Documento Marco - Memorias Congreso Nacional Para La Paz

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DOCUMENTO MARCO “MEMORIAS DEL CONGRESO NACIONAL PARA LA PAZ” 19 AL 22 DE ABRIL DEL 2013 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA BOGOTÁ, COLOMBIA

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Las luchas populares en Colombia se encuentran hoy día en un gran momento, que se ve reflejado en la permanente y creciente movilización social de diversas expresiones del pueblo colombiano, como las movilizaciones de los trabajadores de la salud, docentes, estudiantes, campesinos, afrodescendientes, indígenas y mineros. Esto se desarrolla en un período en el que se consolidan articulaciones sociales y se cristalizan expresiones organizativas producto de la acumulación de años de esfuerzos populares en proyección unitaria; es decir, vivimos un momento en el que la construcción del Poder Popular se manifiesta en diversos escenarios con un potencial contrahegemónico de un alcance que no se veía en años.

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  • DOCUMENTO MARCO

    MEMORIAS DEL CONGRESO NACIONAL PARA LA PAZ

    19 AL 22 DE ABRIL DEL 2013

    UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

    BOGOT, COLOMBIA

  • NDICE

    PRESENTACIN

    AGENDA SOCIAL DE PAS PARA LA PAZ

    PREMBULO. NUESTRO HORIZONTE: LA CULTURA DE LA VIDA

    1. TIERRAS, TERRITORIOS Y SOBERANAS

    2. ECONOMA PARA LA VIDA DIGNA

    3. POLTICA PARA LA VIDA DIGNA

    4. CAMINOS DE JUSTICIA VIDA, Y PAZ

    5. DERECHOS DE LOS PUEBLOS

    6. CULTURA, DIVERSIDAD Y TICA DE LO COMN

    7. INTERNACIONAL: INTEGRACIN SOLIDARIA DE LOS PUEBLOS

    EJES DE ACCIN POLTICA

    1. SOLUCIN A LA CRISIS HUMANITARIA

    2. PARTICIPACIN POLTICA Y POPULAR EN LA CONSTRUCCIN DE PAZ

    3. MOVIMIENTO SOCIAL POR LA PAZ

    PLAN DE ACCIN NACIONAL

    DECLARACIONES

    1. MANDATOS DEL CONGRESO DE NIOS Y NIAS PARA LA PAZ

    2. DECLARACIN POLTICA DEL CONGRESO NACIONAL PARA LA PAZ

    3. CARTA A COLOMBIA: LLAMADO A CONSTRUIR LA PAZ

  • PRESENTACIN

    Las luchas populares en Colombia se encuentran hoy da en un gran momento, que se ve reflejado en la permanente y creciente movilizacin social de diversas expresiones del pueblo colombiano, como las movilizaciones de los trabajadores de la salud, docentes, estudiantes, campesinos, afrodescendientes, indgenas y mineros. Esto se desarrolla en un perodo en el que se consolidan articulaciones sociales y se cristalizan expresiones organizativas producto de la acumulacin de aos de esfuerzos populares en proyeccin unitaria; es decir, vivimos un momento en el que la construccin del Poder Popular se manifiesta en diversos escenarios con un potencial contrahegemnico de un alcance que no se vea en aos.

    Todos estos movimientos adelantan luchas que confrontan los proyectos desarrollados en el marco de una Colombia en la que se profundiza la economa capitalista va acumulacin por desposesin, el neoliberalismo y un modelo de supuesto crecimiento econmico sustentado en el extractivismo, la globalizacin y la reprimarizacin de nuestra economa.

    Asistimos tambin, a un perodo en el que la paz vuelve a ponerse al centro del debate poltico del pas, y en el que la posibilidad de una solucin poltica al conflicto social y armado retoma caminos de materializacin. La paz, tal como lo ha manifestado el movimiento popular colombiano, es una aspiracin urgente para un pas que lleva ms de medio siglo en guerra y que no soporta ms derramamiento de sangre, de opresin, de injusticia

    En el contexto de una guerra impuesta; diversos procesos, organizaciones sociales y polticas, a partir de la necesidad de una solucin poltica al conflicto armado, han decidido articularse en torno a la construccin de una paz que vaya ms all de la terminacin de la guerra. Una paz con justicia social cuya construccin est guiada por los pueblos y sus formas organizativas. Una paz que signifique respeto y garantas a los derechos humanos, econmicos, laborales y ambientales con principios sociales basados en la justicia social y la equidad.

    Bajo estas premisas se convoc al Congreso para la Paz, como escenario de encuentro para todos y todas quienes propendemos por una propuesta de paz integral y de vida digna; entendiendo la paz como: i) un proceso colectivo y democrtico; ii) construida desde las dinmicas locales, regionales y desde los pueblos de Colombia en coordinacin y solidaridad internacionalista con los pueblos del Mundo; y iii) una Paz ms all del cese al fuego, que implique la superacin de las causas estructurales que dieron origen a los conflictos.

    Para este propsito convocamos el Congreso para la Paz como una propuesta de Paz Integral, para superar por la va de la movilizacin y organizacin poltica y de los argumentos, los problemas esenciales que generaron los conflictos y proyectar caminos de organizacin y dignidad para nuestros pueblos, ya que construir rutas para la paz en Colombia, requiere de un dilogo democrtico entre las comunidades, las organizaciones polticas y sociales, las

  • insurgencias, el Estado, los poderes econmicos, las iglesias, la comunidad internacional y los pueblos del mundo interesados en el tema.

    Nos convocamos a este Congreso Nacional para la Paz para continuar desarrollando escenarios de legislacin popular y construccin de mandatos, en la perspectiva de posicionar desde el campo popular una propuesta colectiva de paz y de pas desde la articulacin de visiones, apuestas e iniciativas sociales locales, regionales y nacionales que aporten en la construccin de Paz Integral, que se traduzca en agenda, en mandatos, en propuestas para la accin en el corto, mediano y largo plazo, con el objetivo de aunar esfuerzos en el llamado a una solucin poltica que no pase slo por el dilogo a puerta cerrada entre los armados, sino tambin por el llamado a consolidar un movimiento social por la paz que dispute y confronte al rgimen mediante la premisa de que un verdadero proceso de paz en Colombia pasa por la participacin amplia, directa y protagnica del pueblo colombiano.

    En el camino hacia el Congreso Nacional para la Paz se habilitaron diversos escenarios a partir de las distintas iniciativas de organizaciones y movimientos que asumieron la propuesta como parte de su quehacer poltico. Se llevaron a cabo distintos espacios de trabajo local que desembocaron en 6 Congresos Regionales: Caribe, Nororiente, Eje Cafetero-Antioquia-Choc, Magdalena Medio, Centro y Suroccidente, donde se compartieron apuestas de construccin y articulacin regional y se formularon propuestas de alcance nacional, para ser discutidas en el Congreso Nacional. De igual forma se realizaron espacios temticos y sectoriales como: el Encuentro Nacional de Educacin para la Paz y la Vida Digna, el Seminario de Tierras, Territorios y Soberanas, el Plantn por la libertad de los Presos Polticos y el Seminario Internacional por la Paz, de todos estos espacios tambin se construyeron insumos que fortalecieron el desarrollo de la construccin colectiva en el Congreso Nacional para la Paz, en el cual participaron alrededor de 20000 personas provenientes de todos los rincones del pas.

    El Congreso Nacional para la Paz se desarroll durante 4 das (19 al 22 de abril) en 4 momentos:

    En el primero se instal el espacio con saludos de distintas organizaciones y movimientos, personalidades (nacionales e internacionales), instituciones, congresos regionales, etc, parte del grueso de los procesos convocantes, este momento tambin estuvo acompaado de msticas y apuestas culturales.

    El segundo momento se desarrollaron los debates en trminos de la construccin de una agenda social de pas para la paz, para lo cual se trabaj en 7 temticas con alrededor de 8 mesas en promedio por cada una, e igualmente se trabajaron 3 ejes de accin poltica en 11 mesas en promedio por cada uno de los ejes, este momento avanz mediante una construccin colectiva y en perspectiva de la apuesta de legislacin popular y construccin de mandatos en clave de accin poltica a corto, mediano y largo plazo, producindose en estas mesas el grueso de la propuesta poltica para avanzar en la lucha por un pas en paz.

  • Un tercer momento denominado: Gran Dilogo Nacional, en el que se abri el espacio para iniciar un proceso de dilogo multilateral en bsqueda de caminos para la paz con justicia social y en vida digna, en este espacio se presentaron saludos y ponencias de: las insurgencias (EPL, FARC-EP y ELN), la comunidad internacional en voz de Todd Howland representante en Colombia de las Naciones Unidas y las conclusiones preliminares del Congreso para la Paz, el gobierno nacional y el congreso de la repblica como ramas del poder pblico no se hicieron presentes en el escenario ni hicieron llegar algn documento.

    El cuarto momento tuvo como prioridad la movilizacin y la generacin de opinin pblica, este cont con la realizacin de una marcha desde la Universidad Nacional hasta la Plaza de Bolvar en la cual hubo un concierto y se le dio lectura a la declaracin poltica del congreso nacional para la paz, la declaracin del congreso de ni@s y la carta abierta a la sociedad colombiana por la construccin de la paz.

    El presente documento es el esfuerzo de la comisin metodolgica por sistematizar el proceso de discusin y construccin durante los 4 das, y se presenta como Memorias del Congreso Nacional para la Paz, el cual va acompaado de otros dos documentos en los que se encuentran consignadas las declaraciones de los Congresos Regionales y Encuentros Temticos y las ponencias y/o saludos presentados en el Gran Dilogo Nacional.

    Este material debe servir al movimiento social y popular y principalmente a aquellos que se han comprometido en este proceso como una herramienta para continuar caminando y luchando desde cada uno de los territorios, comunidades, sectores y espacios de incidencia de las organizaciones, as como ruta comn para el desarrollo de un plan de accin nacional que permita avanzar en la conquista de un pas con Justicia Social y en Vida Digna.

    La reproduccin y socializacin de este documento o de sus principales consensos por otros medios es una necesidad urgente para continuar ganando apoyo en este profundo anhelo del pueblo colombiano por vivir en una Colombia en Paz.

