Dios Al Encuentro Del Hombre

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Estimada: Es imposible hacer un resumen corto sobre estos temas, así que he realizado este trabajo tomando apuntes y resúmenes de libros que explican nítidamente los puntos de la unidad II, cuyos temas importantes son la REVELACIÓN y la SAGRADA ESCRITURA. La Revelación es una libre iniciativa de Dios, una gracia suya y una muestra de la grandeza de su amor hacia el hombre (necesaria para que este pueda alcanzar su destino divino, o sea, “participe de la naturaleza divina”), y la Sagrada Escritura, junto a la Sagrada Tradición, es una de las maneras de transmisión de esa revelación. Por esto, el mejor resumen para la correcta comprensión de esta temática es leer la DEI VERBUM (desde ahora DV), sobre todo los 10 primeros números, que es un texto dogmático base para toda la Iglesia y que relata sintéticamente y lo más esencial sobre estos temas. De todas formas, pese a la extensión de este “resumen” te indico que lo fundamental está en negrita. Lo que no está en negrita es más una explicación “didáctica”, lo mejor posible basado en la bibliografía de la materia. Sin embargo, debo aclarar que no saber lo que se ha dictado en clases me limita a desarrollar de este modo este trabajo. En última instancia, en este trabajo se hizo la relación entre la unidad II y la unidad III, pero para poder entender más básicamente la relación entre ambas es mejor basarnos en la DV. Muchas gracias y Éxitos. Te recuerdo, que la Constitución Dogmática Dei Verbum es un texto que indica a toda la Iglesia qué es lo que se cree respecto a la revelación. Este documento fue realizado en el Concilio Vaticano II realizado hace 50 años. Los concilios son reuniones de los obispos y otras autoridades de la Iglesia Católica para decidir sobre algún asunto de dogmas y orientaciones sobre las distintas labores de la Iglesia. Te dejo el link para que veas. 1

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Estimada:Es imposible hacer un resumen corto sobre estos temas, as que he realizado este trabajo tomando apuntes y resmenes de libros que explican ntidamente los puntos de la unidad II, cuyos temas importantes son la REVELACIN y la SAGRADA ESCRITURA. La Revelacin es una libre iniciativa de Dios, una gracia suya y una muestra de la grandeza de su amor hacia el hombre (necesaria para que este pueda alcanzar su destino divino, o sea, participe de la naturaleza divina), y la Sagrada Escritura, junto a la Sagrada Tradicin, es una de las maneras de transmisin de esa revelacin. Por esto, el mejor resumen para la correcta comprensin de esta temtica es leer la DEI VERBUM (desde ahora DV), sobre todo los 10 primeros nmeros, que es un texto dogmtico base para toda la Iglesia y que relata sintticamente y lo ms esencial sobre estos temas.De todas formas, pese a la extensin de este resumen te indico que lo fundamental est en negrita. Lo que no est en negrita es ms una explicacin didctica, lo mejor posible basado en la bibliografa de la materia. Sin embargo, debo aclarar que no saber lo que se ha dictado en clases me limita a desarrollar de este modo este trabajo. En ltima instancia, en este trabajo se hizo la relacin entre la unidad II y la unidad III, pero para poder entender ms bsicamente la relacin entre ambas es mejor basarnos en la DV.Muchas gracias y xitos.

Te recuerdo, que la Constitucin Dogmtica Dei Verbum es un texto que indica a toda la Iglesia qu es lo que se cree respecto a la revelacin. Este documento fue realizado en el Concilio Vaticano II realizado hace 50 aos. Los concilios son reuniones de los obispos y otras autoridades de la Iglesia Catlica para decidir sobre algn asunto de dogmas y orientaciones sobre las distintas labores de la Iglesia. Te dejo el link para que veas.

http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651118_dei-verbum_sp.html

Unidad II: La Sagrada Escritura (Alma de la Teologa, Dei Verbum 24)2. a) Definicin, importancia y relacin de estas iniciativas de Dios al hombre. Por qu es necesaria la Revelacin? Notas esenciales de la Revelacin: autoexpresin, testimonio y encuentro. Ejemplos a tener en cuenta para el estudio: Abraham, revelacin de la promesa; Moiss, nombre divino, la Ley y la Alianza; los profetas. Obras y palabras intrnsecamente relacionadas. Estructura, lneas generales de la Revelacin y la tradicin escrita en la Biblia.Mediante la razn natural, el hombre puede conocer a Dios con certeza a partir de sus obras. Pero existe otro orden de conocimiento que el hombre no puede de ningn modo alcanzar por sus propias fuerzas, el de la Revelacin divina Por una decisin enteramente libre, Dios se revela y se da al hombre. Lo hace revelando su misterio, su designio benevolente que estableci desde la eternidad en Cristo en favor de todos los hombres. Revela plenamente su designio enviando a su Hijo amado, nuestro Seor Jesucristo, y al Espritu Santo. Por esto, dispuso Dios en su sabidura revelarse a s mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina".Dios, que "habita una luz inaccesible" (1 Tm6,16) quiere comunicar su propia vida divina a los hombres libremente creados por l, para hacer de ellos, en su Hijo nico, hijos adoptivos (cf.Ef1,4-5). Al revelarse a s mismo, Dios quiere hacer a los hombres capaces de responderle, de conocerle y de amarle ms all de lo que ellos seran capaces por sus propias fuerzas. El designio divino de la revelacin se realiza a la vez "mediante acciones y palabras", ntimamente ligadas entre s y que se esclarecen mutuamente. Este designio comporta una "pedagoga divina" particular: Dios se comunica gradualmente al hombre, lo prepara por etapas para acoger la Revelacin sobrenatural que hace de s mismo y que culminar en la Persona y la misin del Verbo encarnado, Jesucristo.Notas esenciales de la revelacin. El hecho primario de la revelacin sobrenaturalDispuso Dios, en su bondad y sabidura, revelarse a s mismo (DV 2).Mientras el Concilio Vaticano I habla en primer trmino de la manifestacin de Dios a travs de las criaturas (revelacin natural) y despus de la revelacin histrica (revelacin sobrenatural), el Vaticano II comienza de buenas a primeras con la revelacin personal y sobrenatural de Dios que culmina en Jesucristo. El verbo del comienzo (placuit), que tambin aparece en el Vaticano I, subraya la idea de la revelacin como gracia, amor gratuito e imprevisible de Dios, obra de su bondad y sabidura (no sabidura y bondad como en el Vaticano I).De esta clara insistencia en la idea de la revelacin como don del amor de Dios) deducimos nosotros una gran pauta para la lectura de la Biblia, la gratuidad: acercarse a la Sangrada Escritura como a un don inmerecido e inesperado.El objeto de la revelacin... revelarse a s mismo y manifestar el misterio de su voluntad (DV 2).La revelacin es la automanifestacin de Dios en una confidencia de amor: antes de darnos a conocer cualquier otra cosa, Dios se desvela a s mismo. Por lo tanto, su palabra no es algo annimo, una cosa, sino un yo que busca un t. Este encuentro amoroso alcanza su plenitud en Jess. Por consiguiente, otra pauta que regula nuestro acercamiento a la Biblia es el cristocentrismo: en cada una de las pginas inspiradas me encuentro con una persona, Cristo, y no con una presencia sin rostro. Toda la Escritura constituye un nico libro, y su ttulo es "Cristo". La palabra hecha libro contiene y es la palabra hecha carne. La naturaleza de la revelacin... por esta revelacin, el Dios invisible habla a los hombres como a amigos (DV 2).La revelacin es un dilogo amoroso, una conversacin o comunicacin entre amigos; por lo tanto, no informacin neutra y distante, sino comunicacin interpersonal, expresin de uno mismo e interpelacin. El concilio Vaticano II cita al respecto tres pasajes bblicos suficientemente indicativos del carcter dialgico y amistoso de la revelacin: Ex 33, 11; Bar 3,38; Jn 15,14-15. De aqu deducimos otra pauta para un recto acercamiento a la Sagrada Escritura, la dialogicidad: la Biblia me habla si yo me dejo interpelar, si me dejo implicar en un circuito de pregunta y respuesta, si estoy dispuesto a decir como Mara: Hgase en m segn tu palabra (Lc 1,38).La finalidad y necesariedad de la revelacinSi Dios se revela no es para satisfacer nuestra curiosidad, sino para invitarnos a la unin con l y recibirnos en ella (DV 2). Con su palabra Dios viene a llamar a la puerta de nuestro corazn para, finalmente, poder cenar con nosotros (Ap 3,20). La revelacin se inaugura aqu en el tiempo mediante la fe, pero est destinada a llegar a su plenitud en el ms all, en el encuentro cara a cara con Dios. sta es por tanto otra norma que debe guiarme cuando me acerco a la Biblia, la comunin: cuando leo o escucho la palabra he de estar dispuesto a entrar en comunin de vida con ella. Porque la palabra es pan y el pan no est hecho para esconderlo.La historicidad de la revelacinEsta economa de la revelacin se cumple por hechos y palabras ntimamente trabados entre s (DV 2). Si antes del Vaticano II se subrayaba en la revelacin el aspecto doctrinal (la palabra), es la primera vez que un documento del magisterio eclesistico describe la revelacin resaltando de manera clara su dimensin histrica.El encuentro de Dios con el hombre no slo tiene lugar en la historia (se articula segn un eje con un antes y un despus, no es repeticin montona de momentos siempre iguales sino que se orienta a una salvacin futura), sino que se realiza por medio de la historia, es decir, por medio de acontecimientos y acciones que despus son explicados por medio de palabras. Al hombre, animal loquens y agens, Dios se le ofrece por medio de hechos que son palabras y de palabras que son hechos. El carcter notico-dinmico de la revelacin inspira otra clave para la lectura de la Biblia, la historicidad: a la Biblia hemos de acercarnos, ms que como a un libro, como a una historia, una historia que habla.La transmisin de la revelacinLa revelacin est encomendada a la Iglesia (DV 10) en forma de tradicin y de Escritura, las cuales constituyen un solo depsito sagrado de la palabra de Dios (ibd.; vase adems DV 8-9).La Sagrada Escritura contiene toda la verdad, slo puede ser leda y comprendida dentro de la tradicin de la Iglesia. Si se tiene presente que tambin los herejes apelan a la Sagrada Escritura y que quienes la invocan en su favor no se ponen de acuerdo entre s, se estar ms fcilmente de acuerdo en que slo en el contexto vital de la tradicin logra la Biblia hacernos llegar la totalidad del mensaje que Dios le confa. De aqu se deriva otro punto importante para una escucha autntica y fructuosa de la palabra de la Escritura: leer la Biblia en la Iglesia y con la Iglesia. Si bien es verdad que la Iglesia no aade nada sustancial a la Biblia, no es menos cierto que slo en la Iglesia adquiere la Biblia su justa resonancia.En resumen, el texto conciliar nos invita a ver la Biblia como palabra de Dios y palabra del hombre que hace la historia y se hace en la historia que crea y es re-creada en la Iglesia que es verdad definitiva y al mismo tiempo progresiva que es acontecimiento pasado y presencia actual que es ya, pero todava no...

