciento de sus ingresos porque creen que la Biblia ensea que debe diezmarse hoy1. Para refutar concluyentemente las enseanzas sobre el diezmo, Mayhue hace un breve anlisis del diezmo en tiempos de la ley, pero yerra al olvidar que la prctica del diezmo es desde mucho antes.Veamos el siguiente versculo:Ybendito sea el Dios Altsimo, que entreg tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. (Gn 14:20)Esta es la primera cita en la Biblia donde aparece la voz diezmo. Este vocablo proviene de la palabra hebreamaaserque significa literalmente una dcima parte. Nadie sabe como Abraham recibi la indicacin de diezmar, pero el hecho que la Biblia registre este suceso y no exista reproche divino por este respecto, sin dudas afirma al diezmo como aprobado desde la lejana etapa patriarcal.2El intrprete bblico Harold Willmington, comentando sobre este pasaje dice: Algunos creen que la prctica de diezmar (el dar de nuestro dinero a Dios) era algo para ser hecho solamente por el pueblo de Israel que viva bajo la ley y, por tanto, no tiene nada que ver con nosotros hoy. Pero este no es el caso. Abraham diezmaba mucho antes que Israel llegara a ser nacin y como 400 aos antes que la ley fuera dada.3

el diezmo de moises se fundamebntabaen La segunda ocasin que se menciona el diezmo est relacionada, no con el advenimiento de la ley, sino cuatro centurias antes de la misma. Otra vez es un patriarca quien lo menciona, Jacob. Y esta piedra que he puesto por seal, ser casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartar para ti.(Gn 28:22) En esta ocasin como la anterior el diezmo est relacionado con una actitud de agradecimiento a Dios por un bien recibido o por recibir. Luego la ley ratificara y legislara sobre el diezmo, pero nunca fue ella la primeraSe deba diezmar de todo cuanto el israelita recibiera, del fruto de la tierra, de los animales e incluso del fruto de los rboles; reconociendo as que todo lo que hemos recibido viene de Dios y nada podemos tener a menos que venga de su mano. En caso de que un judo quisiera retener algn producto en particular de su cosecha deba entonces dar el equivalente monetario y aadirle una quinta parte de ese valor al total, no as de los animales que no podan ser rescatados. (Lv 27:30-33). en ensearlo.

Este diezmo sera usado para alimentar a los que servan en el ministerio del tabernculo de reunin y posteriormente el templo. Y he aqu yo he dado a los hijos de Lev todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernculo de reunin(Nm 18:21).Esta era la manera adecuada que Dios provey para que fuesen sustentados los que por su ocupacin espiritual y por reclamo divino no disponan de otro tiempo para tener haciendas, cosechar frutos, o criar ganado. Este diezmo que reciban era la remuneracin por el servicio que prestaban a Jehov. Y lo comeris en cualquier lugar, vosotros y vuestras familias; pues es vuestra remuneracin por vuestro ministerio en el tabernculo de reunin(Nm 18:31). Dios entreg en Deuteronomio 12:19 una solemne advertencia a los israelitas sobre no descuidar la atencin a los levitas. Sin embargo, no siempre se obedeci a Dios en este aspecto con puntualidad. En las ocasiones que la nacin olvid el cuidado de los que ministraban en las cosas sagradas vino la decadencia y el descontento de Dios hacia la nacin. Cuando este mandamiento era desodo Dios siempre mostraba su reproche ante la avaricia y el egosmo de su desobediente pueblo (Mal 3:8-9). En tiempos de Nehemas fue tan descuidada la nacin en este menester que los levitas tuvieron que abandonar el servicio en la casa de Dios e irse a labrar la tierra y ganar dinero en cualquier forma para no morir de hambre, suceso que Nehemas reprendi oportunamente (Neh. 13:10-12). Reuni luego a los levitas y los coloc en sus respectivas funciones. Ezequas hizo lo mismo en su reinado y gracias a esta y otras reformas, el pueblo experiment un despertar espiritual como desde los das de Salomn no vivan.