    Movimientos, organizaciones, colectivos y personalidades convocantes:

    Congreso De Los Pueblos, COMOSOC, Red De Iniciativas De Paz Desde La Base, Ruta Pacifica De Mujeres, Coordinador Nacional Agrario, Minga De Resistencia Social y Comunitaria, Iglesia Presbiteriana, Asociacin Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC-UR, Coordinacin De Autoridades Tradicionales Indgenas De Colombia Cauca, Mujeres Por La Paz, Colombianos Y Colombianas Por La Paz, Proceso de Comunidades Negras, Asociacin de Cabildos Indgenas del Norte del Cauca, Comit Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Partido Comunista Colombiano, MOVICE, CENSAT Agua Viva, Movimiento Ros Vivos, Movimiento Vamos Por Los Derechos, Red De Hermandad Y Solidaridad Con Colombia, Poder Y Unidad Popular, Tejido Juvenil Transformando la Sociedad TEJUNTAS, Proceso Nacional Identidad

  • Estudiantil, Confluencia de Mujeres Para da Accin Pblica, Tierra Libre, Red Proyecto Sur, Minga Juvenil Nacional, Asociacin Nomadesc, Coordinador Nacional Petrolero, Organizaciones Sociales de Centro Oriente, Rebelda Estudiantil Organizada, Fuerza Comn, CETS, Red de Universidades por la Paz, Proceso Nacional Magisterial, CED-INS, Asociacin MINGA, PSC, Fundacin Comit de Solidaridad con Presos Polticos, Planeta Paz, Campaa Prohibido Olvidar, Sintraunicol Valle, IAPES, OFP, CECUCOL, Comit De Mujeres Corteras De La Caa, Zona Publica, Asentamientos Brisas De Comuneros, PROVIDAS, Consejo Comunitario de la Toma, Grupo De Mujeres De Triana, Resguardo Indgena la Delfina, Cabildo Mayor Del Can del Rio Pepitas, Corteros de la Caa, ASOAGROS - CNA, Cabildo Indgena De Alto Napoles-Cali, Cabildo Indgena, Universitario - Universidad Del Valle, Amauta, Resguardo Indgena De Honduras, Cabildo Indgena De Cerro Tijeras, Universidad Sin Fronteras, Parlamentario Ivn Cepeda, Piedad Crdoba, Senadora Gloria Ins Ramrez, Senador Alexander Lpez. Siguen firmas...

  • AGENDA SOCIAL DE PAS PARA LA PAZ

  • PREMBULO

    NUESTRO HORIZONTE: LA CULTURA DE LA VIDA

    Hasta cundo vamos a permitir que el mundo sea gobernado por la codicia y la arrogancia? Hasta cundo seguiremos adoctrinados en la religin del mercado y en que su dios el capital salvar a la humanidad de inevitables desastres? La vida no puede estar en manos de los calculadores de la ganancia. Se requiere con urgencia otra tica, otras formas de sobrevivir y de convivir; necesitamos liberar la imaginacin para re-crear las sociedades.

    No es necesario hacer un estudio minucioso sobre la crisis que vive el mundo; los desastres ecolgicos, el empobrecimiento material y espiritual, las hambrunas y las guerras lo dicen todo: es la vida la que est en peligro. La esencia de los conflictos la constituye el desequilibrio social y natural que el sistema de privilegios ha producido. Por tal razn, nuestro marco para pensar la superacin de estos conflictos no es parcial ni coyuntural, parte del carcter de la vida misma y de la dimensin de sus relaciones sociales, ambientales y culturales.

    Hemos aceptado ese llamado urgente de la madre tierra y de la humanidad y por eso desde hace aos nos hemos convocado en Congreso de los Pueblos a partir de las siguientes visiones:

    - La larga y profunda crisis mundial que vivimos, pone en cuestin la racionalidad que ha estructurado nuestros crticos sistemas sociales actuales y demuestra por s sola la inviabilidad del capitalismo como modelo de vida. Un nuevo pensamiento y un nuevo ordenamiento que restablezca el equilibrio social y natural del planeta es necesario, urgente y posible.

    - Desde las vivencias ancestrales y desde las histricas luchas de resistencias de los pueblos, recuperamos el paradigma de lo comunitario como visin-accin de un nuevo proyecto social: el Buen Vivir, donde la dignidad humana y los derechos de la naturaleza, imperen en todos los mbitos de nuestros tejidos sociales, sin discriminaciones, sin autoritarismos y sin la instrumentalizacin de todas las relaciones vitales. La vida no se desecha, ni se jerarquiza, ni se negocia.

    - Los poderes hegemnicos asentados histricamente en Colombia, se han negado sistemtica y violentamente a atender la necesidad de replantear el orden impuesto. No podemos seguir esperando a que los gobiernos de las empresas nos garanticen vivir con dignidad. Vamos a hacer el pas con nuestras propias visiones y con nuestras propias manos, por eso hablamos de legislacin popular, de construccin de mandatos. El sentido de la accin social en este momento histrico es pasar de la exigencia de los derechos a la realizacin de los derechos negados.

  • Es imprescindible que avancemos hacia un pas con vida digna, fortaleciendo nuestras concepciones y prcticas comunitarias. El desarrollismo y el consumismo en su dinmica imperial han quebrantado en diferentes tiempos y de diferentes maneras nuestra integracin como pueblos y como nacin. Se trata ahora de recuperar el sentido de comunidad y de territorialidad en una nueva concepcin de ser nacin, sustentada en la diversidad cultural; una nacin en donde por fin estn presentes nuestras mitologas, las maneras de sentir y vivir el mundo.

    Han tratado de imponernos la idea de una sola manera de vivir, de un slo dios, de un solo lenguaje, de una sola cultura, de un solo gnero, es decir, de un solo Estado, en contraposicin a nuestras realidades histricas. Nuestra independencia fue apropiada por otros y entregada luego al nuevo imperio del Norte. Han buscado que con ese Estado monocultural aceptemos la dominacin, la dependencia, la marginalidad y la humillacin. Sin embargo, se han estrellado con lo que somos y queremos ser; la resistencia y la construccin alternativa han frustrado sus intenciones una y otra vez.

    Hoy necesitamos un Estado que refleje en sus institucionalidades la diversidad de territorios y culturas que somos: una nacin plural; un Estado donde los derechos y la justicia sean ejercidos de manera colectiva, y que la naturaleza sea un sujeto de derechos y no una mercanca; un Estado que armonice lo regional con lo nacional y con lo internacional, como mbitos de complementariedad y solidaridad; un Estado que equilibre las distintas formas de agrupar sentimientos y conciencias, tanto en lo social como en lo poltico, en un sistema integral de participacin y decisiones de futuro; una democracia que integre sabiamente el reconocimiento de las minoras en el consenso de las mayoras; en el pas que estamos haciendo, nadie es perseguido o perseguida por lo que piensa.

    A travs de la historia la economa de la acumulacin ha sido presentada como modelo de vida, con los ttulos de progreso, modernidad, desarrollo o prosperidad; pese a ello, est probada la exclusin y degradacin del ser humano y de la naturaleza, que ese sistema produce. Una sociedad que tiene como principio de sobrevivencia el usufructo del trabajo de otros, es imposible que tenga una tica de vida. Todas sus relaciones estn determinadas por la corrupcin, el engao y la violencia. Cambiar estas lgicas, implica pasar de una economa de la acumulacin a una economa de la distribucin y la igualdad: a una sociedad comunitaria.

    En el modelo de pas que nos imponen nunca ha habido la intencin de buscar el bienestar para toda la poblacin. En este continente, Colombia es el pas que tiene los ms altos niveles de concentracin de la riqueza, lo que quiere decir de inequidad; lo que ha ido de la mano tambin de una alta concentracin de las decisiones. De hecho, hemos soportado uno de los regmenes polticos ms autoritarios y violentos, especialmente en los ltimos 65 aos desde aquel renombrado da del asesinato de Jorge Elicer Gaitn.

  • Hemos soportado el poder de unas lites supremamente ambiciosas, quienes para sostener su avaricia han restringido de manera permanente y por la fuerza nuestras libertades. A travs de los aos, los acuerdos que hemos hecho con los gobiernos han sido incumplidos, traicionados, tergiversados, rotos e irrespetados. Han faltado a la palabra, y para evadir sus responsabilidades han acudido a la represin. Como un ejercicio de memoria que fortalezca y fundamente nuestras luchas, tenemos que dar cuenta de esa historia y de la manera como se han desconocido nuestros intereses.

    En medio de tal panorama, los pueblos hemos generado diversas experiencias de Paz, a travs de la lucha, la resistencia y la confrontacin, armonizando territorios, construyendo regin, democracia directa y deliberativa, convivencia, justicia comunitaria, soberana alimentaria, educacin propia, salud espiritual y corporal, economa distributiva: hablamos de los Planes de vida, en donde integramos todos estos procesos comunitarios para el Buen Vivir en nuestros territorios, cuidando la tierra y construyendo poder en las comunidades urbanas y rurales.

    Estas experiencias tienen trazos y huellas de hombres, mujeres, jvenes, nios y nias, nacidos en medio de las realidades territoriales del pas y con el color de los mltiples pensamientos emancipadores. Por ello hoy planteamos con decisin: Estamos resueltos a convertirnos en parte activa y permanente de la construccin de paz!

    En este momento de agudizacin de la guerra, la paz constituye una de las ms urgentes aspiraciones democrticas de diversos sectores sociales en Colombia. Discutir, construir y luchar por la paz en Colombia implica un dilogo democrtico a muchas voces: las comunidades, las organizaciones polticas y sociales, las insurgencias, el Estado, los poderes econmicos, las iglesias, la comunidad internacional, los pueblos del mundo y todos aquellos con real voluntad en el tema.

    Hoy estamos aqu en este momento crucial, convocados por las acciones de paz que hemos construido histricamente, animados por la realizacin de nuestros planes de vida, armona y dignidad, y acompaados por la fuerza ancestral y milenaria de los hombres y mujeres de nuestra tierra, para avanzar en la construccin de una propuesta de Paz incluyente, participativa, diversa, integral, profunda y transformadora.

    Estamos aqu jalonando la participacin protagnica de los sectores sociales y populares en su conjunto, en el entendido de que la paz es un derecho de los pueblos; que la paz se hace desde los imaginarios de superacin de los conflictos, desde las regiones, con perspectiva de pas. La construccin de la paz, requiere que se asuman las propuestas que histricamente hemos venido planteando las comunidades en innumerables proyectos de vida, siempre desconocidos y criminalizados por el poder hegemnico. La paz implica hacer realidad esos cambios que exigimos hace aos en miles de asambleas, demandas y movilizaciones.

  • Esta iniciativa de Congreso para la Paz es una accin poltica unitaria que se nutre de diversos procesos de articulacin social y popular, donde se fortalecen nuestras capacidades de realizacin de nuestros sueos de pas. Es un momento para provocar, tramar, y propiciar reflexiones, acuerdos, compromisos y acciones conjuntas desde lo regional y lo nacional, desde lo rural y lo urbano, entre todas y todos.