Revelacin como autoexpresin, encuentro y testimonioLa revelacin se presenta como una economa en la cual Dios se manifiesta libremente al hombre, lo invita y lo llama. Frente a este hecho el hombre se presenta como aquel que tiene la capacidad y la disponibilidad de escuchar y acoger la manifestacin divina. Este doble movimiento de Dios hacia el hombre y del hombre hacia Dios se da en el plano de la libertad, pues Dios interviene con toda la libertad de su ser y el hombre a su vez es libre para dar su respuesta. De esta manera, la revelacin viene a establecer un encuentro interpersonal que se realiza en la historia.En efecto, Dios que libremente ha elegido revelarse al hombre, lo hace en el modo y en el tiempo proporcionado a ste, es decir, donde el hombre se encuentra y acta, en su mundo concreto y en el tiempo, a travs de hechos que componen su historia y por medio de la palabra que constituye el modo propio de expresarse el hombre.Ya el pueblo de Israel haba comprendido as la manifestacin de Dios en su historia y a travs de una diversidad de formas y de medios por los cuales descubri la presencia de la palabra de Dios. Ahora en Jesucristo esa palabra se vuelve presencia viva, encuentro personal con los hombres y a travs de los Apstoles y de la Iglesia se da testimonio y se proclama la accin salvadora de Dios.La revelacin como autoexpresin y palabraLa primera caracterstica que sale a flote al considerar la revelacin es la palabra que Dios dirige al hombre. La palabra es un elemento esencial de comunicacin interpersonal que va a determinar el encuentro entre Dios y el hombre. Un medio privilegiado por medio del cual el hombre entra en relacin y dilogo con los dems hombres es la palabra. Hasta cierto punto la palabra es la que hace que una comunicacin sea propiamente humana. La palabra expresa el contenido de una cosa, pero en cuanto proveniente y expresada por aquel que la pronuncia; de tal manera que toda palabra comporta un elemento subjetivo, un modo de ser pensada y desarrollada por el sujeto que la piensa y expresa; pero, al mismo tiempo, quien la escucha la acoge de acuerdo con su capacidad de percepcin, su modo de pensar y su propia cultura. La palabra entonces es como una mediacin entre quien habla y quien escucha.Esta comunicacin a travs de la palabra en su nivel ms profundo y superior ha sido la que se ha realizado en la revelacin. En efecto, Dios mismo se ha dirigido al hombre como un Yo que entra en relacin interpersonal y vital con un t. Dios habla al hombre, no slo para manifestarle verdades, sino ante todo para manifestarse a S mismo, para participarle al hombre sus designios de amor y hacerlo entrar en una relacin de comunin vital. Esta comunicacin divina se hace a travs de un lenguaje humano y por medio de hombres, lo cual viene a ratificar la magnfica condescendencia de Dios y su libre acto de gracia y amor: Muchas veces y de muchas maneras habl Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas; en estos ltimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo... (Hb. 1,1-2). Dios ha querido hablarnos con palabras rigurosamente humanas, dichas por hombres que utilizan un lenguaje concreto, enmarcado dentro de unas culturas y pocas determinadas.En Cristo, Dios nos ha hablado de manera definitiva; a travs de su Hijo, su Palabra eterna, Dios nos propone la revelacin. Hoy esa revelacin de Cristo contina viva en la Iglesia a travs de la accin del Espritu Santo, el cual nos dispone con su gracia a recibir la palabra eterna manifestada en Cristo. La palabra de Dios, es palabra de amistad y de amor, que llega a su culmen en la autodonacin total de su ser en el sacrificio de Cristo en la cruz (Jn. 13,1).La revelacin como testimonioDesde el punto de vista humano, "el testimonio es, en su esencia, una palabra por la que una persona invita a otra a admitir algo como verdadero, findose de su invitacin como garanta prxima de verdad, y de su autoridad como garanta remota. Esta invitacin a creer, como garanta de verdad, es el elemento especfico del testimonio". Quien acoge la palabra y cree en ella, no lo hace por la evidencia de la verdad, sino por la fuerza de la seriedad y de la autoridad de quien afirma la cosa. El testimonio exige, entonces, que quien lo recibe asuma una actitud de confianza y que quien lo da diga la verdad. De esta manera el testimonio establece una relacin profunda que va a lo ms ntimo de los dos interlocutores, comprometindolos mutuamente, pues por una parte est el compromiso moral del testigo, su honestidad y su veracidad; por otra parte est la confianza de quien presta su adhesin al testimonio. El testimonio entonces no slo compromete al entendimiento, sino tambin a la voluntad y al amor.La palabra de Dios es una palabra de testimonio en la cual Dios garantiza lo que dice con su poder infinito y con su autoridad. El hombre que responde a esa interpelacin se confa en El por medio de la fe. Este testimonio divino va por lo tanto dirigido a establecer una comunin interpersonal. Dios atestigua su palabra en S mismo. l es su propia garanta. Su palabra contiene una fuerza que toca el corazn del hombre, ya que es una palabra creativa y eficaz, que penetra hasta lo ms ntimo del espritu humano.Esta realidad de la revelacin como testimonio se encuentra frecuentemente expresada en la Escritura. En el Antiguo Testamento encontramos cmo Dios eligi unos hombres, que no eran la verdad ni la luz, pero que daban testimonio de la verdad y hablaban en nombre de Dios, colocando su vida al servicio de esta palabra. As, los profetas hablan en nombre de Dios e invitan a aceptar esa palabra, dando testimonio de la veracidad de ella con el sufrimiento, la persecucin e incluso el martirio.En el Nuevo Testamento, Cristo se presenta como el testigo por excelencia; manifiesta lo que ha visto y odo en el seno del Padre (Jn. 12, 49-50); confirma su palabra a travs de prodigios y de signos (Jn. 10,25) y sobre todo con su muerte en la cruz. A su vez el Padre da testimonio de que Cristo es el Hijo comunicndole su gloria y por medio de la resurreccin atrae a todos los hombres hacia l. El Espritu Santo es enviado a dar testimonio de la obra del Hijo, recordando su enseanza y descubriendo el sentido d sus palabras en el corazn de los discpulos (Jn. 14,26).A su vez, los discpulos que Cristo eligi, los Apstoles, dieron testimonio de la vida, de la enseanza, de la muerte y de la resurreccin del Seor, invitando a todos los hombres a creer lo que vieron y oyeron, lo que experimentaron de la Palabra hecha carne (cf. 1 Jn. 1,3). La comunidad de creyentes, la Iglesia, acoge este testimonio y lo transmite fielmente, interpretndolo, asimilndolo y entendindolo cada vez ms profundamente, con la ayuda del Espritu Santo.La revelacin como encuentroPalabra y testimonio no bastan para expresar lo que es la revelacin. Ella es tambin un encuentro personal y recproco. En el campo humano, para que haya encuentro personal es necesario que el interlocutor est dispuesto tambin a dialogar, a aceptar al otro como es y a responder a la interpelacin que se le hace.En la revelacin se realiza el encuentro de Dios y el hombre de manera admirable, pues en ella Dios se dirige al hombre, le interpela y le comunica la Buena Nueva de la salvacin. A su vez el hombre responde adhirindose con la fe. Solamente en esa llamada-respuesta, la revelacin divina encuentra su expresin viva como comunin, ya que slo entonces la palabra de Dios es aceptada y reconocida por el hombre.La respuesta que pide la revelacin al hombre, es una respuesta que compromete a todo el hombre y que por lo tanto tiene que repercutir e interesar tanto el mbito personal como el comunitario y social. La respuesta que da el hombre no puede ser fuera de su situacin propia, del aqu y ahora de su existencia, en otras palabras, su respuesta se da dentro de la misma historia.Este aspecto de la respuesta del hombre por la fe es parte integrante de la actualizacin de la revelacin, de tal modo que palabra de Dios y respuesta del hombre en la fe, palabra revelada y palabra acogida, constituyen juntas la naturaleza de la revelacin. Si Dios se dirige al hombre, ste debe estar en capacidad de conocerlo y acogerlo, de lo contrario la revelacin caera en el vaco y no habra encuentro personal.En el encuentro que se da en la revelacin, es Dios quien toma la iniciativa, es l quien primero nos ama (I Jn. 4,10) y nos da la capacidad de volvernos hacia l, respetando en todo momento, sin embargo, nuestra libertad de respuesta. El hombre debe acoger libremente esa palabra; pero cuando la acoge, debe hacer una opcin vital que comprometa toda su vida, ya que se trata de aceptar a Dios como razn y ser de su existencia y de abrirse a la docilidad de cumplir libremente la voluntad de Dios, porque reconoce el plan amoroso de Dios y se inserta en l.

