Dominica 2.a después de Pentecostés › biblioteca › Royo-marin › esquemas_de...Dominica 2.a...

1
Dominica 2. a después de Pentecostés LA GRAN CENA '. LrC. 14, 16-24 INTRODUCCIÓN. 1. Hay un misterio de iniquidad, como hay un misterio de amor. 2. Otra vez en boca de Cristo el costraste de 1 las divinas invitaciones con las humanas resistencias. I.—DIOS ORGANIZA UNA GRAN CENA. A) Finalidad del banquete. 1. Ante todo la redención de los hombres. 2. Llamada a la amistad con Dios, a la salvación, a la gloria. 3. Como veis, el banquete es grande: a) Por la grandeza del que invita: el mismo Dios. b> Por los bienes que se nos dan: la amistad con Dios, la gloria eterna, c) Por el número de los invitados: todos los hombres. B) Distintos grupos de invitados. 1. Los habitantes de la ciudad: los judíos. a) Cristo vino, ante todo, para sus compatriotas. Los primeros en entrar al banquete deberían haber sido los fariseos, los escribas. Pero no quisieron. b) Rechazaron la invitación porque estaban apegados a los bienes de la tierra, a los placeres de la carne. Dios les rechazó. 2. Los pobres lisiados de la plaza: los galileos pecadores, los publícanos, los plebeyos de Israel. a) Estos responden a la llamada divina y se hacen discípulo¡s de Cristo. b) Pero la enorme sala de la Iglesia está aún vacía. 3. Lo® que están en los caminos y cercados: los paganos, nosotros a) Fuimos nosotros los que recibimos con más agrado la invitación. b) Nuestros padres se hicieron cristianos e hijos de Dios y nos hicieron también a nosotros. II.—LA HISTORIA SE REPITE!. A) Dios envía criados para invitarnos. 1. El mismo Hijo de Dios en persona viene a invitarnos. 2. Forma un grupo de apóstoles (la Iglesia) herederos de su misión a través de todos los tiempos y latitudes. 3. Nos deja unos medios eficacísimos e inefables que nos han de llevar al ban- quete definitivo de la gloria: los Sacramentos, la santa Misa. B) Los judíos y yo. 1. La historia del pueblo judío, ¿no será mi propia historia? a) Llamadas externas: predicaciós, lecturas, buenos ejemplos, etc. b) Llamadas internas: iluminaciones, buenos deseos, remordimientos, etc. c) Todo responde a unos planes de Dios que van ordenados a nuestro bien. 2. Acaso yo también me he excusado. a) He seguido^ distraído' en los negocios de aquí abajo, deslumbrado por los brillos del metal: ambición, codicia. b) Y lo que acaso sea peor: la sensualidad me ha partado de Dios. c> Y todo ello por falta de decisión, de carácter. He dicho a Dios «mañana», para lo mismo responder mañana. CONCLUSIÓN. 1. A los judíos, como pueblo, les fue quitada la verdadera fe. De pueblo escogido llegó' a ser pueblo reprobado. 2. Estas son las palabras de Dios: «Os he llamado y no habéis escuchado... Yo también me reiré de vosotros... Entonces me llamarán y yo no responderé» (Prov., 1, 214-218). 3. Cuando nosotros rechazamos a Dios: a) Se nos quita el talento para dárselo a otro* (Mt. 25, 28). b) Como los judíos volvemos a crucificar a Cristo nuevamente. c) Nos ponemos en caminos de perdición, y Cristo vuelve a llorar sobre la Jerusalén desolada de nuestra alma (Le. 19, 41). d) Las palabras de Cristo son terminantes: «Os digo que ninguno de aque- llos que habían sido invitados gustará mi cena» (Le. 14, 24). 3 o 189 www.traditio-op.org

Transcript of Dominica 2.a después de Pentecostés › biblioteca › Royo-marin › esquemas_de...Dominica 2.a...