  • 1. TIERRAS, TERRITORIOS Y SOBERANAS

    Las y los participantes del Congreso para la Paz nos mantenemos en la defensa de una concepcin alternativa al desarrollo capitalista. Nuestra concepcin est centrada en la liberacin de la Madre Tierra y la constitucin de territorios fundados en el fortalecimiento de la identidad campesina, afrocolombiana, indgena y urbano-popular. Defendemos un ordenamiento territorial desde los pueblos cuya base sean los Mandatos de Tierras, Territorios y Soberanas y los diversos Planes de Vida de las comunidades. Construimos Buen Vivir para la convivencia y la construccin popular del territorio. Defendemos lo multitnico y pluricultural, propendiendo por la vida digna de los pueblos en convivencia y armona con la naturaleza.

    Partimos del reconocimiento poltico, econmico y cultural del campesinado como sujeto de derechos. Reafirmamos la vigencia de los derechos ancestrales de los pueblos indgenas y afrocolombianos. Consideramos fundamental el reconocimiento de la mujer rural como pilar de la soberana alimentaria, la produccin agrcola y la defensa del territorio. Reivindicamos el derecho a la ciudad para los pobladores urbanos y la necesidad de construir el sujeto urbano como dinamizador de los cambios necesarios en las ciudades.

    Consideramos que el ordenamiento territorial popular o alternativo no es solo un ejercicio de oposicin a las propuestas del estado sino es la prctica y reconocimiento de los diferentes ordenamientos de los pueblos y comunidades en pro de su bienestar y Buen Vivir.

    1. Territorio: Tierra y propiedad colectiva

    Reafirmamos la necesidad de una reforma agraria que ataque la concentracin de la tierra y la desigualdad en la distribucin de la propiedad rural. Dicha reforma debe ser integral contemplando tambin las garantas sociales, econmicas y polticas para desarrollar los planes de vida construidos por los habitantes rurales. Es tarea principal luchar por una figura jurdica y poltica de territorio y territorialidad para el campesinado como base para avanzar en la construccin de una genuina poltica de reforma agraria integral y la materializacin de los Mandatos populares. Es inaplazable una reforma tributaria que grave con impuestos altos a los grandes propietarios de la tierra.

    Esos territorios debern apoyarse en los siguientes criterios:

    1) Permanencia en el territorio con garantas para la vida, la produccin, las expresiones culturales y la vida en comunidad. 2) Reconocimiento del campesinado como sujeto poltico, social, econmico y cultural. 3) Defensa y proteccin de las comunidades. 4) Defensa de la Soberana Alimentaria de la nacin y las comunidades. 5) Ir ms all de la propiedad individual para generar regulaciones colectivas del territorio. 6) Apropiacin colectiva de los territorios campesinos con reconocimiento de los derechos adquiridos de propiedad privada de pequeos

  • y medianos propietarios campesinos. 7) Un modelo de Buen Vivir propio con base en planes de vida. 8) Autoridades y gobierno propio.

    Las Zonas de Reserva Campesina son una ganancia del movimiento campesino colombiano, consideramos fundamental defenderlas como instrumento de la lucha de las comunidades rurales. No obstante, esta figura tiene limitaciones para solucionar los problemas del campo al no abarcar todo el territorio nacional y no atacar a la gran propiedad terrateniente.

    No compartimos la sustraccin de Zonas de Reserva Forestal para instaurar Zonas de Reserva Campesina.

    Ratificamos la vigencia y pertinencia de las figuras jurdicas y polticas que reconocen y protegen los territorios colectivos indgenas y afrocolombianos, como los Resguardos, Cabildos y Consejos Comunitarios. Estas figuras siguen siendo una base para continuar avanzando en la materializacin de los Planes de Vida y los mandatos. Es necesario seguir buscando el reconocimiento, ampliacin y saneamiento de resguardos indgenas y territorios colectivos afro.

    Concebimos un ordenamiento territorial social y ambiental en el pas que permita promover a los diferentes sectores como el pesquero y dems sectores agrarios.

    Consideramos que la poltica actual de restitucin de tierras es insuficiente, precaria y que en muchos casos beneficia ms a los empresarios agroindustriales que a las vctimas. Seguiremos exigiendo la restitucin de tierras y la reparacin integral como una base para generar justicia en el campo y lograr condiciones para la reconciliacin. La restitucin de tierras debe garantizar la autonoma productiva de las vctimas a reparar.

    2. Y la vida en las ciudades?

    Consideramos que el pas necesita un proceso de Reforma Urbana para el Buen Vivir en el marco de un ordenamiento territorial democrtico y alternativo a la concepcin dominante, aquella que considera la ciudad como espacio de realizacin de la produccin capitalista, lo cual ha ocasionado diversos problemas sociales como: la concentracin y tenencia de la tierra, los planes de vivienda y urbanizacin contra los intereses populares, el abuso de las inmobiliarias y arrendadores, la ausencia o privatizacin de los servicios pblicos, la cantidad de impuestos que se le exige a la gente como el impuesto predial, problemas que se profundizan con la implementacin de la locomotora de vivienda.

    Por lo tanto defendemos una visin de la ciudad basada en el derecho a habitar el espacio y construir lo comn, con la realizacin de propuestas locales, regionales y nacionales por la solucin a las problemticas de los territorios urbanos. Para esto es necesario levantar lecturas de las problemticas territoriales urbanas, construir una poltica urbana que involucre una reforma laboral para el trabajo digno, la movilidad, servicios pblicos, vivienda digna, desarrollo econmico propio, derechos de trabajadores y escenarios de empoderamiento de la ciudad,

  • entre otros. Es importante diagnosticar, proponer y fortalecer mtodos de trabajo, con personas organizadas y no organizadas, para construir identidad desde los barrios y propuestas de planes de vida que muestren nuestra capacidad de ordenar el territorio y su desarrollo.

    En cuanto al ordenamiento territorial debemos pensar una reestructuracin del catastro nacional, el cual debe servir para evaluar las condiciones de vida de las poblaciones no para la valorizacin sino para la garanta, promocin y proteccin de los derechos.

    Se debe construir una Ley de vivienda digna que contemple las garantas para el acceso y la permanencia en el lugar de residencia.

    Las ciudades como receptoras de la poblacin desplazada deben tener un plan de atencin y contingencia adecuado y debe ofrecer, a partir de un proceso concertado con las comunidades, las condiciones necesarias para el bienestar de dicha poblacin, que debe incluir, entre otros, planes de vivienda digna.

    3. El territorio es Nuestro y decidimos sobre l

    Seguiremos luchando por la suspensin de las concesiones de territorios a empresas transnacionales y en la expulsin a esas compaas de nuestras regiones. Nos oponemos a toda forma de extranjerizacin de la tierra y cesin de baldos de la nacin a grandes inversionistas. Buscaremos derogar las normas que legalizan el despojo y que amenazan la vida y la permanencia en los territorios. La minera a cielo abierto debe ser erradicada en su totalidad.

    Rechazamos la posible aprobacin del derecho de superficie, el vuelo forestal y dems formas de privatizacin soterrada de la tierra y el territorio. Es necesario reformar el rgimen de licencias ambientales con el fin de generar mecanismos jurdicos efectivos que protejan los ecosistemas. Las comunidades delimitaremos Zonas de Biodiversidad para proteger los territorios.

    Proponemos una ley marco de hidrocarburos que reivindique elementos de soberana nacional y redistribucin de la renta petrolea y gasfera. Buscaremos que Ecopetrol vuelva a ser una empresa completamente pblica y buscaremos instituir una empresa nacional minera pblica. De igual manera defendemos el carcter pblico de los dems bienes comunes de carcter estratgico para la nacin. Es necesario generar una poltica de pago de la deuda ambiental generada por la extraccin de recursos.

    Para el desarrollo minero alternativo se proponen los siguientes principios: 1. Consulta con consentimiento, 2. El principio de precaucin: si no se conoce las consecuencias y no hay estudios profesionales es mejor desarrollar ninguna actividad 3. Solo se gestionara la minera necesaria. 4. El principio de beneficio comunitario.

    Exigimos el rediseo de la figura de la consulta previa para darle un carcter que incluya al campesinado, que tenga carcter decisorio desde las comunidades y que permita que las

  • comunidades rurales sean quienes toman las decisiones sobre la definicin de polticas pblicas y los proyectos econmicos en sus territorios. Proponemos entonces la suspensin o moratoria de las actuales concesiones mineras y dems mega proyectos hasta que las comunidades sean consultadas.

    4. Somos un solo continente

    La defensa y el cuidado de los territorios se debe hacer con una visin integradora y latinoamericana, para ello proponemos visibilizar el congreso de los pueblos en el campo latinoamericano con el fin de generar redes de hermanamiento con los otros pueblos y avanzar en la Propuesta de un Polo de Integracin Binacional entre Colombia y Venezuela, basado en la bsqueda de soluciones a la dinmica fronteriza de desplazamiento, economa, la seguridad y salud. sta propuesta busca la articulacin de los pueblos entorno a la soberana popular.

    Es de gran importancia impulsar espacios de coordinacin con pases latinoamericanos con propuestas de generacin de mesas de trabajo para solucionar problemticas, en especial, sobre la gran minera en la cordillera andina.

    5. Cuidamos la tierra como cuidamos a nuestra Familia

    Seguiremos demandando la proteccin de todas las fuentes de agua y de los bosques como elementos vitales del territorio, rechazamos todas las formas de privatizacin y mercantilizacin de los bienes de la naturaleza. Demandamos la recuperacin del uso pblico y comunitario de las sabanas comunales y los playones que hoy estn en manos de terratenientes y grandes empresarios. Rechazamos la construccin de nuevas hidroelctricas. Exigimos que cesen inmediatamente las fumigaciones con aspersin area.

    Debe desarrollarse una planeacin participativa con la comunidad acerca del manejo de la diversidad biolgica y gentica, que permita una proteccin de nuestros recursos naturales.

    Reconocemos que la bsqueda de solucin a los problemas relacionados con el agua, su uso y su manejo recogi a distintos sectores y expresiones de la sociedad y permiti conectar distintas regiones con la misma problemtica; por eso decimos que la defensa del agua conecta las luchas y articula los sectores urbanos y rurales.

    Rechazamos rotundamente los planes departamentales de agua.

    6. Avancemos en la Unidad Popular

    Una agenda de paz con justicia social pasa por solucionar los conflictos territoriales entre las comunidades, pueblos, organizaciones y sectores sociales; conflictos que en buena medida han sido instigados por el Estado. Buscaremos una solucin autnoma a los conflictos intertnicos e interculturales sobre la tierra y los territorios. Por lo anterior, buscaremos la institucin de territorios intertnicos con gobierno compartido, generando confianza entre las diferentes etnias y pueblos para construir propuestas concretas y unitarias.