Obras y palabras intrnsecamente relacionadas

Dios se ha revelado en la historia a travs de una serie de hechos, acontecimientos salvficos, que son como una especie de lenguaje analgico por medio de los cuales Dios ha realizado su accin en favor de los hombres y ha manifestado su amor. Pero al mismo tiempo estas acciones han estado acompaadas por su palabra, las cuales han manifestado y explicado el sentido del obrar de Dios. Esta ha sido precisamente la accin del profeta, interpretar el sentido de la historia y narrar las maravillas que hace Dios en orden a la salvacin del hombre. En estas narraciones de la accin de Dios, los hechos se vuelven palabra narrativa, recibiendo por la palabra una interpretacin autntica y elevndose as a revelacin formal. El sentido de los hechos llega a madurar en la palabra, pero la solidez y densidad de la palabra procede de los hechos. Las palabras explican, hacen madurar el sentido de los hechos. Esta doble realidad llega a su conjuncin total en la persona de Cristo, Palabra hecha carne, que viene a manifestar y a realizar la obra salvadora, no slo con su predicacin, sino con su existencia toda, es decir, con su encarnacin, su vida, sus milagros, su muerte y resurreccin.La palabra interpreta el hecho bblico antes y despus de l. Antes del hecho como profeca, que al cumplirse se transforma en hecho significativo explcito, como mandato o como exhortacin; despus del hecho, como proclamacin y declaracin del sentido autntico. Aqu encontramos precisamente lo que la Biblia, como expresin de los hechos salvficos y de la palabra misma de Dios, pretende lograr al entrar en contacto dialogal con el hombre. La Escritura nos presenta una pedagoga propia de Dios, que fue muy captada y aceptada por el pueblo de Israel. En efecto, Israel con su mentalidad hebrea experimenta la realidad, sintindose profundamente afectado por todo lo que lo rodea y buscando, no lo que las cosas son en s mismas, sus enseanzas, sino lo que significan para l.

2b) Qu es la Sagrada Escritura? Cmo se compone y redacta la Biblia? El Canon, inspiracin, inerrancia y escritos apcrifos. Consideracin y distincin de estas propiedades del texto sagrado. Lenguas de la Biblia. Sentidos: literal, alegrico, moral y anaggico.

Estructura general de la BibliaLo primero que llama la atencin de la Biblia es su tamao: tiene ms de mil pginas. Est compuesta de dos grandes partes: el Antiguo y Nuevo Testamento. Estas dos partes a su vez contienen muchas unidades menores: el Antiguo Testamento (AT) tiene 46 y el Nuevo Testamento (NT), 27. Es importante fijarse en este dato y no olvidarlo: la Biblia no es un solo libro, sino 73 libros diferentes. La misma palabra Biblia significa en griego libros. Estos escritos pertenecen a pocas y autores muy diferentes entre s.Sin embargo, a pesar de esta diversidad de libros, autores y pocas, es posible percibir una unidad fundamental en la Biblia: contiene la palabra del nico Dios a su nico pueblo (Israel en el AT, la Iglesia en el NT). A partir de esta unidad fundamental se pueden entender los dos testamentos: hay una antigua y una nueva Alianza, una antigua y nueva manera de hablar Dios a los hombres, una promesa y un cumplimiento.El AT contiene la historia de la promesa de Dios. De un Dios que eligi a un pueblo y lo fue educando de muchas maneras y en diversas ocasiones a fin de hacerlo capaz de entrar en un dilogo adulto con l. Se trata entonces de una etapa de preparacin, de una promesa de algo ms pleno, de un modo de relacionarse (=economa) que no es an una relacin de adultos. En el NT tenemos el cumplimiento de la promesa: en Jess, Dios se hace presente en medio de su pueblo. Esa presencia tan radical inaugura un nuevo tipo de relacin con Dios llamada por san Pablo adulta (Gal 3,25). Sin embargo, este cumplimiento es an inicial. Ya que se nos promete una presencia ms plena de Jess con su Segunda Venida (Parusa), en la que Dios renovar y llevar a plenitud a toda la humanidad y a nuestro mundo. Por lo mismo, el NT termina clamando Ven, Seor Jess!.

a) El canonCules son los libros inspirados? Quin determina que lo son? Segn qu criterios? Cmo se hizo esa determinacin? Es el tema del "canon" bblico.Originalmente, el trmino "canon" designaba a una barrita que empleaban los constructores y carpinteros para tomar medidas. De all pas a significar la medida o modelo a lo que algo tiene que acomodarse para ser bueno, bello o verdadero. Posteriormente pas a ser un catlogo, una lista, un registro en donde estn inscritos personajes o libros que sirven de modelo, de norma de pensamiento y de conducta.El "canon" de la Escritura es la lista o coleccin de libros declarados inspirados por la Iglesia. Dado que estos libros contienen por escrito la revelacin divina, el cristiano debe ajustar su fe y su conducta a lo que Dios le manifiesta en ellos."Canonicidad" es la cualidad de un libro que ha sido admitido por la Iglesia en el canon. Canonicidad no es lo mismo que inspiracin: la Iglesia declara "cannico" (es decir, normativo) a un libro que reconoce como inspirado, pero no lo hace inspirado al declararlo cannico. Podra haber libros inspirados que no sean cannicos.Debe distinguirse tambin entre inspiracin, canonicidad y autenticidad. El trmino "autenticidad" se ocupa en los estudios bblicos con el mismo sentido que le da la ciencia histrica. Es autntico el libro cuya atribucin tradicional a un autor determinado corresponde a la realidad. Segn esto el evangelio de Lucas es autntico y el de Mateo inautntico. La autenticidad es irrelevante a la hora de reconocer un libro como Palabra de Dios.

b) Inspiracin La Biblia es "palabra de Dios", "escritura sagrada", o un "libro inspirado". Esto ltimo significa que es una pequea biblioteca escrita por hombres, s, pero sometidos a una accin muy particular del Espritu Santo. Por ello, Dios es, con ellos, su autor. Este influjo divino sobre sus redactores recibe el nombre de "inspiracin".La inspiracin bblica es un hecho que escapa a toda experiencia humana directa. Su existencia es indemostrable. Slo Dios, revelndolo, puede dar la seguridad de que existen libros inspirados por l, y cules son. La Iglesia recibe esa revelacin; deberemos, en lo que sigue, precisar de qu modo.