El diezmo tambin cubra las necesidades de viudas, hurfanos, extranjeros y pobres (Dt 14.28-29). Los levitas al recibir el diezmo, deban apartar la dcima parte del mismo y presentarlo a Dios como una ofrenda mecida.Y habl Jehov a Moiss, diciendo: As hablars a los levitas, y les dirs: Cuando tomis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaris de ellos en ofrenda mecida a Jehov el diezmo de los diezmos.Y se os contar vuestra ofrenda como grano de la era, y como producto del lagar(Nm 18.25-27). Adems de diezmar con fidelidad, los israelitas deban participar de la adoracin a Dios y el sistema cultual operante con distintos tipos de ofrendas. Las ofrendas expiatorias (Lv 6.6-7), La ofrenda por el pecado (Lv 5.6-13), el holocausto (Lv 1; 6.8-13), la oblacin (Lv 2) y las ofrendas de paz (Lv 3). Conjuntamente a estas ofrendas preordenadas meticulosamente, los israelitas deban entregar las primicias de sus cosechas, de su lana y de su aceite para mantenimiento de sacerdotes y levitas (Deuteronomio 18.4). De igual forma, seis aos labrara la tierra y el sptimo la dejara libre al igual que su via y su olivar para que comieran los pobres y se alimentaran las bestias (Ex 23.11). No deba recoger las espigas que los cosechadores dejaran al segar los campos, ni recoger los frutos cados de sus vias, para los pobres y los extranjeros se dejara (Lv 19.10). Poda ofrecer tambin ofrendas voluntarias al Seor (Lv 22.18-23). Todo esto pudiera en un principio parecer agravante a nuestros ojos, pero alguien que vivi bajo la ley y practic cuidadosamente cada detalle asegur: Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan(Sal 37:25).Tambin el hombre ms sabio de la tierra, quien le tocara vivir en tiempos de la ley dijo: Jehov no dejar padecer hambre al justo(Pr 10:3).Las prescripciones sobre el diezmo buscaban perfeccionar el temor a Dios (Dt 14:22-23) quien es dador de toda buena ddiva. El cumplimiento de las mismas atraera bendiciones que aventajaran largamente la ddiva del oferente o del diezmador (Mal 3:10-12). Eran mandamientos que propiciaban una cobertura para la gratitud y la generosidad que daba lugar al buen funcionamiento de la nacin de Israel en los Estas ordenanzas respecto al diezmo tenan adems, un propsito futuro que nos alcanzara a nosotros. Romanos 15:4 nos dice:Todo lo que est escrito en la Biblia es para ensearnos. Lo que ella nos dice nos ayuda a tener nimo y paciencia, y nos da seguridad en lo que hemos credo.4Mediante la lectura de pasajes como Lv 3; 5:6-13; 6:6-7; 27:30-33; Nm 18:21; y Dt 14.28-29la iglesia debiera aprender y consolidar un nimo dadivoso y una voluntad generosa a favor de la obra de Dios. (Vase tambin las declaraciones de Pablo en 1 Co 9.8-10). aspectos religiosos y sociales.El diezmo en el n.tCiertamente son muchos los que sostienen que no se debe diezmar. Creen encontrar un argumento cuando aseguran que el diezmo pertenece a la ley. Pero hemos visto que cuatro siglos antes ya nuestro padre Abraham en la fe y otros patriarcas diezmaban con solicitud. La ley no introdujo el diezmo, solo legisl sobre l para el pueblo de Israel. Si decimos que no debemos diezmar hoy porque la ley hace alusin al diezmo, podramos decir que no debemos casarnos hoy porque la ley de Moiss tambin legisla en este respecto.

El diezmo aparece ocho veces en el Nuevo Testamento, siempre en un contexto ilustrativo o histrico (Mt 23:23; Lc 11:42; Lc 18:12; Hb 7:2,5,9), nunca como una ordenanza especfica para la iglesia. Esto no infiere necesariamente que se ha de abolir, por el contrario, todo cristiano debiera con alegra y total fidelidad participar en el mantenimiento de la obra del Seor, no con la dcima parte de sus entradas sino con mucho ms.Ciertamente son muchos los que sostienen que no se debe diezmar. Creen encontrar un argumento cuando aseguran que el diezmo pertenece a la ley. Pero hemos visto que cuatro siglos antes ya nuestro padre Abraham en la fe y otros patriarcas diezmaban con solicitud. La ley no introdujo el diezmo, solo legisl sobre l para el pueblo de Israel. Si decimos que no debemos diezmar hoy porque la ley hace alusin al diezmo, podramos decir que no debemos casarnos hoy porque la ley de Moiss tambin legisla en este respecto.Jesucristo en su magisterio terrenal nunca atac la enseanza del diezmo, lo que censur fue la inadecuada prominencia que los fariseos le haban dado sobre otros requerimientos divinos ms importantes como lo son: la justicia, la misericordia, y la fe. Esto lo demuestra Jess en Mateo 23.23 al sentenciar en la ltima oracin de este versculo: Esto era necesario hacer[la justicia, la misericordia, y la fe],sin dejar de hacer aquello[diezmar].

Los que reclaman que debemos dejar de diezmar porque estamos bajo la gracia y no bajo la ley debieran reflexionar que si el judo bajo la ley daba el diez por ciento de todos sus ingresos con accin de gracias, cmo el cristiano bajo la gracia que ha recibido todos los beneficios del nuevo pacto sellados con la muerte de Cristo no va a entregar para la obra del Seor, no el diez por ciento, sino mucho ms? El estilo de vida de dar del judo bajo la ley no debiera ser algo que desechemos como ritualista y caduco, mas bien, debiramos imitar y sobrepasar con creces su accin por cuanto estamos bajo una dispensacin ms excelente.

Dar fielmente para la obra de Dios es adems, prueba de nuestro amor por su obra. No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, tambin la sinceridad del amor vuestro(2 Co 8:8).Dar es un privilegio no una carga (2 Co 8:4). Diezmar en la obra de Dios no es una ordenanza legalista, sino una oportunidad hermosa para servir a Dios y a los santos.

Los siervos de Dios, al igual que los levitas de antao, necesitan que se les sostenga para ocupar su mayor tiempo en los negocios del Padre Celestial (1 Co 9:7). Esto, adems de ser una necesidad, es un mandamiento de nuestro Seor Jesucristo:As tambin orden el Seor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio (Corintios 9:14). Cuando el cuerpo de Cristo cuida con fidelidad de sus ministros obedece a Dios y procede con sensatez:Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, es gran cosa si segremos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, cunto ms nosotros( 1 Corintios 9:11). La historia ha demostrado que cuando la iglesia por pobreza o por falta de visin no crea un sostn adecuado a sus ministros, consigue que halla falta de eficacia y presteza en el servicio a Dios de parte de los que presiden.