  • Como pasos mnimos proponemos la realizacin de una cartografa para identificar el territorio rural y urbano, recoger la experiencia de trabajo e iniciativas, sealar cual es el dficit en trminos de recursos y tierras de cada grupo social, buscar una estrategia de recuperacin de lo nuestro que no afecte a otros sectores y luego ponerse de acuerdo para ver, segn la necesidad, historia y ubicacin geogrfica, cmo se podra manejar y recuperar colectiva y solidariamente, entre sectores, los territorios despojados.

    7. Nuestra cosecha, nuestro trabajo, nuestra Vida

    Es prioritaria la recuperacin de la produccin agraria y alimentaria para el fortalecimiento de la economa campesina y la soberana alimentaria de las comunidades, los pueblos y la nacin. Es crucial defender y promover la agricultura orgnica. Seguiremos defendiendo las semillas nativas y lucharemos por la prohibicin de todo tipo de privatizacin o patente sobre la vida.

    Los sistemas de produccin agrcolas no deben limitarse a la produccin orgnica como un simple mtodo de sustitucin de insumos sino que debe ser abordado como un proceso integral de produccin visto desde la agroecologa, que debe ser integral, dinmico y acorde con cada territorio y comunidad.

    Se debe fortalecer el desarrollo de la educacin popular, fortaleciendo la formacin tcnica desde los colegios agropecuarios.

    Las apuestas en este sentido se deben recoger y sintetizar dando como resultado un Ley de produccin agropecuaria que satisfaga las necesidades reales de las comunidades y de la soberana alimentaria.

    Sobre el tema del narcotrfico y sustitucin de cultivos reconocemos su relacin con el Estado y una economa mafiosa que se ha construido sobre el despojo de los territorios, el acaparamiento de tierra, el recrudecimiento de la guerra y la eliminacin sistemtica de los pobladores del campo y de los luchadores del pueblo. Generar propuestas frente a este tema implica necesariamente la construccin de paz y la paz no puede lograrse sin darle salida a este problema; tambin tiene que ver con la construccin de soberana popular, puesto que es pauta para enfrentar las polticas de injerencia extranjera que se escudan en las polticas antidrogas.

    Se propone rescatar el sentido ancestral, medicinal y nutricional de la coca generando espacios culturales de reivindicacin de la hoja, intercambios de experiencias y proyecto productivos que muestren los diferentes usos prcticos de la misma. Se requiere construir propuestas de soberana alimentaria desde la diversificacin de los cultivos contrarrestando el monocultivo de cualquier tipo de producto, que genere daos a mediano y largo plazo de las tierras, rescatando el uso de semillas nativas, el uso de cultivos limpios y el intercambio de saberes ancestrales.

  • Proponemos que la poltica pblica en temas agropecuarios y de produccin tenga en cuenta e impulse la construccin y desarrollo de Planes de Vida Digna de las comunidades cocaleras, en la construccin de soberana popular y territorialidad campesina.

    Debemos avanzar hacia la construccin, dinamizacin y fortalecimiento de sistemas propios de intercambio comercial y solidario, esto implica rechazar los acuerdos y tratados de libre comercio e inversiones firmados por Colombia y las polticas de apertura econmica defendidas durante las ltimas dcadas. La garanta de la soberana alimentaria depende de la economa campesina, por esa razn es fundamental defender la pequea produccin y darle garantas econmicas para su desarrollo.

    8. Para vivir mejor: educacin, alternativas y comunicacin

    Es imprescindible contar con sistemas educativos propios desde las costumbres y culturas campesinas, indgenas y afro para permanecer en los territorios y proteger las culturas de los pueblos. Frente a la educacin campesina es necesario generar un currculo propio de acuerdo con las realidades diversas de las regiones.

    Hay que tener en cuenta a los y las jvenes rurales, y su alta posibilidad y ganas de migrar a los centros poblados y ciudades ya que no ven alternativas para su permanencia en el campo. Situacin sobre la cual es necesario hacer un fuerte trabajo.

    La gente en muchos lugares est desinformada o mal informada sobre muchos aspectos de la vida nacional por lo que proponemos construir nuestro propio medio de comunicacin.

    9. Gobierno propio y soberana popular

    Defendemos una concepcin de la soberana popular en territorios con gobernabilidad propia y autnoma, a travs del ejercicio de autoridad comunitaria. Defendemos una institucionalidad popular para la recuperacin y defensa de lo pblico.

    Los Planes de Vida son el proyecto de vida de las comunidades y la base para la autodeterminacin de los pueblos, proponemos que mnimamente estos deben incluir los siguientes ejes: i) Territorio y autoridad ii) Lo familiar y comunitario para una nueva sociedad, iii) Lo poltico-organizativo, iv) Medio ambiente: aguas y bosques como elementos vivos del territorio que no podrn ser mercantilizados o privatizados, v) Produccin orgnica, vi) Transformacin y comercializacin de la produccin propia, vii) Identidad y cultura, viii) Educacin, ix) Salud, x) Vivienda e infraestructura.

    Crearemos autoridades propias poltico administrativas de los territorios campesinos. Se constituiremos de Guardias Campesinas para la proteccin de los territorios y la regulacin de la convivencia de la comunidad.

    Para el bienestar y tranquilidad de la gente en sus territorios es necesaria la desmilitarizacin de los territorios, adems exigimos a la fuerza pblica un desminado humanitario, es hora de pasar

  • de la identificacin e informacin al desminado real. De igual manera exigimos suspender operaciones militares que generan bombardeos en reservas naturales y que en muchas ocasiones afectan la actividad agrcola de las comunidades.

    En vista de que el ecoturismo pone en disputa los territorios, proponemos que los cuerpos lquidos, como cinagas ros y mares, sean concebidos de manera integral y construir una nocin desde las comunidades, por otra parte agenciar los planes de ordenamiento territorial costeros o ribereos, y que en los entes de control exista participacin popular.

    Exigimos al gobierno y puntualmente al INCODER que se aplique de manera inmediata, con participacin de las comunidades, lo planteado en el decreto 1477 del 2006 sobre los usos de las sabanas comunales y lo playones. Trabajaremos en su recuperacin porque hoy estn en manos de terratenientes y grandes empresarios, para esto el campesinado deber tener un diseo alternativo y una estrategia de movilizacin que nos conduzca a nuestra meta.

    Con esta consideracin sobre la tierra y el territorio y teniendo en cuenta nuestras apuestas polticas proponemos:

    - La realizacin de un GRAN PARO NACIONAL MINERO-ENERGTICO Y AGRARIO. Frente a esto se especifica: Se exigir la derogacin de todas las legislaciones del despojo (ejemplo ley Carranza). Se debe exigir que el gobierno incluya el subsuelo como propiedad de los colombianos y que todos los sectores sociales deben participar como protectores del territorio. Los mineros participaran en el paro en nacional. Las formas de negociacin deben ser pblicas, deben ser avaladas por la comunidad. Se debe Tumbar la declaratoria de la minera como inters social.

    Dentro de la bandera de la paz debemos poner no solo la justicia social sino tambin la justicia ambiental. Con esa bandera posicionaremos que es imperante detener el avance de la minera.

    - La realizacin de un Gran Encuentro Nacional Urbano, para hacer una caracterizacin de la problemtica urbana y avanzar hacia la construccin de una propuesta de coordinacin nacional urbana. Este se desarrollara el segundo semestre 2013.

    - Realizar un Juicio tico y poltico a las transnacionales, un tribunal que tenga fuerza social y poltica y que haga un ejercicio de penalizacin. Buscara una articulacin y gestin desde UNASUR.

    - Establecer una campaa que se denomina la alianza por el 50%. Campaa que se propone con el objetivo de reducir los precios de los combustibles a la mitad.

    - Realizar una Jornada nacional prolongada de liberacin de la madre tierra de manera articulada entre campesinos, indgenas y afros.

    Plan de Accin 1. Jornada nacional contra las transnacionales: bloqueo a la operacin econmica de las

    transnacionales.

  • 2. Paro nacional agrario y minero- energtico de confrontacin al estado y sus leyes del despojo.

    3. Juicio tico y poltico a las transnacionales.

    4. Encuentro Nacional Minero- energtico (16 y 17 de mayo)

    5. Encuentro Nacional Urbano: Caracterizacin de la problemtica y avanzar hacia coordinacin nacional urbana. Segundo semestre 2013.

    6. Encuentro intertnico e intercultural para abordar los conflictos y buscar acuerdos entre comunidades, organizaciones y procesos. Construir instrumentos propios para la resolucin de los conflictos.

    7. Diseo de una estrategia de retorno y restitucin de tierras y territorios.

    8. Encuentro de economa propia y soberana alimentaria.

    9. Encuentro de cultivadores de coca de Suroccidente (4 y 5 de junio en Popayn).

    10. Encuentro Nacional de cultivadores de coca. San Jos de Guaviare.

    11. Definir un equipo nacional para estudiar figuras jurdicas de territorios campesinos y que avance en una propuesta que incluya: forma de propiedad, administracin y autoridades, usos del suelo, recursos, mercadeo.

    12. Realizar un censo urbano para determinar las condiciones de vida reales y confrontarlas con los datos oficiales: subempleo, delincuencia, trabajo informal, analfabetismo, militarizacin, neoparamilitarismo, desplazamiento, derechos.

    13. Movilizacin contra la privatizacin del territorio urbano.

  • 2. ECONOMA PARA LA VIDA DIGNA

    Asistimos a nivel mundial a una crisis del sistema capitalista, que se ha traducido en la profundizacin del modelo neoliberal, lo que ha implicado una reconfiguracin del papel del Estado encaminada a garantizar las ganancias para las transnacionales y el sistema financiero mundial. Es una crisis que demanda recursos naturales especialmente minero-energticos, en miras a mantener la dinmica de acumulacin y la expansin del aparato especulativo a nivel global.

    El conjunto de polticas oficiales que le sirven a estos intereses neoliberales perpetan el despojo rural y urbano, restringen el acceso a los bienes ambientales, modifican el uso y la tenencia de la tierra, atentan contra nuestra soberana alimentaria y energtica, colocan en riesgo la existencia de comunidades indgenas, afros, campesinas, de pescadores y urbanas, persiguen a la minera tradicional y en general a toda la economa de sobrevivencia, recortan la participacin en las decisiones sobre el territorio y le dan continuidad al conflicto armado que afecta directamente a las poblaciones en las regiones.

    Desde la instalacin del Congreso de los Pueblos, y en particular desde el Congreso Nacional de Tierras Territorios y Soberanas y los ltimos congresos regionales llevados a cabo en todo el pas, hemos avanzado en la consolidacin del mandato de hacer un modelo econmico que tenga como objetivo construir un Buen Vivir para la gente, en convivencia con la naturaleza.