Qu es la inspiracin?

La inspiracin es un hecho sobrenatural, algo que no est al alcance de nuestra comprensin ni de nuestra experiencia. Slo Dios sabe si inspira y a quin inspira. Por eso, si Dios quiere que lo sepamos, tiene que manifestarlo de alguna manera. Y lo ha hecho muy claramente a travs de su Iglesia, a la que ha constituido depositara de su revelacin. Ella es la que nos asegura, a travs de su magisterio ordinario y extraordinario, la existencia de libros inspirados, es decir, escritos bajo el influjo del Espritu. La tradicin cristiana ha sido unnime en ensear la inspiracin de los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento: los escritores sagrados fueron los instrumentos de Dios, sus ctaras, sus manos, sus rganos, sus plumas, sus bocas, etc. Dios se sirvi de ellos para hacer or al mundo su voz y su palabra.La Iglesia de todos los tiempos no se ha conformado con saber lo que ha sido revelado, sino que se ha preguntado sobre el misterio mismo de la inspiracin bblica. As es como entr en accin la investigacin de los Padres, de los doctores y de los telogos y as es como aparecieron las decisiones del Magisterio de la Iglesia.Muchos santos Padres hablaron de los autores sagrados como instrumentos de Dios o del Espritu Santo: el Espritu hizo uso de ellos como el flautista sopla en su flauta. Pero nunca pas por su cabeza considerar al escritor sagrado como un instrumento inerte en manos de Dios.Santo Toms recogi y elabor todos los conceptos expuestos por la tradicin y explic con mayor claridad la naturaleza de la inspiracin bblica. Aunque nunca trat ex profeso de la inspiracin (habl de ella en el tratado sobre la profeca), supo exponer los principios fundamentales de los que todos los autores se han servido en lo sucesivo y que han sido recogidos en los documentos pontificios ms recientes.Cmo es posible que Dios y el hombre puedan ser autores al mismo tiempo? Cmo se realiza, en la prctica, la actuacin de esas dos causas en la produccin de una obra? Santo Toms se sirvi de la teora de la causa instrumental para explicar ese hecho sobrenatural: Dios es la causa principal o el autor principal de la Escritura; el hombre es la causa instrumental o el autor instrumental del que Dios se sirvi para componerla. La relacin Dios hombre en la composicin de la Escritura es semejante a la que se da entre un artista y el instrumento que utiliza. Causa principal es aquella que obra o acta en virtud de un poder que tiene en s misma, y que, por consiguiente, no depende de nadie para hacer una cosa; causa instrumental es aquella que acta u obra no por su propia virtud, ni por su propio poder o impulso, sino en cuanto que es elevada y aplicada a obrar por la causa principal: Un lpiz, por ejemplo, siempre tiene en s mismo la posibilidad de hacer rayas o dibujos, pero slo puede escribir una palabra en cuanto instrumento del hombre, que es inteligente. De la unin ntima entre la causa principal y la instrumental resulta un efecto nico, que no es slo de la causa principal, ni slo de la causa instrumental, sino de las dos a la vez, aunque sea de modo diverso: ese efecto es ms de la causa principal que de la instrumental. Una estatua es ms del escultor que del cincel utilizado; un cuadro es ms del pintor que del pincel.As es como puede hacerse una aplicacin a la inspiracin de la Escritura: Dios es el autor principal de los libros inspirados, el que mueve y eleva al hombre para que escriba lo que l quiere que sea escrito. Eso es lo que hace del escrito un libro divino. Pero el hombre es un instrumento muy especial, porque no es un instrumento inerte y pasivo, como si fuera un lpiz, sino un ser dotado de inteligencia, de libertad, de voluntad, de memoria, de fantasa. Por eso, el hombre aporta algo muy importante en la composicin del libro sagrado: todo lo que es y todo lo que tiene. El libro sagrado es el resultado de la colaboracin de Dios y del hombre. Por eso es totalmente divino y totalmente humano: principalmente divino, porque Dios es el autor principal que ha movido al hombre como instrumento, pero tambin totalmente humano, porque el hombre ha aplicado todas sus facultades para su composicin. Por eso, el libro refleja la obra de Dios y el carcter, la mentalidad y el estilo del hombre que lo escribi. En los documentos pontificios recientes han sido recogidas y reelaboradas las ideas de santo Toms. La inspiracin es un influjo del Espritu que pone en accin todas las facultades del hombre. En el entendimiento es como una luz o como una iluminacin; en la voluntad es como una mocin divina para que el autor sagrado ponga por escrito aquellas verdades sobre las que ya ha sido iluminado; en las facultades ejecutoras (memoria, fantasa, etc.) es una asistencia para que todo sea hecho segn el plan de Dios.En una palabra, la inspiracin consistira en un influjo divino sobre el entendimiento del hombre y en una mocin sobre su voluntad y en una asistencia sobre todas sus facultades para que el hagigrafo pueda juzgar con certeza infalible de lo que Dios quiere que sea escrito y para que escriba todo aquello y slo aquello que l quiere que sea escrito. En la accin inspiradora del Espritu se halla el motivo por el que realmente puede decirse, con toda verdad, que Dios es el autor de la Sagrada Escritura.Hasta dnde se extiende la inspiracin? El magisterio de la Iglesia ensea que toda la Biblia, ntegra, con todas sus partes est divinamente inspirada. Todo lo que hace el autor humano en la composicin del libro lo hace como instrumento de Dios, todo cae bajo el influjo de la inspiracin. Por eso no se puede restringir la inspiracin a las cosas de fe y de costumbres, sino que toda ella es palabra de Dios.

c) InerranciaQu queremos decir cuando hablamos de la verdad de la Biblia? Una cosa muy sencilla: que en la Biblia no hay ni puede haber errores. La verdad de la Sagrada Escritura, lo que en trminos anteriores al Vaticano II se llamaba inerrancia, es una consecuencia o un efecto de la inspiracin. Si Dios es el autor de la Sagrada Escritura, en ella no hay, ni puede haber, errores. Si la inspiracin se extiende a toda la Biblia, la inerrancia tambin. El Vaticano II ha repetido la verdad de que la Biblia no contiene y no puede contener error. Por consiguiente, esta doctrina pertenece a los mismos fundamentos de la fe catlica. Dios no puede mentir ni engaar ni fallar. Si la Biblia contuviera errores, Dios mismo sera responsable de ellos.

d) Las lenguas bblicasCasi todo el AT est escrito en hebreo. Los judos lo aprendieron de los cananeos al instalarse en Palestina. Es una lengua mucho menos precisa que el espaol y el griego. Es ms apta para comunicar imgenes concretas que abstracciones, ms para evocar que para precisar. El arameo fue durante muchos siglos la lengua internacional de la zona de Mesopotamia. Es muy parecida al hebreo. Los judos lo aprendieron en el destierro babilnico. Al regreso a Palestina fue reemplazando al hebreo, que permaneci como lengua culta y litrgica. Es el idioma que hablabanJess y sus discpulos. Slo unos pocos pasajes del AT estn escritos en este idioma (Gn 31,47; Jer 10,11; Esd 4,8 - 6,18; 7,12-26; Dn 2; 4b - 7,28). Todo el NT est escrito en griego, que pas a ser lengua internacional a partir de las conquistas de Alejandro Magno. El NT est escrito en el griego popular de la "koin dialektik" (dialecto comn), aunque conserva muchos "hebrasmos" y "aramesmos" (palabras hebreas o arameas escritas en griego). Parte del AT est escrito tambin en este idioma (Sab, 1 y 2 Mac , Judit, Eclo, y fragmentos de Ester y Daniel).

