Docencia en Ambientes Virtuales

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR VICERRECTORADO DE EXTENSIÓN PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN ACADEMICA DIPLOMADO DOCENCIA UNIVERSITARIA Unidad Curricular Ensayo Didáctico Profesor Williams Macías Martínez Docencia en ambientes virtuales aplicaciones constructivistas en el aula virtual Williams Macías Martínez

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Docencia en ambientes virtuales

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

VICERRECTORADO DE EXTENSIÓN PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN ACADEMICA

DIPLOMADO DOCENCIA UNIVERSITARIA Unidad Curricular Ensayo Didáctico

Profesor Williams Macías Martínez

Docencia en ambientes virtuales

aplicaciones constructivistas en el aula virtual

Williams Macías Martínez

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Docencia en ambientes virtuales

Actualmente, la mayoría de las universidades están incursionando en el uso de la tecnología informática y

de la comunicación, con plataformas de administración de cursos en línea, a través de Internet, como una

herramienta para impartir programas educativos. La tecnología puede utilizarse para brindar planes de

estudio a distancia, dar apoyo a las lecciones presenciales o para ofrecer programas de educación

continua.

El espacio virtual permite una serie de ventajas, como superar las barreras del espacio y el tiempo. Es decir,

docente y estudiantes pueden interactuar, si poseen una conexión a la red, desde cualquier lugar y a

cualquier hora del día. La plataforma de administración de cursos permite colocar materiales, realizar foros

de discusión asincrónicos (lo cual significa que las personas no deben estar conectados simultáneamente) y

evaluaciones, así como tener acceso a bibliotecas virtuales.

Para iniciarnos en las aplicaciones constructivistas en el aula virtual, vamos a definir algunos conceptos

centrales, como el aprendizaje electrónico, el aprendizaje en línea, sus características y modalidades.

El aprendizaje electrónico

El aprendizaje electrónico (“e-learning”) consiste en el uso de computadoras como medio de aprendizaje.

A continuación presentamos una definición de aprendizaje electrónico:

Es el campo general referente al uso de la tecnología para brindar programas de aprendizaje y enseñanza.

Se utiliza típicamente para referirse a la utilización de discos compactos (CD-ROM), Internet, intranet,

aprendizaje inalámbrico y móvil (Mega e-learning Glossary, 2004).

La utilización de máquinas de enseñanza data de muchas décadas atrás, incluso cuando no existían computadoras. B.F. Skinner, el psicólogo más importante del enfoque conductista en los Estados Unidos, retomó el trabajo pionero de Pressey, quien utilizó aparatos mecánicos para enseñar. Con la llegada de las computadoras, las posibilidades se multiplicaron, al punto de que hoy el aprendizaje electrónico, basado en Internet, es utilizado en todo el mundo por centros educativos y organizaciones de toda índole. En la actualidad, el aprendizaje electrónico se utiliza no sólo en la enseñanza de carreras universitarias, sino también en capacitación empresarial, curso de postgrado, programas de formación técnica entre otros. El aprendizaje en línea (“online”) El aprendizaje en línea es una modalidad de aprendizaje electrónico, en la cual se utiliza una red (Internet) como forma de comunicación para aprender. Existen herramientas de aprendizaje en línea que le permiten al alumno avanzar a su propio ritmo, elegir los temas o habilidades que desea aprender y el tiempo que le dedica a las actividades. Otras herramientas permiten la comunicación sincrónica o asincrónica entre el alumno y un tutor o facilitador, así como con otros alumnos. Por medio de una computadora, los estudiantes y tutores interactúan entre sí, por medio de diversas herramientas, como:

• Foros de discusión asincrónica.

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• Conversatorios sincrónicos o "chats". • Intercambio de archivos. • Evaluaciones en línea.

Características del aprendizaje electrónico El aprendizaje electrónico o “e-learning” es una herramienta para ofrecer contenidos instruccionales y experiencias de aprendizaje por medio de una computadora. Algunas de sus características son:

1. El aprendizaje electrónico puede ser interactivo, lo cual genera una atmósfera que promueve el aprendizaje, involucra a las personas y las motiva a participar.