    Mandatamos desmontar el modelo neoliberal. Hoy necesitamos un modelo que revierta los ejes de aplicacin de la globalizacin neoliberal que tanto dao le causan al pas: la dependencia, la privatizacin, la mercantilizacin, la financiarizacin, el despojo y el autoritarismo. Un modelo econmico que centre sus potencialidades en el autoabastecimiento interno y no en el mercado internacional, en la produccin agraria e industrial y no en el extractivismo, que integre solidariamente las distintas formas de economa tradicional y comunitaria y que tenga como principio la redistribucin, para garantizar el bienestar de la poblacin que habita los territorios, bajo la afirmacin de la diversidad social, cultural y ambiental y el respeto a la naturaleza.

    Mandatamos:

    Economa para la vida digna, por un pas para el Buen Vivir!

    1. Avanzar en la construccin de Planes de Vida territoriales acordes a nuestras visiones e intereses. Debemos recuperar las prcticas colectivas para que la economa sea viable.

    2. Haremos realidad una Reforma Agraria Integral. Prohibiremos todas las formas de transnacionalizacin de la tierra y el territorio.

    3. Los servicios pblicos son garanta de soberana y de equidad, por lo que deben ser nacionalizados; no pueden hacer parte de la lgica de la ganancia privada. Deben

  • promoverse y protegerse los servicios de carcter comunitario. Para nosotros el agua es un derecho y debe ser propiedad pblica y de libre acceso. La recuperacin de los ros en aras de hacer un acueducto comunitario es hacernos soberanos en nuestros territorios.

    4. Adoptaremos todas las condiciones necesarias para dignificar el trabajo y las distintas actividades productivas de hombres y mujeres. Se debe tener en cuenta el trabajo que hacen las mujeres. Somos tejedoras de vida y en cada tejido decimos que queremos.

    5. Vamos a recuperar y promover la cultura campesina, fortaleciendo las capacidades productivas, rescatando las costumbres originales, garantizando el mercadeo de los productos y posicionando al campesinado como uno de los actores fundamentales de la vida econmica, poltica y social del pas. Afirmaremos el derecho de consulta y consentimiento de la poblacin campesina para intervenir en sus territorios.

    6. Es necesario ejercer la soberana en el sistema alimentario, por cuanto constituye la base fundamental de la dignidad de los pueblos.

    7. Asumir la sustitucin autnoma de cultivos de uso ilcito por cultivos alimentarios. Resignificar la produccin de la coca, y rechazar la criminalizacin de los cultivadores.

    8. Recuperar el carcter pblico de la salud y de la educacin. Haremos una reforma a la salud con base en los principios de gratuidad, progresividad y universalidad. Haremos una reforma a la educacin con base en el enfoque de las cuatro aes: Asequibilidad, Acceso, Adaptabilidad y Aceptabilidad.

    9. Rechazamos la minera a gran escala y los megaproyectos hidroenergticos. Impulsaremos la Ley Marco de Hidrocarburos en la perspectiva de la soberana energtica.

    10. Nacionalizaremos los bienes de la naturaleza y los grandes enclaves agroindustriales. Planteamos un aprovechamiento racional de los bienes de la naturaleza con base en las necesidades nacionales en concertacin con las comunidades de su influencia, y con reales parmetros de proteccin a los ecosistemas y las culturas.

    11. No pueden haber acuerdos econmicos que estn en contra de la economa nacional y de los pequeos y medianos productores del pas, y que genere pobreza entre la poblacin colombiana.

    12. Ser necesario construir relaciones econmicas, en lo nacional y lo internacional que sean justas y solidarias. Impulsaremos la consulta pblica sobre todos los tratados econmicos internacionales.

    13. Nos oponemos a la acumulacin creciente de riqueza en manos del sector financiero, industrial y comercial. Es necesario retomar la banca en manos del Estado y desarrollar una plataforma de ahorro y de crdito que est al servicio de la economa local.

  • 14. En lo urbano, trabajaremos por una real apropiacin del territorio de la ciudad por parte de los pobladores, rescatando el sentido de vecindad y potenciando relaciones de solidaridad que dignifiquen la vida de los habitantes. Generar conciencia sobre el consumo, fortalecer la conciencia en la ciudad de la proveniencia del alimento, no se debe subestimar el papel de los sectores campesinos

    15. Desarrollaremos una poltica de reforma urbana que ordene el territorio y reduzca el dficit de vivienda, con criterios de comunidad y de hbitat. Revitalizar y tejer puentes entre la ciudad y el campo, alrededor del agua, lo alimentario, la tecnologa y las comunicaciones.

    16. Es necesario instaurar un nuevo rgimen tributario basado en impuestos progresivos y en el aumento de la capacidad de recaudo del Estado. Paga ms quienes tienen ms ingresos y propiedades. Las empresas transnacionales no pueden tener exenciones de ningn tipo. Las empresas deben pagar la deuda ambiental y social a las comunidades afectadas por sus intervenciones.

    17. Redefinicin del presupuesto pblico: aumento del gasto pblico social y recorte al gasto militar. Se establecern mecanismos participativos de definicin del presupuesto de los planes de desarrollo social y de inversin, en lo nacional y en lo local.

    18. Retomamos el principio de la funcin social de la propiedad, planteando la expropiacin sin indemnizacin previa por razones de utilidad pblica, exceptuando las propiedades de los sectores medios y bajos de la poblacin.

    19. La administracin de los recursos pblicos garantizar los derechos econmicos y sociales, y reconocer los planes de vida que las comunidades hemos ido construyendo, potenciando y fortaleciendo las economas populares, en lo comunitario, lo econmico, lo tcnico y lo jurdico.

    20. Haremos una economa nacional que tenga como base las economas territoriales y que defina nuevos circuitos econmicos en el marco de los principios comunitarios de solidaridad y complementacin. Habr la infraestructura que conecte nuestras economas desde la diversidad.

    21. Fortalecer nuestras economas desde las regiones. Redes de articulacin econmica. Activar nuevos tipos de mercados, de circulacin, en los cuales las infraestructuras no sean para el capital, para el transporte del saqueo de nuestros recursos, que conecten nuestras economas desde la diversidad. Para eso tambin es necesario pensarse el pas.

    22. Democratizacin del Banco de la Repblica. El Banco de la Repblica controlar las transacciones financieras. Desarrollaremos la banca pblica de fomento y de crdito. Se promovern entidades financieras solidarias de iniciativa popular.

    23. Necesitamos construir una cultura con unos imperativos ticos que enfrenten el

  • consumismo derrochador, y promover otras formas de consumo sustentado en las necesidades reales para tener una vida digna en convivencia con la naturaleza. Las redes de consumo recobran el sentido de autonoma y autodeterminacin.

  • 3. POLTICA PARA LA VIDA DIGNA

    Reconocemos que la paz implica la generacin de cambios estructurales, la transformacin del rgimen poltico que se articula bajo los intereses de las clases en el poder, de las lites, de los terratenientes y de las empresas transnacionales; que se soporta en la desigualdad y la dominacin y que ha implementado la guerra y el terror contra el pueblo.

    Comprendemos que en el origen del conflicto social, se encuentra la desigualdad, la inequidad en la distribucin de la tierra y la riqueza, la ausencia de garantas para la participacin y la organizacin social en un rgimen antidemocrtico, por ello afirmamos que la paz se expresa en la democratizacin del rgimen poltico y la construccin de un pas para la vida digna.

    Por lo tanto desde el Congreso nacional para la Paz, mandatamos:

    Construir poltica desde los territorios para construir un nuevo Estado y una nueva forma de gobernar, y para lograrlo consideramos que es necesario reinventar la poltica, plantear nuevas formas de gobernabilidad y de defensa de lo pblico, para concebir un nuevo modelo de sociedad y de Estado. Para la reinvencin de la poltica, nos afirmamos en la diversidad y la heterogeneidad de nuestros pueblos, no en la ciudadana ni para ser integrados a una propuesta de Estado, sino para desplegar nuestra potencialidad en la creacin de polticas para construir territorio, soberana, independencia y autonoma.

    Para avanzar en la concrecin de nuestras aspiraciones, desde el Congreso nacional para la Paz nos hacemos un llamado reconocer que ya somos un actor poltico, que est creando nuevas formas de gobierno y que requiere generar con ms fuerza acciones para alcanzar nuestro mandato. En este sentido, es de gran importancia que nos reconozcamos como personas, organizaciones, procesos, territorios, iniciativas y en general, como un movimiento que construye poder popular desde las bases y que desde all se fortalece poltica y organizativamente.

    Buscamos la paz en el anhelo de un pas con vida digna, en la lucha por la transformacin del modelo poltico y del Estado capitalista y para ello nuestras propuestas son:

    1. Un nuevo gobierno soberano, independiente y popular:

    Que defienda un proyecto de nacin incluyente basado en los intereses populares y en la democracia, que propenda por la vida digna y que en el campo de la economa detenga el neoliberalismo, revierta la desigualdad en la distribucin de la propiedad, combinando diferentes formas como la comunitaria, la estatal y la colectiva y le apunte a la satisfaccin de las necesidades de la poblacin.

  • Un nuevo gobierno que propugna por el derecho a los territorios, la defensa de los bienes comunes de los pueblos y la nacionalizacin de los bienes pblicos, en correspondencia con la soberana nacional y popular y la independencia.

    Que se comprometa con la revisin de todos los tratados internacionales suscritos por Colombia, buscando renegociar todas las condiciones que vulneran el inters o la soberana nacional, denunciando los tratados, planteando reservas o enmiendas para dejar sin vigor tales acuerdos, y en el que las relaciones internacionales se basen en los principios de integracin, la cooperacin pacfica, la solidaridad entre los pueblos y el internacionalismo.

    Que prohba cualquier tipo de injerencia de gobiernos extranjeros o de empresas nacionales o extranjeras en la toma de decisiones gubernamentales o en la ejecucin de polticas pblicas. El nuevo gobierno no permitir la instalacin de bases militares extranjeras en el pas.

    Consideramos que es necesario gestar un nuevo Estado que satisfaga los intereses populares, propiciando a la vez formas de autogobierno y poder popular, basado en la participacin de los sectores populares, generando mecanismos de democracia directa, participacin poltica efectiva y que reconozca el carcter vinculante de los mandatos. En el que se defienda una nueva concepcin de lo pblico que combine: 1) La pertinencia de lo pblico no-estatal, con formas de gobierno comunitarias y autnomas, y 2) La defensa de lo pblico-estatal como un mbito de defensa de los intereses populares y desarrolle polticas pblicas acordes con los derechos de los individuos y comunidades, y de los intereses populares en general.

    Un nuevo gobierno que garantice la igualdad en el disfrute de los derechos y en el trato para todos los individuos, con principios antipatriarcales, antisexistas, antirracistas, donde se erradique toda forma de homofobia y se sancione de manera ejemplar, toda actitud discriminatoria por razones de etnia, gnero, nacionalidad, edad, u orientacin sexual.

