INSTRUCCIONESToma tiempo para presentarte ante Dios en sencillez y fe, confiando en su ayuda para entender la Palabra. No hay nada más importante para un discípulo de Cristo que aprender a alimentarse de la Palabra por sí mismos.Esto consiste en algo más que leer la Biblia todos los días (lo cual es muy bueno), pero lo medular es aprender a escuchar la voz de Dios en lo que Él nos esta comunicando en su carta de amor, redención y gloria La Santas Escrituras.

Pídele que te revele a Jesús en la lectura del día. Entonces:

a- Lea el pasaje de la Biblia detenidamente. Considere ¿Qué dice? ¿Quién habla y a quién? ¿Cuándo? ¿Dónde?. Es demasiado importante poner atención y observar bien el pasaje bíblico. Procura ver lo que el Señor te dice, y le dice al ser humano. (o a su pueblo).

b- Lea la reflexión del día.Vuelve a leer el pasaje contestando las preguntas.Cuando algo en el texto te llame la atención, haga una pausa. Habla con Dios acerca de eso.Permite que la Palabra penetre en el corazón. Luego continue con la lectura.Ahora tome unos minutos para orar. A la medida que descubres cómo es Jesús, la oración se volverá algo natural, y experimentarás lo extraordinario que es tener una relación con Dios.

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Devocional #1 Versos a memorizar: Salmos 1.1-2

1. Medita en Lucas 1.1-25

2. Responde

a. ¿Cuál era el propósito de Lucas para escribir su Evangelio?

b. ¿Qué le dijo el ángel a Zacarías acerca de su oración?

c. ¿Qué cosas le dijo acerca de su hijo?

El libro de Lucas es la historia de la vida de Jesús escrita por un médico que no era judío. Él se dedicó a recopilar todos los detalles concernientes el tiempo que Jesús estuvo en la tierra, y los ordenó cronológicamente, para que no hubiera la menor duda de lo que había sucedido.

El primer capítulo empieza hablando de Herodes, rey de Judea, quien había sido impuesto por César, el emperador romano, para controlar a los judíos. En este tiempo habían 24 divisiones de sacerdotes, quienes ejercían el ministerio por una semana, dos veces al año, así como en las festividades más importantes. Sólo una vez en su vida le tocaba a cada sacerdote ofrecer incienso.

El pueblo se reunía fuera del templo en el momento que se ofrecía incienso. Su costumbre era orar en forma individual pero simultánea pero en el atrio, mientras el sacerdote oraba adentro por todos en conjunto y por la venida del Mesías. Al terminar sus deberes, el sacerdote salía y bendecía a todos.

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Esa semana le tocó a Zacarías ofrecer el incienso. Estaba preparando todo, solo, en aquel solemne lugar, cuando un ángel del Señor se le apareció. Imagina el temor que le causó, un ser majestuoso lleno de luz, parado a la dere-cha del altar de incienso hablándole. Pero el ángel le anuncia una gran promesa: “Tu oración ha sido oída, y tendrás un hijo”.

Como Zacarías y su mujer eran de edad avanzada es probable que ya no estuvieran orando por un hijo. Pero Dios siempre tuvo presente la petición que esta pareja había hecho por muchos años, solo que él había designado este tiempo para la misión especial de este hijo.

Pero Zacarías dudó de las palabras del ángel, y éste molesto por la incredulidad, le dejó una señal, lo dejó mudo. Cuando salió, todos los que estaban afuera supieron que había tenido una visitación angelical.

Después de esos días su mujer quedó embarazada y se recluyó en su casa por meses. Cuántas preguntas tenía, cuántas cosas quería entender. Cuando Dios engendra algo, necesitamos recluirnos para meditar y escudriñar, y así adaptarnos a lo que Dios está haciendo.

¿Qué te habló Dios en la lectura de hoy?

Material elaborado por: Meditaciones en el evangelio de Lucas “Siguiendo a Jesús” Autores Pastores Enrique y Tita Bremer. USADO CON PERMISOwww.redpastoraljuvenil.orgGuía de Material de la ESCUELA EN ESPECIALIZACIÓN EN MINISTERIO JUVENIL, para el SEMINARIO TEOLÓGICO DE LAS ASAMBLEAS DE DIOS. Asambleas de Dios, San José, Costa Rica.