Page 1: Dominica 2.a después de Pentecostés › biblioteca › Royo-marin › esquemas_de...Dominica 2.a después de Pentecostés LA GRAN CENA '. LrC. 14, 16-24 INTRODUCCIÓN. 1. Hay un

Dominica 2. a después de Pentecostés LA GRAN CENA '. LrC. 14, 16-24

INTRODUCCIÓN. 1. Hay u n misterio de iniquidad, como hay u n misterio de amor. 2. O t ra vez en boca de Cristo el costraste de1 las divinas invitaciones con las

h u m a n a s resistencias.

I.—DIOS ORGANIZA UNA GRAN CENA. A) Finalidad del banquete. 1. Ante todo la redención de los hombres. 2. Llamada a la amis tad con Dios, a la salvación, a la gloria. 3. Como veis, el banquete es g r a n d e :

a) Por la grandeza del que inv i t a : el mismo Dios. b> Por los bienes que se nos d a n : la amis tad con Dios, la gloria eterna, c) Por el número de los inv i tados : todos los hombres.

B) Distintos grupos de invitados. 1. Los hab i tan tes de la c iudad: los judíos.

a) Cristo vino, a n t e todo, p a r a sus compatriotas. Los primeros en e n t r a r al banquete deberían haber sido los fariseos, los escribas. Pero no quisieron.

b) Rechazaron la invitación porque es taban apegados a los bienes de la t ierra, a los placeres de la carne. Dios les rechazó.

2. Los pobres lisiados de la p laza: los galileos pecadores, los publícanos, los plebeyos de Israel. a) Estos responden a la l lamada divina y se hacen discípulo¡s de Cristo. b) Pero la enorme sala de la Iglesia está aún vacía.

3. Lo® que e s t án en los caminos y cercados: los paganos, nosotros a) Fuimos nosotros los que recibimos con más agrado la invitación. b) Nuestros padres se hicieron crist ianos e hijos de Dios y nos hicieron

también a nosotros.

II.—LA HISTORIA SE REPITE!. A) Dios envía criados para invitarnos. 1. El mismo Hijo de Dios en persona viene a invitarnos. 2. F o r m a un grupo de apóstoles (la Iglesia) herederos de su misión a t ravés de

todos los t iempos y lati tudes. 3. Nos deja unos medios eficacísimos e inefables que nos h a n de llevar al ban­

quete definitivo de la gloria: los Sacramentos , la san ta Misa.

B) Los judíos y yo. 1. La his tor ia del pueblo judío, ¿no será mi propia historia?

a) L lamadas e x t e r n a s : predicaciós, lecturas, buenos ejemplos, etc. b) L lamadas i n t e r n a s : i luminaciones, buenos deseos, remordimientos, etc. c) Todo responde a unos planes de Dios que van ordenados a nuest ro bien.

2. Acaso yo también me he excusado. a) He seguido^ distraído' en los negocios de aquí abajo, deslumbrado por los

brillos del m e t a l : ambición, codicia. b) Y lo que acaso sea peor : la sensualidad me h a par tado de Dios. c> Y todo ello por falta de decisión, de carácter. He dicho a Dios «mañana»,

pa ra lo mismo responder mañana .

CONCLUSIÓN. 1. A los judíos, como pueblo, les fue quitada la verdadera fe. De pueblo escogido

llegó' a ser pueblo reprobado. 2. Estas son las palabras de Dios: «Os h e l lamado y no habéis escuchado.. .

Yo también me reiré de vosotros... Entonces me l lamarán y yo no responderé» (Prov., 1, 214-218).

3. Cuando nosotros rechazamos a Dios : a) Se nos quita el ta lento p a r a dárselo a otro* (Mt. 25, 28). b) Como los judíos volvemos a crucificar a Cristo nuevamente . c) Nos ponemos en caminos de perdición, y Cristo vuelve a llorar sobre la

Jerusalén desolada de nues t ra a lma (Le. 19, 41). d) Las pa labras de Cristo son t e rminan t e s : «Os digo que ninguno de aque­

llos que habían sido invitados gustará mi cena» (Le. 14, 24).

3 o

189

www.traditio-op.org