d) Los apcrifosLos protestantes llaman a estos libros "pseudoepgrafes"; es decir, libros con falsa portada, o sea, libros atribuidos a un autor que no es el verdadero. El trmino griego apkryfos significa oculto, apartado, secreto. Probablemente, el uso del trmino surgi de los gnsticos de los siglos II y III d.C. y designaba a aquellos libros de revelaciones, que consideraban tan valiosos que deban ocultarse (apokryptein) a los ojos de los no iniciados. En un principio la utilizacin del trmino debi de ser ms bien positiva: designaba libros ocultos o separados del comn de los creyentes porque contenan doctrinas o revelaciones demasiado valiosas para caer en manos de principiantes en la fe o personas exteriores a la comunidad. Ms tarde, al separarse con ms nitidez el grupo de los ortodoxos del de los gnsticos, y al empezar a mirarse con malos ojos las doctrinas de estos ltimos, el trmino empleado por stos para designar sus libros secretos comenz a utilizarse por los ortodoxos en sentido negativo como sinnimo de falso.Posteriormente, cuando se fij por completo el canon bblico, el trmino apcrifo pas a designar a aquellos libros que, con pretensiones de ser sagrados, no fueron aceptados en el canon

e) El sentido de la EscrituraSegn una antigua tradicin, se pueden distinguir dos sentidos de la Escritura: el sentido literal y el sentido espiritual; este ltimo se subdivide en sentido alegrico, moral y anaggico. La concordancia profunda de los cuatro sentidos asegura toda su riqueza a la lectura viva de la Escritura en la Iglesia.El sentido literal. Es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exgesis que sigue las reglas de la justa interpretacin. Sagrada Escritura se funda sobre el sentido literal. El sentido espiritual. Gracias a la unidad del designio de Dios, no solamente el texto de la Escritura, sino tambin las realidades y los acontecimientos de que habla pueden ser signos. El sentido alegrico. Podemos adquirir una comprensin ms profunda de los acontecimientos reconociendo su significacin en Cristo; as, el paso del Mar Rojo es un signo de la victoria de Cristo y por ello del Bautismo (cf. 1 Cor 10,2). El sentido moral. Los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducirnos a un obrar justo. Fueron escritos "para nuestra instruccin" (1 Cor 10,11; cf. Hb 3-4,11). El sentido anaggico. Podemos ver realidades y acontecimientos en su significacin eterna, que nos conduce hacia nuestra Patria. As, la Iglesia en la tierra es signo de la Jerusaln celeste (cf. Ap 21,1-22,5).

El sentido literal. Es el que ha sido expresado directamente por los autores humanos inspirados. Corresponde a lo que hemos llamado ms arriba "sentido original". Se lo puede definir gracias a un anlisis preciso del texto, situado en su contexto literario e histrico. La tarea principal del exgeta es descubrir y definir el sentido literal de los textos con la mayor exactitud posible, utilizando todas las posibilidades de la investigacin literaria e histrica. Debe aclararse que no se trata de un "sentido literalista" como el que adhieren los fundamentalistas. En textos poticos o narraciones no histricas el sentido literal estar en el sentido profundo o el mensaje de estos textos y no en las palabras tomadas literalmente.No debe perderse de vista que el sentido literal no es el nico sentido que puede extraerse de un texto. Precisamente, por su riqueza, los textos bblicos quedan "abiertos" a nuevas posibilidades de sentido, posibilidades que deben ir en sintona con el sentido literal. Hay que evitar, entonces, tanto el quedarse en una exgesis del puro sentido literal, como el encontrar en los textos sentidos antojadizos que pueden incluso contradecir el literal.

El sentido espiritual. Es el expresado en los textos bblicos cuando se los lee a la luz de la Pascua de Jess y de la vida nueva que proviene de ella. Es normal considerar como cumplidos en Cristo algunos textos del AT (por ejemplo, 2 Sam 7 que promete la permanencia de la dinasta de David). En el caso de textos del NT que hablan directamente de la muerte y resurreccin de Jess o de la vida cristiana, el sentido espiritual coincide con el literal. El sentido espiritual siempre debe tener un apoyo en el sentido literal, cuyo contenido "abre" a otras situaciones..

El sentido pleno. Se tratara de un sentido profundo del texto, querido por Dios, pero no claramente expresado por el autor humano. Sera el significado que un autor bblico atribuye a un texto bblico anterior, cuando lo vuelve a emplear en un contexto que le confiere un sentido literal nuevo. Por ejemplo, el orculo de Is 7,14 ("la joven concebir y dar a luz un hijo..."), que Mt 1,23 considera cumplido con el nacimiento de Jess.

2. c) Antiguo Testamento: En estos puntos, los docentes sabrn ad libitum cmo presentar sucintamente la Historia, Sagrada Revelacin y Palabra de Dios. Temas principales:Creacin y Promesa (etapa patriarcal, ligada fundamentalmente a tres de ellos: Abraham, Isaac y Jacob, desarrollada en el s. XX a. C.);Nacimiento de un Pueblo, xodo y Alianza (etapa mosaica -o de Moiss-, 1250 a.C.);La monarqua (finales del s. IX -587 a. C.);Destierro de Babilonia o cautividad (587-538 a. C.);Perodo helenista o griego (333-63 a. C.). Personajes representativos de la Historia Sagrada).