2. El aprendizaje electrónico desarrolla la memoria. A través de la capacidad de organizar los materiales por temas y niveles de importancia, las personas pueden concentrarse y orientarse mejor en su proceso de aprendizaje.

3. El aprendizaje electrónico es flexible. No todas las personas aprenden de la misma manera, por lo cual no todo tipo de programa de enseñanza va a ser adecuado para todos. Las herramientas del aprendizaje electrónico permiten una adecuación a las necesidades de las personas.

4. El aprendizaje electrónico es útil. A diferencia del salón de clases, en donde el profesor no tiene el tiempo de brindar una atención personalizada, las herramientas del “e-learning” pueden adecuarse al ritmo de cada persona. Esto ayuda al estudiante a comprender los materiales más fácilmente y a programarse (promueve la auto-regulación del aprendizaje).

5. El aprendizaje electrónico es accesible. Las personas pueden acceder a los contenidos, materiales y espacios interactivos desde diferentes lugares (su hogar, su oficina, computadoras públicas), sin necesidad de desplazarse hasta un centro educativo. Además, las herramientas asincrónicas le dan la oportunidad de participar y acceder a los materiales en cualquier momento. En general, el aprendizaje electrónico se basa en una concepción del aprendizaje y la enseñanza en donde el alumno es quien asume un papel activo, ya que debe programar sus actividades, asignar tiempo para el estudio, la participación en los foros, etc.

Las herramientas sincrónicas y asincrónicas En el aprendizaje en línea, las herramientas sincrónicas son aquellas en las cuales todas las personas que interactúan se encuentran conectadas a la red simultáneamente. Un ejemplo de comunicación sincrónica es el "chat", en donde alumnos y profesor conversan sobre un tema, utilizando texto, voz o imágenes. Las herramientas asincrónicas son aquellas que no requieren que las personas estén conectadas todas al

mismo tiempo, sino que permiten la interacción diferida en el tiempo, en el momento en que cada persona

puede o desea participar. Un ejemplo de comunicación asincrónica son los foros de discusión que

utilizamos en la plataforma de educación virtual de la Universidad. Véase Programa Alma Mater.

Tipos de cursos en línea Existen tres tipos generales de cursos en línea: 1. Cursos autodirigidos (a su propio ritmo). En inglés se denominan "self-paced courses". Son cursos al estilo de los textos programados que se utilizaban en los enfoques conductuales del aprendizaje. Con la tecnología actual, el alumno no solamente lee el material en la computadora o teléfono inteligente, sino

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que participa en simulaciones, observa videos y realiza evaluaciones sobre los contenidos del curso. El programa brinda realimentación inmediata sobre el progreso del alumno. Estos cursos son útiles para entornos en donde las personas tienen limitaciones de tiempo y desplazamiento, de forma que puedan planificar el ritmo de su propio aprendizaje. En este tipo de curso, el estudiante inicia y termina el curso en cualquier momento, no requiere que haya un grupo de alumnos que interactúa en el mismo marco temporal. 2. Cursos dirigidos por el docente. En inglés se les llama "instructor-ledcourses". Son cursos en donde los estudiantes tienen un tutor, facilitador o guía, y hay participación del grupo a través de foros o "chats". Este tipo de curso requiere que los estudiantes estén en un grupo al mismo tiempo, aunque pueden programar su participación por medio de las herramientas asincrónicas. 3. Combinaciones de los tipos anteriores. Es posible, en un mismo curso, encontrar elementos de cursos "self-paced" y dirigidos por un profesor. En los cursos autodirigidos no hay profesor. El estudiante interactúa directamente con la computadora. Sin embargo, es posible que haya un tutor asignado que responda las consultas en el momento en que el estudiante lo necesite. O es posible que un curso dirigido por un profesor contenga unidades didácticas autodirigidas. Cursos totalmente en línea y cursos bimodales Dentro de los cursos en línea, encontramos también diferentes modalidades: 1. El curso totalmente en línea. Es un curso en el cual todas las actividades y experiencias de aprendizaje se dan por medio de la red. Los estudiantes y el facilitador no coinciden en un espacio físico. Incluso pueden no llegar a conocerse en persona. 2. El curso híbrido o bimodal. Es una modalidad que combina la enseñanza presencial con el apoyo en línea (Skill y Young, 2002). Osguthorpe y Graham (2003) plantean algunos propósitos de la adopción del aprendizaje en línea como apoyo de la modalidad presencial: • Aumentar la riqueza pedagógica, al permitir al profesor brindar una atención más personalizada al alumno. Se distribuye el tiempo de clase de una forma diferente. • Aumentar el acceso al conocimiento, a través de la red Internet y bases de datos especializadas. Esto ayuda al estudiante a profundizar en los temas de clase. • Promover la interacción social, a través de medios de comunicación en red, como los foros de discusión y de preguntas. • Desarrollar la responsabilidad personal de los estudiantes, con un medio que fomenta la auto-regulación de su proceso de aprendizaje. • Liberar espacio físico de clase para otras actividades. • Facilitar la actualización permanente de los contenidos, dada la flexibilidad de la plataforma virtual. Las plataformas de administración de cursos en línea Los sistemas de administración de cursos (en inglés, "course management systems", CMS) son plataformas que integran diversas herramientas de aprendizaje, usualmente en línea. También se les denomina “learning management systems” (LMS) o sistemas de gestión del aprendizaje. Algunos ejemplos de plataformas de este tipo son: Blackboard, Web-CT, Moodle, Claroline, First Class, Angel y e-College, entre otras. Existen plataformas de código abierto (gratuitas), como Moodle y Claroline, mientras que muchas de ellas requieren una licencia, como Blackboard. Elementos constructivistas en el aula virtual