    La garanta de los derechos humanos se debe materializar en la generacin de polticas pblicas para la vida digna, para los individuos y las comunidades y en correspondencia con los intereses populares. En una poltica de vida digna debemos apropiarnos del Buen Vivir para volver a reconocer al ser humano y construir un sujeto poltico que tenga en cuenta los derechos de la Madre Tierra.

    2. Formas comunitarias y territoriales de poder popular: Planes de vida.

    Propugnamos por un nuevo modelo poltico enfocado en la construccin de poder popular, legitimo, garante de bienestar y de territorialidad comunitaria y gestin colectiva de los bienes pblicos y los bienes comunes.

    Defendemos una nueva concepcin de la poltica que parte de la bsqueda de una nueva gobernabilidad. La nueva concepcin de la gobernabilidad parte de dos imperativos: 1) Defender formas comunitarias de autogobierno y autogestin, desde los resguardos, cabildos,

  • consejos comunitarios, juntas de accin comunal, consejos campesinos, sectores urbanos populares y dems figuras de poder popular.

    En los pueblos indgenas y afros, organizados a partir de las autoridades tradicionales, es imperioso reafirmar la estructura tradicional y legitimar su rol dentro de los espacios donde se encuentran. Los cabildos, consejos comunitarios y dems formas de gobierno propio deben legislar desde y con las comunidades. En el caso del campesinado deben instituirse los mecanismos adecuados para garantizar el autogobierno, seguir desarrollando las experiencias exitosas y legitimarse como sujeto poltico.

    Impulsaremos la construccin de Planes de Vida en y desde las comunidades como formas propias de organizacin y ejercicio del poder, en la que se tome como base la construccin de territorialidad y los pueblos como sujetos de derechos. Los planes de vida deben ser la carta de navegacin de los proyectos comunitarios y populares, as como la ruta para proteger los territorios y en ello, debe primar la materializacin de los mandatos y la legislacin popular y participativa.

    3. Ordenamiento territorial popular:

    Construiremos un nuevo ordenamiento territorial a nivel nacional para que las comunidades puedan mandatar sobre sus bienes comunes, bienes pblicos y recursos estratgicos, para fundar una nueva forma de relacionarnos con la Madre Tierra, y para generar una autntica reforma agraria que redistribuya la propiedad de la tierra.

    El ordenamiento territorial tambin buscar definir un nuevo modelo de regionalizacin acorde con las culturas y los procesos de poblamiento. Un nuevo orden regional que no se construya con base en las haciendas y el poder poltico tradicional, sino en el habitar de los pueblos y las caractersticas del territorio.

    Consideramos estratgico construir mandatos territoriales para orientar el nuevo gobierno a travs de la construccin de territorios autnomos con sistemas propios: educativo, de salud, econmico, entre otros y en donde prime la autodeterminacin para legislar desde las comunidades. Por ello se vuelve fundamental la construccin, fortalecimiento y posicionamiento de los planes de vida acordes a la realidad existente en cada una de las comunidades.

    Las reivindicaciones concretas de las comunidades en los territorios, harn parte de los planes de vida para fortalecer las plataformas polticas, que son la que sustentan nuestra accin poltica.

    Estamos por la democracia popular, la soberana, la vida digna, la paz con justicia social y la lucha contra el capital.

  • 4. Plan de accin:

    - Fortalecer el trabajo de base y los espacios se construccin local, territorial y nacional para la construccin de un nuevo Estado y un nuevo tipo de gobierno.

    - Gestar poder poltico desde los espacios locales y regionales a partir de la organizacin y la movilizacin.

    - Fortalecer la participacin poltica a travs de la comunicacin, la educacin y organizacin social.

    - Generar un dilogo nacional por la paz donde se articulen todos los sectores del Movimiento Social y Poltico a nivel nacional, regional y local. Debemos convocar y extender un llamado a las organizaciones polticas a construir la unidad para proyectar un bloque unitario de izquierda social.

    - Visibilizar la propuesta de legislacin popular y los mandatos a travs de escuela popular poltica de carcter plural y local.

    - Crear un escenario desde el Congreso de los Pueblos donde se pueda debatir el escenario electoral, ya que aparece como coyuntura y fuerte punto de debate (mecanismos y estrategias de construccin de poder popular y de gobierno).

    - Fortalecer las acciones locales y regionales que defienden el territorio y por lo tanto la soberana del pas, exigiendo la consulta previa a las comunidades sin distincin tnica.

    5. Promover la constitucin de formas organizativas de poder y accin popular propias de cada comunidad, a nivel regional y nacional.

    Lo cual debe tener en cuenta:

    a) Sistematizacin y desarrollo de propuestas de cogobierno y gobierno autnomo en los diversos sectores.

    b) Construccin o consolidacin de procesos poltico-organizativos que tengan como objetivo de defensa de la salud, la educacin pblica y gratuita y la vivienda.

    c) Generacin de estrategias de reconstruccin de lazos comunales y vecinales. d) Articulacin entre distintas formas de construccin de poder, incluyendo la va

    parlamentaria, movilizacin, construccin e incidencia en polticas pblicas. e) Promocin de una accin nacional sostenida para reconstruir la organizacin de los

    trabajadores y trabajadoras, el movimiento sindical y las organizaciones de trabajadoras y trabajadores en situacin de precarizacin.

    f) Desarrollo de ejercicios de veedura social, que fortalezcan el derecho a la oposicin y la creacin de mecanismos de garanta para ejercer este derecho.

  • 4. CAMINOS DE JUSTICIA, VIDA Y PAZ

    Entendemos que el modelo de justicia en que vivimos hace parte de un proyecto de pas que atraviesa los diferentes mbitos de la vida en comunidad, que no est aislado de los planes de desarrollo poltico-econmicos y por tanto, que requiere una transformacin estructural de las lgicas inequitativas que se han impuesto al pueblo Colombiano.

    Necesitamos una justicia que supere la lgica del castigo y lo punitivo, que parta de la defensa de la vida en funcin de fortalecer el tejido social de las comunidades y su relacin con el territorio y la naturaleza. Rechazamos el modelo de justicia hegemnico, represor y elitista, y mandatamos la construccin de un nuevo modelo de justicia que tenga como objetivo central la garanta integral de los derechos de los pueblos y la dignificacin de la vida, partiendo de los mecanismos y necesidades comunitarias y populares, una justicia verdaderamente democrtica, sustancialmente participativa y fruto de refrendar y fortalecer el pacto social, en el que los sectores sociales y populares sean protagonistas en su construccin.

    Es fundamental Ser Gobierno en tanto son los pueblos quienes tienen la capacidad de generar leyes ms justas, autnomas y desde la visin propia, fortaleciendo las propuestas ya existentes de justicia comunitaria en comunidades indgenas y campesinas principalmente. Para lo cual exigimos el respeto a la autonoma de los pueblos y la generacin de espacios amplios y decisorios.

    Debemos reconocer las especificidades en los crmenes a razn de discriminaciones de gnero que nos permita priorizar e incorporar rutas concretas de solucin al respecto. Un ejemplo claro de ello es la violencia hacia las mujeres, que en el marco del conflicto social, poltico y armado se expresan, por ejemplo, en el uso de los cuerpos como botn de guerra, es clave incorporar conceptos como el feminicidio en el marco legal y jurdico que nos permitan dar cuenta de lo que realmente significan estos crmenes.

    Nuestra propuesta de justicia contempla darle voz a las vctimas y romper con el silencio meditico que respalda la impunidad, dando privilegios a los sectores dominantes y a intereses externos o extranjeros que mantienen el orden social que nos quiere condenar al olvido. Exigimos una reparacin integral que parta del reconocimiento por parte de Estado de su responsabilidad en los crmenes y pase por un perdn pblico hacia las vctimas por parte de todos los actores armados.

    Adems del reconocimiento de la crisis humanitaria y carcelaria nacional que no est aislada de la doctrina de seguridad hasta ahora manejada: Hacinamiento, ausencia de cobertura en salud y de garantas vitales, carencia de derechos civiles y polticos, son la realidad del conjunto de las personas detenidas en nuestro pas.

  • En ese sentido, en nuestra propuesta de justicia rechazamos:

    I. la guerra abierta al pueblo colombiano, organizado y no organizado, a travs de la represin, la segregacin socioeconmica, la persecucin, el reclutamiento forzado, el encarcelamiento arbitrario y la produccin legislativa orientada tanto a simplificar trmites para facilitar la represin como la creacin permanente de delitos y el aumento de sus penas.

    II. la condicin elitista y burguesa de la justicia actual, que le impide al grueso de las comunidades el acceso a decisiones judiciales, ya sea por la va de la negligencia o la incapacidad administrativa, como por la permisividad de privilegios a agentes de las clases dominantes, estatales y paraestatales; es el caso de las ltimas condenas respecto a corrupcin, parapoltica y facilidades a las empresas multinacionales para entrar a usufructuar nuestro territorio sin mayor regulacin.

    III. la ausencia de diagnsticos y soluciones respecto a la violacin de derechos humanos y del territorio, en va del mantenimiento de un sistema totalmente impune que calla, silencia e instaura el miedo como pilar de una sociedad de control, que excluye y condena a la marginalidad, legitimando las desigualdades e injusticias sociales.

    En este orden de ideas, trazamos un camino para dar el vuelco que necesitamos hacia una sociedad con justicia social, en el marco del respeto a la construccin de planes de vida con las garantas de cumplimiento de los derechos fundamentales. Para ello contemplamos diferentes exigencias que como pueblos de Colombia consideramos urgentes e imprescindibles para pensar la justicia y la vida digna en la construccin de paz.

    Por un lado, levantamos la consigna: Para la vida y la justicia: verdad toda verdad todos/as, reparacin integral a las vctimas. Consideramos que no es posible que la reparacin se contemple en una sola direccin, hay que reconocer la multiplicidad de actores y la diferencia de connotacin que tienen: no son equivalentes los delitos cometidos por las insurgencias que los crmenes de Estado, pues ste ltimo debera ser garante de los derechos y no el protagonista de sus violaciones.

    Tenemos derecho a la verdad, a saber qu pas con los/as desaparecidos/as, a que los/as criminales sean juzgados, una reparacin que vaya ms all de una remuneracin econmica y tenga en cuenta la restitucin de los territorios expropiados a sus legtimos/as habitantes. No se puede hablar de un pas en paz hasta que no se neutralicen estos crmenes de Estado, hasta que el pueblo que se manifiesta ante la injusticia deje de ser considerado el enemigo. Ni perdn, ni olvido, memoria e historia digna para la paz.