Antiguo Testamentoa) Los patriarcas (1.800 1.700 a.C.)Por razones de espacio nos centraremos casi slo en Abraham. Abraham es el jefe de un clan hebreo (es decir, de aquellos pastores seminmades que vivan en las fronteras de los grandes imperios) que vive con su familia en Ur, ciudad de la Baja Mesopotamia. All es llamado por Dios para darle una tierra y hacerlo padre de un pueblo. Se trata de una triple promesa: a) tierra, b) descendencia numerosa, c) intimidad con Dios (Alianza). Esta triple promesa ser el hilo de la historia relatada en el Antiguo Testamento. Lo que ms anhela un clan seminmade es tener una tierra propia (y pasar a ser, entonces, sedentario) y llegar a ser un pueblo numeroso (y asegurar entonces su subsistencia).El llamado de Dios es desconcertante; sobre todo, si se toma en cuenta que l y su mujer Sarah son ancianos y no pueden concebir. Sin embargo, Abraham emprende el camino, con su mujer, confiado en las promesas de Dios. Yahveh los hace vivir como extraos y forasteros en la tierra que les ha prometido. Al final, Abraham recibir slo como anticipos y primicias de la promesa a su hijo Isaac y a una pequea parcela de tierra para enterrar a su familia. El cumplimiento pleno demorar varios siglos (ver monarqua). Los descendientes de Abraham son Isaac y despus Jacob (hijo del primero). Jacob (o Israel) es el padre de 12 hijos que pasan a ser a su vez las cabezas de las futuras doce tribus de Israel. Debido a una hambruna en Palestina, Jacob y sus hijos se trasladan a Egipto. All al cabo de varios siglos llegan a ser un pueblo numeroso.b) El xodo y la Alianza (1.250 1.220 a.C.)Por razones que se nos escapan en su mayor parte, Israel aparece unos cuatrocientos aos despus sometido a duros trabajos y amenazado de exterminio. Se trata de una esclavitud sociopoltica a la vez que religiosa. Socio-politica porque el pueblo est sometido a trabajos forzados en las construcciones faranicas y porque todos los nios varones son asesinados al nacer. Religiosa, porque el faran impide al pueblo dar culto a Dios como desea, lo que acarrea idolatra. Ambas esclavitudes las ha interiorizado Israel y se ha convertido en un pueblo dividido y temeroso.El libro del xodo (2,23) nos dice que los israelitas, gimiendo bajo la servidumbre, clamaron, y su clamor, que brotaba del fondo de su esclavitud, subi a Dios.Dios llama entonces a Moiss y los enva al faran para que saque a Israel de Egipto.Moiss era un israelita que fue salvado de la muerte gracias a la fe y astucia de su madre (que lo mete en un canasto recubierto de alquitrn y lo esconde en el ro Nilo. En ese ro lo recoge la hija del faran, que se compadece de l). El nio se cra en la corte del faran y solamente ya adulto se reencuentra con sus hermanos de raza que viven en la esclavitud. Al ver a un egipcio maltratando a un hebreo, Moiss lo mata. Pero luego, asustado, arranca al desierto, se casa y se establece como pastor junto a su suegro. Es en el desierto, cuando Moiss est establecido y lejos de sus hermanos, en donde recibe el llamado de Dios. En este llamado, Dios se presenta como Yahveh, que se traduce como yo soy el que estar (listo para salvarte). Pide a Moiss que vaya donde el faran y le pida la salida del pueblo. Moiss hace presente a Dios la falta de aptitudes para la misin pero Yahveh insiste y le ofrece su ayuda.Moiss debe luchar en contra de las negativas del faran y del miedo del pueblo. Despus de una serie de episodios recordados y engrandecidos por el recuerdo del pueblo (las plagas), ste sale de Egipto de noche. El faran se da cuenta de la ausencia y sale a perseguirlo con su ejrcito. Los israelitas han llegado a orillas del Mar Rojo y no pueden cruzar. Por delante tienen las aguas y por detrs el ejercito del faran.Aqu se produce la accin salvadora de Yahveh. Dios permite el paso por las aguas a Israel e impide el del ejrcito egipcio, que se hunde en ellas. Este hecho es considerado como la principal intervencin milagrosa de Dios a favor de su pueblo, como la gran accin liberadora que dar origen a Israel como pueblo. Esta accin es celebrada en la fiesta de la Pascua.Despus de la salida de Egipto el pueblo se encuentra libre de opresiones exteriores pero sujeto a su propia esclavitud interior (idolatra, divisin, temor y aoranza de la seguridad en la dominacin). El desierto es el lugar por excelencia del encuentro desnudo con Dios y con la propia realidad. Junto con ser el lugar de encuentro ms pleno con Dios, es el lugar de las mayores tentaciones.En ese lugar Dios celebra con Israel en el monte Sina una alianza. sta es un compromiso mutuo entre Dios y su pueblo. Yahveh se compromete a hacer de Israel su pueblo, auxiliarlo en sus dificultades y de educarlo a fin de que se encamine a la tierra que le ha prometido y, sobre todo, a l como Vida plena. El pueblo, por su parte, se compromete a cumplir la Ley. Por la Ley se entienden los diez mandamientos (el Declogo: x 20,1-17) y probablemente algunas normas ms que no conocemos. La Ley pretende ser una ayuda para que el pueblo alcance la verdadera libertad. En efecto hasta ahora ha conseguido la libertad de: se ha liberado de la opresin egipcia con todo lo que eso conllevada. Sin embargo, el aspecto ms importante de la libertad es la libertad para. Esto es, la capacidad de conducir la propia vida hacia una meta de plenitud, de verdadera realizacin existencial.La monarqua (1.031 587 a.C.)La organizacin de la conquista entra en crisis debido a la derrota sufrida por Israel en manos de los filisteos. Se trata de un pueblo de origen griego que desembarca por el sur (por lo que hoy es la franja de Gaza) y que termina conquistando casi todo el territorio palestinense. Se hace necesaria la unificacin del pueblo bajo una sola cabeza que dirija el combate. La idea de la monarqua es resistida por amplios grupos en Israel. Se la ve como un atentado a Yahveh, nico rey, y como una grave limitacin a la libertad individual. Por otra parte, se la considera necesaria para el desarrollo militar y econmico. Finalmente se la termina justificando concibiendo al rey como representante de Yahveh en medio de su pueblo.Despus de los fracasos del primer rey, Sal, la monarqua trae el podero militar y el esplendor poltico y socio-econmico con David y Salomn. David conquista Jerusaln y la convierte en capital del Reino y ciudad de Yahveh. Salomn construye el Templo y ubica ah el Arca, de modo que Dios pasa a vivir en ese lugar.Despus de Salomn, el Reino se divide en dos: el Reino de Jud (Sur) y el Reino de Israel (Norte). El primero termina con la invasin del Imperio Asirio, en el ao 721. El segundo con la del Imperio Babilnico, el 587.La monarqua trae un eficiente sistema administrativo y un fuerte desarrollo econmico. Sin embargo, trae tambin corrupcin, injusticia social e idolatra. Los reyes recompensarn con tierras a los altos funcionarios y generales victoriosos, pasando por sobre las normas relativas a la heredad. Los grandes comerciantes se apropian de la tierra. Surgen las clases sociales (que en la poca del desierto no existan) y un abismo pasa a separar a los ricos de los pobres. La justicia pasa a estar al servicio de los primeros. En lo religioso, el pueblo a menudo prefiere rendir culto a los baales que a Yahveh. Los baales son los dioses cananeos que supuestamente conceden la lluvia, la fecundidad de la tierra y la abundancia de frutos; son los dioses del confort y de la prosperidad econmica. Al culto a los baales se agrega el culto a los grandes imperios, con los que los reyes hacen alianzas de dudoso beneficio buscando el poder y la seguridad a toda costa. El pueblo ha ganado en comodidad y esplendor; sin embargo, ha perdido en verdad y en libertad; est adormecido y dividido. Se ha olvidado de Yahveh. Por esto ser presa fcil de la codicia de los grandes imperios que quieren hacer suya la estratgica tierra de Palestina, lugar de paso de oriente a occidente y de Mesopotamia a Egipto.Esta situacin de injusticia, idolatra y adormecimiento, la denunciarn los profetas. stos son hombres a los que Yahveh llama para decir una palabra suya a su pueblo. Ella dice relacin con la fidelidad o infidelidad a la Alianza y con las consecuencias futuras de ellas (bendicin o castigo).

El Exilio (587 538 a.C.)Los habitantes del antiguo Reino del Norte son dispersados por todo el Imperio Asirio y este Reino no vuelve a reconstituirse jams. Un siglo y medio despus, el Reino del Sur (Jud) es conquistado por los babilonios (que destruyen Jerusaln y el Templo) y corre mejor suerte: trasladan a la mayora del pueblo a un sector determinado de la ciudad de Babilonia en donde llegan a tener cierta libertad. Esto les permite mantenerse unidos y no perder su religin.Desde el punto de vista de la fe, el exilio constituye una verdadera catstrofe. Quita a Israel todas las seguridades en las cuales se apoyaba. Los principales signos del cumplimiento de las promesas dadas a Abraham han desaparecido: a) No hay rey ni independencia nacional (descendencia); b) han sido despojados de su tierra y deben vivir fuera de ella; c) la expresin de la intimidad con Dios, el Templo, ha sido destruido.Ante esto surge la interrogante de si la Alianza sigue en pie. Habr abandonado definitivamente Dios a su pueblo? Ante esta duda tan radical, algunos profetas traen un mensaje de esperanza: Dios ha castigado a su pueblo; sin embargo, prepara el regreso a la tierra y a un modo de vida ms pleno.La prdida de seguridades del exilio ser la ocasin de un nuevo resurgimiento de Israel. Destruidas todas las instituciones nacionales fundamentales, el pueblo se reunir formando pequeas comunidades religiosas. Por medio de estas comunidades Israel busca superar el peligro de ser absorbido por los dems pueblos, a la vez que intenta una nueva forma de vivir la fe. Tambin hay un cambio en la imagen de Yahveh: se lo descubre como un Dios universal. Este Yahveh que parece muerto es ahora percibido como Dios del Universo entero. Israel ser ahora un pueblo misionero, encargado de anunciar a todas las naciones a Yahveh como el nico Dios.