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El espacio virtual fomenta una serie de habilidades importantes para los futuros profesionales: por un lado, los habilita para manejarse eficazmente en un ambiente virtual de aprendizaje, el cual es cada vez más frecuente en las organizaciones; por otro lado, fortalece las habilidades de auto-regulación, que son imprescindibles en el contexto profesional. Como apoyo de las clases presenciales, el aula virtual sirve para que los estudiantes puedan interactuar con mayor flexibilidad, sin las limitaciones del tiempo de clase habitual. Así, ellos pueden tomarse un mayor tiempo para leer, repasar, reflexionar, investigar y luego colocar su participación en los foros de discusión asincrónica. Los estudiantes pueden contar con más tiempo para preparar sus réplicas a otros compañeros o formular preguntas al profesor. Graham, Cagiltay, Lim, Craner y Duffy (2001) consideran que los siete principios de buenas prácticas en la enseñanza universitaria, desarrollados por Chickering y Gamson (1987), pueden aplicarse igualmente a la enseñanza en línea (véase el siguiente cuadro).

Principio Aplicaciones en el aula virtual

1. Fomento del contacto entre profesor y estudiantes

El facilitador debe establecer con claridad las reglas para comunicarse con los estudiantes. Por ejemplo, la periodicidad con la que contestará sus consultas, las fechas en las que recibirá preguntas, así como el medio por el cual lo hará. Algunas consultas pueden realizarse en los foros, pero otras, más personales o específicas, o que requieran una respuesta inmediata, pueden canalizarse a través del correo electrónico.

2. Desarrollo de la reciprocidad y la cooperación entre los estudiantes

La participación del estudiante en el aula virtual debe recibir una calificación dentro de la nota final del curso. Las discusiones deben basarse en preguntas abiertas, que generen discusión y análisis, no preguntas que tengan una única respuesta, como: Resuelva el ejercicio 3 de la página 21. Sino algo como: ¿Cuál es su impresión, con base en la teoría X, de las ventajas y desventajas de implementar X modelo? Es importante que el profesor explique claramente las reglas y expectativas de la participación.

3. Motivación del aprendizaje activo

Los estudiantes deben asumir un papel activo: elegir los temas o problemas de sus proyectos y luego exponerlos al grupo. En el aula virtual, puede haber presentaciones mediante archivos de Power Point o en los mismos foros de discusión.

4. Realimentación pronta El facilitador debe participar activamente en las discusiones, dando realimentación pronta. En ocasiones no es posible responder a todos, pero pueden retomarse los temas más importantes y hacer comentarios sobre ellos. Otras veces, el profesor puede simplemente verificar que recibió una tarea, un mensaje o un archivo.