    Se propone entonces, la creacin de lo que la Comisin Interamericana de Derechos Humanos ha nombrado comisin de la verdad: Se deber crear una comisin de la verdad sobre las graves violaciones de derechos humanos, crmenes de lesa humanidad y crmenes de guerra

  • cometidos en Colombia desde 1945 hasta la fecha de la conclusin y entrada en vigor del acuerdo de paz, con especial nfasis en los crmenes cometidos por agentes estatales y grupos paramilitares. Dicha comisin va en consonancia con la responsabilidad del Estado de hacer conocer la verdad y aportar posibilidades de investigacin, y puede contribuir a Esclarecer el proceso, los hechos y responsabilidades por las graves violaciones de derechos humanos, crmenes de lesa humanidad y crmenes de guerra, incluidos el exilio y las persecuciones polticas contra partidos y movimientos polticos de oposicin, organizaciones sociales, campesinas y sindicales, comunidades tnicas, defensores de derechos humanos, cometidos en Colombia desde 1945 hasta la fecha de la conclusin y entrada en vigor del acuerdo de paz, con especial nfasis en los crmenes cometidos por agentes estatales y grupos paramilitares. Sin embargo, es de aclarar que esto no completa la obligacin del Estado de establecer la verdad, ni sustituye o tiene el mismo carcter que un juicio penal, ms bien, contribuye en la recoleccin de pruebas que posibiliten realizar de manera transparente los diferentes procesos de esclarecimiento y reparacin integral.

    Esta comisin debe ser apoyada por un acompaamiento integral y psicosocial a mujeres, nios, nias y dems vctimas, el respeto y garanta a la autonoma de los pueblos, un reconocimiento sincero de los crmenes y los agentes e instituciones involucradas; debemos entonces, repensar el sistema penitenciario y carcelario, reconocindonos como parte de l, en tanto desborda los muros y las rejas de los penales para pasar a hacer parte de nuestras vidas, en este sentido, el conjunto del pueblo Colombiano ha sido vctima del terrorismo de Estado en el marco de una estructura social clasista y profundamente inequitativa. Es un sistema cclico, en donde los/as detenidos/as salen de los centros de reclusin para volver a contextos de injusticia social y falta de oportunidades, lo que lleva nuevamente a tomar la opcin de la infraccin. Los programas sociales al interior de los centros de reclusin no son integrales, sino apaciguadores, el proyecto de resocializacin en que se fundamentan ha fracasado y las reformas planteadas de ampliacin de la cobertura y construccin de nuevos centros de reclusin siguen alimentando un crculo sin salida.

    En este sentido exigimos la Declaratoria de la crisis humanitaria y carcelaria, junto con la amnista a las presas y presos polticos por parte del Ministerio de Justicia y de la sociedad en general. Rechazamos rotundamente la extradicin de detenidos/as, que le resta soberana al modelo de justicia y lo vuelve nada ms que un pen de la justicia imperialista.

    Hablar hoy de la solucin poltica al conflicto requiere dimensionar la lucha por la libertad de quienes hoy son privados/as de ella por delitos polticos. Es esencial la presencia de sus voces en el gran Dilogo Nacional y en las mesas de conversacin entre las insurgencias y el gobierno. Como medida de justicia transicional, levantemos la consigna perdn o amnista a los prisioneros y prisioneras polticas!, medida que solo puede ser tomada constitucionalmente por la cabeza del poder ejecutivo.

  • Se propone iniciar una campaa permanente de reconocimiento y solidaridad con los/as presos/as polticos/as, la cual debe posicionar el da 17 de abril en la agenda de movilizacin nacional, y posibilitar realizar actividades simultneas, basadas en un diagnstico y balance de la situacin carcelaria en el pas.

    Durante aos hemos soportado el conflicto social, poltico y armado que vivimos a razn de una Doctrina de Seguridad Nacional orientada por el gobierno de EEUU. Como pueblos que hemos luchado por un pas distinto, nos indigna que la manera de entender el bienestar de los mismos por parte del Estado, sea con una poltica de aumento exponencial a los entes represores del pueblo.

    Consideramos que las fuerzas armadas y la polica deben estar en consonancia con el respeto de los DDHH, el DIH, para ello, exigimos la desmilitarizacin de los campos y ciudades, adems de la reduccin del aparato militar, sus miembros, su infraestructura y su presupuesto, reinvirtindolo y direccionndose al bienestar de los pueblos. Que la polica cambie su carcter militar y vuelva a ser civil, que dependa del ministerio de justicia.

    Desmontar el aparato represivo del ESMAD y el paramilitarismo pues hemos visto constantemente, como estn en funcin de la criminalizacin de la sociedad civil, de la protesta social, y del control territorial militar. Reconocer y fomentar las formas de guardia civil que comunidades implementan en sus localidades o regiones, rechazando los planes de cuadrantes de seguridad en distintas ciudades del pas. Mandatamos la abolicin del servicio militar obligatorio, y su reemplazo por un servicio militar voluntario y el respeto a la objecin de conciencia. Por ltimo, rechazamos rotundamente el Fuero Penal Militar pues permite la impunidad de una parte de los agentes involucrados en los crmenes, como los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales, legitimndolos por medio de figuras como los llamados blancos legtimos.

    Los pueblos de Colombia reunidos en el Congreso Nacional para la Paz, mandatamos un modelo de justicia propia, partiendo de la prevencin y disminucin de los delitos desde su raz, la cual encontramos en la situacin de pobreza e inequidad ya mencionada. Nuestros mecanismos de justicia deben privilegiar la defensa de la vida en sus diferentes mbitos, tanto de las comunidades como de los territorios; debe permitirnos resignificar la vida desde el sentido de lo colectivo y no desde lo privado; el marco legal debe ser pactado, acordado y refrendado desde las bases del pueblo, para lo cual proponemos crear una asamblea judicial que cumpla el papel de consejo comunitario y nos permita realizar los acuerdos necesarios segn los principios tico polticos de vida que construimos colectivamente, apoyados/as en una propuesta formativa pedaggica que dialogue entre las comunidades, regiones y la sociedad en general.

    Mandatamos vida digna!

    Mandatamos justicia social!

  • 5. DERECHOS DE LOS PUEBLOS

    Los derechos de los colombianos y colombianas han estado asaltados por el mercado y tratado como medios de produccin y acumulacin de capital al servicio de grupos econmicos y multinacionales: informalidad laboral y ausencia de prestaciones sociales, baja calidad y poca cobertura en la educacin, para tener mano de obra barata y sin conexin con los proyectos de pas que tienen los pueblos; la salud en manos de grupos financieros que especulan con las mensualidades que pagan los contribuyentes en el inestable mercado internacional, obligando al pueblo pobre a elegir entre muerte lenta o deuda permanente. Estos son los ejemplos sobre los derechos que tienen los habitantes de nuestro territorio colombiano, pero el trabajo, la educacin y la salud no son los nicos derechos que se deben exigir.

    Por esto es que los derechos de los pueblos es una cuestin de pensamiento y debate colectivo, donde salen otras exigencias que se han dejado de lado y no son reconocidas por el estado o por los gobiernos como derechos de las poblaciones, como derechos de los pueblos. Temas como la autodeterminacin, la permanencia en la tierra, la sexualidad, el respeto a la vida, la juventud, la objecin de conciencia, el medio ambiente y ms que salen de las luchas que los pueblos han por el atropello que se nos ha hecho de manera sistemtica. Estos son derechos de los pueblos que son construidos desde los mismos. No negamos las luchas por mejorar y cambiar el trabajo, la salud y la educacin a espacios ms incluyentes, pero sentimos que faltan derechos por ser visibilizados y puestos en un nivel tan importante como estos tres que han sido protagonistas.

    Desde el Congreso Nacional de Paz mandatamos que los derechos no son nicamente los que son reconocidos como DESCA o derechos de segunda generacin en el estado colombiano, ya que la lucha por el respeto a la vida y la lucha por un mejor trabajo son derechos de los pueblos que merecen ser tratados de manera integral.

    Seguimos alzando las banderas en contra de la Ley 100, en contra de la Ley 30, en contra de la securitizacin, en contra de la militarizacin de la vida, en contra de la estigmatizacin de la juventud, en contra de la discriminacin sexual, en contra de la exclusin a personas con discapacidad.

    Tambin mandatamos que la lucha por los derechos van en dos vas 1) la permanente observacin del cumplimiento de los derechos que el estado tiene que cumplirle a toda la poblacin de Colombia como algo transitorio y 2) generar trabajo de base para fomentar la formacin, discusin y debates frente a lo que se entiende como derechos desde las particularidades de los pueblos, para avanzar en la superacin de esa conceptualizacin institucional-estatal de qu es un derecho? La primera en trmino de exigencia de

  • cumplimiento a lo que el Estado est obligado a cumplir y la segunda en cuestin de cambio del sentido que se le ha impuesto a los pueblos por las deliberaciones de unos pocos.

    Con este segundo paso, que no es algo que se tenga que hacer despus del primero, sino es algo de manera permanente, se resalta la necesidad de difundir y socializar la metodologa de trabajo de base y de discusin en las regiones para garantizar la construccin de base en el congreso.

    1) Derecho a la salud - Derecho a la salud en las llamadas zonas rojas por medio de la exigencia de puestos de

    salud gratuitos para la poblacin. - Derecho a la salud en la socializacin de las propuestas que estn surgiendo para reformar

    el sistema de salud, el cual no ser mejor que el ya existente. - Derecho a la salud con el reconocimiento y des estigmatizacin de los mtodos mdicos

    ancestrales de las comunidades indgenas, campesinas y afro-descendientes. Esto exige recoger las diferentes formas de medicina ancestral por parte del sector acadmico para avanzar y no tener las cosas en la voltil palabra.

    2) Derecho al trabajo - Derecho al trabajo con la solucin de la crisis laboral que est latente con el disparo de la

    tercerizacin, precarizacin e informalidad laboral con procesos de negociacin honesta del gobierno con los sindicatos y los trabajadores.

    - Derecho al trabajo con la creacin colectiva de procesos productivos sin intervencin violencia por aparatos represivos del estado, ni aparatos legales de limitacin para los pueblos.

    - Derecho al trabajo con procesos de autogestin en los barrios que tengan una articulacin con los medios de circulacin (tiendas, famas, mini-mercados de barrio) que integren a la comunidad y den oportunidades laborales colectivas.

    - Derecho al trabajo con la no distincin entre los hombres y las mujeres en el trabajo, no divisin de los sexos en lo laboral con campaas por medio de los sindicatos en distintas empresas y en universidades.

