Dificultad diagnóstica y Medicina Basada en la...

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Dificultad diagnóstica y Medicina Basada en la Evidencia Sr. Director: Con cierta frecuencia tenemos el llamado “caso raro” que comparte sintomatología con varias especialidades y es difícil el manejo y seguimiento por una sola especialidad. En lo referente a nuestra especialidad la otitis externa maligna del diabético es una alteración grave y que exige actuación inmediata para evitar complicaciones mayores (1-4). Hemos hecho seguimiento durante 12 años de una enferma diabética tipo 1, que de manera espontánea y recurrente tiene epi- sodios de inflamación con rubor y calor del pabellón auricular derecho que se extiende a la base del cuello; acompañado de fie- bre y malestar general. Lo anterior acaece unas veces con correc- to control metabólico y otras veces cuando ha estado descompen- sada. No hemos podido demostrar de forma objetiva una causa local infecciosa, disfunción inmunológica u otra etiología respon- sable de este trastorno. La hemos englobado dentro del diagnósti- co de dermopatía sin filiación. El tratamiento ha sido tan variado como el uso tópico de antinflamatorio, corticoide y antibióticos o empleo sistémico de antibióticos y corticoides, todo ello con el correspondiente uso de insulina (5-7). Estos cuadros son autoli- mitados y con independencia de la variante terapéutica emplea- da el curso y la duración de los mismos no varían Es sorprendente, e incluso alarmante que, según diversas esti- maciones, un alto porcentaje de las decisiones clínicas que se toman no tiene un buen fundamento científico. Pero, ¿cómo dis- tinguir lo que es eficaz de aquello que no lo es? ¿Cómo determi- nar con rigor científico qué acciones comportan más beneficios clínicos o sanitarios en comparación con sus daños o inconve- nientes? La Medicina Basada en Evidencias (MBE) es una pro- puesta para responder a estas interrogantes (8). ¿Qué es la Medicina Basada en Evidencias? Es el uso sensato y a conciencia, de la mejor evidencia actual- mente disponible a partir de la investigación clínica, en beneficio del manejo de los pacientes individuales. La práctica de la MBE significa la integración de la maestría clínica individual con las mejores evidencias clínicas disponibles a partir de la exploración sistemática. Internet ocupa también un puesto importante en la tarea de "explorar sistemáticamente", ofreciendo a los profesio- nales los últimos avances de esta metodología de apoyo a la prác- tica clínica. La puesta en práctica de la MBE requiere de algunas habilida- des, como realizar búsquedas bibliográficas y aplicar reglas for- males para evaluar la literatura, que permitan afrontar el desafío de la actualización profesional médica. Se trata de integrar la experiencia clínica personal con la mejor “evidence” o pruebas externas obtenidas a través de una investigación sistemática. Por tanto la MBE consiste en el uso consciente, explícito y juicioso de las mejores pruebas actuales en la toma de decisiones sobre la atención de cada paciente individual en su enfermedad o proce- so. La MBE implica una actitud vital, de búsqueda y actualiza- ción permanente. Es innegable que ha provocado cambios en la utilización de los resultados de la investigación por parte de los profesionales, además de hacerlos más críticos en la considera- ción de la calidad de estas pruebas (9,10). En resumen, la MBE es un intento de dar respuesta a esta nue- va situación, fundamentalmente a través de tres estrategias: el aprendizaje de su metodología, la búsqueda y aplicación de los resúmenes e información científica recopilada por otros y la aceptación de protocolos y guías desarrollados por terceros. A. M. García de Hombre, F. Varillas Solano Servicio de Otorrinolaringología. Hospital General de Fuerte- ventura. Puerto del Rosario. Fuerteventura 1. Tierney MR, Baker AS. Infections of the head and neck in diabetes mellitus. Infect Dis Clin North Am 1995; 9: 195-216. 2. Garrison MW, Campbell RK. Identifying and treating common and uncommon infections in the patient with diabetes. Diabetes Educ 1993; 19: 522-9. 3. Lecube Torello A, Hernandez Pascual C, Lorente Guerrero J, Quesada Martinez JL, Simo Canonge Malignant otitis externa and diabetes: report 4 cases. R. Rev Clin Esp 1999; 199: 817-9. 4. Manfrini S, Gregorio F, Capoolicasa E. Diabetes mellitus and malignant external otitis: a case study. J Diabetes Complications 1996; 10: 2-5. 5. Mardinger O, Rosen D, Minkow B, Tulzinsky Z, Ophir D, Hirshberg A. Temporomandibular joint involvement in malignant external otitis. Oral Surg 2003; 96: 398-403. 6. Martel J, Duclos JY, Darrouzet V, Guyot m, Bebear LP. Malignant or necrotizing otitis externa: experience in 22 cases. Ann Otolaryngol Chir Cervicofac 2000; 117: 291. 7. Smitherman KO, Peacock JE Jr. Infectious emergencies in patients with diabetes mellitus. Med Clin North Am 1995; 79: 53-77. 8. Bentsianov BL, Boruk M, Rosenfeld RM. Evidence-based medicine in otolaryngology journals. Otolaryngol Head Neck Surg 2002; 126: 371-376. 9. Gates GA. So where's the evidence?. Otolaryngol Head Neck Surg 1999; 120: 619-20. 10. Sataloff RT. Evidence-based research. Ear Nose Throat J 2004; 83: 599. 200 CARTAS AL DIRECTOR AN. MED. INTERNA (Madrid)

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Dificultad diagnóstica y Medicina Basada en laEvidencia

Sr. Director:

Con cierta frecuencia tenemos el llamado “caso raro” quecomparte sintomatología con varias especialidades y es difícil elmanejo y seguimiento por una sola especialidad. En lo referentea nuestra especialidad la otitis externa maligna del diabético esuna alteración grave y que exige actuación inmediata para evitarcomplicaciones mayores (1-4).