5. Énfasis en la programación de las tareas

Los cursos necesitan una estructura. El aula virtual debe estar bien programada; es decir, debe haber claridad en las asignaciones y las fechas de entrega. En el aula virtual, los alumnos requieren un espacio en donde las actividades estén claramente establecidas.

6. Comunicación de expectativas altas

El facilitador comunica que tiene altas expectativas sobre el desempeño del estudiante, asignándole trabajos que impliquen

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retos, como estudios de casos e investigaciones basadas en problemas. Elogiar el desempeño sobresaliente le dice a los demás que el profesor tiene altas expectativas.

7. Respeto por la diversidad de talentos y estilos de aprendizaje

El facilitador debe respetar a los estudiantes y eso lo hace dándoles la oportunidad de elegir las actividades y no forzándolos a realizar sólo lo que el docente plantea. No se trata de ser laxo; el estudiante siempre debe cumplir con las asignaciones, pero el profesor puede ser flexible en cuanto a la escogencia de temas, metodologías y enfoques.

Existen dos elementos esenciales en el aula virtual, que responden a los principios socioconstructivistas y

que vamos a discutir brevemente a continuación: la auto-regulación y el aprendizaje colaborativo.

La auto-regulación Un elemento de gran importancia en el desarrollo cognoscitivo es lo que se denomina metacognición. La metacognición es la consciencia que tenemos sobre nuestros propios procesos de pensamiento: ¿cuáles pasos seguimos para resolver un problema? ¿cuáles dificultades enfrentamos y cómo las superamos? ¿en cuál momento (y tipo de problema) debemos aplicar una estrategia determinada? La metacognición es muy importante dentro del proceso más amplio de la auto-regulación del aprendizaje. En el paradigma constructivista, el aprendiz asume un papel activo, siendo éste el responsable de su aprendizaje. En este sentido, el aula virtual puede propiciar el desarrollo de las habilidades metacognitivas y autorregulatorias, ya que el profesor no está presente para guiar al alumno, sino que este debe administrar su tiempo, para lo cual debe tomar decisiones basadas en su autoconsciencia sobre sus posibilidades y limitaciones, sobre sus propias formas de procesar la información. La plataforma de administración de cursos provee los materiales, los mensajes orientadores del profesor, la realimentación de sus compañeros, pero, al fin y al cabo, es el estudiante quien debe asumir su propia responsabilidad. El aprendizaje colaborativo Ehrmann y Collins (2001) describen una serie de experiencias que comprueban que es posible llevar a cabo actividades de aprendizaje colaborativo en línea. Cuando se habla de aprendizaje en línea, en ocasiones viene a la mente la imagen de un estudiante solitario, aislado, trabajando en su casa. Algunos incluso consideran que el aprendizaje mediado por computadora fomenta el individualismo. Sin embargo, esto no es totalmente cierto. El ambiente virtual tiene la ventaja de poner en contacto a las personas, trascendiendo las barreras geográficas. Estudiantes de distintas regiones dentro de un país, o de distintos países, pueden interactuar utilizando la tecnología. La clave está en el diseño de actividades que realmente motiven la interacción. Muchas aplicaciones de aprendizaje electrónico están diseñadas para que el estudiante aprenda en solitario, como los tutoriales, las unidades didácticas, los exámenes en línea o los videos pregrabados. No obstante, en la actualidad, la Internet permite la interacción a través de foros asincrónicos, correo electrónico, los conversatorios sincrónicos (o “chats”), así como teleconferencias con audio y video. El papel del facilitador en el aula virtual El profesor cumple un papel de facilitador del aprendizaje en el aula virtual, en varios sentidos: • Al brindar una realimentación pronta y pertinente a los estudiantes, sobre sus participaciones en los foros de discusión, sus trabajos, exámenes y otras evaluaciones.

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• Al motivar a los estudiantes a participar, mediante sus intervenciones y, además, mediante el elogio, la comunicación de altas expectativas y la consideración de las actividades del aula virtual en la calificación del curso. • Al generar la interacción no sólo entre docente y estudiantes, sino entre los mismos estudiantes, haciendo eco de la premisa socioconstructivista de que el conocimiento se construye a partir del intercambio social.