Perodo helenista del Judasmo (538 a.C. 135 d.C.)El Imperio Babilnico es derrotado por el Imperio Persa. El ao 539, el emperador, Ciro, conquista la ciudad de Babilonia. Se trata de un hombre respetuoso de los pueblos que va conquistando, de sus costumbres y tradiciones. En virtud de esta poltica permite a Israel retornar a Palestina y reconstruir el Templo de Jerusaln. Ms an, les devuelve los objetos de culto que haban sido llevados a Babilonia (pero el Arca de la Alianza se pierde totalmente) y les da una cierta ayuda econmica para su reconstruccin.Se llama Judasmo al perodo comprendido entre los aos 538 a.C. al 135 d.C. En esta poca, Israel no tendr autonoma poltica ni territorio propio; se agrupar en pequeas comunidades en torno a sinagogas (casas de oracin). La mayora de los judos vive fuera de Palestina (esta situacin de dispersin se llama la dispora). Los que estn en ella son un pequeo grupo en torno a Jerusaln, que pasa a estar dominado por los grandes imperios de la poca: persa, griego, romano.Esta situacin general plantea el problema de buscar elementos que cohesionen a Israel (en su manera de ser y en su fe), de tal manera que no se diluya en medio de los grandes imperios. El primer elemento que surge es el Templo: as, judo ser quien acuda al Templo a realizar sacrificio. Israel ser una comunidad congregada en torno al Santuario.Sin embargo, con el tiempo se ve que este elemento es insuficiente. La mayora de los judos sigue viviendo fuera de Palestina, y en el mejor de los casos, peregrinar a Jerusaln unas pocas veces en su vida. De ah que se descubra un segundo elemento: la Ley o Torah. sta est compuesta ahora por los cinco libros del Pentateuco, es decir, los cinco primeros libros de nuestra Biblia. La Torah se lee todos los sbados en la Sinagoga y es comentada por los maestros de la Ley o escribas. A partir de ahora, un judo se distingue del que no lo es por la Ley. Su cumplimiento o no cumplimiento determinar quienes en el interior del pueblo son justos o injustos, respectivamente.Si bien, en general, en este perodo el pueblo judo puede vivir en paz, sin embargo, existe una cierta desilusin. Considera que la opresin de los grandes imperios y la dispersin no puede ser la ltima palabra de Yahveh respecto de su pueblo. Por ello se espera la llegada del Reinado de Dios, es decir, de una nueva poca en que Dios gobierne realmente y no los imperios y el pecado.La mayora de Israel espera la llegada de un mesas, es decir, de un salvador del pueblo. La imagen ms frecuente del mesas es la de un libertador al estido del rey David que derrote a los imperios, haga justicia al interior del pueblo y haga de Israel una gran nacin.

2. d) Nuevo Testamento: Cristo, Dios hecho hombre, revelacin suma del Padre en el Hijo por el Espritu. Entre los aos 51 -100 se produce la redaccin de todo el NT. Los Evangelios, Hechos de los Apstoles, Cartas paulinas, Cartas catlicas y Apocalipsis. Concisa presentacin de los argumentos, personalidades relevantes y cronologa.

1.3.2. Nuevo Testamentoa) JesucristoEl tiempo se ha cumplido y el Reinado de Dios est cerca; convirtanse y crean en la Buena Noticia (Mc1,15). Con este anuncio Jess se conecta con la esperanza ms profunda de su pueblo: la esperanza de que Dios va a reinar de verdad sobre los suyos derrotando a todo lo que se opone a la justicia y a la vida en plenitud.Sin embargo, Jess no se presenta explcitamente como Mesas. Las distintas imgenes que haban del Mesas y, particularmente la vista ms arriba, no coinciden con lo que Jess trae consigo. En efecto, Jess nunca critica abiertamente a la opresin romana ni prepara una rebelin. Su mensaje est ms bien dirigido a un cambio que debe darse primero al interior de Israel.Jess realiza milagros muy en la lnea de los que se esperaban del Mesas (curaciones de enfermos, endemoniados, etc). Sin embargo, en vez de hacer justicia recompensando a los justos (es decir, a los que cumplen la Ley) y castigando severamente a los injustos; ofrece la entrada al Reino de Dios a todos, particularmente a estos ltimos. Jess percibe muy agudamente que la Ley y el Templo -los grandes elementos cohesionadores del Judasmo- han pasado a ser instrumentos de marginacin de la gente: Y al ver a la muchedumbre, sinti compasin de ella, porque estaban vejados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor (Mt 9,36). Por eso Jess no duda en curar enfermos en sbado, en denunciar la prdida del sentido original del Templo y en comer con los pecadores (debe tenerse presente que la comida en la poca es el signo de la mayor intimidad).Aunque Jess nunca se presenta abiertamente como Mesas, acta con una autoridad suprema: perdona los pecados (atribucin exclusiva de Dios), corrige la Ley de Moiss, condiciona la salvacin a la acogida o rechazo de su persona. Debido a esto las principales autoridades judas y el gobernador romano lo condenan a muerte. Termina en la cruz, pena que se aplicaba en la poca a los esclavos y a los subversivos.Sin embargo, Dios Padre lo resucita de entre los muertos dejando en claro que Jess es su Mesas e Hijo Amado, su presencia definitiva en medio de los hombres. La humanidad, representada por el pueblo judo, ha rechazado a Dios mismo. Sin embargo, Dios es fiel a su Alianza y por tanto ofrece otra oportunidad. Jess Resucitado se aparece a sus discpulos y los invita a continuar su misin en la Iglesia. Corresponder a la Iglesia ser la continuadora de Israel y ser luz de las naciones (en la lnea de la misin dada a Abraham).

Evangelios SinpticosSe conocen con este nombre los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas, a causa de su idntico esquema para presentar la vida de Jess que permite ponerlos en tres columnas y darles una mirada de conjunto (=sinpsis).Los evangelios son obras tardas. Antes de ellos, las acciones y palabras de Jess se transmitieron, primero oralmente y despus en pequeas colecciones escritas. El evangelio ms antiguo, Marcos, fue compuesto poco antes del ao 70; por lo que, entre la Pascua de Jess y l, hay un lapsus de unos 30 aos.a) Mateo. Su autor no es Mateo-Lev de los Doce, como se ha credo tradicionalmente, sino un judeo-cristiano desconocido que se dirige a una comunidad cristiana juda. Presenta a Jess en estrecha conexin con el AT. Es escrito entre los aos 70 a 90, probablemente en Antioqua.b) Marcos. Escrito entre el 60 y 70 por Juan Marcos, ayudante primero de Pablo y despus de Pedro. Los destinatarios son cristianos gentiles, probablemente de Roma. Este evangelio fue conocido por los autores de Mateo y Lucas. c) Lucas. Ayudante de Pablo y de origen gentil, escribe su evangelio para una comunidad griega entre los aos 70 y 9 0. Este evangelio contina en el libro de Hechos de los Apstoles, del mismo autor.