    3) Derecho a la educacin - Derecho a la educacin con encuentros de educacin popular y propia en las regiones. - Derecho a la educacin con el fortalecimiento de poder crear una propuesta real en el

    Congreso Educativo generando, en parte, propuestas de descentralizacin de la educacin pblica

    - Derecho a la educacin con el apoyo a la propuesta de educacin de la MANE y creacin o fortalecimiento del movimiento secundarista

    - Derecho de las mujeres con la transformacin de la figura de los delitos de violencia sexual a que sean reconocidos y tratados en la actual legislacin como delitos de lesa humanidad.

  • - Derecho la educacin con programas de alfabetizacin por parte de la propuesta de congreso educativo a zonas rurales.

    - Derecho a la educacin a las presas y presos polticos con los procesos de acompaamiento que ya existen.

    - Derecho a la educacin con propuestas reales de educacin incluyente y no diferenciada. Siendo que esta segunda profundiza en las divisiones de gnero y de formas de aprendizaje por algn tipo de discapacidad.

    4) Derecho a la tierra y a la ciudad - Derecho a la permanencia en la tierra, la tierra es de quien la trabaja y la vive. - Derecho a la tierra con la discusin del concepto de Zonas de Reserva Campesina, Zonas de

    Reserva Forestal y Zonas de Reserva Natural. - Derecho a la tierra con la denuncia de la transnacionalizacin local de las tierras, mostrando

    la concesin que se les ha dado a las multinacionales para operar, el apoyo por parte de las fuerzas policiales, militares y paramilitares para que la multinacional haga su trabajo de despojo.

    - Derecho a la tierra y al ambiente sano, expulsando a las multinacionales de los territorios, liberando a la madre tierra. Claro est que esto se puede hacer por medio de la planificacin, organizacin y movilizacin de los pueblos.

    - Derecho a la ciudad con el rechazo a los cuadrantes de seguridad de la Polica Nacional. - Derecho a la ciudad por medio de propuestas de ordenamiento propio con encuentros por

    localidades (divisiones polticas de cada ciudad del pas) para discutir sobre los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), posibles crticas a esos planes y la implantacin de los planes de ordenamiento que surjan desde los pobladores y pobladoras de los territorios de las ciudades.

    5) Derecho a la sexualidad - Derecho a la sexualidad con campaas de confrontacin en las universidades, en colegios,

    en cabildos indgenas, sindicatos en contra de la ideologa y prctica patriarcal. - Derecho a la sexualidad con campaas de educacin sexual real y prevencin de embarazos

    a temprana edad y enfermedades de transmisin sexual, sin que se satanice este tipo de educacin por creencias religiosas.

    - Derecho al reconocimiento en la sociedad y en el desarrollo cognoscitivo y colectivo sin importar el tipo de preferencia sexual.

    6) Derecho a la objecin de conciencia real - Derecho a objetar con la socializacin del marco jurdico de la objecin de conciencia (OC)

    al servicio militar obligatorio (SMO), recopilando las sentencias de la corte constitucional que han apoyado a la OC. Generando un proceso legal para que se le reconozca el no prestar SMO a miembros afro-descendientes, as como pasa con miembros de comunidades indgenas.

  • - Derecho a objetar con equipos de seguimientos y denuncia a las batidas militares (que son ilegales), en los barrios y comunidades afectadas y en colegios con estudiantes desde 5hasta 11 grado.

    - Derecho a la vida con la abolicin del SMO y la desmilitarizacin de la vida, iniciando con la eliminacin de la exigencia de la libreta militar para trabajar y para graduarse de las universidades con presin legal ante la corte constitucional y la movilizacin social.

    - Derecho a la vida con la transformacin de la figura legal del SMO a un servicio social que no tenga relacin directa, ni indirecta con las Fuerzas Armadas, ni la Polica.

    7) Derecho a la juventud - Derecho a la juventud con campaas de des estigmatizacin de la juventud como el

    problema de la delincuencia y la inseguridad en las barriadas y en las ciudades. - Derecho a la realizacin de la juventud con la eliminacin de las redes de micro-trfico por

    parte de las comunidades locales y regionales en clave de empoderamiento del territorio. - Derecho a la juventud con el fortalecimiento y creacin de redes en las barriadas,

    localidades y regiones para fomentar el trabajo comunitario y colectivo (con la juventud como eje fundamental) hacia una economa propia, iniciando con procesos de huertas comunitarias que vayan dirigiendo al autoabastecimiento de algunos alimentos en pequeas colectividades y comunidades.

    8) Derecho al respeto a la vida - Derecho al respeto a la vida con la exigencia al respeto del Derecho Internacional

    Humanitario (DIH) por medio de redes de seguimiento de DDHH por todo el pas, especificando lo que pasa por regiones y generando informes que permitan vislumbrar la crisis humanitaria en la que nos encontramos a nivel nacional.

    9) Derecho al medio ambiente - Derecho a un ambiente sano con la realizacin de encuentros de propuestas en el CDP y

    con otras fuerzas polticas sobre el medio ambiente y lo que pasa con nuestra madre tierra. Esto es pro de la superacin del concepto de recursos naturales a algo con vida y que no responda al mercado.

    - Derecho a un ambiente sano recogiendo la experiencia ecuatoriana donde se reconoce al territorio como sujeto de derechos.

    10) Derecho a la autodeterminacin - Derecho la autonoma a rechazar la canasta familiar (tipo de alimentacin) que se ha

    impuesto por la facilitacin de la circulacin de la mercanca que favorece al Banco Mundial.

    - Derecho la autonoma al expresarse el pueblo frente a los malestares que siente, sin que se d una violencia directa por un ente de seguridad.

  • - Derecho a determinar cules son los territorios que le pertenecen al pueblo, sin tener que esperar a que sea reconocido por un papel que expresa propiedad. La tierra es de quien la vive y la trabaja.

    11) Derecho a los derechos - Generar un plan de trabajo para crear una declaracin universal de los derechos de los

    pueblos. - Las polticas pblicas tienen que salir del seno del Congreso de los Pueblos y los debates

    que se han dado desde el 2010.

    Derechos dignos y sin distincin de gnero, economa que parta de lo regional, socializacin de la riqueza y de los medios que permiten la produccin, economa propia y soberana, una

    educacin amplia, gratuita y de calidad. El reconocimiento de la diversidad de pueblos que habitamos este territorio que pasa por reconocer la autonoma y dar la posibilidad de existencia

    a pueblos que han sido condenados al exterminio!

  • 6. CULTURA, DIVERSIDAD Y TICA DE LO COMN

    Hoy asistimos a un modelo cultural mediado por los intereses econmicos neoliberales en el que todas las prcticas y apuestas culturales han sido instrumentalizadas y puestas al servicio de un modelo enajenador y fragmentado, direccionado nicamente a fomentar el consumo.

    Desde el congreso nacional para la paz queremos consolidar una propuesta cultural contra- hegemnica, antimilitarista y anti guerrista, que genere la lucha contra todo tipo de violencia empezando con la intrafamiliar como bandera; con identidad de pueblo, que le hable de frente al pas, en la que se posibilite un escenario de construccin real incluyente con la participacin de hombres y mujeres, LGBTI, estudiantes, artistas, campesinos, trabajadores, indgenas, afros; donde estemos los bastantes, recogiendo las diversas prcticas gestadas y desarrolladas en las comunidades, quienes en sus procesos le apuestan reconstruir el tejido social para encontrarse con el/la otro y construir vida digna desde el ncleo familiar cualquiera que sea este que pase por la comunidad y se extienda al grueso de la sociedad.

    En una propuesta de paz y de pas, la cultura ocupa un lugar central en la apuesta por transformar los modelos y esquemas de pensamiento con las que hemos sido educados, formados y proyectados en la sociedad. Por esta razn debe ser una propuesta de paz y pas de arte y expresin local cultural comprometida con la transformacin social.

    En tal sentido se debe velar por Expresiones diversas, interculturales de distintas territorialidades que nos den la pauta para construir una propuesta de pas que tenga en cuenta cada una de las expresiones que hoy se manifestaban en el congreso de los pueblos. En ese gran propsito, ser necesario consolidar un movimiento cultural que involucre el conjunto de acciones que promuevan la cultura de la vida, desde la educacin, las comunicaciones, el arte, el deporte y la recreacin; y que las expresiones artsticas y culturales, y sus actores asuman este compromiso desde diferentes formas de organizacin y expresin.

    LOS GESTORES DE UNA CULTURA DE PAZ

    Cuando hablamos de Cultura nos referimos esencialmente al valor universal a la multitud de prcticas que desde diferentes pueblos nos conforma y se convierte a su vez en la va ms legtima para depurar y enaltecer las aspiraciones creativas del ser humano. Por tanto, la visin contempornea de nuestra razn de ser como nacin, con una proyeccin amplia que nos identifique cada vez ms con lo que nos es propio, con nuestra identidad. Esto se constituye en una prioridad, dentro de la propuesta del congreso de los pueblos.

    Los acumulados histricos y sociales en el que la sociedad encuentra un sentido al que hacer colectivo, resguarda la memoria histrica de sus pueblos en todas sus formas y sentidos, Cuestin que permite a los pueblos proyectar su devenir y que hacer en el futuro. El modelo

  • cultural que proponemos est ligado a los principios humanistas, a la esencia de las regiones y pueblos en pro de estar en dilogo permanente con la visin latinoamericana y universal modelo en pro de la integracin y unidad continental de nuestros pueblos.

    En las condiciones histricas en que vivimos, donde predomina la dominacin hegemnica sobre los medios de comunicacin y se imponen modelos culturales alienantes; la propuesta poltico-cultural del congreso de los pueblos est orientada, por una parte, a propiciar la participacin de nuestro pueblo en los procesos culturales y su acceso a lo mejor del arte Colombiano, latinoamericano y universal. Estamos convencid@s de que el arte y la cultura es una apuesta poltica en la medida que:

    Forja y fortalece las identidades como proceso histrico y como movimiento social, rescatando nuestras sensibilidades y subjetividades como pueblo, a partir de la reafirmacin y desarrollo de la identidad nacional y la vocacin universal profundamente latinoamericana y caribea de la cultura nacional.

    Promueve valores distintos a los dominantes, como la solidaridad, la justicia, la equidad.

    Genera reflexin y problematizacin de la realidad a travs de los sentidos y otros lenguajes.

    Genera alternativas de encuentro colectivo dnde nos pensamos movilizacin y soluciones a problemticas concretas

    Genera rupturas y alternativas frente a la idea de que el arte slo sirve para entretener, promovido desde la sociedad de consumo.

    Enfrenta distintos modelos de dominacin (poltica econmica, cultural, etc.) concretando espacios y procesos de resistencia con el fin de reconocer el papel de la cultura en el impulso y orientacin de los procesos socioeconmicos.

    Promueve la construccin de memoria histrica de los sectores populares, que se resiste al olvido generalizado, desde la conservacin de la memoria histrica de nuestros pueblos como esencia y elemento integrador del devenir