Veamos con mayor detenimiento cada uno de los aspectos anteriores: La realimentación En un aula virtual, los estudiantes necesitan la realimentación del facilitador. La realimentación cumple un papel vital, ya que permite a los estudiantes confrontar sus construcciones y ampliarlas. En términos constructivistas, la realimentación genera en ocasiones tensiones cognoscitivas que llevan al estudiante a reestructurar sus concepciones y, por ende, a desarrollar cada vez más su comprensión de los temas. La realimentación juega un papel importante como forma de saber en dónde se encuentra el estudiante

con respecto de una meta. Es decir, por medio de la realimentación, el profesor va guiando al alumno, le va

indicando si avanza hacia su meta o si más bien se ha estancado un poco, con el fin de que el estudiante

ajuste su trabajo en pos del objetivo final.

Además, por medio de la realimentación el profesor tiene la oportunidad de comunicar sus expectativas, servir como modelo, brindar apoyo para la resolución de un problema e, incluso, motivar al estudiante a profundizar en ciertos aspectos específicos relacionados con los contenidos y las discusiones del curso. En el aula virtual, como el facilitador no está presente físicamente, es preciso llenar ese vacío con una “presencia virtual”, que comunique a los estudiantes que el docente tiene una preocupación legítima por su aprendizaje y que desea ser un mediador en ese proceso. La motivación El facilitador, en el aula virtual, es un motivador. Su papel de líder lo ejerce de una manera no impositiva, sino más bien motivacional. A través del área de anuncios en la plataforma, o de las participaciones en los foros, el facilitador va guiando a los estudiantes, y los va alentando a participar. La motivación se genera, además, a través de un clima de respeto, apertura y aceptación. El facilitador debe respetar los estilos de aprendizaje de los estudiantes, permitir la discusión basada en argumentos, y elogiar a los estudiantes por sus aportes, cuando estos sobresalen de la norma. Es importante que el estudiante reciba una calificación por su participación en el aula virtual. Aunque es un elemento de motivación meramente extrínseco, es un aspecto recomendado por los expertos en educación virtual (Ko y Rosen, 2001). La generación de interacción Quizás la función más importante del facilitador en el aula virtual consiste en la generación de interacción entre los estudiantes. Esto se logra con el diseño de actividades colaborativas que puedan llevarse a cabo de acuerdo con las posibilidades de la plataforma de educación virtual (véase el cuadro 9). La interacción es esencial en el aula virtual, ya que permite a los estudiantes, entre otras cosas: • Contrastar opiniones con las de otros compañeros, para así encontrar puntos de convergencia y divergencia, para ampliar y clarificar sus puntos de vista. • Argumentar sus posiciones, máxime cuando en el aula virtual las participaciones quedan registradas en los foros de discusión. • Activar sus estructuras cognoscitivas, incluyendo tensiones cognoscitivas a partir del intercambio con los demás. • Comparar su desempeño con el de otros alumnos, algunos menos y otros más habilidosos, experimentados o conocedores de diversos temas, para así potenciar su aprendizaje. • Cooperar con otros compañeros, a partir de preguntas, comentarios, ampliaciones de un tema o brindando ayuda sobre un tema o problema particular. • Compartir experiencias y aplicaciones de los conceptos en la vida cotidiana y en la práctica profesional. • Realizar síntesis de conceptos sobre un tema, a partir de una construcción grupal.

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• Compartir fuentes de información complementaria con los demás compañeros (vínculos a páginas web, documentos), que permiten ampliar los temas en discusión.

Bibliografía consultada

Ehrmann, S.C., y Collins, M. (2001). Emerging models of online cooperative learning. Educational

Technology Magazine, Septiembre. Recuperado el 10-1-03, de:

http://www.tltgroup.org/resources/Collab_Distance.html

Graham, C., Cagiltay, K., Lim, B., Craner, J., y Duffy, T.M. (2001). Seven principles of effective

teaching: A practical lens for evaluating online courses. The Technology Source, Marzo/Abril

2001. Disponible en: http://ts.mivu.org/default.asp?show=article&id=839

Skill, T.D., y Young, B.A. (2002). Embracing the hybrid model: Working at the intersections of virtual

and physical learning spaces. New Directions for Teaching and Learning, 92, 23-32.

Ko, S., y Rosen, S. (2001). Teaching online: A practical guide. Boston: Houghton-Mifflin Company.