Evangelio de JuanFue compuesto en sucesivas redacciones en un largo perodo de tiempo que va desde unos aos antes del 70 hasta aproximadamente el ao 90. Sus autores pertenecen a comunidades fundadas por el apstol Juan, de los Doce. Se cree que el apstol fund una especie de escuela de discpulos suyos que elabor este evangelio bajo su direccin.Hechos de los ApstolesSe trata de una historia de la difusin del cristianismo a partir de la ascensin de Jess y Pentecosts hasta la llegada de Pablo a Roma, capital del Imperio. Escrita por el evangelista Lucas, es una especie de segunda parte del evangelio. Fue escrito poco despus de ste.Cartas de PabloSe trata de la correspondencia que el apstol Pablo mantiene con las comunidades fundadas por l (precisamente de esas comunidades toman las cartas su nombre). A partir de preguntas o problemas concretos planteados por ellas, el apstol comunica su pensamiento en numerosos asuntos de la vida cristiana. El punto de partida de Pablo es la muerte y resurreccin de Jesucristo de las que saca sus consecuencias para la vida del cristiano. Estas cartas son los escritos ms antiguos del NT. Su ordenacin no es cronolgica sino por tamao (de la ms larga a la ms corta). Sabemos que la carta ms antigua (la 1 Tesalonicenses) fue escrita en el ao 51, la ltima que se puede datar con seguridad es Romanos, escrita el 58. No todas las cartas que se atribuyen al apstol son suyas. Se consideran con seguridad de l: Romanos, 1 y 2 Corintios, Glatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses, Filemn. No son de l: Efesios, 1 y 2 Timoteo, Tito, Hebreos. Se discute si son de Pablo: Colosenses y 2 Tesalonicenses.Las cartas van en el siguiente orden: Romanos, 1 y 2 Corintios, Glatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo, Tito, Filemn y Hebreos.Las Epstolas Judeo-cristianas (Catlicas)Se trata de siete cartas escritas por autores judeo-cristianos que van dirigidas todas las comunidades cristianas (de ah su nombre de catlicas, que significa universales).a) Santiago. Esta carta es un escrito de carcter sapiencial, en el que se combate fuertemente a una fe que no se traduzca en solidaridad con los pobres. Probablemente la escribi Santiago, el hermano del Seor (que no es el de los Doce), quien gobern la comunidad de Jerusalen entre el 41 y el 62. Se debate mucho la fecha de composicin de esta carta. Algunos la ubican en los aos 60 y otros en los 80.b) 1 Pedro. Se discute si fue escrita por Pedro o por un cristiano annimo que usa de su autoridad. En el primer caso, estara escrita antes de la muerte del apstol el ao 64; en el segundo, sera de la dcada del 70. Busca animar a comunidades rurales de Asia Menor que comenzaban a sufrir persecuciones.c) 2 Pedro. Escrito tardo (probablemente de fines del siglo I), que no pertenece al apstol, y que busca responder al problema del retraso de la Parusa (o Segunda Venida de Cristo).d) 1, 2 y 3 Juan. Probablemente fueron escritas por un autor annimo perteneciente a la escuela jonica, tal vez el redactor final del Evangelio de Juan. Su datacin se estima en torno al ao 100.Ante un cisma que remece a la comunidad, el autor insiste en la realidad humana de Jess y en el mandamiento del amor.e) Judas. Carta escrita a fines del siglo I por un judeo-cristiano que pone su obra bajo la autoridad de Judas Tadeo, de los Doce. Utilizando un lenguaje apocalptico, advierte a los cristianos que no se dejen seducir por unos falsos maestros, que estn actuando al interior de la comunidad sembrando confusin.El ApocalipsisEsta obra fue escrita durante la persecucin que sufri la Iglesia en tiempos del emperador Domiciano, a fines del siglo I. Su autor pertenece a la escuela jonica, por eso el escrito es atribuido al apstol Juan. Mediante un lenguaje recargado de smbolos tomados del AT, la obra busca animar a los cristianos perseguidos presentando una visin cristiana de la historia.Aparentemente el Imperio opresor, y las fuerzas del mal que estn detrs, estn consiguiendo una victoria definitiva frente a la Iglesia perseguida; sin embargo, ello no es as. Quin mueve los hilos de la historia es Cristo y de l es el triunfo final que ocurrir en la Parusa. En esa ocasin Jess derrotar no slo al Imperio sino a todas las fuerzas del mal.

Relacin con la unidad III: Revelacin y la Sagrada Escritura, la Sagrada Tradicin y el Magisterio.

1) Los transmisores del evangelio (DV 7) En este nmero de la Constitucin se da un planteamiento general acerca de lo que es la entrega de la revelacin. All se traza una especie de arco: comienza el movimiento en el plan de la decisin amorosa de Dios: Dios enva a su Hijo para realizarlo, el cual a su vez enva con su mandato a los Apstoles, ellos predican, escriben y nombran sucesores suyos a los Obispos y as la Iglesia contina su misin hasta llegar finalmente al Padre. De esta manera la Tradicin se extiende a lo largo de la historia humana, desde Cristo hasta la consumacin. 2) La Sagrada Tradicin (DV 8)La Dei Verbum de manera clara muestra el dinamismo propio de la Tradicin. Habla primero del hecho de la transmisin de la revelacin "sentido activo de la Tradicin", y luego de lo que es transmitido "sentido pasivo de la Tradicin". El objeto de la Tradicin es definido como aquello que contribuye a que el pueblo de Dios viva santamente y aumente su fe, es decir, todo lo referente a la fe y costumbres del pueblo cristiano.Un aspecto novedoso, y que ampla el sentido que ha tenido la Tradicin, es el de sealar que sta no se limita a conservar lo recibido, sino que hay un progreso en la Tradicin, progreso que se describe como una percepcin cada vez ms profunda de las cosas y palabras transmitidas por medio de la contemplacin y el estudio por parte de los creyentes y por medio de la predicacin de la Iglesia. De esta manera el Concilio seala el aspecto histrico de la Tradicin y su crecimiento en la historia, en la que se crean nuevas expresiones de vida que sirven para actualizar el hecho salvfico que transmite.As, pues, la verdad divina conocida por la Tradicin no se percibe plenamente por un solo testimonio, sino por el conjunto de testimonios y formas de expresin: escritos de los Padres, liturgia, prctica de la Iglesia, reflexin teolgica y Magisterio.Finalmente, en este nmero de la Dei Verbum se muestra la importancia de la Tradicin en relacin con la Escritura, ya que por aquella se conoce el canon ntegro de sta (e implcitamente se da a entender que la Tradicin desborda el contenido de la Escritura). Adems hace ver que por la Tradicin se puede conocer ms a fondo y hacer actual la Escritura.

3) Relacin Tradicin-Escritura (DV 9)La Constitucin presenta cmo la Tradicin y la Escritura estn unidas y se complementan mutuamente; no son dos caminos paralelos e independiente. Ambas son palabra de Dios: La Escritura es palabra de Dios en cuanto consignada por escrito; la Tradicin es palabra confiada por Cristo y el Espritu Santo a los Apstoles, transmitida intacta a toda la Iglesia por medio de sus sucesores.De esta manera la Iglesia no deriva su certeza acerca de las verdades reveladas por Dios, slo de la Escritura; sino que posee la palabra viva recibida desde el principio. Reitera adems lo ya expresado por Trento acerca de la veneracin y respeto quese deben tanto a la Tradicin como a la Escritura.

4) Relacin Tradicin-Escritura-Iglesia-Magisterio (DV 10)Escritura y Tradicin constituyen el nico depsito de la revelacin confiado a toda la Iglesia, para que los creyentes vivan de l. As, lo que se transmite es una vida, no simplemente unas verdades, y es precisamente ese elemento vital el que hace que Tradicin y Escritura estn estrecha e indisolublemente unidas a la Iglesia como comunidad viva. Toda la Iglesia es testimonio de la revelacin y su fe debe ser la expresin de la comunin con el Seor y con lo que El nos revel. Al referirse al papel propio del Magisterio, se aclara que su oficio es el de interpretar autnticamente el depsito de la fe y que se cumple en nombre de Cristo y con la asistencia del Espritu Santo. Se trata de un servicio a la palabra de Dios y, por consiguiente, no puede ponerse por encima de ella. El Magisterio tiene que escuchar siempre la voz del evangelio y debe guardar con fidelidad esa palabra. De ah se desprende que no le corresponde perfeccionar la palabra de Dios, sino ayudar a su comprensin, ya que su tarea consiste en proponer a los fieles lo que Dios ha revelado en Jesucristo para ser credo y vivido. De esta manera Escritura, Tradicin y Magisterio son inseparables y concurren a la salvacin.El Vaticano II no se limit a ratificar lo que haba expuesto Trento, sino que profundiz acerca del papel de la Iglesia viva como transmisora de la revelacin. De ah la importancia que da a la Tradicin, pero sin desligarla de la Escritura. En resumen, los principales avances son: a) En lugar de hablar de tradiciones no contenidas en la Escritura, se insiste en la unidad e inseparabilidad de Escritura y Tradicin, reafirmando adems que no son dos fuentes separadas.b) La Tradicin no se mira como un simple proceso oral. Ella es vista dentro de toda la vida de la Iglesia y realizada a travs de la praxis orante y creyente de la comunidad de fe.c) El Espritu Santo es el que sostiene la Tradicin y vivifica a la Iglesia. La Tradicin constituye la voz viva del evangelio, su predicacin perenne y, por lo tanto, no es un archivo muerto, o un museo de verdades. Ella es la comprensin vital y la actualizacin del mensaje original en la Iglesia. d) La lectura de la Escritura, unida a la oracin, tiene que ser una interpelacin viva para el hombre, un dilogo de Dios con la humanidad. La Constitucin seala entonces de manera muy pastoral la importancia de la Escritura para la vida y el crecimiento espiritual del cristiano.e) La actualizacin del evangelio se realiza por el testimonio vivo de toda la Iglesia, no slo por su doctrina, es decir, en ella intervienen la vida, la liturgia y la praxis eclesial.f) Se afirma que la Tradicin contiene toda la revelacin y recalca que la Escritura, slo con la Tradicin, puede ser la norma suprema de la fe y la vida de la Iglesia.1