Hemos hecho seguimiento durante 12 años de una enfermadiabética tipo 1, que de manera espontánea y recurrente tiene epi-sodios de inflamación con rubor y calor del pabellón auricularderecho que se extiende a la base del cuello; acompañado de fie-bre y malestar general. Lo anterior acaece unas veces con correc-to control metabólico y otras veces cuando ha estado descompen-sada. No hemos podido demostrar de forma objetiva una causalocal infecciosa, disfunción inmunológica u otra etiología respon-sable de este trastorno. La hemos englobado dentro del diagnósti-co de dermopatía sin filiación. El tratamiento ha sido tan variadocomo el uso tópico de antinflamatorio, corticoide y antibióticos oempleo sistémico de antibióticos y corticoides, todo ello con elcorrespondiente uso de insulina (5-7). Estos cuadros son autoli-mitados y con independencia de la variante terapéutica emplea-da el curso y la duración de los mismos no varían

Es sorprendente, e incluso alarmante que, según diversas esti-maciones, un alto porcentaje de las decisiones clínicas que setoman no tiene un buen fundamento científico. Pero, ¿cómo dis-tinguir lo que es eficaz de aquello que no lo es? ¿Cómo determi-nar con rigor científico qué acciones comportan más beneficiosclínicos o sanitarios en comparación con sus daños o inconve-nientes? La Medicina Basada en Evidencias (MBE) es una pro-puesta para responder a estas interrogantes (8).

¿Qué es la Medicina Basada en Evidencias?Es el uso sensato y a conciencia, de la mejor evidencia actual-

mente disponible a partir de la investigación clínica, en beneficiodel manejo de los pacientes individuales. La práctica de la MBEsignifica la integración de la maestría clínica individual con lasmejores evidencias clínicas disponibles a partir de la exploraciónsistemática. Internet ocupa también un puesto importante en latarea de "explorar sistemáticamente", ofreciendo a los profesio-nales los últimos avances de esta metodología de apoyo a la prác-tica clínica.

La puesta en práctica de la MBE requiere de algunas habilida-des, como realizar búsquedas bibliográficas y aplicar reglas for-

males para evaluar la literatura, que permitan afrontar el desafíode la actualización profesional médica. Se trata de integrar laexperiencia clínica personal con la mejor “evidence” o pruebasexternas obtenidas a través de una investigación sistemática. Portanto la MBE consiste en el uso consciente, explícito y juiciosode las mejores pruebas actuales en la toma de decisiones sobre laatención de cada paciente individual en su enfermedad o proce-so.

La MBE implica una actitud vital, de búsqueda y actualiza-ción permanente. Es innegable que ha provocado cambios en lautilización de los resultados de la investigación por parte de losprofesionales, además de hacerlos más críticos en la considera-ción de la calidad de estas pruebas (9,10).

En resumen, la MBE es un intento de dar respuesta a esta nue-va situación, fundamentalmente a través de tres estrategias: elaprendizaje de su metodología, la búsqueda y aplicación de losresúmenes e información científica recopilada por otros y laaceptación de protocolos y guías desarrollados por terceros.

A. M. García de Hombre, F. Varillas Solano

Servicio de Otorrinolaringología. Hospital General de Fuerte-ventura. Puerto del Rosario. Fuerteventura

1. Tierney MR, Baker AS. Infections of the head and neck in diabetesmellitus. Infect Dis Clin North Am 1995; 9: 195-216.

2. Garrison MW, Campbell RK. Identifying and treating common anduncommon infections in the patient with diabetes. Diabetes Educ 1993;19: 522-9.

3. Lecube Torello A, Hernandez Pascual C, Lorente Guerrero J, QuesadaMartinez JL, Simo Canonge Malignant otitis externa and diabetes:report 4 cases. R. Rev Clin Esp 1999; 199: 817-9.

4. Manfrini S, Gregorio F, Capoolicasa E. Diabetes mellitus and malignantexternal otitis: a case study. J Diabetes Complications 1996; 10: 2-5.

5. Mardinger O, Rosen D, Minkow B, Tulzinsky Z, Ophir D, Hirshberg A.Temporomandibular joint involvement in malignant external otitis. OralSurg 2003; 96: 398-403.

6. Martel J, Duclos JY, Darrouzet V, Guyot m, Bebear LP. Malignant ornecrotizing otitis externa: experience in 22 cases. Ann Otolaryngol ChirCervicofac 2000; 117: 291.

7. Smitherman KO, Peacock JE Jr. Infectious emergencies in patients withdiabetes mellitus. Med Clin North Am 1995; 79: 53-77.

8. Bentsianov BL, Boruk M, Rosenfeld RM. Evidence-based medicine inotolaryngology journals. Otolaryngol Head Neck Surg 2002; 126:371-376.

9. Gates GA. So where's the evidence?. Otolaryngol Head Neck Surg1999; 120: 619-20.

10. Sataloff RT. Evidence-based research. Ear Nose Throat J 2004; 83: 599.

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